La entonación son los cambios tonales que se producen a lo largo de la realización fonética del enunciado1 u oración. Acústicamente, estos cambios tonales corresponden a variaciones en el tono fundamental (el F0) de la onda sonora. De todos los cambios tonales posibles, sin embargo, hay ciertas características de la entonación que son lingüísticamente significativas. En la percepción del habla, el receptor usa esos cambios tonales para hacer varios juicios con respecto al enunciado. De hecho, la entonación es el primer fenómeno fonético que el niño adquiere.
Los cambios tonales pueden ser fonéticos o fonológicos. Son fonológicos los cambios tonales que comunican información significativa a nivel sintáctico o semántico. Por ejemplo, los cambios tonales de las siguientes oraciones son diferentes y por eso comunican significados distintos:1
Juan no viene | ¿Juan no viene |
mañana. | mañana? |
(el tono desciende al final del grupo fónico) | (el tono asciende al final del grupo fónico) |
No, viene el jueves. | No viene el jueves. |
(el tono desciende al final de cada uno de los dos grupos fónicos) | (el tono desciende al final del único grupo fónico) |
Son fonéticos los cambios tonales los que comunican información de carácter personal, por ejemplo, información con respecto al individuo: su sexo, su edad, su origen, su formación, su procedencia, etc.
La entonación se emplea a nivel fonológico para indicar la fuerza ilocutiva de un enunciado, o sea el propósito pragmático al fondo del enunciado. En otras palabras se usa para indicar si un enunciado es una aseveración, una interrogación, un mandato o una súplica. La entonación también se emplea para indicar los límites de la estructura sintáctica, como se explicará en más detalle a continuación. En esa función, la entonación se emplea para indicar el final de un grupo fónico (definición a seguir), aunque otros factores como la duración y la amplitud también lo pueden indicar.
El estudio de la entonación se hace difícil por la gran variación dialectal e individual que existe. A pesar de esa gran variedad, los cambios tonales que son lingüísticamente significativos suelen ser comunes a la gran mayoría de los dialectos e idiolectos y son los llamados patrones de entonación que el que aprende el idioma debe de adquirir.
Es importante reconocer que la entonación, como ya se vio con los demás elementos suprasegmentales, trata un fenómeno relativo. Para entender ese concepto, vale examinar la diferencia entre el habla y la música. Tanto el habla como la música se producen sobre una cadena de cambios tonales. La música y el habla se diferencian, sin embargo, en el hecho de que la música se base en el concepto del tono absoluto y el habla, en el del tono relativo. Al cantar o al producir cualquier tipo de música, es importante que los músicos se afinen: todos tienen que producir un tono específico exacto en cada momento para que la música sea agradable. En el habla, por otro lado, no es importante el tono específico: lo que importan son las subidas y bajadas de tono en relación con el tono en que se comenzó el enunciado. Para un coro musical, hay que darle un tono inicial al que todos se afinan. En contraste, para la recitación de un texto en coro, simplemente hay que indicarle cuándo debe comenzar, ya que no importa el tono específico en que cada miembro del grupo comience.
La presentación sobre la entonación en este capítulo procederá de un análisis de los elementos principales en que opera la entonación: el sirrema, el margen tonal y el grupo fónico. También se examinarán las maneras que se emplean para describir los cambios tonales de la entonación y los patrones de entonación que se emplean en los distintos tipos de oraciones.
La entonación se examina en el marco de la oración, que es una unidad estructural formada por palabras que forman una unidad sintáctica que conforme a los patrones sintácticos y semánticos de una lengua. Para poder describir, producir y entender los cambios tonales de la entonación, es importante entender los conceptos del sirrema, del margen tonal y del grupo fónico.
El sirrema es una unidad sintáctica indivisible, lo que quiere decir que no se puede dividir el conjunto de palabras mediante un margen tonal,2 que se definirá en detalle en la próxima sección. Los conjuntos de pala-bras que forman sirremas son unidades de estructura o de información que corresponden a las unidades sintácticas principales: la frase nominal (FN), la frase verbal (FV), el modificador (Mod) y hasta la oración (O). Los distintos sirremas se forman de los siguientes conjuntos de palabras:
El determinante y el sustantivo forman un grupo indivisible dentro de la frase nominal; es decir, en el habla normal, no puede intervenir un margen tonal entre el determinante y el sustantivo. Por ejemplo, las agrupaciones los libros, las tres camisas y estos otros lápices son conjuntos de palabras entre las cuales no puede haber ni pausa ni disyunción tonal. Tanto es el vínculo entre el determinante y el sustantivo que, por ejemplo, si a un hablante se le olvida el sustantivo en una conversación, lo que produce un margen tonal para darle al hablante un momento para pensar, el mismo hablante, al continuar, suele repetir el artículo junto con el sustantivo. Un ejemplo sería:
La oración de arriba es mucho más común que decir:
El sustantivo y sus modificadores forman un grupo indivisible dentro de la frase nominal. Estas agrupaciones pueden incluir también el determinante más sustantivo. El modificador puede ser simple (un adjetivo) como en los ejemplos los libros nuevos, la España medieval y la blanca nieve. El modificador puede también ser frasal (una frase preposicional: el español de América) o puede ser clausal (una oración subordinada: el trabajo que escribí). Se comentarán los modificadores en más detalle más adelante.
El verbo y sus complementos nominales directos e indirectos forman un grupo indivisible dentro de la frase verbal. Esa agrupación se da tanto con complementos pronominales como con complementos sustantivales. Ejemplos de sirremas de este tipo incluyen se lo di, escribí el libro y le compré la rosa. Se comentará en más detalle más adelante la posibilidad de un complemento directo que sea cláusula nominal como Quiero que Juan me lo haga mañana.
El verbo y sus modificadores forman un grupo indivisible dentro de la frase verbal. Esos conjuntos pueden combinarse también con los tiempos compuestos y los complementos nominales. El modificador puede ser simple (un adverbio) como en los ejemplos corre rápidamente, llegó atrasado y canta bien. El modificador puede también ser frasal (una frase preposicional como llegó antes de la hora) o puede ser clausal (una oración subordinada como llegó antes de que saliéramos). Se comentarán los modificadores en más detalle más adelante.
Los elementos de un tiempo compuesto y de una perífrasis verbal forman un grupo indivisible dentro de la frase verbal. Los tiempos compuestos son los tiempos perfectos, los tiempos progresivos y los tiempos progresivos perfectos: por ejemplo, han comenzado, estoy hablando y hemos estado buscando. Los elementos verbales de la voz pasiva también forman un grupo indivisible: por ejemplo, fue roto, serán examinadas y seremos recibidos. La perífrasis verbal incluye expresiones que pueden sustituir a los demás tiempos verbales: por ejemplo, van a salir, siguen estudiando y anda volando.
La preposición y su complemento forman otro grupo indivisible. La frase preposicional funciona como modificador, sea adverbial, adjetival u oracional La preposición siempre indica una relación entre dos unidades gramaticales, teniendo siempre el complemento de la preposición una función nominal. En el habla común, nunca inter-viene un margen tonal entre la preposición y su complemento nominal. Ejemplos de ese tipo de agrupación incluyen de la Argentina, por lo menos y para terminar.
La conjunción y su término también forman un grupo indivisible. El sirrema resultante puede aparecer en una frase nominal, en una frase verbal o en un modificador. La conjunción puede ser coordinativa: por ejemplo, Vinieron Juan y María, Puede aceptarlo o no y No lo hizo ni Juan ni María. La conjunción puede ser subordinativa: Es importante que venga Juan, Salió después de que llegó Juan y La tarea que hiciste está mal.
Existen frases hechas que contienen dos elementos coordinados que son tan comunes que han llegado a formar básicamente un elemento léxico, en el que no puede inter-venir un margen tonal. Un ejemplo clásico es la frase sal y pimienta, que como tal es unitaria e indivisible. Otros ejemplos de ese tipo incluyen arco y flecha, carne y uña y blanco y negro.
Con respecto al sirrema, hay que recordar que dentro del sirrema, no puede haber un margen tonal en el habla regular. No quiere decir, por lo tanto, que siempre hay que haber un margen tonal entre dos sirremas, pero si aparece un margen tonal dentro de una oración, sí se da entre dos sirremas. Una división entre sirremas, entonces, es una condición necesaria, pero no una condición suficiente, para que haya un margen tonal.
Las características que pueden condicionar la presencia o ausencia de un margen tonal entre dos sirremas son la extensión del grupo fónico resultante, la estructura sintáctica de la oración, como también factores pragmáticos, como el énfasis, la ironía o efectos dramáticos, humorísticos, etc.
A veces dos sirremas se combinan porque existe un traslapo en sus elementos. Por ejemplo al examinar la oración El profesor escribió el libro, se nota que en la FV (escribió el libro) hay dos tipos de sirremas: determinante más sustantivo y verbo más complemento. En este caso se produce un solo sirrema, que forma una unidad indivisible.
El margen tonal consiste en una separación temporal o tonal entre sirremas. La separación temporal es lo que se llama pausa; la separación tonal refleja una disyunción tonal o discontinuidad tonal al final de un sirrema y el comienzo del siguiente.
La pausa es simplemente un período de tiempo sin que se produzca ningún sonido. Como la duración de los segmentos fonéticos puede ser muy corta, medida en milisegundos, la pausa también puede ser un período de silencio de pocos milisegundos. Una pausa es un paro no segmental en la cadena fónica en que no interviene ninguno de los órganos articulatorios; es un período de silencio que no representa ningún fonema.3 Las pausas son de dos tipos generales: pausas fisiológicas y pausas lingüísticas.
La pausa fisiológica es la que surge debido a la necesidad de respirar porque ya se agotó el aire necesario en los pulmones para la producción del habla. Siendo así, siempre que se necesite respirar de nuevo para adquirir más aire, ocurre una pausa para la inhalación. La pausa fisiológica no tiene peso lingüístico y en el habla se da con poca frecuencia.
La pausa lingüística es la que el hablante produce en el decurso del habla para indicar una separación entre unidades sintácticas. Generalmente, al hablar, el cerebro del hablante coordina la ocurrencia de la pausa fisiológica, o sea la inhalación, con una pausa lingüística.
Hay dos tipologías que se pueden usar para la clasificación de las pausas lingüísticas. Una de las tipologías tiene que ver con la duración de la pausa, que puede ser una pausa breve o una pausa larga. En las transcripciones, se indica una pausa breve mediante una barra (/) y una pausa larga mediante una barra doble (//). Esa dimensión, por lo tanto, es variable y relativo, siendo que la duración de una pausa representa toda una escala de posibilidades. Como regla, sin embargo, la pausa breve suele presentarse en el medio de una oración y la pausa larga entre oraciones.
La segunda tipología de pausas lingüísticas tiene que ver con el nexo lingüístico entre la unidad que precede la pausa y la que la sucede. De acuerdo con esa tipología, la clasificación de la pausa es binaria: es decir, la pausa es continuativa o final. Esencialmente, la pausa continuativa indica que continuará la oración y la pausa suele ser breve; la pausa final señala la conclusión de la oración y la pausa suele ser más larga.
Es obvio que el silencio que antecede a la producción de la primera oración de un discurso también vale como pausa. Es decir, el primer sonido de una oración, en efecto, se da después de pausa. La pausa final de una oración también hace con que el primer sonido de las oraciones siguientes también se den después de pausa.
Vale mencionar la relación entre la pausa y la puntuación ortográfica. Algunas señales de puntuación siempre indican pausas: la coma (,), el punto (.), los puntos suspensivos (…), el punto y coma (;), los dos puntos (:), los signos de interrogación (¿?) y los signos de admiración (¡!). Sin embargo, no todas las pausas se indican mediante un signo de puntuación.
La disyunción tonal resulta de una discontinuidad en el tono. Esa discontinuidad puede o no acompañarse de una pausa. La disyunción tonal puede ser de varias formas, pero describe un cambio repentino de tono. En ese caso, el tono fundamental o sube o baja al final de un sirrema, indicando el fin de un grupo fónico, para recomenzar en otro nivel tonal al comienzo del siguiente grupo fónico. La disyunción tonal sin pausa siempre se da en conjunto con una subida de tono; en ese caso, el final del grupo fónico se indica mediante una barra vertical en la transcripción (|). En todo caso, hay que recordar que los cambios tonales de una disyunción tonal son siempre relativos, pues se comparan siempre con la gama tonal del hablante y con el tono de las sílabas vecinas.
En resumen, el margen tonal se señala mediante una pausa, una disyunción tonal o una combinación de las dos cosas.
La oración puede formarse de uno o más grupos fónicos. El término grupo fónico puede referirse a la vez a una unidad semántica, sintáctica o fonética. En su calidad semántica, el grupo ha sido denominado un grupo de información. En su calidad sintáctica, el término se refiere a toda una O (oración) o a un constituyente de ella: por ejemplo, una FN (frase nominal), una FV (frase verbal) o un Mod (modificador). En su calidad de unidad fonética, se ha usado el término grupo respiratorio. La división entre grupos fónicos es un margen tonal.
El grupo fónico es un conjunto de pala-bras unidas semántica y sintácticamente que preceden a un margen tonal. El grupo fónico puede también ser de una sola palabra bajo ciertas condiciones.
Existen tres posibilidades para la composición de un grupo fónico. Primero, es posible que el grupo fónico se componga de un solo sirrema, habiendo correspondencia exacta entre el sirrema y el grupo fónico. Segundo, es posible que el grupo fónico se componga de dos sirremas o más. Una tercera posibilidad, y la menos frecuente, es que el grupo fónico se componga de un fragmento o de una sola palabra. El fragmento ocurre en expresiones elípticas. Por ejemplo, la pregunta “¿Vas al cine?”, puede responderse simplemente con la expresión “Sí”, que de por sí es un grupo fónico. Una sola palabra puede ser también un grupo fónico cuando la palabra representa toda una O, FN o FV. Por ejemplo, la oración “Llueve.” es un grupo fónico.
La diferencia entre un grupo fónico y un sirrema es que el grupo fónico, por definición, siempre termina con un margen tonal, mientras que el sirrema no termina necesariamente con un margen tonal, puesto que puede haber más de un sirrema en un grupo fónico. Si el grupo fónico contiene más de un sirrema, no hay margen tonal entre sus sirremas. En ese caso, sin embargo, sería posible dividir el grupo fónico, haciendo un grupo fónico de cada sirrema. Para ejemplificar este principio, vale examinar la siguiente oración:2
Es posible pronunciar la oración en un solo grupo fónico, es decir, sin que le intervengan márgenes tonales. En esa producción de la oración, hay un solo grupo fónico. Existe también la posibilidad de dividir el grupo fónico, o sea de incluir márgenes tonales en la producción de esa oración, como se verá a continuación. Eso se debe a que contenidos en la oración hay tres sirremas, es decir, tres conjuntos de palabras indivisibles en las que no es posible que intervenga un margen tonal. La barra inclinada, en este caso, representa una pausa:2
En esa producción de la oración, hay tres grupos fónicos, que corresponden a los tres sirremas. Es imposible que se divida en más grupos fónicos, porque el sirrema es una unidad sintáctica ya indivisible en el habla común.
La extensión del grupo fónico es variable. Puede haber grupos fónicos de una sola sílaba hasta grupos fónicos de muchas sílabas. Lo que rige la extensión es la estructura sintáctica; sin embargo, la mayoría de los estudios indica que el promedio de la extensión de un grupo fónico es de entre ocho a doce sílabas. En la lengua hablada, la extensión suele ser más corta que en la lengua escrita o leída, que por su naturaleza suele contener estructuras sintácticas más complejas. A pesar de la variedad posible en la formación de los grupos fónicos, hay un lugar en que universalmente hay un fin del grupo fónico: esto es al fin de una oración.
Dos sirremas cortos pueden combinarse para formar un solo grupo fónico. Por ejemplo, la oración El profesor escribió el libro, puede producirse en un solo grupo fónico o en dos:2
Esta dupla opción es posible porque los dos sirremas son cortos. Sin embargo, si el primer sirrema llega a ser más extenso (debido a la combinación de sirremas: preposición más su término, determinante más sustantivo, sustantivo más modificador), se requiere la presencia de un margen tonal, como se ve en el siguiente ejemplo:2
Los grupos fónicos pueden clasificarse según la situación en que se encuentran. Hay situaciones en que hay que encerrar un grupo fónico, situaciones en que se puede encerrar un grupo fónico y situaciones en que no se puede encerrar un grupo fónico. Como ya se dijo, se encierra el grupo fónico mediante un margen tonal.
Hay cuatro casos en los que hay que encerrar un grupo fónico mediante una pausa.
Grupo fónico final. Tiene que haber una pausa al final de cada oración del discurso. El último sirrema o el último conjunto de sirremas, entonces, forma un grupo fónico final, que se encierra mediante una pausa final. En la transcripción, la pausa final se indica mediante una barra doble: //. Las siguientes oraciones, con el grupo fónico final en negrita, sirven de ejemplo:3
Grupo fónico enumerativo. Tiene que haber un margen tonal entre los elementos enumerados de una serie. Los sirremas así separados forman grupos fónicos enumerativos. Las siguientes oraciones, con los grupos fónicos que contienen los elementos enumerados en negrita, sirven de ejemplo:4
Grupo fónico explicativo. El grupo fónico explicativo tiene que separarse del restante de la oración por pausas: hay siempre una pausa al comienzo del grupo fónico explicativo y una al final, aunque este puede también ser la pausa final de la oración. Un grupo explicativo es una modificación, que en su contexto, no contiene información necesaria para la identificación exacta de lo que se modifica. Sirven de ejemplos las siguientes oraciones con el grupo fónico explicativo en negrita:5
Grupo fónico adverbial antepuesto. Cuando la oración contiene un modificador adverbial que se antepone al restante de la oración, esta forma un grupo fónico obligatorio. Sirven de ejemplos las siguientes oraciones con el grupo fónico adverbial antepuesto en negrita:6
Hay varias situaciones en que existen “pares mínimos” de acuerdo con la presencia o ausencia de un margen tonal en la oración; es decir, la presencia o ausencia del margen tonal altera la interpretación semántica y sintáctica de la oración.
Cláusulas explicativas o cláusulas especificativas. Como ya se mencionó arriba, una cláusula explicativa tiene que rodearse de pausas. En este caso, la cláusula agrega información adicional al respecto de su antecedente que en el contexto no sería necesario para su identificación. Una cláusula especificativa, por otro lado, sí contiene información crucial para la identificación del antecedente. Sirven de ejemplos las siguientes oraciones:7
En el ejemplo de la cláusula explicativa, se nota que la cláusula “que estudiaron” tiene una pausa obligatoria antes y después de la cláusula. En el ejemplo de la cláusula especificativa, se nota que la cláusula “que estudiaron” no tiene una pausa antes de la cláusula. La pausa al final de la cláusula “que estudiaron” resulta ser optativa, según se verá a continuación.
Frases explicativas o frases especificativas. Los ejemplos de arriba son de un modificador clausal, es decir, ejemplos en que el modificador tiene todas las estructuras de una oración. La misma distinción entre explicativa y especificativa, sin embargo, también se aplica cuando el modificador es una frase y no una cláusula. Sirven de ejemplos las siguientes oraciones con la frase explicativa o especificativa en negrita:8
Otra vez, en el ejemplo de la frase explicativa, se nota que la frase “curiosos” tiene una pausa obligatoria antes y después de la frase. En el ejemplo de la frase especificativa, se nota que la frase “curiosos” no tiene una pausa antes de la frase (ni podría tenerla). La pausa al final de la frase “curiosos” otra vez resulta ser optativa.
La propiedad asociativa lingüística. La formación de un conjunto de palabras en sirremas puede afectar el significado de una oración lingüística de la misma manera que en una expresión matemática. Por ejemplo: en las matemáticas las dos expresiones que siguen producen resultados, o significados, diferentes:
(2 + 3) × 5 = 25
2 + (3 × 5) = 17
Expresadas lingüísticamente, estas dos “oraciones” serán:9
Es decir, se puede usar la estructura del grupo fónico para indicar las asociaciones entre las palabras que son más vinculadas. Se puede notar la aplicación de ese mismo principio en los siguientes contrastes.9
En la primera oración, “Juanito” se separa del verbo porque no es el sujeto [el sujeto es “tú”]; en la segunda oración, “Juanito” se junta al verbo en el mismo grupo fónico por ser su sujeto.
En la primera oración, “¿por qué lo hiciste?” se separa del verbo porque es una cita directa de lo que se dijo; en la segunda oración, “por qué lo hiciste” se junta al verbo porque es una cita indirecta de lo que se dijo. Esa distinción se puede observar mejor en las siguientes oraciones:)
//—¿Juan viene hoy?//
//—No, / viene mañana.//
[negación del antecedente]
//—¿Juan viene mañana?//
//—No viene mañana.//
[negación del verbo]
En la primera oración, el “no” se separa del verbo porque es la negación de una oración antecedente y no del verbo que le sigue; en la segunda oración, el “no” se junta al verbo porque sí es la negación del verbo que le sigue. Este mismo principio se aplica a “sí” como demuestran las siguientes oraciones:
//—¿Vino Juan?//
//—Sí, / vino.//
[afirmación del antecedente]
//—Creo que Juan no vino.//
//—Sí vino.//
[afirmación del verbo]
Siempre que haya un límite entre sirremas, es posible que haya un margen tonal. Hay varios factores que pueden resultar en la presencia o no de un margen tonal: la complejidad sintáctica de la oración, la extensión de la oración y de sus constituyentes, la rapidez del habla, el contenido semántico de los sirremas, el deseo de enfatizar determinados elementos de la oración, etc. Las siguientes oraciones servirán de ejemplos.10
En los ejemplos de arriba, hay dos sirremas: el primero, “el examen”, se forma del determinante más sustantivo; el segundo, “será el jueves”, se forma del verbo copulativo y su término. En el primer caso, la oración se produce con un solo grupo fónico. En el segundo caso, la oración se produce con dos grupos fónicos, habiendo un margen tonal entre los dos sirremas en forma de pausa o de disyunción tonal. El significado de las oraciones en sí no cambia; es solo que la segunda da un toque de énfasis en “el examen”.
En los ejemplos de arriba, hay dos sirremas: el primero, “el trabajo”, se forma del determinante más sustantivo; el segundo, “lo hice ayer”, se forma del verbo transitivo con su complemento directo y un adverbio. En el primer caso, la oración se produce con un solo grupo fónico. En el segundo caso, la oración se produce con dos grupos fónicos, habiendo un margen tonal entre los dos sirremas, otra vez en forma de pausa o de disyunción tonal.
Los grupos fónicos que son optativos se dan cuando se juntan dos sirremas que pueden separarse o no mediante un margen tonal. El incluir o no el margen tonal, en esos casos, no altera la estructura sintáctica de la oración; el máximo efecto que puede tener es uno de destaque o énfasis.
A veces se introduce una pausa en el habla por motivos ajenos a la estructura sintáctica o ajenos al contenido semántico de la oración. Ejemplos de los grupos fónicos así formados incluyen los casos en que algo, de repente, interrumpe la cadena hablada como cuando el hablante se detiene para pensar en la palabra adecuada para expresarse; cuando introduce muletillas; cuando titubea; cuando en el medio de una oración, vacila en lo que dice; o hasta cuando en el medio de una oración, cambia de orientación, etc. Ejemplos incluyen:11
En el primer ejemplo, el hablante da una pausa para pensar en lo que quiere decir o por lo menos en cómo expresarlo. Sigue con la muletilla “este” para ganar un momento para continuar pensado sin ceder control de la conversación. Cuando vuelve a hablar, repite el verbo para producir el sirrema entero y luego agrega otro pensamiento al final. En el segundo ejemplo, el hablante se enreda; se detiene para pensar, otra vez con muletilla, pero cuando recomienza, ya ha cambiado de orientación y comienza una nueva oración.
Como todo sonido sonoro se produce con la vibración de las cuerdas vocales, todo sonido sonoro se produce en un tono, o sea un sonido con F0. En eso, el habla es comparable con la música. La gran diferencia radica en los conceptos de tono absoluto y tono relativo. En la música coral, el valor tonal de cada sílaba, o sea de cada nota, queda especificada en términos absolutos. Cuando canta un coral, todos los miembros tienen que afinarse o la presentación no queda armoniosa. El valor de las subidas y bajadas son especificadas en frecuencias absolutas. Por eso, la representación gráfica de los cambios tonales en la música se hace mediante un pentagrama, en que la posición de cada nota tiene una definición exacta en cuanto al tono o frecuencia que representa.
En el habla, sin embargo, el valor tonal de cada sílaba es relativo. En una recitación coral textual, por ejemplo, no es necesario que los miembros del grupo comiencen en exactamente el mismo tono, o sea en la misma nota musical. Lo que sí importa en la recitación textual es que todos suban o bajen de tono en los mismos lugares, y ni es importante que suban o bajen de la misma medida.
Hay dos dimensiones de la representación de la entonación que la hacen difícil. La primera dimensión es si se quiere representar todos los cambios tonales físicos (F0) de la articulación, dando una especificación de la entonación a nivel de fonética, o si se quiere representar solo los cambios tonales que afectan la estructura o el significado de la oración, dando una especificación de la entonación a nivel de fonología. La segunda dimensión tiene que ver con qué método se emplea para representar los cambios relativos de tono.
En la representación fonética de un enunciado, es importante indicar el tono de cada uno los sonidos sonoros a lo largo de cada grupo fónico. Así se describen todos los detalles de la producción de cada grupo fónico en el contexto de la oración. Sin embargo, no todos los cambios tienen que ver con el significado ni con la estructura de la oración. La especificación de estos elementos es lo que se hace en la representación fonológica de la entonación. Esto se ejemplifica con las siguientes oraciones:12
En la especificación fonética de cada oración, habría que indicar el tono relativo para cada una de sus seis sílabas: [xuán.βe.γa. ſε̮l.xwé.βes]. Lo que distingue el significado o fuerza ilocutiva de una oración de la otra, sin embargo, es solo lo que ocurre al final del grupo fónico, que en este caso corresponde a la entonación que ocurre al final de la oración: en la enunciativa, el tono desciende; en la interrogativa, asciende. La diferencia entre la enunciativa con tono descendiente y la interrogativa con tono ascendiente es la información fonológica distintiva.
A fin de cuentas, en la transcripción de la entonación, entonces, hay que decidir qué nivel se va a transcribir: ¿el fonético, o el fonológico?
El concepto de niveles tonales ya se introdujo con referencia al énfasis, pero el concepto en sí pertenece al sistema de la entonación. Como ya se expresó antes, la entonación se basa en tonos relativos. El tono usado en la producción de una oración, puede variar según el hablante y hasta puede variar de una ocasión a otra en un mismo hablante debido a múltiples factores. El concepto básico es simple: al describir la entonación de un evento articulatorio, se establece la base, por lo general, en el tono del núcleo de la primera sílaba tónica de la oración. Una vez establecida la base, no importa el valor absoluto del tono (F0); lo que sí importa son las subidas y bajadas del tono en relación con la base ya establecida. Como el punto de partida es relativo, el grado de subidas y bajadas también lo es; algunos hablantes usan una gama tonal más amplia que otros. Se repite aquí el esquema comparativo entre los niveles tonales del español y del inglés:
El concepto fundamental de la entonación, otra vez, es que el tono en que se comienza un grupo fónico fija un tono de Nivel 2 para ese evento articulatorio. De allí, el tono del grupo fónico o sube o baja. A pesar de todas las subidas y bajadas, lo importante es la comparación entre el tono al comienzo del grupo fónico y el tono al final del grupo. El comienzo del grupo fónico se considera principalmente la primera sílaba tónica; el final del grupo fónica consiste en los cambios tonales a partir de la última sílaba tónica. En español, hay tres patrones:
Otra vez, la gama de subida o bajada que será suficiente para cambiar de nivel es relativa a la gama tonal usada por cada hablante en su habla.
Como ya se explicó, el margen tonal, que marca el fin de un grupo fónico, puede señalarse por una disyunción tonal, o una pausa, o las dos. El primer caso de arriba, en que el tono a lo largo del grupo fónico queda en la gama del Nivel 2, siempre termina con una pausa; el grupo fónico termina en una suspensión. El segundo caso de arriba, en que el tono baja al Nivel 1 al final del grupo fónico, termina en una cadencia. El tercer caso de arriba, en que el tono sube al Nivel 3 al final del grupo fónico, termina en una anticadencia.
Como el tono es un elemento supraseg-mental, lo problemático es encontrar una manera de representar la entonación, sobre todo en relación con una transcripción fonética o fonológica de los segmentos. La primera decisión que hay que tomar con respecto a la transcripción de la entonación, como ya se describió arriba, es si se quiere una representación fonética o fonológica de la entonación.
Uno de los problemas de la representación fonética de la entonación es que los cambios tonales a lo largo del grupo fónico son susceptibles a diferencias dialectales, sociolingüísticas e idiolécticas. Por eso, es difícil indicar los pequeños cambios tonales fonéticos que aparecen en el grupo fónico. Lo que ocurre al final del grupo fónico, sin embargo, es mucho menos susceptible a diferencias de índole dialectal, sociolingüístico o idioléctico. No obstante, vale ver las distintas técnicas que existen para representar la entonación. Las representaciones pueden enfatizar o el nivel fonético o el nivel fonológico.
Hay básicamente dos técnicas usadas para la representación fonética de la entonación. Ambas se basan en el tono fundamental (F0).
Una técnica que se ha usado es simple-mente el trazo de la frecuencia del tono fundamental del evento articulatorio. En la práctica, el trazo ha sido realizado por una línea o por una secuencia de puntos, dependiendo del instrumento que se use para el análisis del tono fundamental. Una de las ventajas de esa técnica es que indica todos los cambios tonales, aunque sean mínimos, a lo largo del grupo fónico. Hay, sin embargo, unas debilidades inherentes en este método. Primero, la entonación resulta ser más que simplemente el trazo tonal; es necesario también indicar los elementos suprasegmentales (tono, acento, duración) que identifican los límites de los grupos fónicos. Otro problema visible de este método es que los sonidos sordos no tienen ni tono ni trazo. Para superar ese problema, algunos investigadores han llenado de alguna manera las lagunas de los sonidos sordos. La Fig.21.1 y la Fig.21.2 demuestran la representación del tono fundamental tal y como sale del análisis crudo y su representación con las lagunas correspondientes a los sonidos sordos representadas con el trazo completado con líneas discontinuas para dos oraciones distintas.
Una segunda técnica de representar la entonación a nivel fonético es un sistema de puntos silábicos tonales, basado en el concepto del pentagrama. En ese sistema se emplea una serie de puntos como si fueran notas musicales, pero como la entonación no se basa en frecuencias absolutas, no hay pentagrama: los puntos se esparcen relativamente con las notas más altas arriba de las más bajas. Se usan puntos más grandes para representar a las sílabas tónicas; las más pequeñas se usan para representar a las sílabas átonas. De esa forma la entonación de la oración “El trabajo lo hice ayer” puede representarse de la siguiente manera:
Otra técnica para la representación de la entonación es un desarrollo formal de los métodos ya descritos; en inglés, la técnica se llama “ToBI”, que es una sigla que representa “Tone and Break Indices” (Índices de tono y margen). Es pues una referencia al papel que juegan el tono y los márgenes tonales, sean de pausa o de disyunción tonal, en la entonación del evento articulatorio. La técnica forma parte del marco teórico de la fonología autosegmental en que la representación fonética se hace en dos filas: la fila segmental y la fila tonal. El sistema “ToBI” emplea distintos símbolos para representar la fila tonal arriba de la fila segmental. Los símbolos que se usan en la fila tonal indican el tono, el acento y el margen tonal.
El aplicar las técnicas de la transcripción ToBI a las oraciones ejemplares produce las siguientes representaciones:13
Esas representaciones contienen suficiente información de los cambios tonales a lo largo del grupo fónico para permitir la representación de distintos dialectos o de distintas situaciones pragmáticas. A nivel de introducción a la entonación, sin embargo, esas representaciones suelen contener demasiada información. A continuación se examinarán las representaciones de carácter fonológico.
Hay básicamente dos técnicas para representar la entonación con base en la fonología. Esas dos técnicas se han basado principalmente en la percepción del tono y no en el análisis acústico de la onda sonora. Esas representaciones no permiten el análisis de los cambios tonales a lo largo de todo el grupo fónico, pues se concentran en lo que ocurre al final del grupo fónico en comparación con su comienzo.
La primera técnica para representar la entonación con énfasis fonológico es el uso de números para representar los niveles tonales de una articulación. Esos números, obviamente, representan niveles tonales relativos. En general, se ha usado un sistema que representa la entonación empleando los números del 1 al 3. En ese sistema el concepto es que se comienza con el número intermediario (o sea el 2) y después se indican las subidas y bajadas del tono relativas al punto de partida.5 Una de las ventajas de ese sistema es que permite una cuantificación relativa de los momentos clave de los cambios tonales. Eso también puede ser una debilidad, ya que no refleja el movimiento pormenorizado de variaciones tonales como se puede ver en el trazo completo del tono fundamental o en el sistema ToBI. En la transcripción de la entonación, los números usados suelen colocarse arriba de una transcripción fonética u ortográfica, como demuestran los siguientes ejemplos de las oraciones ya citadas arriba:
La segunda técnica para representar la entonación con énfasis fonológico es el uso del tonema. El tonema describe el tono al final del grupo fónico en comparación con lo que fue al comienzo de él. Como se verá, en ese sistema se emplearán tres símbolos para representar los tonemas entonacionales del español: A anticadencia, C suspensión y E cadencia. El aplicar ese sistema a las oraciones ejemplares produce lo siguiente:
Como ya se expresó, el tonema es una representación entonacional que se enfoca en los cambios tonales significativos que aparecen al final de cada grupo fónico. Como la entonación se basa en tonos relativos, claro está que el tono al final del grupo fónico se analiza con respecto a su tono inicial. El tonema, entonces, básicamente resume los cambios de tono a lo largo del grupo fónico. Esto quiere decir que existe una correlación exacta entre tonema y grupo fónico: cada grupo fónico tiene un tonema que describe su entonación y que de costumbre se coloca al final de la transcripción segmental de cada grupo fónico y arriba de ella. Los tonemas se emplean para representar los patrones generales de la entonación de la norma culta. En español hay tres tonemas fonológicos que se emplean en la norma culta y en inglés, hay cuatro.
Como ya se descubrió, los tonemas fonológicos del español son tres: anticadencia, suspensión y cadencia. Las subidas y bajadas de tono en los tonemas se relacionan con los niveles de entonación ya presentados. En la anticadencia, el tono comienza en el Nivel 2 y termina en el Nivel 3. En la suspensión, el tono comienza en el Nivel 2, y a pesar de pequeñas subidas y bajadas a lo largo del grupo fónico, termina todavía en el Nivel 2. En la cadencia, el tono comienza en el Nivel 2 y termina en el Nivel 1. Vale repetir que el grado de subida y bajada es relativo y puede variar entre un hablante y otro, pero en todo caso, la variación tonal del español suele ser menos que la del inglés. Ejemplos son:14
anticadencia | ¿Llegó Juan? |
suspensión | Es que… |
cadencia | Juan llegó. |
Los tonemas del inglés son cuatro: anticadencia, suspensión, cadencia y circunflejo. Las descripciones para los primeros tres son las mismas que para el español, con la diferencia de que el grado de subida y bajada suele ser más extremado como ya se vio en la sección sobre los niveles de entonación. El tonema circunflejo comienza en el Nivel 2, pero al final sube, acercándose al Nivel 3 antes de bajar al nivel 1. Ejemplos son:15
anticadencia | Is John here? |
suspensión | It’s just… |
cadencia | John came. |
circunflejo | He went home. |
En la presentación de los patrones de entonación aquí expuestos, se emplea el tonema. Esto se hace por tres motivos principales: primero, los tonemas reflejan un análisis más fonológico que fonético, y por lo tanto, son menos susceptibles a cambios dialectales; segundo, la comprensión de los enunciados opera en ese nivel fonológico; y tercero, es un sistema simple y transparente, pero aun así adecuado para describir los patrones generales de la entonación del español.
Los patrones de entonación varían de acuerdo con el tipo de oración. Para el español hay cuatro tipos de oraciones cuyos patrones de entonación necesitan explicarse: las oraciones enunciativas, las oraciones interrogativas, las oraciones imperativas y las exclamaciones.
Una oración enunciativa sirve para declarar o aseverar proposiciones. En cuanto a las oraciones enunciativas, es importante entender tres principios generales. Primero, si una oración enunciativa contiene un solo grupo fónico, este termina en cadencia, junto con una pausa larga, lo que significa el fin de la unidad sintáctica oracional. Si una oración contiene más de un grupo fónico, el último grupo fónico, de igual forma, termina en cadencia. Segundo, el penúltimo grupo fónico de una oración enunciativa, si es que lo hay, suele terminarse en anticadencia (con o sin una pausa breve), lo que indica la continuación de la oración. Tercero, los grupos fónicos que aparecen antes del penúltimo, si es que los hay, pueden terminarse en anticadencia (con o sin una pausa breve), o en una suspensión (siempre acompañada de una pausa breve), o en cadencia (siempre con una pausa breve). Estos datos se resumen en el Cuadro 21.3.
Los patrones generales, entonces, se basan en el número de grupos fónicos que contiene la oración enunciativa, sea uno, dos, tres o más.
Cuando la oración enunciativa se compone de un solo grupo fónico, este termina siempre en una cadencia seguida de una pausa larga. Las siguientes oraciones sirven de ejemplos:16
Cuando la oración enunciativa se compone de dos grupos fónicos, el penúltimo grupo fónico, como regla, termina en anticadencia seguida o de una pausa breve o de una disyunción tonal. El hecho de que termine en anticadencia es señal de que la oración continuará. El último grupo de la oración enunciativa, como siempre, termina en una cadencia seguida de una pausa larga. Los primeros dos de los ejemplos que siguen son de la misma oración. En el primero, el primer grupo fónico termina en una disyunción tonal con anticadencia sin pausa. En el segundo, el primer grupo fónico termina en una anticadencia con una pausa breve.17
Cuando la oración enunciativa se compone de tres o más grupos fónicos, el último grupo fónico siempre termina en cadencia seguida de una pausa larga. El penúltimo grupo fónico, siguiendo el patrón del penúltimo grupo fónico descrito en la sección de dos grupos fónicos, suele terminar en anti-cadencia con o sin pausa breve. (Las pocas excepciones a la norma se discutirán más adelante.) El caso del antepenúltimo grupo fónico y los grupos fónicos anteriores a ese, presentan una variación dialectal general: en Latinoamérica, los grupos fónicos que precedan al penúltimo suelen terminarse en anticadencia, mientras en España, los grupos fónicos que precedan al penúltimo suelen terminarse en cadencia. Para indicar esas dos posibilidades dialectales, se usará el símbolo , En los ejemplos de abajo, se pueden observar las dos posibles realizaciones de la entonación del antepenúltimo grupo fónico:18
A estos patrones generales, hay que añadir algunas adaptaciones para situaciones específicas.
Series con conjunciones y sin ellas. Cuando la oración presenta una serie con conjunción, la oración sigue la norma general de acuerdo con los siguientes ejemplos:19
Sin embargo, cuando la oración presenta una serie sin conjunción, todos los elementos de la serie terminan en cadencia, según los siguientes ejemplos:
Cláusulas explicativas, frases explicativas y casos de hipérbaton. Ya se ha explicado arriba la distinción entre cláusulas especificativas y cláusulas explicativas. En el caso de las cláusulas especificativas, la oración sigue la norma general de acuerdo con los siguientes ejemplos:20
Sin embargo, cuando la oración presenta una cláusula explicativa, esta representa una interrupción en la cadena de la oración y, por eso, siempre se precede por un tonema de suspensión como se ve en el siguiente ejemplo:
Es de notar que en esa suspensión, no todas las sílabas se pronuncian en el mismo tono, puesto que hay una leve subida de tono en la sílaba tónica, pero esa subida todavía se encuentra en el Nivel 2, y el tono final del grupo fónico es más o menos equivalente al tono inicial.
También representan interrupciones los casos de frases explicativas, las cuales se introducen mediante un tono suspensivo:
El mismo principio se extiende a los casos de hipérbaton, en que una frase adverbial, que generalmente se coloca al final de la oración, se transfiere o al comienzo o al medio de la oración. El Cuadro 21.4 compara las oraciones sin hipérbaton con las con hipérbaton.
Otra vez, la suspensión sirve para indicar la interrupción introducida por el hipérbaton. En las dos oraciones de abajo, el primer grupo fónico termina en suspensión: en la primera oración, por estar ante la cláusula principal de la oración; y en la segunda, por estar ante la frase hiperbatizada.
Modificaciones adverbiales de oración. Hay ciertos modificadores adverbiales que modifican la oración entera y no uno de sus constituyentes. Por ejemplo, en la oración Desafortunadamente, Juan llegó atrasado, el adverbio desafortunadamente no modifica al sintagma verbal, pues no indica de qué modo, ni cuándo llegó Juan; indica, por lo tanto, un juicio valorativo sobre el hecho de la llegada atrasada de Juan: modifica entonces toda la oración. Esos modificadores preceden a la cláusula principal, y como tal, terminan en suspensión. Las siguientes oraciones ejemplifican ese principio.21
Frases adversativas. Las frases adversativas siempre comienzan con una conjunción o locución adversativa, que básicamente contraponen alternativas positivas con alternativas negativas. Esas frases siempre suceden a la cláusula principal. Las conjunciones adversativas incluyen pero, sino, aunque, sino que, etc. En ese caso, la cláusula principal puede terminarse en cadencia o anticadencia y se termina la frase adversativa en cadencia.22
Las locuciones adversativas empiezan con sin embargo, no obstante, etc., y sus oraciones suelen tener tres grupos fónicos. En ese caso, la primera cláusula termina en cadencia. El grupo fónico que contiene la locución termina o en suspensión con pausa o en disyunción tonal con anticadencia, y como toda oración enunciativa, acaba con un tonema de cadencia, como demuestran los siguientes ejemplos:22
Comentarios parentéticos. A veces se le agrega información suplementaria a una oración, que esclarece uno de sus elementos, pero que no es un constituyente de la oración en sí. Este tipo de comentario puede ser una frase u otra oración. Esa categoría incluye también los apositivos y los apartes dramáticos. En ese tipo de oración, el elemento ante el comentario parentético termina en suspensión, lo que indica la interrupción. El comentario parentético en sí termina en cadencia, pero todo el grupo fónico se produce con un tono más bajo que el restante de la oración. Como siempre, la oración enunciativa termina en cadencia.23
Citas enunciativas directas e indirectas. Una cita expresa lo que se dijo o lo que se escribió. La cita puede ser directa o indirecta. La cita directa repite lo dicho o escrito: Juan dijo: “Saldré mañana.”. La cita indirecta comenta lo dicho o escrito: Juan dijo que saldría mañana. Con la cita directa, las dos componentes de la oración terminan en cadencia, aunque la primera puede también ser lo que se llama semicadencia, que es un matiz fonético, pues el tono no baja tanto cuanto en la cadencia del último grupo fónico. Se usa el símbolo para representar la semicadencia. Cuando la cita es indirecta, la oración sigue el patrón enunciativo general de acuerdo con el número de grupos fónicos que contiene.24
Vocativos en las enunciativas. Un vocativo da a conocer el nombre de la persona o entidad a quien se dirige una oración. El vocativo puede preceder o suceder a la oración enunciativa o intervenir dentro de ella. El vocativo siempre se separa del restante de la oración por pausas, pues no forma parte de la estructura de la oración en sí. Cuando el vocativo comienza la oración, el vocativo siempre termina en cadencia, y el restante de la oración sigue las pautas enunciativas generales. Cuando el vocativo se encuentra en el medio de la oración, el grupo fónico ante el vocativo termina en suspensión, el vocativo en sí termina en semicadencia o cadencia, y el restante de la oración sigue las pautas enunciativas generales. Cuando el vocativo viene al final, la oración principal sigue las pautas enunciativas generales y el vocativo, para diferenciarse del restante de la oración, termina o en semianticadencia, que es un matiz fonético, o en suspensión. El tonema de semianticadencia sube menos que el de anticadencia y se representa mediante el símbolo . Siguen los ejemplos:25
Una oración interrogativa sirve para sacar una respuesta. Básicamente hay dos tipos de respuestas que corresponden a dos tipos de preguntas. El primer tipo de pregunta es una que pide una confirmación a la que se contesta con “Sí” o con “No”. El segundo tipo de pregunta es una que pide información nueva; esas preguntas siempre contienen una palabra interrogativa. Los patrones de entonación son diferentes para cada tipo. Además, hay situaciones especiales de esos dos tipos cuyos patrones se comentarán también.
Cualquier oración enunciativa puede convertirse en una interrogativa que pide la confirmación o no de la veracidad de la propuesta mediante un cambio de entonación. En general, las preguntas que piden una respuesta de “Sí” o de “No”, terminan en anticadencia.26
Además del patrón básico para las preguntas Sí/No, hay otro patrón que se emplea bajo circunstancias específicas en que al hacer la pregunta, ya se implica la respuesta. En esos casos, la pregunta termina en cadencia. Por ejemplo, al salir de casa, el esposo puede decirle a la esposa justo antes de cerrar la puerta:27
Aunque termina en cadencia, se sabe que fue pregunta porque evoca una respuesta. La esposa puede contestar con un simple “Sí.”, o con un “¡NO!” energético. La razón por la cual la respuesta “Sí.” puede ser una respuesta relajada, es porque la pregunta en sí, en este caso, implica una respuesta positiva, puesto que la pregunta fue positiva. La respuesta “¡NO!” necesita ser energética para poder contradecir la implicación de la pregunta.
Lo opuesto puede ocurrir con una “pregunta” negativa. Por ejemplo, los compañeros de cuarto habían decidido ir al cine, y a la hora de salir, uno de ellos todavía está estudiando a la mesa, y uno de los compañeros le dice al estudioso:
Al que el estudioso responde calmamente “No.” o enérgicamente “¡SÍ!”, puesto que en este caso, habiendo sido la pregunta hecha en forma negativa, la implicación fue de una respuesta negativa.
Las palabras interrogativas en preguntas sirven como una especie de incógnita lingüística en el sentido de que la respuesta a la oración provee la información desconocida en la pregunta. Por ejemplo, en la pregunta “¿Cuándo llegó Juan?”, la interrogativa “cuándo” pide información temporal; en la respuesta “Juan llegó anoche.”, la palabra “anoche” identifica la incógnita lingüística de la pregunta.
Las palabras interrogativas pueden evocar como respuesta información sustantiva, verbal, adjetival, o adverbial. Las palabras interrogativas son siempre tónicas, siempre se escriben con acento ortográfico e incluyen qué, cuándo, cómo, cuánto, dónde, quién, cuál, por qué y sus formas de concordancia. En general, las preguntas con palabras interrogativas terminan en cadencia, según los siguientes ejemplos.28
Además del patrón común para las preguntas con palabras interrogativas, hay otro patrón que se emplea con cierta frecuencia en casos en que se quiere indicar deferencia o cortesía. Por ejemplo, al preguntarle a una persona cualquiera de dónde es, se suele hacer la pregunta terminando en cadencia. Al hacerle la misma pregunta a un senador, por otro lado, suele hacerse la pregunta terminando en anticadencia para indicar deferencia o respeto, como en el siguiente ejemplo:29
Al repetir una pregunta ya contestada, generalmente se altera la entonación. La repetición puede ser para expresar incredulidad o puede ser simplemente porque no se escuchó bien la respuesta. Esa situación ocurre con preguntas que piden nueva información. En la primera instancia, la pregunta termina en cadencia, pero en la repetición, la entonación cambia a anticadencia, como demuestra el siguiente diálogo:30
Una pregunta disyuntiva es una pregunta que presenta dos opciones mediante el uso de la conjunción “o”. En ese caso, la pregunta contiene por lo menos dos grupos fónicos; el penúltimo termina en anticadencia y el último, en cadencia, según el siguiente ejemplo:31
Una pregunta ratificada es la en que se presenta una afirmación seguida de una palabra o frase que pide una ratificación o negación de la afirmación. En este tipo de pregunta, lo que provoca la ratificación suele ser el elemento “¿verdad?” o “¿no?” que se pone después de la afirmación. En este caso, la afirmación termina en cadencia y la ratificación termina en anticadencia, lo que corresponde a una pregunta sí/no:32
A estos patrones generales, hay que añadir algunas adaptaciones para situaciones específicas.
Preguntas indirectas. Una pregunta indirecta es la en que la pregunta original en sí se contiene dentro de una oración enunciativa. Esto se da con los dos tipos generales de preguntas. El Cuadro 21.5 muestra los dos tipos en preguntas directas e indirectas.
Puesto que las preguntas indirectas son de hecho oraciones enunciativas, se aplican los patrones de esas. Los siguientes ejemplos pueden producirse en un solo grupo fónico o en dos:33
Vocativos en las interrogativas. Como ya se indicó en la sección sobre el vocativo en las enunciativas, el vocativo no forma parte de la estructura de la oración en sí, y por eso, siempre se separa del restante de la oración por comas en la lengua escrita y por pausas en la lengua oral. El vocativo puede preceder o suceder a la oración interrogativa. Cuando el vocativo comienza la oración, el vocativo siempre termina en cadencia, y el restante de la oración sigue las pautas interrogativas generales. Cuando el vocativo viene al final, sin embargo, la oración principal sigue las pautas interrogativas generales, pero el vocativo termina en semianticadencia. Los siguientes ejemplos demuestran estos patrones tanto en preguntas de información nueva como en las preguntas sí/no:34
Preguntas con valor afectivo. A veces el hablante le añade un matiz afectivo a la pregunta para indicar valores como cortesía, sorpresa, admiración, incredulidad, alegría, consentimiento, etc. La manera de indicar tales valores afectivos depende del tipo de pregunta, sea una pregunta sí/no o una pregunta con palabra interrogativa.
Para añadir uno de esos valores afectivos a una pregunta sí/no, lo que se hace es simplemente exagerar la entonación de la pregunta normal. El patrón de entonación todavía queda anticadencia, pero se usa una gama tonal más amplia al producir la pregunta afectiva: es decir, se baja más el tono en la última sílaba tónica y se sube más en la última sílaba átona como en el ejemplo de abajo:35
Lo que caracteriza la naturaleza de una pregunta sí/no con valor afectivo a diferencia de una pregunta normal es el grado del cambio tonal. Si se usa el sistema de números ya introducido, la diferencia entre las dos es:
Para añadir uno de esos valores afectivos a una pregunta con palabra interrogativa, lo que se hace es exagerar la entonación de la pregunta hecha con cortesía. El patrón de entonación es de anticadencia, pero se usa una gama tonal más amplia al producir la pregunta afectiva: es decir, se baja más el tono al final antes de subirlo como en el ejemplo de abajo: Lo que caracteriza la naturaleza de una pregunta con palabra interrogativa con valor afectivo a diferencia de una pregunta normal y una pregunta con cortesía es otra vez el grado del cambio tonal. Si se usa el sistema de números ya introducido, la diferencia entre las tres variedades de una pregunta con palabra interrogativa es:
Preguntas con más de un grupo fónico. Cuando la pregunta tiene más de un grupo fónico, la entonación del último grupo fónico se determina según las reglas ya presentadas para preguntas sí/no o para preguntas con una palabra interrogativa. La entonación de los grupos fónicos previos al último grupo fónico va de acuerdo con los grupos previos de las oraciones enunciativas; es decir, el penúltimo grupo fónico suele terminar en anticadencia y los anteriores en cadencia o anticadencia según el dialecto . Servirán de ejemplos las siguientes oraciones:36
Una oración imperativa sirve para expresar un mandato o una orden. Las oraciones imperativas consisten mayormente en un solo grupo fónico que termina en cadencia. A ese grupo fónico es bastante común añadir también un segundo grupo fónico con una expresión de cortesía. En ese caso, el primer grupo fónico termina en semicadencia y el segundo, en cadencia como afirman los siguientes ejemplos:37
Vocativos en las imperativas. Como ya se ha indicado, el vocativo no forma parte de la estructura de la oración en sí, y por eso, siempre se separa del restante de la oración por comas en la lengua escrita y por pausas en la lengua oral. El vocativo puede preceder o suceder a la oración imperativa. Cuando el vocativo comienza la oración, el vocativo siempre termina en cadencia y el imperativo también termina en cadencia. Cuando el vocativo viene al final, los dos grupos fónicos también terminan en cadencia según los siguientes ejemplos:38
Las expresiones exclamativas por su naturaleza son de un solo grupo fónico que siempre termina en cadencia según los siguientes ejemplos.39
Los patrones generales presentados sirven para la gran mayoría de los dialectos de la norma culta hispánica, porque presentan solamente los tonemas, es decir, la especificación de los cambios tonales al final de cada grupo fónico. Resulta que, en gran parte, los tonemas son estables a través de los dialectos hispánicos. Sin embargo, los hispanohablantes suelen decir que identifican el origen de un hablante nativo de español por su entonación o por su “canto”. En realidad suelen juntar también diferencias de alófonos segmen-tales, duración y amplitud. Lo que usan de la entonación para identificar el origen del hablante no son simplemente los tonemas, sino todos los cambios tonales a lo largo de los grupos fónicos tanto en la dirección del cambio como en el grado del cambio.
El propósito de esta sección no es de dar una especificación de los patrones detallados de cada dialecto; es simplemente indicar que además de los tonemas hay cambios tonales menores a lo largo de los grupos fónicos que varían de dialecto en dialecto. Como ejemplo de esto, se presenta el caso de dos dialectos—el mexicano norteño y el argentino porteño— de la oración “Juan está en casa”:40
Es importante observar que en los dos casos, las oraciones terminan en cadencia, a pesar de que se podría argumentar que de hecho el argentino porteño termina en el tonema circunflejo ( ). La entonación del mexicano norteño se destaca por la alter-nancia entre el Nivel 2 y el Nivel 1, aunque, por supuesto, el Nivel “1” al final es más bajo los niveles “1” anteriores. La entonación del argentino porteño se destaca por la subida de tono al Nivel 3 antes de bajar al Nivel 1 en la última sílaba tónica alargada. Queda claro que en los dialectos se encuentran los mismos tipos de variaciones para todos los distintos tipos de oraciones que se han examinado en este capítulo.
Para que obtenga una buena entonación en español, el estudiante debe prestar atención a los sirremas y grupos fónicos. Para ello, el estudiante tiene que recordar que no se puede poner una pausa entre los componentes de un sirrema, que por definición es un grupo de palabras indivisible. Con respecto al grupo fónico, el estudiante tiene que recordar que cada grupo fónico termina con un tonema y que se marca el fin del grupo fónico también o con una disyunción tonal o con una pausa.
En cuanto a los tonemas, hay tres generalizaciones que hay que recordar:
Algunas presentaciones sobre la entonación del español para los estudiantes que lo aprenden como segundo idioma alegan que como la entonación del español es tan parecida a la entonación del inglés, que no es necesario preocuparse por ella. Aunque sí hay semejanzas, también hay diferencias. Si un norteamericano habla español con una entonación inglesa, será reconocido en seguida como tal por un hispanohablante nativo. Se resumen aquí algunas diferencias importantes entre la entonación del inglés y del español:
La entonación, como ya se ha visto, es la especificación de los cambios tonales a lo largo del habla, que resultan de la variación en el tono fundamental (F0) de la onda sonora. Claro está que los cambios tonales en la entonación del habla son relativos, mientras que en la música son absolutos.
La entonación se examina en el marco de la oración, que se compone de sirremas y grupos fónicos. El margen tonal es lo que divide un grupo fónico de otro, y se indica mediante una pausa o una disyunción tonal. El Cuadro 21.6 resume esos conceptos.
El grupo fónico es la unidad en que opera el tonema. Esto quiere decir que existe una correspondencia exacta entre grupos fónicos y tonemas: cada grupo fónico contiene exactamente un tonema. Hay varias clasificaciones de grupos fónicos que se basan en la estructura sintáctica, las cuales se resumen en el Cuadro 21.7.
En la descripción de la entonación es útil hablar de niveles relativos del tono. El concepto es que el tono inicial de un grupo fónico es el Nivel 2; el tonema entonces describe lo que ocurre después: es decir, si sube, si baja, o si termina en el mismo nivel. Como ya se expuso, la gama tonal que se emplea en inglés suele ser más amplia que la del español. Es importante también recordar que el inglés tiene un Nivel 4 para el énfasis, que el español no tiene.
Hay distintos métodos que se han ingeniado para transcribir o representar gráficamente la entonación tanto a nivel fonético como a nivel fonológico. El Cuadro 21.8 resume los distintos métodos.
En este libro se ha optado por usar el sistema de tonemas que representan los cambios tonales significativos que aparecen al final de cada grupo fónico. El español tiene tres tonemas principales y el inglés cuatro, según el siguiente cuadro:
Los patrones de entonación varían según el tipo de oración o frase: sea oración enunciativa, oración interrogativa, oración imperativa, o frase exclamativa. El Cuadro 21.9 resume los patrones entonacionales de las oraciones enunciativas. El Cuadro 21.10 resume los patrones entonacionales de las oraciones interrogativas. El Cuadro 21.11 resume los patrones entonacionales de las oraciones imperativas y el Cuadro 21.12 resume los patrones entonacionales de las frases exclamativas.
La entonación es uno de los aspectos del habla que es mucho más difícil de explicar y de aprender que los elementos segmentales de la fonética. Sin embargo, es un elemento fundamental para adquirir una buena pronunciación. Además de aprender a aplicar las reglas aquí presentadas, se sugiere que el estudiante se aproveche de la oportunidad de escuchar cuánto español pueda de hablantes nativos, tratando de imitar la melodía de sus enunciados.
Pronuncie los siguientes textos de acuerdo con la entonación indicada por los tone-mas.41
1 En los estudios académicos, la palabra enunciado se ha usado como equivalente de acto de habla, u oración, o grupo fónico. En otras palabras se ha usado para referirse a un grupo de oraciones, a una oración o a un segmento de una oración. Aquí se usa la palabra como equivalente de oración o agrupación autónoma de palabras.
2 El margen tonal, como se verá en más detalle en la próxima sección, consiste en una separación temporal o tonal. La separación temporal es lo que se llama pausa; la separación tonal refleja una disyunción o discontinuidad tonal al final de un sirrema.
3 El paro que se escucha, por ejemplo, en la producción de una consonante oclusiva sorda, no representa una pausa, porque sí interviene un órgano articulatorio y el silencio inherente a una oclusiva sorda sí representa a un fonema.
4 Un escalonamiento descendente tonal (ingl. downstep) refleja la disminución relativa del tono que ocurre al aproximarse más al final de un grupo fónico. De esa manera, una sílaba tónica puede producirse en un tono más bajo que la sílaba anterior aunque sea tónica.
5 Ha habido también autores que hacen la representación tonal con números del 1 a 5 y hasta del 1 a 7. En esos sistemas el concepto es el mismo: se comienza con el número intermediario (sea 3, o 4) y después se indican las subidas y bajadas del tono relativas al punto de partida. Con eso, el sistema llega a ser más fonético.
1. Cambios tonales en oraciones que comunican significados distintos.
2. Posibles divisiones de oraciones en grupos fónicos.
3. Grupos fónicos con pausa final.
4. Grupos fónicos enumerativos.
5. Grupos fónicos explicativos.
6. Grupos fónicos con modificadores adverbiales antepuestos.
7. Cláusulas explicativas en contraste con cláusulas especificativas.
8. Frases explicativas en contraste con frases especificativas.
9. Oraciones que demuestran la propiedad asociativa lingüística.
10. Grupos fónicos optativos.
11. Grupos fónicos asistemáticos.
12. Oraciones en que cambian de significado según su entonación.
13. Oraciones ejemplares para la transcripción TOBI.
14. Oraciones ejemplares para los tonemas del español.
15. Oraciones ejemplares para los tonemas del inglés.
16. La entonación de oraciones enunciativas de un solo grupo fónico.
17. La entonación de oraciones enunciativas de dos grupos fónicos.
18. La entonación de oraciones enunciativas de tres grupos fónicos o más.
19. Series con conjunciones y sin ellas.
20. Cláusulas y frases explicativas y casos de hipérbaton.
21. Modificaciones adverbiales de oración.
22. Frases y locuciones adversativas.
23. Comentarios parentéticos.
24. Citas enunciativas directas e indirectas.
25. Vocativos en las enunciativas.
26. Preguntas sÍ/NO.
27. Preguntas sÍ/NO con una respuesta implícita.
28. Preguntas con palabras interrogativas.
29. Preguntas con palabras interrogativas con cortesía.
30. Preguntas repetidas.
31. Preguntas disyuntivas.
32. Preguntas ratificadas.
33. Preguntas indirectas.
34. Vocativos en las interrogativas.
35. Preguntas con valor afectivo.
36. Preguntas con más de un grupo fónico.
37. Las oraciones imperativas.
38. Vocativos en las imperativas.
39. Las expresiones exclamativas.
40. El dialecto mexicano norteño y el dialectos argentino porteño.
41. Ejercicio de pronunciación de la entonación.