Capítulo 20
La duración, el ritmo y el énfasis

La duración es un elemento que tradicio-nalmente figura entre los elementos suprasegmentales de la fonética y la fonología de un idioma. En este capítulo se examinará el concepto de la duración y cómo la duración se relaciona con la fonética y la fonología del español en contraste con la fonética y la fonología del inglés. La duración afecta tanto los segmentos fonéticos y fonológicos como también la sílaba, un elemento suprasegmental. Se examinará además cómo la duración se relaciona con el concepto del ritmo y cómo se compara el ritmo del español con el del inglés. Como la duración puede relacionarse con el concepto del énfasis, en este capítulo se examinarán también los distintos recursos que tiene el español para indicar el énfasis.

La duración segmental

La duración de los segmentos fónicos es un aspecto esencial en la producción de los sonidos del idioma. Como ya se presentó, la duración es una de las características acústico-articulatorias que permite variación en la formación de un sonido. Esa variabilidad tiene distintos propósitos en distintos idiomas. En esta sección se revisarán los efectos de la variación en la duración de los segmentos vocálicos y consonánticos del español y del inglés.

La duración vocálica

En inglés, hay que diferenciar entre las llamadas vocales largas y breves. Esa distinción se usa para dividir los fonemas vocálicos del inglés en dos grupos:

Vocales largas (long vowels): /ii̯ ei̯ ai̯ ou̯ uu̯/

Vocales breves (short vowels): /I Ɛ æ ∧ Ʊ/

La distinción entre las vocales largas y breves del inglés es una distinción fonológica porque representan fonemas que se oponen entre sí en el sistema vocálico. El Capítulo 11 contiene muchos ejemplos de pares mínimos que comprueban esas oposiciones. Hay quienes argumentan que esas diferencias son simplemente ortográficas—es decir, entre “long i” y “short i”—, pero sí hay diferencias fonológicas fundamentales entre los dos grupos.

Una de las diferencias fonéticas entre las llamadas vocales largas y breves del inglés es que las largas suelen tener mayor duración que las breves. En un estudio nuestro, por ejemplo, el promedio de las vocales breves en posición tónica fue de 172 ms. y de las vocales largas fue de 236 ms., un aumento de 37%. Esos grupos vocálicos también se diferencian por su cualidad vocálica o timbre, como demuestran los valores de sus formantes y su posicionamiento en el triángulo vocálico, hechos presentados en el Capítulo 11. Por último, las vocales presentadas arriba como largas y breves varían según su diptongación o estabilidad, es decir, en la lista de arriba, los formantes vocálicos son estables en las vocales breves, pero las vocales largas presentan transiciones típicas de los diptongos. Además de las vocales ya presentadas, hay otros cinco núcleos vocálicos, /ɑ Ɔ Ɔi̯ æu̯ juu̯/, que también se consideran largas.

Hay también distinciones fonotácticas entre los dos grupos de vocales inglesas. Por ejemplo, las vocales largas pueden darse en una sílaba abierta tónica en posición final de palabra, mientras las vocales breves no. Por ejemplo, las palabras inglesas [̍bii̯t] y [̍bIt] son un par mínimo que comprueba la oposición entre /ii̯/ y /I/. Existe la palabra [̍bii̯], pero la palabra *[̍bI] es fonotácticamente imposible.

En español la diferencia entre vocales largas y breves no es fonológica, sino fonética. Es decir, no hay contrastes fonológicos entre fonemas largos y breves. Hay, sin embargo, sonidos vocálicos largos que resultan de la fusión vocálica de dos fonemas vocálicos homólogos yuxtapuestos. Ese fenómeno se presentó ampliamente en el Capítulo 12. El principio es el siguiente: el resultado de la yuxtaposición de dos fonemas vocálicos homólogos siempre produce una fusión vocálica: /V + V/ → [V]. Si cualquiera de los dos fonemas vocálicos es tónico, la fusión también lo es. Esa fusión se alarga en un promedio de 38% cuando la segunda vocal es tónica: /V +V́/ → [V́:].

En el Capítulo 12, se presentaron también los datos sobre la duración relativa del diptongo por un lado y de la sinéresis y sinalefa por otro. Las vocales, al combinarse en las distintas secuencias, producen los siguientes aumentos de duración con respecto a una vocal simple:

• el diptongo creciente +8%
• el diptongo decreciente +21%
• el triptongo +40%
• sinéresis/sinalefa +56%

Los detalles completos de todas esas combinaciones se encuentran en el Capítulo 12.

Al comparar la duración vocálica del español con la del inglés, se nota que en español la variación es mucho menos que en inglés. Como ya se vio en el Capítulo 19, la duración es un indicador de acento en inglés, pero no es un indicador del todo fiable en español. Una de las características del inglés es la gran diferencia que hay en la duración de una vocal tónica en contraste con una vocal átona, sobre todo cuando es reducida. Los datos presentados en el Capítulo 19 para la palabra inglesa multiplication en una oración, indican que la duración de la sílaba tónica [kͪéi̯] es el 412% de la de la duración de la sílaba átona [tͪǝ]. El español no presenta diferencias tan marcadas. Los datos presentados en el Capítulo 19 para la palabra española multiplicación en una oración, indican que la duración de la sílaba tónica [sjón] es un 239% de la duración de la sílaba átona [ti]. En este caso específico, sin embargo, hay que considerar que la sílaba átona [ti] contiene dos segmentos, en cuanto que la sílaba tónica [sjón] contiene cuatro. El aumento relativo, entonces, es del 19%.

La duración consonántica

Tanto en inglés como en español hay consonantes breves y consonantes largas. En los dos idiomas, el alargamiento consonántico siempre resulta de la fusión de dos consonantes homólogas, una en posición final de sílaba y otra en posición inicial de la sílaba siguiente. La diferencia entre el alargamiento consonántico del inglés y del español tiene que ver con las consonantes que admiten alargamiento.

En inglés, cualquier secuencia de consonantes homólogas produce un alargamiento. El Cuadro 20.1 demuestra los resultados de la duración consonántica para las consonantes homólogas inglesas: una fricativa, una oclusiva y una nasal.1 ifig0003

20.1 La duración consonántica para consonantes inglesas: una fricativa, una oclusiva y una nasal.

20.1 La duración consonántica para consonantes inglesas: una fricativa, una oclusiva y una nasal.

20.2 La duración consonántica para las consonantes homólogas españolas alargadas: laterales y nasales.

20.2 La duración consonántica para las consonantes homólogas españolas alargadas: laterales y nasales.

En español, las únicas consonantes homólogas que admiten alargamiento, como también se vio en el Capítulo 17, son las laterales y las nasales: [l: m: n:]. El Cuadro 20.2 demuestra los resultados de la duración consonántica para las consonantes homólogas españolas. Los otros fonemas consonánticos que pueden resultar en consonantes homólogas en español, /s d R θ/, siempre resultan en consonantes fonéticas no alargadas: [s ð r θ].2 ifig0003

Pistas pedagógicas

En español, hay que recordar e implementar los siguientes principios que son diferentes de los que ocurren en inglés:

Consejos prácticos

Un resumen de las pistas pedagógicas produce la siguiente lista de consejos prácticos que el estudiante debe tener en mente y poner en práctica al hablar español:

La duración silábica

Existe variación en la duración de la sílaba tanto en español como en inglés, pero hay mucho más variabilidad en la duración de la sílaba del inglés que en la del español. Esta sección se enfoca en la variación de la duración de la sílaba en español. Hay distintos elementos que afectan la duración de la sílaba en español: la composición de la sílaba, la tonicidad de la sílaba y la posición de la sílaba en el grupo fónico.

El efecto de la composición de la sílaba en la duración

Es lógico que la duración de la sílaba varíe según la composición de la misma. Es decir, la duración de la sílaba puede variar según el número de elementos que la compone. Como ya se ha visto en el Capítulo 18, la sílaba española puede tener nueve posibles estructuras:

fig0084

Además, lo que se indica con “V” en las estructuras canónicas puede ser también un diptongo o triptongo.

En general, los datos indican que cuantos más elementos contenga la sílaba, tanta más duración tiene la sílaba. En nuestro estudio de la duración silábica, se comprobó que en general, la sílaba cerrada CVC tiene una duración de un 30% más larga que la sílaba abierta CV.

El efecto de la tonicidad en la duración

Como ya se ha visto en el Capítulo 19, el acento puede afectar la duración de la sílaba: las sílabas tónicas españolas suelen tener más duración que las sílabas átonas en todas las posiciones. Los datos del Capítulo 19 para la duración silábica del español comprueban que, en general, las sílabas españolas tónicas duran el 42% más que las sílabas españolas átonas. Sin embargo, aunque un aumento del 42% entre la sílaba española átona y la sílaba española tónica puede parecer mucho, es poco al compararse con un aumento en inglés de entre el 200% al 400% para la sílaba inglesa tónica en comparación con la sílaba inglesa átona. La diferencia entre 100 ms. y 142 ms. en español resulta imperceptible, mientras que en inglés la diferencia entre 100 ms. por un lado y de 200 ms. hasta 400 ms. por otro lado es muy perceptible, sobre todo al oído del hispanohablante.

El efecto de la posición de la sílaba en el grupo fónico

Al examinar los datos de la duración silábica en el Capítulo 19, se comentó la variación temporal que se da debido al efecto de la disminución que aparece en ambas lenguas al aproximarse al final del grupo fónico. El efecto del principio de disminución en relación con la duración es el siguiente: cuanto más se aproxima al final del grupo fónico, tanto más disminuye la rapidez del habla, lo que resulta en sílabas más largas. Es por eso que la sílaba final de una palabra en posición final de grupo fónico suele ser la sílaba con la duración más larga. Este comentario también es válido para la producción de una palabra aislada. Debido al principio de disminución, la última sílaba del grupo fónico (sea de una sola palabra o de una frase) suele ser la más larga, sea tónica o átona.

Pistas pedagógicas

El inglés, por su naturaleza, tiene pronunciadas diferencias en la duración de sílabas tónicas y sílabas átonas. El español también tiene diferencias entre la duración de sílabas tónicas y sílabas átonas, pero no son tan tajantes como es el caso del inglés. Lo que el estudiante del español tiene que hacer es reducir la discrepancia entre la duración de las sílabas tónicas y las átonas. Si trata de producirlas con duraciones iguales, suele producir un resultado aceptable.

Consejos prácticos

Un resumen de las pistas pedagógicas produce el siguiente consejo práctico que el estudiante puede implementar. La siguiente sugerencia sirve para mejorar su producción del español con respecto a la duración silábica:

El ritmo

El ritmo en la música tiene que ver con la variabilidad de la duración de las notas a través del tiempo. El ritmo en el habla es semejante: la variabilidad de la duración de las sílabas a través del tiempo. Sin embargo, los ritmos de la música son diferentes de los del habla. Es más: en la música hay muchos ritmos diferentes, como los hay también en el habla. Tradicionalmente, se ha mantenido que el inglés tiene un ritmo acentualmente acompasado, en cuanto el español tiene un ritmo silábicamente acompasado. En los años recientes, muchos lingüistas han insistido en dejar de lado ese contraste, ya que los resultados de varias investigaciones acústicas han demostrado que en términos exactos, la duración de las sílabas, y como consecuencia el ritmo, no se atiende estrechamente a esas definiciones. Sin embargo, como se verá, el principio es todavía válido en términos relativos y generales.

El ritmo en la poesía

El hecho de que el principio sea válido se demuestra ya en la poesía de los dos idiomas, siendo la poesía la comunicación verbal que más integra el ritmo en su creación.

Al metrificar un verso poético del inglés, se suele dividir el verso (ingl. line of poetry) en pies (ingl. metric feet). Un pie es el conjunto de dos o tres sílabas que siguen un patrón repetido de sílabas tónicas o átonas. Uno de los pies más conocidos del inglés es el pentámetro yámbico (ingl. iambic pentameter). Esto quiere decir que el verso se compone de cinco pies, cada uno formado por un yambo (ingl. iamb), que es el conjunto de una sílaba átona seguida de una sílaba tónica. El siguiente trecho de Romeo y Julieta de William Shakespeare sirve de ejemplo:3 ifig0003

En el ejemplo, las letras mayúsculas se emplean para indicar las sílabas tónicas y las letras minúsculas se emplean para indicar las sílabas átonas. Se puede ver, entonces, que cada verso contiene cinco pies, cada pie formado de una sílaba átona y una sílaba tónica.

Además del pentámetro yámbico, hay otros metros poéticos, que siempre especifican tanto la estructura del pie, cuanto el número de pies por verso. Además del yambo, el pie puede tener varias otras estructuras: el troqueo (una sílaba tónica más una sílaba átona), el anapesto (dos sílabas átonas más una sílaba tónica), entre otras estructuras. En cuanto al número de pies por verso, además del pentámetro, existen también varias otras posibilidades: el verso monómetro (un pie por verso), el verso dímetro (dos por verso), el verso trímetro (tres por verso), el verso tetrámetro (cuatro por verso), el verso hexámetro (seis por verso), etc. Sirve de ejemplo de octámetro trocáico en inglés el siguiente verso en The Raven de Edgar Allen Poe:3 ifig0003

En la metrificación del inglés, entonces, el posicionamiento de cada acento es de primordial importancia.

La metrificación del español es muy diferente de la del inglés, porque se basa en el número de sílabas por verso y no en el número de pies. El siguiente trecho de los Versos sencillos de José Martí sirve de ejemplo:4 ifig0003

Cul-ti-vo u-na ro-sa blan-ca,
En ju-lio co-mo e-n e-ne-ro,
Pa-ra e-l a-mi-go sin-ce-ro
Que me da su ma-no fran-ca.

Y pa-ra◡el cru’el que me◡a-rran-ca
El co-ra-zón con que vi-vo
Car-do ni◡o-ru-ga cul-ti-vo:
Cul-ti-vo la ro-sa blan-ca.

En el ejemplo, los guiones y los espacios entre palabras indican divisiones silábicas y los ligazones indican el enlace silábico, o sea los casos en que se combinan dos vocales en una sílaba o en que se combinan una consonante final de palabra con una vocal inicial de palabra en una sola sílaba. De esa forma, todos los versos tienen ocho sílabas.

En español el posicionamiento de los acentos es de escasa importancia. Solamente la posición del último acento del verso tiene que ver con la metrificación. La gran mayoría de las palabras españolas son paroxítonas o llanas (graves) y cuando un verso termina en una de esas, simplemente se cuentan todas las sílabas como en el ejemplo de arriba. Sin embargo, cuando el verso termina en una palabra oxítona o aguda, se añade uno al número de sílabas. Por ejemplo:4 ifig0003

Cuando el verso termina en una palabra proparoxítona o esdrújula, se resta uno al número de sílabas. Por ejemplo:4 ifig0003

En la metrificación del español, entonces, el posicionamiento de cada acento no resulta ser tan importante, y es el número de sílabas por verso lo que es de primordial importancia.

El ritmo del inglés

Tradicionalmente el ritmo del inglés se ha clasificado como acentualmente acompasado. Esto quiere decir que son las sílabas tónicas las que marcan el compás de la cadena hablada. Al extremo, eso querrá decir que la duración entre los acentos, o sea entre las sílabas tónicas, será constante. Como ya se ha comentado, esto no resulta ocurrir en términos exactos. Sin embargo, hay varios indicadores en la realización oral del inglés que demuestran que sí existe una tendencia de atenerse a ese principio.

El primer indicador es lo que se explicó en cuanto a la poesía: que la métrica poética se mide en pies, que toman en cuenta las combinaciones de sílabas tónicas y átonas.

El segundo indicador es lo que ya se vio en cuanto a la gran diferencia entre la duración de las sílabas tónicas y las sílabas átonas del inglés. Como ya se vio, en inglés, la duración de una sílaba tónica suele ser entre dos a cuatro veces más larga que la de una sílaba átona.

El tercer indicador es el resultado del segundo: es que el inglés tiende a tener sílabas átonas muy cortas, lo que promueve la reducción vocálica o la tendencia a la apariencia de schwa en la sílaba átona. Esto se debe a la facilidad de producir una vocal “neutra” en que la lengua y la boca solamente tienen que llegar a una posición intermedia en las dos dimensiones del espacio vocálico.

El efecto de la tendencia hacia el ritmo acentualmente acompasado del inglés es una regularización de la duración de un pie, o sea de la duración de una sílaba tónica junto con las sílabas átonas que la acompañan. Un ejemplo es el contraste entre las siguientes propagandas para jabón con las sílabas tónicas en mayúscula:5 ifig0003

La primera propaganda contiene siete sílabas, todas ellas tónicas. La segunda contiene doce sílabas, con seis sílabas tónicas. Lo interesante es que las dos tienen más o menos la misma duración. Esto se debe al hecho de que las dos propagandas tienen más o menos el mismo número de acentos. Lo mismo pasa con el segundo grupo de oraciones: a pesar de que el segundo tiene el doble de sílabas, suele llevar más o menos el mismo tiempo para decir cada una.

El ritmo del español

Tradicionalmente el ritmo del español se ha clasificado como silábicamente acompasado. Esto quiere decir que son las sílabas en sí, sean tónicas o átonas, que marcan el compás de la cadena hablada. Al extremo, eso querrá decir que la duración de todas las sílabas será constante. Como ya se ha comentado, esto no resulta ocurrir en términos exactos. Sin embargo, hay varios indicadores en la realización oral del español que demuestran que sí existe una tendencia de atenerse a ese principio.

El primer indicador es lo que se explicó en cuanto a la poesía: que la métrica poética se mide en sílabas y solo se toma en cuenta la posición de la última sílaba tónica en el conteo silábico.

El segundo indicador es lo que ya se vio en cuanto a la poca diferencia entre la duración de las sílabas tónicas y las sílabas átonas del español al compararse con la gran diferencia que hay en inglés. Como ya se vio, en español, la duración de una sílaba tónica suele ser solo un promedio del 42% más larga que la de una sílaba átona.

El tercer indicador es el resultado del segundo: debido a que el español no tiende a tener sílabas átonas muy cortas, no existe en español la gran reducción vocálica típica del inglés.

El contraste entre los dos sistemas rítmicos

Los hechos físicos del habla son casi siempre relativos. Como ya se dijo, al extremo, un ritmo acentualmente acompasado implicaría una uniformidad duracional entre dos sílabas tónicas, lo que en términos absolutos no existe. También, al extremo, un ritmo silábicamente acompasado implicaría una uniformidad duracional entre cada sílaba producida, lo que en términos absolutos tampoco existe. Sin embargo, en términos relativos y prácticos, siguen en pie estas dos caracterizaciones rítmicas. En realidad, esas dos caracterizaciones representan dos extremos de un continuo rítmico; no representan una dicotomía. El español queda más cerca del extremo del ritmo silábicamente acompasado y el inglés, más cerca del extremo del ritmo acentualmente acompasado, como demuestra la Fig 20.3.

La relatividad de estos conceptos se afecta también por el principio de disminución, así que no se pueden comparar directamente en términos absolutos la duración de una sílaba al comienzo de un grupo fónico con la de una sílaba al final de un grupo fónico.

Pistas pedagógicas

20.3 Comparación del ritmo del español con el ritmo del inglés.

20.3 Comparación del ritmo del español con el ritmo del inglés.

El concepto básico del ritmo es que el inglés tiene un ritmo acentualmente acompasado, mientras que el español tiene un ritmo silábicamente acompasado. Aunque las medidas exactas en milisegundos no comprueban que todas las sílabas españolas tengan la misma duración, hay que recordar que esas caracterizaciones representan tendencias, apoyadas hasta por la poesía de los dos idiomas. La duración de un enunciado en español depende del número de sílabas en cuanto que la duración de un enunciado en inglés depende del número de acentos.

Consejos prácticos

Los siguientes consejos prácticos le ayudarán al estudiante a mejorar el ritmo del español:

El énfasis

El indicar énfasis en el habla incorpora múltiples facetas debido a la gran variedad de elementos lingüísticos que pueden enfatizarse y debido a la gran variedad de recursos lingüísticos que pueden emplearse para destacar los elementos enfatizados. Puesto que uno de los recursos puede ser la duración, o sea el alargamiento del elemento destacado, se incluye el énfasis en este capítulo.

El concepto del énfasis es por su naturaleza contrastivo. Al enfatizar cualquier elemento de una oración, siempre se implica un “y no …”. Por ejemplo, en la oración “Esto lo hizo Juan.”, se enfatiza Juan, lo que quiere decir “Esto lo hizo Juan, y no otro.”.

Otro ejemplo, esta vez del inglés, es la oración “John did the work.” con énfasis en “John” (a diferencia de “John did the work.” sin énfasis en “John”). Con el énfasis en “John”, lo que se quiere decir es que no lo hizo más nadie, sino que fue “John” mismo quien lo hizo.

Hay que reconocer también la diferencia entre acento y énfasis; aunque un elemento enfatizado es siempre tónico, no todo elemento tónico queda enfatizado. Por ejemplo, en la oración “Juan hizo esto”, no se enfatiza Juan. En esa oración “Juan” es palabra tónica aunque no se ha enfatizado. Ocurre lo mismo en inglés. En la oración no enfática “John did the work., “John” no se ha enfatizado, aunque es todavía una palabra tónica.6 ifig0003

Los elementos lingüísticos que pueden enfatizarse

En principio, cualquier sílaba, palabra o frase puede enfatizarse o destacarse de los demás. Hay que recordar que este énfasis o destaque es contrastivo.

Énfasis en la sílaba

A veces es importante destacar solo una sílaba de una palabra por motivos contrastivos. Las siguientes oraciones sirven de ejemplos (el elemento destacado se escribe en negrita):7 ifig0003

  • Hace falta construir los cimientos y no destruirlos.
  • Es necesario reconsiderar la propuesta. (Enfatiza el hecho de que ya se haya considerado por lo menos una vez antes).
  • No, la palabra es guajolote y no guajalote.

En estos casos el contraste no ocurre a nivel de palabra, sino a nivel de sílaba, contrastando una sílaba con otra (cons-truir en contraste con des-truir) o contrastando una sílaba con un “cero” (re-con-si-de-rar en contraste con Ø-con-si-de-rar). En todos estos casos, de por sí, la sílaba en negrita no sería una sílaba tónica, pero con el énfasis contrastivo que se presenta en estos casos, la sílaba llega a serlo. Este fenómeno se ha llamado acento enfático en los estudios académicos.

Énfasis en la palabra

El énfasis más común es el de una palabra dentro de una oración. Los elementos de una oración que suelen enfatizarse en español son los de función verbal o los de función nominal. El énfasis que se le da a los distintos elementos nominales de una oración también se ha llamado topicalización en los estudios académicos. Además, pueden enfatizarse los verbos, los adverbios, o los adjetivos. Puede resumirse, entonces, que los elementos de la oración más susceptibles al énfasis son las palabras de las principales categorías léxicas: sustantivos (y sus pronombres), verbos, adjetivos y adverbios. En las siguientes oraciones se han subrayado los elementos que pueden enfatizarse. En paréntesis se sugiere un valor contrastivo que la forma enfatizada podría implicar. Es importante recalcar que las palabras subrayadas son solamente elementos que pueden enfatizarse; luego se explicará cómo se enfatizan esos elementos en español.

Sustantivos (o pronombres)
  • Juan hizo el trabajo. (Fue Juan y no Pedro quien lo hizo.)
  • Juan hizo el trabajo. (Hizo el trabajo y no otra cosa.)
  • Juan me entregó el trabajo. (Fue a mí y no a otra persona que lo entregó.)
  • Juan fue a España. (Fue a España y no a Portugal.)

Verbo
  • Juan lo hizo ayer. (Juan no lo dejó sin hacer.)

Adjetivo (o función adjetival)
  • Juan es alto. (Es alto y no bajo.)

Adverbio
  • Juan lo hizo ayer. (Fue ayer y no anteayer.)

Preposición
  • Juan lo hizo sin ayuda. (… y no con la ayuda de alguien.)

Conjunción
  • Vio a Juan y a María. (Vio a los dos y no solo a uno de ellos.)

En esos casos, el contraste es entre una y otra palabras. En los estudios académicos ese tipo de énfasis también se ha llamado acento enfático. Es de notar que con el sustantivo, el verbo, el adjetivo y el adverbio el énfasis recae sobre una palabra ya tónica; en el caso de la preposición y la conjunción, el énfasis recae sobre una palabra que es generalmente átona.

En inglés, hasta es posible enfatizar las palabras átonas en general, como por ejemplo los artículos y los posesivos como se ve en las siguientes oraciones:

  • Rafael is the expert in the field.
  • This is your book.

Hay otro tipo de “acento” que se ha comentado en la literatura: el acento afectivo. Este tipo de “acento” destaca una palabra no por motivos contrastivos, sino por motivos afectivos o emotivos. Ejemplos de esas emociones incluyen el cariño, el desprecio, la admiración, el enojo, el regocijo, la sorpresa, la persuasión, la duda, el sarcasmo, la reticencia, etc. El alargamiento es siempre característico del acento afectivo. Las siguientes oraciones servirán de ejemplos:

  • Dame un besito. (cariño)
  • ¡Eres un tonto! (desprecio)
  • ¡Qué bonito tu traje! (admiración)
  • ¡Qué demonios haces? (enojo)
  • ¡Ay, que susto! (sorpresa)
  • ¡Goooooool! (regocijo)

Solo el contexto puede indicar si el énfasis en determinada palabra es contrastivo o afectivo.

Énfasis en la frase

De modo general, las únicas frases que aceptan este tipo de énfasis son las frases preposicionales, sean en función adjetival o adverbial. Los ejemplos más comunes ocurren cuando la preposición es una palabra átona y el énfasis contrastivo o afectivo recae sobre su complemento. A veces el contraste conlleva un cambio de preposición, a veces no. Las siguientes oraciones demuestran ese tipo de contraste, con el elemento a enfatizarse subrayado:

Función adjetival
  • Juan es de Granada. (… y no de Sevilla.)

Función adverbial
  • Juan lo hizo por la tarde. (… y no de madrugada.)

Los recursos lingüísticos que se emplean para indicar los elementos enfatizados

Los recursos que se pueden emplear para indicar los elementos enfatizados o destacados son varios: se pueden emplear tanto recursos fonéticos como recursos morfológicos, sintácticos y semánticos. También se pueden emplear factores paralingüísticos y extralingüísticos. Para indicar el énfasis, hay que cambiar algo en la oración de lo que se considera la producción más común. Aunque esos distintos recursos existen tanto en español como en inglés, los dos idiomas difieren en cuanto a los recursos más usados.

Recursos fonéticos

La onda sonora de una vocal puede modificarse de cuatro maneras: la duración, el tono, la amplitud y el timbre. Teóricamente, se puede indicar el énfasis con la alteración de cualquiera de esas características. Como ya se demostró en el Capítulo 19, todas esas características pueden afectar el concepto de acento; también pueden afectar el concepto de énfasis. Como siempre, los cambios de duración, tono, amplitud y timbre son relativos.

En cuanto a la relatividad del tono, es útil examinar los cambios tonales usando un sistema de niveles. En este sistema, el Nivel 2 se define como la base tonal de un enunciado, es decir, la zona tonal de la mayor parte del enunciado. Del Nivel 2, se llega al Nivel 1 cuando desciende el tono; eso es típico al final de una oración enunciativa. Del Nivel 2, se llega al Nivel 3 cuando asciende el tono; eso es típico al final de ciertas oraciones interrogativas. En inglés, hay un Nivel 4, que se reserva para usos de énfasis. Ese nivel suele tener un tono más alto del que se emplea en cualquier oración no enfática. Es más: el español en general emplea una gama tonal más restringida que el inglés, lo que quiere decir que los niveles del español suelen ser menos esparcidos que los del inglés. El estudiante tiene que aprender a ajustarse a esa gama reducida. El siguiente diagrama representa esos niveles entonacionales de español e inglés:

fig0085

Del diagrama se nota que en inglés, el principal indicador de énfasis es el tono, o sea, el empleo del Nivel 4, que es distintivo del inglés.

Para enfatizar una palabra en inglés, la palabra enfatizada, en particular su sílaba tónica, se produce con un aumento de tono (Nivel 4), duración y amplitud. Eso implica que si la palabra a enfatizarse es de por sí átona, la misma llega a ser tónica. Lo mismo vale para el español, pero el cambio tonal solo llega al Nivel 3. Las siguientes oraciones indican como se pueden enfatizar distintos elementos de la oración inglesa mediante un aumento del tono, duración y amplitud:

  • I want John to do the work.
  • I want John to do the work.
  • I want John to do the work.
  • I want John to do the work.
  • I want John to do the work.

Para efectuar este mismo tipo de énfasis, como se verá a continuación, el español prefiere recurrir a recursos sintácticos. Aunque a veces se aumenta el tono, la duración o la amplitud para destacar una palabra en español, no es el recurso más común, y no se hace nunca con un aumento tonal equivalente al Nivel 4 del inglés.

Recursos sintácticos

La primera preferencia del español para indicar el énfasis es la de usar un recurso sintáctico; de hecho, en español los recursos más usados para indicar el énfasis son los sintácticos: principalmente la permutación de elementos, la adición de elementos y la reduplicación, que son básicamente técnicas de topicalización para hacer resaltar distintos componentes de la oración. Empleando esas técnicas sintácticas, el hispanohablante puede enfatizar los mismos elementos que se destacaron en las oraciones inglesas en la página anterior. El Cuadro 20.4 compara las oraciones enfatizadas del inglés y del español.8 ifig0003

Existen además las técnicas de construcciones escindidas y construcciones de voz pasiva. El Cuadro 20.5 demuestra como estas técnicas pueden usarse para complementar las otras ya introducidas para enfatizar distintos elementos de la oración española.

Como ya se mencionó antes, en inglés, hasta es posible enfatizar las palabras átonas en general, como por ejemplo los artículos y los posesivos prepuestos. En español es marginal el uso de recursos fonéticos para enfatizar esos elementos; el español prefiere una solución sintáctica o semántica:

  • Rafael is the expert in the field.
  • Rafael es el mayor experto en el campo.

  • This is your book.
  • Este es el libro tuyo.
  • Este libro es el tuyo.
  • Es tuyo este libro.

Es de notar que en algunos casos, no existe una solución sintáctica para el énfasis de ciertos elementos, a no ser que se agregue una frase que explique el contraste. En esos casos, se puede recurrir a una solución fonética, recordando que en español el énfasis se indica con un cambio tonal al Nivel 3 y no a un Nivel 4, o simplemente hay que incluir una frase contrastiva. Esto es lo que ocurre con los demás ejemplos citados en la sección sobre “Énfasis en la palabra”, como se ve en el Cuadro 20.6.

Recursos semánticos

Existe el énfasis por recursos semánticos tanto en inglés como en español. Tradicionalmente se han incluido los intensificadores en esta categoría. En esta categoría hay que incluir también el recurso de la reduplicación.

20.4 Comparación del énfasis fonético de inglés con el énfasis sintáctico del español.

20.4 Comparación del énfasis fonético de inglés con el énfasis sintáctico del español.

20.5 Énfasis sintáctico de oraciones enunciativas mediante recursos sintácticos.

20.5 Énfasis sintáctico de oraciones enunciativas mediante recursos sintácticos.

Los intensificadores son principalmente adverbios que modifican a los adjetivos. Los intensificadores incluyen palabras como muy, tan, bien, bastante, como en las siguientes oraciones:

  • Juan es muy exigente.
  • Mi esposa es tan inteligente.
  • La niña es bien bonita.
  • Es bastante lejano.

Ejemplos de este tipo en inglés incluyen:

  • John is very insistant.
  • My wife is so intelligent.
  • The girl is really cute.
  • It is awfully far away.

La reduplicación se da con algunos modificadores. Ejemplos incluyen:

  • Paco es el mero mero jefe.
  • Estoy bien bien.
  • El viento fue fuerte fuerte.
  • Era un profesor muy muy bueno.

Ejemplos de este tipo en inglés incluyen:

  • He is very very capable.
  • The professor is really really smart.
  • The wind was awfully awfully strong
  • He did poorly poorly on the test.

20.6 Énfasis en oraciones enunciativas mediante recursos fonéticos.

20.6 Énfasis en oraciones enunciativas mediante recursos fonéticos.

Pistas pedagógicas

El inglés y el español suelen usar sistemas básicos diferentes para indicar el énfasis. Aunque existen recursos sintácticos (voz pasiva, oraciones escindidas, etc.) para indicar el énfasis en inglés, el inglés depende principalmente de recursos fonéticos: el elemento a enfatizarse se produce con un aumento de tono significativo al Nivel 4 y un aumento concomitante de volumen o intensidad. El sistema del español, en contraste, depende principalmente de recursos sintácticos: se altera la sintaxis de la oración para destacar el elemento deseado.

Consejos prácticos

El estudiante del español tiene que hacer lo siguiente con referencia al énfasis para no sonar como extranjero:

Sumario

Este capítulo trata los fenómenos de la duración, del ritmo y del énfasis. Se incluyen el ritmo y el énfasis junto con la duración porque la duración figura como elemento principal del ritmo y como elemento contribuyente al énfasis.

Se ha presentado la duración tanto en su función segmental como en su función silábica. En su función segmental, se trataron sus manifestaciones en español tanto vocálicas como consonánticas. En español, se produce una vocal alargada cuando hay una secuencia de dos vocales homólogas y la segunda es tónica. Se produce una consonante alargada cuando hay una secuencia de dos consonantes laterales homólogas o de dos consonantes nasales homólogas.

Hay varios factores que afectan la duración de una sílaba en español. Uno de los factores es la composición de la sílaba: cuantos más elementos contenga la sílaba, tanta más duración suele tener dicha sílaba. Otro factor es la tonicidad de la sílaba: las sílabas tónicas suelen tener una duración un poco más larga que las sílabas átonas. Hay que recordar, sin embargo, que esa diferencia, debido a la tonicidad, nunca llega al extremo a que llega en inglés. El tercer factor relativo a la duración de una sílaba que se examinad en este capítulo es la posición de la sílaba en el grupo fónico: esto tiene que ver con el principio de disminución, o sea, que al aproximarse al final del grupo fónico, el hablante tiende a disminuir la rapidez del habla, lo que produce sílabas más largas.

20.7 La caracterización del ritmo del español y del inglés.

20.7 La caracterización del ritmo del español y del inglés.

El ritmo marca la relación entre los elementos producidos y el tiempo. En cuanto al ritmo, el español y el inglés son fundamentalmente diferentes. Lo que los distingue son los elementos que marcan el compás del habla. La caracterización del ritmo de los dos idiomas se presenta en el Cuadro 20.7.

El énfasis es un recurso que se emplea para destacar algún elemento del habla; de por sí esto implica un contraste, que puede ser directo o implícito. Los elementos que se pueden enfatizar son las sílabas, las palabras y las frases. Los recursos que se emplean para dar énfasis a determinado elemento pueden ser fonéticos, morfológicos, sintácticos, semánticos, paralingüísticos o extralingüísticos. Los recursos más usados en los dos idiomas para realizar el énfasis se resumen en el Cuadro 20.8.

Por recurso sintáctico se entiende alguna modificación en la estructura de lo que se consideraría la forma básica de la oración, sea por la adición de nuevos elementos, por la permutación de elementos existentes o por la reduplicación de elementos según los ejemplos dados en el capítulo. Por recurso fonético se entiende alguna modificación en la duración, el volumen o el tono del elemento destacado. En cuanto al tono, es importante recordar que el nivel máximo para el inglés es el Nivel 4 y para el español es el Nivel 3. El producir un Nivel 4 en español suena raro y tajante.

Preguntas de repaso

20.8 Los recursos más usados en español e inglés para realizar el énfasis.

20.8 Los recursos más usados en español e inglés para realizar el énfasis.

  1. Distinga entre la duración segmental y la duración silábica.
  2. Explique la duración segmental vocálica y la consonántica.
  3. Contraste la duración vocálica del español con la del inglés.
  4. Contraste la duración silábica del español con la del inglés.
  5. ¿Cuál es el efecto de la tonicidad en la duración silábica del español y del inglés?
  6. ¿Cuál es el efecto de la posición de la sílaba en la duración silábica?
  7. ¿Cómo se contrasta el ritmo del español con el del inglés?
  8. Contraste la metrificación poética básica del español con la del inglés.
  9. ¿Cuáles son algunas consecuencias fonéticas de los distintos ritmos del español y del inglés?
  10. ¿Qué es el acento afectivo? ¿Cómo se realiza? Dé ejemplos.
  11. ¿Cuáles son los elementos que se pueden enfatizar? Dé ejemplos.
  12. ¿Cuáles son los recursos lingüísticos que pueden emplearse para realizar el énfasis? Dé ejemplos.
  13. ¿Cómo se aplica el concepto de niveles tonales a la realización del énfasis?
  14. Distinga entre los principales recursos que emplean el español y el inglés para indicar énfasis. Dé ejemplos.
  15. Indique cómo se puede indicar énfasis en español mediante recursos sintácticos. Dé ejemplos.

Conceptos y términos

Ejercicios de pronunciación

La duración9 ifig0005

Pronuncie las siguientes palabras manteniendo una relativa uniformidad de duración silábica, evitando la reducción vocálica a schwa [ə].

almacén biblioteca imposibilidad
americano eclesiástico locura
amistad embarcación triángulo
andariego guayabera verdadera
antropología helicóptero virtuoso

El ritmo10 ifig0005

Lea los siguientes dichos con un ritmo silábicamente acompasado.

Materiales en línea

1. ifig0003 La duración consonántica en inglés (el Cuadro 20.1).

2. ifig0003 La duración consonántica en español (el Cuadro 20.2).

3. ifig0003 El ritmo en la poesía inglesa.

4. ifig0003 El ritmo en la poesía española.

5. ifig0003 El ritmo del inglés.

6. ifig0003 El énfasis sintáctico del español en contraste con el énfasis fonético del inglés.

7. ifig0003 El énfasis en la sílaba en español.

8. ifig0003 El énfasis fonético del inglés comparado con el énfasis sintáctico del español (el Cuadro 20.4).

9. ifig0005 Ejercicios de pronunciación: la duración.

10. ifig0005 Ejercicios de pronunciación: el ritmo.