Capítulo 5
La fonética articulatoria

La fonética articulatoria abarca todo el proceso fisiológico del emisor al producir los sonidos de la cadena fónica. También aporta una clasificación de los sonidos producidos que se basa en la descripción de su producción.

La producción fisiológica del habla

La articulación de los sonidos depende de la participación de los órganos encontrados en cuatro áreas del cuerpo, cuya ubicación se ve en la Fig. 5.1. Primero, cualquier sonido del habla tiene sus orígenes en el sistema nervioso. Segundo, su realización fisiológica comienza con los órganos y cavidades infraglóticos, que incluyen los órganos de respiración y pasajes del aire. Tercero, participa el órgano fonador, la laringe, donde residen las cuerdas vocales. Y cuarto, la formación del sonido concluye con la participación de los órganos y cavidades supraglóticos, que incluyen la boca, sus órganos y la nariz. Es en esta zona que la salida de aire se modifica transformándose en los sonidos del habla.

5.1 Las áreas en las que se encuentran los órganos fonadores.

5.1 Las áreas en las que se encuentran los órganos fonadores.

El sistema nervioso

La producción del sonido articulado comienza en el cerebro. El emisor, al concebir un concepto que quiere transmitir, lo codifica según los pasos ya destacados en el Capítulo 2. Es decir, en el cerebro, el emisor pasa por varios procesos: 1) selecciona las palabras que corresponden al concepto; 2) las pone en cierto orden; 3) selecciona la forma apropiada de cada palabra; 4) identifica los fonemas asociados con cada palabra y escoge los sonidos necesarios para realizar las secuencias de fonemas; 5) determina los movimientos físicos requeridos para su producción. Esos procesos ocurren en una porción del cerebro llamado el área de Broca o la corteza anterior del habla, ubicada en el lóbulo frontal, como se ve en la Fig. 5.2.

Organizada la codificación, el cerebro, desde la franja motora, transmite impulsos por redes de nervios para accionar los músculos que controlan los distintos órganos fonadores. Uno de esos nervios es el nervio frénico que inerva el diafragma, que se encuentra en la región infraglótica. Otro es el nervio recurrente laríngeo, que inerva los músculos que controlan las cuerdas vocales encontradas en la región laríngea. Hay también muchos nervios que controlan el movimiento de los distintos órganos supraglóticos, como por ejemplo el nervio hipogloso que inerva una porción de la lengua.

Los órganos y cavidades infraglóticos

Los órganos y cavidades infraglóticos son los que se encuentran debajo de la laringe. Las principales cavidades son la torácica, que contiene los pulmones y el corazón, y la abdominal, que contiene, entre otros órganos, el estómago. Los órganos fonadores de las cavidades infraglóticas incluyen el diafragma, los músculos intercostales, los pulmones, los bronquios y la tráquea, que se ven en la Fig. 5.3.

5.2 Las principales zonas del cerebro en relación a la producción del habla.

5.2 Las principales zonas del cerebro en relación a la producción del habla.

Las estructuras fisiológicas de la región infraglótica

El diafragma consiste en una serie de músculos que se encuentran en el suelo de la cavidad torácica, separándola de la cavidad abdominal. Al contraerse, el diafragma empuja contra la cavidad abdominal, dejando más espacio para los pulmones. Los músculos intercostales son en realidad dos grupos de músculos que se encuentran entre las costillas. Uno de esos grupos sirve para aumentar el tamaño de la cavidad torácica, permitiendo así la expansión de los pulmones, y el otro sirve para disminuir el tamaño de la cavidad torácica, resultando en la contracción de los pulmones.

Los pulmones, por su parte, son órganos pasivos que sirven como recipientes del aire que se respira y que se usa para hablar. Cambian su forma según los movimientos de los músculos ya descritos, que controlan el tamaño de la cavidad torácica. El aire entra en los pulmones y sale de ellos por medio de dos tubos que se llaman los bronquios, que por su parte se conectan con la tráquea, otro tubo que, en su turno, se conecta con la laringe.

La respiración

Los órganos infraglóticos son responsables por la respiración. La respiración consiste en dos fases: la inhalación y la exhalación. Para que se realice la inhalación, el diafragma se contrae, empujando contra la cavidad abdominal, y los músculos intercostales externos se contraen, abriendo y elevando las costillas. Esos movimientos resultan en un aumento del volumen de la cavidad torácica y consecuentemente en un aumento del volumen de los pulmones como se ve en la Fig. 5.4.

Para entender el resultado de los movimientos físicos de la inhalación, es necesario comprender dos principios de la física relativos a las propiedades de un gas, en este caso el aire. Primero, cuando se trata de una cantidad fija de un gas, existe una relación inversa entre el volumen del gas V y la presión del gas P. La ecuación que describe esa relación es PV=c, donde c equivale a un valor constante. Esto quiere decir que con una cantidad fija de gas, si se disminuye el volumen, sube la presión y viceversa. Segundo, un gas, dentro de un volumen específico, siempre busca un equilibrio de presión.

5.3 Los órganos fonadores infraglóticos.

5.3 Los órganos fonadores infraglóticos.

Aplicando esos dos principios físicos de un gas a los movimientos de la inhalación, se puede entender por qué ocurre el proceso. Al expandirse los pulmones, de inmediato el volumen aumenta, lo que causa una bajada súbita de presión. Con la boca abierta, entonces, entra aire en los pulmones para equilibrar la presión de aire dentro de ellos con la presión atmosférica.

5.4 La respiración ocurre en dos fases—la inhalación y la exhalación—, debido a la expansión y contracción de la cavidad torácica.

5.4 La respiración ocurre en dos fases—la inhalación y la exhalación—, debido a la expansión y contracción de la cavidad torácica.

La exhalación resulta de acciones análogas. Al relajar poco a poco la tensión del diafragma, los órganos abdominales empujan contra el suelo torácico haciendo subir el mismo. Al contraerse los músculos intercostales internos, cierran y bajan las costillas. Estos dos movimientos sirven para disminuir el volumen de la cavidad torácica. Al reducirse el volumen de la cavidad torácica, de inmediato decrece el volumen de los pulmones, lo que causa una subida repentina de presión. Con la boca abierta sale aire de los pulmones para equilibrar la presión de aire dentro de ellos con la presión atmosférica.

El proceso de la respiración tiene dos funciones fundamentales para el ser humano. La primera función es la de proveer el aire necesario para sostener la vida, como por ejemplo la respiración en reposo. La segunda función es la de la respiración fonadora, es decir, proveer el aire necesario para hablar. Hay diferencias básicas entre esos dos tipos de respiración.

Una de las diferencias entre la respiración en reposo y la respiración fonadora es el porcentaje del tiempo dedicado a sus dos fases, es decir, a la inhalación y a la exhalación como se indica en la Fig. 5.5. En la respiración en reposo, se gasta el 40% del tiempo en la inhalación y el 60% en la exhalación. En la respiración fonadora, se gasta el 10% del tiempo en la inhalación y el 90% en la exhalación. El aumento en la duración de la exhalación en la respiración para hablar se debe al hecho de que el propósito de ese tipo de respiración es el de almacenar el aire en los pulmones para la producción de los sonidos. Mientras que la inhalación se lleva a cabo rápidamente para que se pueda continuar el acto de hablar, la exhalación ocurre paulatinamente, variando el gasto de aire según las necesidades de los sonidos a producirse. El aire almacenado es imprescindible, porque sin movimiento de aire, no puede haber producción de sonido. Es importante destacar que en español, como en inglés, todos los sonidos se forman sobre la exhalación de aire.

5.5 La respiración: el porcentaje del tiempo dedicado a la fase de inhalación y a la fase de exhalación.

5.5 La respiración: el porcentaje del tiempo dedicado a la fase de inhalación y a la fase de exhalación.

Otra diferencia básica entre los dos tipos de respiración tiene que ver con el porcentaje de la capacidad vital de los pulmones que se emplea, como demuestra la Fig. 5.6. En la respiración en reposo, se emplea de modo general solo el 10% de la capacidad vital de los pulmones; es decir, se inhala hasta que los pulmones se llenan de aire con el 50% de su capacidad vital y se exhala hasta que tienen el 40% de su capacidad vital. En la respiración fonadora, se emplea aproximadamente el 25% de la capacidad vital, inspirando hasta alcanzar el 60% de la capacidad vital y exhalando hasta alcanzar alrededor del 35% de la capacidad vital.

5.6 El porcentaje de la capacidad vital de los pulmones que se emplea en la respiración en reposo y en la respiración fonadora. La capacidad vital representa la cantidad máxima de aire que los pulmones aceptan. La reserva representa la cantidad de aire que se queda en los pulmones después de la exhalación.

5.6 El porcentaje de la capacidad vital de los pulmones que se emplea en la respiración en reposo y en la respiración fonadora. La capacidad vital representa la cantidad máxima de aire que los pulmones aceptan. La reserva representa la cantidad de aire que se queda en los pulmones después de la exhalación.

Se puede observar que en la respiración fonadora se emplea más del doble de la capacidad vital de los pulmones en comparación con la respiración en reposo. Esto responde a la necesidad de tener una buena reserva de aire para producir el habla.

La exhalación provee una columna salediza de aire, sobre la cual se forman todos los sonidos tanto del inglés como del español. Al salir de la región infraglótica, el aire entra en la laringe, donde ocurre el proceso de la fonación.

La laringe

La laringe es una estructura que se encuentra entre la tráquea y la faringe, que es el tubo superior a la laringe que la conecta con la boca. La fisiología de la laringe, que contiene las cuerdas vocales, cartílagos y músculos, se presenta en la Fig. 5.7.

Las estructuras fisiológicas de la laringe

Las cuerdas vocales se encuentran en el cuello inmediatamente posterior al cartílago tiroides, cuyo proceso o prominencia anterior se llama la nuez de Adán cuando es muy destacado. El cartílago tiroides además de servir como áncora para las cuerdas vocales, las envuelve y las protege. Inferior al cartílago tiroides, se encuentra el cartílago cricoides, que envuelve y protege la parte superior de la tráquea. Hay también dos cartílagos aritenoides, que se encuentran al término posterior de cada cuerda vocal. Esos cartílagos también sirven de áncora para las cuerdas vocales, facilitando el posicionamiento de las mismas para producir los distintos tipos de sonidos.

5.7 La estructura fisiológica de la laringe.

5.7 La estructura fisiológica de la laringe.

Las cuerdas vocales son responsables para la fonación. Son dos conjuntos flexibles de músculo, cada uno cubierto de una membrana mucosa, que se compone de tres capas más una superficie epitelial de color blanco, como se ve en la Fig. 5.8. Las tres capas son de distintas espesuras y viscosidades, que tienen la habilidad de deslizarse sobre su base muscular. La capa intermedia de cada lado contiene un ligamento paralelo al músculo. Un ligamento es un tejido incapaz de moverse por sí mismo y que liga cartílago a cartílago o cartílago a músculo. Por otro lado, un músculo es un tejido inervado, que puede contraerse o relajarse. Las cuerdas y ligamentos vocales se atan anteriormente a la cara interior del cartílago tiroides en la región de la nuez de Adán y posteriormente a los cartílagos aritenoides como presenta la Fig. 5.8. Por eso se llaman los músculos tiroaritenóideos y el ligamento vocálico. Además de poder contraerse o relajarse por ser, en parte, de tejido muscular, las cuerdas vocales pueden posicionarse en distintas conformaciones por la acción de un complejo sistema de otros músculos atados a los cartílagos aritenoides.

5.8 Vistas longitudinal y superior de las cuerdas vocales, junto con una vista magnificada de una de las cuerdas vocales, demostrando su estructura.

5.8 Vistas longitudinal y superior de las cuerdas vocales, junto con una vista magnificada de una de las cuerdas vocales, demostrando su estructura.

Cuando las cuerdas vocales están apartadas, hay un espacio entre ellas. Ese espacio vacío entre las cuerdas vocales se llama la glotis. Los términos infraglótico y supraglótico, entonces, se refieren a una posición debajo de la glotis o arriba de ella, o sea debajo de las cuerdas vocales o arriba de ellas. Hay que distinguir, sin embargo, entre la glotis y la epiglotis. La epiglotis, que se ve en la Fig. 5.7 y en la Fig. 5.8, es un proceso elástico de cartílago situado a la raíz de la lengua, que se dobla sobre la entrada de la laringe para protegerla de materia foránea durante el acto de tragar. La glotis, en cambio, literalmente no es nada, siendo el espacio vacío entre las cuerdas vocales cuando están abiertas.

Los movimientos de las cuerdas vocales

Hay tres tipos básicos de movimiento de las cuerdas vocales en la formación de los sonidos del español. Dos tipos de movimiento dependen del control muscular directo o indirecto de las cuerdas mismas: 1) estirarse o aflojarse con el efecto del adelgazarse o espesarse y 2) abrirse o cerrarse. El tercer tipo de movimiento depende tanto de la corriente de aire como del control muscular. Este movimiento es el de vibrarse o no vibrarse las cuerdas vocales. Cada uno de esos movimientos afecta distintas características del sonido producido.

El movimiento de estirarse o aflojarse las cuerdas vocales tiene el efecto de hacer subir o bajar el tono, o sea la nota musical en que se produce el sonido. Se puede comparar ese movimiento a la acción de afinar la cuerda de una guitarra. Si se aprieta la clavija, se estira la cuerda y sube el tono musical. Si se afloja la clavija, se afloja la cuerda y baja el tono musical. El adelgazarse o espesarse las cuerdas vocales es un resultado concomitante de su tensión, que también se debe a la contracción o al relajamiento de los propios músculos tiroaritenóideos. Ese movimiento sigue también la comparación con la guitarra, en que las cuerdas más espesas producen tonos más bajos y las cuerdas más delgadas, tonos más altos.

Las cuerdas vocales pueden abrirse o cerrarse posteriormente mediante la acción de los músculos atados a los cartílagos aritenoides. La posición abierta se llama la abducción; la posición cerrada, la aducción. Ese posicionamiento de las cuerdas vocales produce los distintos estados de la glotis. Según la abertura de las cuerdas vocales, se distinguen cinco posiciones importantes. Esas posiciones se representan en los diagramas de la Fig. 5.9. A continuación sigue una descripción detallada de cada estado. En la Fig. 5.10 se presentan fotografías de los distintos estados de la glotis.1 ifig0002

5.9 Estados de la glotis: el efecto de abrirse o cerrarse las cuerdas vocales. La estructura gris representa el cartílago tiroides que está en una posición anterior. Las estructuras negras representan los cartílagos aritenoides que están en una posición posterior. Las líneas representan las cuerdas vocales.

5.9 Estados de la glotis: el efecto de abrirse o cerrarse las cuerdas vocales. La estructura gris representa el cartílago tiroides que está en una posición anterior. Las estructuras negras representan los cartílagos aritenoides que están en una posición posterior. Las líneas representan las cuerdas vocales.

5.10 Fotografías de los distintos estados de las cuerdas vocales tomadas de video en alta velocidad.

5.10 Fotografías de los distintos estados de las cuerdas vocales tomadas de video en alta velocidad.

  1. La respiración ocurre cuando las cuerdas vocales están relajadas y abiertas al máximo, permitiendo el pasaje no restringido de aire entre los pulmones y la boca. Esa abertura máxima se ve claramente en la fotografía en la Fig. 5.10 de las cuerdas vocales durante la respiración.
  2. Las consonantes sordas, como por ejemplo [p], [t], [f] o [s], se producen cuando se cierran las cuerdas vocales un poco más que en la posición de respiración. En la producción de las consonantes sordas, las cuerdas vocales no vibran: están tan apartadas y relajadas que no permiten que ocurra la vibración. Su posicionamiento se ve en la fotografía en la Fig. 5.10 de las cuerdas vocales al producir la consonante sorda [s].
  3. Las consonantes sonoras, como por ejemplo, [b], [d], [m] o [l], se producen al cerrarse las cuerdas vocales aun un poco más. En la producción de las consonantes sonoras, las cuerdas vocales se aproximan lo suficiente para permitir su vibración, un proceso que se describe en detalle más adelante. Se puede ver en la fotografía en la Fig. 5.10 de las cuerdas vocales durante la producción de la consonante sonora [s̬], que las cuerdas vocales están más próximas en una consonante sonora que en una consonante sorda, lo que permite su vibración.
  4. Las vocales, como por ejemplo, [a], [e], [i], [o] o [u], se producen cuando las cuerdas vocales tienen una abertura mínima. Las vocales son casi siempre sonoras, producidas con la vibración de las cuerdas vocales. La vibración se describe más adelante donde aparecen también fotografías de ese proceso. En la fotografía en la Fig. 5.10 de las cuerdas vocales al producir la vocal [a], se ve que la abertura es mínima.
  5. El golpe de glotis, un sonido típico del inglés, se produce con el cierre total de las cuerdas vocales. Este sonido, cuyo símbolo fonético es [ʔ], es lo que separa las dos vocales en la realización de la frase inglesa “oh-oh”. Como se verá, ese sonido no existe en español. La posición de las cuerdas vocales en la pronunciación del golpe de glotis se ve en la Fig. 5.10. Así las cuerdas vocales no solo se cierran, sino que también se aprietan, haciéndose muy cortas en la articulación del golpe de glotis.

Las fuerzas musculares necesarias para la fonación incluyen el posicionamiento y tensión de las cuerdas vocales. Su posicionamiento depende de los músculos atados a los aritenoides; la tensión se debe a los músculos tiroaritenóideos. Otra fuerza es el retroceso elástico, que es la tendencia de un objeto bajo tensión (como un resorte) de volver a su posición original después de haber sufrido un cambio de posición.

El tercer tipo de movimiento es el de vibrarse o no vibrarse las cuerdas vocales. A diferencia de los movimientos anteriores, la vibración no depende exclusivamente de una acción muscular. La vibración de las cuerdas vocales resulta de una combinación de posicionamientos musculares y de fuerzas aerodinámicas. Claro está que la vibración no puede ser por movimiento muscular directo, puesto que en la vibración las cuerdas vocales se abren y se cierran con una frecuencia media de 125 veces por segundo (125 ciclos por segundo o cps) para el hombre y 200 cps para la mujer. Los músculos del cuerpo humano son incapaces de moverse tan rápidamente.

Las fuerzas aerodinámicas principales para la fonación son dos. La primera es que si se aumenta la presión de aire dentro de un espacio confinado más allá de la resistencia de la materia que lo contiene, hay que abrirse un punto de escape. La segunda es un fenómeno que resulta del efecto de Bernoulli, así llamado por el científico suizo Daniel Bernoulli quien lo describió. Ese principio indica que un gas (en este caso el aire) en movimiento tiene una presión reducida. Se puede ejemplificar el principio al ver lo que ocurre cuando se sopla por entre dos papelitos rectangulares, uno junto al labio inferior y el otro junto al labio superior con una pequeña separación entre ellos como se ve en la Fig. 5.11.2 ifig0002 Puesto que el aire en movimiento entre los papelitos tiene una presión más baja según el principio de Bernoulli, el aire de abajo y el de arriba empujan los papelitos el uno hacia el otro hasta que se tocan. Al tocarse, se acaba el movimiento de aire entre los papelitos y así también la fuerza atractiva; en seguida la presión del aire que sale de la boca los separa de nuevo. El continuo intercambio entre esas dos fuerzas aerodinámicas crea la vibración del papel que simula la vibración de las cuerdas vocales.

5.11 El soplar por entre los dos papelitos baja la presión de aire, lo que crea una fuerza atractiva entre ellos. Al tocarse, se acaba el movimiento de aire entre los papelitos y así también la fuerza atractiva, y la presión del aire que sale de la boca, los separa de nuevo. El continuo intercambio entre esas dos fuerzas aerodinámicas crea la vibración del papel.

5.11 El soplar por entre los dos papelitos baja la presión de aire, lo que crea una fuerza atractiva entre ellos. Al tocarse, se acaba el movimiento de aire entre los papelitos y así también la fuerza atractiva, y la presión del aire que sale de la boca, los separa de nuevo. El continuo intercambio entre esas dos fuerzas aerodinámicas crea la vibración del papel.

El ciclo vibratorio de las cuerdas vocales resulta, entonces, del intercambio entre esas fuerzas:

  1. Bajo control muscular, las cuerdas vocales se aproximan y sus capas mucosas entran en contacto.
  2. Al aumentarse la presión de aire debajo de la cuerdas vocales, esa presión supera la resistencia de las cuerdas vocales, que comienzan a abrirse desde abajo hacia arriba, produciendo una glotis convergente.
  3. Al abrirse del todo, operan dos fuerzas. Primero, al acelerarse el aire por la glotis, baja la presión de aire, que por el efecto de Bernoulli ejerce una fuerza atractiva entre la cuerdas vocales, como se ve en la Fig. 5.12. Segundo, el retroceso elástico de la cuerdas vocales, las vuelve a su posición anterior. Con esas dos fuerzas, las cuerdas vocales comienzan a cerrarse, otra vez desde abajo hacia arriba, produciendo una glotis divergente.
  4. La cerrazón de las cuerdas vocales se completa, y el ciclo vibratorio se repite por el tiempo determinado por el hablante o cantante.
5.12 El aire, al pasar por el estrechamiento entre las cuerdas vocales, se acelera, lo que baja la presión, ejerciendo una fuerza atractiva (F) entre ellas.

5.12 El aire, al pasar por el estrechamiento entre las cuerdas vocales, se acelera, lo que baja la presión, ejerciendo una fuerza atractiva (F) entre ellas.

La Fig. 5.13 muestra fotografías de la secuencia de un ciclo vibratorio de las cuerdas vocales en la producción de la vocal [i].3 ifig0002 En las fotos se ven solamente dos dimensiones, sin embargo, las cuerdas vocales son tridimensionales; es decir, tienen también una verticalidad. Como ya se describió, el ciclo de vibración empieza inicialmente en la parte inferior de las cuerdas vocales y sigue hasta la parte superior. De esa manera, las cuerdas vocales, al vibrarse, se mueven en olas de abajo hacia arriba, produciendo una onda que se llama la onda mucosa. La Fig. 5.14 demuestra un ciclo vibratorio y cómo la onda mucosa procede de abajo hacia arriba debido a las fuerzas ya descritas.

La vibración de las cuerdas vocales, sin embargo, depende de su grado de abertura. Si los músculos mantienen las cuerdas vocales más apartadas, el paso de aire no las puede cerrar y las cuerdas vocales no vibran, como en el caso de las consonantes sordas o la respiración. Si las cuerdas vocales se mantienen totalmente cerradas bajo control muscular, el paso de aire no las puede abrir, como en el caso del golpe de glotis.

5.13 Un ciclo vibratorio de las cuerdas vocales durante la producci’on de la vocal [i]. Arriba se ve el cartílago tiroides; abajo, los cartílagos aritenoides.

5.13 Un ciclo vibratorio de las cuerdas vocales durante la producci’on de la vocal [i]. Arriba se ve el cartílago tiroides; abajo, los cartílagos aritenoides.

Las cavidades supraglóticas

Las cavidades supraglóticas se componen de la cavidad faríngea, la cavidad nasal y la cavidad bucal u oral. Esas tres cavidades se ven en la Fig. 5.15. Mientras que todas juegan un papel en la producción de los sonidos, la cavidad más activa es la cavidad bucal. La cavidad bucal puede sufrir una multitud de articulaciones mientras que las cavidades faríngea y nasal no se modifican con igual facilidad.4 ifig0002

5.14 Corte esquemático de las cuerdas vocales durante un ciclo vibratorio, indicando la onda mucosa con la glotis convergente y divergente.

5.14 Corte esquemático de las cuerdas vocales durante un ciclo vibratorio, indicando la onda mucosa con la glotis convergente y divergente.

La cavidad faríngea

El aire de la fonación, al salir de la laringe, entra en la faringe, la primera cavidad supraglótica. La faringe, más que nada, funciona como pasaje entre la laringe y las cavidades nasal y bucal. Las paredes faríngeas pueden moverse haciendo la faríngea más ancha o más angosta. Ese movimiento participa en la producción de ciertos sonidos de algunas lenguas semíticas y africanas, pero no tiene efecto ninguno en la producción de los sonidos del español.

5.15 Corte de la cabeza indicando las tres cavidades supraglóticas.

5.15 Corte de la cabeza indicando las tres cavidades supraglóticas.

La cavidad nasal

La cavidad nasal sirve principalmente como una caja en que puede resonar el sonido producido. La cavidad nasal en sí no tiene ningún movimiento. Participa o no en la producción de un sonido debido al movimiento del velo del paladar.

Si se levanta el velo del paladar, se adhiere a la pared faríngea cerrando la entrada a la cavidad nasal e impidiendo que el aire entre en la cavidad nasal. Con esa posición del velo y con la boca cerrada, se producen algunos de los sonidos consonánticos, como por ejemplo el [b] de burro y el [k] de capa. Con el velo levantado y la boca abierta se produce la gran mayoría de los sonidos consonánticos y vocálicos, como por ejemplo el [β] de cabo y el [a] de casa. Debido al hecho de que en la producción de esos sonidos el aire sale por la cavidad bucal u oral, se denominan sonidos orales.5 ifig0003 Esos dos casos se presentan en los diagramas de la Fig. 5.16.

Si se baja el velo del paladar, se aparta de la pared faríngea, abriendo la entrada a la cavidad nasal, permitiendo que el aire entre y resuene en la cavidad nasal. Con esa posición del velo y con la boca cerrada, se producen los sonidos consonánticos nasales, como por ejemplo el [m] de cama y el [n] de cana. Debido al hecho de que en la producción de esos sonidos el aire sale solamente por la cavidad nasal, se denominan sonidos nasales.6 ifig0003 Con el velo bajado y la boca abierta se producen algunos sonidos vocálicos, como por ejemplo el [ã́] de manto y el [ẽ́] de menta. Debido al hecho de que en la producción de esos sonidos el aire sale tanto por la cavidad nasal como por la cavidad oral, se denominan sonidos orona-sales.7 ifig0003 Esos dos casos se presentan en los diagramas de la Fig. 5.17.

La cavidad bucal

La cavidad bucal es la cavidad en que ocurre la mayoría de las manipulaciones de la salida de aire para efectuar la articulación de los distintos sonidos. Como se ve en la Fig. 5.18, la cavidad bucal contiene varios órganos articulatorios que se emplean en la producción de los sonidos. Los órganos articulatorios de la cavidad bucal pueden clasificarse como movedizos/activos o inamovible/pasivos. Los movedizos son los músculos que pueden moverse de por sí (los labios y la lengua) o son tejidos que pueden ser movidos (el velo del paladar).

En la cavidad bucal, el órgano más activo es la lengua, que es un conjunto de varios músculos que pueden cambiarse de forma y que pueden moverse en varias direcciones. Por su tamaño y extensión hace falta identificar distintas zonas de la lengua. El ápice es la punta de la lengua, que es una zona muy pequeña. Inmediatamente posterior al ápice se encuentra la lámina. La zona central de la lengua, el dorso, se divide en tres: el predorso, el mediodorso y el posdorso. La última zona de la lengua, que es la porción vertical de la lengua, se llama la raíz.

5.16 La producción de sonidos orales con el velo del paladar adherido a la pared faríngea.

5.16 La producción de sonidos orales con el velo del paladar adherido a la pared faríngea.

5.17 La producción de sonidos nasales y oronasales con el velo del paladar separado de la pared faríngea.

5.17 La producción de sonidos nasales y oronasales con el velo del paladar separado de la pared faríngea.

Los órganos articulatorios pasivos no tienen movimiento propio. Los órganos activos se mueven para entrar en contacto con otro órgano articulatorio (sea activo o pasivo) o para aproximarse a él. Los órganos articulatorios pasivos incluyen los dientes y la bóveda bucal. La primera zona de la bóveda bucal son los alvéolos, que son la primera zona plana inmediatamente posterior a los dientes superiores. Posterior a los alvéolos, la bóveda bucal se abre en una extensa región rígida que se llama el paladar o el paladar duro. A continuación, el tejido cambia donde comienza el velo del paladar o el paladar blando. Se pueden distinguir esas tres zonas al trazarlas con el ápice de la lengua, comenzando con los dientes y terminando en la parte anterior del velo. Al término posterior del velo del paladar, se encuentra la úvula, que puede emplearse en la producción de algunos sonidos. La úvula, que también se llama la campanilla por su semejanza al badajo de una campana, puede verse en el espejo al abrirse mucho la boca.

La descripción de los sonidos

La descripción de los sonidos principal-mente depende de una especificación de sus atributos o rasgos articulatorios. La primera clasificación de sonidos fue definida por los griegos, cuando distinguieron entre las consonantes y las vocales. Las consonantes fueron denominadas así porque al articularse suelen apoyarse en otro sonido, es decir, suenan con otro sonido, normalmente una vocal: por ejemplo, [be], [se], [de]. Las vocales se llaman así por la raíz latina de vox (voz), porque son sonidos que normal-mente se producen con la vibración de las cuerdas vocales.

Las consonantes en contraste con las vocales

Las consonantes y las vocales se difieren en cinco características articulatorias. Algunas de esas diferencias son supraglóticas y tienen que ver con la conformación de la cavidad bucal; otras son laríngeas y tienen que ver con los movimientos articulatorios de las cuerdas vocales.

En cuanto a la conformación de la cavidad bucal, las consonantes y las vocales se difieren en la abertura de la boca. Las consonantes se producen con menos abertura bucal y las vocales con más abertura bucal. Esto se puede constatar al comparar el grado de abertura bucal del sonido consonántico [d] con el del sonido vocálico [a] en la palabra {da}. Articulatoriamente, el grado de abertura resulta de otra diferencia: la acción muscular que controla el posicionamiento de la mandíbula. Actúan los músculos elevadores para cerrar la boca en la producción de las consonantes, mientras que operan los músculos depresores para abrir la boca en la producción de las vocales.

5.18 Los órganos articulatorios supraglóticos.

5.18 Los órganos articulatorios supraglóticos.

En cuanto al posicionamiento de las cuerdas vocales, las consonantes y las vocales se difieren en la abertura de las cuerdas vocales. Como se ve en la Fig. 5.9, las cuerdas vocales se apartan menos en la producción de una vocal que en la producción de las consonantes sonoras o sordas. Hay también una diferencia relativa en la tensión de las cuerdas vocales, que están menos tensas en la producción de las consonantes que en la producción de las vocales.

Las características de la abertura y tensión de las cuerdas vocales conllevan otras dos distinciones. Las consonantes y las vocales se difieren en cuanto al gasto de aire requerido para su producción. Se requiere más gasto de aire para la producción de una consonante y menos gasto de aire para la producción de una vocal. Este hecho puede comprobarse fácilmente al seguir las siguientes instrucciones. Llene los pulmones completamente de aire y articule el sonido [s] de {paz} en cuanto se pueda, midiendo la duración de su producción. Repita el mismo procedimiento articulando el sonido [a] de {paz}. Muchas veces se piensa que por la mayor abertura de la boca en la producción de las vocales, debe de haber mayor gasto de aire; pero no es el grado de abertura de la boca lo que determina el gasto de aire, sino la abertura de las cuerdas vocales.

La segunda consecuencia del posicionamiento de las cuerdas vocales en la distinción entre consonantes y vocales es la frecuencia de su vibración. Puesto que están más próximas en la producción de las vocales, es lógico que las cuerdas vocales tiendan a vibrarse con una frecuencia más alta (es decir, más veces por unidad de tiempo) que en la producción de las consonantes en la transición entre una y otra.

La clasificación de las consonantes

Las consonantes se clasifican por tres rasgos de su producción articulatoria: el modo de articulación, el lugar de articulación y el estado de las cuerdas vocales.

Modo de articulación

El modo de articulación es una especificación de cómo se manipula la salida del aire fonador en las cavidades supraglóticas para producir el sonido. Son siete los modos de articulación de los sonidos consonánticos que ocurren en español.

Una consonante oclusiva se produce mediante una oclusión o una cerrazón completa de la cavidad bucal. El velo del paladar se adhiere a la pared faríngea impidiendo que el aire salga por la cavidad nasal y se forma también una cerrazón completa en la cavidad bucal mediante el contacto de dos órganos articulatorios. Después de la formación de la cerrazón, se aumenta la presión del aire atrapado en la cavidad bucal mediante un empuje contra los pulmones, lo que disminuye el volumen del aire atrapado y aumenta su presión. La última etapa de la producción de una oclusiva es la abertura repentina del obstáculo, lo que produce una explosión momentánea de aire. Son oclusivos del español los siguientes sonidos: [p] de {pan}, [t] de {tan}, [k] de {can}, [b] de {van}, [d] de {dan} y [ɡ] de {gana}.8 ifig0003 Una consonante fricativa se produce mediante la formación de un estrechamiento del canal articulatorio sin que se llegue nunca a una oclusión. El forzar el aire por el estrechamiento crea turbulencia. La fricción entre las moléculas de aire al forzar el aire por el estrechamiento, crea el sonido fricativo. Son fricativos del español los siguientes sonidos: [β] de {cabe}, [ð] de {cada}, [θ] de {caza} (en ciertos dialectos), [β] de {haga}, [f] de {fama}, [s] de {sapo}, [s̬] de {desde}, [ʝ] de {calle} y [x] de {caja}.9 ifig0003

Una consonante africada es la combinación de una oclusiva más una fricativa. El sonido africado comienza, entonces, como una oclusiva, con una cerrazón, seguida de un aumento de presión y una explosión. En la explosión de la africada, sin embargo, la boca no se abre del todo de una vez como en el caso de una oclusiva, sino que la abertura de la boca se detiene en el grado de abertura de un estrechamiento propio de la producción de una fricativa. Las africadas del español son el sonido [cʃ] de {hacha} y [ɟʝ] de {ya}.10 ifig0003

Una consonante nasal resulta de la combinación de una oclusión bucal y del bajar el velo del paladar, lo que permite la salida continua de aire por la cavidad nasal. Son nasales del español los siguientes sonidos: [m] de {maza}, [ɱ] de {infante}, [n̟] de {anzuelo} (en ciertos dialectos), [n] de {diente}, [n̪] de {anillo}, [ṉ] de {cancha}, [ɲ] de {año} y [ŋ] de {ancla}.11 ifig0003

Una consonante lateral se produce mediante un contacto medial de la lengua (es decir, la región central de la lengua) contra la bóveda bucal, mientras que el aire sale libremente por los lados de la lengua. Es por eso que esos sonidos se denominan laterales. Son laterales del español los siguientes sonidos: [l̟] de {alzar} (en ciertos dialectos), [l̪] de {alto}, [l] de {lado} y [ḻ] de {colcha}, [ʎ] de {calle} (en ciertos dialectos).12 ifig0003

Una consonante vibrante simple se articula con un contacto rápido de un órgano contra otro. El único ejemplo de ese modo de articulación en español ocurre con el contacto del ápice de la lengua contra los alvéolos. Esa secuencia articulatoria produce el sonido [ɾ] de {pero}.13 ifig0003

Una consonante vibrante múltiple se articula con dos o más toques entre dos órganos. El único ejemplo de ese modo de articulación en español ocurre con el contacto rápido y repetido del ápice de la lengua contra los alvéolos. Esa secuencia articulatoria produce el sonido [r] de {perro}.14 ifig0003

Lugar de articulación

El lugar de articulación es una especificación de los órganos articulatorios que se aproximan para formar el acercamiento necesario para la producción del sonido. Los nombres de los lugares de articulación, pues, tendrían que indicar el nombre de por lo menos los dos órganos articulatorios que se aproximan. La Fig. 5.19 indica los nombres y la posición de los siete principales lugares de articulación de las consonantes del español.15 ifig0005

5.19 Los lugares de articulación de las consonantes del español. Las flechas indican cómo un órgano se aproxima a otro para formar el lugar de articulación.

5.19 Los lugares de articulación de las consonantes del español. Las flechas indican cómo un órgano se aproxima a otro para formar el lugar de articulación.

Una consonante bilabial es la que se articula mediante el contacto de los dos labios o el acercamiento entre ellos. Los sonidos bilabiales del español incluyen el sonido [p] de {pan}, [b] de {van}, [β] de {cabe} y [m} de {malo}.16 ifig0003

Una consonante labiodental se articula mediante el contacto del labio inferior con los dientes superiores. Las consonantes labiodentales del español son los sonidos [ɱ] y [f] de {infante}.17 ifig0003

Una consonante linguointerdental se pronuncia al extender la lengua por entre los dientes superiores e inferiores. La consonante linguointerdental más común del español es el sonido [ð] de {cada}. El sonido [θ] de {caza}, el sonido [n̟] de {anzuelo} y el sonido [l̟] de {alzar} se dan en ciertos dialectos.18 ifig0003

Una consonante linguodental se pronuncia mediante el contacto de la lengua contra la cara interior de los dientes superiores. Las consonantes linguodentales del español comprenden el sonido [t] de {tan}, [d] de {dan}, [l̪] de {alto} y [n̪] de {diente}.19 ifig0003

Una consonante linguoalveolar se produce mediante la aproximación de la lengua a los alvéolos. Las consonantes linguoalveo-lares son varias: el sonido [s] de {casa}, [s̬] de {desde}, [n] de {cana}, [l] de {ala}, [ɾ] de {caro} y [r] de {carro}.20 ifig0003

Una consonante linguopalatal se produce mediante una aproximación de la lengua al paladar. Las consonantes linguopalatales son los sonidos [ʝ] de {calle} ([ʎ] en ciertos dialectos), [cʃ] de {hacha}, [ɟʝ] de {ya}, [ɲ] de {caña}, [ḻ] de {colcha} y [ṉ] de {cancha}.21 ifig0003

5.20 El cuadro fonético de las consonantes del español.

5.20 El cuadro fonético de las consonantes del español.

Una consonante linguovelar se realiza mediante una aproximación del posdorso de la lengua al velo del paladar. De esa manera se forman el sonido [k] de {can}, [ɡ] de {gana}, [x] de {caja}, [β] de {lago} y [ŋ] de {tango}.22 ifig0003

En los nombres de los lugares de arti culación, es obvio que el elemento más repetido es “linguo”, porque la lengua es tan flexible y se opone a tantos otros órganos. Por ser tan usado, existe la costumbre en la fonética de no repetir el elemento “linguo”: es decir, se prefiere el término “interdental” a “linguointerdental”, “velar” a “linguovelar”, etc. Cuando se menciona un solo órgano en un lugar de articulación, se supone que el segundo órgano es la lengua.

El estado de las cuerdas vocales

Las vocales suelen ser todas sonoras. La clasificación de las consonantes según el estado de las cuerdas vocales las divide en consonantes sordas y sonoras. Si vibran las cuerdas vocales, se produce una consonante sonora; si no vibran, se produce una consonante sorda.

Las consonantes sonoras se articulan cuando las cuerdas vocales se mantienen en una posición adecuada para la vibración como se vio en la Fig. 5.9. Se puede sentir esa vibración al poner los dedos en la parte anterior del cuello en la región de la nuez de Adán. La mayoría de las consonantes del español son sonoras. Las consonantes así producidas incluyen, entre otros, los sonidos [b] de {vaca}, [ð] de {cada}, [m] de {cama}, [ſ] de {lago}, [R] de {caro} y [r] de {carro}.23 ifig0003

Las consonantes sordas se producen cuando las cuerdas vocales están demasiado apartadas para permitir su vibración espontánea como se vio en la Fig. 5.9. Al tocar el cuello durante la producción de esos sonidos, no se siente ninguna vibración. Las consonantes sordas del español incluyen, entre otros, los sonidos [p] de {capa}, [s] de {casa} y [cʃ] de {hacha}.24 ifig0003

El cuadro fonético de las consonantes del español

En el cuadro de las consonantes presentado en la Fig. 5.20, se presentan los símbolos fonéticos de los sonidos según los rasgos de su producción en cuanto a su modo de articulación, su lugar de articulación y su estado de las cuerdas vocales. Por convención lingüística, los modos de articulación (es decir: oclusiva, fricativa, africada, nasal, lateral, vibrante simple y vibrante múltiple) se indican en las filas (horizontales) del cuadro. Los lugares de articulación (es decir: bilabial, labiodental, interdental, dental, alveolar, palatal y velar) se indican en las columnas (verticales) del cuadro. Se indica el estado de las cuerdas vocales (es decir: sonoro y sordo) por dividir las columnas en dos partes con una linea rayada. En la parte a la izquierda de cada lugar de articulación, se encajan las consonantes sordas y en la parte a la derecha se encajan las consonantes sonoras. Los símbolos que se encuentran en las casillas sombreadas representan sonidos que solo aparecen en algunos dialectos del mundo hispánico.

El cuadro demuestra cómo se puede clasificar un sonido consonántico según su modo de articulación, su lugar de articulación y el estado de las cuerdas vocales durante su producción. Por ejemplo, el sonido [p] se describe como una consonante oclusiva (modo de articulación) bilabial (lugar de articulación) sorda (estado de las cuerdas vocales). El sonido [ɱ] se describe como una nasal labiodental sonora y el sonido [cʃ] como una africada palatal sorda. Todos los sonidos de cualquier idioma pueden describirse siguiendo ese modelo. El estudiante debe memorizar el cuadro.25 ifig0003 ifig0005

La clasificación de las vocales

Las vocales se clasifican por dos rasgos articulatorios: el modo de articulación y el lugar de articulación. No resulta necesario incluir el estado de las cuerdas vocales porque sistemáticamente son todas sonoras.

El modo de articulación

Una generalización que se puede hacer en cuanto a los distintos modos de articulación de las consonantes es que difieren en su grado de abertura bucal. Por ejemplo, una oclusiva tiene menos abertura que una fricativa. Los distintos modos de articulación de las vocales también reflejan diferencias en el grado de abertura bucal, siendo la abertura de cualquier vocal mayor que la de cualquier consonante. De acuerdo con el modo de articulación, los sonidos vocálicos del español se dividen en cinco clasificaciones.

Las semiconsonantes ([j] y [w]) ocurren cuando los fonemas /i/ y /u/ átonos preceden a otra vocal. Ejemplos incluyen la [j] de {bien} y la [w] de {bueno}.26 ifig0003

Las semivocales ([i̯] y [u̯]) ocurren cuando los fonemas /i/ y /u/ átonos suceden a otra vocal. Ejemplos incluyen la [i̯] de {reino} y la [u̯] de {deuda}.27 ifig0003

Las vocales cerradas [i] y [u] se producen solas con una aproximación de la lengua al techo de la boca, sin que llegue a causar turbulencia. Ejemplos incluyen la [i] de {vino} y la [u] de {uva}.28 ifig0003

Las vocales medias [e] y [o] se producen con la boca entreabierta. Ejemplos incluyen la [e] de {ese} y la [o] de {ojo}.29 ifig0003

La vocal abierta [a] se produce con la boca muy abierta. Unos ejemplos son las dos [a] de {casa}.30 ifig0003

El lugar de articulación

Como las consonantes, las vocales también se producen en distintos lugares de la boca, aunque la terminología es diferente debido a que se emplea una gama menor de posibilidades fisiológicas. Mientras la gama de los lugares de articulación de las consonantes del español va de bilabial a velar, la gama para las vocales va de palatal hasta velar.

Las vocales anteriores se producen con una aproximación del predorso de la lengua en la región palatal. Ejemplos incluyen la [j] de {bien}, la [i̯] de {reino}, la [i] de {vino} y la [e] de {ese}.31 ifig0003

La vocal central se produce con la lengua plana en la boca sin acercamiento ni anterior ni posterior. Un ejemplo son las dos [a] de {casa}.32 ifig0003

Las vocales posteriores se producen con una aproximación del posdorso de la lengua en la región velar. Ejemplos incluyen la [w] de {bueno}, la [u̯] de {deuda}, la [u] de {uva} y la [o] de {ojo}.33 ifig0003

El sonido distintivo de cada vocal resulta de la combinación del modo de articulación (es decir, el grado de abertura) y del lugar de articulación (es decir, la zona bucal donde ocurre la mayor aproximación de la lengua a la bóveda bucal). En resumen se puede comentar que al cambiar la forma del instrumento fonador (es decir, la conformación de la boca, los labios y la lengua), se cambia la vocal.

El cuadro fonético de las vocales del español

En el cuadro de las vocales, la Fig. 5.21, se presentan los símbolos fonéticos de los sonidos según los rasgos de su modo de articulación y su lugar de articulación. Los modos de articulación (es decir: semiconsonante, semivocal, cerrada, media y abierta) se indican en las filas (horizontales) del cuadro. Los lugares de articulación (es decir: anterior, central y posterior) se indican en las columnas (verticales) del cuadro.

Ese cuadro demuestra cómo se puede clasificar un sonido vocálico según su modo de articulación y su lugar de articulación. Por ejemplo, el sonido [a] se describe como una vocal abierta (modo de articulación) central (lugar de articulación). El sonido [u] se describe como una vocal cerrada posterior y el sonido [j] como una semiconsonante anterior. Otra vez, el estudiante debe memorizar el cuadro.34 ifig0004 ifig0005

La transcripción fonética

Los símbolos que se presentan en los cuadros fonéticos de las consonantes y de las vocales del español son símbolos del Alfabeto Fonético Internacional o AFI. Conforme se presentó en el Capítulo 4, el empleo de esos símbolos tiene como fin el de proveer un sistema de representación gráfica precisa con una correspondencia exacta entre símbolo y sonido. Ya se trató la imposibilidad de fiarse de un sistema de escritura ortográfica para lograr ese fin.

Una de las herramientas imprescindibles en el aprendizaje de una pronunciación correcta es la transcripción fonética. A través del proceso de la transcripción fonética, el estudiante se da cuenta de cuáles son los sonidos producidos en determinado contexto, o por lo menos, de cuáles son los sonidos que se deben producir en tales casos. Al practicar la transcripción, el estudiante puede ver cómo operan los procesos fonéticos en la producción del español.

5.21 El cuadro fonético de las vocales del español.

5.21 El cuadro fonético de las vocales del español.

La transcripción en sí es simplemente el representar fielmente por escrito los sonidos producidos mediante los símbolos del Alfabeto Fonético Internacional. La transcripción fonética siempre comienza y termina con un corchete, [ũŋkoſcʃƐ́te], que indica claramente que los símbolos empleados son símbolos fonéticos, representando así sonidos a diferencia de fonemas por un lado o grafemas o letras por otro lado. También es importante notar que no se incluye un espacio entre las palabras. Esto se debe a que en la producción de la cadena articulatoria hablada, no hay ninguna indicación de tal separación. De hecho, una de las tareas más difíciles para el oyente o receptor de un nuevo idioma es el de segmentar la cadena fónica en palabras. El estudiante debe practicar la transcripción fonética hasta dominarla.35 ifig0004

Los procesos fonéticos

Los sonidos no se producen aisladamente. Este principio ya se introdujo en el Capítulo 3, cuando se habló del traslapo que ocurre entre las fases intensivas, tensivas y distensivas de los sonidos vecinos. En el ejemplo que sigue, de la palabra {isla}, representada en la Fig 5.22, se observa que la pronunciación es [ís̬la], en que el fonema /s/ que precede al fonema /l/, se realiza mediante un alófono sonoro [¸].

El ejemplo de [ís̬la] demuestra cómo los procesos fonéticos afectan la pronunciación, porque durante la articulación del alófono que representa al fonema /s/, ya se anticipa la sonoridad del siguiente sonido sonoro [l].

5.22 La pronunciación de [ís̬la], en que el fonema /s/ que precede al fonema /l/, se realiza mediante un alófono sonoro [s̬].

5.22 La pronunciación de [ís̬la], en que el fonema /s/ que precede al fonema /l/, se realiza mediante un alófono sonoro [s̬].

Dos principios generales que gobiernan los procesos fonéticos

El ejemplo de la realización del fonema /s/ de [is̬la] demuestra muy bien cómo opera uno de los principios más fundamentales de la fonética que es la facilidad de articulación. Este principio explica que en la cadena fónica, se modifica la producción de los sonidos para facilitar la realización fisiológica de los segmentos, reduciendo el número o la complejidad de los movimientos necesarios para su producción. En el ejemplo de [is̬la], las cuerdas vocales tienen que vibrarse tanto para la producción de la vocal inicial [i] como también para la consonante [l]. Para facilitar la pronunciación, la vibración de las cuerdas vocales continúa durante el sonido intermediario, produciendo así el sonido [las cuerdas vocales tienen que vibrarse tanto para la producción de la vocal inicial [i] como también para la consonante [l]. Para facilitar la pronunciación, la vibración de las cuerdas vocales continúa durante el sonido intermediario, produciendo así el sonido [las cuerdas vocales tienen que vibrarse tanto para la producción de la vocal inicial [i] como también para la consonante [l]. Para facilitar la pronunciación, la vibración de las cuerdas vocales continúa durante el sonido intermediario, produciendo así el sonido [s̬] en vez del sonido [s]. Esto simplifica la producción fisiológica, pues evita la necesidad de hacer parar la vibración de las cuerdas vocales después de la [i] para comenzar de nuevo su vibración en la producción del sonido [l].36 ifig0003

Las modificaciones de los sonidos que podrían ocurrir por motivo de la facilidad de articulación, sin embargo, no tienen rienda suelta. Se limitan por otro principio fundamental que es la separación perceptiva suficiente. Este principio exige que haya una diferencia fácilmente perceptible entre sonidos que representan fonemas que se oponen en determinado contexto. Por ejemplo, al comparar las palabras [káſo] {caro} y [káro] {carro}, se nota que la producción de la segunda sería más fácil con una vibrante simple como ocurre en la primera. Esto no ocurre porque de esa forma no se mantendría la oposición fonológica necesaria para diferenciar entre las dos pala-bras distintas. De hecho, muchas veces en la pronunciación, la vibrante múltiple, que podría producirse mediante dos vibraciones de la lengua, se produce con tres o cuatro simplemente para facilitar la tarea del receptor, destacando claramente la separación perceptiva.37 ifig0003

En los idiomas del mundo hay varios tipos de procesos fonéticos empleados que facilitan la articulación de las cadenas fónicas por parte del emisor y que mantienen la separación perceptiva necesaria para el receptor. Sin embargo, en español hay solo uno que es relevante e importante, que es el proceso más común y general en todos los idiomas del mundo: la coarticulación o asimilación.

La coarticulación/ asimilación

La coarticulación o asimilación es el proceso fonético en que un sonido adquiere o adopta una característica o más de un sonido vecino. Un ejemplo de este principio es la palabra [ís̭la], descrito arriba, pues la articulación del alófono que representa al fonema /s/, adquiere su sonorización del sonido siguiente [l]. Los dos términos, coarticulación y asimilación, se refieren al mismo principio: es decir, se refieren a cómo un sonido afecta a su vecino, o cómo un sonido se asemeja a su vecino.

En teoría, hay cuatro tipos de coarticulación. Se distinguen en la relación que existe entre los sonidos cambiados y los sonidos que causan el cambio. Los cuatro tipos son la coarticulación anticipante, la coarticulación perseverante, la coarticulación recíproca y la coarticulación convergente. Los rasgos a los que se asemejan los sonidos pueden ser el lugar de articulación, el modo de articulación o el estado de las cuerdas vocales.

La coarticulación anticipante

La coarticulación anticipante ocurre cuando un sonido se modifica, adquiriendo rasgos fonéticos del sonido que le sigue. Es decir, el sonido se modifica anticipando un rasgo o más del próximo sonido como se ve en 5.23. Ese tipo de coarticulación también se llama asimilación regresiva debido a que un sonido ejerce su influencia sobre el sonido anterior. Servirán de ejemplos los siguientes casos: el primero en que un sonido asimila el rasgo del lugar de articulación, el segundo en que un sonido asimila el rasgo del estado de las cuerdas vocales y el tercero en que el sonido asimila el rasgo del estado del velo del paladar.

Como ejemplo de coarticulación del lugar de articulación, se cita la palabra {información} que fonéticamente resulta ser [ĩɱfoſmasjṍn]. Aquí la nasal que precede al fonema /f/ se articula con el mismo lugar de articulación de la consonante que le sigue: es decir, labiodental. Es interesante observar que la misma regla opera en inglés en que la pronunciación común de la palabra resulta ser [ĩɱfɹ̩méi̭ʃən]. Ese proceso, en que la consonante nasal se asimila al lugar de articulación de la consonante que sigue, es un proceso típico de la mayoría de los idiomas del mundo.

Como ejemplo de coarticulación del estado de las cuerdas vocales, se repite el de la palabra {isla} que fonéticamente resulta ser [ís̭la]. Aquí la consonante /s/ se sonoriza convirtiéndose en [s̭] al asemejarse a la consonante sonora que le sigue. Ese tipo de coarticulación o asimilación se denomina sonorización puesto que un elemento sordo llega a sonorizarse por la influencia de un sonido vecino.

5.23 La coarticulación anticipante.

5.23 La coarticulación anticipante.

Otro caso de coarticulación ocurre cuando la cualidad de una vocal se modifica al encontrarse delante de una consonante nasal en posición final de sílaba como en las palabras [kã̃n̪ta] {canta} o [bé́ŋgo] {vengo}. En esos casos, la vocal se produce con el velo del paladar separado de la pared faríngea, la misma posición que adopta el velo para la consonante subsiguiente. Debido a que la vocal llega a ser una vocal oronasal o nasalizada, ese tipo de asimilación se denomina nasalización.38 ifig0003

La coarticulación perseverante

La coarticulación perseverante ocurre cuando los rasgos fonéticos de un sonido se imponen al sonido que le sigue como se ve en la Fig. 5.24. Es decir, un segundo sonido se modifica por la perseverancia de uno o más rasgos del sonido anterior. Ese tipo de coarticulación también se llama asimilación progresiva debido a que un sonido ejerce su influencia en el sonido posterior. Servirán de ejemplos los siguientes casos: el primero del inglés en que un sonido asimila el estado de las cuerdas vocales y el segundo de español que también asimila el estado de las cuerdas vocales.

En inglés la forma del verbo {to be} en tercera persona singular del presente es {is} [Iz], que termina en una fricativa alveolar sonora. Este verbo combina con sujetos nominales y pronominales como en {he’s} [hii̯z] o {Tim’s} [tImz], que también terminan en una consonante sonora. Sin embargo, la forma combinatoria es diferente en el caso de {it’s} [Its] o {Kit’s} [khIts], en que la palabra principal termina en una consonante sorda. Esto ocurre porque la sordez del penúltimo sonido se extiende o persevera a la consonante que le sigue.

5.24 La coarticulación perseverante.

5.24 La coarticulación perseverante.

En español, a veces, se ve el mismo fenómeno de coarticulación perseverante del estado de las cuerdas vocales. Al contar, a veces, el emisor produce la secuencia de {cuatro, cinco, seis, siete, ocho} de la siguiente forma [kwátſo/sí̃ŋko̥/séi̯s/sjéte̥/ ócʃo̥] en que el símbolo diacrítico del círculo escrito debajo de las vocales [̥] indica que la vocal es sorda: es decir, se produce susurrada, sin vibración de las cuerdas vocales. Se puede notar que la vocal sorda solo aparece después de consonantes sordas, y así la sordez de la consonante persevera durante la producción de la vocal. Este tipo de coarticulación o asimilación se denomina ensordecimiento puesto que un elemento sonoro llega a ensordecerse por la influencia de un sonido vecino.39 ifig0003

La coarticulación recíproca

La coarticulación recíproca ocurre cuando los rasgos fonéticos de un primer sonido se imponen al sonido que le sigue y al mismo tiempo ese primer sonido adquiere rasgos del sonido que le sigue, como se ve en la Fig. 5.25. Es decir, es una combinación de coarticulación anticipante y perseverante en que hay una asimilación reciproca entre dos sonidos.

Ese tipo de coarticulación también se llama asimilación mutua. Servirá de ejemplo el caso del español con el encuentro entre una consonante nasal seguida de una oclusiva bilabial sonora. En español, la solución fonética de ese encuentro es [mb] como en los ejemplos de [kã́mbjo] {cambio} o [ε̃mbáno] {en vano}. En este caso, la primera consonante se realiza como nasal bilabial al asimilarse al lugar de articulación de la consonante bilabial que le sigue. A la misma vez, la segunda consonante se realiza como oclusiva, no como fricativa, debido a la influencia del modo de articulación del sonido nasal que le precede. Esto se debe al hecho de que en la producción de la nasal [m], los labios se mantienen totalmente cerrados. Por supuesto, en la transición al sonido siguiente los labios ya están cerrados, asegurando que el sonido siguiente sea una oclusiva y no una fricativa.40 ifig0003

5.25 La coarticulación recíproca.

5.25 La coarticulación recíproca.

La coarticulación convergente

La coarticulación convergente ocurre cuando los rasgos fonéticos de un primer sonido y un tercer sonido se imponen al sonido que se encuentra en el medio de los otros dos. Es decir, es una combinación de la coarticulación anticipante y perseverante en que los rasgos del primer sonido (perseverante) y del tercer sonido (anticipante) convergen en el segundo sonido como se ve en la Fig. 5.26. Servirán de ejemplos de ese tipo de coarticulación o asimilación el siguiente caso del español.

La coarticulación convergente ocurre cuando un fonema oclusivo sonoro se encuentra rodeado de vocales como en las palabras [káβe] {cabe} o [náða] {nada} o [lβyo] {lago}. En estos casos, la consonante intervocálica se produce con un modo de articulación fricativo en vez de un modo de articulación oclusivo. Esto resulta ser una coarticulación convergente porque al encontrarse entre dos vocales, que se producen con un mayor grado de abertura bucal, la consonante se abre también, siendo que la articulación fricativa se realiza con la boca más abierta que la articulación oclusiva. Debido a que la consonante llega a producirse con un modo de articulación fricativo, ese tipo de asimilación se denomina fricativización.41 ifig0003

5.26 La coarticulación convergente.

5.26 La coarticulación convergente.

Sumario

El propósito de este capítulo ha sido el de examinar los aspectos fisiológicos en la producción de los sonidos empleados en la comunicación verbal por vía oral. También se ha introducido la descripción de los sonidos de acuerdo con sus rasgos fisiológicos. La producción fisiológica del habla depende de la interacción de órganos que se clasifican en cuatro grupos: el sistema nervioso, las cavidades infraglóticas, la laringe y las cavidades supraglóticas.

El sistema nervioso incluye el cerebro, que concibe el concepto a transmitirse, lo codifica y organiza las secuencias fisiológicas para producir los sonidos necesarios para transmitir el mensaje. El cerebro manda una serie de impulsos neuromotrices a los órganos a través de un sistema de nervios. El cerebro organiza temporalmente la transmisión de los impulsos para que la interacción entre los demás órganos fonadores produzca los sonidos deseados.

Los órganos infraglóticos se responsabilizan por la provisión del aire necesario para la producción de sonidos. Este aire es imprescindible, porque sin movimiento de aire, no puede haber producción de sonidos. Los órganos infraglóticos incluyen los pulmones, que funcionan como reservas de aire, el diafragma y los músculos inter-costales, que funcionan para controlar el tamaño de los pulmones, y los bronquios y la tráquea, que sirven de conductos de aire. Esos órganos llevan a cabo la respiración, sobre cuya etapa de exhalación se producen todos los sonidos del español.

La laringe es una estructura entre la tráquea y la faringe que contiene las cuerdas vocales. Las cuerdas vocales son un conjunto de ligamentos y músculos con una membrana mucosa que son responsables para la fonación. Las cuerdas vocales tienen tres tipos de movimientos que se resumen en el Cuadro 5.27.

Lascavidades supraglóticas son tres: la cavidad faríngea, la cavidad nasal y la cavidad bucal. La cavidad faríngea sirve únicamente como pasaje de aire en español. La cavidad nasal, sin embargo, sirve como cavidad de resonancia cuando baja el velo del paladar, permitiendo el pasaje de aire por la fosa nasal. La cavidad bucal es donde ocurren las principales manipulaciones del aire que producen las distinciones entre los diferentes sonidos de un idioma. Es importante tener un conocimiento detallado de la fisiología de la cavidad bucal como se presenta en la Fig. 5.18 para poder describir precisamente la producción de un determinado sonido. El Cuadro 5.28 presenta cómo la abertura o cerrazón de las cavidades oral y nasal resulta en la producción de distintos tipos de sonidos. La cavidad nasal se cierra mediante el levantamiento del velo del paladar contra la pared faríngea; la cavidad oral, mediante la oclusión de dos órganos bucales.

Los sonidos de un idioma se dividen inicialmente entre vocales y consonantes. La distinción entre las dos se resume en la Fig.5.29.

5.27 Tipos de movimientos de las cuerdas vocales.

5.27 Tipos de movimientos de las cuerdas vocales.

Las diferentes consonantes se clasifican según el modo de articulación, el lugar de articulación y el estado de las cuerdasvocales. De manera semejante las vocales se clasifican según el modo de articulación y el lugar de articulación. Es imprescindible saber bien el cuadro fonético de las consonantes del español de la Fig.5.20 y el cuadro fonético de las vocales del español de la Fig.5.21.

5.28 El juego entre las cavidades oral y nasal.

5.28 El juego entre las cavidades oral y nasal.

Los símbolos de los cuadros son del Alfabeto Fonético Internacional o AFI. Mediante el uso de esos símbolos, se puede transcribir los sonidos de los enunciados del español con una correspondencia exacta, lo que falta en cualquier otro sistema de escritura. La transcripción fonética es una excelente herramienta para el estudiante que desea mejorar su pronunciación. El beneficio principal es que le permite al estudiante ver los sonidos que se deben de producir en cada circunstancia y cuáles son los procesos fonéticos que operan en la producción del español.

En la producción de la cadena fónica, hay dos principios o fuerzas que rigen al producto fonético final. El primero es la facilidad de articulación que favorece al emisor. Según ese principio, el hablante tiene la libertad de cambiar la producción de los elementos segmentales para que le sea más fácil la producción de la secuencia de sonidos, reduciendo o simplificando los movimientos articulatorios necesarios. Esa libertad se constriñe por otro lado por el segundo principio o fuerza, que es la de la separación perceptiva suficiente necesaria para que el receptor pueda interpretar la onda sonora con mayor facilidad. Para el beneficio del oyente, el hablante tiene que diferenciar al máximo los sonidos producidos que representen a distintos fonemas.

5.29 Las consonantes en contraste con las vocales.

5.29 Las consonantes en contraste con las vocales.

El proceso fonético más importante en la producción de la cadena fónica es la coarticulación o asimilación que demuestra por excelencia el principio de la facilidad de articulación. Los distintos tipos de coarticulación o asimilación se clasifican según dos dimensiones distintas. La primera dimensión describe las posiciones relativas de los sonidos cambiados y de los sonidos que causan los cambios. Según esa dimensión las coarticulaciones se clasifican como anticipantes, perseverantes, recíprocas o convergentes. La segunda dimensión describe el rasgo fonético que el sonido que causa el cambio comparte con el sonido cambiado. Según esa dimensión, las asimilaciones se identifican como sonorización, ensordecimiento, nasalización o fricativización, entre otras. Los tipos de coarticulación o asimilación se resumen en el Cuadro 5.30.

5.30 La coarticulación/asimilación. = sonido cambiado = sonido que causa el cambio

5.30 La coarticulación/asimilación. = sonido cambiado = sonido que causa el cambio

En este capítulo se han examinado los movimientos fisiológicos a través de los cuales el emisor produce los sonidos, o en otras palabras la codificación del concepto en un mensaje. También se ha examinado la descripción de los sonidos del habla y cómo los procesos fonéticos afectan la integración de los sonidos aislados en la cadena fónica. En la comunicación verbal por vía oral, el mensaje es una onda sonora, las características y la transmisión de la cual se examinarán en el próximo capítulo.

Preguntas de repaso

  1. ¿Cuáles son los órganos articulatorios infraglóticos y qué papel juegan?
  2. ¿Cuáles son los órganos articulatorios laríngeos y qué papel juegan?
  3. ¿Cuáles son los órganos articulatorios supraglóticos y qué papel juegan?
  4. ¿Cuáles son las cavidades supraglóticas y qué papel juegan?
  5. ¿Cuáles son los resultados de los diferentes movimientos de las cuerdas vocales?
  6. ¿Cuál es la función del velo del paladar?
  7. Explique la relación entre la abertura de la glotis y la vibración de las cuerdas vocales.
  8. Explique cómo vibran las cuerdas vocales.
  9. ¿Cuáles son los rasgos que se usan para definir una consonante? Dé ejemplos para cada rasgo.

Conceptos y términos

Materiales en línea

1. ifig0002Video de alta velocidad de la acción de las cuerdas vocales demostrando distintos estados de la glotis.

2. ifig0002Video demostrando el efecto de Bernoulli en dos papelitos.

3. ifig0002Video de la vibración de las cuerdas vocales tomado con un laringoscopio de KayPENTAX.

4. ifig0002Video cinerradiográfico de la pronunciación de varias oraciones en español.

5. ifig0003Sonidos orales.

6. ifig0003Sonidos nasales.

7. ifig0003Sonidos oronasales.

8. ifig0003Consonantes oclusivas.

9. ifig0003Consonantes fricativas.

10. ifig0003Consonantes africadas.

11. ifig0003Consonantes nasales.

12. ifig0003Consonantes laterales.

13. ifig0003Consonante vibrante simple.

14. ifig0003Consonante vibrante múltiple.

15. ifig0005Los lugares de articulación.

16. ifig0003Consonantes bilabiales.

17. ifig0003Consonantes labiodentales.

18. ifig0003Consonantes interdentales.

19. ifig0003Consonantes dentales.

20. ifig0003Consonantes alveolares.

21. ifig0003Consonantes palatales.

22. ifig0003Consonantes velares.

23. ifig0003Consonantes sonoras.

24. ifig0003Consonantes sordas.

25. ifig0004 ifig0005Cuadro fonético consonántico completo (para estudiar) y cuadro fonético en blanco (para practicar).

26. ifig0003Semiconsonantes.

27. ifig0003Semivocales.

28. ifig0003Vocales cerradas.

29. ifig0003Vocales medias.

30. ifig0003Vocal abierta.

31. ifig0003Vocales anteriores.

32. ifig0003Vocal central.

33. ifig0003Vocales posteriores.

34. ifig0004 ifig0005Cuadro fonético vocálico completo (para estudiar) y cuadro fonético en blanco (para practicar).

35. ifig0004Transcripciones fonéticas.

36. ifig0003Ejemplo de facilidad de articulación: [í¸la].

37. ifig0003Ejemplo de separación perceptiva suficiente: [káRo] [káro].

38. ifig0003Ejemplos de coarticulación anticipante.

39. ifig0003Ejemplos de coarticulación perseverante.

40. ifig0003Ejemplos de coarticulación recíproca.

41. ifig0003Ejemplos de coarticulación convergente.

Lecturas suplementarias

Borden, Gloria J. & Harris, Katherine S. Speech Science Primer: Physiology, Acoustics and Perception of Speech (2nd ed.). Baltimore: Williams & Wilkins, 1984.

Denes, Peter B. & Pinson, Elliot N. The Speech Chain: The Physics and Biology of Spoken Language. Garden City, New York: Anchor Books, 1973.

Martínez Celdrán, Eugenio. Fonética: Con especial referencia a la lengua castellana (3a ed.). Barcelona: Editorial Teide, 1989.

Ladefoged, Peter. A Course in Phonetics (5th ed.). [Southbank, Victoria,] Australia: Thomson Wadsworth, 2006.

Laver, John. Principles of Phonetics. Cambridge: Cambridge University Press, 1994.