[1] Sobre ello se discutió, especialmente, en el II Congreso Internacional de Lulismo celebrado en Miramar en octubre de 1976 para conmemorar el VII centenario de la fundación de aquel monasterio luliano. Pero como en él no se precisó bien los términos «histórico» y «hagiográfico», ni se distinguió claramente entre el texto latino y el catalán, no pudo llegarse a ninguna conclusión válida.
[2] Sobre todo por J. Miret i Sans, «La vila nova de Barcelona i la família d'En Ramon Llull en la XIII centúria», Boletín de la Real Academia de Buenas Letras de Barcelona, Barcelona, 1909-10, vol. V, pp. 525-35.
[3] Vid. E. W. Platzeck, Raimund Llull: sein Leben, seine Werke, die Grundlagen seines Denkens (Prinzipienlehre), Roma-Düsseldorf, 1964, Bibliotheca Franciscana, vol. I, pp. 11-2.
[4] Véase, sobre todo, D. Urvoy, Le monde des Ulémas andalous du V/XIe] au VII/XIIIe] siécle: étude sociologique, Ginebra, 1979; id., Penser l'Islam: les présupposés islamiques de l'«Art» de Llull, París, 1980, Études Musulmanes, vol. XXIII.
[5] Vid. S. Garcias Palou, El Miramar de Ramon Llull, Palma de Mallorca, 1977, pp. 248-68.
[6] Vid. R. Sugranyes de Franch, Raymond Lulle docteur des missions, avec un choix de textes traduits et annotés, Schöneck-Beckenried, 1954.
[7] Sobre la situación del mundo islámico, vid. Ch. E. Dufourcq, L'Espagne catalane au Maghrib aux XIIIe] et XIVe] siècles, París, 1966; y, en su traducción catalana, L'expansió catalana a la Mediterrània occidental: segles XIII i XIV, Barcelona, 1969.
[8] Vid. J. N. Hillgarth, Ramon Llull and Lullism in fourteenthcentury France, Oxford, 1971, pp. 46-134. A pesar de tratarse de un estudio fundamental, he discutido algunos de sus puntos en el Bulletin of Hispanic Studies, LI, Liverpool, 1974, pp. 311-8; reseña reeditada en mi volumen A través de la història i la cultura, Montserrat, 1979, Biblioteca Abat Oliva, vol. 16, pp. 257-67.
[9] Sobre la evolución hagiográfica de la leyenda martirial de Ramon Llull, recientemente he publicado un extracto de mi ponencia presentada a un congreso internacional de hagiografía occidental (Roma, 1-2 marzo 1979), bajo el título «Agiografia nell'Occidente cristiano. Secoli XIII-XV», Atti dei Convegni Lincei, 48, Roma, 1980, Accademia Nazionale dei Lincei, pp. 115-28.
[10] Vid. E. Littré - B. Hauréau, Histoire littéraire de la France, París, 1885, vol. XIX, núm. 257.
[11] Vid. L. Spätling, De apostolicis, pseudoapostolicis, apostolinis, Munich, 1947, pp. 11-179, en las cuales, sin embargo, no se hace referencia a ningún texto luliano.
[12] Vid. A. Llinarès, «Introduction» a R. Lulle, Le livre des bêtes, version française du XVe siécle avec traduction en français moderne, París, 1964, Bibliothèque Française et Romane, serie B, vol. 2, p. 15; en esa introducción, en las notas al texto y en el apéndice, pueden encontrarse las fuentes más inmediatas de esta pequeña obra luliana. Consúltese la edición contemporánea de este mismo texto francés, por G. E. Sansone, Il «Livre des bestes» di Ramon Llull, traduzione francese anonima del secolo XV, Roma, 1964.
[13] Ya lo advirtió M. Menéndez y Pelayo, Orígenes de la novela, en Obras completas, edición nacional, Madrid-Santander, 1943, vol. XIII, pp. 136-7.
[14] Véase mi ponencia «Raimondo Lullo e Arnaldo da Villanova ed i loro rapporti con la filosofia e con le scienze orientali del secolo XIII», Convegno internazionale 9-15 aprile 1969, Tema: Oriente e Occidente nel medioevo: filosofia e scienze, Roma, 1971, Accademia Nazionale dei Lincei, Fondazione Alessandro Volta, Atti e Convegni, vol. 13, pp. 145-58 (vid. pp. 149-50); y, en su traducción catalana, en el volumen citado más arriba (nota 8), pp. 15-35 (vid. pp. 22-3).
[15] Vid. M. de Riquer, Història de la literatura catalana, Barcelona, 1964, vol. I, pp. 336-8.
[16] Vid. R. d'Alòs-Moner, «Pròleg» a R. Llull, Ríms, Palma de Mallorca, 1936, Obres de R. Llull, vol. I, pp. VII-XX (vid. pp. xx y XVI-XVIII).
[17] Vid. J. Tarré, «Los códices lulianos de la Biblioteca Nacional de París», Analecta Sacra Tarraconensia, Barcelona, 1941, XIV, pp. 155-82. La argumentación no convenció ni a Salvador Galmés (según éste me comunicó muy abiertamente, en Mallorca) ni a Tomás y Joaquim Carreras i Artau, quienes en su «Introducció» al Arbre de ciència, en R. Llull, Obres essencials, Barcelona, 1957, Biblioteca Perenne, vol. I, pp. 549-53 (vid. pp. 649), parecen inclinarse, como antes de 1941, por el año 1295. Pero no hay que olvidar que el mayor especialista en R. Llull y el lulismo en Francia, J. N. Hillgarth, op. cit. (vid. más arriba, nota 8), p. 25, nota 115, prefiere la fecha de 1305.
[18] Vid. Platzeck, op. cit. (más arriba, nota 3), vol. II, p. 28, núm. 76.
[19] Vid. Riquer, op. cit. (más arriba, nota 15), vol. I, p. 328, con su nota 7.
[20] A lo largo de las páginas biográficas de la presente introducción he seguido, condensándolos y confrontándolos con la bibliografía más reciente, mis escritos anteriores Ramon Llull en el món del seu temps, Barcelona, 1960, Episodis de la Història, e Introducción a Ramón Llull, Madrid, 1960. Para sus fuentes bibliográficas, ver mis Orientacions bibliogràfiques sobre Ramon Llull i el lul·lisme, en R. Llull, Obres essencials, Barcelona, 1960, Biblioteca Perenne, vol. II, pp. 1359-76, a completar con R. Brummer, Bibliographia Lulliana: Ramon Llull-Schrifttum 1870-1973, Hildesheim, 1976.
[1] De hecho, se trataba de un amor adúltero, pues Llull había casado en 1257 con Blanca Picany, y su conversión no puede fecharse sino en el período 1261-4.
[2] Anota el padre Batllori: «Ramon no precisa qué iglesia era. Una leyenda fundada en la obsesión de interpretar como autobiográficos buen número de episodios narrados por él en sus obras, supone que su conversión se produjo en el atrio de la iglesia de Santa Eulària, cuando una mujer a la que perseguía le mostró su pecho canceroso. Si realmente las casas de los Llull en Ciutat de Mallorca [hoy llamada oficialmente Palma de Mallorca. P.G.] se encontraban hacia el ángulo NE de la Plaza Mayor, Santa Eulària non longe ad ibidem distabat, no estaba muy lejos. ¿Surgiría la leyenda del entroncamiento de los textos lulianos aludidos y de estos pasajes de la Vida coetánea?».
[3] Tanto el texto catalán como el latino son vagos respecto a la identidad de ese obispo. Si fuese el de Mallorca, sería Ramon de Torrella.
[4] Riquer, recogiendo documentación de Rubió, comenta: «Se conserva un impresionante documento, extendido en 1275, en donde se hace constar que Blanca, esposa de Ramon Llull, se presentó al alcalde de Mallorca para denunciar que su marido se hallaba tan entregado a la vida contemplativa, que no cuidaba de la administración de los sus bienes temporales, y para pedir protección para ella y para sus hijos. Se llevó a cabo la diligencia pertinente, de la cual resultó que Ramon Llull, en efecto, había escogido la vida contemplativa y no cuidaba de la administración de sus bienes». (HLC, I, p. 212)
[5] Como nota el padre Batllori, el autor de la versión catalana confunde aquí el Ruppis Amatore del texto latino (Rocamador, centro de peregrinación mariana) con Rocatallada.
[6] Se trata de un mismo libro, el Art abreujada de trobar veritat, cuyo título latino es Ars compendiosa inveniendi veritatem seu Ars magna et maior.
[7] No era aún rey, sino infante de Aragón, hasta la muerte de su padre Jaime I (27 de julio de 1276).
[8] El franciscano Bertran Berenguer.
[9] Obra fechable hacia 1274-5.
[10] La lectura debe, pues, concernir a otra obra luliana, el Libre de chaos.
[11] El monasterio-colegio de Miramar, cuya erección fue aprobada y confirmada por el papa Juan XXI el 16 de noviembre de 1276.
[12] De 1276 la Vida coetánea pasa aquí a 1287.
[13] El papa que acababa de morir era Honorio IV, fallecido el 3 de abril de 1287.
[14] Bertaud de Saint-Denis, elegido canciller del Estudio en diciembre de 1288.
[15] Se trata del Ars inventiva veritatis, o Ars intellectiva veri, cuya redacción catalana, Art inventiva, se ha perdido. El traductor catalán confunde aquí esta obra con la antes citada, Art abreujada de trobar veritat.
[16] Llegaría allí durante el último trimestre de 1293, anota el padre Batllori.
[17] El 5 de julio de 1294, el cónclave de Perusa eligió al ermitaño Pietro da Morrone para la sede que había dejado vacante Nicolás IV el 4 de abril de 1292.
[18] No a Roma, sino, según el texto latino, a la corte romana, es decir, al lugar de residencia del Papa: entre el 17 de agosto y el 5 de octubre, fue Aquila, en los Abruzos.
[19] No consta que Ramon escribiese libro alguno en Aquila; sí tal vez en Nápoles, que fue «corte romana» desde noviembre hasta que el 13 de diciembre Celestino V renunció al pontificado.
[20] La siguió en sus diversos desplazamientos entre Roma y Anagni entre 1295 y 1296, al parecer.
[21] No al de Mallorca, como parece desprenderse del texto catalán, sino, a tenor del latino y de los datos que poseemos, a Felipe el Hermoso de Francia.
[22] Ghazan, khan de Persia, que venció a los mamelucos en Siria el 23 de diciembre de 1299.
[23] Enrique II de Lusignan.
[24] Jacques de Molay, que lo fue desde 1294 hasta la abolición de la orden por Clemente V en 1312 y murió en la hoguera en 1314 por orden de Felipe IV de Francia.
[25] Fue a verle a Lyon, donde nos consta que estuvo el pontífice desde el 29 de octubre de 1305 hasta el 27 de febrero de 1306.
[26] Probablemente el muftí.
[27] La primera redacción de la Disputatio Raymundi christiani et Hamar saraceni, perdida en el naufragio al que se aludirá luego, y que el propio Llull puso en latín en París en abril de 1308.
[28] Ars generalis ultima, fechada en el monasterio de santo Domingo a fines de marzo de 1308.
[29] El Liber de natali pueri parvuli Christi Iesu, concebido en París la Nochebuena de 1310 y concluido en enero de 1311.
[30] Es decir, que compuso en árabe algunos libros para que fuesen de mayor provecho.
[1] Es opinión generalizada que la «extraña tierra» a que Llull —hablando, pues, de sí mismo en este pasaje— se refiere es París, y que el libro fue compuesto hacia 1288-9.
[2] Situación análoga a la de Blanquerna en la obra homónima de Llull.
[3] Riquer observa que el escenario y tratamiento de este pasaje recuerdan las «pastorelas» de la poesía provenzal. No sólo aparecen calificativos de origen trovadoresco («azalta pastoresa»), sino también rimas (lo que yo he traducido por «bosque», «podrían dañar» y «fuerza» es, en el original, «boscatge», «porien dar dampnatge» y «coratge»).
[4] Argumentación antiverroísta, típica de Llull, para quien la no eternidad del mundo pertenece al orden de las verdades filosóficas incuestionables.
[5] Galmés observa el paralelismo de este pasaje con el encuentro entre Salomón y la reina de Saba (Reyes, III-I-10).
[6] Sobre los diversos personajes que llevan el nombre de Blanquerna en la obra de Llull, puede consultarse J. Tarré, «Los códices lulianos de la Biblioteca Nacional de París», Analecta Sacra Tarraconensia, XIV (1941), pp. 159-160. Desde Galmés, los comentaristas suelen identificar al Blanquerna de este pasaje con el de la obra homónima.
[7] Galmés anota: «Recuérdese que Llull escribió el Libro de maravillas en París; pero la frase “...que ser rey de Francia” parece una locución proverbial».
[8] Galmés indica que el relato que sigue es un «resumen autobiográfico de la vida de Ramon, desde su conversión hasta que salió de Mallorca hacia 1279».
[9] Galmés nota la ambigüedad de este pasaje —que es, en todo caso, de polémica religiosa, no de antisemitismo como prejuicio racial, nociones que el lector de hoy debe diferenciar— y de todo lo referente a los judíos en este capítulo, y recuerda que en 1299 Llull obtuvo de Jaime II permiso para predicar en las sinagogas, a lo cual se dedicó intensamente en los años inmediatos, y de modo particular en 1300 en Mallorca.
[10] Así, en ENC, que en este punto no difiere del texto de OE. Sin embargo, Galmés anotaba ya con razón que es plausible pensar que aquí «apòstols» sea error del copista por «apòstolis», es decir, «papas».
[11] El padre Batllori observa la proximidad de Llull a los ataques de los joaquinistas contra los altos estamentos eclesiásticos, a la vez que su divergencia de ellos respecto a la proximidad del fin del mundo y la venida del Anticristo, y recuerda que Ramon escribió dos opúsculos antijoaquinistas: las Quaestiones quas quaesivit quidam frater minor a Raymundo y el Libre qui és contra Antexrist, que se ha fechado hacia 1291. Opina el padre Batllori que las ideas acerca de la inminente venida del Anticristo pudiesen venirle de sus contactos con Arnau de Vilanova, y remite a su propio trabajo «Orientaciones bibliográficas para el estudio de Arnau de Vilanova», en Pensamiento, X (1954), Madrid.
[12] El Libro de los ángeles, obra del propio Ramon Llull, escrita hacia 1275.
[13] La traducción setecentista decía: «Si hay o no ángeles», lo cual es menos literal y más conforme al genio de la lengua castellana; pero he preferido una literalidad que resulta más acorde con el sabor que el giro original tiene hoy incluso para un lector catalán.
[14] Acerca de los doce signos del Zodíaco, trató Llull en el «Árbol celestial» del Árbol de la ciencia, y en el aún inédito en catalán Tractat d’astronomia, obras escritas, respectivamente, en 1295 y 1296.
[15] Anota el padre Batllori (B.A.C., y casi en los mismos términos en OE): «En el Libre de contemplació, Ramon Llull había hablado largamente contra los afeites femeninos. Las costumbres de la época a este respecto pueden verse en los curiosísimos tratados De ornatu mulieris y De decoratione, de su contemporáneo y amigo Arnau de Vilanova».
[16] ¿Quiénes eran estos seis reyes? El padre Batllori y mosén Galmés coinciden en descartar al de Mallorca, por entonces destronado. El primero piensa en Dionisio de Portugal, mientras que el segundo alude a Enrique II de Chipre en su lugar. En los demás nombres coinciden ambos comentaristas, a saber: Alfonso II de Cataluña (III de Aragón), Sancho IV de Castilla, Felipe IV de Francia, Carlos II de Nápoles y Jaime I de Sicilia (que luego sería Jaime II de Cataluña y Aragón). El tratamiento de rey no podría convenir ni al papa Nicolás IV ni al emperador Rodolfo I de Habsburgo.
[17] Se trata del Libre de chaos, obra de Llull escrita hacia 1275, de la que sólo poseemos la versión latina.
[18] El Libro del gentil y los tres sabios es obra de Llull escrita hacia 1272; algo posterior (1275), y también de Llull, el Libro de los artículos.
[19] Anota el padre Batllori (B.A.C., y en términos parecidos en OE): «Neula es palabra catalana que equivale a “barquillo”, pero —según la acepción corriente aún en Mallorca— sin enrollar; además, antiguamente la neula solía ser algo viscosa». De ahí la caída vertical de un barquillo de forma plana. El padre Batllori remite a Arnau de Vilanova, Obres catalanes, ENC, Barcelona, 1947, vol. III, p. 186, núm. 22.
[20] Anota el padre Batllori (OE, I, p. 510): «Esta teoría luliana sobre la oblicuidad [...] del mar de Inglaterra (el océano Atlántico), y sobre el origen de las mareas debe completarse con la cuestión 154 de los Quaestiones per artem demonstrativam solubiles y con el cap. III del Ars generalis et ultima, textos comentados cori excesivo optimismo por el P. Antonio Ramón Pascual en su volumen Descubrimiento de la aguja náutica, de la situación de América, del arte de navegar y de un nuevo método para el adelantamiento de las artes y ciencias (Madrid, 1789). Véase mi comunicación «Les idées géographiques de Ramon Llull (R. Llull) et leur diffusion en Italie aux XIVe] et XVe] siècle», en Studi colombani, III (Génova, 1952), pp. 49-55».
[21] El Arte demostrativa fue escrita por Llull hacia 1274.
[22] Galmés y Batllori coinciden en considerar que este «procurador de los infieles» es el propio Llull; pero el primero, aun admitiendo que está novelada, concede mayor crédito a la creencia de que la anécdota que sigue refleja una peripecia autobiográfica acaecida en la corte de Felipe el Hermoso de Francia, posibilidad que de todos modos el padre Batllori no descarta enteramente.
[23] Anota el padre Batllori (OE, p. 510): «No todos los textos lulianos son tan francos sobre la imposibilidad de la alquimia, pero es enteramente cierto que todas las obras alquímicas que se han atribuido a Ramon Llull desde el siglo XV, y quizá ya desde el XIV, son apócrifas».
[24] Condensando los datos de las anotaciones de Galmés y Batllori, suministro al lector no iniciado en el tema un breve compendio de las implicaciones de este pasaje. La secta de los apostólicos, surgida en Italia bajo el influjo de las visiones de Giacomo de Flore, fue fundada hacia 1260 por Gerardo Segarelli o Segalelli, que centró su actividad en Parma. Condenado por Honorio IV en 1286, y, al no retractarse, de nuevo por Nicolás IV en 1290, fue quemado por hereje en aquella ciudad en 1300. En Blanquerna (cap. 76, 12) y en el pasaje que estamos viendo, Llull se refiere con respeto a los apostólicos, mientras que en el propio Libro de maravillas se referirá luego a ellos con reprobación: exactamente, hacia el final del capítulo LVI; en esta contradicción ha podido verse un indicio de la posible redacción del Libro de los animales como obra independiente en fecha anterior a la primera condena pontificia de los apostólicos en 1286, y, por tanto, anterior al Libro de maravillas, al cual se incorporaría
[25] Galmés sugiere que pueda haber aquí referencia al suceso autobiográfico que se nos narra en los apartados 11 y 12 de la Vida coetánea.
[26] Este ejemplo, como tantos otros elementos del libro, procede del Kalila y Dimna. Pero Riquer (HLC, I, pp. 312-3), confrontando la versión medieval castellana con el texto luliano, comenta: «No hay duda de que Llull tomó su ejemplo de este apólogo del Kalila. Pero el lector habrá observado que el escritor mallorquín ha condensado la historieta y ha suprimido de ella algunos detalles que parecen básicos y necesarios, como el de que la doncella ignore que antes fue rata y que, por tanto, rehúse casarse con el “mur”». No veo en cambio que, según dice Riquer, Llull haya suprimido también el dato de que el ratón sea más fuerte que la montaña; lo que a mi entender ha hecho es mantener este dato, pero reduciéndolo —como los demás que conserva, según señala certeramente Riquer— a la máxima concentración elíptica: se limita a indicar que los ratones horadan las montañas. En lo esencial, el funcionamiento de la apropiación luliana de este material es tal como lo describe Riquer: «nuestro escritor quiere vaciar a la historieta de su contenido episódico para presentarla elípticamente y en su esqueleto moralizador».
[27] Galmés, sugiere, y Batllori no excluye, que pueda tratarse de otra alusión autobiográfica a la corte francesa de Felipe el Hermoso.
[28] También aquí ve Galmés un posible eco autobiográfico.
[29] Posiblemente Felipe el Hermoso de Francia.
[30] Galmés opina que este pasaje puede contener un eco autobiográfico del conocimiento entre Llull y el canónigo, médico y filósofo Thomas d’Arras, devoto discípulo suyo.
[31] Aquí aparece el pasaje al que aludimos en la nota 24 de esta obra, y que refleja el cambio de actitud de Llull hacia los apostólicos.
[32] Obra de Llull, perdida, al parecer de carácter enciclopédico, que a tenor de los datos que poseemos existía aún en el siglo XVI.
[33] Vid. nota 18 de esta obra.
[34] Obra escrita por Llull en Mallorca, hacia 1279, para su hijo Domènec.
[35] Todo este pasaje parece autobiográfico, y muestra visibles afinidades con algunos de Desconsuelo.
[36] Galmés aventura la hipótesis de que este pasaje también pueda contener un eco autobiográfico, relativo a la impresión que París produjo en Llull la primera vez que llegó a dicha ciudad. Batllori apunta que, aun en el caso de que no fuese autobiográfico, el pasaje se basa con toda probabilidad en experiencias personales, de París o de otros lugares.
[37] Diversos comentaristas consideran este pasaje como autobiográfico, y lo aducen en favor de un posible viaje de Llull a Tierra Santa hacia 1279-82.
[38] Nuevo pasaje de apariencia autobiográfica.
[39] La definición aquí enunciada («Llibertat sta en coratge de hom») sirve de punto de partida al decimotercer soneto de la segunda parte de uno de los principales libros de J. V. Foix, Sol, i de dol (1947, aunque con pie de imprenta de 1936), soneto que empieza: «Si llibertat está en coratge d’hom...». Es de notar que ni Foix indica que se trate de una cita (no va entrecomillada), y menos aún su procedencia, ni ningún comentarista de los de Foix o Llull por mí leídos ha señalado el hecho.
[40] Galmés y Batllori coinciden en considerar probable el carácter autobiográfico de este pasaje.
[41] Pasaje indudablemente autobiográfico.
[42] Vid. la nota 17 de esta obra.
[43] Galmés entiende que pueda haber aquí resonancias de un hipotético viaje de Llull a Tartaria.
[44] Monjes negros eran, anota Batllori, los benedictinos, en contraposición a los monjes blancos, o cistercienses. Galmés ve aquí el trasunto de un hecho real, posibilidad que Batllori estima difícil de asegurar.
[45] Galmés y Batllori consideran posible que este pasaje sea autobiográfico.
[46] Según Galmés, se alude aquí a una aurora boreal.
[47] «Y dijo»: no Félix, sino el ermitaño.
[48] Vid. nota 34 de esta obra.
[49] En opinión de Riquer, este desenlace representa una cristianización del mito del ave Fénix, de donde el nombre —Félix— del protagonista.
[1] Libro compuesto por Llull en Mallorca poco después de su conversión.
[2] Ejemplo, como nota Batllori, de sabor autobiográfico, por lo menos en su núcleo esencial. El libro al que se alude es probablemente el Libro de Sancta Maria, escrito en 1290 o 1271, que se conserva en versión catalana y latina.
[3] Es decir, el habla. Lo mantengo en latín porque así está en el original catalán. Moll interpreta más concretamente aún «la lengua».
[4] Mantengo —como Moll, y por la misma razón que él: conservar la rima— esta palabra insólita, que aparece en un contexto de prosa catalana debido a que aquí Llull, al expresarse en verso, recurre a sus usos que no faltan en la lengua poética catalana de su tiempo, y en su propia producción en verso. Moll anota que «chaler» es galicismo (chaloir).
[5] También aquí he preferido mantener las formas latinas.
[6] Libro escrito por Llull en Roma en 1285.
[7] Acerca de la noción de «punto trascendente», remite Batllori a otro pasaje luliano del Árbol de la ciencia, contenido en el Arbre moral («D’esperansa»): «Así como la fe prepara al entendimiento materia para que haga subir a su entender a las altas inteligibilidades, así esperanza prepara a la voluntad materia para que haga subir su amar a las altas amabilidades». Lo cual el padre Batllori glosa en estos términos: «Es decir, que con la ayuda de las virtudes teologales el espíritu humano trasciende el objeto natural de su entender y de su amar y llega a entender y amar las realidades sobrenaturales. Esta trascendencia conduce a las alturas de la vida mística».
[8] Mantengo también aquí la forma latina del original. Moll opta por la catalana «situació».
[1] Se trata del Art abreujada d’atrobar veritat, llamada también Art major y Ars magna.
[2] Se conjetura que los tres capítulos generales de los predicadores o dominicos serían el de Montpellier (1283), el de Bolonia (1285) y el de París (1286), y los de los menores quizá el de Montpellier (1287), el de Rieti (1289) y el de Asís (1295), aunque todo es hipótesis.
[3] Literalmente, ni poco ni mucho; la rime me inclina a un giro más cercano al original, y no disímil en cuanto al sentido último.
[4] Existen opiniones diversas acerca de cuál es el libro aquí aludido: un Libre del passatge, escrito en Perpiñán en 1282-3 (P. Pasqual); la Petitio que Ramon dirigió en Nápoles en 1294 a Celestino V, o su renovación ante Bonifacio VIII, presumiblemente al año siguiente (Alòs); el Libre de fine (Perpiñán, 1305) (Tarré, Salzinger).
[5] En 1300 Jaime de Mallorca entregó Miramar a los cistercienses de la Real. Ramon puede referirse al abad de la Real.
[6] Sin duda, el mismo Pasaje aludido antes, sea el libro que fuere.
[7] Hay varias obras lulianas de controversia religiosa.
[8] El Libro de los cien nombres de Dios, escrito en Roma en 1285, según Albs-Moner, o en 1292, según Galmés, que consta de 1.009 versículos.
[9] La indicación de que el poema se canta en «el son de Berardo» puede aludir a un poema, hoy perdido, en torno a Bernardo de Montdidier, héroe del cido de Carlomagno, a cuyo ritmo se cantase el Desconsuelo luliano.