Notas
[1]
Mircea Eliade (1907-1986) fue filósofo,
historiador de las religiones y novelista rumano. Escribía y
hablaba correctamente ocho idiomas. Ha sido considerado uno de los
fundadores de la historia moderna de las religiones. Sus obras más
conocidas entre otras son:
Herreros y alquimistas,
El
mito del eterno retorno,
Imágenes y símbolos,
Lo
sagrado y lo profano e
Historia de las creencias
religiosas.
[2]
La Geobiología es la ciencia que estudia la
relación entre los seres vivos y las energías que emanan de la
Tierra, sus influencias positivas o negativas en el hábitat y su
entorno, y que pueden llegar a producir graves patologías.
[3]
René Guenon (1886-1951). Matemático de
profesión, es conocido por sus publicaciones de carácter filosófico
espiritual y por la divulgación de la denominada Tradición
espiritual. Destacó por su crítica a la civilización occidental
desde puntos de vista metafísicos y no ideológicos ni políticos.
Fundador de la revista
Gnose, publica entre otros:
El
rey del mundo,
El simbolismo de la cruz,
la gran
tríada y la crisis del mundo moderno. Se cuentan en su haber
centenares de artículos y algunas docenas de libros. Todo ello de
la máxima relevancia.
[4]
Herodoto de Halicarnaso, historiador y
geógrafo griego (484-425 a.C.), considerado el padre de la
historiografía, narró las guerras Médicas y su obra más relevante
es la Historia (en nueve libros).
[5]
Estrabón, geógrafo e historiador nacido en
Amasya, Turquía, en el año 63 a.C., autor de la Geografía,
compuesta por cinco gruesos volúmenes.
[6]
El Hades en la mitología griega aludía tanto
al inframundo como al dios de los muertos.
[7]
Carl Gustav Jung (1875-1961). En el cantón de
Zurich fundó la escuela de Psicología Analítica y formuló el
concepto del Inconsciente Colectivo. Tuvo gran interés por el
Gnosticismo, el Neoplatonismo y la Alquimia. Su interés póstumo por
los OVNI fue una sorpresa para muchos, tanto para seguidores como
para detractores de su pensamiento.
[8]
Blanche Merz dirige el Instituto de
Geobiología de Chardonne en Suiza. Los trabajos del Instituto se
basan en las fuerzas terrestres y sus efectos en los seres vivos.
Merz fue conocida mundialmente por su trabajo titulado:
Pirámides, catedrales y monasterios.
[9]
Fulcanelli, posible seudónimo de un autor o de
un grupo de alquimistas del siglo XX. Se cree que nació en año 1877
y que murió en Paris en 1932, a pesar de que todo se basa en
rumores. Sus obras más conocidas han sido:
El misterio de las
catedrales y Las moradas filosofales.
[10]
Louis Charpentier, tal vez un seudónimo, se
dio a conocer por su obra principal titulada
El misterio de la
catedral de Chartres. Otros trabajos suyos relevantes son:
Los misterios templarios, Los gigantes y su origen y
El misterio vasco.
[11]
Hernst Hartman, médico alemán, estudió la
relación entre el magnetismo terrestre y las posibles patologías
del se humano. Es conocido por la red que descubrió y que lleva su
nombre. Se trata de unas paredes de energía sutil que emanan del
subsuelo y se extienden verticalmente hasta los 2000 m. Poseen una
constante de 21cm de espesor y su disposición paralela es a
intervalos de 2,5m en la orientación Norte-Sur, y de unos 2m las de
Este-Oeste.
[12]
Alfred Bovis, físico francés, creó la escala
que lleva su nombre y que utiliza las longitudes de onda
electromagnética y, concretamente, la longitud de onda de la luz
roja que se encuentra en la región de 6500 Angström.
[13]
La Cábala es una de las principales
corrientes de la mística judía. Consiste en un análisis del llamado
Árbol de la Vida. Trata todo lo referente a los mundos celestiales
mediante el ejercicio del estudio y el cumplimiento de preceptos y
reglas de orden superior.
[14]
La ciudad de Crotona fue el escenario en el
que Pitágoras fundó su escuela de filosofía en el siglo VI
a.C.
[15]
Los gremios de constructores redactaron una
serie de códigos sobre aspectos jurídicos, administrativos y de
usos y costumbres. El más antiguo que se conoce es el de los
Estatutos de Bolonia del año 1248. El de Ratisbona fue, entre
otros, uno de los que llegaron a formarse a lo largo de la historia
de los masones «operativos».
[16]
Honnecourt fue un arquitecto que vivió en la
primera mitad del siglo XIII. Maestro itinerante, ha pasado a la
historia debido a su cuaderno de viajes en el que se encuentran
gran cantidad de dibujos y bocetos constructivos, extensa
iconografía, así como utillaje para la construcción de
catedrales.
[17]
Jean Hani es profesor emérito de la
Universidad de Amiens, en Francia. Especializado en literatura
griega y filosofía, ha dedicado sus trabajos al simbolismo. De
entre sus obras destacan:
El simbolismo del templo
cristiano y
Mitos, ritos y símbolos.
[18]
El
tiffinagh o
tiffanagh es
el alfabeto que se ha utilizado para transcribir varias lenguas
bereberes. Se conoce su existencia desde el siglo IV a.C. en todo
el norte de África y en las islas Canarias. Se le supone un origen
púnico.
[19]
Franz Rziha, arquitecto austríaco. Tras
estudiar nada menos que 1.000 marcas de cantería en la catedral de
Estrasburgo demostró que la estructura de todas ellas se formó
sobre una base a partir de 64 pequeños cuadrados, triángulos
equiláteros y rosetones trilobulados.
[20]
Basilio Valentín nació en Alsacia en 1394.
Monje benedictino, utilizó el antimonio como medicamento y
describió la forma de preparar el ácido clorhídrico. Su tratado
Aureliae occultae philosophorum se basa en el diálogo
entre Adolfo, joven que pretende alcanzar el conocimiento de la
Piedra Filosofal y el Anciano, sabio alquimista que le aconseja en
lo relativo a este tema.
[21]
Bernardo de Claraval (1090-113) fue un monje
cisterciense francés y abad de Clairvaux, Francia. Expandió la
orden por toda Europa, fue el inspirador en la creación de la
famosa Orden del Templo y en la redacción de sus estatutos e hizo
reconocerla en el Concilio de Troyes en 1128. En 1145 predicó en el
Languedoc a los cátaros, sin éxito.
[22]
Titus Burckhardt, suizo alemán, dedicó su
vida al estudio de los diferentes aspectos de la sabiduría y la y
la tradición. Desarrolló un profundo y vasto conocimiento del arte
y la civilización islámica, convirtiéndose al Islam. De entre sus
numerosas obras cabe destacar:
Chartres y el nacimiento de la
catedral,
Introducción al sufismo y
Principios y
métodos del arte sagrado.
[23]
Euclides fue un matemático y geómetra griego
que vivió alrededor del año 300 a.C. Es conocido como «El Padre de
la Geometría», su obra
Los Elementos es uno de los
trabajos científicos más conocidos en el mundo. En él presenta de
manera formal sus únicos cinco postulados, el estudio de las
propiedades de líneas y planos, círculos y esferas, triángulos y
conos, etc.
[24]
Luca Pacioli (1445-1514) fue un célebre
matemático franciscano, y uno de los pioneros del cálculo de
probabilidades. Tradujo al latín la Geometría de Euclides. En el
año 1497 escribió su famoso libro De divina proportione, ilustrado
por el famoso Leonardo, presentando sus conocidas figuras
poliédricas.
[25]
Thycho Brahe, astrónomo danés, tuvo
gran admiración por Co pérnico, pero los prejuicios de su tiempo le
impidieron aceptarlo públicamente. Brahe se distinguió por sus
observaciones y posicionamiento de los cuerpos celestes y por su
amistad, aunque corta, con el famoso Kepler.
[26]
Eliphas Levi (1810-1875) es el nombre
que adoptó el mago y ocultista francés Alphonse Louis Constant. Su
obra más conocida
Dogma y ritual de la Alta Magia es un
compendio de Teúrgia e invocaciones. Del presente libro se hizo
famosa la siguiente frase: «La fe no es más que una superstición y
una locura si no tiene como base la razón, y no se puede suponer lo
que se ignora más que por analogía con lo que se sabe. Definir lo
que no se sabe es una ignorancia presuntuosa. Afirmar positivamente
lo que se ignora es mentir».
[27]
Baphomet, también llamado Bafomet,
Bafometo o Bafometto, fue el supuesto ídolo cuyo culto se le
atribuyó a la Orden del Temple. Su figura llegó a tergiversarse con
la aparición del libro
Dogma y ritual de la alta Magia de
Levi. Desde entonces, dicha figura se vincula con el macho cabrío,
con Satanás y otros demonios menores.
[28]
Philippus Aurelus Bombast von
Hohenheim, conocido como Paracelso (1443-1541), fue un alquimista,
médico y astrólogo suizo. Presuntamente llegó a transmutar el plomo
en oro. Introdujo el uso del láudano y su libro principal fue
La gran cirugía.
[29]
Asclepio, Esculapio para los romanos,
fue el dios de la Medicina. Poseía el don de la curación y un gran
conocimiento de las plantas medicinales. Su poder para resucitar a
los muertos suscitó las envidias de Zeus, padre de los dioses,
quien decidió terminar con su vida con uno de sus rayos.
[30]
30 El
Codex Calixtino es un
manuscrito iluminado del siglo XII que se conserva en la catedral
de Santiago de Compostela. Sirve de guía a los peregrinos que
seguían el Camino de Santiago. Es denominado también con el nombre
de
Liber sancti Iacobi. Consta de cinco libros y dos
apéndices.
[31]
San Ireneo (130-202) fue el mejor
discípulo del obispo de Esmirna, Policarpo. Su nombre quedó
vinculado, sobre todo, a las polémicas en contra del
Gnosticismo.
[32]
San Jerónimo o Jerónimo de Estridón
(340-420) tradujo la
Biblia del griego y el hebreo al
latín. Conocida como la
Vulgata, ha sido hasta la
promulgación de la
Neovulgata de 1979, el texto bíblico de
la iglesia católica romana. Ha sido considerado uno de lo cuatro
grandes Padres de la Iglesia.