Prólogo  

 ¿POR QUÉ ESTE
PEREGRINAJE AL
ALMA DEL MUNDO
MODERNO?

En 1994 los obispos católicos romanos de la India invitaron a uno de los intelectuales públicos más influyentes del país, el doctor Arun Shourie, para que les explicara cómo ve un hindú las misiones cristianas. Puesto que su ilustre familia era un fruto de la educación misionera, los misioneros tal vez esperaban que elogiase a las misiones. Shourie, sin embargo, las condenó como conspiración del imperialismo británico.

El argumento de Shourie fue que, cuando Gran Bretaña colonizó militar y políticamente la India, se trajeron misioneros para colonizar la mente de los nativos. Las misiones fueron la peor forma de colonialismo, puesto que cosecharon nuestras almas; subvirtieron nuestra cultura. De reprochar a las misiones, pasó a atacar a Jesús y a ridiculizar la Biblia como un libro irracional e inmoral. Luego amplió su conferencia a dos libros.1

Los libros de Shourie aparecieron cuando el partido hindú Bharatiya Janata (BJP) se preparaba para la batalla por las elecciones nacionales, en las que el partido alcanzó la suficiente representación en el Parlamento como para formar una coalición con el gobierno. El BJP usó el libro de Shourie para promover su plataforma. Dijo que no se debía votar por los partidos hindúes liberales, tal como el Congreso Nacional de la India, porque el hinduismo liberal había permitido que cristianos y musulmanes convirtieran a nuestro pueblo y subvirtieran la cultura del país.

Una vez que el poder de un partido nacional respaldó los libros de Shourie, estos se convirtieron en éxitos nacionales de librería. Su tésis fue traducida a las lenguas vernáculas de la India y se publicaron resúmenes en las columnas de periódicos nacionales y regionales.

Yo ya sabía que el movimiento misionero occidental, al que el BPJ pintaba como el villano de la India moderna, era, de hecho, la fuerza particular más importante que contribuyó al nacimiento de la India contemporánea.* Sin embargo, gracias a los libros de Shourie, a los misioneros de vanguardia, que venían del sur para servir en el norte de la India, se les empezó a acusar de ser peligrosos agentes de la CIA. De algunos de los mejores servidores públicos de la India, sacrificadamente dedicados a elevar a las víctimas «intocables» de la filosofía hindú y de su opresivo sistema de castas, dijo que tenían fondos de la CIA para abrir camino a los designios neocoloniales del Pentágono. A la Biblia—el libro que empezó y sostuvo la educación, emancipación y modernización completa de toda la India— se la denunció como solo apta para tontos.

Arun Shourie había asistido a la mejor universidad cristiana de la India y obtuvo un doctorado de una prestigiosa universidad estadounidense, establecida por una denominación protestante para enseñar la Biblia. Había servido como funcionario del Banco Mundial y encabezaba la mayor cadena periodística de la India. Es un cruzado moral a quien muchos de nosotros amábamos y todavía amamos. ¿Por qué un hombre preparado como él tiene tan pésima visión de la Biblia y del papel de la misma en el surgimiento del Occidente actual y de la India moderna? ¿Por qué no entendió que la educación que recibió, el sistema económico estadounidense que estudió, la prensa libre que él defendía, las libertades políticas que apreciaba y la vida pública de india que él luchaba por mantener libre de corrupción, todo ello había brotado de la Biblia... aunque buena parte estuviera ahora secularizado e incluso corrupto?

La ignorancia del señor Shourie no fue culpa suya. El problema fue que incluso sus profesores cristianos de la India y Estados Unidos tenían muy poca idea de la importancia de la Biblia y de cómo ella produjo el mundo moderno, incluyendo sus universidades, ciencia, economía y libertades. La ignorancia y la incredulidad son comprensibles, pero escoger distorsionar la propia historia de uno es un prejuicio inexcusable. Y se paga caro. Socava los cimientos intelectuales y morales del mundo moderno. El reinado de este prejuicio ignorante en las universidades occidentales suscita la pregunta: ¿Debe el sol ponerse en Occidente?

Respondí al primer libro del doctor Shourie en una serie de cartas que se publicaron como Missionary Conspiracy: Letters to a Postmodern Hindu [Conspiración misionera: Cartas a un hindú posmoderno]. Respondí a su segunda obra en mi prefacio al libro Fascism: Modern and Postmodern [Fascismo: Moderno y posmoderno] de Gene Edward Veith.2 Mi sitio web www.RevelationMovement.com pronto empezará a responder a los detalles de sus críticas contra la Biblia. El libro que dio forma al mundo celebra el IV Centenario de la Biblia King James en inglés, que fue el libro del milenio pasado. Este libro también se propone servir a aquellos que, como Shourie, procuran edificar sus naciones. Un poco de humildad permitirá que todos se beneficien de la comprensión de cómo surgió el mundo moderno.

El sol no tiene por qué ponerse en Occidente. Europa y Estados Unidos pueden revivir. La luz puede brillar de nuevo en las naciones a las que las universidades y medios de comunicación occidentales han confundido y hecho descarriar.

La palabra mito tiene muchas acepciones. Algunas son de muy útiles; sin embargo, si el mito es una noción de la realidad inventada exclusivamente por la mente humana, entonces, por definición, el ateísmo es un mito. Durante el siglo XX, este mito ha producido caos en la Europa del Este. Ahora tiene a Occidente agarrado del gaznate.

Una mirada superficial puede dar la impresión de que este libro trata sobre la Biblia. Quienes lo lean verán que trata sobre la literatura y el arte en sus expresiones supremas; sobre la ciencia en su más alto sentido y la tecnología liberadora; sobre el auténtico heroísmo y la forja de una nación; sobre las grandes virtudes y las instituciones sociales. Si tuviese usted un incontable número de piezas de un rompecabezas, ¿empezaría a unirlas para componer el cuadro sin saber cuál es la imagen que forma? La Biblia dio a luz el moderno mundo de la ciencia y el saber porque nos entregó la visión que el Creador tiene acerca de lo que es la realidad. Esto es lo que hizo a Occidente una civilización lectora y pensante. Los posmodernos ven escaso valor en leer libros que no contribuyan directamente a sus carreras o placer. Este es un resultado lógico del ateísmo, que ahora se ha dado cuenta de que la mente humana posiblemente no puede saber lo que es correcto y bueno. Este libro se publica con la oración de que ayude a revivir un interés mundial en la Biblia y en todos los grandes libros.

VISHAL MANGALWADI
DICIEMBRE DEL 2010

* Esto incluye a muchos evangélicos británicos que trabajaron como servidores públicos, soldados, jueces y maestros.