PRELUDIO
[1] Crick, Federation, pp. 329-332. Otro candidato nacionalsocialista, D. D. Irving, fue elegido para el Parlamento en Burnley con el apoyo del Partido Laborista.
[2] Deuerlein, Aufstieg, p. 38 y ss.; Fest, Hitler, p.169.
[3] Para la afirmación de que el nacionalsocialismo fue un producto de la Primera Guerra Mundial véase, p. ej., Herbert, «Nationalsozialisten», p. 21.
[4] Weber, Hitler’s First War.
[5] Hitler, Aufzeichnungen, p. 69, Hitler a Ernst Hepp, 5 de febrero de 1915. Ian Kershaw se basa en las declaraciones de Hitler como prueba de que rechazaba la socialdemocracia; véase, p. ej., Kershaw, Hitler, vol. 1, cap. 3, pp. 119-120. Véanse también Ullrich, Hitler, loc. 1454, y Longerich, Hitler, p. 52.
[6] Weber, op. cit.; idem, «Erfahrungen», p. 211; Simms, «Enemies», p. 327.
[7] Weber, op. cit.
[8] Véanse, p. ej., Ullrich, op. cit.; Plöckinger, Soldaten; Longerich, op. cit.
[9] Weber, op. cit., caps. 1-9; idem, «Binnenperspektive»; véanse también Beckenbauer, Ludwig, pp. 251-252; Ziemann, Front.
[10] Para un panorama de la historia desde la perspectiva del espíritu de 1776 y 1789, véanse, por ejemplo, los diversos escritos de Heinrich August Winkler sobre la Alemania moderna, así como sobre la historia de occidente. Curiosamente, las obras sobre la historia de Baviera y de Alemania suelen referirse a «la transición de la monarquía a la democracia» —ver, por ejemplo, Wanninger, Buttmann, p. 61—, como si la democracia y la monarquía fueran conceptos excluyentes.
Debido a la rapidez con que cayó la monarquía, tanto en Baviera como en otras partes de Alemania, la opinión general es que la legitimidad de dichas monarquías había quedado socavada fatalmente en la segunda mitad de 1918. Se tiende a creer que dicha deslegitimización hizo que su caída y el inicio de la revolución fueran casi inevitables. Se afirma que las contradicciones internas que existían en el viejo orden y el impacto de la guerra serían los motivos de esta dramática erosión de la legitimidad. Se tiende a presentar la radicalización política y el cambio de mentalidad, que suministraron a Hitler un suelo fértil para su radicalización y su posterior ascenso, como el origen, más que como la consecuencia, de la revolución. Véanse, por ejemplo, Gallus, «Revolutions»; Grau, «Revolution»; Köglmeier, Ende, pp. 183-184; Ullrich, Revolution, p. 12; Wirsching, Weimarer Republik, p. 1; Lutz, German Revolution, p. 36; Korzetz, Freikorps, p. 9; Kershaw, op. cit., pp. 110-111; Ullrich, Hitler, op. cit., loc. 1698; Machtan, Abdankung; Joachimsthaler, Weg, p. 179. En Heusler, Braune Haus, p. 50, y Large, Ghosts, se propone, en cambio, que sería en la Múnich prebélica, más que en el periodo revolucionario, donde se crearon las condiciones para que el nacionalsocialismo pudiera prosperar. Con respecto al espíritu de 1783, véase Jasanoff, Exiles, «Introduction: The Spirit of 1783».
[11] Pohl, Arbeiterbewegung, pp. 509-524; Jansen, Vollmar; Weber, Hitler’s First’s War, pp. 237-238; Weiss, Rupprecht; Bußmann, Therese, p. 254.
[12] Véanse, p. ej., Longerich, op. cit.; Ullrich, op. cit.; Plöckinger, op. cit.; Hockerts, « Warum München?», p. 391.
[13] Hitler, Mein Kampf, p. 266.
[14] Ibid., pp. 268-269.
[15] Krumeich, «Hitler», p. 31.
[16] Encyclopaedia Britannica, s.v. «Bildungsroman», <https://www.britannica.com/art/bildungsroman>, consultado el 15 de junio de 2016.
PRIMERA PARTE
Génesis
GOLPE DE ESTADO
[17] Para la parada de Hitler en Berlín, véase Kellerhoff, Berlin, p. 20.
[18] Hitler, op. cit., p. 731.
[19] Bayerisches Hauptstaatarchiv, Múnich; Abt. IV, Kriegsarchiv: archivos de la Sexta División de Reserva bávara; en adelante: BHStA/IV, RD6/Bd, 72-4, decreto 21320, 21 de noviembre de 1918.
[20] Weber, op. cit., caps. 1-10; Zdral, Die Hitlers, passim.
[21] Joachimsthaler, op. cit., p. 178; Hofmiller, op. cit., pp. 82-139
[22] No se cuestiona la existencia de obstáculos para la democracia antes de la guerra, que siguieron impidiendo una transición democrática exitosa en el resto de Alemania. Véase Ziblatt, Conservative Parties.
[23] Para la socialdemocracia bávara, véanse Jansen, op. cit.; Lohmeier, Knecht; Hofmiller, op. cit., p. 112.
[24] Höller, Anfang, p. 45; Beckenbauer, op. cit, pp. 248-259; Straus, Erinnerungen, pp. 223-224.
[25] Beckenbauer, op. cit, pp. 242-265.
[26] Documentos privados de Friedrich Lüers, en adelante FLPP, del diario, entrada correspondiente al 7 de noviembre de 1918; Joachimsthaler, op. cit., pp. 180-181.
[27] Schwarzenbach, Geborene, p. 157.
[28] Straus, op. cit., pp. 223-224.
[29] Bayerisches Hauptstaatarchiv, Múnich, Abt. V, Nachlaß Franz Schmitt, en adelante BHStA/V, NL Schmitt, telegrama, Pressebüro des Arbeiter-u. Soldaten-u. Bauernrats para el Neue Zürcher Zeitung, sin fecha. Véanse también Straus, op. cit., p. 224; Beckenbauer, op. cit., p. 259. Para las afirmaciones de que la revolución fue un movimiento popular liderado por Eisner, véanse, p. ej., Höller, Anfang, p. 57; Machtan, op. cit., pp. 252-253; Neitzel, op. cit., pp. 155-156.; Ullrich, Revolution, op. cit., p. 32.
[30] Höller, op. cit., p. 50; Beckenbauer, op. cit., pp. 244 y 264.
[31] Hofmiller, op. cit., p. 33.
[32] Ibid., 73; Joachimsthaler, op. cit., 349n558.
[33] Hofmiller, op. cit., 48 y 57. Véase también BHStA/IV, KSR 4421/204l, 4470/7111
[34] Klemperer, Revolutionstagebuch, loc. 368.
[35] Hofmiller, op. cit., p. 54; Braun y Hettinger, Expertenheft, p. 50.
[36] FLPP, entradas del 9 y el 11 de noviembre de 1918 y del 22 de febrero de 1919.
[37] Hofmiller, op. cit., p. 73.
[38] Österreichisches Staatsarchiv, Neues Politisches Archiv, Vienna; en adelante ÖSNPA, Liasse Bayern 447, Kurt Eisner a Otto Bauer, 4 de enero de 1919; Joachimsthaler, op. cit., p. 185; Kaiserliches Statistisches Amt, Jahrbuch, p. 108.
[39] Hitler, Monologe, p. 79. Véase también Joachimsthaler, op. cit., p. 193.
[40] Hofmiller, op. cit., p. 88.
[41] 41 Straus, op. cit., p. 225.
[42] Schwarzenbach, Geborene, p. 158.
[43] Hofmiller, op. cit., pp. 31, 74 y 88.
[44] BHStA/IV, KSR, 3071/918, 4424/157, 7823/64; Weber, op. cit., pp. 137-169 y 202-254; Machtan, Hitler, passim.
[45] Correspondencia de Schmidt a Werner Maser, agosto de 1964 y 1965; véase Maser, Legende, pp. 152-153.
[46] Joachimsthaler, op. cit., pp. 186-188; Bundesarchiv Berlin, N1270, Nachlaß Fritz Wiedemann, en adelante NL Wiedemann, p. 8, Max Unhold a Fritz Wiedemann, 18 de agosto de 1938. La frecuente afirmación (véanse, p. ej., Ullrich, Hitler, op. cit., loc. 1688; Joachimsthaler, op. cit., p. 186) de que Hitler volvió a conectar con algunos o con muchos de sus camaradas de la guerra en la unidad de desmovilización es, por lo tanto, incorrecta; véase BHStA/IV, archivos del Decimosexto Regimiento de Infantería de Reserva, en adelante RIR16/Bd.2/diario, del 9 al 15 de diciembre de 1918.
[47] Stadtarchiv Traunstein, en adelante SAT, Dokumentationen/73, Schlager, «Bericht», relatado en 1964 por Josef Binder, Josef Schlager y Oswald Schlager; Joachimsthaler, op. cit., p. 188.
[48] Hitler, Mein Kampf, op. cit., p. 277.
[49] Heinz, Hitler, p. 89. Las declaraciones de Hitler y de Schmidt fueron aceptadas por Fest, op. cit., p. 122; Kershaw, op. cit., pp. 110, 116 y ss.; Plöckinger, op. cit., p. 35. Pero esas declaraciones son muy improbables por la sencilla razón de que el traslado de Hitler redujo enormemente las oportunidades de reunirse pronto con sus compañeros de la guerra. En el transcurso de esta, hizo todo lo posible por quedarse junto a ellos. ¿Por qué no los espero unos días más y prefirió prestar servicio a la revolución en otro destino?
[50] Evers, Traunstein, p. 43.
[51] BHStA/V, NL Schmitt, 5, informe del 21 de noviembre de 1918; Evers, op. cit., p. 12; SAT, Dokumentationen/Dok 73, Schlager, «Bericht»; Weber, «Traunstein», Sammlung «Graue Literatur», en adelante GL/481, pp. 38-39.
[52] SAT, GL/481, Weber, «Traunstein»; Haselbeck, «Gefangenenlager», e información recopilada durante la visita a Traunstein y su Stadtmuseum, verano de 2011.
[53] Sobre la labor de Hitler en el campo, véase el testimonio de los lugareños, SAT, Dokumentationen/73, Schlager, «Bericht». Para la propaganda nazi al respecto, véase Heinz, op. cit., p. 90.
[54] SAT, GL/481, Weber, op. cit., pp. 18-66. Las afirmaciones de que Hitler sirvió en un campo abarrotado o en uno para prisioneros de guerra ingleses (véanse Kershaw, op. cit., p. 116; Bullock, Hitler, p. 55) son incorrectas.
[55] SAT, GL/481, Weber, op. cit., pp. 18-66; Hetzer, «Revolution», p. 22; Sergeev, «Kriegsgefangenschaft».
[56] SAT, Traunsteiner Wochenblatt, 6 de enero de 1919, p. 1, «Die Kriegerehrung in Traunstein».
[57] Véanse, p. ej., SAT, Oberbayerische Landeszeitung-Traunsteiner Nachrichten, artículos en «Zur Friedensfrage» del 11, el 20 y el 31 de diciembre de 1918; SAT, Traunsteiner Wochenblatt, 6 de enero de 1919, p. 1, «Die Kriegerehrung in Traunstein».
[58] Sobre Schlager, véase Evers, op. cit., p. 31 y ss.; GL/646, Schlager, Sepp, «A’kleinbisserl Traunstein um die Jahrhundertwende», p. 3. Para el presunto maltrato a los internos, véase también SAT, GL/481, Weber, op. cit., p. 28 y ss.
[59] BHStA/V, NL Lehmann, 8.2, diario de Melanie Lehmann, entrada del 6 de enero de 1919.
[60] Véase, p. ej., Rilke, 1914 bis 1921, p. 213 y ss., Rilke a Dorothea von Ledebur, 19 de diciembre de 1918; Rilke, Mutter, pp. 423-424, Rilke a su madre, 15 de diciembre de 1918.
[61] Ibid.
[62] Hofmiller, op. cit., p. 55.
[63] BHStA/V, Nachlaß Josef Grassman, en adelante NL Grassmann/2.1, transcripción de las reuniones en Ministerrat, 15 de noviembre de 1918; véanse también Beckenbauer, op. cit., pp. 242-265; Bauer y Piper, München, p. 250; Weber, Hitler’s First’s War, pp. 237-238; Weiss, op. cit. Véase, además, März, Haus Wittelsbach.
[64] Otros sostienen que esta fase duró desde 1916 o 1917 hasta 1923; véanse, p. ej., Weinhauer et al., «Introduction», pp. 14-15; Gallus, «Revolutions», op. cit.; Geyer, «Nachkrieg».
[65] Pyta, «Kunst»; Heimann, Czechoslovakia, p. 24.
[66] Reuth, Judenhass, p. 53; BHStA/V, NL Lehmann, 8.2, diario de Melanie Lehmann, entrada correspondiente al 11 de noviembre de 1918.
[67] Hirschfeld y Krumeich, Deutschland, p. 259.
[68] Rilke, Briefe, ii (ed. 1950), p. 109 y ss., Rilke a su mujer, 7 de noviembre de 1918; Beckenbauer, op, cit., pp. 245-252; Kraus, Geschichte, p. 627; Bauer y Piper, op. cit., p. 249; Friedlaender, Lebenserinnerungen, xii, p. 1.
[69] Sobre Eisner, véanse Grau, Eisner; Piper, Rosenberg, p. 30.
[70] BHStA/IV, Handschriften, en adelante HS/928, recuerdos de la revolución; Forster, «Wirken», p. 501; véase también Volk, «Lebensbild»; Archiv des Erzbistums München und Freising, Múnich, Nachlaß Michael Faulhaber; en adelante: AEMF, NMF/4103, documento sobre la respuesta de la diócesis a la revolución, sin fecha; Beckenbauer, op. cit., pp. 242-265; Düren, Minister.
[71] Piper, op. cit., p. 31; Pohl, op. cit., pp. 509-524.
[72] Weber, op. cit., p. 235.
[73] Véase, p. ej., Münkler, Krieg, p. 797. El término «catástrofe seminal» lo acuñó el diplomático estadounidense George F. Kennan, pero es muy común en su traducción alemana. El 12 de mayo de 2014, una búsqueda en Google News se refirió en más de seiscientos artículos que se referían a la Primera Guerra Mundial como la urkatastrophe del siglo XX.
[74] SAT, GL/481, Weber, op. cit., p. 65. El informe es de 1924. Para las declaraciones erróneas de Hitler mencionadas en Weber, véanse, p. ej., Kershaw, op. cit., p. 117; Plöckinger, op. cit., p. 35.
[75] Hitler, Mein Kampf, p. 277; véase también SAT, GL/481, Weber, «Traunstein», op. cit., pp. 57-62
[76] BHStA/IV, KSR 4421/204l y 4470/7111; Evers, op. cit., p. 142; SAT, GL/481, Weber, op. cit., pp. 61-66. Plöckinger, op. cit., p. 36, fecha incorrectamente el regreso de Hitler a Múnich, porque supone que se encontraba en el contingente de soldados indisciplinados al que se envió de vuelta a la capital de Baviera a finales del mes de diciembre.
UN ENGRANAJE DE LA MAQUINARIA SOCIALISTA
[77] Rilke, op. cit., ii, pp. 125-126, Rilke a Caroline Schenk von Stauffenberg, 15 de febrero de 1919.
[78] Hofmiller, op. cit., p. 54.
[79] Straus, op. cit., pp. 225-226.
[80] Informe del capitán Somerville y el capitán Broad, en White, «Perceptions», p. 4. El informe original se encuentra en The National Archives, United Kingdom, Kew, archivos de la Foreign Office; en adelante TNA, FO/608/131.
[81] Ignatieff, Fire, pp. 170-171.
[82] BHStA/V, NL Grassmann, 2.1, transcripción de las reuniones del Ministerrat del 5 de diciembre de 1918; Klemperer, op. cit., loc. 607.
[83] Klemperer, op. cit., loc. 154.
[84] BHStA/V, NL Grassmann, 2.1, transcripción de las reuniones del Ministerrat del 14, 21 y 27 de noviembre de 1918; cita del 27 de noviembre.
[85] Hofmiller, op. cit., p. 99.
[86] BHStA/V, NL Schmitt, 5, informe, «Versammlung der Münchener Kommunisten am 21. November 1918».
[87] Münchener Tagblatt, 3 de enero de 1919, en Forster, «Wirken», p. 503.
[88] Hofmiller, op. cit., p. 126.
[89] Ibid., p. 98.
[90] Ibid., pp. 105 y 132.
[91] Para el radicalismo en Berlín y Bremen, véase, p. ej., Neitzel, op. cit., p. 165. Para las afirmaciones de que el desafío habría provenido de la derecha, véanse Bullock, Hitler and Stalin, p. 66, y Pätzold y Weißbecker, Hitler, p. 52.
[92] Höller, op. cit., p. 135 y ss.; Hillmayr, Terror, pp. 29 y ss.; Gilbhard, Thule, pp. 75-80; Institut für Zeitgeschichte, Múnich, en adelante IFZ, Zeugenschriftum, en adelante ZS, 50, «Unterredung mit Georg Grassinger», 19 de diciembre de 1951.
[93] BHStA/V, NL Lehmann, 8.2, diario de Melanie Lehmann, entrada correspondiente al 6 de enero de 1919; BHStA/V, Nachlaß Rudolf Buttmann, en adelante NL Buttmann/123, Bürgerwehr.
[94] Hillmayr, op. cit., pp. 33-34.
[95] Véase Joachimsthaler, op. cit., pp. 192 y 194.
[96] Latzin, «Lotter Putsch»; Hillmayr, op. cit., p. 34; Höller, Anfang, p. 145; Eugenio Pacelli Edition, en adelante EPE, Pacelli a Pietro Gasparri, 23 de febrero de 1919, <http://www.pacelli-edition.de/Dokument/317>.
[97] Joachimsthaler, op. cit., p. 195 y ss. Es muy probable que Hitler prestara servicio en la Estación Central de Múnich, puesto que se había decretado que solo se desplegaría en la estación a «los hombres y los guardias más veteranos y escrupulosos» de su unidad, es decir, los hombres como Hitler. Véase el decreto del Batallón de Desmovilización del Segundo Regimiento de Infantería del 9 de febrero de 1919, en Joachimsthaler, op. cit., p. 195. Una foto conservada en las colecciones de la Bilderdienst y la Süddeutscher Verlag, así como en la colección Heinich Hoffman de la Biblioteca Estatal de Baviera (véase imagen 4), representa a ocho hombres, siete de los cuales visten uniformes, en una oficina. En ambas colecciones se identifica al hombre que está en el fondo, en el medio, como Adolf Hitler, y se afirma que la imagen se tomó en el cuartel general de la unidad de guardia de la Estación Central de Múnich; véanse Plöckinger, op. cit., pp. 39-40; Joachimsthaler, op. cit., pp. 195-196. Como en ninguna de las colecciones se guarda información acerca de cómo se identificó a Hitler, es imposible determinar con total seguridad la identidad de los hombres y el lugar donde se tomó la foto. Esto ha llevado a Othmar Plöckinger a concluir que Hitler sale en la foto; véase Plöckinger, op. cit., p. 40. En otro lugar he expuesto por qué no creo que la afirmación de Plöckinger se tenga en pie; véase Weber, Wie Adolf Hitler, pp. 441-442.
[98] Hofmiller, op. cit., p. 167.
[99] Entrevista con Cordula von Godin en diciembre de 2013, y un e-mail dirigido al autor el 9 de febrero de 2016. En 1933, Rudolf von Sebottendorf, presidente de la Sociedad Thule, afirmó que Arco había asesinado a Eisner para ser admitido en la Sociedad, tras haber sido rechazado previamente por sus orígenes judíos; véanse Höller, op. cit., pp. 82-83; Gilbhard, op. cit., pp. 84-85, 177n236; Richardi, Hitler, p. 34. El problema de la declaración de Sebottendorf es que es difícil comprobar que conocía de antemano las intenciones de Arco de asesinar a Eisner.
[100] Large, op. cit., p. 104; véanse también ibid., p. 90; Hofmiller, op. cit., p. 169.
[101] Para las afirmaciones de que el asesinato de Eisner fue la causa fundamental de la posterior radicalización de Baviera, véanse, p. ej., Ullrich, op. cit., loc. 1740; Grau, Eisner, op. cit., p. 9; Large, op. cit., p. 103.
[102] EPE, doc. 315, Pacelli a Pietro Gasparri, 3 de febrero de 1919, <http://www.pacelli-edition.de/Dokument/315>.
[103] BHStA/IV, Nachlaß Adalbert Prinz von Bayern, en adelante NL Adalbert von Bayern, diario, 16 de febrero de 1919.
[104] EPE, doc. 316, Pacelli a Gasparri, 17 de febrero de 1919, <http://www.pacelli-edition.de/Dokument/316>; Joachimsthaler, op. cit., p. 195.
[105] Ibid.
[106] Kraus, op. cit., p. 632.
[107] BHStA/V, NL Grassmann, 2.1, transcripción de las reuniones del Ministerrat, 5 de diciembre de 1918.
[108] Véase, p. ej., Hofmiller, op. cit., pp. 159-160.
[109] Ibid., p. 152.
[110] BHStA/IV, NL Adalbert von Bayern, diario, del 22 al 25 de febrero de 1919; FLPP, entradas del 23 y el 24 de febrero de 1919; EPE, Eugenio Pacelli a Pietro Gasparri, 23 de febrero de 1919, <http://www.pacelliedition.de/Dokument/317>.
[111] Rätsch-Langejürgen, Widerstand.
[112] FLPP, 26 de febrero de 1919; Grau, «Beisetzung».
[113] FLPP, ibid.; véase también Hofmiller, op. cit., pp. 165-166.
[114] Bayerische Staatsbibliothek, Múnich, en adelante BSB, Bildarchiv, Heinrich Hoffmann Collection/1111a. Le estoy muy agradecido a Angelika Betz, de la Staatsbibliothek, por la información que me proporcionó sobre cómo llegó la fotografía a los fondos de la biblioteca. También hay una película en donde supuestamente se ve a Hitler en el cortejo fúnebre; véanse Knopp y Remy, Hitler, Episodio 1; Reuth, Judenhass, op. cit., p. 82. Aunque es imposible afirmar con toda certeza si el que aparece en la filmación es, efectivamente, Hitler. No obstante, Heinrich Hoffmann hijo le confirmó a Gerd Heidemann a principios de los ochenta que el de la foto es Hitler; véase la entrevista con Gerd Heidemann, agosto de 2016. Véase también Bayerisches Hauptstaatsarchiv, Mühlen, p. 56. P. ej., Reuth, op. cit., p. 82, y Pyta, Hitler, p. 133, sostienen que Hitler aparece en la foto, mientras que Plöckinger, op. cit., pp. 42-43, descarta la afirmación. Aquellos que están absolutamente seguros de que el de la foto de Heinrich Hoffmann no es Hitler tienen aún que explicar el hecho de que este tuviera la necesidad de mentir sobre la fecha en que dejó Traunstein, haciéndola retroceder hasta mucho antes del asesinato de Eisner. Plöckinger sostiene que la foto ya se había publicado en 1934, y eso le hace pensar que es imposible que Hitler salga en ella. Además, intenta descartarlo afirmando que, según algunos historiadores, Hitler asistió a la marcha fúnebre acompañando a prisioneros de guerra rusos, y, según otros, estaba allí en representación de su unidad. No hay modo de saber si el propio Hoffmann, en 1934, se había dado cuenta ya de que Hitler estaba entre los soldados de la foto. Además, el hecho de que los historiadores disientan sobre por qué asistió Hitler al funeral no pone en tela de juicio ni confirma la tesis de que, en efecto, el de la foto es él. Más aún, el propio Hoffman dijo en 1937 que tenía en su poder información que inculpaba a Hitler; véanse el diario de Ulrich von Hassell, entrada correspondiente al 13 de julio de 1937, y Hassell, Römische Tagebücher, p. 205. Hoffmann se lo dijo a Elsa y Hugo Bruckmann.
[115] Plöckinger, op. cit., p. 42 y ss.
[116] Reuth, op. cit., p. 83.
[117] Joachimsthaler, op. cit., pp. 198-199, afirma que la elección se produjo con toda probabilidad poco después de que Josef Seihs —que, según Joachimsthaler, había precedido a Hitler como Vertrauensmann de la Segunda Compañía de Desmovilización— fuera elegido Bataillons-Rat («consejero») del batallón de desmovilización el 15 de febrero de 1919. Othmar Plöckinger, en op. cit., p. 42 y ss., dice que el puesto de Vertrauensmann se creó a finales de marzo y que la elección se produjo a primeros de abril. Dicho autor afirma que la elección de Hitler como Vertrauensmann se debió a la necesidad de cubrir el puesto temporalmente, dado que la gente que se eligió al principio tenía que asistir a una junta distinta. Este último argumento suena a pura especulación, pues no parece muy probable que se celebraran unas elecciones solo para cubrir un puesto de Vertrauensmann con carácter de urgencia y por poco tiempo. Si Plöckinger tuviera razón sobre la coincidencia e incompatibilidad de las fechas, lo más probable es que una de las juntas se hubiera programado para otro momento, en lugar de que la compañía se metiese en el engorro de unas elecciones solo para cubrir un puesto de relleno con carácter provisional.
[118] Weber, Hitler’s First’s War.
[119] Para puntos de vista similares, véanse Joachimsthaler, op. cit., p. 198; Kershaw, op. cit., p. 120; Herbst, Charisma, loc. 1335; Plöckinger, op. cit., p. 44.
[120] Anónimo, «Sonderzusammenstellung»; Stadtarchiv München, Wahlamtsunterlagen, Landtagswahl 1919, Verzeichnis der militärischen Stimmbezirke.
[121] Joachimsthaler, op. cit., pp. 198-218.
[122] Heiden, Hitler: A Biography, p. 54.
ARRESTADO
[123] Joachimsthaler, op. cit., p. 194.
[124] BHStA/IV, NL Adalbert von Bayern/1, diario, copia del anuncio pegado junto a la entrada correspondiente al 7 de abril de 1919.
[125] Ibid., 1, diario, 7 de abril de 1919.
[126] Kraus, op. cit., p. 642.
[127] Joachimsthaler, op. cit., pp. 194 y 207.
[128] Staatsarchiv München, Staatsanwaltschaft München; en adelante SAM, StAM/1939, Axelrod, Towia.
[129] Schwarzenbach, Geborene, p. 161; véanse también Sepp, «Palmsonntagsputsch»; Korzetz, op. cit., p. 24.
[130] Schweizerisches Bundesarchiv, Berne, Nachlaß Rudolf Heß; en adelante SBA, NL Heß, Hess a sus padres, 23 de abril de 1919.
[131] Hofmiller, op. cit., p. 187.
[132] TNA, War Office/32/5375, informe de Winston Churchill, febrero de 1919.
[133] TNA, FO/608/126, informe, del 30 de marzo al 22 de abril, 1919.
[134] The National Archives, United Kingdom, Kew, Cabinet Papers; en adelante TNA/CAB/24/79, «Informe sobre las condiciones de Baviera», del 31 de marzo al 8 de abril de 1919.
[135] White, «Perceptions», p. 7.
[136] Reuth, op. cit., p. 93.
[137] Hofmiller, op. cit., pp. 179-181, y 184.
[138] Joachimsthaler, op. cit., pp. 187, y 203-211.
[139] Reuth, op. cit., p. 94.
[140] Hofmiller, op. cit., p. 191.
[141] Jones, Birth, pp. 147-151; Korzetz, op. cit., p. 41; Hofmiller, op. cit., pp. 185 y 197.
[142] Hetzer, «Revolution», pp. 28-29.
[143] Joachimsthaler, op. cit., pp. 201-202, 207.
[144] Korzetz, op. cit., pp. 42-43, 118; véase también Jones, op. cit., p. 152.
[145] FLPP, entrada del 26 de abril de 1919.
[146] Hofmiller, op. cit., p. 193.
[147] Joachimsthaler, op. cit., p. 212.
[148] Ibid., pp. 212-213.
[149] EPE, informe, Pacelli a Pietro Gasparri, 30 de abril de 1919, <http://www.pacelli-edition.de/Dokument/258> consultado el 15 de julio de 2015; Kühlwein, Warum, pp. 79-80; Cornwell, Pope, pp. 77–78.
[150] Hitler, op. cit., p. 279.
[151] Heinz, Hitler, pp. 92-93.
[152] Los biógrafos de Hitler suelen presentar como inverosímiles sus declaraciones y las de Schmidt; véanse Joachimsthaler, op. cit., p. 209; Kershaw, op. cit., p. 110; Large, op. cit., p. 121; Plöckinger, op. cit., p. 64. El argumento que se propone para cuestionar lo dicho por Hitler suele basarse en tres premisas; la primera, que el Consejo Central no podía ordenar su arresto, puesto que era en realidad una institución provisional en el periodo comprendido entre el asesinato de Eisner y la proclamación de la Segunda República Soviética a mediados de abril; la segunda, que, el 27 de abril, el régimen soviético ya estaba muy debilitado y su caída se aproximaba, por lo que difícilmente habría tenido poder para arrestar a un oficial como Hitler; la tercera, que la Guardia Roja no pudo haber entrado en los cuarteles de Hitler y haber dado con él. Algunos rasgos de estos tres supuestos son convincentes, pero no invalidan la declaración de Hitler. Como Baviera había presenciado cuatro regímenes revolucionarios sucesivos, que implicaban a muchas instituciones y grupos, la gente estaba confundida y no siempre sabía cómo se llamaba cada grupo o institución implicados. La referencia de Hitler al Consejo Central de la república soviética, por lo tanto, no se contradice con lo que cuenta. Es improbable que hubiera sido tan torpe como para mencionar una institución que ya no existía. Está bastante claro que en Mi lucha, Hitler se refiere simplemente a los gobernantes soviéticos de Múnich que estaban en el poder a finales de abril.
[153] Staatsarchiv München, Polizei Direktion München, en adelante SAM, PDM/10014, informe «Geiselmord»; Gilbhard, op. cit., p. 109 y ss.; Kraus, op. cit., p. 647.
[154] SAM, PDM/10014, informe «Geiselmord»; Gilbhard, Gilbhard, op. cit., p. 109 y ss.
[155] Jones, op. cit., pp. 53-54, 151-152.
[156] Generaldirektion der Bayerischen Archive, Abt. IV, Kriegsarchiv, archivos de la Reichswehrgruppenkommando 4; en adelante: BHStA/IV, RwGrKdo/4.6, Ministerium für militärische Angelegenheiten, «Beurteilung der Lage», 29 de abril de 1919.
[157] Jones, op. cit., pp. 153-154.
[158] BSB, NL Bruckmann, Suppl./caja 3, Elsa a Hugo, 30 de abril de 1919.
[159] Hofmiller, op. cit., p. 207.
[160] Schwarzenbach, Geborene, p. 161; véase también Hetzer, «Revolution», 28n13.
[161] Schwarzenbach, Geborene, p. 161; véase también Feldmann, Wahrheit, p. 35.
[162] Joachimsthaler, op. cit., pp. 216-217.
[163] Heinz, Hitler, 96; Schmidt contó algo similar a Werner Maser en 1964; véase Maser, Legende, p. 162, 563n177. No hay otra prueba que su propia afirmación, la cual hizo sin revelar su fuente, para apoyar lo que dijo Konrad Heiden de que uno de cada diez soldados era fusilado contra el muro y que después las tropas «blancas» tomaron los cuarteles militares donde se encontraba Hitler. Tampoco hay una prueba, independiente de la afirmación de Heiden, de que Hitler hubiera trabajado como espía contrarrevolucionario; véase Heiden, Fuehrer, p. 25.
[164] Algunos estudiosos de hoy suelen desestimar el relato de Schmidt por considerarlo una invención; véase Kershaw, op. cit., p. 110; Plöckinger, op. cit., 68n9.
[165] Hillmayr, op. cit., pp. 124-126.
[166] Levy, «Leben», p. 37; véase también Riecker, November, p. 47.
[167] EPE, informe, Pacelli a Pietro Gasparri, 18 de abril de 1919, <http://www.pacelli-edition.de/Dokument/257>, consultado el 15 de julio de 2015; véase también Kühlwein, op. cit., pp. 76-77; Besier, Holy See, pp. 19-20; Kornberg, Dilemma, p. 167. La idea de que el informe prefiguraba el antisemitismo genocida del Holocausto y probaba, presuntamente, que Pío XII era el «papa de Hitler» (véanse Goldhagen, Reckoning, p. 46; Cornwell, Pope, pp. 74-75) no tiene sentido, ya que la carta es el único documento de la época conservado donde Pacelli habla extensamente de los judíos. Es de suponer que si el protofascismo y el antisemitismo hubieran sido tan importantes para Pacelli, habría hablado de los judíos con más frecuencia. Tampoco hay ninguna prueba de que Pacelli y Schioppa fueran antisemitas raciales. Además, Goldhagen y Cornwell utilizan traducciones erróneas e incendiarias del informe; véase Kühlwein, op. cit., pp. 77-78; Dalin, Myth, pp. 52-53.
[168] Archiv des Erzbistums München und Freising, Múnich, Nachlaß Michael von Faulhaber, en adelante AEMF, NMF/8420, correspondencia entre Samuel Fuchs y Faulhaber, telegrama de 1918, y cartas fechadas el 3 y el 15 de enero de 1919; véanse también EPE, informe, Pacelli a Gasparri, 8 de febrero de 1919, <http://www.pacelli-edition.de/Dokument/2120>, consultado el 15 de junio de 2015; Kühlwein, op. cit., p. 72 y ss.; Hesemann, Völkermord, pp. 297-300; idem, «Pacelli»; Phayer, Pius XII, cap. 12; Dalin, Myth, p. 51; NMF/6281, Centralverein a Faulhaber, 4 de diciembre de 1919. Para la ayuda de Faulhaber a la comunidad judía, véase también NMF/6281, cartas, M. Vierfelder a Faulhaber, 14 y 27 de febrero y 23 de marzo de 1920.
[169] Höller, op. cit., p. 77.
[170] Klemperer, op. cit., loc. 637.
[171] Kardish, Bolsheviks, p. 136.
[172] Weinhauer et al., op. cit., p. 26.
[173] Véanse Waite, Vanguard, pp. 40-41, y 271; Evans, Coming, pp. 75, 169, 220; Jones, op. cit.; Höhne, Order, p. 54; Schumann, «Einheitssehnsucht»; Weitz, Weimar, p. 97; Stephenson, Battle, p. 313; Korzetz, op. cit., p. 9, sostiene, por el contrario, que los Freikorps ayudaron a defender la democracia parlamentaria, mientras que los Freikorps Schulze desempeñaron un papel en el ascenso del nazismo, aunque no exagerado.
[174] Weber, op. cit., pp. 233–245; Korzetz, op. cit., p. 95.
[175] Weber, op. cit., cap. 10; BHStA/I, Generaldirektion der Bayerischen Archive/3152, información sobre la vida de Solleder durante la revolución.
[176] Stegenga, «First Soldiers», pp. 23-35 y documento adjunto 1, listado de los soldados judíos de los Freikorps. Alrededor de la mitad de ellos sirvieron en dos Freikorps de Würzburg, en Baja Franconia, una zona de franconia abrumadoramente católica; el Batallón Scheuring de los Freikorps Würzburg y el Marschgruppe Würzburg. Mientras que la otra mitad sirvió en Freikorps muy distintos, entre los que se incluía el Freikorps Engelhardt, de Erlangen, en Franconia, dirigido por uno de los antiguos comandantes del regimiento de Hitler, Philipp Engelhardt. Para Engelhardt, véase Weber, op. cit., pp. 54, 244. Para Heilbronner, véase BHStA/IV, KSR/22712; National Archives of The United States of America, College Park, Md., grabaciones de interrogatorios procedentes del juicio de Nuremberg, en adelante NARA, M1270-Roll 22, testimonio de Wiedemann; Wiedemann, Feldherr, p. 53; Korzetz, op. cit., p. 88; BHStA/IV, KSR 22646, N.º 168 y 204; véanse también Stadtarchiv München, Gedenkbuch, pp. 20, 182, 184-185; Angermair, «Minderheit», p. 145.
[177] Stegenga, op. cit., pp. 23-35; Haering, «Konfessionsstruktur». Si la estimación más baja, según Ingo Korzetz, de la totalidad de los miembros de los Freikorps, que sitúa en torno a veinte mil (véase Korzets, Freikorps, p. 48) es correcta, la cantidad de judíos integrantes de los Freikorps podría haber sido mayor de lo que sugiere Stegenga. Se mantendría en el 0,8 por ciento. Documentos de Robert Löwensohn, en la autobiografía de su hija Anne-Marie; Hilde Haas a su amigo Ernst, 10 de marzo de 1947, en testimonio del hijo de Löwensohn, Gérard Langlois. BHStA/IV, KSR 1198, 1233, 1235, 1246, 1249, 7340, 12167, 12188, 12220, 12224, 12284, 14752. Yad Vashem, centro de datos de los nombres de las víctimas de la Shoah, páginas de los testimonios del hijo y de la hija de Löwensohn, sección IDs 650798; véase también la número 3199771; Institut National Audiovisuel, entrevista con Anne-Marie Vitkine, <http://grands-entretiens.ina.fr/imprimer/Shoah/Vitkine>, consultado el 15 de julio de 2015. Véase también Vitkine, Mein Kampf, pp. 13-14. El trabajo de mi antiguo estudiante Reinout Stegenga se basa en la inspección de doscientos libros de inscripciones del Archivo General del Estado de Baviera —un archivo de guerra que contiene los listados de los Freikorps bávaros de posguerra—. No ha sobrevivido más de un quince por ciento de los registros de los Freikorps. De los sesenta y un Freikorps cuyos registros se han conservado, seis de ellos no mencionan la religión de sus miembros. Además, el registro de miembros de los otros cincuenta y seis está incompleto: algunas páginas han desaparecido; otras veces, solo alguno de los registros menciona la religión de sus integrantes. P. ej., Hugo Gutmann, el oficial judío de Nuremberg que propuso a Hitler para recibir su Cruz de Hierro de Primera Clase en 1918, y Ernst Kantorowicz, que posteriormente se convertiría en uno de los más importantes medievalistas de Europa, fueron miembros de los Freikorps, pero sus nombres no aparecen en los registros conservados en el Archivo del Estado de Baviera; véanse los documentos de Hugo Gutmann para su relato, sin fecha, de su vida en la Alemania nazi, que escribió antes de emigrar a Bélgica; Leo Baeck Institute, New York City, en adelante LBI New York, Ernst Kantorowicz Collection, I/1/2, curriculum vitae de Kantorowicz. En resumen, la lógica apunta a que el número real de miembros judíos de los Freikorps, los que se definían como practicantes de la fe judía, era considerablemente mayor de ciento cincuenta y ocho.
[178] P. ej., Rudolf Vogel, judío convertido al catolicismo, veterano de guerra varias veces condecorado e hijo de un juez de Múnich, sirvió en los Freikorps Epp durante la caída de la República Soviética de Baviera, mientras que el teniente Paul Oestreicher, un pediatra judío que se convirtió al protestantismo, sirvió en los Freikorps Bamberg; Selig, Rassenwahn, pp. 315-316; documentos de Paul Oestreicher, «Urkunde des Deutschen Reichskriegerbundes Nr. 67685»; Heeresarchiv München, confirmación de servicio en los Freikorps, 5 de diciembre de 1937; Zeugnis, mencionado por Edgar Konitzky, 12 de febrero de 1938; Lebenslauf; Oertzen, Freikorps, pp. 162, 165, 173.
[179] Waite, Vanguard, p. 264.
[180] Hitler, Monologe, op. cit., p. 148, monólogo del 1 al 2 de diciembre de 1941.
[181] Para argumentos de este tipo, véanse Ullrich, op. cit., cap. 4; Eberle, Weltkriege, cap. 3; Joachimsthaler, op. cit., p. 177; Herbst, op. cit., loc. 1373; Kershaw, op. cit., 101 y ss., 116; Fest, op. cit.; Bullock, Hitler and Stalin, p. 69; Haffner, Anmerkungen, loc. 271, Pätzold y Weißbecker, Hitler, cap. 3.
[182] Joachimsthaler, op. cit., p. 177.
[183] Hitler, op. cit., p. 245, monólogo del 31 de enero de 1942.
[184] Véase Plöckinger, op. cit., p. 65. De igual modo, Kershaw, op. cit., pp. 119-120, sostiene que Hitler nunca «simpatizó íntimamente con la socialdemocracia». Para la Primera Guerra Mundial como una inspiración a posteriori, véase Weber, op. cit.; para las afirmaciones de que Hitler siempre mantuvo opiniones negativas sobre el SPD y la revolución, véanse, p. ej., Kershaw, op. cit., pp. 119-120; Ulrich, Hitler, loc. 1710 y ss. y loc. 19101 FN 363; Plöckinger, op. cit., p. 65; Eberle, Weltkriege, cap. 3. Se ha dicho también (Herbst, op. cit., loc. 1375) que «el hecho de que en mayo de 1919 Hitler podría haberse convertido en miembro de un comité de limpieza política de las fuerzas armadas [Säuberungsauschuss] indica que no puede haberse comprometido mucho, y que su implicación en el sistema soviético o en la socialdemocracia, por lo tanto, no puede haber sido muy profunda». El problema de esta afirmación es que la república soviética no la dirigía el SPD. De hecho, el SPD fue la punta de lanza de la lucha contra la república soviética. El objetivo del comité que aquí se menciona era identificar a todos los que habían estado a favor de la república soviética, no del SPD. Las actividades posteriores de Hitler, en la primavera de 1919, por lo tanto, de ninguna manera contradicen la posibilidad de que hubiera simpatizado antes con el SPD.
[185] Reuth, op. cit., p. 82.
[186] Hitler, op. cit., p. 248.
[187] Ibid., p. 240.
[188] Münchener Post, 24 y 25 de marzo de 1923, 3, en Joachimsthaler, op. cit., pp. 199-200.
[189] Véase Ziemann, Commemorations, p. 217.
[190] Heiden, Hitler: A Biography, p. 54. La afirmación de Heiden se ve apoyada también, al menos indirectamente, por la declaración que Hitler hizo en privado, en su cuartel general militar, durante la noche del 27 al 28 de septiembre de 1941. En ella afirmó que, cuando era joven, la única forma que tenía alguien de su extracción social de hacer carrera en la política era afiliarse al SPD; véase Hitler, Monologe, p. 72. Sobre Heiden, véase Aust, Feind.
[191] Deuerlein, op. cit., p. 132.
[192] Reuth, op. cit., pp. 84, 87.
[193] IFZ, ZS89/2, Friedrich Krohn, «Fragebogen über Adolf Hitler», 1952.
[194] Véase, p. ej., Kershaw, op. cit., p. 120.
[195] Karl Mayr, «Hitler’s Boss», p. 193.
[196] Para sugerencias de este tipo, véase Fest, op. cit., pp. 116-123; Joachimsthaler, op. cit.
[197] Véanse, además, Riecker, November, p. 47; Pyta, Hitler, op. cit., p. 132. Los argumentos que postulan que Hitler nunca apoyó la revolución ni al SPD se basan, en última instancia, en la deconstrucción selectiva de aspectos individuales de las pruebas de que disponemos y en el ajuste subsiguiente de las evidencias resultantes de un modo que va más allá de la navaja de Ockham o principio de economía.
CAMBIO DE CHAQUETA
[198] Schaenzler, Mann, p. 21; véanse también Hofmiller, op. cit., p. 211; Hetzer, «Revolution», p. 28.
[199] EPE, Eugenio Pacelli a Pietro Gasparri, 5 de mayo 1919, <http://www.pacelli-edition.de/Dokument/259> consultado el 15 de julio de 2015.
[200] BHStA/V, NL Lehmann, 4.5, Lehmann a su hija Irmgard, 10 de noviembre de 1923; véanse también ibid., Lehmann al profesor Gruber, 1 de febrero de 1923, y FLPP, 5 de mayo de 1919.Se exagera claramente el caso para atribuir la violencia de las fuerzas blancas a un «gusto atávico por la carnicería», como hace Large, Ghosts, p. 118.
[201] Schulze, Freikorps, p. 99; FLPP, entradas de principios de mayo.
[202] Heinz, Hitler, pp. 109-110.
[203] Para el problema de la conjetura en política, véase Ferguson, Kissinger, pp. 559-561, 871-872.
[204] Sobre lo que se pensaba del SPD, véase, p. ej., Hofmiller, op. cit., p. 190.
[205] Rilke, Heydt, pp. 230-231, Rilke a Karl von der Heydt, 20 de mayo de 1919.
[206] Joachimsthaler, op. cit., pp. 218-221.
[207] Ibid., pp. 198-219.
[208] Ibid., p. 219; Weber, op. cit., caps. 1-8. La aseveración de Othmar Plöckinger, op. cit., pp. 88-89, de que Anton Joachimsthaler no proporcionó ninguna prueba de que Buchner y Hitler se conocían y, por tanto, de que Buchner no propuso a Hitler es incorrecta; véase Joachimsthaler, op. cit., pp. 203, 351.
[209] BHStA/IV, KSR 4421/204l, 4470/7111.
[210] Joachimsthaler, op. cit., p. 199.
[211] Ibid., p. 212.
[212] Véase, p. ej., el caso de Josef Angerer, que después de servir en el Ejército Rojo se unió a los Freikorps Wolf, SAM, StAM/I, Standgericht München, 1934.
[213] Anónimo, «Hitler’s Boss».
[214] Deuerlein, op. cit., p. 55; idem, Hitler, p. 43; Plöckinger, op. cit., p. 66 y ss.
[215] Joachimsthaler, op. cit., p. 218.
[216] Ibid., pp. 183, 350n569. Plöckinger, op. cit., p. 89, rebate la idea de que Staubwasser estuviera predispuesto favorablemente hacia los socialdemócratas moderados. Pero, al hacerlo, ignora el apoyo que dio aquel a la creación de un Volksheer. Plöckinger aporta pruebas de que Staubwasser nunca fue miembro del SPD y de que nunca tuvo lazos con los partidos de la izquierda radical. Pero Joachimsthaler no dijo en ninguna parte que eso fuese así. Uno puede estar predispuesto favorablemente a un partido político sin necesidad de militar en él. Para las afirmaciones de que los socialdemócratas moderados no tenían lugar en el ejército en Múnich, véase Kershaw, op. cit., p. 115; Ullrich, op. cit.; Plöckinger, op. cit., passim.
[217] Véase Piper, op. cit., p. 33.
[218] Joachimsthaler, op. cit., p. 203. Según Plöckinger, no se puede confiar en este artículo, porque supuestamente está lleno de errores; véase Plöckinger, op. cit., p. 42. En realidad, Plöckinger identifica tan solo pequeños errores sin consecuencias, del tipo que uno esperaría encontrar en un artículo escrito once años después del suceso, y que se basaban, muy probablemente, en testimonios orales transmitidos al autor. Además, la afirmación de Plöckinger según la cual nunca se dio un cambio en la dirección del Segundo Regimiento de Infantería es incorrecta, pues en unos pocos días tuvo un nuevo comandante
[219] Riecker, November, p. 52.
[220] Macmillan, Peacemakers.
[221] Gantner, Wölfflin, p. 325, Wölfflin a su hermana, 18 de mayo de 1919.
[222] Volk, Faulhaber, p.72.
[223] Schwarzenbach, Geborene, p. 163.
[224] Klemperer, op. cit., loc. 383.
[225] BHStA/IV, RWGrKdo4, Nr. 309, informe de Hans Gerl, 25 de agosto de 1919.
[226] Gerwarth, «Counter-Revolution», p. 185.
[227] Riecker, November, cap. 4; Reuth, op. cit., cap. 7.
[228] BHStA/IV, RWGrKdo4, 313, cartas, Hans Wolfgang Bayerl a Karl Mayr, 4 y 10 de julio de 1919.
[229] Gantner, Wölfflin, pp. 323-327, Wölfflin a su hermana, 13 de junio de 1919; véanse también 8 y 18 de mayo y 7 de junio.
[230] Ibid., 19 de junio de 1919.
[231] Joachimsthaler, op. cit., p. 222 y ss., 348n543.
[232] Fest, op. cit., p. 164.
[233] Kershaw, op. cit., p. 121.
[234] BHStA/IV, RWGrKdo4, Nr. 314, Mayr a Kunstädter, 19 de octubre de 1919; véase también Gabriel, Art, p. 102.
[235] Ibid., a Wilhelm Kaiser, 7 de julio de 1919; véase también ibid., a Curt Müller, 31 de julio de 1919.
[236] Ibid., a Jakob Lätsch, 16 de agosto de 1919.
[237] Ibid., a Wilhelm Kaiser, 7 de julio de 1919.
[238] BHStA/IV, RWGrKdo4/315, listado de participantes en el tercer curso de propaganda de Mayr; Joachimsthaler, Weg, pp. 183, 228; Plöckinger, op. cit., pp. 103-108.
[239] Joachimsthaler, op. cit., p. 221.
[240] BHStA/V, NL Lehmann, 8.2., diario de Melanie Lehmann, 7 de junio de 1919 y 27 de junio de 1919; Samerski, «Hl. Stuhl», pp. 355-375.
[241] Haffner, Meaning, p. 9; Fest, op. cit., libro 1, caps. 2-3.7, p. 229; Zehnpfennig, Hitler, 46.
[242] Overy, Dictators, p. 15. Ian Kershaw abordó la guerra y la posguerra como si hubieran sido un mismo periodo, es decir, una única experiencia, argumentando que «la guerra y sus secuelas hicieron a Hitler», dejando sin tratar, por tanto, el impacto que tuvieron en Hitler la guerra, la revolución, la república soviética y la conciencia de la derrota alemana. Según Kershaw, Hitler ya había vuelto de la guerra con plena conciencia de la derrota de Alemania y, por tanto, trata el periodo revolucionario en Hitler según dicha premisa; véase Kershaw, op. cit., p. 87.
[243] Joachimsthaler, op. cit., p. 182.
[244] Kershaw, op. cit., pp. 104, 116.
[245] Brendan Simms hace una observación parecida en «Enemies», que desarrollará más en su esperada biografía de Hitler.
[246] Hansen, Böhm, p. 28.
[247] Véase Riecker, November. Debe añadirse que, hasta 1923, Hitler no declaró en ninguno de sus discursos o artículos que hubiera decidido convertirse en político al final de la guerra en Pasewalk; véase Joachimsthaler, op. cit., p. 182
[248] Hitler, Mein Kampf, pp. 6, 7, 226.
[249] Hitler, Monologe, p. 45.
[250] Hans Sachse a Max Amann, 9 de marzo de 1932, en Pyta, op. cit., p. 139.
[251] IFZ, ED561/1, entrevista a Esser, 24 de febrero de 1964.
[252] Riecker, November, p. 53. Para la importancia del Tratado de Versalles en la politización y radicalización de Hitler, véanse, además, Reuth, op. cit.; Pyta, op. cit., pp. 139-140, y para el impacto general de las ideas radicales en Alemania, véase Krumeich, «Nationalsozialismus», p. 11.
[253] BHStA/IV, RWGrKdo4, Nr. 307, informe de Karl von Bothmer, 25 de julio de 1919.
[254] Ibid.
[255] Sobre la obsesión de Hitler por asegurarse el suministro de alimento y sus implicaciones geopolíticas y genocidas, véase Snyder, Black Earth.
[256] Plöckinger, op. cit., pp. 108-109; Poser, Museum, p. 62; BHStA/IV, RWGrK do4/310, informe de valoración de [primer nombre ilegible] Dietl, 12 de agosto de 1919.
[257] Heiden, Fuehrer, p. 78.
[258] Hitler, Mein Kampf, p. 282.
[259] IFZ, ED874, Bd. 1/27, diario de Gottfried Feder, lista de charlas de 1919, y Bd. 1/57, entrada correspondiente al 15 de julio de 1919.
[260] Hitler, op. cit., pp. 282-283.
[261] IFZ, ED874, Bd. 1/57, diario de Gottfried Feder, entrada correspondiente al 15 de julio de 1919; véanse también ibid., lista de charlas de 1919; Müller, Mars, p. 114.
[262] Ibid., entrada correspondiente al 9 de mayo de 1919.
[263] Kershaw, op. cit., p. 119.
[264] Müller, op. cit., pp. 338-339.
[265] Ibid.
[266] Kershaw, op. cit., p. 122; Toland, Hitler, p. 84.
[267] La importancia del mundo angloamericano en el pensamiento de Hitler la explorará en profundidad Brendan Simms en su esperada biografía de Hitler; véase, también, Simms, «Enemies», op.cit.
[268] Müller, Gärten.
[269] Berg, Müller, pp. 74-78.
[270] Véase Müller, Wandel, p. 89.
[271] Para afirmaciones contrarias o que sostienen que, en su posterior radicalización, Hitler no fue más que un producto del curso de propaganda y, por extensión, de la Reichswehr en Múnich, véase, p. ej., Plöckinger, op. cit.; Longerich, op. cit., primera parte; Ullrich, op. cit., posición 1921; Heiden, op. cit., p. 138; Hockerts, op. cit., p. 391; Pätzold y Weißbecker, Hitler, p. 59.
[272] Müller, Mars, op. cit., pp. 338-339; idem, Gärten, op. cit., p. 105; idem, Wandel, op. cit., pp. 49, 88-90, 131; Deuerlein, Aufstieg, p. 85; idem, Hitler, op. cit., p. 43; Gerlich dio charlas antibolcheviques para Mayr por toda Baviera; véase BHStA/IV, RWGrKdo4/310, telegramas, Reichswehrgruppenkommando 4, Ib/P a Reichswehr-Brigade 23, 16 y 28 de junio de 1919, y al Generalkommando 3, A.K., 25 de junio de 1919.
[273] Hausmann, Goldwahn, caps. 20 y 23.
[274] Martynkewicz, Salon, p. 357. La cita procede de un libro sobre el comunismo que Gerlich escribió en 1920.
[275] Plöckinger, op. cit., 174n39, 250.
[276] BHStA/IV, RWGrKdo4/314, cartas, Mayr a Josef Sixt, 13 de julio de 1919, y Ludwig Franz Müller a Karl Mayr, 9 de agosto de 1919.
[277] Ibid., informe fechado el 23 de julio de 1919.
[278] Ibid., Mayr a Albert Hess, 7 de agosto de 1919. El título del panfleto con puntos de vista del SPD es ¿Es esto la Paz?
[279] Plöckinger, op. cit., pp. 228, 327, 331; Richardi, op. cit., p. 129. Mayr, p. ej., le envió Auf gut deutsch gratis a varias personas durante tres meses, desde septiembre. Sin embargo, mantuvo su relación profesional con Gerlich; véase también BHStA/IV, RWGrKdo4/314, Mayr a Max Irre, 25 de agosto de 1919.
[280] IFZ, ED561/1, entrevista a Esser, 25 de febrero de 1964.
[281] BHStA/IV, RWGrKdo4/314, Mayr a Wilhelm Kaiser, 7 de julio de 1919.
[282] Ibid., a Ludwig Franz Müller, 11 de agosto de 1919, y a Michael Kummer, 22 de agosto de 1919; Joachimsthaler, op. cit., p. 226; Plöckinger, op. cit., 174n39.
[283] BHStA/IV, RWGrKdo4/310, Dienst-Telegramm desde Gr.Kdo.4Ib/P, 13 de junio de 1919.
[284] BHStA/IV, RWGrKdo4/313 & 314; BHStA/IV, KSR 5763 & 22075; Nr. 310, informe de respuesta de Karl Oicher, 12 de agosto de 1919.
[285] Ibid., informe de respuesta de [el nombre no aparece] Leipold, 12 de agosto de 1919.
[286] Documentos de John Toland, en adelante RPR-TP, 45-Hanfstaengl-3, entrevista de Toland a Hanfstaengl, 4 de noviembre de 1970; IFZ, ED561/1, entrevista a Esser, 24 de febrero de 1964; BHStA/IV, RWGrKdo4/315, listado de participantes en el cuarto curso de propaganda de Mayr.
[287] BHStA/IV, RWGrKdo4/313, Hermann Esser a Karl Mayr, 11 de agosto de 1919.
[288] Ibid., Mayr a Wilhelm Bauer, 11 de octubre de 1919. La segunda vez que declaró su oposición a las ideas de Feder fue en la nota que añadió a la carta de Hitler para Adolf Gemlich, de septiembre de 1919.
[289] Ibid., a Hans Wunderlich, 27 de agosto de 1919. Véase también ibid., a Esser, 16 de agosto de 1919.
[290] Véase Reuth, op. cit., p. 137.
[291] Para la afirmación contraria, véase Kershaw, op. cit., pp. 132-133.
SEGUNDA PARTE
Nuevos Testamentos
UN NUEVO HOGAR POR FIN
[292] Karl Mayr en el Münchener Post, 2 de marzo de 1931, 2, en Joachimsthaler, op. cit., p. 226.
[293] Othmar Plöckinger, op. cit., pp. 140-153, afirma que, de hecho, no existió una relación especial entre Hitler y Mayr hasta octubre de 1919; sin embargo, no aporta pruebas convincentes que lo respalden.
[294] BHStA/IV, Op 7539, Offiziersakte de Mayr. Para la cita, véase el informe fechado el 31 de julio de 1919. Para la biografía de Mayr, véanse, también, Ziemann, Commemorations, pp. 215-221; idem, «Wanderer».
[295] BHStA/IV, RWGrKdo4/314, Mayr a Max Irre, 18 de septiembre de 1919.
[296] Ibid., currículum de Max Irre.
[297] IFZ, ED561/1, entrevista a Esser, 24 de febrero de 1964.
[298] Ibid.; Pätzold y Weißbecker, Hitler, p. 55; Richardi, op. cit., p. 48. Véase también Joachimsthaler, op. cit., p. 226.
[299] Para la afirmación contraria, véase, p. ej., Plöckinger, op.cit.
[300] BHStA/IV, RWGrKdo4/310, informe de valoración de [nombre ilegible] Dietl, 12 de agosto de 1919.
[301] Ibid., Wilhelm Bauer a Mayr, 25 de julio de 1919.
[302] Ibid., H. Möser a Mayr, 16 de julio de 1919.
[303] Ibid., Mayr a Curt Müller, 31 de julio de 1919; véase también ibid., recorte del Neueste Nachrichten, 2 de octubre de 1919.
[304] Ibid., recorte del Allgäuer Zeitung, sin fecha; Lebenslauf.
[305] BHStA/IV, RWGrKdo4/309, lista del Lechfeld Kommando Beyschlag; orden emitida por Karl Mayr, 13 de agosto de 1919; Nr. 315, lista de propagandistas enviada a Lechfeld; Joachimsthaler, op. cit., p. 242; Deuerlein, Hitler, op. cit., pp. 45-46; Pyta, op. cit., pp. 142-143; Weber, op. cit., pp. 26-27.
[306] Hitler, op. cit., p. 290.
[307] Muchos biógrafos de Hitler han aceptado más o menos al pie de la letra el relato de la propaganda nazi sobre la época que Hitler pasó en Lechfeld; véase, p. ej. Pärzold y Weißbecker, Hitler, p. 57; Joachimsthaler, op. cit., p. 243; Kershaw, op. cit., p. 124
[308] El comandante del campo de Lechfeld no quería que Hitler y sus compañeros dieran charlas a los hombres de la Dulag [Durchgangslager] Kompanien. La versión comúnmente aceptada de que Hitler habló para los prisioneros de guerra que habían vuelto de Rusia infectados por las ideas bolcheviques (véase Kershaw, op. cit., p.123; Joachimsthaler, op. cit., p. 243) no se sostiene, por lo tanto.
[309] BHStA/IV, RWGrKdo4/309, informe de Hauptmann Lauterbach, 18 de julio de 1919.
[310] Deuerlein, op. cit., p. 46; véase también Plöckinger, op. cit., p. 122.
[311] NARA, RG238, M1019-2, interrogatorio, 5 de noviembre de 1947.
[312] Keogh, Brigade; University College Dublin, archivos, documentos de Michael McKeogh, P128, herramienta de búsqueda, fragmento biográfico; documentos familiares de Michael McKeogh en posesión de su nieto Kevin Keogh; BHStA/IV, KSR 4099/3221, 6285/1955, 11283/34.
[313] Ibid., pp. 163-164.
[314] BHStA/IV, RWGrKdo4/313, Mayr a Esser, 16 de agosto de 1919.
[315] BHStA/IV, RWGrKdo4/314, Mayr a Max Irre, 30 de julio de 1919.
[316] Ibid., a Jakob Lätsch, 16 de agosto de 1919.
[317] BHStA/IV, RWGrKdo4/309, informe de Rudolf Beyschlag, 25 de agosto de 1919; Pyta, op. cit., pp. 142-146. Durante la guerra, el antisemitismo prácticamente no existió o lo hizo en una forma que no resultaba atractiva para Hitler; véase Weber, op. cit.; Pyta, op. cit., cap. 4.
[318] Ibid., informe del Oberleutnant Bendt, 21 de agosto de 1919. La afirmación de Othmar Plöckinger de que Hitler, en su disertación, se mostró «prudente» con respecto a los judíos (véase op. cit., p. 130) no tiene sentido. Si Hitler hubiera utilizado un lenguaje cauteloso frente a los judíos, su charla no habría desencadenado una disputa sobre el grado en que debía moderarse el discurso antisemita.
[319] Para afirmaciones contrarias, véanse Joachimsthaler, op. cit., p. 178; Reuth, op. cit., p. 141.
[320] IFZ, ZS50/1-3, «Protokoll», 19 de diciembre de 1951, y «Niederschrift über eine Besprechung mit Georg Grassinger», 9 de junio de 1961.
[321] Piper, Nationalsozialismus, p. 12; Hitler, op. cit., p. 291. Para el vestuario, véase IFZ, ED561/1, entrevista a Hermann Esser, 24 de febrero de 1964; para la imagen que proyectaba el Sterneckerbräu, véase el anuncio del restaurante en el Münchener Stadtanzeiger, 4 de enero de 1919, 2; El nombre de Karl Mayr aparece en el dorso de la lista de asistentes a la reunión del 12 de septiembre entre otras 12 personas, aparentemente invitados que no se presentaron; véase Plöckinger, op. cit., p.145. Se ha afirmado que Mayr envió a Hitler al DAP como infiltrado, más que como observador, para poder convertir el partido en un instrumento de la Reichswehr; véanse Plöckinger, op. cit., pp. 140-143; Longerich, op. cit., pp. 73-75; Heiden, op. cit., p. 34. Plöckinger sostiene que si a Hitler lo hubieran enviado como observador, no habría sido por orden de Mayr, dado que este ya conocía el partido y a algunos de sus miembros y oradores; por lo tanto, no habría tenido ninguna necesidad de mandarlo allí; véase op. cit., p. 144 y ss. Pero este argumento no es convincente. ¿Por qué el hecho de que conociera a algunos militantes y oradores del partido le habría impedido enviar a Hitler como observador, del mismo modo que lo enviaba, como a Esser, a las reuniones de otros grupos? Tal como Hermann Esser recordaba, «[Mayr] nos enviaba a Hitler y a mí [...] a menudo a los encuentros de diferentes asociaciones [Verbände] para escuchar los actos que se celebraban y dar nuestra opinión sobre ellos»; véase IFZ, ED561/1, entrevista a Esser, 24 de febrero de 1964.
[322] Franz-Willing, Hitlerbewegung, p. 82.
[323] Joachimsthaler, op. cit., p. 257.
[324] Deuerlein, Aufstieg, p. 60; Joachimsthaler, op. cit., p. 252; Plöckinger, op. cit., 150n47; IFZ, ED874/Bd1/27, diario de Gottfried Feder.
Treinta y ocho personas firmaron en la lista de asistentes. Tanto Michael Lotter como Hermann Esser, que asistieron cada uno por su lado, estimaron el número de asistentes en unas ochenta personas; véase IFZ, ED561/1, entrevista a Esser, 24 de febrero de 1964. Es imposible decir si Esser y Lotter exageraron o si todos los asistentes reales firmaron el formulario.
[325] Hitler, op. cit., p. 238; Münchener Stadtanzeiger, 11 de enero de 1919, 1, «Wen wähle ich?»; Handelskammer, Adressbuch, s.v. «Baumann»; Baumann, Wede; Joachimsthaler, op. cit., p. 252; Plöckinger, op. cit., 151n58 y 60.
Plöckinger, op. cit., pp. 151-152., asegura que Baumann no estuvo presente en la reunión del 12 de septiembre de 1919 y sostiene que Hitler, el líder del DAP Anton Drexler y sus colegas propagandistas se sacaron de la manga el encuentro de Hitler con Baumann del 12 de septiembre de 1919. Afirma que Baumann asistió a una reunión del DAP únicamente el 12 de noviembre de 1919. Sin embargo, Plöckinger confunde a Adalbert Baumann con Adolf Baumann, que asistió a la reunión del DAP del 12 de noviembre. En 1933, el propio Adalbert Baumann mencionaría su encuentro con Hitler en una carta a Goebbels; véase Baumann a Goebbels, 10 de septiembre de 1933, en Simon, «Baumann».
Baumann era un Gymnasialprofessor, es decir, un profesor de secundaria.
[326] Münchener Stadtanzeiger, 4 de enero de 1919, 1, «München-Berlin»; 24 de mayo de 1919, «Die neue Bürgervereinigung» y «Bürger».
[327] IFZ, ED561/1, entrevista a Esser, 24 de febrero de 1964; Joachimsthaler, op. cit., p. 252; Hitler, op. cit., p. 238; Deuerlein, op. cit., p. 60.
[328] Deuerlein, Hitler, p. 48; IFZ, ED561/1, entrevista a Esser, 24 de febrero de 1964.
[329] Deuerlein, Aufstieg, p. 60.
[330] Piper, op. cit., p. 15.
[331] Deuerlein, op. cit., p. 60.
[332] Hitler, op. cit., p. 296. Hitchcock traduce mal parte de la cita, por lo que la traducción que se proporciona aquí difiere ligeramente de la de él.
[333] Drexler, Erwachen, pp. 14-28, 42. Véase también Orlow, Nazi Party, cap. 2.
[334] Drexler, op. cit., p. 26.
[335] Ibid., p. 42; véanse también pp. 29 y 39.
[336] Ibid., p. 57.
[337] Ibid., p. 59.
[338] Ibid., pp. 16–25, 27, 25.
[339] Ibid., p. 49.
[340] Deuerlein, op. cit., pp. 56-59; véase también Fest, op. cit., p. 169.
[341] Ibid.; Joachimsthaler, op. cit., p. 248 y ss.
[342] Range, 1924, p. 12.
[343] Fest, op. cit., p. 169 y ss.
[344] Deuerlein, op. cit., pp. 56-59; Joachimsthaler, op. cit., pp. 248 y ss.
[345] Deuerlein, op. cit., pp. 56-59.
[346] Koshar, «Stammtisch», pp. 20-22; Fest, op. cit., p. 179; Weidisch, «München», p. 259; Joachimsthaler, op. cit., p. 251.
[347] BHStA/IV, RWGrKdo4/314, Hitler a Gemlich, 16 de septiembre de 1919; véase también KSR 1269/450.
[348] Weber, Friend, p. 150.
[349] BHStA/IV, RWGrKdo4/314, Hitler a Gemlich, 16 de septiembre de 1919.
[350] Faulhaber, Stimmen, p. 5.
[351] Archiv des Erzbistums München und Freising, Múnich, en adelante AEMF, Nachlaß Michael Faulhaber, en adelante NMF, N.º 9626, Faulhaber a Friedrich Fick, 7 de noviembre de 1919.
[352] De hecho, a veces se ha creído que la carta que Hitler envió a Gerlich se convirtió, en los años cuarenta, «en la “carta magna” de una nación entera y condujo a la extinción casi total del pueblo judío»; véase Centro Simon Wiesenthal, comunicado de prensa, 2011, <http://www.wiesenthal.com>, consultado el 1 de noviembre de 2015. Afirmar que el texto de Hitler es la carta magna del Holocausto equivale a decir que el antisemitismo de Hitler de 1919 fue idéntico al de los años cuarenta, y aún más, que el antisemitismo de Hitler fue idéntico, o casi idéntico, al antisemitismo popular de 1919 y de los años cuarenta; véase Bullock, Hitler and Stalin, p. 70; Plöckinger, op. cit., pp. 143, 332; Payne, Hitler, p. 131; Fest, op. cit., p. 167.
[353] P. ej., en una carta escrita en octubre, Hans Wolfgang Bayerl, uno de los participantes de un curso de propaganda de Mayr, comenta lo popular que era el antisemitismo anticapitalista en Deggendorf, en Baja Baviera; véase BHStA/IV, RWGrKdo4/313, Hans Wolfgang Bayerl a Mayr, 8 de octubre de 1919.
[354] También lo trata Simms, «Enemies», op.cit.
[355] SAM, Polizei Direktion München, en adelante PDM, Nr. 6697, informe policial fechado el 22 de noviembre de 1919.
[356] Para las afirmaciones en el sentido contrario, véase, p. ej., Joachimsthaler, op. cit., p. 177. No cuestiono la existencia del antisemitismo anticapitalista en el Múnich de la posguerra; no se trata aquí de pintar la naturaleza anticapitalista del antisemitismo de Hitler como original, simplemente de subrayar que su antisemitismo no reflejaba el antisemitismo popular del Múnich de la época. Ralf Georg Reuth, en cambio, afirma que Hitler descubrió la conexión entre bolchevismo y antisemitismo en su carta a Gemlich. Basa su interpretación en la visión que tenía Hitler de los judíos como «el motor de la revolución»; véase Reuth, op. cit., pp. 140-141. Sin embargo, esa descripción solo aparece en una parte secundaria de una frase que habla de otra cosa y, lo más importante, no se refiere a la fase bolchevique de la revolución.
[357] De igual modo, la dirección del departamento de policía de Múnich concluyó en un memorando, escrito en noviembre de 1919, que el antisemitismo antibolchevique estaba en auge en Múnich en otoño de ese mismo año; véase Walter, Kriminalität, p. 54.
[358] Weber, Hitler’s First’s War, caps. 1-8, passim.
[359] Baltimore Museum of Art, Archive, Baltimore, Maryland, en adelante BMA-A, Cone Papers, Series 1, cartas, Claribel a Etta Cone, 161007, 7 de octubre de 1916; ibid., 180221, 18 de febrero de 1918; ibid., 190902, 2 de septiembre de 1919; 191029, 29 de octubre de 1919; ibid., 200419, 29 de abril de 1920; Gabriel, Art; Hirschland, Cone Sisters; BHStA/IV, RWGrKdo4/, Nr. 314, Karl Mayr a Curt Müller, 31 de julio 1919. Le estoy más que agradecido a Nancy Ramage por poner a mi disposición las cartas de Claribel Cone.
[360] Ibid., 190902, Claribel a Etta, 2 de septiembre.
[361] Ibid., 191021, Claribel a Etta, 21 de octubre y 4 de diciembre de 1919.
[362] Ibid., 191223, Claribel a Etta, 23 de diciembre de 1919.
[363] Pöhner pidió poner fin a la inmigración judía procedente de Europa del Este, pero abogó igualmente por proteger a la «porción honesta» de judíos alemanes; véase Pommerin, «Ausweisung», p. 319. El antisemitismo de Pöhner en aquel tiempo era, a diferencia del de Hitler, de carácter predominantemente antibolchevique; véase Seidel, «Heimat», p. 39.
[364] Plöckinger, op. cit., p. 340, arguye, por el contrario, que el antisemitismo fue el punto de partida de la ideología de Hitler: «La esencia de la visión del mundo de Hitler era el antisemitismo, al que fue añadiendo poco a poco los otros elementos que posteriormente dieron forma a su ideología». Sin embargo, aunque Plöckinger localiza la conversión de Hitler al antisemitismo en la época en que trabajaba para la Comandancia Militar del Distrito 4, no explica realmente por qué y cómo el antisemitismo se convirtió de repente para Hitler en un fenómeno tan atractivo para explicarse el mundo.
[365] Sería un error decir que la ideología de Hitler era solo un mero «popurrí de ideas», un medio para desahogar la cólera, el miedo, la frustración y el resentimiento, más que un «conjunto coherente de propuestas intelectuales», y afirmar que «no había nada nuevo, diferente, original o distintivo» en Hitler; véase Kershaw, op. cit., pp. 132-134.
[366] Se ha hecho hincapié, por ejemplo, en que esta carta a Gemlich revela que «ya en 1919, Hitler tenía clara la idea de eliminar a todos los judíos»; véase Ian Kershaw, en The New York Times, edición internacional, 7 de junio de 2011, A6, «Hitler’s First Anti-Semitic Writing Finds a Buyer».
[367] Joachimsthaler, op. cit., p. 254 y ss.; Piper, op. cit., pp. 12-13
[368] Hitler, op. cit., p. 291 y ss. La primera reunión a la que asistió Hitler fue el 12 de septiembre. Afirmó que menos de una semana después recibió una postal en la que se le invitaba a la reunión de la ejecutiva el jueves siguiente (24 de septiembre). Hitler dijo que decidió afiliarse al partido dos días después (26 de septiembre).
[369] Mook, «Nazis», p. 19; Michael Lotter a NSDAP Hauptarchiv, 17 de octubre de 1941, en Joachimsthaler, op. cit., p. 257; Joachimsthaler, op. cit., pp. 254-258; Piper, op. cit., pp. 12-13.
[370] Hitler, op. cit., p. 860.
[371] Deuerlein, op. cit., p. 98; IFZ, ED561/1, entrevista a Esser, 24 de febrero de 1964; Joachimsthaler, op. cit., pp. 254-259; Piper, op. cit., pp. 12-13.
[372] BHStA/IV, RWGrKdo4/313, Hans Wolfgang Bayerl a Karl Mayr, 8 de octubre de 1919. Véase también Piper, Rosenberg, pp. 79-80.
[373] Mook, «Nazis», op. cit., pp. 70-71. Las cifras manejadas aquí se basan en una lista de miembros que incluye 208 hombres y mujeres afiliados al partido en 1919. Mook, como una parte de la historiografía (véase, p. ej., Piper, Nationalsozialismus, p. 25), afirma que el DAP/NSDAP no fue nunca un partido obrero. Sostiene que el porcentaje de afiliados obreros era de un 24 por ciento, mientras que el 41 por ciento de la población de Múnich que pertenecía a la clase trabajadora. Sin embargo, esas cifras no son comparables, puesto que la lista que usa Mook no proporciona información sobre el estatus de uno de cada tres miembros. La cifra de miembros pertenecientes a la clase obrera aumenta en un 35 por ciento cuando se compara con aquellos afiliados cuyo nivel social no está registrado.
[374] Ibid., pp. 69-71. No existe actualmente ninguna lista donde se recojan los lugares de nacimiento de los miembros del DAP/NSDAP de Múnich. Sin embargo, el gran número de casos de nacionalsocialistas importantes que aparecen en este libro y que nacieron fuera de Baviera e incluso fuera de Alemania apunta a que los emigrantes tenían una presencia más que destacada entre los miembros del partido.
[375] Kraus, op. cit., pp. 649-656. La imagen de la soberanía como la dueña en la propia casa de uno proviene de Michael Ignatieff, IGA 360, curso «Sovereignty and Intervention», Harvard Kennedy School.
[376] Wachsmann, Prisons, pp. 37-38; Rittenauer, «Landessymbole».
[377] Hitler, Monologe, p. 242.
[378] Ibid., p. 248.
[379] Ibid., p. 161.
[380] Hitler, Aufzeichnungen, p. 841.
DOS VISIONES
[381] Hitler, Illustrierter Beobachter, 1929, Folge 31, 374, en Joachimsthaler, op. cit., p. 262.
[382] Gilbhard, op. cit.; Phelps, «Before»; Höller, op. cit., pp. 82-83; Deuerlein, op. cit., pp. 56-59; Joachimsthaler, op. cit., p. 248 y ss.; Richardi, op. cit., pp. 32-39; Maser, Legende, p. 170.
[383] Höller, op.cit., p. 83.
[384] Gilbhard, op. cit.
[385] Engelman, «Eckart», pp. 3-4; Franz-Willing, «Munich», p. 329; SAM, PDM/10014, informe, «Geiselmord im»; Gilbhard, op. cit., p. 105. Los siete miembros ejecutados de la Sociedad Thule eran Walter Nauhaus, Walter Deichke, Hella von Westarp, Anton Daumenlang, Friedrich Wilhelm von Seydlitz, Gustav von Thurn und Taxis, y Franz von Teuchert. Ninguno había nacido en Múnich y cuatro eran de fuera de Baviera. De los tres restantes, solo una había nacido en Alta Baviera, Hella von Westarp, aunque no era bávara, pues procedía de una antigua familia aristocrática prusiana. Dos de ellos venían, a su vez, de familias protestantes bien conocidas, otros dos habían nacido en territorios casi exclusivamente protestantes en aquella época y otro era hijo de un pastor protestante.
[386] Hofmiller, op. cit., p. 225.
[387] Plöckinger, op. cit., p. 144n30.
[388] Gilbhard, op. cit., p. 122.
[389] Ibid., passim. La afirmación de que la Sociedad Thule siguió influyendo en el DAP y en el NSDAP desde la sombra se fundamenta en la idea de que un miembro de aquella como Dietrich Eckart ejerció un influjo enorme en Hitler; véase, p. ej., Richardi, op. cit., p. 124. Sin embargo, Eckart y otros que influyeron tanto en Hitler como en el partido eran invitados habituales de la Sociedad Thule, más que miembros, como afirma Richiardi. Se mostraban partidarios de la Sociedad cuando les convenía. Pero esto no significa que se vieran a sí mismos como integrantes. Tenían su propio programa, que a menudo se solapaba con el de la Sociedad y que nunca fue el mismo.
[390] Gilbhard, op. cit.
[391] IFZ, ED561/1, entrevista a Hermann Esser, 24 de febrero de 1964.
[392] Hitler, Aufzeichnungen, p. 91.
[393] IFZ, ED561/1, entrevista a Esser, 24 de febrero de 1964.
[394] Informe policial de la reunión del DAP del 13 de noviembre de 1919, reproducido en Hitler, op. cit., p. 92.
[395] SAM, PDM/6697, informe policial fechado el 22 de noviembre de 1919.
[396] Ibid.
[397] Ibid., informe policial de la reunión del DAP del 26 de noviembre de 1919; Phelps, «Parteiredner», p. 275
[398] Para la forma de vestir de Hitler en aquella época, véase IFZ, ED561/1, entrevista a Esser, 24 de febrero de 1964.
[399] SAM, PDM/6697, informe policial de la reunión del DAP del 10 de diciembre de 1919. Puesto que Hitler consideraba que Estados Unidos e Inglaterra eran los enemigos eternos de Alemania, la idea de que había pensado poco en Estados Unidos antes de 1918 y que dicho país solo sería importante para su visión del mundo después (véase Weinberg, «Image», 1007) es infundada.
[400] Ibid., informe policial de la reunión del DAP del 18 de diciembre de 1919.
[401] Plöckinger, op. cit., pp. 157-162, 178.
[402] Ibid., pp. 171-177; Joachimsthaler, op. cit., p. 245.
[403] Hitler, op. cit., p. 101 y ss.; véase también Plöckinger, op. cit., p. 188.
[404] IFZ, ED561/1, entrevista a Esser, 23 de febrero de 1964.
[405] Hay desacuerdo sobre si Hitler pidió formalmente permiso a Karl Mayr para unirse al partido, véanse Joachimsthaler, op. cit., 254 y ss.; Piper, op. cit., pp. 12-13; Plöckinger, op. cit., pp. 152-153, 177-178. Los miembros de la Reichswehr estaban obligados a pedir permiso para afiliarse a grupos políticos. Sin embargo, Othmar Plöckinger, que, como Hitler, pertenecía oficialmente al viejo ejército más que a la nueva Reichswehr, no tenía necesidad de que le dieran permiso y, por tanto, no lo solicitó. Este argumento no tiene en cuenta que, aunque Hitler no fuera consciente de que necesitaba pedir permiso, cualquiera que desease el traslado a la Reichswehr lo habría pedido de todos modos. Además, el Schützenregiment 41, en el que Hitler servía, era, de hecho, una unidad de la Reichswehr provisional (Vorläufige Reichswehr).
[406] IFZ, ED561/1, entrevista a Esser, 24 de febrero de 1964; Plöckinger, op. cit., p. 168.
[407] Sería un error considerar las dos convocatorias formales de reunión que Mayr mandó a Hitler a finales de octubre y finales de noviembre, y en el traslado de Hitler al Schützenregiment 41 a últimos de octubre, una prueba de que este no entró en política hasta la segunda mitad de octubre, y que lo hizo solo siguiendo órdenes de Karl Mayr. Para las afirmaciones al respecto, véanse Plöckinger, op. cit., pp. 154-162 y Longerich, op. cit., pp. 70-71. Para las dos convocatorias de reunión, véanse Joachimsthaler, op. cit., p. 246; BHStA/IV, RWGrKdo4/314, del ayudante de Mayr a Hitler, 21 de noviembre de 1919.
De hecho, Hitler decidió intervenir en la reunión del DAP del 12 de septiembre; se unió al partido en la segunda mitad de septiembre y, lo más importante, dio su primer discurso oficial en el DAP antes de su traslado al Schützenregiment 41 y antes de confirmar su asistencia a las reuniones a las que Mayr le había convocado.
[408] IFZ, ED561/1, entrevista a Esser, 25 de febrero de 1964.
[409] Deuerlein, op. cit., p. 112.
[410] IFZ, ED561/1, entrevista a Esser, 25 de febrero de 1964; véanse también Engelman, «Eckart» pp. 6-7, 50; Richardi, op. cit., p. 128; Joachimsthaler, op. cit. p. 278; Dresler, Eckart.
[411] Engelman, «Eckart», pp. 8-9.
[412] Ibid., passim; Hamann, Vienna; Richardi, op. cit., p. 124 y ss.; Piper, op. cit., pp. 13-14; Heiden, op. cit., pp. 85-86. Para los antecedente religiosos de Eckart, véase Hitler, Monologe, p. 209, monólogo del 16 y 17 de enero de 1942.
[413] Engelman, «Eckart», pp. 64-65.
[414] Richardi, op. cit., p. 128.
[415] Pyta, op. cit., p. 197.
[416] Ibid., p. 155.
[417] Hitler, op. cit., p. 208.
[418] Heiden, op. cit., pp. 85-86; Piper, op. cit., pp. 13-14.
[419] Reuth, Goebbels, cap. 2; Goebbels, Tagebücher, i (ed. 2004), p. 136, entrada correspondiente al 16 de mayo de 1924; Longerich, Goebbels, pp. 31-35. No queda claro por qué en Longerich, op. cit., pp. 64, 686-687, se asevera, sin pruebas que lo respalden, que el socialismo de Goebbels no era sincero.
[420] Goebbels a Anka Stalherm, 17 de febrero de 1919, en Reuth, op. cit., p. 79
[421] Goebbels, «Erinnerungsblätter», en Goebbels, Tagebücher, i (ed. 1987), p. 17.
[422] Piper, Rosenberg, p. 32.
[423] Ibid.
[424] BSB, NL Bruckmann/Suppl., caja 8, cartas, Elsa a su madre, 16 de enero de 1920.
[425] Para afirmaciones de lo contrario, véase, p. ej., Heusler, Haus, p. 76.
[426] Weiss, op. cit., p. 282.
[427] Sobre la legitimidad en política, véase Ignatieff, Fire, p. 75 y ss.
[428] Schlie, «Nachwort»; Schöllgen, Hassell.
[429] A diferencia del Partido Nacional del Pueblo Alemán, el BVP no acusaba debilidades organizativas; véase Ziblatt, Conservative Political Parties.
[430] Hastings, Catholicism; Steigmann-Gall, Holy Reich, caps. 1-3.
[431] Faulhaber, Stimmen, p. 258.
[432] Ibid., pp. 250-265. Sobre el retorno de la gripe, vid nota 425, 27 de diciembre de 1919 y 16 de enero de 1920.
[433] IFZ, ED561/1, entrevista a Esser, 24 de febrero de 1964; Joachimsthaler, op. cit., pp. 262-265. Peter Longerich afirma que la lucha de poder entre Hitler y Harrer no se debió a la estrategia de Harrer para que el partido funcionara como una sociedad secreta, pues había estado en Berlín a finales de 1919 negociando una posible alianza entre el partido y el DNVP para crear un frente unificado de derecha en Alemania; véase Longerich, Hitler, pp. 79-80. No veo por qué los contactos de Harrer con el DNVP se contradicen con la idea de que Harrer concebía el DAP como una especie de Sociedad Thule para la clase obrera. Seguramente, para hombres como Harrer era normal que las sociedades secretas parecidas a los grupos y partidos de derechas, aunque cumpliesen diferentes funciones, colaborasen.
[434] SAM, PDM/6697, informe policial de la reunión del DAP del 26 de noviembre de 1919.
[435] Heiden, op. cit., p. 83.
[436] IFZ, ED561/1, entrevista a Esser, 24 de febrero de 1964; Franz-Willing, Hitlerbewegung, p. 71. Para las reuniones semanales del DAP, véase SAM, PDM/6697, informe policial de la reunión del DAP celebrada el 26 de noviembre de 1919. Según otras fuentes, el DAP tenía que pagar cincuenta marcos semanales por la sede; véase Richardi, op. cit., p. 99.
[437] 437 IFZ, ED561/1, entrevista a Esser, 24 de febrero de 1964; Bauer, Hauptstadt, p. 350.
[438] Sigmund, Freund, pp. 13-18, 328n19.
[439] Joachimsthaler, op. cit., pp. 187-188.
[440] Hitler, op. cit., p. 146.
[441] Joachimsthaler, op. cit., p. 256; Reichardt, «SA», p. 246; BHStA/IV, KSR/16776, Nr. 793.
[442] Tanto Drexler como Hitler querían presentarse en público, pero, según las declaraciones posteriores de Drexler, a Hitler le preocupaba que celebrar un acto en la Hofbräuhaus fuese demasiado arriesgado; véase Richardi, op. cit., pp. 111-112.
[443] Hitler, Mein Kampf, p. 511 y ss.
[444] IFZ, ED561/1, entrevista a Esser, 24 de febrero de 1964; Phelps, «Parteiredner», p. 277.
[445] IFZ, ED561/1, entrevista a Esser, 24 de febrero de 1964 (cita). A día de hoy, no hay consenso acerca de quiénes fueron los autores principales del programa. Entre los nombres que se mencionan habitualmente están los de Hitler, Drexler, Feder, y Eckart; véase, p. ej., Kershaw, op. cit., p. 144; Joachimsthaler, op. cit., p. 267; Pätzold y Weißbecker, Hitler, p. 59 y ss.; Piper, Nationalsozialismus, p. 18; Longerich, op. cit., p. 81; Bullock, Hitler and Stalin, p. 79; Payne, Hitler, pp. 142-145. Gottfried Feder, que difícilmente podría haber sido el principal autor del programa, asistió a una reunión donde se debatió un boceto del mismo, IFZ, ED874, Bd. 1/29, diario de Feder, 15 de diciembre de 1919.
La idea de que Hitler fue el único o uno de los principales arquitectos del programa se basa en sus propias palabras y en dos documentos aportados por Drexler en 1940; véase Joachimsthaler, op. cit., p. 267. En ambos, un borrador de una carta no enviada a Hitler y la declaración en el archivo del NSDAP, Drexler intenta que den crédito a su afirmación de que fue él el autor del programa del partido, en un contexto en el que se consideraba a Hitler como su autor único o principal. 1940 no era precisamente el mejor momento para decirle a Hitler y al archivo de su partido que su papel como arquitecto del programa no había sido tal. Sin embargo, Drexler le había dicho a menudo a Hermann Esser, en privado, que el papel que había desempeñado Hitler en la confección del programa había sido mínimo, véase IFZ, ED561/1, entrevista a Esser, 24 de febrero de 1964. Véase también Franz-Willing, Hitlerbewegung, pp. 75-79.
[446] Programa del DAP, 24 de febrero de 1920, <http://germanhistorydocs.ghi-dc.org/sub_document.cfm?document_id=3910>, consultado el 15 de mayo de 2015.
[447] Para afirmaciones de lo contrario, véase, p. ej., Pätzold/Weißbecker, Hitler, pp. 62-63; Piper, op. cit., p. 18; idem, Rosenberg, pp. 48-50; Herbert, op. cit., p. 21.
[448] IFZ, ED561/1, entrevista a Esser, 24 de febrero de 1964.
[449] Para el antisemitismo subyacente en el programa del DAP, véase Meyer zu Uptrup, Kampf, pp. 137-150.
[450] Programa del DAP, 24 de febrero de 1920.
[451] Hitler, op. cit., pp. 512-513.
[452] Bouhler, Werden, pp. 10, 19; Weber, op. cit.
[453] Hitler, op. cit., pp. 513-514.
[454] Phelps, «Parteiredner», p. 277; idem, «Arbeiterpartei», p. 983.
[455] SAM, PDM/6697, recorte del Münchener Neuesten Nachrichten, 25 de febrero de 1920; véanse también los recortes del Bayerische Staatszeitung, 26 de febrero de 1920 y del Münchener Augsburger Abendzeitung, 26 de febrero de 1920.
[456] Phelps, «Rede», p. 391.
[457] Deuerlein, op. cit., pp. 108-112; Joachimsthaler, op. cit., pp. 274-275; Franz-Willing, Hitlerbewegung, p. 79.
[458] Gilbhard, Thule-Gesellschaft.
[459] Para la afirmación contraria, véase Kershaw, op. cit., pp. 132-133; Heusler, Haus, pp. 64-65; Herbst, op. cit., locs. 1972, 2181.
[460] Phelps, «Parteiredner», p. 276.
[461] AEMF, NMF/7556, Georg von Bayern a Faulhaber.
[462] AEMF, NMF/7558, Faulhaber al príncipe Guillermo, febrero de 1920.
[463] BHStA/V, Nachlaß Bernhard Stempfle, en adelante NL Stempfle, informe de espionaje, «Gesamt-Bericht», 12 de febrero de 1920. La afirmación de que el antibolchevismo pesó muy poco en Hitler y no formó realmente parte del programa (véase Plöckinger, op. cit., p. 272) es infundada, por su asunción de que el antibolchevismo no desempeñó un papel principal para el antisemitismo derechista en aquel tiempo.
[464] Véase, p. ej., Hitler, Aufzeichnungen, op. cit., p. 98.
UNA HERRAMIENTA DE DOS MIL QUINIENTOS AÑOS DE ANTIGÜEDAD
[465] Joachimsthaler, op. cit., p. 272; Pätzold y Weißbecker, Hitler, p. 63.
[466] Erger, Kapp-Lüttwitz-Putsch.
[467] Joachimsthaler, op. cit., p. 272. Después, Eckart escribió exonerando a Mayr y presentando el viaje a Berlín como una iniciativa suya; véase Deuerlein, op. cit., p. 177 y ss.
[468] IFZ, ED561/3, entrevista a Hermann Esser, 25 de febrero de 1964.
[469] Ibid.; Longerich, op. cit., 1044n75.
[470] Kellogg, Roots, pp. 88, 105.
[471] IFZ, ED561/3, entrevista a Esser, 25 de febrero de 1964. Para el miedo a volar de Hitler, véase Richardi, op. cit., p. 179.
[472] Hitler, Monologe, op. cit., p. 192, monólogo del 9 y 10 de enero de 1942; Richardi, op. cit., p. 179.
[473] Hassell, Kreis, pp. 231-232.
[474] Deuerlein, op. cit., p. 112; Joachimsthaler, op. cit., p. 273; Richardi, op. cit., pp. 234-235.
[475] Kraus, op. cit., pp. 659-672; Thoß, «Kapp-Lüttwitz-Putsch»; Menges, «Möhl»; Richardi, op. cit., pp. 169 y ss.; Longerich, op. cit., p. 83.
[476] Para afirmaciones contrarias, véanse, p. ej., Pätzold y Weißbecker, Hitler, p. 64; Kraus, op. cit., p. 672; Karl, Räterepublik, p. 255 y ss.; Longerich, op. cit., p. 83; Bauer y Piper, op. cit., p. 278.
[477] Timm, «Bayern», p. 624.
[478] BHStA, Nachlaß Otto von Groenesteyn, en adelante NL Groenesteyn, n.º 63, Pacelli a Otto von Groenesteyn, 15 de abril de 1920; NHStA/IV, KSR 2945/11; Joachimsthaler, op. cit., p. 247; Nickmann, «Auswüchse»; Longerich, op. cit., pp. 83-84; Richardi, op. cit., pp. 195-243; Thoß, «Kapp- Lüttwitz-Putsch»; Franz-Willing, «Munich».
[479] Götschmann, «Landtagswahlen».
[480] BHStA/IV, KSR 4421/204l y 4470/7111. Con anterioridad, los investigadores han propuesto tres posibles razones para la desmovilización de Hitler. La primera sería que, por la exigencia del Tratado de Versalles de reducir la Reichswehr a cien mil hombres, sus mentores, encargados de recortar el número de soldados en Múnich, pudieran haber decidido que no importaba mucho si Hitler servía o no formalmente en el ejército, pues podían seguir contando con él igualmente, dentro o fuera; véase Pätzold y Weißbecker, Hitler, p. 64. La segunda sería que la disolución de la Comandancia Militar del Distrito 4 en marzo de 1920 podría haber hecho inevitable su desmovilización; véase Joachimsthaler, op. cit., p. 236. Y la tercera sería que Hitler, como austroalemán (es decir, alguien que no tenía la ciudadanía) simplemente no podía ser admitido en el nuevo ejército de la República de Weimar, la Reichswehr; véase Plöckinger, op. cit., pp. 157, 177. Pero hay un defecto en estas tres explicaciones. Todas aceptan como un hecho que Hitler seguía siendo una herramienta para la Reichswehr. No admiten la posibilidad de que quienes habían intentado utilizarlo ya no tuvieran poder. Si había resultado tan útil a sus mentores del ejército, ¿por qué no le ofrecieron uno de los cien mil puestos disponibles y desmovilizaron a otro en su lugar? Seguro que podrían haberle encontrado un puesto en una nueva unidad. Además, podrían haber buscado la forma de garantizarle la ciudadanía para seguir contando con él. Hermann Esser declaró que a Hitler no lo echaron, sino que él decidió irse, porque quería independizarse; véase IFZ, ED561/1, entrevista a Esser 25 de febrero de 1964. Sin embargo, la declaración de Esser tiene el tono de un razonamiento a posteriori.
[481] IFZ, ED561/1, entrevista a Esser, 24 de febrero de 1964; Richardi, op. cit., pp. 249-259; Hanfstaengl, Unknown Hitler, p. 51.
[482] Phelps, «Rede», 392; SAM, PDM/6697, informe policial de la reunión del DAP celebrada el 6 de abril de 1920.
[483] IFZ, ED561/1, entrevista a Esser, 25 de febrero de 1964; Joachimsthaler, op. cit., pp. 273-274; Phelps, «Rede», pp. 392-393.
[484] Idem, «Rede», pp. 390-395, 400, 404.
[485] Ibid., pp. 400-420.
[486] Hitler, op. cit., p. 51.
[487] Piper, Rosenberg, p. 49, sugiere que el discurso de Hitler se dirigía contra el judeobolchevismo, pero la prueba que aporta para respaldar la afirmación es una cita de Alfred Rosenberg de 1922, que no se refiere al discurso que dio Hitler el 13 de agosto de 1920.
[488] Phelps, op. cit., pp. 418-420.
[489] En Riecker, November, p. 109. Para otra alusión de tipo biologista a la presunta influencia nociva de los judíos, hecha en privado en 1920, véase Ullrich, op. cit., 2377.
[490] En ibid., p. 110.
[491] P. ej., en su Die Grundlagen, Houston Stewart Chamberlain enfatizó ya la necesidad de «excretar» (Ausscheidung) el «miasma judío» (jüdischer Krankheitsstoff) del pueblo alemán, cuando Hitler todavía estaba jugando a «indios y vaqueros» en la campiña austriaca; véase Riecker, op. cit., p. 111.
[492] Sobre el antisemitismo como el odio más viejo del mundo, véase Wistrich, Hatred.
[493] Nirenberg, Anti-Judaism; véase Holz, Antisemitismus, p. 362 para la afirmación de que el antisemitismo suministra una herramienta con la que dar sentido a la sociedad y definir tanto la identidad colectiva como la individual.
[494] Confino, World.
[495] Véase, p. ej., Hitler, Mein Kampf, p. 395.
[496] Chamberlain, Grundlagen.
[497] Bermbach, Chamberlain, pp. 114-115, 207-209, 293; Martynkewicz, Salon, pp. 16, 54-58. Bermbach dice que es imposible verificar sin lugar a dudas los orígenes de Wiesner, pero que en su época se creía que tenía orígenes judíos. En una carta fechada el 26 de diciembre de 1907, Chamberlain dijo también que encontraba «las relaciones profesionales con judíos honestos y habilidosos especialmente agradables».
[498] Martynkewicz, Salon, pp. 56-57. Véase, además, Friedländer, Persecution, pp. 89-90.
[499] Engelman, «Eckart», p. 64.
[500] Bermbach, op. cit., p. 66.
[501] Martynkewicz, Salon, p. 54.
[502] Ibid., p. 58.
[503] Bohnenkamp, Hofmannsthal, p. 550n2, 552n2.
[504] Ibid., p. 551n7.
[505] Hanna Wolfskehl a Albert y Kitty Verwey, agosto de 1913, en Nijland-Verwey, Wolfskehl, pp. 116-117.
[506] Schlösser, ed., Wolfskehl, p. 228 y ss.; Voit, Wolskehl, pp. 36-37, 606n78; Pieger, «Wolfskehl», pp. 57-61.
[507] Hassell, Hassell-Tagebücher, 64.
[508] Bohnenkamp, Hofmannsthal, p. 452n17; Bernstein, Leben, p. 58.
[509] Para una afirmación parecida, véase Holz, Antisemitismus, p. 422.
[510] SAM, PDM/6697, informe policial sobre las reuniones del DAP, fechado el 9 de enero de 1920.
[511] Phelps, op. cit., p. 406.
[512] Hitler, Monologe, p. 148.
[513] Sigmund, Freund, pp. 9, 29, 227-229, 234-237, 245-257.
[514] Pyta, op. cit., p. 109; Sigmund, Freund, p. 263.
[515] Véase, p. ej., Bundesarchiv Koblenz, NL Wiedemann, Fritz Wiedemann a Hans Thomsen, 28 de septiembre de 1939.
[516] RPR-TP, «Haushofer, Karl», documento OI-FIR/3, en respuesta al informe especial del interrogatorio de Haushofer, 1945; Kallenbach, Landsberg, p. 66.
[517] Hess, Briefe, pp. 334-335.
[518] Zdral, Hitlers, pp. 167-168; Deuerlein, op. cit., pp. 62-63.
[519] Ibid., p. 168; algunos documentos austriacos y estadounidenses de 1933 afirmaba que la madre de Hitler descendía de judíos bohemios.
GENIO
[520] Joachimsthaler, op. cit., pp. 226, 254–255.
[521] Según una explicación alternativa, el resentimiento de Mayr hacia las tendencias separatistas del Gobierno bávaro y hacia muchos oficiales podría haberle empujado a decidir continuar; véase Ziemann, Commemorations, p. 217.
[522] Plöckinger, op. cit., pp. 154, 174.
[523] BHStA/IV, Op 7539, Offiziersakte de Mayr, Dehn a Otto Geßler, 25 de marzo de 1920.
[524] Ibid., Dehn a Otto Geßler, 25 de marzo de 1920.
[525] BHStA/IV, KSR 3038/148, 3039/130, 4474/490, 21997/8; Dawson, «Dehn»; Weber, op. cit., pp. 262, 278, 305; Bundesarchiv Koblenz, NL Wiedemann, 6, Dehn a Fritz Wiedemann, 29 de octubre de 1939, y Wiedemann a Hans Thomsen, 28 de septiembre de 1939.
[526] Joachimsthaler, op. cit., pp. 226, 254-255.
[527] IFZ, ED561/1, entrevista a Hermann Esser, 24 de febrero de 1964.
[528] Ziemann, op. cit., p. 217; Joachimsthaler, op. cit., p. 226.
[529] Ziemann, op. cit., p. 217.
[530] IFZ, ED561/1, entrevista a Esser, 24 de febrero de 1924.
[531] Ziemann, op. cit., p. 89, 158-160, 215, 221.
[532] BHStA/IV, Op 7539, Offiziersakte de Mayr; Ziemann, op. cit., pp. 215-221; idem, «Wanderer»; Adreßbuchgesellschaft Ruf, Addreßbuch 1957, s.v. «Mayr, Stephanie».
[533] Lange, Genies, pp. 30-43; Bermbach, op. cit., p. 111; Köhne, «Cult»; McMahon, «Evil», 172-180; McMahon, Fury, cap. 6.
[534] Ibid.; Martynkewicz, Salon, pp. 99, 105; Pyta, op. cit.
[535] Engelman, «Eckart», pp. 62-66; Köhne, «Cult», pp. 117-118, 127-128; McMahon, Fury, pp. 198-199.
[536] Phelps, Parteiredner, p. 278.
[537] Pyta, op. cit., p. 246. Hitler también analizó el «genius» en un artículo para el Völkischer Beobachter del 1 de enero de 1921; véase Hitler, Aufzeichnungen, pp. 279-282.
[538] Para el concepto de «raza pura» de Chamberlain, véase Martynkewicz, Salon, p. 55.
[539] Ibid., p. 103; Roosevelt, History, cap. 8.
[540] Pyta, op. cit., primera parte. Véanse en particular las páginas 100-105. Pyta afirma que Wagner definió a los judíos como aquellos que profesan la misma fe religiosa y comparten ciertos rasgos culturales y económicos de los que uno podía desprenderse, mientras que para Hitler ser judío era una categoría racial y, por lo tanto, un judío siempre sería un judío. Que la dicotomía que Pyta crea entre el antisemitismo de Wagner y el de Hitler sea correcta depende de si Hitler realmente concebía su temprano antisemitismo racial, biologizado y categórico literalmente.
[541] Ibid., cap. 7.
[542] Bouhler, Werden, p. 19.
[543] Richardi, op. cit., p. 112. [544] Heiden, op. cit., p. 34.
[545] NARA, RG263/3, informe OSS, diciembre de 1942, p. 14; RPR-TP, 46-Ilse Hess, entrevista Toland-Hess, 4 de abril de 1971.
[546] Deuerlein, Hitler, pp. 44-45.
[547] Phelps, «Parteiredner» pp. 27-84.
[548] Ludecke, Hitler, p. 95.
[549] RPR-TP, 46-Ilse Hess, entrevista Toland-Hess, 21 de abril de 1971.
[550] IFZ, ED561/1, entrevista a Esser, 24 de febrero de 1964; Hitler, Monologe, pp. 175, 209, monólogos del 4, 16 y 17 de enero de 1942; Phelps, «Parteiredner», pp. 274-275; Müller, Wandel, p. 132.
[551] NARA, RG263/3, informe OSS, diciembre de 1942, p. 15.
[552] Heiden, op. cit., p. 90.
[553] IFZ, ED561/1, entrevista a Esser, 24 de febrero de 1964.
[554] Ibid.
[555] Para el papel de la historia como guía del arte de gobernar, véase Ferguson, «Meaning».
[556] Para los retratos de Bismarck y Federico el Grande, véanse Fest, op. cit., p. 374; para Cromwell, véase NARA, RG263/3, informe OSS, diciembre de 1942, p. 46.
[557] Phelps, «Parteiredner», p. 283.
[558] Para afirmaciones en contrario, véanse, p. ej., Rauschning, Nihilism; Snyder, Black Earth, pp. 1-10; Kershaw, «Vorwort», 8; Bullock, Hitler.
[559] Schivelbusch, Culture, p. 213. En los discursos, Hitler parece haberse referido solo una vez —el 11 de enero de 1923— a la «puñalada por la espalda»; véase Hitler, Aufzeichnungen, pp. 781, 783.
[560] Phelps, «Parteiredner», pp. 278–286.
[561] Kellerhoff, Berlin, p. 22.
[562] SAM, PDM/6697, informe policial sobre las reuniones del DAP, 9 de enero de 1920.
[563] Ibid., fechado el 4 de marzo de 1920; véase también Phelps, op. cit., pp. 27-86.
[564] Phelps, op. cit., p. 284; Mook, «Nazis», op. cit., p. 26.
[565] IFZ, ED561/1, entrevista a Esser, 25 de febrero de 1964; Joachimsthaler, op. cit., p. 272. Véase, también, Maser, Briefe, pp. 110-113, que reproduce cuatro de las postales que Hitler envió a los Lauböck.
[566] Phelps, op. cit., pp. 279-284; Hänisch, NSDAP-Wähler, p. 69; Pyta, op. cit., pp. 116–117.
[567] RPR-TP, «Giesler, Hermann», transcripción, entrevista Toland-Giesler, 5 de octubre de 1971.
[568] Zdral, Hitlers, p. 198, interrogatorio de Paula Hitler, 26 de mayo de 1945. Véase también Läpple, Hitler, p. 99, con fecha errónea de la visita de Hitler a Viena.
[569] Ibid.
[570] Ibid., p. 211; Joachimsthaler, Liste, p. 273.
[571] Gefangenen-Personalakt Nr. 45, Schutzhaftanstalt Landsberg am Lech, en Fleischmann, Hitler, p. 83.
[572] Zdral, op. cit., p. 140.
[573] NARA, RG263/3, informe OSS, Diciembre de 1942, p. 15.
[574] SAM, PDM/6697, informe policial de la reunión del DAP celebrada el 27 de abril de 1920.
[575] Sobre política sectaria y acuerdo, véase Margalit, Compromise.
[576] Zdral, op. cit., p. 136; Läpple, Hitler, passim, en particular p. 238.
[577] Kershaw, Hitler, vol. 1, op. cit., cap. 6.
[578] Para la afirmación contraria, véase ibid., pp.161-170.
EL GIRO DE HITLER HACIA EL ESTE
[579] Joachimsthaler, Weg, op. cit., p. 280.
[580] Hoser, «Beobachter».
[581] Piper, op. cit., p. 80.
[582] BHStA/IV, KSR 20178/20d; Joachimsthaler, op. cit., p. 280, 371n867; Gilbhard, Thule, op. cit., pp. 142-143.
[583] Joachimsthaler, op. cit., p. 280. Según otros informes, el dinero del préstamo no provino de la Reichswehr, sino del propio Epp; véase IFZ, ED561/1, entrevista a Hermann Esser, 25 de febrero de 1964.
[584] Joachimsthaler, op. cit., pp. 280-281.
[585] Reck, Diario, pp. 17-18; IFZ, ED561/1, entrevista a Esser, 24 de febrero de 1964.
[586] La afirmación de que los miembros de la Sociedad Thule y, en particular, Eckart le abrieron la puerta a los círculos de la alta burguesía o de las clases altas de Múnich (véase Richardi, op. cit., p. 124; Mook, «Nazis», op. cit., p. 24; Heusler, Haus, p. 80 y ss.) está respaldada por los hechos.
[587] SBA, NL Heß, Hess a Milly Kleinmann, 3 de julio de 1921; Joachimsthaler, Liste, op. cit., pp. 213, 222; idem, Weg, p. 281; Gilbhard, op. cit., pp. 142-143.
[588] IFZ, ED561/1, entrevistas a Esser, 24 y 25 de febrero de 1964; ZS29/1, «Befragungsprotokoll», Adolf Dresler, 6 de junio de 1951; ZS33/1, «Gedächtnisprotokoll», Maria Enders, 11 de diciembre de 1951; ZS89/2, «Mein Lebenslauf», sin fecha; BHStA/V, NL Lehmann, 4.5, «Fragebogen für die ersten Mitglieder der NSDAP (DAP)», Lehmann, Julius Friedrich.
[589] IFZ, ED561/1, entrevista a Esser, 24 de febrero de 1964; Longerich, op. cit., p. 78; Hitler, Monologe, p. 208, monólogo de Hitler del 16 y 17 de enero de 1942; Joachimsthaler, Weg, p. 281.
[590] Joachimsthaler, Liste, p. 68.
[591] Ibid., p. 63 y ss. Según Pätzold y Weißbecker, Hitler, p. 63, Eckart ya había puesto en contacto a Hitler y los Bechstein en su viaje a Berlín durante el golpe de Kapp, pero es algo improbable, debido al carácter caótico y apresurado de aquel viaje.
[592] Hoffmann, Hitler-Bild; Bauer, Hauptstadt, p. 123; Joachimsthaler, op. cit., p. 241 y ss.
[593] Ihrig, Atatürk, pp. 71-72.
[594] Ibid., cap. 1; Erickson, Ordered, p. 98 y ss.; Gust, «Armenier»; Kieser y Bloxham, «Genocide»; Naimark, Fires, pp. 12, 186.
[595] Ibid., p. 71.
[596] Trumpener, Germany, p. 209.
[597] Kellogg, Roots, pp. 41-42, 80-84, 106; Leverkuehn, Officer; Piper, op. cit., pp. 61-62.
[598] Ibid., pp. 81, 109-124, 129.
[599] Ibid., p. 124.
[600] SAM, PDM/Nr. 6697, informe policial de la reunión del DAP celebrada el 27 de abril de 1920; Reuth, Judenhass, p. 144; Phelps, «Parteiredner», p. 280.
[601] Ludecke, Hitler, p. 82.
[602] RPR-TP, 45-Hanfstaengl-1, «Helen Niemeyer’s “Notes”, 1939/1940».
[603] Entrevista Toland-Niemeyer, 19 de octubre de 1971; Ludecke, op. cit., pp. 86, 90.
[604] Piper, op. cit., cap. 1.
[605] 605 IFZ, ED561/1, entrevista a Esser, 25 de febrero de 1964.
[606] Piper, op. cit., pp. 34, 45.
[607] RPR-TP, 45-Hanfstaengl-1, «Helen Niemeyer’s “Notes” 1939/1940»; RPR-TP, 45-Hanfstaengl-3,;entrevista Toland-Hanfstaengl, 4 de noviembre de 1970.
[608] Piper, op. cit., pp. 29, 64–75.
[609] Kellogg, Roots, p. 223. La fecha de publicación que da él es incorrecta.
[610] Ibid.
[611] Piper, op. cit., pp. 64-75.
[612] Véase Töppel, «Volk», p. 31.
[613] Kellogg, op. cit., p. 224; Koenen, Russland-Komplex, pp. 265-266; Meyer zu Uptrup, Kampf, pp. 90-136, 205 y ss.; Schröder, «Entstehung»; Piper, op. cit., pp. 63-65.
[614] Ibid., pp. 138-139.
[615] Ibid.; Piper, op. cit., p. 34.
[616] Meyer zu Uptrup, Kampf, pp. 90-136, 205 y ss.; Kellogg, op. cit., p. 49; Koenen, Russland-Komplex, p. 263 y ss.
[617] Hitler, Aufzeichnungen, op. cit., p. 282.
[618] Kellogg, op. cit., pp. 109-129.
[619] Ibid., pp. 110, 129; Piper, op. cit., pp. 57-62; Müller, Wandel, op. cit., pp. 127-128; Richardi, op. cit., p. 241.
[620] SBA, NL Heß, Rudolf a Klara Hess, 24 de febrero de 1921.
[621] Ibid., a Milly Kleinmann, 11 de abril de 1921.
[622] Ibid., 3 de julio de 1921; véase Piper, Nationalsozialismus, p. 22 y ss.
[623] Ibid.; véase Mook, «Nazis», op. cit., pp. 26, 32, 52-53, 72-73, 76. Mook exagera ligeramente la cantidad de afiliados de clase media que tenía el partido en 1920, puesto que el aumento de miembros de dicha de clase no se produjo a expensas de los pertenecientes a otras, sino de otros de estatus indeterminado.
[624] SAM, Spruchkammerakte, Grassl, Heinrich, 28 de octubre de 1877.
TERCERA PARTE
Mesías
EL MUSSOLINI BÁVARO
[625] Deuerlein, Aufstieg, pp. 138-140. Véase, además, IFZ, ED561/1, entrevista a Hermann Esser, 24 de febrero de 1964; Plöckinger, «Texte», p. 95; Franz-Willing, Hitlerbewegung, pp. 117-118. El folleto probablemente fue de Ernst Ehrensperger, el propagandista número dos del partido. Véase Joachimsthaler, Weg, pp. 284-294.
[626] Deuerlein, op. cit., p. 136 y ss.; Joachimsthaler, op. cit., pp. 284-285.
[627] Véase Payne, Hitler, p. 158; Fest, op. cit., p. 204.
[628] Joachimsthaler, op. cit., p. 285 y ss.; Ryback, Library, pp. 47-52.
[629] Ryback, Library, pp. 47-52; Joachimsthaler, op. cit., p. 285 y ss.
[630] Deuerlein, op. cit., pp. 135-136.
[631] Ibid., pp. 137-138; Deuerlein, Hitler, p. 54; Orlow, Nazi Party, pp. 15, 29-30.
[632] Weidisch, «München», p. 259.
[633] Wilson, Hitler, p. 30.
[634] Orlow, Nazi Party, p. 34; Ryback, Library, p. 55; Weber, op. cit., pp. 259-260.
[635] Broszat, «Strukter», p. 59; Deuerlein, op. cit., p. 57; Reichardt, «SA», p. 247; Kershaw, op. cit., p. 147.
[636] Franz-Willing, Hitlerbewegung, p. 120; Plöckinger, «Texte», op. cit., p. 95n8.
[637] Ryback, Library, p. 54.
[638] Ibid., pp. 28-44; Engelman, «Eckart», pp. 62-66.
[639] Gassert y Mattern, Library, p. 155.
[640] Ryback, Library, p. 28.
[641] Library of Congress, Rare Books and Special Collections Division, Washington DC, Hitler Collection, en adelante LOC/RBSCD, PT2609.C48H46 1917, Henrik Ibsen, Peer Gynt, in freier Übertragung für die deutsche Bühne eingerichtet; mit einem Vorwort und Richtlinien von Dietrich Eckart (Múnich, 2ª ed., 1917), p. 37.
[642] IFZ, ED561/1, entrevista a Esser, 24 de febrero de 1964; Piper, Rosenberg, p. 14; idem, Nationalsozialismus, pp. 14, 25; Joachimsthaler, op. cit., p. 304; Evers, Traunstein, p. 54.
[643] Por ejemplo, el Traunsteiner Wochenblatt se refiere a Hitler como «el Mussolini bávaro» el 14 de noviembre de 1922; véase Evers, Traunstein, pp. 49, 53-54; Joachimsthaler, op. cit., p. 304.
[644] Para un punto de vista contrario, véase Kershaw, op. cit., p. 162 y ss.
[645] Ferguson, Kissinger, pp. 559-561, 871-872.
[646] Hildebrand, Reich, p. 575.
[647] NARA, RG263/3, informe OSS, 9 de diciembre de 1942.
[648] Mommsen, NS-Regime.
[649] Para el énfasis que hace Saul Friedländer en sus trabajos sobre la definición sistemática de la política antijudía de Hitler y su relación con el génesis y la aplicación de la «solución final», tanto como sobre la naturaleza estratégica de sus incipientes políticas antijudías, véase, Friedländer, Persecution, p. 3 y ss., 72, 104, 144; Friedländer, Extermination, passim.
[650] Hitler, Monologe, pp. 245-246.
[651] BHStA/V, NL Lehmann, 4.12, Lehmann a Hitler, 12 de marzo de 1935.
[652] IFZ, ZS-177/1-31, memorando de Tyrell sobre su conversación con Franz von Pfeffer, 20 de febrero de 1968 (cita segunda).
[653] Weber, op. cit., caps. 11 y 12.
[654] Véase, por ejemplo, Longerich, op. cit., pp. 77-78; Richardi, op. cit., p. 230 y ss.; Kershaw, op. cit., p. 188; Ryback, Library, p. 131 y ss.; Heusler, Haus, pp. 64-65; Pätzold y Weißbecker, Hitler, p. 84. Auerbach, «Lehrjahre», p. 33.
[655] Tyson, Mentor, p. 404.
[656] Hitler, op. cit., p. 208.
[657] Véase, por ejemplo, Longerich, op. cit., pp. 77-78; Gilbhard, op. cit., p. 86; Richardi, op. cit., p. 230 y ss. Lehmann no era luterano sino miembro de la iglesia reformada; véase BHStA/V, NL Lehmann, 4.4, Lehmann al Gemeinde-Präsident de Merishausen, 30 de junio de 1919; 4.5, Fragebogen für die ersten Mitglieder der NSDAP (DAP), Lehmann, Julius Friedrich; 5.5., Lehmann a Pfarrer E. Ellwein, 19 de julio de 1933.
[658] Op. cit., diario de Melanie Lehmann, 11 de septiembre de 1919.
[659] Gassert y Mattern, Library, pp. 72, 108, 120, 125, 167, 205-206, 292, 326. Los libros en cuestión son ediciones de 1919 de la Deutsche Geschichte (Historia alemana), de Heinrich Class, presidente de la Liga Pangermana, que firmó como Einhart; una edición de 1923 de Rassenkunde des deutschen Volkes, de Hans Günther; Im Felde unbesiegt: Erlebnisse im Weltkrieg erzählt von Mitkämpfern (Invicto en el campo de batalla. Recuerdos de las experiencias de los combatientes), de Hugo Kerchnawe, publicado en 1923; Staatsphilosophie: Ein Buch für Deutsche (Filosofía del Estado. Un libro para los alemanes) de Max Wundt. Los libros de Hitler que se conservan en la Biblioteca del Congreso incluyen, también, cinco publicados por Lehmann en 1924 y 1925, con dedicatorias manuscritas para Hitler.
[660] BHStA/V, NL Lehmann, 4.12, Hitler a Lehmann, 6 de julio de 1925. Solo en 1928 se dirigiría Hitler a Lehmann con un «Lieber, verehrter Herr Lehman[n]!», Hitler a Lehmann, 23 de diciembre de 1928.
[661] LOC/RBSCD: D640.A2I4; 78-362555; op. cit., 4.12, Hitler a Lehmann, 31 de julio de 1931 (cita).
[662] Op. cit., p. 412, Hitler a Lehmann, 13 de abril de 1931.
[663] Ibid., Lehmann a Hitler, 12 de marzo de 1935.
[664] Reuth, op. cit., pp. 198-199; Steigmann-Gall, Holy Reich, p. 37.
[665] LOC/RBSCD: GN549.T4G82 1923, Günther, Hans F. K., Rassenkunde des deutschen Volkes (Múnich, 3ª ed., 1923). La afirmación de Timothy Ryback de que la edición de 1923 era «un ejemplar muy hojeado» (Ryback, Library, p. 69) es incorrecta.
[666] El listado se reproduce en Ryback, Library, p. 57. Ryback lo fecha erróneamente en 1921. Muchos de los libros y panfletos que aparecen en él se publicaron en 1922.
[667] Gassert y Mattern, Library, p. 291; Hamann, Vienna, p. 211; Amtliches Fernsprechbuch Oberpostdirektion München, 1932, s.v. «Steininger, Babette», en <Ancestry.co.uk>, consultado el 15 de mayo de 2015; Fleischmann, Hitler, p. 372.
[668] LOC/RBSCD: JC311.T2624 1918, Tagore, Rabindranath, Nationalismus (Leipzig, [1918]).
[669] Gassert y Mattern, Library, passim. El libro sobre la cábala era Annulus Platonis, de Joseph Kirchweger; véase Gassert y Mattern, Library, p. 170.
[670] Mees, «Hitler». Sin duda, Kurlander acierta al afirmar que Hitler creía en lo sobrenatural; véase Kurlander, «Monsters». Sin embargo, no hay pruebas de que dicha creencia implicase también a los ritos del ocultismo nórdico.
[671] RPR-TP, «Giesler, Hermann», transcripción, entrevista Toland-Giesler, 5 de octubre de 1971.
[672] Hitler, Mein Kampf, p. 498.
[673] Mees, op. cit., p. 265.
[674] Véase IFZ, ED561/1, entrevista a Esser, 24 de febrero de 1964; véase también Pyta, «(Self-)Fashioning», p. 171. Los libros que le regalaron a Hitler sus amigos confirman su preferencia por la historia, el arte, la arquitectura, los temas militares y la tecnología. Por ejemplo, casi seguro que Helene Bechstein y Heinrich Hoffmann incluyeron entre sus regalos los tres volúmenes de una introducción a la tecnología muy popular en aquel entonces, Der Siegeslauf der Technik (El triunfo de la tecnología) de Max Geitel; véase Gassert y Mattern, Library, pp. 94, 111; Ryback, Library, pp. 50-51; Hanfstaengl, Unknown Hitler, p. 43.
[675] Gassert y Mattern, Library, pp. 39, 46, 58, 155, 279, 325, 335.
[676] LOC/RBSCD. He inspeccionado todos los libros de Hitler que se publicaron en 1925 o antes.
[677] Gassert y Mattern, Library, pp. 94, 111; Ryback, Library, pp. 50-51; Hanfstaengl, Unknown Hitler, p. 43.
[678] Ryback, Library; Sherratt, Philosophers, cap. 1.
[679] Véase, p. ej., ibid., cap. 1.
[680] Williams, Exile, pp. 213-222.
[681] LOC/RBSCD: PN5276.S55 A4715, Snessarev, Nikolai, Die Zwangsjacke: Autorisierte Übersetzung nach dem Manuskript aus dem Russischen von Hellmut von Busch, Berlín, 1923.
[682] Kellogg, Roots, p. 225.
[683] Ibid., pp. 126, 137, 158, 230; Williams, Exile, pp. 213-215, 348; Franz-Willing, Hitlerbewegung, p. 191.
[684] RPR-TP, «Buch, Walter», entrevista sin fecha a Walter Buch.
[685] Ibid., p. 141.
[686] Ibid., p. 142.
[687] Ibid., p. 217.
[688] Ryback, Library, p. 69.
[689] Reuth, op. cit., pp. 230-231; Hitler, Monologe, op. cit., p. 255, monólogo del 2 de febrero de 1942.
[690] Heiden, op. cit., p. 116.
[691] IFZ, ZS-0539, testimonio de Eberstein, 1975; Deuerlein, Aufstieg, op. cit., p. 157; Deuerlein, Hitler, p. 59.
[692] Schwarzenbach, Geborene, p. 168.
[693] Hitler, op. cit., p. 209, monólogo de Hitler del 16 y 17 de enero de 1942.
[694] Schwarzenbach, Geborene, pp. 170-171.
[695] Ibid., p. 170.
LA CHICA ALEMANA DE NUEVA YORK
[696] RPR-TP, 45-Hanfstaengl-2, entrevista Toland-Hanfstaengl, 14 de octubre de 1970.
[697] Hanfstaengl, Unknown Hitler, pp. 36-37; Smith, Hitler, pp. 7-8.
[698] Ibid., 45-Hanfstaengl-1, entrevista Toland-Niemeyer, 19 de octubre de 1971; y «Helen Niemeyer’s “Notes”, 1939/1940». Véase también RPR-TP, 45-Hanfstaengl-3, entrevista Toland-Hanfstaengl, 11 de septiembre de 1971.
[699] Hoffmann también sería una de los que con mayor frecuencia visitaron a Hitler mientras estuvo encarcelado en Landsberg, en 1924. Véase Fleischmann, Hitler, pp. 44, 240.
[700] Hitler, op. cit., p. 231, monólogo de Hitler del 25 y 26 de enero.
[701] Entrevista Toland-Niemeyer, 19 de octubre de 1971.
[702] RPR-TP, 45-Hanfstaengl-1, entrevista de Toland a Helen Niemeyer, 19 de octubre de 1971, y «Helen Niemeyer’s ‘Notes,’ 1939/1940». Véase también op. cit., entrevista Toland-Hanfstaengl, 11 de septiembre de 1971.
[703] RPR-TP, 45-Hanfstaengl-1, entrevista de Toland a Helen Niemeyer, 19 de octubre de 1971.
[704] Ibid., 46-Ilse Hess, entrevista Toland-Hess, 21 de abril de 1971.
[705] Ibid., 45-Hanfstaengl-3, entrevista Toland-Hanfstaengl, 4 de noviembre de 1970.
[706] RPR-TP, 45-Hanfstaengl-1, «Helen Niemeyer’s “Notes”, 1939/1940».
[707] RPR-TP, 45-Hanfstaengl-1, entrevista de Toland a Helen Niemeyer, 19 de octubre de 1971.
[708] Plöckinger, op. cit., pp. 96, 104. La propaganda nazi usó esa misma fecha. Según Bouhler, Werden, p. 9, Hitler se mudó a Múnich el 24 de abril de 1912.
[709] Hitler a Gansser, 29 de noviembre de 1921, en Maser, Briefe, p. 117.
[710] Deuerlein, Aufstieg, p. 252.
[711] RPR-TP, 45-Hanfstaengl-1, «Helen Niemeyer’s “Notes”, 1939/1940»; NARA, RG263/3, informe OSS, 22 y 23 de diciembre de 1942.
[712] Hanfstaengl, Unknown Hitler, p. 27.
[713] Para la afirmación contraria, véase Evans, «Introduction», p. 16.
[714] Para la afirmación contraria, véase ibid., pp. 17, 28–34.
[715] Hanfstaengl, op. cit., p. 50; Para las afirmaciones de que fue Hanfstaengl quien introdujo a Hitler en la alta sociedad de Múnich, véase, por ejemplo, Heusler, Haus, p. 80 y ss.; Longerich, op. cit., p. 116; Nerdinger, München, p. 58.
[716] Hanfstaengl, Unknown Hitler, pp. 45-46.
[717] Ibid., p. 46; Lehmann y Riemer, Kaulbachs, pp. 12, 216–217, 243; Salmen, Ich kann, p. 26. La afirmación de Hanfstaengl de que Hitler ya conocía a los Bruckmann antes del golpe es incorrecta. Se han hecho afirmaciones parecidas a menudo; véase, por ejemplo, Kershaw, op. cit., p. 187; Ludecke, Hitler, pp. 95-96.; Toland, Adolf Hitler, p. 134; Conradi, Piano Player, p. 49.
[718] Para la afirmación contraria, véase Kershaw, op. cit., p. 160.
[719] RPR-TP, 45-Hanfstaengl-1, «Helen Niemeyer’s “Notes”, 1939/1940».
[720] Zdral, Hitlers, p. 207; Joachimsthaler, Liste, op. cit., pp. 213-214.
[721] Hitler, Monologe, p. 203, monólogo del 16 y 17 de enero de 1942.
[722] Zdral, op. cit., p. 209; Chaussy y Püschner, Nachbar, pp. 26-27.
[723] Hitler, op. cit., pp. 167, 205-206, monólogos del 2 y 3 y 16 y 17 de enero de 1942.
[724] La idea de que Hitler y Eckart ya no eran amigos en 1923 (véase, p. ej., Heusler, Haus, p. 82) es, por lo tanto, errónea. Se basa en un interrogatorio policial a Eckart tras el golpe fallido de Hitler. En dicho interrogatorio, para salvarse, afirma falsamente que no se reunió con Hitler en el verano y el otoño de 1923, véase RPR-TP, «Eckart, Dietrich», «Erklärung», Dietrich Eckart, sin fecha.
[725] RPR-TP, 45-Hanfstaengl-1, «Helen Niemeyer’s “Notes”, 1939/1940». El relevo en la dirección del periódico del partido no implicaba que Hitler hubiera roto su relación con Eckart y que sus destinos se separaran, ni tampoco que Hitler lo habría arrumbado tanto como a Drexler y Feder, en el caso de que hubiera estado vivo a finales de los años veinte y después; para afirmaciones contrarias, véase Joachimsthaler, Weg, p. 279; Kershaw, op. cit., p. 155.
[726] Hitler, op. cit., pp. 160-161, monólogo del 28 y 29 de diciembre 1941.
[727] NARA, RG263/3, informe OSS, diciembre de 1942, pp. 34-40. El informe de inteligencia se basa en las conversaciones que Ernst Hanfstaengl mantuvo con Hitler y Eckart durante su visita a las montañas y después.
[728] Hitler, op. cit., monólogo del 3 de febrero de 1942.
[729] Schwarzenbach, Geborene, p. 173 y ss.
[730] Ibid., p. 176.
[731] Hitler, op. cit., p. 208.
[732] SAM, PDM/6697, informe policial de la reunión del DAP celebrada el 27 de abril de 1920.
[733] LOC/RBSCD: HX276.088, Otto, Berthold, Der Zukunftsstaat als sozialistische Monarchie (Berlín, 1910); IFZ, ED561/1, entrevista a Esser, 24 de febrero de 1964; SAM, PDM/Nr. 6697, informe policial de la reunión del DAP celebrada el 27 de abril de 1920.
[734] IFZ, ED561/1, entrevista a Esser, 24 de febrero de 1964.
[735] Por este motivo, por ejemplo, el dictamen de noviembre de 1922 del comandante Lykeman, un oficial británico que servía en la Comisión de Control Aliado en Múnich; véase el diario de Truman Smith, noviembre de 1922, en Smith, Hitler, p. 16.
[736] Deuerlein, op. cit., p. 150.
[737] Kraus, op. cit., p. 677.
[738] RPR-TP, 45-Hanfstaengl-2, entrevista Toland-Hanfstaengl, 14 de octubre de 1970.
[739] Diario de Truman Smith, noviembre de 1922, en Smith, Hitler, pp. 21-27.
[740] Ibid., pp. 21-30.
[741] Düren, Minister, pp. 34-35. Para su acento suabo, véase Heiden, Hitler, op. cit., p. 157.
EL PRIMER LIBRO DE HITLER
[742] Joachimsthaler, op. cit., p. 298; Düren, Minister, p. 35.
[743] Gebhardt, Mir fehlt eben, p. 20; Ihrig, Atatürk, cap. 4; Ihrig, Genocide, p. 323 y ss.
[744] Hanfstaengl, Unknown Hitler, p. 38.
[745] Fritz Lauböck a Hans Tröbst, 7 de septiembre de 1923, en Tröbst, Soldatenleben, vol. 9, loc. 14.
[746] Gebhardt, Mir fehlt eben, p. 20.
[747] Ihrig, Atatürk, pp. 85-86.
[748] Hitler, Aufzeichnungen, p. 775.
[749] Hitler no permitió que se grabara el discurso y prohibió a los asistentes tomar notas; pero uno de ellos escribió un resumen basado, casi con toda probabilidad, en las notas estenográficas que el almirante Wilhelm Canaris tomó desafiando la orden. El informe llegó a un camarada de Canaris, el general Ludwig Beck, exjefe del Estado Mayor, que había dimitido un año antes en protesta por el belicismo de Hitler. Beck le hizo llegar el informe a Hermann Maass, miembro de la red clandestina de los socialdemócratas e intermediario entre ellos y los detractores de Hitler en la inteligencia del ejército, pidiéndole que se lo entregara a Louis P. Lochner, redactor jefe de la Associated Press en Berlín, para que advirtiera a occidente de los planes de Hitler. Tras pasar por las manos de Lochner, el informe llegó a la Oficina de Asuntos Exteriores de Londres, a través de sir George Ogilvie-Forbes, encargado de negocios de la embajada británica en Berlín. Véase Klemperer, German Resistance, pp. 32-33; Baumgart, «Ansprache»; Anderson, «Who Still Talked», p. 199.
Ha habido algún desacuerdo en cuanto a las palabras exactas de Hitler. De hecho, en otros cuatro conjuntos de notas que elaboraron los asistentes tras el discurso, no se menciona a los armenios (véase Baumgart, «Ansprache»); esto ha llevado a muchos investigadores a cuestionar la autenticidad del informe que llegó de manera furtiva hasta Inglaterra. Por ejemplo, se señala que el informe no se utilizó como prueba en los juicios de Nuremberg (véase Hillgruber, «Quellen», pp. 384-385) y que era, por tanto, una falsificación. También se hace hincapié en que los otros cuatro resúmenes usan un lenguaje menos vulgar y enérgico, y se afirma que sus autores embellecieron el relato para influir en la política de occidente con respecto a Alemania.
Pero esos argumentos no se sostienen. Como el Tribunal de Nuremberg tuvo acceso a varios relatos diferentes sobre el discurso de Hitler y todos respaldaban que Hitler había librado una guerra de agresión, tenía sentido admitir solo aquellas versiones que los abogados de la defensa pudieran cuestionar lo menos posible. Como Canaris, Beck, y Maass habían sido ejecutados durante la guerra, tenía mucho sentido también no usar el informe que había llegado a Londres. Pero esto no convierte dicho informe en poco fiable. Además, como los otros tres informes se escribieron para uso personal, se limitan a recordar los puntos principales del discurso de Hitler, y son muy diferentes al de Londres, más breves e ilustrativos. Por último, no está claro hasta qué punto habría sido distinto el informe de no haber incluido referencias a las atrocidades contra los armenios. Sencillamente no está claro por qué la referencia a los armenios iba a cambiar radicalmente el contenido si el objetivo era influir en las políticas de los gobiernos británico y estadounidense, especialmente cuando los otros resúmenes del discurso de Hitler coinciden en que este dijo que había que eliminar a los polacos para colonizar su territorio. Por ejemplo, uno de esos informes menciona explícitamente la «eliminación de los que vivían» (beseitigung der lebendigen kräfte) en Polonia (véase Kershaw, op. cit., vol. 2, pp. 208-209), que era exactamente lo que habían hecho los otomanos con los armenios en la Primera Guerra Mundial, tal como se veía desde la perspectiva de 1939. Solo si la perspectiva del autor del informe sobre las atrocidades contra los armenios hubiera sido anacrónica, de finales de siglo XX o principios del XXI, y las hubiera visto como un genocidio, tendría sentido afirmar que las referencias a ellas fueran fundamentales para influir en los británicos y los estadounidenses. En cualquier caso, si el objetivo era cambiar la política de esos países, habría sido contraproducente que el autor del informe inventara una referencia a los armenios, ya que la intención de Hitler al referirse a los armenios era dejar claro que, a pesar de las protestas por la conducta de los otomanos entre los enemigos de Alemania durante la Primera Guerra Mundial, no se hablaba de los crímenes cometidos contra el pueblo armenio.
[750] Domarus, Complete Hitler, III, pp. 2231-2232.
[751] Hitler, Mein Kampf, p. 984.
[752] Schwarzenbach, Geborene, p. 169.
[753] RPR-TP, 45-Hanfstaengl-3, entrevista de Toland a Hanfstaengl, 4 de noviembre de 1970; Hanfstaengl, Unknown Hitler, pp. 48-51; Heiden, Fuehrer, p. 126.
[754] Deuerlein, op. cit., p. 180.
[755] Tröbst, op. cit., vol. 10, loc. 170.
[756] BHStA/V, NL, 8.2, diario de Melanie Lehmann, 2 de octubre de 1923.
[757] Hitler, Aufzeichnungen, pp. 525-527, 530, 535, 547, 600-607, 581, 787, 824, 851-853, 1038.
[758] Schmölders, Hitlers Gesicht, pp. 46-55; Heiden, op. cit., p. 126. Véase también Aust, Feind, p. 96.
[759] Hitler, Monologe, p. 205, 16 y 17 de enero de 1942.
[760] Pyta, «(Self-)Fashioning», op. cit.; idem, Hitler, pp. 180-181, p. 185 y ss.; Hoffmann, Hitler-Bild, pp. 27-36.
[761] Heiden, op. cit., p. 148.
[762] Wits, A807/Bc, copia certificada, fechada el 15 de febrero de 1957, de la declaración jurada de Else Boepple del 13 de junio de 1955; A807/Aa15, Koerber a Lentze, 28 de abril de 1946; A807/Dg, «Personalnotiz Victor v. Koerber», sin fechar.
Else Boepple era la viuda del editor que publicó el libro. Ella confirmó que fue el propio Hitler quien escribió su biografía. Lentze estuvo internado en el campo de concentración de Sachsenhausen junto a Koerber. En su carta a Lentze, Koerber da más detalles sobre la autoría de Hitler, tal como hizo en sus esbozos biográficos, conservados entre sus documentos privados en la Universidad de Witwatersrand. Incluso en su carta al presidente de la Reichsschriftumskammer del 21 de febrero de 1938, con la que intentó evitar que lo expulsaran de esta y le prohibieran publicar su obra, Koerber alude a la autoría de Hitler. Habría sido contraproducente en ese contexto revelar con claridad que fue Hitler quien escribió su propia biografía. Sin embargo, aun así, mencionó el libro y dijo que había sido escrito «con la participación activa de Hitler y bajo su control»; véase Bundesarchiv Berlin, R9361, V/7158/7159, Reichsschrifttumskammer, archivo personal de Victor von Koerber, Koerber al Präsidium de la Reichsschrifttumskammer, 21 de febrero de 1938. Hasta el momento, los investigadores no habían sido conscientes de la autoría de Hitler ni conocían la existencia del archivo privado de Koerber; véase Plöckinger, op. cit., p. 101 y ss. El alcance de la implicación de Josef Stolzing-Czerny en la edición de la autobiografía de Hitler en 1923 no puede establecerse.
[763] Koerber, Hitler, pp. 10-11.
[764] Ibid., pp. 4-13.
[765] A807/Dg, «Personalnotiz Victor v. Koerber», sin fecha; Aa 1952-1953, copia certificada, fechada el 15 de febrero de 1957, de la declaración jurada de Else Boepple, 13 de junio de 1935; Aa15, Koerber a Lentze, 28 de abril de 1946.
[766] Debe de haber habido otra razón para que Hitler se negara a publicar el libro bajo su propio nombre. Incluso más tarde mostró señales de inseguridad, de falta de confianza en su valía como escritor, lo cual contrastaba con su grandiosidad pública, su creencia en que era un genio y su megalomanía. Por ejemplo, prohibió que Mi lucha fuese comentado una vez llegó al poder; véase Pyta y Lange, «Darstellungstechnische Seite». Ni siquiera publicó el libro sobre su visión de la política exterior que escribió en 1928.
[767] Para los contactos entre Ludendorff y Hitler, véase Kellogg, Roots, p. 194.
[768] Wits, A807/Ba, Konformations-Schein, Potsdam, 1 de abril de 1906; Ba, fotocopia del pasaporte de 1924; Dg, TSS, «Biographische Daten Victor v. Koerber», sin fecha; «Personalnotiz Victor v. Koerber», sin fecha; «Mein Lebenslauf», sin fecha; «Mein Lebenslauf», 7 de agosto de 1946; TSS, «Mein Lebenslauf», 15 de mayo de 1947; «Kurzer Lebensabriss», 11 de noviembre de 1954.
[769] Ibid./Aa/1919-1922, Koerber a «9 grosse Bahnhofsbuchhandlungen», 17 de mayo de 1919; A807/Aa/1968-1969, carta de Koerber a Dr. Döderlein, 7 de febrero de 1969; Bb, «Ausweis» fechado el 18 de enero de 1919; «Bescheinigung», 26 de mayo de 1920; Dg, TSS, «Biographische Daten Victor v. Koerber», sin fecha; «Kurzer Lebensabriss», 11 de noviembre de 1954; «Historical Reminiscence», artículo del «Bulletin on German Questions», 13 de enero de 1963; «Personalnotiz Victor v. Koerber», sin fecha.
[770] Ibid./Ab, Pabst, Koerber a Major W. Pabst, 7 de agosto de 1961; Dg, TSS, «Hauptlebensdaten nach Aktenlage», sin fecha.
[771] Ibid., Nordewin von Koerber, Koerber a Nordewin, abril de 1922.
[772] Ibid./Dg, TSS, «Mein Lebenslauf», 15 de mayo de 1947; Aa/1952-1953, «Amt für Wiedergutmachung», Stadt Aachen a Koerber, 21 de mayo de 1952; «Personalnotiz Victor v. Koerber», sin fecha; «Biographische Daten Victor v. Koerber», sin fecha.
[773] Ibid., Koerber a Nordewin, 1922-1923.
[774] Ibid./Aa15, Koerber a Lentze, 28 de abril de 1946; Aa/1960, Koerber a Ernst Deuerlein, 31 de enero de 1960; Dg, TSS, «Mein Lebenslauf», 15 de mayo de 1947; «Personalnotiz Victor v. Koerber», sin fecha.
[775] Wits, A807/Aa/1952-1953, copia certificada, fechada el 15 de febrero de 1957, de la declaración jurada de Else Boepple, del 13 de junio de 1935; A807/Aa15, Koerber a Lentze, 28 de abril de 1946; A807/Dg, «Personalnotiz Victor v. Koerber», sin fechar.
[776] Para menciones, véanse, por ejemplo, Kershaw, op. cit., vol. 1, p. 167; Ullrich, op. cit., loc. 2908.
[777] Desde mediados de los setenta, se cree que, hasta 1924, Hitler se consideró un «escudero» y que la imagen que tenía de sí mismo no sufrió cambios desde que entró en política hasta su golpe de Estado; véase Tyrell, Trommler, passim, en especial véase p. 165. Para variantes de esa afirmación, véanse Mommsen, «Hitler»; Kershaw, op. cit., cap. 6; Franz-Willing, Hitlerbewegung, p. 6; Haffner, Anmerkungen, loc. 332; Auerbach, «Lehrjahre», pp. 19, 29, 44; Ullrich, op. cit., loc. 2908, 3646; Longerich, op. cit., pp. 10, 90-91, 98-99, pp. 112 y ss., 126-127. Herbst, Charisma, loc. 2191-2395, sugiere que Hitler ya se veía a sí mismo como el Mussolini de Alemania y como un mesías en noviembre de 1923
[778] Koerber, Hitler, pp. 5, 9, 13.
[779] Para lo contrario, véase Tyrell, Trommler, p. 155 y ss.
[780] Por lo común, se afirma que no fue Hitler, sino que fueron algunos otros de su séquito de Múnich los inventores de su imagen, los que lo etiquetaron como el mesías alemán y quienes lo empujaron a aceptar ese papel; véase Mommsen, «Hitler»; Longerich, op. cit., pp.10, 90-99, 112 y ss., 126-127.
[781] Koerber, Hitler, pp. 4, 11 y ss.
[782] Ibid., pp. 6-7.
[783] Hitler comparó su partido con Jesucristo en un discurso, el 21 de abril de 1921, y afirmó que Jesús era su modelo (vorbild) en sus discursos del 2 de noviembre de 1922 y del 17 de diciembre de 1922; véase Hitler, Aufzeichnungen, pp. 367, 718, 769. En una entrevista con William Donovan de la primavera de 1923, se comparó a sí mismo con Cristo, véase Frankfurter Allgemeine Zeitung, 19 de octubre de 2016, «Völkischer Erlöser».
[784] NARA, RG263/3, informe OSS, 13 de diciembre de 1942; RPR-TP, 45-Hanfstaengl-1, «Helen Niemeyer’s “Notes”, 1939/1940».
[785] RPR-TP, 45-Hanfstaengl-1, «Helen Niemeyer’s “Notes”, 1939/1940».
[786] Los investigadores han tendido a tomar al pie de la letra citas de Hitler en las que él mismo se consideraba implícita o explícitamente un «escudero» sin reconocer que lo hacía por pura estrategia, véase, por ejemplo, Tyrell, Trommler, pp. 117, 157; Auerbach, «Lehrjahre», p. 29; Longerich, op. cit., pp. 90-91; Ullrich, op. cit., loc. 2898.
[787] Wits, Koerber, A807, Ab/Ludendorff, cartas de Ludendorff a Koerber y notas enviadas por Ludendorff a Koerber.
[788] Ludecke, Hitler, pp. 59-62.
[789] Koerber, Hitler, p. 11.
[790] Wits, Koerber, A807/Dg, «Personalnotiz Victor v. Koerber», sin fecha.
[791] Shakespeare, Julius Caesar, Acto 1, escena 2, pp. 226-228 y 233-250.
[792] Wits, A807/Ab, príncipe heredero Guillermo, Koerber al príncipe heredero Guillermo, 12 de julio de 1926.
[793] Ibid., TSS, «Biographische Daten Victor v. Koerber», sin fecha.
[794] Ibid./Ab Erhardt, Koerber al capitán Ehrhardt, 6 de marzo de 1931.
[795] Ibid./Aa, sin fecha, Koerber a su antiguo profesor alemán, sin fecha (escrito a principios de los años treinta, antes de 1933); Ab/Ullstein, correspondencia con Fritz, Hermann, Louis, Franz, Heinz, Frederik, Margarete, y Rudolf Ullstein; Ab/Muckermann, Koerber a Pater Muckermann, 8 de marzo de 1932; Dg, «Personalnotiz Victor v. Koerber,” sin fecha; «Kurzer Lebensabriss», 11 de noviembre de 1954; TSS, «Mein Lebenslauf», sin fecha; Df, memo TSS sin fecha, por Victor von Koerber.
[796] Ibid./Aa/1956-1957, Koerber a Innenminister Hubert Biernat, 7 de enero de 1957; Aa/1956-1957, Koerber a Ernst Deuerlein, 22 de septiembre de 1959; Aa/1968-1969, Koerber a Dr. Döderlein, 7 de febrero de 1969; Dg, TSS, «Mein Lebenslauf», 15 de mayo de 1947.
[797] Ibid./De2, TSS, «Kurzer Bericht», por Victor von Koerber, sin fecha; Dg, traducción del informe F. N. Mason-MacFarlane, 7 de agosto de 1938; sobre Wiedemann, véase Weber, op. cit., passim.
[798] Ibid./Ab/Ullstein, Koerber a Frederik Ullstein, 29 de junio de 1967.
[799] Ibid./Aa/1968-1969, Deutsche Botschaft, Berne, a Koerber, 30 de septiembre de 1968; Ab/Ullstein, carta «A quien corresponda» de F. C. L. Ullstein, 20 de mayo de 1946; Ab/Ullstein, «Bestätigung» por Margarete Ullstein, 20 de mayo de 1946; Ba, «Opfer des Faschismus-Ausweis»; Dg, TSS, «Biographische Daten Victor v. Koerber», sin fecha; Dg, «Kurzer Lebensabriss», 11 de noviembre de 1954; TSS, «Mein Lebenslauf», sin fecha; TSS, «Biographische Daten Victor v. Koerber», sin fecha; TSS, «Hauptlebensdaten nach Aktenlage», sin fecha.
EL PUTSCH DE LUDENDORFF
[800] Bayerlein, Oktober, Dokument 31; Firsov, «Oktober», pp. 35-58.
[801] Firsov, «Oktober», pp. 47-49; Bayerlein, Oktober, Dokument 36.
[802] Ibid., p. 49.
[803] Para la afirmación contraria, véase Conze, «Dictator», p. 135.
[804] Firsov, op. cit., p. 50; Wirsching, op. cit., p. 14.
[805] Kellerhoff, Die Karriere, p. 17.
[806] RPR-TP, 45-Hanfstaengl-1, «Helen Niemeyer’s “Notes” 1939/1940».
[807] Wölfflin a su hermana, y a Anna Buehler-Koller, 4 de noviembre de 1923, en Gantner, Wölfflin, pp. 363-364.
[808] Deuerlein, Hitler, p. 53.
[809] Krebs, Tendenzen, pp. 124-125; Kühlwein, Warum, p. 83.
[810] Tröbst, op. cit., vol. 10, loc. 28.
[811] Ibid., loc. 74.
[812] Ibid., loc. 0-158.
[813] Ibid., loc. 162.
[814] Ibid., loc. 170.
[815] En enero de 1925, cuando se liberó a Weber de la fortaleza de Landsberg, Hitler escribió y firmó una nota para su «amigo Friedrich»; véase BHStA/V, NL Lehmann, 4.12, nota firmada por Hitler, enero de 1925.
[816] Tröbst, op. cit., vol. 10, loc. 162.
[817] Ibid., loc. 235.
[818] Ibid., loc. 225.
[819] Ibid., loc. 244.
[820] Ibid., loc. 244–300.
[821] Ibid., loc. 280–290, 305 (cita), 335.
[822] Ibid., loc. 335–379.
[823] Kellerhoff, Die Karriere, p. 17; Kraus, op. cit., p. 691.
[824] Nickmann, «Hitler-Ludendorff-Putsch», p. 42; Kraus, op. cit., p. 694.
[825] BHStA/V, NL Lehmann, 4.5, Lehmann a Erich Ludendorff, 19 de diciembre de 1923.
[826] Friedman, Germany, p. 353; Kreß von Kressenstein, Türken, p. 249; Kraus, op. cit., p. 693.
[827] Documentos de Paul Oestreicher, carta de Rudolf Degwitz a Paul Oestreicher, 12 de diciembre de 1937; Lebenslauf.
[828] SAM, Spruchkammerakte, Bleser, Erich.
[829] Op. cit., entrevista Toland-Niemeyer y Toland-Hanfstaengl, 19 de octubre de 1971; «Helen Niemeyer’s “Notes”, 1939/1940.».
[830] RPR-TP, 45-Hanfstaengl-1, «Helen Niemeyer’s ‘Notes,’ 1939/1940.»
[831] Ibid.
[832] Ibid.
[833] Ibid.
[834] Ibid.; entrevista de Toland a Niemeyer, 19 de octubre de 1971. La historia de que Helene Hanfstaengl le hizo a Hitler una llave de jiu-jitsu para quitarle el arma es una invención de su marido, véase, p. ej., RPR-TP, 45-Hanfstaengl-1, entrevista Toland-Hanfstaengl, 2 de septiembre de 1971.
[835] RPR-TP, 45-Hanfstaengl-1, entrevista de Toland a Helen Niemeyer, 19 de octubre de 1971.
[836] Ibid., «Helen Niemeyer’s “Notes”, 1939/1940».
[837] Fleischmann, Hitler, pp. 23, 27-33, 72, 417.
[838] NARA, RG263/3, informe OSS, diciembre de 1942.
[839] IFZ, ZS33/1, «Gedächtnisprotokoll», Maria Enders, 11 de diciembre de 1951; Joachimsthaler, Liste, pp. 215-220.
[840] Deuerlein, Aufstieg, p. 203; Fleischmann, Hitler, p. 71.
[841] Goebbels, Tagebücher, i (ed. 2004), p. 48, entrada correspondiente al 10 de noviembre de 1923.
[842] BHStA/V, NL Lehmann, Lehmann a Kahr, 16 de noviembre de 1923.
[843] Ibid., 8.2, diario de Melanie Lehmann, entrada correspondiente al 25 de noviembre de 1923.
[844] Tröbst, op. cit., vol. 10, loc. 850.
[845] Gutachten des Obermedizinalrats Dr. Josef Brinsteiner über [...] Adolf Hitler, 8 de enero de 1924, en Fleischmann, Hitler, p. 92.
[846] Neumann y Eberle, Hitler, p. 84; op. cit., entrevista Toland-Hanfstaengl, 6 de septiembre de 1971. Hanfstaengl declaró que sabía de la expectativa de una inminente revolución en Rusia por parte de Hitler por Emil Maurice y otros de los que habían estado encarcelados con él en Landsberg.
[847] Kellogg, Roots, p. 140.
[848] Deuerlein, op. cit., pp. 224-225.
[849] Fleischmann, Hitler, p. 40; Véase, p. ej., Heiden, op. cit., pp. 143, 148.
[850] Gruchmann y Weber, Hitler-Prozess, vol. 4, pp. 1574-1575.
[851] IFZ, ZS-177/1-8, memorando de la conversación entre Freiherr von Sieglerabout y Franz von Pfeffer, 20 de febrero de 1953; 1-25, memorando de la conversación entre Heinrich Bennecke y Franz von Pfeffer, 25 de octubre de 1959; 1-39-58, Pfeffer, «Die Bewegung», febrero de 1968; Museen der Stadt Nürnberg, Faszination, p. 26.
[852] Noakes y Pridham, Nazism, i, p. 35.
[853] Goebbels, op. cit., p. 107, entrada correspondiente al 13 de marzo de 1924.
[854] Ibid., pp. 107-108, entradas correspondientes al 15 y 17 de marzo de 1924.
[855] Ibid., pp. 109-110, entradas correspondientes al 20 y 22 de marzo de 1924.
LEBENSRAUM
[856] LOC/RBSCD, B2798.C45 1921, dedicatoria escrita en el ejemplar de Hitler de Immanuel Kant: Die Persönlichkeit als Einführung in das Werk, 4ª ed. (Múnich, F. Bruckmann, 1921) de Houston Stewart Chamberlain; Fleischmann, Hitler, p. 519; Hamann, Wagner, p. 72, Hanfstaengl, Haus, p. 157; Hanfstaengl, Missing Years, p. 114; Rudolf Heß a Ilse Pröhl, 18 de mayo de 1924, reproducido en Heß, Briefe, p. 326; Kallenbach, Landsberg.
Para las afirmaciones de que Bruckmann y Hitler ya se conocían y ella le había abierto las puertas de la alta sociedad de Múnich antes del golpe, véase, por ejemplo, Kershaw, op. cit., pp. 187-188; Bullock, Hitler and Stalin, pp. 80-83; Fest, op. cit., pp. 195-196, 199; Maser, Legende, p. 195; Richardi, op. cit., pp. 356-357; Ludecke, Hitler, pp. 95-96; Toland, Hitler, p. 134; Conradi, Piano Player, p. 49; Herbst, Charisma, loc. 1972; Range, 1924, p. 37. Por el contrario, Heiden, Hitler, pp. 99-100, sostiene que las puertas de la alta sociedad de Múnich permanecieron cerradas para Hitler.
[857] Ludecke, Hitler, p. 216.
[858] Hamann, Wagner, p. 72.
[859] Fleischmann, Hitler, p. 85.
[860] Ibid., pp. 40-49, 240, 285, 312, 521, 526; Weber, Hitler’s First’s War, p. 157; Läpple, Hitler, p. 65; Hartmann, «Einleitung», p. 19.
[861] Düren, Minister, p. 46; Plöckinger, Geschichte, p. 39; Hartmann, «Einleitung», pp. 13-16, 37.
[862] Wilson, Hitler, p. 48; Phelps, «Arbeiterpartei», p. 985. Véase también Riecker, November, p. 88. De hecho, un ensayo que profundizaba en la escritura de Mi lucha se titulaba «Warum mußte ein 8. November kommen?» (¿Por qué fue inevitable el 8 de noviembre?); véase Hartmann, «Einleitung», 13.
[863] Ignatieff, Fire, p. 26.
[864] Weber, op. cit.
[865] Plöckinger, op. cit., p. 76 y ss.
[866] Kellerhoff, Die Karriere, p. 63; Hitler, Monologe, p. 205, monólogo del 16 y 17 de enero; Chaussy y Püschner, Nachbar, p. 36.
[867] Töppel, «Volk», pp. 29-30.
[868] Véase Range, 1924, p. 217.
[869] Hitler, Mein Kampf, p. 636.
[870] Goebbels, op. cit., pp. 339, 365, entradas correspondientes al 10 de agosto y al 14 de octubre de 1925; Weinberg, «Image», p. 1006; Wilson, Hitler, p. 47.
[871] Para lo contrario, véanse, p. ej., Bullock, Hitler and Stalin, p. 140; Töppel, «Volk», p. 9; Pätzold/Weißbecker, Hitler, p. 109.
[872] Hitler, Monologe, p. 43.
[873] Hitler, Kritsche Ausgabe, p. 89; Kellerhoff, Die Karriere, p. 16.
[874] Kellerhoff, op. cit., p. 68.
[875] Hitler, Monologe, p. 262. Véase también Hartmann, «Einleitung», p. 27.
[876] Kellerhoff, op. cit., p. 193 y ss.
[877] Hitler, Monologe, p. 262. Los hechos no respaldan la afirmación de que Mein Kampf no decía nada nuevo (véase Kershaw, op. cit., p. 241; Töppel, «Volk», p. 2).
[878] Los hechos no respaldan la afirmación frecuente (véase, p. ej., Museen der Stadt Nürnberg, Faszination, p. 27) de que en Mi lucha se expresaban exactamente las mismas ideas que Hitler ya había difundido antes del golpe.
[879] Hitler, Mein Kampf, p. 950
[880] Ibid., p. 936.
[881] Kellerhoff, op. cit., p. 83.
[882] RPR-TP, interrogatorio de «Haushofer, Karl», transcrito ca. 5 de octubre de 1945. La afirmación de Hitler de que Haushofer fue el mentor ideológico de Hitler y el guía espiritual del nacionalsocialismo, véase Hipler, Lehrmeister, p. 211, se basa en especulaciones infundadas.
[883] Hitler, op. cit., pp. 939-940. He modificado la traducción que Reynal y Hitchcock hicieron de Mein Kampf al inglés para aproximarme más al original alemán.
[884] Ibid., pp. 950-951.
[885] Goebbels, Tagebücher, II (ed. 2005), p. 7, entrada correspondiente al 13 de abril de 1926.
[886] Los hechos no respaldan la afirmación de Antoine Vitkine de que ningún país se menciona tanto como Francia en Mein Kampf; véase Vitkine, Mein Kampf, pp. 45-46, 123, 303n8. Para la frecuencia con la que aparece Francia, véase <https://archive.org/stream/Mein-Kampf2/HitlerAdolf-MeinKampf-Band1Und2855.Auflage1943818S._djvu.txt>, <http://voyant-tools.org>.
[887] LOC/RBSCD, ejemplar del libro de Hans Günther perteneciente a Hitler; Kellerhoff, op. cit., p. 81; Töppel, «Volk», p. 21.
[888] Algunas notas conservadas nos permiten fechar la evolución de las ideas que Hitler expone en su capítulo sobre «Volk und Raum»; véase Beierl y Plöckinger, «Neue Dokumenten», pp. 290-295, 315-318; Hartmann, Hitler: Mein Kampf, I, pp. 734-859; Töppel, «Volk».
[889] Este análisis se basa en el ejemplar digital de Mein Kampf disponible en <http://www.archiv.org>, <https://archive.org/stream/Mein-Kampf2/HitlerAdolf-MeinKampf-Band1Und2855.Auflage1943818S._djvu.txt>, y se realizó con la ayuda de Voyant Tools, <http://voyant-tools.org>.
[890] Hitler, Mein Kampf: Kritische Edition, pp. 437, 693, números de página de la edición original alemana de Mi lucha.
[891] Véanse, además, Jäckel, Weltanschaung; Zehnpfennig, Hitler.
[892] Goebbels, Tagebücher, ii (ed. 2005), p. 140, entrada correspondiente al 16 de octubre de 1926; Franz-Willing, Hitlerbewegung, pp. 86-87.
[893] Heusler, Haus, pp. 110, 117, 122-125.
EPÍLOGO
[894] «Frescos and Murals», LewisRubinsteinArtist.com, <http://www.lewisrubensteinartist.com/gallery2/main.php?g2_itemId=18>; Coleen Walsh, «The Return of the Murals», Harvard Gazette, 8 de marzo de 2012, <http://news.harvard.edu/gazette/story/2012/03/the-return-of-the-murals/>; «Our Building», Center for European Studies, <https://ces.fas.harvard.edu/about-us/history/our-building>; para las raíces familiares de Rubenstein, véase el 1920 United States Federal Census, distritos 223 y 323, disponible en <Ancestry.co.uk>, todo consultado el 6 de noviembre de 2016.
[895] Véase, por ejemplo, «Auf dem Podium sitzen keine Götter mehr», Frankfurter Allgemeine Zeitung, 26 de septiembre de 2016; «Der “Führerglaube hielt bis 1944”: Interview mit Historiker Hans-Ulrich Thamer», Rheinische Post, 16 de octubre de 2010, <http://www.rp-online.de/kultur/der-fuehrerglaube-hielt-bis-1944-aid-1.2002410>, consultado el 6 de noviembre de 2016.
[896] Para el fin del DNVP, véase Ziblatt, Conservative Political Parties.
[897] Citado en Hartmann, Hitler: Mein Kampf, 208n172.