El concepto del acento es ambiguo porque la palabra tiene varios significados. En su acepción lingüística más amplia, puede referirse al conjunto de las características fónicas del habla de determinado dialecto regional o social. El acento puede también referirse al acento escrito, o sea el signo diacrítico del acento agudo (ʹ) que se emplea en la ortografía. En este capítulo, a no ser que se refiera específicamente al acento escrito u ortográfico, el término acento se refiere al acento fonético o fonológico. El acento fonético resulta de una modificación de los aspectos físicos de la propia onda sonora. Cuando el acento fonético o fonológico recae sobre una vocal o una sílaba, se dice que la vocal o sílaba es tónica. Cuando la vocal o sílaba carece de acento fonético se denomina átona.
Obviamente existe una relación entre el acento escrito y el acento fonético. Aunque se comentarán los detalles de esa relación más tarde, basta decir por ahora que en la ortografía se usa el acento escrito solo para indicar algunos de los acentos fonéticos. El Cuadro 19.1 resume las diferencias entre el acento escrito y el acento fonético.
El acento fonético se produce mediante modificaciones que ocurren en la producción normal del núcleo silábico. Los elementos acústicos de cualquier vocal que se pueden modificar son cuatro:
El acento fonético sirve para hacer destacar o dar énfasis a determinada sílaba de una palabra o de un grupo fónico. Se puede obtener ese énfasis mediante la alteración de una o más de las cuatro características acústicas ya mencionadas. El acento fonético puede tener, entonces, indicadores o pistas múltiples basados en cualquiera de esos elementos acústicos de la onda sonora. Como siempre, las modificaciones acústicas que resultan en la identificación del acento, son relativas y no absolutas.
El indicador de la intensidad (relacionada con amplitud o volumen) es uno que se emplea comúnmente en varios idiomas para indicar el acento. Generalmente un aumento contrastivo en la amplitud es señal de acento fonético.
19.1
Resumen de las diferencias entre el acento escrito y el acento fonético.
El indicador del tono o frecuencia también se emplea en varios idiomas como señal de acento fonético. De modo general, el acento fonético se indica mediante una subida de tono. Hay que entender, sin embargo, que el aumento es relativo y que puede variar según la posición de la palabra en la frase.
El indicador de la duración es otra señal para el acento fonético. En general, un aumento contrastivo en la duración indica acento, aunque la duración también puede afectarse por las consonantes de la sílaba, por la estructura silábica o por la posición de la palabra dentro del grupo fónico u oración.
El indicador menos usado para señalar el acento fonético es el timbre vocálico. En algunos idiomas existen sistemas vocálicos diferentes para sílabas tónicas y para sílabas átonas.
El acento fonético se señala mediante modificaciones en la articulación que producen diferencias acústicas en la onda sonora de la vocal tónica. Las diferencias acústicas que se emplean para indicar el acento son distintas al comparar el español con el inglés.
En primer lugar, es importante reconocer que el acento tanto en español como en inglés es un fenómeno fonológico. Esto quiere decir que la ubicación del acento en una palabra es una característica de la palabra en sí. En ambos idiomas es posible que la ubicación del acento cambie el significado de una palabra. En inglés, por ejemplo, hay una diferencia entre la palabra record [ɹƐ́.k.ɹd], que es un sustantivo (He kept a record of the events.), y la palabra record [ɹə.kɔɹd], que es un verbo (He needs to record the events.). En español las diferencias de significado también pueden ser entre verbo y sustantivo como también entre formas verbales. Ejemplos incluyen el grito, yo grito, él gritó; anden, andén; cántara, cantara, cantará.1
La cuestión, sin embargo, es ¿cómo se indica el acento? Es decir, de las cuatro posibles indicadores de acento, ¿cuáles se emplean para indicarlo en español y cuáles en inglés? Al buscar una respuesta a esa pregunta, hay que considerar dos factores intrínsecos. Primero, hay que considerar que el tono no es solamente un fenómeno de acento sino que también es la característica principal de la entonación y sus distintivos patrones, que se tratarán en el Capítulo 21. El segundo factor es el fenómeno de la disminución, que describe lo que ocurre naturalmente en la realización del habla al aproximarse al final de un grupo fónico. Esa disminución afecta los valores de intensidad, duración y tono.
En inglés, el timbre sí entra como posible indicador de acento. Esto se debe a la fuerte tendencia de reducir la vocal átona al sonido schwa [ə]. Sirve de ejemplo la palabra multiplication.2
En este ejemplo, se nota que la palabra tiene cinco sílabas y que la sílaba tónica es la cuarta. También se puede notar que la sílaba tónica es la única que contiene una vocal plena y que todas las sílabas átonas contienen como núcleo la vocal reducida schwa [ə]. Así, que en inglés, el timbre es significativo en relación con el acento, pues la vocal reducida schwa [ə] es indicador de sílaba átona. Sin embargo, no es indicador exclusivo de sílaba átona, porque como ya se vio en el Capítulo 11, una sílaba átona en inglés también puede contener vocales plenas. El siguiente cuadro vocálico indica la tendencia del inglés de reducir la vocal átona a schwa.
En español, en contraste con el inglés, el timbre vocálico apenas afecta a la noción de acento. Aunque se ha probado que puede haber una ligera reducción fonética vocálica en las vocales átonas del español, esa reducción es mínima al compararse con la de inglés, porque el sistema de cinco vocales sí se mantiene. El siguiente cuadro indica la reducción mínima típica del español.
En resumen, aunque el timbre sí es un factor importante en el acento del inglés, no lo es en español.
La duración como indicador de acento es problemático puesto que hay tantos factores que pueden afectar la duración de una sílaba. Entre los factores figuran el número de segmentos en la sílaba, si los segmentos son sonidos sonoros o sordos y si los sonidos consonánticos son sonorantes u obstruyentes. Otros factores importantes incluyen la posición de la sílaba en la palabra, la posición de la sílaba en el grupo fónico, si la sílaba es tónica o átona y también si hay un acento afectivo o enfático.
Como indicador de acento en español, la duración solo puede considerarse un factor relativo. Esto se debe a que la tendencia general, tanto del inglés como del español, es la de disminuir la velocidad del habla al aproximarse al final del grupo fónico. Debido a esa tendencia, en la mayoría de los casos la sílaba más larga de un grupo fónico suele ser la sílaba final, sea átona o tónica.
En inglés, la duración también entra como posible indicador de acento. Esto se debe a la fuerte tendencia de aumentar la duración de la sílaba tónica, pero todavía hay que tener en mente la tendencia de aumentar la duración de las sílabas al llegar al final del grupo fónico; ese alargamiento afecta las palabras articuladas en realizaciones aisladas. La duración de la sílaba inglesa también se afecta por la cualidad de la vocal, sea vocal larga, breve o reducida.
En el Cuadro 19.2, se nota que la sílaba acentuada del inglés suele tener una duración más larga que las sílabas que la rodean con la excepción de la sílaba átona final de grupo fónico, que incluye el caso en que la palabra se realiza aisladamente. En este caso, al aproximarse al final de grupo fónico se produce una disminución en la velocidad del habla, creando una sílaba átona final de duración más larga.
En el caso contrastivo de las palabras content (sustantivo) y content (adjetivo), se nota que el alargamiento que se le da a la sílaba átona final del sustantivo es solo del diez por ciento, siendo la sílaba anterior la tónica. Ya en el caso del adjetivo, el alargamiento de la sílaba final es del 205%, siendo la última sílaba tanto tónica como también final. Es de notar que las sílabas más cortas son las que contienen la vocal reducida schwa [ə].
En el Cuadro 19.2 se nota también que la sílaba átona final tiene un índice mayor cuando se encuentra en posición final absoluta que en posición final de palabra interior de grupo fónico. De los ejemplos demostrados en el Cuadro 19.2 se nota que en el caso de la palabra politically, la sílaba átona final de palabra tiene el 211% de la duración de la vocal tónica cuando se da en posición final de grupo fónico y solo el 106% de la duración de la vocal tónica cuando se da en posición interior de grupo fónico. En el caso de la palabra multiplication, la sílaba átona final de palabra tiene el 112% de la duración de la vocal tónica cuando se da en posición final de grupo fónico y solo el 81% de la duración de la vocal tónica cuando se da en posición interior de grupo fónico.3
En español, la duración no es un buen indicador de acento. Como en el caso del inglés, las sílabas más largas suelen ser las sílabas finales de grupo fónico. El Cuadro 19.3 demuestra la duración silábica de algunas palabras españolas tanto aisladas como en posición no final de oraciones.
19.2 La relativa duración de sílabas en palabras inglesas con enfoque en la duración de las vocales tónicas en comparación con las vocales átonas.
Se pueden hacer tres observaciones basadas en los datos del Cuadro 19.3.4
En resumen, la duración como indicador de acento es un factor que tiene peso en inglés (donde la sílaba tónica inglesa puede tener de dos a cuatro veces la duración de una sílaba átona inglesa), pero es mucho menos significativo en español (donde la variación entre la duración de sílabas tónicas y átonas es mucho menos).
19.3 La relativa duración de sílabas en palabras españolas con enfoque en la duración de las vocales tónicas en comparación con las vocales átonas.
19.4 El trazo tonal del sustantivo inglés content [khɑ`nthƐnt] y del adjetivo inglés content [khənthə`nt].
El tono como indicador de acento es también problemático porque además de ser un posible indicador de acento, es también obviamente la esencia de la entonación, como se verá en el Capítulo 21. Hay que procurar no atribuir cambios de tono al acento que son más bien una manifestación de eventos entonacionales.
Como indicador de acento en español, el tono solo puede considerarse un factor relativo. Esto ocurre porque debido a la entonación, el tono suele cambiar al aproximarse al final del grupo fónico, tanto en inglés como en español. Muchos estudios han indicado que el tono es el principal indicador de acento. Algunos han sugerido que un tono más alto indica acento; otros, que el acento recae en la sílaba que sigue un tono más alto; aun otros, que cualquier cambio de tono indica el acento. En realidad, todas estas posibilidades existen, pero no por motivos acentuales, sino por motivos entonacionales. Muchos de los estudios utilizaron palabras aisladas. Cuando se pronuncian palabras aisladas, hay que entender que efectivamente es equivalente a producirlas en posición final de grupo fónico con sus efectos concomitantes de entonación.
En inglés, el tono sí entra como posible indicador de acento. Esto se debe a la fuerte tendencia de aumentar el tono en la sílaba tónica como se indica en la Fig. 19.4, que es un trazo tonal del sustantivo content [khɑ`nthƐnt] y del adjetivo content [khənthə`nt]. Como se puede ver, la sílaba tónica de cada palabra tiene el tono más alto.
19.5
El trazo tonal del adjetivo inglés content [khənthƐ`nt] en una oración enunciativa y en una oración interrogativa enfática.
Sin embargo, hay que considerar los efectos de la entonación, que demuestran que el tono más alto en sí no es un indicador fiable del acento como demuestran los ejemplos de la Fig. 19.5. En esa figura, la primera oración es una enunciativa no enfática: She’s content. Se puede ver que la última sílaba
tiene el tono más bajo a pesar de ser tónica. Esto se debe a los efectos de la entonación al final de una oración enunciativa. La segunda oración es de una interrogativa enfática en que se expresa incredulidad: She’s content? En ese caso, se puede ver que el tono más bajo se da en la última sílaba tónica antes de que suba el tono debido a los efectos de la entonación interrogativa típica.5
19.6 El tono en dos pronunciaciones de la palabra camino [kamíno]. En la primera, sube el tono en la sílaba tónica; en la segunda, el tono más alto ocurre en la primera sílaba, que es átona.
Al examinar el papel del tono en el acento en español, hay que considerar también la posible variedad de producción. Por ejemplo, la Fig. 19.6 contiene dos trazos tonales de la palabra camino [kamíno] al final de una oración enunciativa; la primera articulación demuestra el tono más alto en la sílaba tónica [mí], esta es una de las posibles pronunciaciones que suele darse en un contexto enfático o cuando la palabra camino representa información nueva. Un ejemplo será al final de la respuesta a la pregunta:—¿Dónde está?—Está en el camino. La segunda demuestra el tono más alto en la primera sílaba átona [ka] de la palabra camino. Esa pronunciación corresponde a una articulación no enfática al final de una oración, por ejemplo: Salió del camino. A pesar de no tener el tono más alto en la segunda articulación, la sílaba [mí] sigue siendo la sílaba tónica. Con esto se ve que el tono en sí no es un indicador fiable de acento en español.6
19.7
El tono en la pronunciación interrogativa de la palabra camino [kamíno] y en la pronunciación interrogativa de la palabra caminó [kaminó].
Hay que considerar también los efectos de la entonación. Claro está que hay diferencias importantes entre la entonación de las oraciones enunciativas y las oraciones interrogativas. La Fig. 19.7 contiene un trazo tonal de la palabra camino [kamíno] y un trazo tonal de la palabra caminó [kaminó] al final de dos oraciones interrogativas: ¿Estáen el camino? y ¿Juan caminó? Como es de esperarse, el tono sube durante la producción de ambas palabras que se encuentran al final de sus respectivas oraciones interrogativas. Es decir, en estos dos ejemplos, el tono más alto se encuentra en la sílaba átona final de [kamíno] y en la sílaba tónica final de [kaminó]. Otra vez, a pesar de no tener el tono más alto en la primera articulación, la sílaba [mí] de [kamíno] sigue siendo la sílaba tónica. Con esto se ve de nuevo que el tono en sí no es un indicador fiable de acento.7
En resumen, el tono como indicador de acento solo puede considerarse factor relativo. Aunque hay ejemplos tanto en inglés como en español en que la sílaba tónica sí tiene el tono más alto de la palabra, es fácil encontrar ejemplos en que el tono más alto de una palabra no se encuentra en la sílaba tónica. Esto se debe principalmente a los efectos de la entonación y así varía de acuerdo con la posición de la palabra en el grupo fónico.
La intensidad como indicador de acento por un lado es muy importante y por otro muy problemático porque es un rasgo relativo, muy susceptible al principio de la disminución.
19.8
La intensidad del sustantivo inglés content [khɑ`nthƐnt] y del adjetivo inglés content [khənthƐ`nt] en el trazo de la onda sonora y en el trazo de la intensidad en decibelios.
Como se ve en la Fig. 19.8, que demuestra la intensidad del sustantivo inglés content [khɑ`nthƐnt] y del adjetivo inglés content [khənthƐ`nt], la sílaba tónica tiene la amplitud más alta. Esto se ve más claramente en el trazo de la onda, en que la onda tiene más amplitud en las sílabas tónicas. El caso del trazo de la intensidad presenta los efectos de la disminución. En el trazo de intensidad del sustantivo content [khɑ`nthƐnt], se ve que la primera sílaba, la tónica, tiene una intensidad más alta (con el núcleo de la sílaba a aproximadamente 73 decibelios) y la segunda sílaba, la átona, tiene una intensidad más baja (con el núcleo de la sílaba alrededor de 65 decibelios). En el trazo de intensidad del adjetivo content [khənthƐ`nt], se nota que las medidas en decibelios de las dos sílabas son semejantes. Aquí entra en juego el concepto de disminución, que dice que los valores de las características acústicas tienden a disminuirse al aproximarse al final del grupo fónico. El hecho de que la segunda sílaba del adjetivo mantenga aproximadamente la misma medida en decibelios, indica claramente que es una sílaba tónica; de otra forma tendría un valor reducido debido a la disminución. Por eso hay que considerar la intensidad como un indicador fundamental del acento.
En español, la intensidad también entra como posible indicador de acento. Esto se debe a la fuerte tendencia de aumentar la amplitud o el volumen de la sílaba tónica. Sin embargo, como en el caso del inglés, hay que recordar que la intensidad es un indicador relativo debido al principio de disminución. Aplicado a la intensidad, ese principio explica que al aproximarse al final del grupo fónico, la intensidad de la onda sonora tiende a disminuirse. Esto se ve claramente en la Fig.19.9, que demuestra la intensidad del sustantivo español cántara [kã́n̪taſa] y de las formas verbales españolas cantara [kãn̪táſa] y cantará [kãn̪taſá]. En el trazo de la onda de cántara [kã́n̪taſa], se ve que la sílaba más intensa es la primera, la tónica. En el trazo de la onda de cantara [kãn̪táſa], se observa que la sílaba más intensa es la segunda, también la tónica. En el trazo de la onda de cantará [kãn̪taſá], se nota que no hay ninguna sílaba que parezca ser indiscutiblemente más intensa que las demás. Sin embargo, a diferencia de los otros dos ejemplos, la última sílaba mantiene la intensidad de la sílaba anterior. Cuando se junta este hecho con el principio de la disminución, se ve que con esto, es la última sílaba la que es tónica: caso contrario, la intensidad de la última sílaba se habría disminuido.8
En resumen, se puede decir que la intensidad sí es un indicador importante de acento en español en todas las posibles posiciones a lo largo del grupo fónico cuando se toma en cuenta el principio de la disminución.
19.9
La intensidad del sustantivo español cántara [kã́n̪taſa] y de las formas verbales españolas cantara [kãn̪táſa] y cantará [kãn̪taſá] en el trazo de la onda sonora y en el trazo de la intensidad en decibelios.
Los Cuadros 19.10, 19.11 y 19.12 resumen los datos numéricos de duración, tono y amplitud de las sílabas átonas y tónicas de los ejemplos presentados hasta aquí tanto del inglés como del español. De esa forma se puede comparar directamente la contribución de cada uno de los posibles indicadores acústicos a la percepción del acento. Al comparar las cifras de las medidas de los indicadores, hay que tener en cuenta que a veces el acento se indica mediante una medida absoluta (o sea cuando la medida más alta indica directamente el acento) y a veces el acento se indica mediante una medida relativa (o sea cuando la medida de la sílaba tónica no es la más alta en términos absolutos, pero por el principio de disminución todavía indica la sílaba tónica en términos relativos).
Los Cuadros 19.10, 19.11 y 19.12 indican con células sombreadas las medidas de la sílaba tónica; se indican con células color negro las medidas que son más altas que las de la sílaba tónica. Luego se agrega una explicación de los ajustes necesarios para interpretar la percepción del acento, basado en los hechos acústicos de duración, tono, amplitud y disminución.
En el ejemplo del Cuadro 19.10, se nota en la palabra inglesa aislada multiplication, que la duración de la sílaba tónica se aumenta mucho en comparación con las sílabas átonas anteriores. Sin embargo, la última sílaba átona es aun más larga debido al principio de la disminución de rapidez del habla que se da al aproximarse al final del grupo fónico, lo que produce sílabas más largas. Se nota en el segundo ejemplo en que la palabra multiplication no ocurre en posición final de grupo fónico, ya la última sílaba átona no es más larga que la tónica. En cuanto al tono, se nota que en los dos casos, la sílaba tónica tiene el tono más alto. En cuanto a la amplitud, se nota en ambos casos que hay dos sílabas con amplitud más alta, la primera y la cuarta. En el análisis del inglés, de hecho, hay dos sílabas tónicas en esa palabra, y el aumento de la amplitud en esas dos sílabas así lo indica.
19.10
La comparación de los indicadores de acento en dos articulaciones de la palabra inglesa multiplication. La sílaba tónica está sombreada y la célula de color negro indica una cifra más alta que la cifra de la sílaba tónica.
En el caso de content (sustantivo) y content (adjetivo), como se ve en el Cuadro 19.11, se nota que en el sustantivo que tiene la primera sílaba tónica, la sílaba tiene el valor más alto de tono y de amplitud. En cuanto a la duración, se ve que la sílaba átona final es solamente un poco más larga que la sílaba tónica. Esto se debe a la disminución en la velocidad del habla, que es algo que se espera en posición final de grupo fónico. En el caso de content (adjetivo), que tiene la última sílaba tónica, la sílaba tiene el valor más alto de duración y tono. En cuanto a la duración, se ve que la sílaba tónica final tiene el doble de la duración de la sílaba átona. Esa diferencia tan grande es porque además de ser tónica, es también final. El tono, como es de esperarse, primero sube y luego baja en la sílaba tónica. En cuanto a la amplitud, se observa que las medidas de energía para las dos sílabas son semejantes. Por el principio de disminución, el hecho de que la última sílaba tenga el mismo valor que la penúltima, indica que la última sílaba es la tónica. Si así no fuera, la amplitud disminuiría como en la palabra content (sustantivo). Esto se puede ver fácilmente al comparar la forma de onda de las dos palabras en la Fig. 19.8.
19.11 La comparación de los indicadores de acento en la articulación del sustantivo inglés content y del adjetivo content. La sílaba tónica está sombreada y la célula de color negro indica una cifra más alta que la cifra de la sílaba tónica.
El Cuadro 19.12 contrasta la palabra politically como palabra aislada (que, en efecto, es final de grupo fónico) y como palabra no final dentro de un grupo fónico. Como palabra aislada, solo la amplitud de la sílaba tónica demuestra el valor más alto. En cuanto a la duración, la sílaba tónica tiene la duración muy alta comparada con las sílabas átonas adyacentes, pero otra vez la sílaba átona final resulta ser la más larga de todas. En cuanto al tono, se ve que es la tercera sílaba, una sílaba átona, la que tiene el tono más alto, lo que indica que aun en inglés el tono no es indicador de acento totalmente fiable. Con una palabra en un contexto que no sea final de grupo fónico, el tono y la amplitud de la sílaba tónica tienen los valores más altos entre las sílabas de la palabra. En cuanto a la duración, ya la última sílaba tónica no tiene el doble de duración como en el caso de la palabra aislada; en cambio, la última sílaba de la palabra politically en posición interior de grupo fónico tiene aproximadamente la misma duración que la sílaba tónica.
Los Cuadros 19.13, 19.14 y 19.15 siguen el mismo formato que los anteriores, pero presentan el resumen de los datos recogidos para el español. Al examinar los siguientes datos del español, es útil compararlos con los del inglés.
19.12
La comparación de los indicadores de acento en dos articulaciones de la palabra inglesa politically. La sílaba tónica está sombreada y la célula de color negro indica una cifra más alta que la cifra de la sílaba tónica.
El Cuadro 19.13 contrasta la palabra multiplicación como palabra aislada y como palabra en el medio de un grupo fónico. Como palabra aislada, se nota que la sílaba tónica solo demuestra el valor más alto en la duración, lo que es de esperarse siendo la sílaba tanto tónica como final. En cuanto al tono, la sílaba tónica tiene la frecuencia más baja de todas. Sin embargo al comparar las medidas del tono de la sílaba tónica de los dos ejemplos de multiplicación, se observa que el tono es mucho más bajo en la pronunciación aislada que cuando se presenta en el medio del grupo fónico “Fue una multiplicación de errores”. Esto simplemente refleja los efectos de la entonación: como palabra aislada, la sílaba tónica se da en posición final de grupo fónico y en el medio del grupo, el tono de la sílaba tónica [sjón] se encuentra bajándose hacia el tono más bajo que aparece en la última sílaba del grupo fónico. Como se verá en el Capítulo 21, esto también es de esperarse debido a la entonación típica del español. En cuanto a la amplitud, la sílaba tónica tampoco tiene el valor más alto en decibelios, pero otra vez, debido al principio de disminución, el hecho de que la última sílaba no disminuya en intensidad, indica que es la sílaba tónica. Como palabra en el medio del grupo fónico, la sílaba tónica tiene la duración y amplitud más altas. El hecho de que no tenga el tono más alto otra vez indica que el tono no es indicador de acento del todo fiable en español.
19.13 La comparación de los indicadores de acento en dos articulaciones de la palabra española multiplicación. La sílaba tónica está sombreada y la célula de color negro indica una cifra más alta que la cifra de la sílaba tónica.
En las palabras cántara, cantara y cantará, como se ve en el Cuadro 19.14, se nota que la sílaba tónica es siempre la que tiene la duración más larga. También tiene el tono más alto con la excepción de la palabra cantará; en ese caso, el tono cae en la última sílaba a pesar de ser la tónica, debido a la entonación. En cuanto a la amplitud, se ve que la sílaba tónica en esos tres ejemplos, tiene la amplitud más alta otra vez con la excepción de la palabra cantará. En ese caso las tres sílabas llegan a 68 decibelios. El principio de disminución indica que la intensidad de la última sílaba de cantará sería más baja que las demás si no fuera tónica, como se ve en las palabras cántara y cantara. Por el principio de disminución, la intensidad de la última sílaba de cantará se mantiene y que no baja, lo que indica que la sílaba es tónica.
El Cuadro 19.15 presenta las palabras camino y caminó al final de una oración interrogativa. Aquí se nota el mismo fenómeno de disminución de velocidad con el resultado de que la última sílaba es la sílaba más larga, siendo tónica o átona. Como estas dos oraciones son preguntas, la última sílaba en ambas también tiene el tono más alto, independiente de ser tónica o átona. Debido a la gran variabilidad del tono por motivos entonacionales, otra vez el tono no sirve como indicador fiable del acento. En cuanto a la amplitud, aunque todas las sílabas tienen medidas semejantes, con todo, la sílaba tónica en estos ejemplos tiene la amplitud más alta.
Para resumir, los trazos físicos que pueden influir en la percepción del acento son:
19.14 La comparación de los indicadores de acento en tres palabras españolas cántara, cantara, cantará. La sílaba tónica está sombreada y la célula de color negro indica una cifra más alta que la cifra de la sílaba tónica.
Al examinar esos trazos físicos, hay que considerar varios factores generales. Primero, como esos trazos son componentes íntegros de la onda sonora siempre se encuentran presentes en la onda sonora de cada sílaba. Segundo, al usar las medidas físicas de esos trazos para identificar a la sílaba tónica, hay que recordar que lo que indica la sílaba tónica no son medidas absolutas, sino medidas relativas. Tercero, esa relatividad se debe en parte al principio de la disminución, que dice que ciertos aspectos como tono, intensidad y velocidad de habla (relacionado con la duración) tienden a disminuirse a lo largo del grupo fónico sobre todo al aproximarse al final del grupo fónico. Cuarto, hay que considerar los efectos de la entonación, sobre todo en relación con el tono. Quinto, hay que considerar que sobre todo en la
19.15
La comparación de los indicadores de acento en las articulaciones de las palabras españolas camino y caminó. La sílaba tónica está sombreada y la célula de color negro indica una cifra más alta que la cifra de la sílaba tónica.
última sílaba del grupo fónico, las medidas absolutas pueden ser engañosas debido a la disminución y a la entonación.
El siguiente resumen contrasta el español y el inglés en cuanto a los posibles indicadores de acento:
El timbre. En inglés, el timbre vocálico puede ser un indicador de acento en el sentido de que la vocal de una sílaba solo se reduce a la vocal neutra schwa en una sílaba átona. Sin embargo, como ya se examinó en el Capítulo 11, las vocales plenas inglesas también se dan en sílabas átonas. En español el timbre no es indicador de acento. Aunque puede haber una leve reducción o centralización fonética de la vocal de una sílaba átona, no es suficiente para ser indicador de acento.
La duración. En inglés, una duración más larga tiende a ser indicador de acento. Los datos presentados indican una tendencia general de alargar la sílaba tónica. Como se ha comentado varias veces, hay que considerar, mientras tanto, los efectos de la disminución, que hace que la velocidad disminuya al aproximarse al final del grupo fónico, creando un alargamiento de la sílaba final, sea tónica o átona. También hay que tomar en cuenta que el inglés tiene vocales plenas largas y breves. En español existe también una leve tendencia de alargar la sílaba tónica, pero el alargamiento es mucho menos que el del inglés. El hecho de que la diferencia temporal entre sílabas tónicas y sílabas átonas no sea tan marcada en español como en inglés, junto con el principio de disminución, hace que la duración en español no sea indicador de acento del todo fiable.
El tono. Tradicionalmente se ha considerado un tono más alto como indicador del acento en inglés. Sin embargo, hay excepciones debido a las posibles variaciones en la entonación. Tradicionalmente muchos autores han comentado que el tono es el principal indicador del acento en español. Sin embargo, debido a las muchas excepciones, parece mejor revaluar esa posición. Esas excepciones surgen principalmente debido a los patrones de entonación que varían tanto que hacen que el tono en sí sea poco fiable como indicador de acento.
La intensidad. En inglés, una intensidad más alta tiende a ser indicador de acento. Los datos presentados muestran una tendencia general de un aumento de intensidad en la sílaba tónica en ambas lenguas. En español la intensidad resulta ser el indicador más fiable al considerar los efectos del principio de disminución. Esto quiere decir que la intensidad absoluta no tiene que ser la más alta para indicar un acento tónico, pero sí tiene que tener una intensidad relativa que lo indique según se presentó ya en el texto.
Decir que el indicador de acento más relevante en español es la intensidad no quiere decir que la intensidad siempre indique el acento ni que sea el único indicador de acento; quiere decir simplemente que la intensidad relativa sí indica el acento en la gran mayoría de los casos. Como se dijo al principio, el acento puede tener múltiples indicadores. Es decir, el indicador de intensidad relativa puede acompañarse o no de un aumento de tono o de una duración más larga, pero el indicador relativo más consistente es la intensidad. En los pocos casos en que la intensidad relativa no indica la sílaba tónica, son el tono y/o la duración los que tienen que indicarlo. El Cuadro 19.16 identifica el papel de los posibles indicadores acústicos en relación con el acento inglés y al acento español.
Es interesante notar que muchos estudiantes anglohablantes, sobre todo los principiantes, tienen bastante dificultad en identificar la sílaba tónica. Es útil entender las razones por las cuales ocurre esa dificultad, que surge debido a que el español emplea una mezcla de indicadores distintos del inglés a los que el estudiante anglohablante tiene que acostumbrarse. De hecho, en términos del número de indicadores consistentes, el anglohablante, al enfrentarse con el español, tiene que aprender a reconocer la sílaba tónica con menos información a la que está acostumbrado porque como se ve en el Cuadro 19.16, el inglés tiene cuatro indicadores importantes de acento, mientras que el español tiene solo uno.
19.16 El papel de los posibles indicadores acústicos en relación con el acento inglés y con el acento español.
En cuanto a la posición de la sílaba acentuada con respecto a la palabra, hay tres asuntos que examinar. El primero tiene que ver con un aspecto teórico de la tipología del acento entre los idiomas del mundo. El segundo tiene que ver con la posición de la sílaba tónica con respecto a la palabra. El tercero tiene que ver con la variabilidad del acento en una misma palabra.
Los idiomas del mundo suelen dividirse en dos tipos según su acentuación: idiomas con acento fijo e idiomas con acento variable o libre. Los idiomas de acento fijo son los idiomas en que el acento siempre recae sobre determinada sílaba. Ejemplos de idiomas con acento fijo incluyen el hebreo moderno y el quiché en que la sílaba tónica siempre cae en la última sílaba de la palabra. En polaco y en samoano la sílaba tónica es siempre la penúltima sílaba de la palabra. Las palabras del checo y del húngaro siempre se acentúan en la primera sílaba.
En los idiomas de acento variable, la posición de acento puede reflejar una distinción léxica. El inglés es un buen ejemplo de un idioma con acento libre, como ya se ha demostrado con las palabras content (sustantivo) [khɑnthƐnt] y content (adjetivo) [khənthέnt]. Hay varios ejemplos en inglés de palabras diferenciadas por la posición del acento: address (sustantivo) [ǽdɹƐs] y address (verbo) [ədɹέs]; record (sustantivo) [ɹέkɻ̩d] y record (verbo) [ɹəkɔ´ɻd]; increase (sustantivo) [™ŋkɹ̥is] y increase (verbo) [Iŋkɹ̥í̮is].9
El español también tiene un acento variable como lo tiene el inglés. Así es posible que el significado de una palabra cambie según la posición de la sílaba tónica dentro de la palabra. A veces eso se llama acento fonológico, porque hay que designar el acento en la especificación fonológica de la palabra, siendo que el acento no recae en una posición fija para todas las palabras del idioma. En español abundan ejemplos de pares de palabras que se diferencian por la posición del acento: anden y andén, libro y libró, pese y pesé; abra y habrá. El Cuadro 19.17 presenta tríadas de palabras en que hay tres palabras distintas que varían solo según la posición de acento.10
19.17
Tríadas de palabras que varían solo según la posición del acento.
En español, las palabras se clasifican según la posición de la sílaba tónica dentro de la palabra. Esa clasificación siempre se realiza comparando la posición de la sílaba tónica en relación con la última sílaba. En español, entonces, el acento recae en la última, penúltima, antepenúltima o trasantepenúltima sílaba de la palabra. Hay dos series de términos que se usan para denominar las distintas posiciones de la sílaba tónica: una serie de términos basados en el griego y otra serie de términos basados en el latín. Como se usan los dos grupos de términos comúnmente, hay que saber los dos. El Cuadro 19.18 demuestra esos términos y da ejemplos de cada tipo. Es de notar que las únicas palabras superproparoxítonas o sobreesdrújulas son combinaciones de verbos y pronombres átonos.
En inglés puede haber variabilidad en la posición de la sílaba acentuada por varios motivos. Ya se comentó arriba la posibilidad de cambiar el significado de una palabra por cambiar la posición del acento. Esto ocurre tanto en inglés como en español. Ya se citaron varios ejemplos de ese fenómeno para los dos idiomas.
En inglés también puede haber variabilidad léxica en que una palabra tiene dos posibles pronunciaciones que se diferencian por la posición de la sílaba tónica. Hay muy pocos ejemplos de esa variabilidad en inglés, pero se ven en los ejemplos de las palabras mischievous ([místʃəvəs] o [mıstʃíi̯vjəs]), harassment ([hέɻəsmənt] o [həɹǽsmənt]), Caribbean ([khƐɻəbíən] o [khəɹíbiən]). Este tipo de cambio apenas se da en español y siempre resulta en formas estigmatizadas, como por ejemplo [mái̯s] por [maís] maíz, [báʝamos] por [baʝámos] vayamos, [mέ̃n̪diβo] por [mƐ̃n̪díβo] mendigo, o [pƐſjóðo] por [pƐſíoðo] período.
En inglés hay casos en que la posición del acento cambia dentro de una palabra para evitar que haya dos acentos tónicos seguidos. Ejemplos de este fenómeno son las palabras sixteen y clarinet en los siguientes contextos (las sílabas tónicas se indican en negrita):11
Se ha usado el término acento de frase para describir este fenómeno, pero a fin de cuentas sí resulta en un cambio en el acento léxico de la palabra, generalmente para evitar dos sílabas tónicas seguidas. Este tipo de cambio de acento léxico no ocurre en español.
19.18
Términos para denominar las distintas posiciones de la sílaba tónica.
En inglés también se habla comúnmente de acento primario y acento secundario en una sola palabra. Así los diccionarios suelen indicar que en la palabra diplomatic, la primera sílaba lleva acento secundario, la segunda sílaba es átona, la tercera sílaba lleva acento primario y la cuarta es átona: [, dIpl̥ə‘mæſIk]. Sin embargo, se puede atribuir esa supuesta diferencia entre acento primario y acento secundario a los efectos de entonación o acento de frase como
demuestran las siguientes oraciones inglesas:11
En esas oraciones, se nota que el “acento” más fuerte de la primera oración recae en la sílaba [mǽ1] de diplomatic. En la segunda oración, ya el “acento” más fuerte recae en la sílaba [ɹái̯] de writer. De hecho, en la palabra diplomatic de esa segunda oración, el acento léxico que recae en la sílaba [mǽ] no es más fuerte que el que recae en la sílaba [dí]. Sin embargo, al decir diplomatic como palabra aislada o al final de una oración como la primera oración de arriba sí parece que la sílaba [mɹ] es más fuerte que [dí]. Pero eso no se debe a factores de acento léxico, sino a acento de frase y entonación que resulta en el refuerzo de la última sílaba tónica de la frase. Este tipo de refuerzo no ocurre en español.
Las palabras tónicas son las que portan o contienen una sílaba tónica. Las palabras átonas son las que no portan ni contienen sílaba tónica. Si una palabra es tónica o átona depende de la categoría léxica de la palabra o de su función. Hay categorías de palabras que solo contienen palabras tónicas, y hay categorías de palabras en que hay una sub-categoría de palabras tónicas y otra de palabras átonas. También hay algunas palabras que portan dos sílabas tónicas.
Las palabras portadoras de una sílaba tónica, o sea las palabras que contienen una sílaba con acento fonético o fonológico, incluyen todas las palabras de las cuatro principales categorías léxicas:
Hay varias categorías que contienen tanto palabras tónicas como palabras átonas. Sin embargo, en estos casos hay motivos funcionales y/o históricos para diferenciar entre las palabras tónicas y las palabras átonas de cada categoría. Esas categorías son:
Hay pronombres personales tónicos y pronombres personales átonos. Los pronombres personales tónicos son los que funcionan como el sujeto de la oración o como un complemento de una preposición. El Cuadro 19.19 demuestra los pronombres que siempre llevan un acento fonético.
Los pronombres personales átonos son los que funcionan como un complemento directo o complemento indirecto de una oración. Esos pronombres también se llaman pronombres clíticos, ya que el pronombre átono tiene que apoyarse prosódicamente en el verbo precedente (ej. para darle el dinero) o subsiguiente (ej. Juan le dio el dinero). El Cuadro 19.20 demuestra los pronombres que sistemáticamente no llevan acento fonético.
Los determinantes son las palabras que introducen al sustantivo. Hay varios tipos de determinantes; algunos son tónicos y otros son átonos. Siendo que se relacionan con un sustantivo, los determinantes se flexionan para número y género como los adjetivos.
19.19 Pronombres personales que siempre llevan acento fonético.
Los determinantes tónicos incluyen:
Los determinantes átonos incluyen:
Las palabras que, cuando, como, quien, donde, adonde, porque, cual, cuanto, cuyo pueden ser tónicas o átonas dependiendo de su función.
19.20
Pronombres personales que no llevan acento fonético.
Las palabras qué, cuándo, cómo, quién, dónde, adónde, por qué, cuál, cuánto, cuán son tónicas cuando funcionan como interrogativas o sea cuando son las incógnitas lingüísticas que se emplean al formar preguntas que piden nueva información. Son
palabras tónicas tanto en preguntas directas como en preguntas indirectas:12
Las palabras qué, cuándo, cómo, quién, dónde, adónde, por qué, cuál, cuánto, cuán también son tónicas cuando funcionan como exclamativas.
Las palabras que, cuando, como, quien, donde, adonde, porque, cual, cuanto, cuan, cuyo son átonas cuando funcionan como conjunciones.
Las palabras que, cuando, como, quien, donde, adonde, porque, cual, cuanto, cuan, cuyo son también átonas cuando funcionan como pronombres relativos o nexos relativos en general.
Debido a la diferencia de tonicidad en las palabras que, cuando, como, quien, donde, adonde, porque, cual, cuanto, cuan, cuyo, puede haber contrastes de significado, como demuestran los siguientes ejemplos:
Yo sé que piensan. | I know that they think. |
Yo sé qué piensan. | I know what they think. |
Es importante porque lo hicieron. | It is important because they did it. |
Es importante por qué lo hicieron. | What is important is why they did it. |
Las preposiciones se dividen en dos subcategorías: una de preposiciones átonas y una de preposiciones tónicas.
Las preposiciones átonas incluyen la mayoría de las preposiciones simples, es decir, las que se forman de una sola palabra. Las principales preposiciones de la categoría átona son las preposiciones monosilábicas a, con, de, en, por, sin y tras y las preposiciones bisilábicas ante, bajo, cabe, contra, desde, entre, hacia, hasta, para, salvo y sobre. Las excepciones, es decir, las preposiciones simples que son tónicas, son las preposiciones bisilábicas según y vía y las preposiciones trisilábicas durante, excepto y mediante. Son átonas también las preposiciones compuestas de dos preposiciones átonas, como se ven en los ejemplos en las siguientes frases: de por sí, hasta por los codos, desde por la mañana, para con él.
Las preposiciones tónicas incluyen las preposiciones simples excepcionales ya citadas: las preposiciones bisilábicas según y vía y las preposiciones trisilábicas durante, excepto y mediante. Son tónicas también las preposiciones compuestas que contienen un sustantivo o un adverbio, con componentes tónicos. Esas preposiciones conforman a tres patrones. El patrón más común se forma de una preposición simple átona más un sustantivo tónico más una preposición simple átona: a causa de, con motivo de, de acuerdo con, por parte de. Otro patrón es una preposición compuesta de un adverbio tónico más una preposición simple átona: además de, cerca de, detrás de, encima de.
Las conjunciones también se dividen en dos sub-categorías: una de conjunciones átonas y una de conjunciones tónicas.
Las conjunciones átonas incluyen la mayo-ría de las conjunciones simples, es decir, las que se forman de una sola palabra. Las conjunciones principales de la categoría átona son las conjunciones aun, mas, luego, menos, ni, o/u, pero, que, salvo, si, sino, y/e. Hay también conjunciones átonas compuestas de una preposición átona más una conjunción átona, algunas escritas como una sola palabra y otras escritas como dos palabras: aunque, conque, hasta que, para que, por que, porque, sin que. Hay otras conjunciones compuestas átonas: en cuanto, sino que.
Las conjunciones tónicas incluyen las llamadas locuciones conjuntivas que siguen básicamente tres patrones distintos:
Existen también conjunciones correlativas, o sea conjunciones que se emplean en pares con expresiones intermediarias. Esas también son tónicas o átonas según las categorizaciones ya hechas: apenas … cuando, aunque … sin embargo, o … o, ni … ni, sea … sea, ya … ya.
Los números son interesantes porque según su posición, un número puede ser tónico o átono. Los números son siempre tónicos cuando se emplean de forma aislada; así que los números seis, nueve, veinte, cien, mil cuando aparecen aislados siempre contienen una sílaba tónica. La situación se pone un poco más complicada cuando se trata de los números compuestos. Los números compuestos siempre se presentan en grupos de tres dígitos según el siguiente esquema tradicional:
Al decir un número compuesto, siempre se separa el número por sus casillas numéricas. Siendo así, el número de arriba se dice de la siguiente manera:13
La pregunta, sin embargo, es ¿cuáles son los elementos tónicos? La respuesta se resume con dos principios:
Siendo así, el número de arriba, con las sílabas tónicas en negrita, es:
Las fracciones siguen las mismas reglas ya descritas para los números cardinales. Cuando el denominador es de dos a diez, se usan las formas tónicas de mitad, tercio, cuarto, quinto, sexto, séptimo, octavo, noveno, décimo. Cuando el denominador es de cien, mil o un millón, se usan las formas tónicas de céntimo, milésimo, o millonésimo. En todos los demás casos, se usa para el denominador el número cardinal con el sufijo -avo, que siempre es tónico. Siguen algunos ejemplos con las sílabas tónicas en negrita:
Los números ordinales también pueden seguir el patrón de los números cardinales, aunque por ser menos usados, se resisten a la tendencia a la desacentuación de elementos tónicos. Por ejemplo:
Hay dos tipos de palabras, que por su composición, contienen dos sílabas tónicas. Los dos tipos vienen, por lo menos históricamente, de palabras compuestas: es decir, palabras que se forman o se crearon de dos raíces semánticas. Sin embargo, es importante reconocer que no todas las palabras compuestas tienen dos sílabas tónicas. Esto refleja el proceso de adaptación léxica.
Los adverbios que terminan en -mente siempre contienen dos sílabas tónicas. Esto se debe a su evolución histórica, puesto que vienen de la forma femenina de un adjetivo más el sustantivo femenino -mente. En el español moderno, esas palabras mantienen su acentuación original; esto es, el componente adjetival mantiene su acento como también el sufijo derivativo -mente que lo convierte en adverbio, como demuestran los siguientes ejemplos:14
Es importante enfatizar que esto se aplica solamente a adverbios que terminan en -mente y no simplemente a cualquier palabra que termine en -mente. Por eso el adjetivo vehemente [bemε∽́n̪te] tiene solamente una sílaba tónica, mientras que el adverbio vehementemente [bemε∽́temε∽́n̪te] tiene dos.
La cuestión de palabras compuestas es difícil por ser problemático el definir lo que constituye una palabra compuesta. Obviamente, palabras como paraguas y sacapuntas son palabras compuestas, pues contienen dos raíces (en estos casos un verbo más un sustantivo) y aun se escriben como una sola palabra. Se puede preguntar, sin embargo, si es necesario que una palabra compuesta se escriba como una sola palabra. La palabra paraguas contiene dos raíces que se refieren a un solo objeto; en el caso de contestador automático, hay también dos raíces para referirse a un solo objeto, pero en este caso se escriben como dos palabras. El escribirse o no una palabra compuesta como una o dos palabras refleja generalmente dos cosas:
El proceso de la integración de una palabra compuesta en el léxico y su escritura como una sola palabra incluye la desacentuación de su primer elemento. Según este proceso, el edificio que rasca cielos [rá;skasjélos] llegó a ser un rascacielos [raskasjélos] escrito como una palabra y con un solo acento fonético. La regla a seguir, sin embargo, es simple: si la palabra compuesta se escribe como dos palabras, cada elemento contiene una sílaba tónica; si la palabra compuesta se escribe como una sola palabra, la palabra compuesta en sí contiene solo una sílaba tónica en la última raíz de la palabra compuesta.
Hay otro tipo de palabras compuestas que hay que tratar: las compuestas con elementos unidos con guión: hispano-francés, árabe-israelí, ascético-místico, astur-leonés, histórico-crático-bibliográfico. En el caso de los elementos separados por guión, cada elemento porta una sílaba tónica.
El sistema de acentuación ortográfica se usa en español para indicar en el idioma escrito la vocal tónica del idioma oral. La acentuación ortográfica es un artificio del lenguaje escrito, que es una manifestación secundaria del idioma. Siendo así, el acento ortográfico no es componente ni del habla ni de la comprensión auditiva. Sin embargo, uno sítiene que preocuparse por la acentuación ortográfica tanto al escribir como al leer. La siguiente presentación, entonces, encara lacuestión de la acentuación ortográfica desde el punto de vista de esas dos habilidades.
Al escribir en español, debe uno seguir tres pasos:
Si la palabra termina en VOCAL o N o S, se hace la siguiente pregunta:
¿Se acentúa la palabra en la penúltima sílaba?
Ej. | cantara | cantará |
sales | al revés | |
comen | el andén |
Si la palabra termina en CONSONANTE salvo N o S, se hace la siguiente pregunta:
¿Se acentúa la palabra en la última sílaba?
Ej. | civil | fácil |
usted | áspid | |
feliz | lápiz |
Al aplicar esas reglas, hay que considerar los siguientes principios:
Ej. | fue | dio |
vi | ti | |
buen | bien |
Ej. | Él | ACENTUATIÓN |
Águila | ESDRÚJULA |
Los casos más problemáticos en cuanto a la aplicación de esas reglas son cuando las palabras contienen diptongos o triptongos. Lo más importante en esos casos es recordar lo que constituye una sílaba de acuerdo con las especificaciones del Capítulo 18. Es útil siempre tener en mente que un diptongo se compone de una secuencia de dos vocales, siendo por lo menos una de ellas una vocal alta y átona; un triptongo se forma de una vocal alta y átona, seguida de una vocal no alta y luego de otra vocal alta y átona. El hiato es una secuencia de dos vocales contiguas en sílabas separadas. En todos esos casos hay que identificar al núcleo silábico, que siempre será la vocal no alta de un diptongo o triptongo. Las siguientes pautas describen cómo esas reglas se aplican a las palabras que contienen diptongos, triptongos y hiatos.
Ej. | he-roi-co | tam-bién |
pier-den | hués-ped | |
cuen-ca | es-tu-diáis |
Ej. | ra-íz | a-ún |
le-í-a | a-cen-tú-o | |
pe-rí-o-do | re-ú-ne |
Ej. | viu-da | ca-suís-ti-co |
a-rrui-na | vein-tiún | |
cons-trui-do | je-suí-ti-co |
Ej. | de-sahu-cio | pro-hí-bo |
bú-ho | va-hí-do | |
re-hí-zo | re-hú-so |
Para fines de la aplicación de la reglas de acentuación ortográfica, se consideran la secuencia de dos vocales homólogas y la secuencia de dos vocales no altas siempre como sílabas separadas.
Ej. | lo-or | pro-ve-e |
re-al | de-án | |
se-a | bó-er |
Hay cinco casos que no caben dentro de la aplicación de las reglas ya presentadas. Los primeros tres tratan palabras que sí llevan acento ortográfico pero, que no tendrían que llevarlo para indicar la vocal tónica. Los últimos dos tratan palabras que contienen dos sílabas acentuadas.
19.21 Palabras homófonas demostrando la diferencia entre la palabra tónica indicada con acento escrito y la átona sin acento.
Ej. | 10 ó más | 10 ó15 |
tres o cuatro | Juan o Luis | |
i ó u | 0,6 ó 0,7 |
Ej. | fe-liz-mente | fá-cil-mente |
ra-ra-mente | rá-pi-da-mente | |
an-cio-sa-mente | frí-a-mente |
Ej. | baloncesto | decimoséptimo |
pasamanos | ibero-germánico | |
puntapié | gramático-histórico |
Al leer una palabra desconocida, es importante saber dónde poner el énfasis fonético. Para hacerlo correctamente, uno debe seguir las siguientes reglas:
Al aplicar esas reglas en la lectura, hay que recordar los siguientes conceptos relativos al diptongo. Si el núcleo vocálico se encuentra en un diptongo, el núcleo es siempre la vocal no alta. Si el diptongo se compone tanto de {i} como de {u}, el núcleo es siempre la segunda vocal del diptongo.
En este capítulo, se han tratado cuatro asuntos relativos al acento: los indicadores del acento, la posición de la sílaba tónica en la palabra, las palabras tónicas y átonas y el acento ortográfico.
Es necesario que el estudiante anglohablante reconozca las diferencias que existen entre la naturaleza del acento en español en comparación con la naturaleza del acento en inglés. Básicamente, el acento del inglés se indica mediante cuatro recursos: el timbre, la duración, el tono y la intensidad. En español, el indicador más fuerte y más consistente es el de la intensidad; los otros tres indicadores juegan un papel mucho menos relevante. Hay que recordar, sin embargo, que la intensidad es un rasgo relativo y en su identificación, hay que considerar los efectos del fenómeno de disminución.
Varios lingüistas, sin embargo, han declarado que el indicador principal del acento en español es el tono, sin embargo, la investigación presentada en este capítulo ha demostrado la inconsistencia del tono como indicador de acento. Uno de los problemas de proponer el tono como indicador principal de acento es que el tono es el indicador esencial de la entonación, así que hay que entender que una subida o bajada en el tono es generalmente más bien un reflejo de la entonación que el de un indicador de acento. Como se verá a continuación en el Capítulo 21, es la entonación que rige los cambios tonales más que el acento, sobre todo al aproximarse al final de cada grupo fónico.
Es importante reconocer que la mayoría de las palabras, tanto en español como en inglés, contiene una sílaba tónica. Como se ha demostrado, tanto el español como el inglés tienen un acento variable, lo que quiere decir que el acento puede recaer sobre la última sílaba, sobre la penúltima, sobre la antepenúltima, o sobre la trasantepenúltima, dependiendo de la palabra. El saber cuál es la sílaba tónica es parte íntegra de saber la palabra.
En cuanto a las palabras tónicas y átonas, se necesita saber que la distinción radica principalmente en la categoría o función de la palabra. Las palabras de las principales categorías léxico-semánticas siempre llevan una sílaba tónica: los sustantivos, los verbos, los adjetivos y los adverbios. Las otras categorías contienen tanto palabras tónicas como palabras átonas: los pronombres personales; los determinantes; las palabras que, cuando, como, quien, donde, adonde, porque, cual, cuanto, cuyo; las preposiciones; las conjunciones y los números.
El acento ortográfico es un recurso muy útil del lenguaje escrito. Debido al acento ortográfico del español, no se hace necesario buscar una palabra desconocida en el diccionario para saber acentuarla al escribir o pronunciarla al leer, como es el caso del inglés: es solamente cuestión de aplicar las reglas simples e inmutables.
Para aplicar los principios de acento en español, el estudiante debe seguir los siguientes consejos prácticos.
El estudiante anglohablante tiene que tener en mente lo siguiente para indicar el acento en su producción fónica:
Como el acento es un elemento esencial de saber una palabra, se recomienda que el aprendizaje de vocabulario nuevo no sea solamente una experiencia visual, sino que sea también una experiencia auditiva. El estudiante debe pronunciar una palabra nueva, repitiéndola varias veces, para fijar la posición del acento en su conciencia. Por ejemplo, al aprender la palabra inglesa syllable, el anglohablante aprendió que la palabra es [̍sІlǝbł̩] y no *[sǝ̍1æbł]. De igual forma, es importante que el estudiante anglohablante que aprende español aprenda que la palabra española para captain es [kapitaæn] y no *[kápi tãn] ni *[kapítãn].
Lo importante en cuanto al concepto de acento es que haya una clara diferencia entre la sílaba tónica y la sílaba átona. Como ya se ha indicado, la distinción principal en español es la de intensidad. Esto se aplica también cuando se trata de una palabra átona, que siempre se apoya en una palabra o expresión tónica.
El acento ortográfico es un concepto nuevo para el anglohablante, pero no es un concepto difícil. Las reglas de la acentuación ortográfica son simples y consistentes: no hay motivo que justifique errores. Al escribir, el estudiante debe tener en mente las reglas y aplicarlas sistemáticamente hasta que el proceso llegue a ser automático.
El acento es uno de los elementos suprasegmentales de la fonética y fonología. Es importante aplicar los principios de este capítulo no solo porque afecta la percepción de acento, sino que también puede tener un valor contrastivo: es decir, puede afectar el significado de una palabra (anden [ã́n̪dƐ῀n] frente a andén [ãn̪dƐ̃́n]) o de una oración (Sé que piensan. [sékepjƐ̃́nsãn] frente a Sé qué piensan. [séképjƐ̃́nsãn]).
Los principales indicadores de acento son diferentes en español e inglés, según indica el Cuadro 19.22 (repetido de 19.16), que resume los resultados de la investigación presentados en el cuerpo del capítulo. En inglés hay cuatro indicadores que marcan la sílaba tónica: intensidad, tono, duración y timbre. En español hay solo un indicador consistente que marca la sílaba tónica: la intensidad. Es por eso que muchas veces el anglohablante que aprende español suele tener dificultad en identificar la sílaba tónica.
19.22 El papel de los posibles indicadores acústicos en relación con el acento inglés y con el acento español.
Hay cuatro posibilidades para la posición de la sílaba tónica en una palabra española. El Cuadro 19.23, (repetido de la Fig. 19.18), resume esos datos.
Una palabra tónica es una que contiene una sílaba tónica y una palabra átona es una que carece de sílaba tónica. Las palabras tónicas incluyen las principales categorías léxicas; son también las categorías con más peso semántico:
Las demás categorías contienen palabras tónicas y palabras átonas. El Cuadro 19.24 indica las palabras tónicas y átonas de cada categoría.
Siendo artificio del lenguaje escrito, el acento ortográfico solo se aplica en la escritura o en la lectura. Los pasos para la aplicación de las reglas son las siguientes:
19.23
Términos para denominar las distintas posiciones de la sílaba tónica.
Las reglas de acentuación ortográfica se resumen en el Cuadro 19.25. Al aplicar esas reglas, hay que considerar los siguientes puntos descritos en este capítulo:
19.24 Categorías gramaticales con palabras tónicas y átonas.
Al leer una palabra desconocida, es importante saber dónde poner el énfasis fonético. Si hay un acento ortográfico, se debe poner énfasis en la vocal sobre la cual aparece el acento. Si no lo hay, se acentúa la penúltima sílaba si la palabra termina en VOCAL o N o S; se acentúa la última sílaba si la palabra termina en CONSONANTE salvo N o S. Al aplicar esas reglas, hay que recordar los siguientes conceptos relativos al diptongo. Si el núcleo vocálico se encuentra en un diptongo, la vocal tónica es siempre la vocal no alta. Si el diptongo se compone tanto de {i} como de {u}, la vocal tónica es siempre la segunda vocal del diptongo.
19.25
Reglas para la colocación del acento ortográfico.
Pronuncie las siguientes palabras prestando atención a la acentuación, cuidándose de usar la amplitud como indicador de acento y no el cambio tonal ni el alargamiento silábico.15
ánimo | animo | animó |
árbitro | arbitro | arbitró |
cántara | cantara | cantará |
célebre | celebre | celebré |
depósito | deposito | depositó |
estímulo | estimulo | estimuló |
hábito | habito | habitó |
íntimo | intimo | intimó |
límite | limite | limité |
término | termino | terminó |
1. Acento diferencial en inglés y español.
2. English multiplication.
3. La relativa duración de sílabas átonas y tónicas en inglés (el Cuadro 19.2).
4. La relativa duración de sílabas átonas y tónicas en español (el Cuadro 19.3).
5. La palabra inglesa content en dos oraciones (el Cuadro 19.5).
6. La palabra española camino en dos oraciones (el Cuadro 19.6).
7. Las palabras españolas camino y caminó en dos oraciones (el Cuadro 19.7).
8. Las palabras españolas cántara, cantara y cantará (el Cuadro 19.9).
9. Palabras con acento contrastivo en inglés.
10. Palabras con acento contrastivo en español.
11. Variabilidad en las sílabas tónicas del inglés.
12. La tonicidad de palabras como que, etc.
13. La tonicidad en números.
14. La tonicidad en los adverbios terminados en -mente.
15. Ejercicios de pronunciación: la posición del acento fonético.