El español tiene cuatro fonemas fricativos (en algunos dialectos son cinco) y un fonema africado. Los fonemas fricativos son /f s J x/ (más el fonema /∅/ en ciertos dialectos). El fonema /cf/ es el fonema africado. Este capítulo comienza con una presentación general de las características fonológicas de los fonemas fricativos y del fonema africado. Presenta luego las características fonéticas generales de los alófonos de esos fonemas. Sigue un análisis de cada fonema. En ese análisis se presentan los datos fonológicos y fonéticos de cada fonema. Incluye también claves para el hablante en la adquisición de una buena pronunciación de esos sonidos en español.
Los fonemas fricativos presentan características generales en cuanto a los fenómenos de la oposición, la distribución y la fonotáctica. Los fonemas fricativos, con la excepción del fonema /s/, son poco frecuentes.
Los fonemas fricativos se oponen entre sí tanto en posición inicial de palabra como en posición inicial de sílaba interior de palabra según demuestran los juegos de pares mínimos en el Cuadro 14.1.1
La distribución de alófonos de los fonemas fricativos es individual según el fonema. Los fonemas /f/ y /x/ tienen distribuciones únicas, mientras los fonemas /s/ y /J/ tienen distribuciones complementarias.
14.1
La oposición entre los fonemas fricativos en posición inicial.
Los fonemas fricativos siguen el patrón general para las consonantes del español: es decir, tienden a darse principalmente en posición inicial y no en posición final. El Cuadro 14.2 indica las posiciones fonotácticas en las que se dan y en las que no se dan los fonemas fricativos. Incluye también el porcentaje de ocurrencia de cada fonema. Es de notarse que en cuanto el fonema /s/ es la consonante más frecuente del español, representando el 9,5% de los fonemas de la cadena hablada, los demás fonemas fricativos suman al 2,1% de los fonemas de la cadena hablada.
Como ya se ha demostrado, todos los fonemas fricativos se dan tanto en posición inicial de palabra como en posición inicial de sílaba interior de palabra. El 56,9% de las ocurrencias de los fonemas fricativos en español se da en posición inicial. Sin embargo, hay que considerar el fonema /s/ por separado porque es el único fonema fricativo que se da sistemáticamente en posición final. Básicamente todas las ocurrencias de los fonemas /f J x/ se dan en posición inicial. Solamente el fonema /f/ puede combinarse con una líquida para formar un grupo consonántico (ej. [fláko] o [fſásko]).
Como grupo, los fonemas fricativos son escasos en posición final. De hecho, en posición final de sílaba interior de palabra, solo se da sistemáticamente el fonema /s/ (ej. /Óste/ o /mísmo/); hay pocas palabras en que el fonema /f/ se da en esa posición (ej. [náfta] o [dift×ſja]) y los fonemas /J x/ nunca aparecen en esa posición.
En posición final de palabra, como ya se expuso en el Capítulo 10, el único fonema fricativo que se da sistemáticamente es el fonema /s/, que representa el 38,8% de las ocurrencias del fonema /s/ en español. La ocurrencia del fonema /x/ se da en solamente una palabra común ([relÕx]) y en otras veinte palabras rebuscadas.
En el Capítulo 8 se presentó el concepto de la neutralización diacrónica o total, en que desaparece la oposición entre dos fonemas. Ese tipo de neutralización resulta en la pérdida de uno de los fonemas neutralizados. Como ya se indicó, en la historia del español hubo dos neutralizaciones importantes pertinentes al estado actual del sistema fonológico del español. Esto es porque en algunos dialectos del español todavía existe la oposición o distinción, mientras en la mayoría de las modalidades existe la neutralización total. Esas dos neutralizaciones son el seseo y el yeísmo, y las dos tienen que ver con los fonemas fricativos.
14.2
Las posiciones fonotácticas en las que se dan y en las que no se dan los fonemas fricativos.
En algunos dialectos actuales de España, existen pares mínimos como [káTa] [káTa] ({casa} y {caza}) y [ko†×ſ] [kos×ſ] ({coser} y {cocer}) que comprueban la oposición en esos dialectos entre los fonemas fricativos /s/ y /T/. Sin embargo, en varios dialectos actuales de España y en casi la totalidad de los dialectos actuales de Latinoamérica, todas esas palabras se pronuncian con [s], es decir, [kása] [kása] y [kos×ſ] [kos×ſ]. El Cuadro 14.3 demuestra los fenómenos de
neutralización y oposición en relación con los fonemas /s/ y /T/.2
14.3 Oposición y neutralización en relación con los fonemas /s/ y /θ/.
El hecho de que no haya una diferencia en la pronunciación de {casa} y {caza} en la mayoría de los dialectos del español, indica que tampoco hay una oposición fonológica y que sí hay una neutralización total. El seseo se define como la neutralización total entre los fonemas /s/ y /θ/ a favor del fonema /s/. El seseo es la norma del mundo hispánico en general.
En algunos dialectos actuales de España y en la zona andina de Sudamérica junto con algunas zonas limítrofes, existen pares mínimos como [áJa] [áλa] ({haya} y {halla}) y [káJo] [káYo] ({cayo} y {callo}) que comprueban la oposición en esos dialectos entre los fonemas /J/ y /λ/. Sin embargo, en la mayoría de los dialectos hispánicos de hoy en día, todas esas palabras se pronuncian con [J], es decir, [áJo] [áJo] y [káJo] [káJo]. El Cuadro 14.4 demuestra los fenómenos de neutralización y oposición en relación con los fonemas /J/ y /λ/.3
El hecho de que no haya una diferencia en la pronunciación de {cayo} y {callo} en la mayoría de los dialectos del español, indica que tampoco hay una oposición fonológica y que sí hay una neutralización total. El yeísmo se define como la neutralización total entre los fonemas /J/ y /λ/ a favor del fonema /J/. El yeísmo es la norma del mundo hispánico en general.
El fonema africado /Ê/ es el segundo fonema menos frecuente del español, representando solo el 0,3% de los fonemas de la cadena hablada. De todos los fonemas del español, solo el fonema /¦/ es menos frecuente.
El fonema africado se opone a los demás fonemas consonánticos. El Cuadro 14.5 demuestra la oposición del fonema /Ê/ con el fonema oclusivo /t/ y el fonema fricativo /s/, que son los ejemplos más pertinentes de oposición puesto que el africado se forma de un oclusivo y un fricativo.
14.4
Oposición y neutralización en relación con los fonemas /J/ y /Y/.
14.5 La oposición entre el fonema africado /Ê/, el fonema oclusivo /t/ y el fonema fricativo /s/.
El fonema /Ê/ tiene una distribución única.
El fonema africado se da exclusivamente en posición inicial de palabra o en posición inicial de sílaba interior de palabra, siguiendo así el patrón general para las consonantes del español.
Como toda consonante, los alófonos fricativos se definen por los tres rasgos de modo de articulación, lugar de articulación y estado de las cuerdas vocales.
Los sonidos fricativos, como todos los sonidos, tienen tres fases en su producción: la intensión, la tensión y la distensión como se ve en la Fig. 14.6. En el Capítulo 13 ya se presentaron los detalles de lo que ocurre en cada fase. En breve, en la intensión se forma un estrechamiento bucal, en la tensión se fuerza el aire por el estrechamiento resultando en la fricción típica de un sonido fricativo, y en la distensión desaparece la fricación. Esto puede ocurrir por tres motivos:
14.6
El modo de articulación de un sonido fricativo.
Los lugares de articulación de los alófonos fricativos de los fonemas fricativos del español son labiodental [f], interdental [θ], alveolar [s ¸], palatal [J] y velar [x]. De estos seis sonidos, hay tres que no tienen un equivalente en inglés. Los detalles se presentarán luego.
De los sonidos fricativos que son alófonos de fonemas fricativos, cuatro son sordos [f θ s x] y dos son sonoros [¸ J].
Como toda consonante, los alófonos africa-dos se definen por los tres rasgos de modo de articulación, lugar de articulación y estado de las cuerdas vocales.
Los sonidos africados, como todo sonido, tienen tres fases en su producción: la intensión, la tensión y la distensión. La definición de un sonido africado es un sonido oclusivo seguido de un sonido fricativo homorgánico, es decir, un fricativo que se produce en el mismo lugar de articulación.
La fase intensiva de un sonido africado es igual a la de un sonido oclusivo: se lleva a cabo mediante la cerrazón completa del canal articulatorio. La cerrazón completa ocurre por dos factores. Primero, el velo del paladar se levanta, adhiriéndose a la pared faríngea, impidiendo la salida de aire por las fosas nasales, produciendo así un sonido totalmente oral. Segundo, hay un cierre total entre dos órganos articulatorios dentro de la boca, según el lugar de articulación.
Durante la fase tensiva de un sonido africado, se mantienen las cerrazones formadas en la intensión, aumentando la presión del aire atrapado detrás de la cerrazón. Esto se lleva a cabo cuando el hablante emplea los músculos intercostales y el diafragma para empujar contra los pulmones. Es la disminución del volumen de una cantidad fija atrapada de aire lo que produce el aumento de presión. En eso, el sonido africado no se difiere del sonido oclusivo.
La fase distensiva de un sonido africado es difásica; es decir, tiene dos fases. En la distensión, se suelta la oclusión entre los dos órganos articulatorios, pero esta vez a diferencia del sonido oclusivo, la separación entre los dos órganos articulatorios es mínima: se separan solamente lo suficiente para formar un estrechamiento apropiado para producir un sonido fricativo. Después de mantener la producción del sonido fricativo durante algún tiempo, se abre el canal bucal, lo que resulta en la disolución del elemento fricativo como se ve en la Fig. 14.7. Luego se pasa siempre a la producción de una vocal. Un sonido africado, entonces, se caracteriza por su distensión retardada.
Los alófonos africados del español son palatales. El sonido [Ê] es alófono único del fonema /Ê/, mientras el sonido [Ì] es uno de los dos alófonos del fonema /J/. Los detalles se presentarán luego.
De los dos sonidos africados, uno es sordo [Ê] y el otro es sonoro [Ì].
En esta sección se presentarán los detalles fonológicos y fonéticos de cada uno de los cuatro fonemas fricativos del sistema general: /f s J x/. También se incluirán los detalles del fonema /θ/. La presentación se hará fonema por fonema.
En relación con los demás fonemas fricativos, el fonema /f/ es el único fonema labiodental. Comparte el rasgo del estado de las cuerdas vocales con las consonantes /s/ y /x/.
14.7
El modo de articulación de un sonido africado.
El fonema /f/ se opone a los demás fonemas fricativos /s J x/ como se ejemplifica con la serie [lafáka lasáka laJáka laxáka]. El fonema /f/ es el vigésimo-primer fonema más frecuente del español con un porcentaje de frecuencia de 0,6% del total de los fonemas. Hay una correspondencia exacta entre el grafema {f} y el fonema /f/.
Como ya se expuso en el Capítulo 9, el fonema /f/ tiene una distribución única con el alófono [f].
Fonotácticamente, el fonema /f/ se da casi exclusivamente en posición inicial de sílaba: básicamente el 100% de las ocurrencias de /f/ se dan en esa posición como atestigua el Cuadro 14.8.4 3 Solo el 0,02% de las ocurrencias de /f/ se dan en posición final, la mayoría en posición final de sílaba interior de palabra, siendo pocos y rebuscados, por ejemplo, /aftÕso/ y /náfta/. El fonema /f/ ocurre al final de solo diez palabras en el DRAE.
La articulación del sonido [f] comienza mediante la formación de un estrechamiento al levantar la mandíbula para poner el labio inferior en contacto con los dientes superiores. Al mismo tiempo el velo del paladar se levanta adhiriéndose a la pared faríngea. Formado el estrechamiento, se aumenta la presión del aire en la cavidad bucal, forzando así el aire por el estrechamiento. La turbulencia causada por la fricción entre las moléculas y también entre esas y los órganos articulatorios produce el sonido fricativo. En la distensión se abre el estrechamiento y deja de haber fricción al pasar al próximo sonido. Durante la articulación del sonido [f], la lengua y los labios se adaptan a la posición adecuada para el sonido que sigue. La Fig. 14.9 demuestra la posición articulatoria para el sonido [f].
14.8
La distribución fonotáctica del fonema /f/.
Acústicamente, el alófono [f], como los demás alófonos fricativos sordos, resulta en una onda inarmónica que se destaca por un período de turbulencia. Como ya se expuso en el Capítulo 6, se distingue el lugar de articulación por la intensidad y frecuencia de la zona de turbulencia acústica. En el caso del sonido [f], la zona de turbulencia suele ser débil y comienza alrededor de 4000 Hz. como se ve en la Fig. 14.10.
Auditivamente, el sonido [f] se reconoce como fricativo por la presencia de una zona de energía acústica débil esparcida por las frecuencias arriba de 4000 Hz.
14.9
La posición articulatoria del sonido [f].
14.10 Forma de onda y sonograma de la articulación del sonido español [f] en las palabras {fama} y {café}.
La variación dialectal de alófonos del fonema /f/ es mínima. Los pocos casos que existen, tienen que ver con un debilitamiento en que el sonido producido deja de tener contacto labiodental y pasa a ser una fricativa bilabial sorda [þ] (en las publicaciones hispánicas se suele usar el símbolo [‘]).5 El sonido es igual al sonido [ß], pero sordo. Esa variante ocurre en algunos sociolectos, mayormente bajos.
Si existe algún sonido del español que se produce igual al sonido equivalente del inglés, este sonido es [f]. El hecho de que haya una diferencia fonotáctica entre el fonema /f/ del inglés y el fonema /f/ del español, no debe causarle dificultades al estudiante anglohablante en cuanto a la pronunciación correcta del sonido [f]. Es decir, en inglés el fonema /f/ se da tanto en posición inicial de palabra o sílaba (por ejemplo: [“fan] {fun}; [‰.“fEk<t] {effect}) como en posición final de palabra o sílaba (por ejemplo: [‘seif] {safe}; [‘€f.l] {after}). En español, en cambio, el fonema /f/ no se da sistemáticamente en posición final.
El estudiante puede valerse del sonido [f] del inglés para la pronunciación del español.
El fonema /θ/ solo se da en los dialectos en que hay una distinción entre los fonemas /θ/ y /s/; es decir, no ocurre en la mayoría de los dialectos del español, que se caracterizan por el seseo, como ya se ha explicado en el Capítulo 8. Para una especificación más detallada tanto de los datos fonológicos como de los datos fonéticos relativos al fonema /θ/, vea la sección sobre notas dialectales en la discusión sobre el fonema /s/, que se encuentra en la próxima sección de este capítulo.
En relación con los demás fonemas fricativos, el fonema /s/ es el único fonema fricativo alveolar. Comparte el rasgo del estado de las cuerdas vocales con las consonantes /f/ y /x/. En cuanto a su realización fonética, el fonema /s/ tiene más variabilidad en el mundo hispánico que cualquier otro fonema consonántico.
El fonema /s/ se opone a los demás fonemas fricativos /f J x/ como se ejemplifica con la serie [lafáka lasáka laJáka laxáka]. El fonema /s/ es el fonema consonántico más frecuente del español con un porcentaje de frecuencia del 9,5% del total de los fonemas; el fonema /s/ es el cuarto fonema más frecuente de todos los fonemas. Con esa frecuencia tan alta, hay solamente tres sonidos vocálicos que son más frecuentes que el fonema /s/: a saber, /e a o/.
El fonema /s/ tiene una correspondencia grafémica muy rica. El fonema /s/ puede corresponder a los siguientes grafemas: {s, c, z, x}. El Cuadro 14.11 indica las reglas y da ejemplos de cada correspondencia.
Como ya se expuso, el fonema /s/ tiene una distribución complementaria con dos alófonos: uno sonoro [¸] y otro sordo [s]. El principio general es que el alófono producido se asimila al estado de las cuerdas vocales de la consonante que sigue. Si no le sigue una consonante, es decir, si le sigue una vocal o una pausa, el sonido producido es sordo. Esta regla se expresa de la siguiente manera:
14.11 Las correspondencias grafémicas del fonema /s/ en dialectos seseístas. *Esto representa el habla de la mayor parte del mundo hispánico. Para el habla de los que distinguen entre /s/ y /θ/, vea la sección sobre notas dialectales. **Esto representa el habla de la mayoría de los hablantes del mundo hispánico. Para otras posibilidades, vea la sección sobre el grafema {x} de este capítulo.
Fonotácticamente, el fonema /s/ es el único fonema fricativo que se da sistemáticamente en posición final de sílaba. De hecho, el contorno en que más aparece el fonema /s/ es el de posición final de palabra con un porcentaje del 38,8% de las ocurrencias del fonema /s/. Esto se debe al hecho de que el fonema /s/ en posición final ocurre en las formas morfológicas del plural de sustantivos, adjetivos y pronombres como también en varias formas verbales. El fonema /s/ es el único fonema fricativo que se da sistemáticamente en posición final de sílaba interior de palabra con un porcentaje de 13,7% de las ocurrencias del fonema /s/. En esa posición aparece tanto después de vocal [kás.pa] como después de consonante [ins.tRwíR] o [×ks.tRa].
El fonema /s/ se da también en posición inicial de palabra con un porcentaje de 16,9% de las ocurrencias del fonema /s/ y en posición inicial de sílaba interior de palabra con un porcentaje de 30,6% de las ocurrencias del fonema /s/. En esos casos siempre le sigue una vocal, pues el fonema /s/ no se deja combinar con ninguna otra consonante en posición inicial como ocurre comúnmente en inglés (ej. sleep, street). El Cuadro 14.12 indica los porcentajes de ocurrencia del fonema /s/ en los distintos contornos.6
La articulación del sonido [s] comienza mediante la formación de un estrechamiento entre la lámina de la lengua y los alvéolos. Para que la lámina de la lengua se aproxime a los alvéolos, el ápice de la lengua se adelanta en la boca encorvándose para abajo hacia la cara interior de los dientes inferiores o las encías inmediatamente posteriores a ellos. Siendo así, el lugar de articulación de este sonido [s] puede describirse como apicodental-laminoalveolar. Formado el estrechamiento, se fuerza el aire por el estrechamiento y la fricción así causada produce el sonido deseado. Durante la producción de esta fricativa, no vibran las cuerdas vocales. La Fig. 14.13 demuestra la posición articulatoria para el sonido [s]. Vale observar que la posición de los labios como de la lengua durante la producción del sonido [s] varía según la vocal que sigue. El sonido [s] aquí descrito es esencialmente el sonido [s] más común en la pronunciación del inglés estándar.
El alfabeto fonético internacional incluye la posibilidad de indicar un sonido laminar con el signo diacrítico [.]. La variante más
extendida del mundo hispánico para la fricativa alveolar sorda es la apicodentallaminoalveolar. Debido a eso, aquí se usará el símbolo sencillo [s] para representar lo que técnicamente sería [s.].
14.12 La distribución fonotáctica del fonema /s/.
Acústicamente, el alófono [s], como los demás alófonos fricativos sordos, resulta en una onda inarmónica que se destaca por un período de turbulencia. A diferencia de las otras fricativas, sin embargo, el sonido [s] se destaca por una turbulencia mucho más fuerte. Debido a esa turbulencia fuerte, el sonido se clasifica como un sibilante, que se define como un sonido fricativo más ruidoso. Como ya se expuso en el Capítulo 6, se distingue el lugar de articulación por la intensidad y frecuencia de la zona de turbulencia acústica. En el caso del sonido [s], la zona de turbulencia suele ser muy fuerte y comienza alrededor de 3200 Hz. como se ve en la Fig. 14.14.7
Auditivamente, el sonido [s] se reconoce como fricativo por la presencia de una zona de energía acústica fuerte esparcida por las frecuencias arriba de 3200 Hz.
14.13
La posición articulatoria del sonido [s] apicodental-laminoalveolar.
El alófono [¸] tiene la misma manera de articulación y el mismo lugar de articulación que el alófono [s]: es decir, es una fricativa apicodental-laminoalveolar. La articulación del sonido [¸], entonces, solo difiere de la del sonido [s] por el estado de las cuerdas vocales: es decir, mientras este es sordo, aquel es sonoro. La sonorización del sonido se debe a la asimilación anticipante del estado de las cuerdas vocales al estado de las cuerdas vocales de la consonante que sigue.
14.14
Forma de onda y sonograma de la articulación del sonido español [s] en la palabra {masa}.
Acústicamente, el alófono [¸], como los demás alófonos fricativos sonoros, resulta en una onda cuasiarmónica que se destaca por un período de turbulencia sonorizada. Se puede ver en la Fig. 14.15 que el sonograma del sonido [¸] presenta una zona de turbulencia fuerte arriba de 3200 Hz. con las estrías verticales que indican la sonorización.7
Auditivamente, el sonido [¸] se reconoce como fricativo por la presencia de una zona de energía acústica fuerte esparcida por las frecuencias arriba de 3200 Hz. Puesto que este sonido es alófono del fonema /s/, es común que el hispanohablante ni perciba la sonorización. Esto se debe a que la sonorización es un fenómeno fonético y no fonológico.
El fonema /s/ es uno de los fonemas del español que presenta más variedad fonética dialectal. Su variedad sigue tres pautas distintas. La primera, la tensión articulatoria, describe una gama de posibilidades físicas en la producción del fonema /s/. Esa gama incluye la segunda pauta, la aspiración, que es muy extendida tanto en España como en América. La tercera, la distinción, se da casi exclusivamente en algunas regiones de España.
14.15
Forma de onda y sonograma de la articulación del sonido español [¸] en la palabra {desde}.
La tensión articulatoria. La variedad de sonidos de /s/ que existe en el mundo hispánico resulta en gran parte de los varios grados de aproximación que la lengua puede tomar en relación con el techo de la boca. Según esa aproximación se pueden identificar cuatro grupos de sonidos que corresponden a cuatro grados de aproximación. El primer tipo es un sonido fricativo altamente sibilante [‹] en que la lengua forma un estrechamiento muy apretado contra los alvéolos. El segundo tipo es un sonido fricativo menos sibilante que el primero y es el sonido prototípico del español: el sonido [s] ya descrito en que la lengua no se acerca tanto a los alvéolos como en [‹]. El tercero es la aspiración [h] en que la lengua no se acerca a los alvéolos, quedándose en la posición de producción vocálica. El cuarto es la elisión, en que no hay producción de ningún sonido que represente al fonema /s/. Claro está que cuando el alófono tiene que sonorizarse, se trata de los sonidos sonorizados [Ž ¸ H] y la elisión.8
La aspiración. La aspiración es un fenómeno de relajamiento consonántico muy difundido en el mundo hispánico. En España es la realización predominante en el sur y en las Islas Canarias. En Norteamérica es la norma en el Caribe y en las costas del Golfo de México, como también en el norte y en el litoral pacífico de México. En Centroamérica es la norma en El Salvador, Honduras, Nicaragua y Panamá. En Sudamérica el fenómeno de la aspiración es común en el litoral caribeño, en el litoral pacífico y en las tierras bajas de Bolivia; también es la realización predominante en Chile, la Argentina, Paraguay y Uruguay.
La aspiración es un fenómeno seseísta, es decir, se da en zonas dialectales en que no hay una oposición entre /s/ y /T/. En las zonas de aspiración, el fonema /s/ tiene también una distribución complementaria extendida. La regla indica que la fricativa apicodental-laminoalveolar sorda se da en posición inicial de sílaba que incluye, por supuesto, posición inicial de palabra. Es decir, palabras como {cla-se, sa-po} se realizan como [kláse] y [sápo].
La regla indica que se emplea una fricativa glotal sonora [H] ante una consonante sonora y que se emplea una fricativa glotal sorda [h] “en los demás lugares”. El uso de estos dos alófonos es lo que se llama la aspiración. La regla de distribución complementaria para el fonema /s/ en zonas de aspiración es:
La variante que ocurre con más frecuencia es la fricativa glotal sorda [h] porque ocurre en un contexto fonológico menos restringido. Los contextos en que se da esta variante, es decir, en los demás lugares, se indican en el Cuadro 14.16.
La aspiración sorda se representa mediante el símbolo [h], pero vale examinar los procesos fonéticos que resultan en el sonido que así transcribimos. La Fig. 14.17 contrasta el sonograma de [p×ska] y [p×hka]. En el primero, se nota el fuerte espectro de turbulencia arriba de 2800 cps, característico del sonido sibilante sordo [s]. En el segundo, se nota una disminución de la turbulencia y una continuación menguada de los formantes superiores de la vocal [E]. En los dos casos se nota la ausencia de estrías verticales, lo que indica que los dos sonidos son sordos. En efecto, la aspiración es una continuación ensordecida de la vocal, que se podría transcribir como [E4]. Sin embargo, la convención es que se transcribe como [h], lo que simplemente representa el ensordecimiento de la vocal anterior. En otras palabras, la producción sorda al final de la vocal representa al fonema /s/. Muchas veces esta aspiración se percibe como un soplo de aire.
En la Fig. 14.17 se puede notar que la duración de la aspiración [h] es más corta que la de la sibilante [s]. Sin embargo, la duración de la aspiración varía según el dialecto o idiolecto. Al disminuir la duración de la aspiración, hay quienes la consideran como elisión o cero fonético, lo que quiere decir que se perdería totalmente el contraste fonológico entre {pesca} y {peca}. Como es importante mantener estos contrastes, la ocurrencia del cero fonético absoluto para el fonema /s/ en el mundo hispánico es mínimo, porque normalmente hay unos milisegundos de aspiración.9
14.16
Los contextos en que se da el fricativo glotal sordo [h].
14.17
Forma de onda y sonograma de la articulación de la palabra {pesca} sin aspiración y con aspiración.
Las investigaciones sobre el fenómeno del relajamiento de las variantes del fonema /s/ han indicado que la elisión o aspiración reducida tiende a ocurrir cuando hay reduplicación de información lingüística. Es decir, el fonema /s/ no suele reducirse al cero fonético cuando la información semántica, sintáctica y morfológica no es redundante. Por ejemplo, en la frase {los otros amigos} hay cuatro indicadores de su pluralidad. Además de los tres morfemas /–s/ que indican pluralidad, la forma /lo–/ también indica pluralidad, porque la forma singular sería /el/. Debido a la redundancia de la información lingüística, es más posible que haya una reducción de la aspiración o hasta una elisión de los tres morfemas /–s/ porque queda la forma de /lo–/ como indicador de pluralidad. Si la frase fuera {las otras amigas}, el morfema /–s/ no se reduce en todas las tres manifestaciones porque así no quedaría ningún indicador de pluralidad. Otro ejemplo sería la frase {tú no estás}. En este caso, sería posible que se redujera el morfema /–s/ por la redundancia debido a la presencia del pronombre {tú}. Si la frase fuera simplemente {no estás}, sin embargo, sería imposible elidir el morfema/–s/, porque no hay ningún otro indicio para señalar que la conjugación sería de segunda persona.
La variante que ocurre con menos frecuencia es la fricativa glotal sonora [H] porque ocurre en un contexto fonológico más restringido: ante consonante sonora, sea esta en la misma palabra como en {desde} o sea esta al comienzo de la siguiente palabra {los días}.
La aspiración sonora se representa mediante el símbolo [H], pero vale examinar los procesos fonéticos que resultan en el sonido que así transcribimos. La Fig. 14.18 contrasta el sonograma de [d׸De] y [d×HDe]. En el primero, se nota el espectro característico del sonido sibilante sonoro [¸]. En el segundo, se nota un cambio en la vocal [E] a lo largo de su producción: una atenuación en el primer formante y un refuerzo en el formante cero o la barra de sonoridad. Lo que cambia en la producción de la vocal es la acción de las cuerdas vocales mientras continúan a vibrarse. Comienzan con una
vocalización normal, es decir, con las cuerdas vocales acercadas en toda su extensión como se ve en la Fig. 14.19 y como se presentó en el Capítulo 5. Concluyen con una vocalización murmurada en que las cuerdas vocales vibran en la parte anterior y se abren en la parte posterior, lo que permite un escape constante de aire durante la producción de lo que se llama la aspiración y que se transcribe como [H].9
14.18
Forma de onda y sonograma de la articulación de la palabra {desde} sin aspiración y con aspiración.
14.19
Las cuerdas vocales durante la sonorización vocálica normal y la sonorización murmurada que produce la aspiración sonora [H].
En efecto, la aspiración, en este caso, es una continuación murmurada de la vocal, que se podría transcribir como [Eâ]. Sin embargo, la convención es que se transcribe como [H], lo que simplemente representa la murmuración de la vocal anterior. En otras palabras, la producción murmurada al final de la vocal representa al fonema /s/.
14.20 La vocal se ensordece en la aspiración sorda y se murmura en la aspiración sonora.
En resumen, se puede decir que la aspiración es un fenómeno que ocurre en muchos dialectos cuando el fonema /s/ se encuentra en posición final. Lo que representa al fonema /s/, entonces, es una continuación de la vocal con una modificación en el estado de las cuerdas vocales: la vocal se ensordece en una aspiración sorda y se murmura en una aspiración sonora, como se ve en el Cuadro 14.20.
Al comparar la regla de aspiración aquí presentada con la regla general que se presentó desde el Capítulo 9, se nota que de acuerdo con la regla general, todas las realizaciones de [h] serían [s] y todas las realizaciones de [H] serian [¸].
La distinción. En los dialectos de España en que existe la oposición entre los fonemas /s/ y /Ø/, hay zonas en que hay una diferencia fonética en los alófonos que representan al fonema /s/. En la mayoría de las zonas de distinción, se produce un alófono apicoalveolar en vez de apicodental-laminoalveolar. Los dos alófonos son alveolares, pero difieren en la región de la lengua que se aproxima a los alvéolos. Esa diferencia conlleva también una diferencia en la conformación de la lengua: en el alófono apicodental-laminoalveolar la lengua tiene una conformación convexa, mientras en el alófono apicoalveolar la lengua es cóncava. La Fig. 14.21 demuestra la configuración de los órganos articulatorios para el sonido apicoalveolar [†].
En las zonas de distinción, el fonema /s/ tiene básicamente la misma distribución que en las zonas de seseo: tiene un alófono sonorizado que aparece ante consonante sonora y el alófono sordo que aparece en los demás lugares. La única diferencia es que los dos sonidos son apicoalveolares. Esto se expresa en la siguiente regla:
Según esta regla, por ejemplo, la frase {las casas} llega a ser [la†ká†a†] y la frase {es tuyo} llega a ser [׆tÖJo]. La frase {el rasgo} llega a ser [Elrá‡Go] y la frase {es mío} llega a ser [ׇmío].10
El fonema /T/ solo se da en zonas de distinción y se realiza con dos alófonos principales: la fricativa interdental sorda [T] y la fricativa interdental sonora [D]. La Fig. 14.22 demuestra la configuración de los órganos articulatorios para el sonido interdental [Ø].
14.21 La posición articulatoria del sonido [†] apicoalveolar.
La base de la regla para el fonema /s/ es asimilación al estado de las cuerdas vocales de la consonante que le sigue. Este mismo principio se aplica al fonema /Ø/ en las zonas de distinción como demuestra la siguiente regla:
Según esta regla, por ejemplo, la frase {házmelo} llega a ser [áDmelo] y la frase {paz mundial} llega a ser [páDmàªdjál]. La frase {háztelo} llega a ser [áTtelo] y la frase {paz eterna} llega a ser [páTEt×Rna].11
La Fig. 14.23 contrasta la posición articulatoria de los tres sonidos fricativos principales relacionados con los fenómenos de seseo y distinción: la apicodental-laminoalveolar convexa [s], la apicoalveolar cóncava [†] y la apicointerdental plana [T].12 Los diagramas articulatorios justifican las descripciones articulatorias. En las formas de onda y en los sonogramas se pueden ver que en términos de turbulencia, el sonido cóncavo [†], que se emplea en la distinción, es el sonido más turbulento. El sonido convexo [s], que es la variante más común del seseo, se produce con menos turbulencia. El sonido interdental [Ø], que representa al fonema /Ø/ en zonas de distinción tiene poca turbulencia. El Cuadro 14.24 resume los datos pertinentes a los alófonos del fonema /s/
tanto en zonas de seseo como en zonas de distinción.
14.22
La posición articulatoria del sonido [Ø].
Tanto el inglés como el español tienen un sonido fricativo alveolar sordo y un sonido fricativo alveolar sonoro. El estudiante anglohablante del español tiene que reconocer, sin embargo, que estos dos sonidos se difieren tanto fonológica como fonéticamente. En inglés, los dos sonidos representan dos fonemas distintos tanto en posición inicial como en posición final, mientras que en español son dos alófonos del mismo fonema. En inglés, por ejemplo, las secuencias fonéticas de [sÖṷ] {sue} y [zÖṷ] {zoo} son un par mínimo que comprueban la oposición entre /s/ y /z/ en posición inicial. Esta oposición también se da en posición final: [Páis] {rice} y [Páiz] {rise}. En español, por otro lado, las secuencias [×stÖJo] {es tuyo} y [׸mío] {es mío} demuestran que los sonidos [s] y [¸] son alófonos del mismo fonema. (Es de notar que los símbolos [¸] del español y [z] del inglés son equivalentes fonéticamente.)13
Vale explicar porque el sonido fricativo alveolar sonoro del inglés se transcribe con [z] mientras que el sonido fricativo alveolar sonoro del español se transcribe con [¸]. En parte es una concesión a la fonología, reconociendo que en español el sonido [¸] es alófono del fonema /s/, así su símbolo es más parecido, diferenciándose con un signo diacrítico, que está de acuerdo con las pautas de la Asociación Internacional de Fonética. En parte se debe a que el sonido [z] del inglés es altamente sibilante con un acercamiento muy estrecho de la lengua contra los alvéolos que se podría transcribir como [’], mientras que el sonido [¸] es menos sibilante, sin el acercamiento exagerado del sonido inglés.
14.23 Una comparación de la posición articulatoria, la forma de onda y el sonograma de los sonidos fricativos [s † T].
El fonema /s/ es problemático para el anglohablante que aprende español en cinco circunstancias:
Referente al número uno, es importante reconocer que el sonido fricativo alveolar sonoro nunca aparece en posición intervocálica en español. El estudiante anglohablante que aprende español tiende a producir un sonido [z] en esa posición debido a la influencia del inglés. La inter-ferencia aquí se debe a que en inglés en posición intervocálica existe una oposición entre los fonemas /s/ y /z/ como comprueban los pares mínimos [pr$×s‰d‰nt] {precedent} y [pP$×z‰d‰nt] {president} y [PÓIsQ=] {racer} y [PÓIzQ=] {razor}. El hecho de que el grafema {s} se emplee para representar al fonema /z/ en inglés en posición intervocálica, contribuye al problema del anglohablante. El Cuadro 14.25 presenta algunos ejemplos que ilustran esa transferencia negativa.14
14.24 Comparación de /s/ en el seseo y en la distinción.
El segundo problema tiene que ver con el grafema {z}, que en inglés siempre representa al fonema /z/ y al sonido [z]. Hay que recordar que en español el grafema {z} siempre representa al fonema /s/ en las zonas de seseo y al fonema /Ø/ en las zonas de distinción: no existe el fonema /z/ en español. El Cuadro 14.26 presenta algunos ejemplos que ilustran esa transferencia negativa.15
El tercer problema ocurre cuando el fonema /s/ aparece en posición final de palabra. El inglés tiene un número considerable de palabras que terminan con el grafema {s}, pero que se pronuncian con el sonido [z]. En inglés hay también un número considerable de pares mínimos que comprueban la oposición entre /s/ y /z/ en posición final de palabra: [fÓIs] {face} y [fÓIz] {phase}, [gPÓIs] {grace} y [gPÓIz] {graze}, [PáIs] {rice} y [PáIz] {rise} También el sonido [z] se emplea en inglés para el morfema sustantival de pluralización y con el morfema sustantival de posesión (por ejemplo: {bases} [bÓIsšz] y {John’s book} [Ë‚1nzbW1k]) y con el morfema verbal de tercera persona del singular (por ejemplo: {dances} [d€1ntsšz]). El Cuadro 14.27 presenta algunos ejemplos que ilustran esa transferencia negativa.16
El cuarto problema ocurre cuando el fonema /s/ aparece ante la semiconsonante [j]. En inglés, esta secuencia suele producir una palatalización al sonido [S] o [Z]. El Cuadro 14.28 presenta algunos ejemplos que ilustran esa transferencia negativa.17
El quinto problema surge cuando el fonema /s/ aparece en posición final de
sílaba ante consonante sonora. En este caso, el problema no ocurre debido a una interferencia negativa del inglés, sino que resulta del hecho de que el anglohablante tenga que adquirir una regla de distribución complementaria del español en que el fonema /s/ se asimila al estado de las cuerdas vocales de la consonante que sigue. Esto ocurre tanto dentro de una sola palabra como entre palabras. En fin, el anglohablante tiene que aprender a producir el sonido [¸] (semejante a [z]) como alófono del fonema /s/ en su debido contexto fonológico. El Cuadro 14.29 demuestra esta situación.18
14.25 La transferencia negativa del sonido fricativo alveolar sonoro en posición intervocálica.
14.26
La transferencia negativa del grafema {z} del inglés.
En cuanto a los alófonos del fonema /s/, el estudiante que aprende español tiene que recordar que en español:
14.27 La transferencia negativa del fonema /s/ cuando aparece en posición final de palabra.
En relación con los demás fonemas fricativos, el fonema palatal /J/ es el único fonema sonoro. En cuanto a su realización fonética, el fonema /J/ tiene una gran variabilidad en el mundo hispánico, parecido en varios aspectos con la que tiene el fonema /s/.
El fonema /J/ se opone a los demás fonemas fricativos /f s x/ como se ejemplifica con la serie [lafáka lasáka laJáka laxáka]. El fonema /J/ es el décimo-noveno fonema más frecuente del español con un porcentaje de frecuencia de 0,9% del total de los fonemas.
El fonema /J/ corresponde a tres grafemas: {y, hi, ll}. El Cuadro 14.30 indica las reglas y da ejemplos de cada correspondencia.
14.28
La transferencia negativa del fonema /s/ cuando aparece ante la semiconsonante [j].
Como ya se expuso, el fonema /J/ tiene una distribución complementaria con dos alófonos: uno africado y otro fricativo. El principio general es que se produce el alófono africado después de pausa, consonante nasal o consonante lateral. En los demás lugares, se produce el sonido fricativo. Como ya se ha demostrado, esta regla se expresa formalmente de la siguiente manera:
14.29 La transferencia negativa del fonema /s/ cuando aparece en posición final de sílaba ante consonante sonora con los grafemas {s} y {z}.
Fonotácticamente, el fonema /J/ ocurre exclusivamente en posición inicial. El Cuadro 14.31 indica los detalles de su distribución fonotáctica.
La articulación del sonido [J] comienza mediante la formación de un estrechamiento entre el predorso de la lengua y el paladar duro. Se puede caracterizar el estrechamiento como una constricción de ranura (inglés: slit fricative). En este tipo de constricción el aire sale por encima de la lengua a lo ancho de la abertura. Esto contrasta con una constricción acanalada (inglés: groove fricative) en que los lados de la lengua mantienen más contacto con el paladar a lo largo de las muelas, formando un canal por el que pasa el aire como en el sonido [S] de la palabra inglesa {ship}. Formado el estrechamiento, se fuerza el aire por la constricción por encima de la lengua y la fricción así causada produce un sonido no sibilante. Durante la producción de la fricativa [J], vibran las cuerdas vocales. La Fig. 14.32 demuestra la posición articulatoria para el sonido [J]. Vale observar que el lugar de articulación (sea pre-, medio-o pos-palatal) como también la posición de los labios (sea labializada o deslabializada) durante la producción del sonido [J] varía ligeramente según la coarticulación de la vocal que lo sigue.
Es importante señalar que en inglés no existe ningún sonido fricativo parecido al sonido [J] del español. El sonido inglés más cercano que existe es el aproximante [j] (semiconsonante en español) como en las palabras {you} [jÖU], {yes} [j×s] y {yo-yo} [jÕUjÕU]. Ese sonido inglés sí es equivalente a la semiconsonante sonora [j] del español que es alófono del fonema vocálico /i/ y que aparece en posición prenuclear como en la palabras {tiene} [tjÓne] o {salió} [saljÕ].
Un análisis de la descripción fonética de ambos sonidos ilustra las semejanzas y diferencias fonéticas que existen entre [J] y [j]. La distinción principal entre la consonante fricativa palatal sonora [J] y la semiconsonante anterior [j] radica en el modo de articulación, siendo la distinción una de grado de abertura. Siendo consonante, el sonido [J] es más cerrado. El sonido consonántico [J] se produce con fricación, pero el sonido vocálico [j], por su abertura mayor, carece de fricción. En cuanto al lugar de articulación, el término consonántico palatal es equivalente al término vocálico anterior; es decir, se refieren a la misma zona bucal. Los dos sonidos son sonoros. Las diferencias y semejanzas se resumen en el Cuadro 14.33.19
14.30
Los grafemas del fonema /J/ en dialectos yeístas.
Acústicamente, el alófono [J], como los demás alófonos fricativos sonoros, resulta
en una onda cuasiarmónica que se destaca por un período de turbulencia. Sin embargo el grado de turbulencia no es sibilante, a pesar de ser una turbulencia más fuerte que la de los sonidos [ß á y]. Como en el caso de los demás sonidos fricativos, se distingue el lugar de articulación por la intensidad y frecuencia de la zona de turbulencia acústica. En el caso del sonido palatal [J], la zona de turbulencia suele ser algo fuerte y comienza alrededor de 2500 Hz. como se ve en la Fig. 14.34.20
14.31 La distribución fonotáctica del fonema /J/.
Auditivamente, el sonido [J] se reconoce como fricativo por la presencia de una zona de energía acústica fuerte esparcida por las frecuencias arriba de 2500 Hz. y por la sonorización.
El alófono [Ì] tiene el mismo lugar de articulación del alófono [J], pero el modo de articulación es africado en vez de fricativo. Esto quiere decir que tiene dos elementos: uno oclusivo y otro fricativo. El primer elemento del sonido africado español [Ì] es un oclusivo mediopalatal, cuyo símbolo fonético es [F]. El segundo elemento es el sonido fricativo [J], que se produce en la transición entre el sonido oclusivo y la siguiente vocal. Es importante recordar que el elemento fricativo es de ranura y que no es sibilante. La Fig. 14.35 demuestra la configuración de los órganos articulatorios para el alófono [Ì].
14.32
Trazo articulatorio del sonido [J].
El proceso de la africación se da después de una pausa, después de consonante nasal y después de consonante lateral. En los últimos dos casos, ya hay contacto entre la lengua y el lugar de la articulación del fonema /J/, lo que naturalmente convierte el alófono producido para representar al fonema /J/ en africado. Después de pausa, la articulación del fonema /J/, sigue el patrón de los fonemas /b d g/ en que la articulación después de pausa comienza con una cerrazón total.
Acústicamente, el alófono [Ì] resulta en una onda cuasiarmónica que representa los dos elementos del sonido africado. El primer elemento se destaca por un breve período de sonorización, ya sea presonorización en el caso de que aparezca el sonido después de una pausa o la continuación de la sonorización previa en el caso de que aparezca después de nasal o lateral. La onda sonora del segundo elemento es igual a la onda del sonido fricativo [J] ya descrito. Se pueden ver estos dos componentes acústicos en el sonograma del sonido [Ì] en la Figura 14.36.21
Auditivamente, el sonido [Ì] se reconoce como africado por la presencia de una oclu-siva sonora palatal seguida de una fricativa sonora palatal. Puesto que este sonido es alófono del fonema /J/, es común que el hispanohablante ni perciba el elemento oclusivo de africación. Esto se debe a que el elemento oclusivo es un fenómeno fonético y no fonológico. Sin embargo, cuando un anglohablante no produce el sonido africado en las posiciones que lo requieren, le suena extranjero al hispanohablante. Esto se comprueba con el hecho de que el hispanohablante que aprende inglés suela aplicar la regla del español al inglés, produciendo así [Ì×s] en vez de [j×s].
14.33 Las diferencias y semejanzas entre [J] y [j].
El fonema /J/ es un fonema del español que presenta mucha variedad dialectal. Las diferencias dialectales tocantes al fonema /J/ giran alrededor de fenómenos tanto fonológicos como fonéticos. Fonológicamente los dialectos pueden clasificarse en dialectos de distinción, en que se oponen dos fonemas palatales (v. gr., /J/ ~ /Y/), o en dialectos de yeísmo, en que hubo neutralización diacrónica entre dichos fonemas. Fonéticamente, se diferencian los dialectos según las variantes a base de relajamiento o refuerzo del sonido [J] (v. gr., [j], [Z] o [S]). En ambos casos hay que considerar las distribuciones complementarias en distintos dialectos del fonema /J/. Siguen las consideraciones.
14.34
Forma de onda y sonograma de la articulación del sonido español [J] en la palabra {calle}.
14.35
La posición articulatoria del sonido [Ì]. La línea de puntos representa la posición de la etapa fricativa.
Los fenómenos fonológicos. Los dialectos que manifiestan distinción entre /J/ y /ʎ/ representan una minoría de los hispanohablantes. El fenómeno de distinción es más difundido en Sudamérica que en el resto del mundo hispánico. La realización fonética de los fonemas /J/ y /ʎ/ en los dialectos de distinción adopta tres patrones fonéticos: 1) [J] y [ʎ], 2) [J] y [3] o 3) [Ì] y
[ʎ]. Estas tres posibilidades se resumen en el Cuadro 14.37 junto con su extensión geográfica.22
Los dialectos que manifiestan el yeísmo, es decir, la neutralización entre /J/ y /λ/ en /J/, representan una gran mayoría de los hispanohablantes. El fenómeno es muy difundido tanto en España como en Latinoamérica. La realización fonética del fonema /J/ es bastante variada e incluye el sonido [J] junto con la variante relajada [j], la variante reforzada [Z] y la variante reforzada ensordecida [S]. El Cuadro 14.38 resume esas variantes y su extensión geográfica.23
El fonema /J/tiene una distribución complementaria tanto en zonas de distinción como en zonas de yeísmo. Los alófonos del fonema /J/ en los distintos dialectos siguen el modelo general de la regla ya expuesta, e incluyen siempre una variante fricativa y una variante africada. De esa manera el sonido más común para representar al fonema /J/ es el sonido [J] como en las palabras [áJa] {haya} y [aJ×R] {ayer}. Siendo así, el sonido africado, que se da después de pausa, nasal o lateral, es [Ì], como en las frases [Ìálo’íse] {ya lo hice}, [ånÌámas] {en llamas} o [ElÌÓlo] {el hielo}. El Cuadro 14.39 demuestra las situaciones dialectales.24
Como se ve en el Cuadro 14.39, puede haber variación dialectal del sonido fricativo. La regla de distribución, sin embargo, siempre tiene dos alófonos: uno fricativo y uno africado. El alófono africado siempre contiene como segundo elemento el alófono fricativo.
Los fenómenos fonéticos. En esta sección se presentan los detalles fonéticos de las variantes de /J/ ya introducidas (la variante relajada [j] y las variantes reforzadas [Z] y [S]) como también los detalles fonéticos del sonido lateral palatal [Y]. Ya se presentaron los detalles fonéticos del sonido [J] junto con la variante africada [Ì]. Por ser variantes dialectales de carácter no generalizado, los alófonos [Z] y [S] no aparecen en el cuadro de los sonidos consonánticos.
La variante relajada, la semiconsonante anterior [j], se introdujo en el Capítulo 12 en referencia a su papel como alófono del fonema vocálico /i/ en los diptongos crecientes. Fonológicamente, el caso presente es otro porque se trata de una realización fonética de la semiconsonante en posición intervocálica en que la semiconsonante representa al fonema consonántico /J/. La variante africada [Fj] comienza con una cerrazón palatal breve seguida de una explosión poco tensa pasando en seguida a la semiconsonante y a la siguiente vocal.
La fricativa palatal sonora reforzada acanalada [Z] (también llamada rehilada) se compara con el sonido inglés [Z] de {measure, azure, beige}. Se difiere del sonido [J] en varios puntos. Primero, se forma con una constricción acanalada (y no de ranura, como el sonido [J]). Segundo, es un sonido prepalatal. Tercero, el canal se forma con la lámina de la lengua en forma convexa. Cuarto, es un sonido sibilante. Quinto, el estado de los labios en la producción de la fricativa se asimila al estado de los labios en la producción de la vocal que sigue. La variante africada [Í] comienza con una cerrazón palatal sonora seguida de una distensión fricativa en que se produce la sibilante palatal sonora.
14.36
Forma de onda y sonograma de la articulación del sonido español [Ì] en la palabra {llama} y en la frase {en llamas}.
La fricativa palatal sorda reforzada acanalada [S] (también llamada rehilada) se compara con el sonido inglés [S] de {fashion, assure, fish}. Este sonido resulta del ensordecimiento del sonido [Z] ya tratado. La variante africada [Ê] comienza con una cerrazón palatal sorda seguida de una distensión fricativa en que se produce la sibilante palatal sorda.
14.37 Los tres patrones fonéticos de la realización fonética de los fonemas /J/ y /λ/ en los dialectos de distinción.
La Fig. 14.40 contiene una comparación de las formas de onda y de los sonogramas de las cuatro variantes fricativas principales del fonema /J/: la fricativa palatal sonora de ranura [J], la fricativa palatal sonora reforzada acanalada [Z], la fricativa palatal reforzada acanalada ensordecida [S] y la semiconsonante anterior [j]. En el sonograma, se puede observar que el sonido [Z] es sonoro y que tiene mucha fricación, siendo un sonido sibilante. El sonido [S] tiene la misma fricación que el sonido [Z], siendo también un sonido sibilante, pero en este caso, el sonido es sordo. La semiconsonante [j] presenta formantes continuos vocálicos de transición entre la vocal precedente y la vocal subsiguiente, que están ausentes en el sonograma del sonido fricativo [J].24
La lateral palatal sonora [λ] es un sonido que ocurre en algunos de los dialectos de distinción. El sonido suele ser difícil para el anglohablante puesto que no hay ningún sonido equivalente en inglés. El sonido se produce mediante un contacto entre el predorso de la lengua y el paladar. El contacto es central, lo que permite que haya una salida continua de aire por uno o ambos lados de la lengua como se ve en la Fig. 14.41, que contiene un diagrama de la posición articulatoria y un palatograma del sonido [λ].
14.38
Las variantes de la realización fonética del fonema /J/ en los dialectos de yeísmo.
14.39 Variantes dialectales de los alófonos para el fonema /J/.
14.40
Una comparación de las formas de onda y de los sonogramas de las cuatro variantes fricativas principales del fonema /J/.
El sonido [λ] se difiere del sonido [J] en varios puntos. Primero, el sonido [λ] se forma con una constricción central en cuanto el sonido [J] se forma con un estrechamiento de ranura. Segundo, en el sonido [λ] el aire escapa continuamente por uno o ambos lados, mientras en el sonido [J] el aire escapa continuamente por encima del centro de la lengua. Tercero, no hay mucha variación en el lugar de articulación del sonido [λ] según el lugar de articulación de la vocal que sigue como lo hay con el sonido [J]. Cuarto, siendo sonorante lateral, el sonido [λ] posee formantes, mientras el sonido [J], siendo fricativo, no los posee. La Fig. 14.42 contiene una
forma de onda y un sonograma del sonido [λ].25
El problema que el anglohablante suele tener con la pronunciación del sonido [λ], que no existe en inglés, es que lo confunde con la secuencia [lj], que es bastante común en inglés (value, million, Italian). Existen hasta libros de texto que así lo enseñan, pero es importante reconocer que en los dialectos españoles de distinción, la secuencia [lj] se contrasta con [λ] en pares mínimos como {aliar} [aljáR] y {hallar} [haYáR], {helio} [Óljo] y {ello} [ÓYo], y {oliera} [olj×Ra] y {ollera} [oY×Ra].26 Se presentarán más detalles sobre la pronunciación del sonido [λ] en el Capítulo 16, que trata las consonantes laterales.
Fonéticamente los sonidos [λ] y [lj] son muy distintos entre sí, y los dos son muy diferentes del sonido [J]. Estas diferencias se resumen en el Cuadro 14.43 y se comentan con más detalles en el Capítulo 16.
14.41
La posición articulatoria y un palatograma del sonido [Y].
14.42
Forma de onda y sonograma de la articulación del sonido [λ] en la palabra {calle}.
Los problemas que el estudiante que aprende español enfrenta referente al fonema /J/ son tres:
La mejor manera de adquirir el sonido [Ì] es de primeramente aprender a producir correctamente el sonido [J]. Al producir el sonido fricativo, el estudiante debe levantar el predorso de la lengua en la zona donde se produce la fricación hasta que la lengua forme una cerrazón mediopalatal total. Una vez que efectúa la cerrazón, debe aumentar la presión de aire. En seguida, hay una abertura del canal articulatorio, lo que produce la explosión típica del comienzo de un sonido africado. Al alejarse la lengua del paladar, sin embargo, la lengua se detiene brevemente dejando un estrechamiento que causa la fricción típica de la segunda fase del sonido africado.
En cuanto a los alófonos del fonema /J/, el estudiante que aprende español debe recordar que:
En relación con los demás fonemas fricativos, el fonema /x/ es el único fonema velar. Comparte el rasgo del estado de las cuerdas vocales con las consonantes /f/ y /s/.
El fonema /x/ se opone a los demás fonemas fricativos /f s J/ como se ejemplifica con la serie [lafáka lasáka laJáka laxáka]. El fonema /x/ es el vigésimo fonema más frecuente del español con un porcentaje de frecuencia de 0,6% del total de los fonemas. El fonema /x/ corresponde a los grafemas {j g x} como demuestra el Cuadro 14.44.27
3
Como ya se expuso en el Capítulo 9, el fonema /x/ tiene una distribución única con el alófono [x].
Fonotácticamente, el fonema /x/ se da casi exclusivamente en posición inicial de palabra o en posición inicial de sílaba interior de palabra. Básicamente el 100% de las ocurrencias de /x/ se dan en esa posición; solo el 0,13% de las ocurrencias de /x/ se dan en posición final de sílaba: todos ellos en posición final de palabra. La única palabra común es {reloj}; las otras veinte que constan en el DRAE son rebuscadas. El Cuadro 14.45 indica los detalles de su distribución fonotáctica.
14.43
Diferencias entre los sonidos [λ], [lj] y [J].
La articulación del sonido [x] comienza mediante la formación de un estrechamiento al levantar el posdorso de la lengua hacia el velo del paladar. Al mismo tiempo el velo del paladar se levanta adhiriéndose a la pared faríngea. Formado el estrechamiento, se aumenta la presión del aire en la cavidad bucal, forzando así el aire por el estrechamiento. La turbulencia causada por la fricción entre las moléculas y también entre estas y los órganos articulatorios produce el sonido fricativo. En la distensión se abre el estrechamiento y deja de haber fricción. La Fig. 14.46 demuestra la posición articulatoria para el sonido [x]. Vale observar que el lugar de articulación puede ser más anterior en el caso de [axí] o más posterior en el caso de [xú**v**o].
Acústicamente, el alófono [x], como los demás alófonos fricativos sordos, resulta en una onda inarmónica que se destaca por un período de turbulencia. Como ya se expuso en el Capítulo 6, se distingue el lugar de articulación por la intensidad y frecuencia de la zona de turbulencia acústica. En el caso del sonido [x], la zona de turbulencia suele ser discontinua, apareciendo desde las frecuencias más bajas hasta las más altas como se ve en la Fig. 14.47.
Auditivamente, el sonido [x] se reconoce como fricativo por la presencia de una zona de energía acústica discontinua a lo largo del espectro como también por la transición de los fonemas vocálicos precedentes y subsiguientes.
La variación dialectal de alófonos del fonema /x/ corresponde a variantes reforzadas y relajadas. La variante reforzada se produce con un estrechamiento intensificado con una mayor aproximación de la lengua al velo del paladar produciendo así una mayor turbulencia. Esta variante reforzada [Œ] es típica de varios dialectos de España.
En las Américas, la variante más difundida de la norma culta es la fricativa velar sorda [x] ya descrita. Sin embargo, hay una variante relajada [h] semejante a la articulación inglesa de {happy} o {hot}. Esta fricativa glotal sorda es típica del Caribe, Centroamérica y del norte de México.
14.44
Los grafemas que corresponden al fonema /x/.
14.45
La distribución fonotáctica del fonema /x/.
El sonido [x] es un sonido problemático para el anglohablante, puesto que este sonido no tiene ningún equivalente en inglés. El sonido requerido es un sonido fricativo velar sordo y el sonido más pare-cido del inglés en términos de su lugar de articulación es el oclusivo velar sordo [k]. Siendo así la mejor manera de adquirir el sonido español es de practicarlo partiendo del sonido oclusivo [k], bajando la lengua ligeramente en la distensión del oclusivo
solamente hasta el punto de poder producir una fricativa. Esto produce entonces un sonido africado [kxxxxxxxxxx]. Al poder producir este sonido africado con facilidad, el estudiante debe practicar el producir el elemento fricativo sin el oclusivo inicial. De allí debe practicar el sonido en posición intervocálica como en las palabras {ojo, ajo, hijo, eje, lujo}. Finalmente debe practicar el sonido en posición inicial de palabra como en las palabras {jactarse, gente, giro, jota, jugo}.28
3
14.46 La posición articulatoria del sonido [x]. El lugar del acercamiento velar varía según la vocal que sigue.
Se aconseja que el estudiante adquiera el sonido fricativo velar sordo [x] de la norma culta hispánica en vez de aprovecharse del sonido fricativo glotal sordo [h] que se da en varios dialectos. El motivo de este consejo es que el uso del [x] suena menos “gringo”. A pesar de que el sonido [h] aparece en dialectos hispánicos, cuando el anglohablante lo emplea, se le tacha de acento inglés, porque de modo general no lo acompañan las demás características de esos dialectos.
En el mundo hispánico el grafema {x} es uno de los mejores ejemplos de la falta de correspondencia exacta entre la ortografía y la fonología, puesto que representa cuatro posibilidades fonemáticas. Dos de esas posibilidades pueden clasificarse como sistemáticas y dos como asistemáticas.
En cuanto a los usos ortográficos sistemáticos del grafema {x}, hay dos modelos principales en el mundo hispánico, uno que describe la norma de España y otro que describe la norma de la América Latina.
En España el grafema {x} representa sistemáticamente al fonema /s/ o a la secuencia de fonemas /ks/. El fonema /s/ se representa mediante el grafema {x} en posición final de sílaba ante consonante: por ejemplo, {experto} /espéRto/ o {excelente} /esθeléNte/. La secuencia de fonemas /ks/ se representa mediante el grafema {x} en posición intervocálica: por ejemplo, {exacto} /eksákto/ o {nexo} /nékso/.
14.47
Forma de onda y sonograma de la articulación del sonido [x] en la palabra {caja}.
En Latinoamérica el grafema {x} suele representar siempre la secuencia /ks/. En posición final de sílaba ante consonante, entonces, la palabra {experto} suele pronunciarse [ƐkspƐ́ɾto] y la palabra {excelente}, [εkselέn̺te]. En posición intervocálica la palabra {exacto} suele pronunciarse [Ɛksákto] y la palabra {nexo}, [nékso].
Es de notarse que el grafema {x} puede pertenecer a uno o a dos sílabas, dependiendo de su posición fonotáctica. Si el grafema {x} ocurre en posición final de sílaba ortográfica, los sonidos resultantes pertenecen a una sola sílaba: [εs̺.pέɾ.to] o [εks.pέɾ.to]. Si el grafema {x} ocurre en posición intervocálica, los sonidos resultantes pertenecen a dos sílabas distintas: [Ɛk.s̺ák.to] o [Ɛk.sák.to].
Otro problema que presenta el grafema {x} para el anglohablante es la interferencia del inglés que resulta en la pronunciación del grafema {x} en posición intervocálica como [gz]. Ejemplos incluyen las palabras inglesas {exam} [εgzǽm], {exist} [εgzǽst] y hasta {exact} [εgzk̚th]. El anglohablante tiene que evitar el uso de la secuencia [gz], que no existe en español; pues las palabras cognadas de las palabras inglesas aquí citadas son [ƐksámƐ̃n], [Ɛksíste] y [eksák̚to].
Los usos ortográficos asistemáticos del grafema {x} resultan en los sonidos [s], [x] o [ʃ], que se dan en varias palabras prestadas de origen mayormente indígena. Ejemplos del sonido [s] incluyen {X͟ochimilco} [socʃimílko] o {Ix͟taccíhuatl} [istaksíwatɬ˳]. Ejemplos del sonido [x] incluyen {Méx͟ico} [méxiko] o {Oax͟aca} [waxáka]. Ejemplos del sonido [ʃ] incluyen {X͟ola} [ʃóla] o {Ux͟mal} [uʃmál]. Con las palabras indígenas no hay regla: El estudiante simplemente tiene que memorizar la pronunciación de esas palabras.
El fonema /cʃ/ es el único fonema africado del español. Se presenta aquí debido a que comparte rasgos tanto oclusivos como fricativos.
El fonema /cʃ/ se opone a los fonemas oclusivos /p t k b d g/ como se ejemplifica en la serie [ácʃa ápa áta áka áβa áða áƔa]. Se opone a los fonemas fricativos /f s ʝ x/ como se ejemplifica con la serie [cʃáka fáka sáka áka xáka]. El fonema /cʃ/ es el vigésimo-tercer fonema del español con una frecuencia del 0,3% del total de los fonemas. Es el segundo fonema consonántico menos común. El fonema /cʃ/ tiene correspondencia única con el dígrafo {ch}.
Como ya se expuso en el Capítulo 9, el fonema /cʃ/ tiene una distribución única con el alófono [cʃ].
Fonotácticamente, el fonema /cʃ/ se da exclusivamente en posición inicial de sílaba, sea inicial de palabra o no. El Cuadro 14.48 indica los detalles de su distribución fonotáctica.29
La articulación del sonido [cʃ] comienza mediante la formación de una cerrazón total formada por la poslámina y el predorso de la lengua contra el prepaladar. Formada la oclusión, se aumenta la presión de aire. En seguida se aleja la lengua del prepaladar para formar un estrechamiento acanalado por el que pasa el aire causando el elemento fricativo sordo [ʃ]. La Fig. 14.49 indica la posición articulatoria del sonido [cʃ].
14.48
La distribución fonotáctica del fonema /cʃ/.
Acústicamente, el alófono [cʃ] resulta en una onda inarmónica que representa los dos elementos del sonido africado. El primer elemento se destaca por un breve período
de silencio. La onda sonora del segundo elemento demuestra turbulencia acústica fuerte que comienza por los 1800 ciclos por segundo. Este sonido presenta turbulencia fuerte en frecuencias más bajas que el sonido fricativo sordo [s]. Se pueden ver los dos componentes acústicos en el sonograma del sonido [cʃ] en la Figura 14.50.29
Auditivamente, el sonido [cʃ] se reconoce por el silencio del oclusivo sordo palatal seguido de la turbulencia fuerte del fricativo sordo palatal.
La variación fonética dialectal de las realizaciones del fonema /cʃ/ se basan en dos principios: primero, la relación temporal entre los componentes del sonido africado y segundo, un cambio de lugar de articulación. El principio más importante y el que describe mejor las diferencias que ocurren entre los dialectos es el de la relación temporal.
El sonido africado, por definición, se compone de un elemento oclusivo seguido de un elemento fricativo homorgánico. En teoría, la duración relativa entre esos dos componentes provee toda una gama de posibilidades entre [c] (el 100% de un elemento oclusivo seguido del 0% de un elemento fricativo) hasta [ʃ] (el 0% de un elemento oclusivo seguido del 100% de un elemento fricativo); la gama teó-rica permite también todas las posibilidades intermediarias. En la práctica se pueden agrupar las realizaciones fonéticas en cinco categorías según el gráfico de la Fig. 14.51.
14.49
La posición articulatoria del sonido [cʃ]. El dibujo articulatorio de la lengua representa la posición de la oclusiva. La línea de puntos debajo de la superficie de la lengua representa la posición de la fricativa.
El sonido más común para el fonema africado /cʃ/ es la africada equilibrada [cʃ] en que los componentes oclusivo y fricativo tienen aproximadamente la misma duración. Sin embargo existen otras variantes dialectales en que o el elemento oclusivo o el elemento fricativo tienen una duración menor. Esos sonidos se representan con el símbolo del elemento reducido sobrescrito. En algunos dialectos, entonces, se da el sonido [cʃ], con el elemento oclusivo inicial reducido. Esta variante ocurre comúnmente, por ejemplo, en algunos dialectos del norte de México y de Cuba. En otros dialectos, se da el sonido [cʃ], con el elemento fricativo final reducido. Esta variante ocurre comúnmente, por ejemplo, en algunos dialectos de Puerto Rico. La ocurrencia de la variante totalmente oclusiva [c] es idiosincrásica. La ocurrencia de la variante totalmente fricativa [ʃ] es poco común.
14.50
Forma de onda y sonograma de la articulación del sonido [cʃ] en la palabra {hacha}.
Nuestro estudio acústico del español cubano habanero arroja los siguientes resultados con respecto a las variantes descritas en la Fig. 14.51: un 60% de ocurrencia para el alófono equilibrado [cʃ], un 31,4% para el alófono de la fricativa destacada [cʃ], un 4,3% para el alófono totalmente fricativo [ʃ], un 2,9% para el alófono de la oclusiva destacada y un 1,4% para el elemento totalmente oclusivo.
El segundo tipo de variación es el cambio del lugar de articulación. En algunos dialectos, el lugar de articulación de las variantes del fonema /cʃ/ puede variar de una posición prepalatal [cʃ] a una posición alveopalatal [tʃ]. En el español chileno, por ejemplo, la pronunciación de la africada suele ser alveopalatal delante de una vocal palatal, es decir, la vocal cerrada anterior [i]. También se destaca más el elemento oclusivo, lo que resulta en un sonido [tʃ], como en la palabra {Chile} [tʃíle].
En realidad, el fonema /cʃ/ no presenta ningún problema para el anglohablante, puesto que su alófono más frecuente es la variante equilibrada [cʃ]. Este sonido es semejante al del inglés como en las palabras {chat} [tʃǽt] y {achieve} [ətʃiįv]. Sin embargo, el lugar de articulación de los dos sonidos es diferente como se ve en la Fig. 14.52.
Como se nota en los dibujos, el elemento oclusivo del español es prepalatal y por eso se emplea el símbolo [cʃ], cuyo primer símbolo representa un sonido oclusivo palatal. En el sonido del inglés, en cambio, la lengua se adelanta y la lámina toca en la región posalveolar antes de retraerse levemente, separándose del prepaladar lo suficiente para formar el elemento fricativo. Por eso, en inglés se emplea el símbolo [tʃ] para representar el sonido africado sordo inglés.
En cuanto al alófono del fonema /cʃ/, el estudiante que aprende español debe recordar que:
14.51
La relación temporal entre los componentes oclusivo y fricativo de las variantes fonéticas del sonido africado /cʃ/.
Los fonemas fricativos /ʝ/ y /x/ y el fonema africado /cʃ/ del español se dan casi exclusivamente en posición inicial de sílaba ante vocal, sea inicial de palabra o inicial de sílaba interior de palabra, como se ve en el Cuadro 14.53. La única excepción son los escasos casos del fonema /x/ en posición final de palabra. El fonema /f/ es el único fonema fricativo que se combina con otro fonema consonántico, sea /l/ o / г /, en posición inicial de sílaba o palabra. El fonema /f/ se da en pocos casos en posición final de sílaba interior de palabra y no aparece en posición final de palabra.
14.52 El lugar de articulación del sonido africado [cʃ] del español y del sonido africado [tʃ] del inglés. Los dibujos articulatorios de la lengua representan la posición del elemento oclusivo. La línea de puntos debajo de la superficie de la lengua representa la posición del elemento fricativo.
El fonema /s/ es el único fonema consonántico que aparece más en posición final de sílaba (52,5%) que en posición inicial de sílaba (47,5%). Esto se debe a su papel morfológico en los sustantivos, verbos, adjetivos, determinantes y pronombres. El fonema /s/ es también el fonema consonántico más frecuente, ocurriendo con más frecuencia que las vocales /i/ y /u/. Los demás fonemas fricativos y el fonema africado son de frecuencia muy baja, cada uno con menos del 1% del total de ocurrencias de los fonemas del español.
Es importante entender bien las diferencias fonéticas que existen entre oclusivas, fricativas y africadas. El Cuadro 14.54 resume esas distinciones. En cuanto a la caracterización del sonido y la posición articulatoria, se ve claramente que la africada es una combinación o secuencia de una oclusiva más una fricativa. Por otro lado la oclusiva se forma de una cerrazón más una distensión instantánea mientras que la africada se forma de una cerrazón más una distensión retardada.
14.53
Distribución fonotáctica de los fonemas fricativos y el fonema africado /cʃ/. Los fonemas fricativos /ʝ/ y /x/ y el fonema africado /cʃ/ del español se dan casi exclusivamente en posición inicial de sílaba ante vocal, sea inicial de palabra o inicial de sílaba interior de palabra.
Mientras que los fonemas oclusivos tienen muchas características sistemáticas en común, los fonemas fricativos y el fonema africado presentan características individuales. Las pistas pedagógicas, entonces, son específicas para cada fonema:
14.54 Las diferencias fonéticas que existen entre oclusivas, fricativas y africadas.
1. La oposición entre los fonemas fricativos (el Cuadro 14.1)
2. Oposición y neutralización en relación con los fonemas /s/ y /θ/ (el Cuadro 14.3).
3. Oposición y neutralización en relación con los fonemas /ʝ/ y /ʎ/ (el Cuadro 14.4).
4. La distribución fonotáctica del fonema /f/ (el Cuadro 14.8).
5. Variantes dialectales del fonema /f/.
6. La distribución fonotáctica del fonema /s/ (el Cuadro 14.12).
7. Los alófonos [s] y [s¸] (las Figuras 14 y 14.15).
8. Los alófonos del fonema /s/ según la tensión articulatoria.
9. Los alófonos del fonema /s/ según la aspiración (las Figuras 14.17 y 14.18).
10. Las variantes del fonema /s/ en los dialectos de distinción.
11. Las variantes del fonema /θ/ en los dialectos de distinción.
12. Los sonidos fricativos [s s θ].
13. Los sonidos fricativos alveolares sordos y sonoros en inglés y en español.
14. La oposición entre /s/ y /z/ en inglés (el Cuadro 14.25).
15. El grafema {z} en español (el Cuadro 14.26).
16. Los grafemas {s} y {z} en posición final de palabra en inglés y en español (el Cuadro 14.27).
17. La diferencia entre [S] en inglés y [ʃ] en español (el Cuadro 14.28).
18. La pronunciación del fonema /s/ en posición final de sílaba ante consonante sonora (el Cuadro 14.29).
19. Diferencias entre la fricativa [ʝ] y la semiconsonante [j] (el Cuadro 14.33).
20. El sonido fricativo [ʝ] en la palabra [káʝe] (la Figura 14.34).
21. El sonido africado [ʝʝ] en la palabra [ʝʝáama] (la Figura 14.36).
22. Realización fonética de las variantes de los fonemas /ʝ/ y /ʎ/ en los dialectos de distinción (el Cuadro 37).
23. Realización fonética de las variantes del fonema /ʝ/ en los dialectos de yeísmo (el Cuadro 14.38).
24. Variantes dialectales de los alófonos para el fonema /ʝ/ (el Cuadro 14.39 y la Figura 14.40).
25. Realización fonética del sonido /ʎ/ (la Figura 14.42).
26. Diferencias entre el sonido [ʎ] y la secuencia [lj].
27. Realización del fonema /x/ (el Cuadro 14.44).
28. Cómo aprender a articular el sonido [x] y ejemplos de su realización.
29. La realización del sonido [tʃ] (el Cuadro 14.48 y la Figura 14.50).
30. Ejercicios de pronunciación: el fonema /s/.
31. Ejercicios de pronunciación: el fonema /ʝ/.
32. Ejercicios de pronunciación: el fonema /x/.
33. Ejercicios de pronunciación: el grafema {x}.