Capítulo 6

LOS ALIMENTOS VIVOS MARCAN LA DIFERENCIA EN LA DIABETES

EN MI LIBRO The Juice Lady’s Living Foods Revolution explico en detalle cómo elegir y combinar los “alimentos vivos” para mejorar y mantener la salud y la vitalidad. En este capítulo quiero aplicar lo que he aprendido para mejorar, si no revertir, la diabetes y la prediabetes. Algunos expertos afirman que la diabetes tipo 2 puede ser completamente revertida siguiendo cuidadosamente un régimen con un bajo índice glucémico que incluya la ingesta de jugos.1 Yo estoy convencida de que los diabéticos tipo 1 se pueden beneficiar de una aplicación concienzuda de los mismos principios. He conocido a diabéticos de tipo 1 que han mejorado enormemente su padecimiento con este tipo de dieta.

Los alimentos refinados y procesados son los principales culpables. Cuando consumimos una gran cantidad de alimentos refinados (que significa comer una gran cantidad de azúcar y productos de harina refinada) se desarrolla un desequilibrio en la hormona insulina. Con el tiempo, la mala alimentación puede llevar a la resistencia a la insulina y, finalmente, a la diabetes. Esto tarda años en desarrollarse, pero no tiene por qué ocurrir. Si usted comienza a comer de forma sana ahora, su cuerpo (y su familia) se lo agradecerán para siempre.

Además de aprender cómo comprar y preparar los alimentos que necesita, debe resistir la tentación de comprar jugos ya preparados y refrescos (especialmente). En su lugar, ¡haga sus propios jugos frescos en casa! Nunca recurra a los refrescos de dieta para perder peso y combatir la diabetes, ya que son más peligrosos para su salud de lo que usted piensa. El San Antonio Heart Study, un estudio comunitario llevado a cabo durante veinticinco años por la University of Texas Health Science Center en San Antonio, encontró que cuantos más refrescos de dieta bebe una persona, mayor es su probabilidad de tener sobrepeso u obesidad; y el peso añadido es un factor de riesgo importante para el desarrollo de diabetes tipo 2. Sharon Fowler, profesora asociada en este estudio, afirmó: “En promedio, por cada refresco de dieta que los participantes bebieron por día, aumentó en 65 por ciento su propensión a tener sobrepeso durante los próximos siete u ocho años, y en 41 por ciento su propensión a convertirse en obesos”.2

¿Qué son los alimentos vivos?

Los alimentos vivos son aquellos que antes de ser cocinados están vivos y llenos de nutrientes. También se les conoce como alimentos crudos. Podemos plantarlos, recogerlos, germinarlos, o simplemente comerlos. Sea como sea recibimos vida, ya que la vida engendra vida. Estos alimentos son su “norte verdadero”, su vía de acceso a la salud en una jungla de estragos dietéticos, alimentos contaminados y confusión sobre qué y cómo comer.

¿Qué clase de alimentos constituyen una bendición para la salud? ¿La carne de animales criados sin antibióticos, hormonas de crecimiento, o estrés? ¿Los productos lácteos pasteurizados con su proteína desnaturalizada y grasas dañadas? ¿Los vegetales cocinados o procesados saturados de pesticidas y conservantes? ¿O tal vez los alimentos procesados llenos de “buenas promesas de salud”. Quizás sea la larga lista de pastillas recetadas que salen de las mandíbulas de empresas farmacéuticas.

Mis queridos amigos, hemos sido completamente engañados y manipulados por la publicidad. La buena salud se obtiene como resultado de consumir alimentos integrales, sin procesar; comida limpia, la mayoría de ella viva y cruda. Estos alimentos están repletos de nutrientes, agua y fibra que arrastran con las toxinas, residuos y la “suciedad” de nuestras células y fluidos intercelulares. Nos ayudan a prevenir enfermedades y a curar las enfermedades que padecemos.

Los alimentos vivos son alimentos básicos en su forma cruda. Cocinar los alimentos generalmente acaba con sus nutrientes, por lo que es lógico pensar que los alimentos no cocinados proporcionan más beneficios. Usted no tiene que convertirse en un fanático de los alimentos crudos para beneficiarse de ellos. Yo no lo soy. Yo le estoy animando es a incluir más alimentos crudos en su dieta, de manera que constituyan un poco más de la mitad de los alimentos que comemos todos los días. Los jugos y batidos verdes representan una manera de ayudar a alcanzar ese objetivo con facilidad.

Otros dos términos para los alimentos crudos o vivos son “alimentos reales” y “alimentos integrales”. Estos alimentos son lo contrario a aquellos que son creados por el hombre, mezclados en fábricas y convertidos en productos que son cualquier cosa menos reales o integrales. Estos productos se han convertido en la base de la dieta estadounidense, pero no deben ser llamados alimentos y no deberían formar parte de la dieta de nadie. Son productos procesados, despojados de sus nutrientes naturales y atestados de químicos para alargar su vida útil, facilitar su transporte y poder almacenarlos durante más tiempo. Después de ser cultivados en campos extensos y saturados de pesticidas y fertilizantes artificiales, los valores nutritivos de las plantas se reducen aún más durante el tratamiento y almacenamiento, por lo que los alimentos procesados deben ser fortificados con vitaminas y minerales sintéticos. Se les añaden aromas para mejorar el sabor, ya que el proceso hace que lo pierdan. Estos alimentos son a menudo adictivos y cancerígenos, debido a que son despojados de todos los nutrientes necesarios para la función celular. Solo proveen calorías vacías que se almacenan en forma de grasa debido a que el cuerpo no puede utilizarlas para satisfacer sus necesidades. Estos productos han hecho de Estados Unidos la nación más sobrealimentada y, sin embargo, la más desnutrida del mundo.

Los alimentos reales son los alimentos que son menos procesados. Son los más cercanos a su estado natural y, por lo tanto, conservan la mayoría de sus nutrientes y proporcionan los mayores beneficios para la salud. Son más nutritivos cuando se cosechan después de que han madurado, y saben también mejor, ya que conservan la diversidad natural de su sabor. Tienen su contenido de nutrientes y de antioxidantes completos. Los alimentos cultivados orgánicamente, en temporada, y localmente, son la opción más saludable.

Elegir sabiamente

Lo ideal sería que pudiéramos cosechar una gran parte de nuestra propia comida, y así controlar todas las etapas del proceso, desde la preparación del suelo hasta la cosecha. Pero la realidad es que eso no solo no es imposible para la mayoría de la gente en términos de tiempo y libertad financiera, sino que también depende de los límites de la geografía y el clima. Lo mejor es encontrar fuentes confiables de una amplia variedad de alimentos con el fin de cubrir nuestras necesidades nutricionales.

Quiero ayudarle a tomar las mejores decisiones posibles en cuanto a los alimentos que adquirirá, a través de consejos que le ayudarán a descartar las infinitas opciones de alimentos poco saludables que colman las estanterías y los congeladores de los supermercados. Nuestra misión es elegir alimentos vivos que sean también limpios, frescos, e integrales. Alimentos que llenen de vida nuestro cuerpo. Aunque no creo solo tenemos que comer alimentos crudos (sin cocinar) para estar sanos, sí creo que debemos elegir alimentos integrales que proporcionen todos los nutrientes que necesitamos.

Compre “inteligentemente”. La mayoría de los alimentos en las tiendas de comestibles convencionales no le dan vida al cuerpo; por lo tanto, comprar inteligentemente es la clave para una alimentación saludable.

Planifique. Esta es la mejor manera de evitar elegir alimentos pobres cuando no hay nada que comer y sienta hambre. Si usted planifica sus comidas y compra con antelación, tendrá comida a la mano y una idea aproximada de cuándo y cómo prepararla. Esto le dará una mejor oportunidad de tener éxito en su estilo de alimentación con alimentos vivos. Si algo inesperado ocurre, tanga un plan B para comer alimentos nutritivos que pueda descongelar, alimentos deshidratados que ya estén preparados, o una comida o merienda que pueda preparar rápidamente, preferiblemente un batido o jugo.

Elija alimentos vivos. Los jugos crudos y los alimentos vivos están llenos de una abundancia de nutrientes, incluyendo biofotones, que es la energía de los rayos de luz que las plantas reciben del sol. Cuando los alimentos son cocinados, destruimos estos rayos de energía o los disminuimos. Cuanta más luz es capaz de almacenar un alimento, más beneficioso será. Las frutas y verduras cultivadas de forma natural, que han madurado bajo el sol, son poderosas fuentes de energía de la luz. Numerosas partículas diminutas de luz, o biofotones, las unidades de luz más pequeñas, se abren camino hasta nuestras células cuando comemos esos alimentos. Estas le proporcionan a nuestro cuerpo información importante, y controlan procesos complejos, como el ordenamiento y la regulación de nuestras células.3

Cuando bebemos un vaso de jugo de vegetales frescos y nuestra alimentación se basa en alimentos vivos más que en comida cocinada o procesada, todo nuestro entorno interno cambia. A medida que consumimos más alimentos vivos necesitamos menos calorías, ya que los biofotones ayudan a acelerar la mitocondria de las células, esos pequeños hornos de energía que bombean el trifosfato de adenosina (ATP), la energía que es utilizada por las células. También alimentan nuestro ADN, el cual almacena aproximadamente el 90 por ciento de los biofotones que se encuentran en las células. La manera en que los biofotones llevan la información biológica de la planta a nuestro cuerpo es como descargar un software o como pedirle a un técnico que arregle de forma remota cosas que nosotros no podemos corregir por nuestra propia cuenta en nuestra computadora. Así como el técnico corrige los errores en el equipo, los biofotones ayudan a corregir los errores que se han producido dentro del cuerpo.4

COMA UNA VARIEDAD DE ALIMENTOS

Los alimentos crudos son útiles por sus nutrientes superiores, pero si usted no es vegano, puede elegir una combinación de alimentos crudos, algunos alimentos cocinados, y algunos productos de origen animal que sean orgánicos, alimentados con pasto y en libertad. Coma muchos vegetales ricos en fibra y busque fuentes de proteínas de alta calidad. Es posible que necesite un poco de proteína animal, a menos que comience a consumir solo alimentos crudos y se enfoque realmente en conseguir suficientes proteínas de calidad a partir de semillas, frutos secos, germinados y vegetales con hojas de color verde oscuro.

Opte por los alimentos más frescos que pueda encontrar y que hayan sido cultivados en forma orgánica; con el fin de obtener las mejores frutas, verduras y legumbres; evitar los pesticidas tóxicos; y obtener una mayor nutrición.

Compre de productores locales siempre que sea posible. Sus productos son más frescos que otros que sean transportados de otros lugares. Muchos productores locales ofrecen dejarle una caja de productos en la puerta cada semana. Visite las páginas de internet de los cultivadores orgánicos en su área. Y si selecciona el producto de temporada, será la comida más fresca que podrá encontrar. Las verduras y las frutas compradas en las tiendas de comestibles normalmente emiten menos biofotones debido a la pérdida que sufren durante el transporte y almacenamiento. Los químicos, gases, o el tratamiento de calor que se utiliza para madurar o conservar las frutas y las verduras, reduce aún más la cantidad de biofotones y nutrientes disponibles. La irradiación, que es un tratamiento de radiación con rayos gamma que se hace con el fin de aumentar la vida útil de los alimentos, conduce a la destrucción total de los biofotones y muchos nutrientes. Podemos estar comprando frutas y verduras atractivas en el mercado, pero su biofotones, enzimas, y contenido de vitaminas puede estar cerca de cero. Los aguacates, por ejemplo, son tratados térmica-mente con el fin de madurarlos; pero si el calor está por encima de los 118 grados Fahrenheit (47o C), mata las enzimas, las vitaminas y los biofotones, que es la fuerza de la vida de las células. La mayoría de las almendras requieren ser pasteurizadas, pero incluso las almendras crudas pueden haber sido sometidas a pasteurización, eliminando así su contenido de biofotones y reduciendo de sus nutrientes.

LA LUZ AFECTA LOS NUTRIENTES

Cuando usted escoge sus productos en el supermercado, ¿selecciona los que están al frente del estante, o busca entre los que están en la parte posterior, con la esperanza de que estén más frescos y menos manoseados? Si cree que las mejores frutas y verduras son las que están escondidas, un nuevo estudio podría convencerle de elegir sus frutas y verduras de forma diferente. Científicos del Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA) recomiendan que los consumidores seleccionen sus productos de los que reciben más luz, que por lo general se encuentran en la parte delantera o en la parte de arriba de las estanterías. Los investigadores encontraron, por ejemplo, que las espinacas que estaban expuestas a luz constante durante el almacenamiento, tenían muchos más nutrientes que las espinacas que estaban continuamente en la oscuridad. Los científicos dijeron que la luz afecta el sistema fotosintético de las hojas, lo que resultó en un aumento de las vitaminas C, E, K y ácido fólico.5

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Compre en mercados agrícolas. Las frutas y vegetales más frescos pueden ser adquiridos en los mercados agrícolas, granjas locales, y hasta en su propio jardín, donde usted puede tener las mejores verduras silvestres. Tal vez usted tenga en su propio patio los alimentos más saludables, sin saberlo, como el diente de león.

La calidad de la proteína en los vegetales está relacionada con la cantidad de nitrógeno en el suelo. Los fertilizantes químicos convencionales añaden nitrógeno adicional, aumentando la cantidad de proteínas, pero reduciendo su calidad. Los suelos tratados orgánicamente liberan nitrógeno en cantidades más pequeñas durante un tiempo más largo que los fertilizantes convencionales. Como resultado, la calidad de la proteína a partir de cultivos orgánicos es mejor en términos de nutrición humana. De hecho, los estudios muestran que los productos cultivados orgánicamente son más altos en todo tipo de nutrientes.6

Elija productos autóctonos y plantas silvestres tanto como le sea posible. Cuanto más comamos estas plantas, más alta será la calidad de la nutrición que obtendremos. Los alimentos silvestres como el diente de león, las ortigas, la bardana, la acedera, ensaladas verdes salvajes y la bolsa de pastor ofrecen nutrientes que no se encuentran en ningún otro lugar. Tenga en cuenta también que si las personas se han adaptado a comer plantas silvestres durante cientos de miles de años, entonces pueden surgir problemas cuando tratamos de comer frutas y verduras híbridas y genéticamente modificadas. Nuestra fisiología no está programada para ello.

Cuando las plantas comerciales son hibridadas, van perdiendo la información biológica original contenida en su ADN. Esto es lo que también las hace más susceptibles al ataque de enfermedades, insectos y parásitos. Seguidamente, a los agricultores se les dice que necesitan rociar sus cultivos con productos químicos altamente tóxicos para matar las plagas. Es un ciclo destructivo que a la final lo que afecta es nuestra salud. Cuantos más alimentos ricos en nutrientes consumimos, más satisfechos estaremos y los antojos disminuirán. Esto tendrá un efecto positivo en el manejo de nuestra salud y del peso (además, tendrá efectos positivos en los trabajadores del campo, en los animales y en nuestra tierra).

Compre diversos vegetales de colores brillantes. Estos están llenos de nutrientes satisfactorios. Coma muchas sopas, ensaladas, germinados, vegetales de tallo y verduras al vapor; junto con el consumo de jugos de verduras y batidos verdes, y el consumo de platos de alimentos crudos. Evite los vegetales horneados tanto como le sea posible, ya que hornearlos hace que se caramelice el azúcar, aumentando su contenido de azúcar. Limite las verduras que tienen un alto contenido de almidón, como las papas, las batatas, los ñames, o las calabazas de invierno a no más de tres veces por semana, hasta que controle su azúcar en la sangre. Si va a cenar afuera, o es una ocasión especial y simplemente no puede resistirse a comer papa, la mejor opción es la papa roja (que tiene menos carbohidratos). Si sucumbe a una papa al horno, que es muy alta en carbohidratos, cómala con un poco de grasa, como la mantequilla. Esto ayudará a disminuir la velocidad a la que el azúcar entra en el torrente sanguíneo.

Lleve a casa algunas frutas bajas en azúcar. Siete de las mejores frutas que puede elegir son los limones, las limas, los aguacates, los tomates, las manzanas verdes, las bayas y los arándanos. Los aguacates son una excelente fuente de ácidos grasos esenciales y de glutatión (un poderoso antioxidante), además de tener un poco de proteína. Contienen más potasio que los plátanos. Los tomates son una rica fuente de vitamina C, beta-caroteno, potasio, molibdeno, y una de las mejores fuentes de licopeno. La función antioxidante del licopeno incluye su capacidad para ayudar a proteger las células y otras estructuras en el cuerpo del daño que produce el oxígeno. Ha sido vinculado en investigaciones en seres humanos con la protección del ADN dentro de los glóbulos blancos de la sangre. Para aprovechar al máximo el licopeno, elija tomates orgánicos.

Para evitar el exceso de azúcar, elija frutas con un índice glucémico bajo. Además de las limas, los limones y los arándanos, busque otros tipos de bayas, cerezas negras, pomelos y manzanas (especialmente verdes). Compre frutas orgánicas, ya que muchas de las frutas son fuertemente rociadas con pesticidas. Tenga cuidado con comer demasiada fruta, a excepción de limones, limas, aguacates, tomates y arándanos. Puede comprar los arándanos en el otoño y congelar algunos (en sus mismas bolsas) para cuando estén fuera de temporada. Si compra el jugo de arándanos en la tienda, busque el que es concentrado sin azúcar o jugo de arándanos puro sin azúcar (de los jugos embotellados, el de arándanos contiene la menor cantidad de hongos). Añada limón, lima o jugo de arándanos a su agua para darle sabor, así como otros jugos.

Compre productos orgánicos

Es importante que elija productos orgánicos siempre que sea posible. La popularidad de los alimentos orgánicos sigue creciendo y, como resultado de ello, cada vez hay más productos disponibles. A mí me preguntan a menudo si los productos orgánicos son más nutritivos que los productos cultivados convencionalmente. Los estudios han demostrado que sí. De acuerdo con los resultados del estudio más grande de alimentos orgánicos realizado hasta la fecha, los productos orgánicos eclipsan por completo a los productos convencionales en lo que a contenido nutricional se refiere. Un estudio de cuatro años financiado por la Unión Europea encontró que las frutas y vegetales orgánicos contienen hasta un 40 por ciento más de antioxidantes; que tienen niveles más altos de minerales beneficiosos, como hierro y zinc; y que la leche de rebaños orgánicos contiene hasta un 90 por ciento más de antioxidantes. Los investigadores obtuvieron sus resultados después de cosechar frutas y verduras, y de criar ganado en sitios orgánicos y no orgánicos adyacentes. El consumo de alimentos orgánicos incluso puede ayudar a aumentar la ingesta de nutrientes en aquellas personas que no consumen la cantidad recomendada de porciones de frutas y verduras al día.7

Al elegir los alimentos cultivados orgánicamente, busque las etiquetas que están marcadas como “certificado orgánico”. Esto significa que el producto ha sido cultivado de acuerdo con estrictos estándares uniformes que son verificados por organizaciones estatales o privadas independientes. La certificación incluye lo siguiente: inspección de granjas y plantas de procesamiento, mantenimiento de registros detallados, y pruebas de pesticidas en el suelo y en el agua para garantizar que los que producen y manipulan los alimentos están cumpliendo con las normativas del gobierno. De vez en cuando podría ver una etiqueta que dice “en transición a orgánico”. Esto significa que el producto ha sido cultivado en una granja que fue recientemente convertida, o que está en proceso de conversión del uso de aerosoles químicos y fertilizantes a agricultura orgánica.

Apoye las granjas locales y a los agricultores que venden sus productos en los mercados agrícolas, mercados locales, y a domicilio. Muchas de las granjas pequeñas no pueden promover sus productos como “orgánicos” porque no pueden costearse la certificación, pero si usted habla con ellos, se dará cuenta de que no utilizan pesticidas o fertilizantes químicos.

Tal vez es usted mismo el que no puede darse el lujo de comprar todo orgánico. Si ese es el caso, elija sabiamente. Según el Environmental Working Group, las frutas y verduras cultivadas comercialmente varían en sus niveles de residuos de pesticidas. Algunas verduras como el brócoli, los espárragos y la cebolla, por ejemplo, así como alimentos con cáscaras más gruesas (que podemos quitar) tienen niveles relativamente bajos de pesticidas en comparación con otras frutas y verduras.8

DOS ALIMENTOS QUE NECESARIAMENTE HAN DE SER ORGÁNICOS

Las papas son un alimento básico en la dieta estadounidense, ya que representan hasta el 30 por ciento de nuestro consumo global de vegetales. Cambiar al consumo de papas orgánicas constituye un cambio significativo para su salud, debido a que las papas cultivadas comercialmente son unos de los vegetales más contaminados con pesticidas. Las papas están entre los vegetales con un contenido de pesticidas más elevado de las cuarenta y tres frutas y verduras analizadas por el Environmental Working Group.

Las manzanas son la segunda fruta que más se consume después de las bananas, y es el segundo jugo de frutas más popular después del jugo de naranja. Sin embargo, las manzanas son también una de las frutas más contaminadas con pesticidas. La buena noticia es que las manzanas orgánicas son fáciles de encontrar, ya que se encuentran disponibles en la mayoría de los supermercados y tiendas de víveres.9

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Si las verduras o frutas orgánicas que desea no están disponibles, pida en su supermercado de confianza que las ordenen. También puede buscar agricultores pequeños en su área o visitar los mercados agrícolas. Muchos propietarios de pequeñas granjas no pueden darse el lujo de usar tantos productos químicos en lo que cosechan como las grandes empresas comerciales, por lo que aun si sus productos no están certificados como orgánicos, son más saludables que los que encontrará en el supermercado.

Productos orgánicos de México

¿Y qué podemos decir de los productos orgánicos mexicanos? En el invierno, cuando los productos frescos no está disponibles en la mayor parte de Estados Unidos, vemos estanterías repletas de productos mexicanos con calcomanías que dicen: “certificado orgánico”. ¿Cuántas veces se ha preguntado si se trata de productos orgánicos confiables? La verdad es que estos productos son tan confiables como los orgánicos cultivados en Estados Unidos. Para que un alimento se venda en Estados Unidos, México o cualquier otro lugar, etiquetado como orgánico, debe cumplir con todos los requisitos del Programa Nacional de Alimentos Orgánicos del USDA. Esto significa que debe ser producido sin el uso de pesticidas sintéticos, fertilizantes artificiales, lodo, organismos modificados genéticamente, o irradiación. Y tiene que ser certificado por un organismo acreditado por el USDA para ser etiquetado como orgánico.

La certificación incluye la inspección de granjas y plantas de procesamiento, un inventario detallado de lo que se aplica a la tierra y, si hay motivo de preocupación, pruebas de agua. Actualmente hay quince agencias de certificación orgánica en México. Además, el USDA ha comenzado más inspecciones fronterizas para garantizar la seguridad alimentaria.

Apoyar a los agricultores orgánicos mexicanos es también una manera de fomentar una alimentación solidaria. Al comprar productos orgánicos frescos de México que no están disponibles a nivel local fuera de temporada, estamos apoyando a los pequeños agricultores que ganan un salario, como aquellos que venden productos reconocidos como “comercio justo”, y capacitándolos para permanecer en sus tierras y en sus comunidades en lugar de salir de casa para buscar empleo.

Las recetas de jugos y batidos en el siguiente capítulo fueron creadas casi exclusivamente con alimentos vivos, y la mayoría contienen más verduras que frutas. Las verduras y frutas utilizadas son en su mayoría de bajo índice glucémico. Sin embargo, usted puede cambiar cualquiera de las recetas para adaptarla a sus necesidades. Si usted es alérgico a algún ingrediente en una receta, omítalo o sustitúyalo por otro. Si su nivel de azúcar en la sangre no está todavía bajo control, es posible que deba omitir casi todas las frutas, con la excepción de los limones, las limas y los arándanos (el limón es una buena adición a casi cualquier receta). El resto de las bayas y las manzanas verdes están en segundo lugar en la línea de los frutos más bajos en azúcar.