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Cubierta
Titulo
CAPÍTULO 1
La doctrina google
Salve, doctrina google
Las consecuencias inimaginables de una revolución imaginada
Una revolución en busca de revolucionarios
¿Dónde están las armas de construcción masiva?
De cómo nasdaq salvará el mundo
De los batidos a los cócteles molotov
Por qué los modernillos hacen mejores revoluciones
En busca del mango perdido
CAPÍTULO 2
Chateando como si estuviéramos en 1989
Www&w
La guerra fría cibernética
Las metáforas letales de la nostalgia
Por qué las fotocopiadoras no bloguean
¿Qué tuit mató a la unión soviética?
¡Sujeta bien tu granada de datos, camarada!
Cuando las ondas de radio parecían más poderosas que los tanques
CAPÍTULO 3
EL LOLCAT[6] FAVORITO DE ORWELL
De cómo el cable socava la democracia
El clan de denver en berlín este
El opio del pueblo: Made in RDA
Viendo avatar en la habana
Descontentos en línea y sus contenidos intelectuales
El bocadillo orwell-huxley ha expirado
¡Fusiónalos!
La trinidad del autoritarismo
CAPÍTULO 4
Censores y sensibilidades
Adorna tus ventanas
Al kremlin le gustan los blogs, y tú deberías apuntarte al carro
Los dictadores y sus dilemas
Cuando los censores te comprenden mejor que tu mamá
El momento de eliminar a un amigo
Nosotros no censuramos; ¡nosotros subcontratamos!
Multitudes sabias, causas imprudentes
Negación de la filosofía
Derribar los muros equivocados
CAPÍTULO 5
A Hugo Chávez Le Gustaría Darte La Bienvenida A Spinternet
¡Pero lo vi en spinternet!
Záfate del gato, confiere poder a las masas
Lo que barbra streisand podría enseñar a nicolae ceaucescu
El primer pornógrafo de rusia se reúne con la sarah palin de rusia
Cincuenta centavos te llevan lejos en spinternet
Pequeñas dosis de propaganda siguen siendo malas para usted
Zurciendo los calcetines de mao, los SMS de uno en uno
CAPÍTULO 6
Por qué el kgb quiere que te apuntes a facebook
Nunca confíes en nadie que tenga un sitio web
Por qué las bases de datos son mejores que los funcionarios de la stasi
Di hola. ¡te están enfocando!
Cómo quedar mal en facebook
Piensa, busca, tose
El mito de un activista sobreprotegido
Malos tiempos para la computación en nube
Sobre teléfonos móviles que limitan tu movilidad
CAPÍTULO 7
Por qué kierkegaard odia el slacktivismo
¡Nativos digitales del mundo, uníos
Demos un toque a kierkegaard
¡Kandinsky y vonnegut son ahora amigos!
Matar al slacktivista que hay en ti
Sobre la creciente productividad de los guerreros solitarios, o por qué algunas multitudes son sabias pero perezosas
No todo el mundo puede ser el che guevara
Disidentes sin disidencia
No existe política virtual
CAPÍTULO 8
Redes abiertas, mentes estrechas: contradicciones culturales de la libertad en internet
Un dólar en un pajar
Mugabe bloguea aquí
La muñeca de los pezones censurados
Intermediarios peligrosos
La viga en tu ciberespacio
La ciberguerra puede ser buena para ti
No puedes ser «un poquito libre» en internet
El final de internet en estados unidos
Sobre las dudosas virtudes de exportar productos defectuosos
Los encantos ocultos del orientalismo digital
CAPÍTULO 9
Las libertades en internet y sus consecuencias
La viruela contraataca
Poner el nyet en networks
Seguridad de desconexión
¿Los estados débiles necesitan chismes poderosos?
Por qué la política racional no cabe en ciento cuarenta caracteres
Por qué algunos datos han de permanecer velados
CAPÍTULO 10
Hacer historia (más que un menú de navegador)
La doble vida de la tecnología
No es lógica para viejos
¿Hay historia después de twitter?
Por qué las tecnologías nunca son neutrales
CAPÍTULO 11
La mala reparación
Por qué la reparación tecnológica definitiva es en línea
De qué hablamos cuando hablamos de tecnología
Domesticar el malvado autoritarismo
Profecías frente a beneficios
Después de la utopía: el manifiesto del ciberrealismo
Post Scriptum
Agradecimientos
Notas
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