NOTAS

Cita

1.

Citado por Emil Ludwig, 2011, p. 10.

2.

Chaves Nogales, 2014, p. 95.

A

1.

De todos modos, no le quedaba mucha vida, porque su sumergible fue hundido con cargas de profundidad por los destructores americanos USS Inch y USS Frost a la altura de las Azores el 2 de julio de 1944.

2.

El nombre completo era Amtsgruppe Auslandsnachrichten und Abwehr (Oficina de Información Exterior y Defensa). A partir del 4 de febrero de 1938 se llamó Amt Ausland/Abwehr im Oberkommando der Wehrmacht (Asuntos Exteriores/Oficina de Defensa de las Fuerzas Armadas del Alto Estado Mayor).

3.

Un misterioso informante llamado Werther, quizá perteneciente a la red de espías Lucy, envió gran cantidad de mensajes a Moscú entre 1941 y 1943 (Trevor-Roper, 2020, p. 11).

4.

Stalin recibió el aviso directo del ataque alemán por dos fuentes: el espía Richard Sorge, desde Tokio, y la espía Libertas Schulze-Boysen, desde Berlín. Stalin escribió a lápiz al margen del informe: «Dile a tu informador que le dé por el culo a su madre».

5.

Sorprende que Röhm, hombre de escasa cultura, conociera que los revolucionarios franceses apodaron Felipe Igualdad (Philippe Égalité) a Luis Felipe II de Orleans, aunque su ejercicio de demagogia no lo libró de perecer en la guillotina. Los gajes del verdugo eran las ropas del reo. Cuando el ejecutor se quedó mirando las excelentes botas que calzaba, Felipe le dijo: «No perdamos el tiempo, ya me las quitarás cuando esté muerto».

6.

Reichsministerium für Volksaufklärung und Propaganda (RMVP, Ministerio del Reich para la Ilustración Pública y Propaganda) y Ministero della Cultura Popolare (MinCulPop, Ministerio de la Cultura Popular).

7.

Francisco Lucientes a Nueva York; Jacinto Miquelarena a Buenos Aires, Manuel Penella a Guatemala y Alberto Fernández de Salamanca a Perú.

8.

También conocida como Hoheitsabzeichen o Hoheitszeichen («insignia soberana»).

9.

En heráldica, figura que soporta el escudo.

10.

Kurt Schmid-Ehmen (1901-1968) es autor de las más famosas águilas alemanas: la que adornaba la Nueva Cancillería del Reich, la que presidía el Luitpold Arena de Núremberg, escenario de los multitudinarios desfiles del partido nazi (7 m de altura), y la que presidía el pabellón alemán en la Exposición Mundial de París (1937), de 9 m de altura. Esta mereció el Gran Premio de la República Francesa. Para un buen catálogo de águilas, véase <http://www.mourningtheancient.com/truth-eaglesx.htm>.

11.

Seis de las más importantes naves de la Kriegsmarine lucían en el espejo de popa una impresionante águila de bronce. De ellas, solo se ha conservado la que adornaba el acorazado de bolsillo (v.) Admiral Graf Spee. Fue precisamente a raíz de la temprana pérdida de este magnífico navío, en 1939, cuando Hitler dispuso que se desmontaran las otras cinco águilas de bronce para evitar que pudieran caer en manos del enemigo y ser exhibidas como trofeo de guerra. Sin duda, pesó en su ánimo el episodio de la pérdida de las águilas de las legiones romanas de Varo a manos de los germanos, en la batalla del bosque de Teutoburgo, tan encomiada por el folclore patriótico germano. Para los romanos no cupo mayor humillación que perder estas insignias de las legiones.

12.

Studiengesellschaft für Geistesurgeschichte‚ Deutsches Ahnenerbe («Sociedad para la Investigación y Enseñanza sobre la Herencia Ancestral Alemana»).

13.

La sede de la Ahnenerbe, instalada en los números 29 y 30 de Brüderstrasse, acogió a un equipo de estudiosos capitaneado por Herman Wirth (1885-1981), historiador y arqueólogo holandés, camisa vieja nazi que situaba los orígenes de una protocivilización «nórdica» en la mítica isla Atlantis, habitada por hiperbóreos que extendieron por el mundo «la cultura de Thule», una religión ancestral de la que procedería, por degeneración, el judeocristianismo. Wirth había fundado en 1928 la Herman-Wirth-Gesellschaft (Sociedad Herman Wirth), que se considera antecedente de la Ahnenerbe. Por discrepancias ideológicas, Himmler lo apartó de la dirección en 1937.

14.

Sus más destacados colaboradores fueron Walther Wüst, indoeuropeísta; Wolfram von Sievers, activo miembro de los artamanes (v. Artamanes, Asociación de los) y especialista en folclore; Herman Wirth, prehistoriador; Jörg Lanz von Liebenfels, místico y publicista, y Rudolf von Sebottendorff, ocultista. En esta pandilla de falsarios descansaban los estudios raciales del ilustre criador de pollos.

15.

El resultado de tan interesante iniciativa lo expone en su libro Teozoología (1904), en el que encontramos deyecciones mentales como esta: «Bajo las aclamaciones de los hombres dioses liberados, someteremos al mundo entero. En poco tiempo, un nuevo sacerdocio será instaurado en el país del Electrón y del Santo Grial. Grandes príncipes, potentes guerreros, sacerdotes inspirados, cantantes talentosos y sabios visionarios surgirán del suelo sagrado de la patria alemana. Encadenarán a los monos de Sodoma, fundarán la Iglesia del Santo Espíritu y transformarán la Tierra en Isla de los Bienaventurados».

16.

Resultó decepcionante: esperaban encontrar una colonia incontaminada de arios puros y se dieron de bruces con una sociedad moderna en la que las chicas gustaban del jazz y se maquillaban como en la pervertida Europa.

17.

La arqueología, cuando se tiñe de política (lo que hace a menudo), conduce a esos desatinos. En España los mismos datos se interpretaban de manera radicalmente distinta según el historiador perteneciera a la escuela de Bosch Gimpera (partidario del iberismo) o a la de Almagro (partidario del celtismo).

18.

La tesis de la germanización de la raza española obtuvo el entusiasta apoyo de Antonio Tovar y otros publicistas de la Falange. Véase Tovar, 1941.

19.

Los genetistas comprobaron con sorpresa que la superioridad de la raza aria se manifiesta en su proclividad a los partos múltiples en cuanto se la trasplanta a tierras más cálidas. Estos resultados no fueron concluyentes porque en los dos siglos transcurridos los alemanes se habían contaminado de la picaresca española. A todo nativo que presentara un certificado de nacimiento, expedido por la parroquia, en el que constara un apellido alemán, le daban cinco pesetas por dejarse medir y estudiar el cráneo. Por los cortijos y pueblos de la sierra circuló la noticia de que unos guiris pirados te pagaban el jornal solo por dejarte medir la cabeza. De la noche a la mañana menudearon mellizos y trillizos en cantidad sorprendente. Por una módica propina los sacristanes de las parroquias emitían partidas de bautismo duplicadas o triplicadas, cambiando solo el nombre de pila del titular. El mismo sujeto la presentaba en días sucesivos haciéndose pasar por hermano del anterior. Las conclusiones del estudio las publicó Johan Schänble, profesor de antropología de la Universidad de Kiel, en «Estudios antropológicos en las llamadas colonias alemanas del Sur de España». Véase Zeitschrift für morphologische und Anthropologie, n.° 48, Stuttgart, 1957, pp. 151-202. En esta obra se alude al estudio de Otto Wendel «Deutsches Blut in Spanien»Sangre alemana en España») aparecido en Der Auslands Deutsche, n.° 19, 1936, p. 629, y «Los últimos restos de la colonización alemana de Andalucía», Der Auslandsdeutsche, n.° 16, 1937, p. 417.

20.

Este documento tiene un precedente español en los estatutos de limpieza de sangre que algunas instituciones exigieron a sus miembros entre los siglos XV y XVII, a los que la propia Inquisición consideraba «cosa absurda y de gran perjuicio».

21.

López Muñoz, 2015, p. 52.

22.

Idem.

23.

Ibidem, p. 57.

24.

Sin restarles méritos a los técnicos alemanes que lo idearon, en honor a la verdad hay que decir que el procedimiento ya lo venía usando el NKVD soviético, al menos desde 1937. Cuando se les acumulaba el trabajo, transportaban a los condenados al lugar de ejecución en camionetas especiales (Dushegubka) y casi todos llegaban muertos o fallecidos, como se dice ahora. Las furgonetas de gaseamiento alemanas, llamadas en la jerga del exterminio Sonder-Wagen o Entlausungswagen («vehículo de desparasitación de piojos») o simplemente Spezialwagen, fueron al principio artesanales, pero luego se encargó su producción en serie a la reputada empresa Gaubschat Fahrzeugwerke GmbH, que fabricó varias decenas de ellas. Algunas lucían en sus cajas rótulos como Kaiser’s Kaffee Geschäft («Cafetería del Káiser») para camuflarlas como vehículos de reparto.

25.

Principalmente, Bernburg, Brandenburg, Grafeneck, Hadamar, Hartheim y Sonnenstein. Se calcula que unos 70.000 pacientes fueron asesinados y otros 400.000 esterilizados en los 13 años de dominio nazi. Es un buen momento para señalar que Hitler impulsó un paquete de leyes humanitarias que regulaban el transporte compasivo de animales, proscribían la manera menos dolorosa de herrar caballos, prohibían la vivisección y vetaban el cocido en vivo de las langostas de mar (Ley de Protección de los Animales, la Reichstierschutzgesetz, 1933; Ley de Caza, Reichsjagdgesetz, 1934; y Ley de Protección de la Naturaleza, Reichsnaturschutzgesetz, 1935).

26.

«Lamentamos informarle de que su hermana, […] que recientemente fue transferida a nuestro hospital conforme a la directiva del Comisionado de Defensa Nacional, murió de repente el 7 de diciembre de 1940, como consecuencia de una pancreatitis y una subsiguiente peritonitis […]. De conformidad con las regulaciones oficiales en conexión con actividades de guerra, las autoridades locales de policía han ordenado la cremación inmediata de la difunta […] para prevenir la propagación y el brote de enfermedades infecciosas. En este caso no se requiere el permiso familiar al respecto […]. Junto a la presente, se adjuntan dos certificados de defunción que usted puede necesitar para la presentación en las agencias oficiales», disponible en <http://www.elholocausto.net/parte03/0309.htm>.

27.

«Este sistema era tremendamente eficaz; en el asilo de Hadamar, de los 4.817 pacientes ingresados entre agosto de 1942 y marzo de 1945, murieron 4.422 (el 92 %), mientras en el asilo de Meseritz-Obrawalde, de las 3.948 admisiones de 1944, murieron 3.814 (el 97 %)» (López Muñoz, 2015, p. 62).

28.

Idem.

29.

Anotación del 16 de diciembre de 1942 (Kellner, 2019, p. 221).

30.

Hitler aspiraba a que la Gran Alemania superara a EE. UU. en cuantos elementos expresaran modernidad, progreso y bienestar. Además del coche del pueblo KdF-Wagen (el Volkswagen), habría Volkswohnung (casas del pueblo cómodas, soleadas, sanas) en las que a la vuelta del trabajo sonaría música alemana en un receptor de radio (Volksempfänger), o acaso pudiera contemplarse el concierto en un receptor de televisión, el Deutschen Einheits-Fernseh-Empfänger E1 («receptor televisivo único alemán E1»), y habría un Volkskühlschrank («frigorífico para el pueblo»). Los planes, ya vemos, eran benéficos, los propios de un déspota deseoso de hacer historia y dejar buena memoria de su nombre. Lo perverso fueron los métodos y la empanada de ideología racial que lo sustentaba todo.

31.

Uno de los artículos de Julius Streicher (v.) en Der Stürmer (v.) se titula «Der Kampf gegen den Teufel: Alljuda offenbart seinen Vernichtungsplan» («La lucha contra el diablo: la judería revela su plan de aniquilación», Der Stürmer, n.° 37, 1941, p. 1).

32.

Apareció el 4 de julio de 1927 como semanario con una modesta tirada de 2.000 ejemplares; el 1 de octubre de 1929 se hizo quincenal y alcanzó los 150.000 ejemplares y desde el 1 de noviembre de 1930 fue diario. El último ejemplar apareció el 24 de abril de 1945.

33.

El Sacro Imperio Romano Germánico o Primer Reich (911-1806) se componía de más de 300 entidades territoriales; en 1815 (Congreso de Viena) este número se redujo a 39 (la Confederación Germánica) y en 1871 a 25, bajo la égida de Prusia (tardíamente llamado Zweites Reich o Segundo Reich). Hitler, en su expansión pangermanista, fundó Das Dritte Reich (el Tercer Reich).

34.

Sin que lo auxiliaran ni llamaran al sacerdote, que, como católico, solicitaba, aunque el ABC del día siguiente aseguró que falleció confortado por los auxilios espirituales de un sacerdote.

35.

Hacía apenas unos meses que había garantizado la independencia de Austria en virtud de los Protocolos de Roma (17 de marzo de 1934).

36.

Nótese que, en 1934, con los nazis recién llegados al poder, el Ejército alemán no disponía todavía de aviación ni de artillería con las que respaldar los planes de Hitler.

37.

Embajador en Austria entre 1934 y 1938.

38.

Véase al respecto <https://www.youtube.com/watch?v=hRSwWuVtHF4>.

39.

Después de la guerra, al nuevo Gobierno austriaco le faltó tiempo para declarar el Anschluss null und nichtig («nulo e inválido»). Uno de los pocos ciudadanos que protestó en su momento contra el Anschluss, el idolatrado futbolista Matthias Sindelar, conocido como el Mozart del Balón, apareció muerto, «suicidado por inhalación de monóxido de carbono», después de negarse a jugar en la selección alemana del Tercer Reich.

40.

¿Y el depuesto doctor Schuschnigg? Su delito había sido resistirse débilmente a las ambiciones de Hitler. Lo arrestaron en el cuartel de la Gestapo (hotel Metropole), donde le hicieron fregar diariamente los retretes con su toalla, además de hacerle objeto de cualquier tipo de humillación que se les ocurriera a los guardias. Hasta 1945 permaneció en un campo de concentración y solo se salvó de la muerte porque los americanos lo liberaron antes de que sus guardianes lo ejecutaran.

41.

Un testigo lo describe así: «Devotos judíos de barbas blancas fueron arrastrados a los templos y obligados, por el griterío de jóvenes imberbes, a efectuar genuflexiones mientras gritaban “Heil Hitler”. Exuberantes vienesas rubias se empujaban para contemplar el espectáculo de un cirujano judío, con el rostro ceniciento, humillado de rodillas ante media docena de gamberros con brazaletes de la esvástica y fustas en la mano. Sus dedos delicados sostenían un cepillo. Un nazi vertía lejía sobre el cepillo y sobre sus dedos. Otro mojaba el pavimento, procurando calar el pantalón rasgado del médico… y los hombres comunes y corrientes y sus mujeres se regocijaban con esta magnífica diversión» (Solar, 2007, p. 34).

42.

Sin considerar que, en ese caso, se les debería más bien estar agradecidos por coadyuvar al cumplimiento de la voluntad divina de enviar a un hijo para, mediante su sacrificio, redimir a la humanidad del pecado original. Había un origen religioso en el antisemitismo hitleriano, le parecía a Scharrelmann, el amigo de Luis Abeytúa: «¿Por qué se les persigue con tal saña? A mi juicio, porque el judío es encarnación del individualismo y porque de Israel procede, en última instancia, la creencia en Jesucristo y el aborrecido cristianismo» (Abeytúa, 1945, p. 60).

43.

Este amor por la instrucción se manifiesta en el hecho de que, siendo los judíos un 0,2 % de la población del mundo, hayan alcanzado casi una quinta parte de los premios Nobel (el 19 %).

44.

Merle, 1999, p. 7. Abundando en la misma idea, escribe Kemplerer: «El antisemitismo es el sentimiento básico de rencor del pequeñoburgués austriaco depravado que era Hitler. […] Pues, ¿qué saben las masas alemanas del peligro de la “negrificación” (Verniggerung) y hasta dónde llega su conocimiento personal de la supuesta inferioridad de los pueblos del este y del sudeste? Sin embargo, todo el mundo conoce a un judío. Para las masas alemanas, antisemitismo y doctrina de la raza son sinónimos. Y la doctrina racial científica —o, más bien, pseudocientífica— fundamenta y justifica todos los excesos y pretensiones de la soberbia nacionalsocialista, toda conquista, toda tiranía, toda crueldad y toda matanza» (Klemperer, 2001, p. 197).

45.

Ryback, 2010, p. 171.

46.

La idea parte del jesuita Augustin Barruel, activo polemista en la defensa del catolicismo frente a las ideas revolucionarias de la Ilustración, y alcanza su mayor expresión con Los protocolos de los sabios de Sion (v.).

47.

Sala Rose, 2014, p. 78.

48.

Padfield, 2003, pp. 334-325.

49.

Merle, 1999, p. 7. De la paranoia judeófoba que se apoderó de algunos alemanes da idea una anécdota al parecer cierta: «Un Obersturmführer de las SS, en Halle o en Jena […], había llevado a su mujer a una clínica privada para el parto. Echó un vistazo a la habitación; sobre la cama colgaba una imagen de Jesucristo. “Quite de ahí ese cuadro —exigió a la enfermera—. No quiero que lo primero que vea mi hijo sea a un judío”. La monja, temerosa, dio una respuesta evasiva, señalando que ya se lo diría a la madre superiora. El hombre de las SS se marchó, no sin antes repetir la orden. A la mañana siguiente, la madre superiora lo llamó por teléfono: “Tiene usted un hijo, señor Obersturmführer, su esposa se encuentra bien y el niño también es robusto. Además, se ha cumplido su deseo: el niño nació ciego…”». (Klemperer, 2001, p. 100). No sabe uno qué admirar más, si el fanatismo del Obersturmführer o la mala leche de la madre superiora.

50.

Ryback, 2010, p. 182.

51.

Lagarde, 1887.

52.

Muchos de ellos basados en el libro de Eugen Dühring Die Judenfrage als Racen-, Sitten- und Culturfrage mit einer weltgeschichtlichen Antwort, 1881 (La cuestión judía).

53.

Leemos en él: «No es cierto que yo quisiera la guerra […], fue instigada exclusivamente por los mandatarios de origen judío o que trabajaban para los intereses judíos. […] Pasarán los siglos y sobre las ruinas de nuestras ciudades y monumentos crecerá el odio hacia los responsables finales de todo, la judería internacional y sus acólitos […], los políticos ingleses querían la guerra en parte por intereses y en parte debido a la propaganda de la judería internacional. Si las naciones de Europa se ven de nuevo objeto de compraventa por esos conspiradores internacionales del dinero y las finanzas, en ese caso habrá que responsabilizar a esta raza, que es la verdadera responsable de esta locura criminal […]. Por lo demás no quiero caer en las manos de un enemigo que requiere un nuevo espectáculo organizado por los judíos para diversión de sus masas histéricas», Testamento político de Adolf Hitler, 29 de abril de 1945.

54.

Sin embargo, amplias capas de la población, las más racionales, nunca fueron antisemitas a pesar de la propaganda. Luis Abeytúa dice: «Scharrelmann compartía la creencia de que el antisemitismo era en Alemania una creación nazi sin verdadero arraigo en el alma alemana. Cuando empezaron en 1933 las primeras persecuciones sistemáticas, hubo quien las condenaba, incluso entre los miembros del partido. Si en 1938 se mostraba el pueblo indiferente o pasivo ante las más crueles demasías, era porque cinco años de régimen policiaco habían embotado la sensibilidad y porque el miedo a las represalias acallaba los naturales sentimientos de indignación ante tal envilecimiento del hombre» (Luis Abeytúa, 1945, pp. 59-60).

55.

Especialmente, los diarios Berliner Tageblatt, Vossische Zeitung y Frankfurter Zeitung, además de editoriales caracterizadas por las publicaciones de signo liberal, lo que incluye pornografía.

56.

En el periodo revolucionario que siguió, también hubo algunos líderes judíos: Rosa Luxemburgo, lideresa de la revolución comunista; Kurt Eisner, cabecilla de la Revolución de Noviembre que derrocó la monarquía bávara y ministro presidente de la República de Baviera; Ernst Toller, sucesor de Eisner al frente del sóviet bávaro (el Consejo Central de Obreros, Campesinos y Soldados); Gustav Landauer y Eugen Levine, revolucionarios leninistas y ministros de la Räterepublik.

57.

Álvarez, 1996, pp. 1038-1040.

58.

Citado por Álvarez, 1996, p. 1046.

59.

Fundada en 1909 por el sacerdote jesuita Ángel Ayala.

60.

En su semanario Libertad publicó el libelo antisemita Los protocolos de los sabios de Sión, entre febrero y julio de 1932. En abril de 1933 escribe esta página en su opúsculo El regreso de la barbarie: «Se expulsó a la morisma, organizada en reinos, y luego a los semitas de Judá, y por fin a los africanos que quedaban: a los moriscos […] Pero hoy aparece el peligro de la nueva africanización: el marxismo […] Vedle florecer con toda su lozanía en las provincias del Sur, donde la sangre mora perdura en el subsuelo de la raza… El marxismo español, y más andaluz, toma pronto la tea incendiaria, proclama la guerra santa y penetra en los cortijos y las dehesas alentada por los semitas de Madrid. En España, la aniquilación del marxismo es la continuación de la historia nacional [pues] la victoria definitiva del marxismo sería la reafricanización de España, la victoria definitiva de los elementos semitas, judíos y moriscos conservados étnica o espiritualmente en la península y en Europa. Por eso ahora nos invaden los judíos expulsados de otras naciones. Por eso el poder marxista lanza miradas de ternura y protección a los hebreos del norte de África» (Olmo, 2005, pp. 358-359).

61.

Dos hombres: Mussolini y Hitler, Editora Aspiraciones, Madrid, 1943; Un caudillo, Imprenta Europa, Madrid, 1943.

62.

Velacoracho, 1943, pp. 132-133.

63.

Ibidem, p. 141.

64.

Álvarez, 1996, pp. 1044 y 1051.

65.

Autor del libro Comunistas, judíos y demás ralea, Valladolid, 1938.

66.

Para Albiñana, las leyes de la República española y el separatismo catalán son «episodios de la despiadada lucha secular de judíos y masones contra España». Los judíos han creado la masonería para alentar todos los reveses históricos de España, desde la independencia de las colonias americanas hasta la caída de Alfonso XIII, pasando por la guerra de Cuba (Albiñana, 1933, pp. 179-181 y 221-223, citado por Álvarez, 1996, p. 1054).

67.

Quizá le influía el reconcomio de ser descendiente directo de judíos. Visitó el campo de concentración de Dachau invitado por la Asociación Antimasónica Alemana y aplaudió que allí se internara a los elementos opositores al régimen y a los homosexuales. En el número 14 de la colección Las Sectas (El judaísmo, del carlista René Llanas de Niubó) encontramos la siguiente caricatura del judío: «Pueblo raro de nariz robusta, ojos ardientes y labios sensuales […], cobarde y altivo, solapado y cruel, avaro y ambicioso, revolucionario y agitador; su raza es aviesa como un pulpo enorme que abraza con sus tentáculos la tierra, absorbe su sangre y la trueca en oro. Su símbolo eterno, símbolo de que ellos mismos hacen gala, es la serpiente, como ellos ágil y escurridiza, como ellos solapada y rastrera, cobarde como ellos, de venenosa y partida lengua, de ojillos crueles e inexpresivos, de relucientes y duras escamas llamativas, que se arrastra por el polvo y anida en las grietas de las ruinas, pero alza la triangular cabeza para ultrajar las rosas o robar la manzana del árbol de la ciencia del bien y del mal, y perder con ella a Adán y a Eva, como quieren hoy día perder y arruinar toda nuestra civilización occidental, cobijada bajo el signo victorioso de la cruz de Cristo, y realizar el sueño de que esa culebra maldita dé la vuelta al mundo mordiéndose la cola cuando todo el orbe sea Palestina y toda Palestina Jerusalén y atruenen las trompas guerreras de Israel victorioso sobre el mundo, saludando a su déspota rey, el rey de Los protocolos» (Llanas de Niubó, 1935, pp. 9-10).

68.

González Menéndez-Reigada, 1939, p. 87.

69.

«Los enemigos de España», Boletín Oficial del Obispado de Tenerife, n.° 3 y 4, marzo-abril de 1939, pp. 42-49. Citado por Serrano-Niza y Guerra Palmero, 2005, p. 66.

70.

Boletín Oficial del Obispado de Tenerife, n.° 1, 5 de junio de 1937, p. 30.

71.

Álvarez, 1996, p. 1052.

72.

Ibidem, p. 1053.

73.

En 1934, una docena de falangistas montó un cirio, pistola en mano, en los almacenes SEPU, recién abiertos en la Gran Vía por los empresarios suizos de origen judío Henry Reisembach y Edouard Worms. Esta versión española de los ataques nazis contra los comercios judíos de Alemania obedeció, al parecer, al despido de alguna dependienta afiliada al sindicato falangista. Se acompañaba por una campaña en la prensa de Falange: «Estos judíos de SEPU dan motivos para ocuparse de ellos diariamente, por su explotación de los empleados […]. Nosotros preguntamos: ¿SEPU disfruta de patente de corso? ¿Quién ampara a SEPU? ¿Conoce el director de Trabajo los casos de SEPU?» (Arriba, 12 de julio de 1935, citado por González, 2004, p. 124). Después de todo, lo que son las cosas, cuando Franco triunfó resultó que la Falange se parecía al SEPU (chiste de la época) porque se entraba por José Antonio y se salía por Desengaño.

74.

En mi ensayo novelado La tentación del Caudillo, Barcelona, Planeta, 2020, trato esta admiración boba de algunos falangistas.

75.

Para retórica y huera, la necrológica del obispo Gomá aparecida en la revista jesuita Razón y Fe: «Los enemigos de la cruz eran asistidos de las hordas marxistas internacionales, apuntalados del odio judío e intrigas masónicas, fomentados por el liberalismo y mirados benévolamente por católicos de ojos turbios con cariño ciego a la democracia». No se puede embutir más chicha ideológica en menos tripa.

76.

Moscardó, 1939, p. 4.

77.

En el otoño de 1923, Mussolini organizó un acto patriótico en Turín, seguido de cena de gala en el hotel de Europa. Al término de la cena, el líder fascista y sus invitados salieron a los balcones para presenciar una concentración de entusiastas camisas negras provistos de antorchas que abarrotaba la Piazza Castello.

78.

En Roma se portaban antorchas en las saturnales. En la Europa cristiana desde tiempos medievales hubo procesiones religiosas con «lumbres y candelicas» que inspiraron la famosa procesión de las antorchas de Lourdes (celebrada desde 1863). Los europeos llevaron a América la costumbre que reaparece durante la campaña presidencial de Lincoln en Hartford (Connecticut), en 1858, y en Nueva York el 3 de octubre de 1860, cuando varios miles de jóvenes seguidores de la organización paramilitar Wide Awakes desfilaron con candiles de aceite de ballena en el extremo de un palo.

79.

Por cierto, el espectáculo se deslució al llegar a la Puerta de Brandeburgo porque la mitad de las antorchas iban apagadas. Días después, un grupo de entusiastas camisas pardas desfilaron bajo la puerta para facilitar las nuevas tomas, que se insertarían en la cinta original.

80.

Los 3.187 km que dista Olimpia de Berlín requirieron la participación de 3.331 corredores. Al mismo Carl Diem, alma del Comité Olímpico de 1936, le cupo, en marzo de 1945, la ingrata tarea de arengar a las Juventudes Hitlerianas convocadas en el estadio olímpico cuando las tropas rusas amenazaban la ciudad. En esta ocasión, Diem exhortó a los jóvenes a mostrar un espíritu olímpico en su defensa de la madre patria.

81.

Kotek y Rigoulot, 2001, p. 338.

82.

Primero se boicotearon los negocios judíos con pintadas y carteles en los que se aconsejaba al público abstenerse de comprar allí («quien compra Nivea está apoyando a una empresa judía»). A veces, piquetes de matones de las SA apostados a la puerta de los comercios intimidaban a los posibles parroquianos. Estas presiones, consentidas por la policía, aconsejaron a los propietarios traspasar el negocio a un ario, aunque fuera malbaratándolo. Por ese y otros procedimientos coactivos se expropiaron unas 50.000 empresas y comercios judíos.

83.

Un ejemplo de arianización: la familia judía propietaria del Berliner Zeitung y del imperio editorial Ullstein Verlag se vio obligada a malvender periódico y editorial, valorados en 60 millones de marcos, por solo 6 millones. La adquirió la editorial del partido nazi, Franz-Eher Nachfolger.

84.

Según la ciencia desarrollada al respecto, los arios constituían una de las tres ramas de la raza blanca o caucásica: occidentales o europeos (alemanes, romanos, griegos, letones, celtas y albaneses); orientales o asiáticos de la India (hindúes) e iraníes (persas, afganos, armenios, georgianos y kurdos). Los no arios constituyen a su vez varias ramas: semitas (judíos y árabes), hamitas (bereberes), mongoloides (fineses, húngaros y amarillos en general) y negroides (negros).

85.

Era fácil persuadirse de esa superioridad racial viendo los soberbios ejemplares humanos, aquellos cuerpos perfectos que Leni Riefenstahl (v.) presentaba en sus documentales de exaltación nazi. El contrapunto nos lo ofrece el siempre perspicaz y gran observador Chaves Nogales: «El alemán de 18 años es como un dios joven; a los 35 años es como un cerdo» (Chaves Nogales, 2014, p. 77).

86.

Muchas publicaciones nazis presentaban modelos de arios perfectos para aleccionamiento de la ciudadanía, lo que dio lugar a no pocos patinazos. En 1935, una portada de la revista familiar Sonne ins Haus retrataba como modelo de la raza a una niña angelical rubia y mofletuda: resultó ser Hessy Levinson, una judía de origen letón. Algo parecido ocurrió en 1939 con el soldado Werner Goldberg, cuya imagen aparece en la portada del Berliner Tageblatt, como «el soldado alemán ideal». Resulta que el muchacho era lo que técnicamente se conocía como Mischling (v.), cruzado de padre judío y madre cristiana. La foto coló, pero él fue expulsado del Ejército un año después cuando Hitler (v.) dispuso que no hubiera Mischlinge de primera generación en la Wehrmacht. No queda ahí la cosa: después de la guerra, la foto del guapo Werner se utilizó para representar al soldado ruso ideal (cambiándole el casco, claro), en un monumento «a los protectores de la patria» en Tobolsk (Rusia). La insistencia de la propaganda nazi sobre la pureza racial alimentó entre la población no pocos chistes: «¿Cómo es el ario típico? Es rubio como Hitler, espigado como Goering y corpulento como Goebbels (v.)».

87.

Dicho con las propias palabras del doctor: «Si militan en el marxismo de preferencia psicópatas antisociales, como es nuestra idea, la segregación de estos sujetos desde la infancia podría liberar a la sociedad de plaga tan terrible» (Vallejo-Nájera, 1937).

88.

Aún hoy se celebran tenidas de adoradores de Wotan en las que no faltan las libaciones y la socialización de fieles y fielas. Como dice Gloria (el personaje que interpreta Joan Cusack en la película Two Much), «tiene que haber una forma más fácil de ligar».

89.

Ya en 1941 comenzaban a hablar de armas futuristas, como el llamado cañón eléctrico de fuego rápido, capaz de disparar 750 proyectiles por minuto a una distancia de 250 km (Signal, n.° 22, 1941, pp. 20-21).

90.

Se lanzaba desde un bombardero convencional y un operador la guiaba al objetivo sin perderla de vista por medio de ondas de radio que modificaban la inclinación de los alerones de su cola. Una de estas bombas hundió el acorazado Roma el 9 de septiembre de 1943.

91.

Por ponerlo en cifras: habían desarrollado un tanque difícil de batir, el Panzer VI Tiger, pero debido a su construcción casi artesanal solo fabricaron 1.500 unidades (y 500 del avanzado Königstiger o Tigre de Bengala), mientras que los americanos fabricaron unos 30.000 Sherman y los rusos unos 80.000 T-34. No deja de ser aleccionador que casi la mitad de los Tiger fueran destruidos por sus propias tripulaciones después de quedar inutilizables por avería (mecanismo demasiado complejo) o por agotamiento de combustible. Otro ejemplo: un cohete V-2 costaba la sexta parte de un bombardero americano B-17. La bomba solo podía usarse una vez y transportaba 750 kg de explosivo; el B-17 podía usarse muchas veces y cada vez descargaba 2.000 kg de explosivos (Speer, 2001, p. 656).

92.

Podemos suponer la congoja de los ingenieros empleados en los múltiples centros de investigación al final de la guerra. Pensarían: «A ver si este loco, Hitler (v.), nos manda ahora a pegar tiros, con lo ricamente que hemos pasado estos años lejos del tomate». Consecuentemente, se estrujaron las meninges para proponer al mando una multitud de proyectos, algunos descabellados, otros francamente de ciencia ficción, aun a sabiendas de que se quedarían en las mesas de diseño cuando el final de la guerra se precipitara. El tiempo y las inversiones se iban en prototipos que nunca se fabricaron en serie.

93.

Los nuevos diseños se denominaron Volksjäger (Caza del Pueblo) y Miniaturjagerprogramm (Programa Acelerado de Cazas). La situación era tan desesperada que llegaron a aprobar un diseño de Zeppelin, el Rammjäger (Zepelín Ariete), consistente en un pequeño aparato equipado con 14 cohetes R4M 55 en una protuberancia nasal y unas cortas alas reforzadas con un filo cortante de acero con las que el piloto intentaría inutilizar el timón o las alas del avión enemigo. La táctica de la embestida o taran, ya empleada por los rusos al principio de la guerra, la había adoptado en 1944 el piloto alemán Hajo Herman, que la denominaba Wilde Sau (Jabalí), y tras él por los pilotos de Jüterbog a los que se les encomendó la Selbstopftreinsatz, o misión de sacrificio, virtualmente suicida, de destruir los pontones soviéticos tendidos sobre el Óder. El rotundo palabro es fruto de la adición de Selbst («sí mismo») + Opfer («víctima») + Einsatz («misión»).

94.

Este y otros modelos de la época se pueden ver en las fotos de mi libro La segunda guerra mundial contada para escépticos, entre las páginas en color de «Las armas desesperadas» y «Llegaron demasiado tarde».

95.

Propulsado por un cohete, el Natter se lanzaba desde una rampa. En las proximidades de la formación enemiga, un resorte desprendía el morro, dejando al descubierto una batería de 24 cohetes Föhn de 73 mm que disparaba contra la formación enemiga con la precisión de un cartuchazo de postas. A continuación, el piloto descendía hasta una altura prudente antes de accionar unos pernos explosivos que dividían el aparato en dos secciones, una de las cuales descendía en paracaídas porque era recuperable. También el piloto era recuperable y procuraba salvarse en paracaídas para su posterior uso.

96.

Eran tan volátiles que había que enjuagar a conciencia cada depósito antes de llenarlo de nuevo, y el camión cuba de un fluido debía mantenerse a distancia del camión cuba del otro, porque si los vapores respectivos se mezclaban, se producía una explosión devastadora. Además de volátil, la mezcla de los dos fluidos era corrosiva. Del piloto Joseph Pols solo se encontraron las gafas y el traje de amianto: se había evaporado. Otro peligro era que el aterrizaje sobre patín retráctil era tan brusco que podía desnucar al piloto o romperle la columna vertebral.

97.

El Wasserfall (Catarata) parecía un V-2 en miniatura; además estaban el Schmetterling (Mariposa), el Rheintochter (Doncella del Rin), el Enzian (Genciana) y el Taifun (Tifón), cohete de 1,93 m de longitud y 10 cm de diámetro calculado para lanzarse a ciegas, en salvas de 300, contra las formaciones de bombarderos enemigos.

98.

Se construyeron 133, pero solo dos llegaron a tiempo de combatir. Un ejemplar (el U Boat-2540 Wilhelm Bauer) se exhibe en el Museo Marítimo de Bremerhaven (Alemania). Véase U-Boot Wilhelm-Bauer U 2540, <https://www.youtube.com/watch?v=uyURiDiWvps>.

99.

La Mole Littoria, en Roma, pretendía alcanzar 335 m de altura e incluiría un gigantesco hotel de 4.500 habitaciones, piscinas, bibliotecas y un sinfín de tiendas. Aunque ya tenía asignado un solar en el centro de Roma, ni siquiera se empezó a construir, porque Mussolini decidió dedicar todos los recursos disponibles a la Segunda Guerra Mundial.

100.

El mayor edificio del mundo (340.000 m2), tan desmesurado que permanece vacío en buena parte porque no se sabe a qué dedicar tantas salas.

101.

Deutschland über alles («Alemania por encima de todo»), reza el himno nacional, pomposo, como todos los himnos, pero concordante con ese íntimo sentimiento de tantos alemanes: somos los mejores, los más inteligentes, los más esforzados, los más disciplinados, los más guapos…, somos la mejor nación del mundo y por lo tanto deberíamos ser la primera, por encima de todas.

102.

Todo el afán de la arquitectura nazi fue alejarse de la escuela Bauhaus, asociada a la odiada República de Weimar. La escuela Bauhaus era para los nazis «una catedral del marxismo que más bien parece una sinagoga», y las viviendas modernas de Mies van der Rohe «un campamento semita foráneo en suelo alemán», como las define en 1932 el Völkischer Beobachter (Sudjic, 2007, pp. 37-38). Hitler, arquitecto frustrado, imponía sus gustos. Como reconoció Franz Moraller en el Congreso de Múnich de 1937: «La arquitectura muestra por doquier la gran mano de nuestro líder. De él emanan los mayores impulsos para la creación y la búsqueda de nuevos estilos» (Ibidem, p. 31). Casi resulta innecesario decir que Mies van der Rohe y otros arquitectos de la Bauhaus tuvieron que abandonar Alemania cuando el ambiente se tornó peligroso para ellos.

103.

Ibidem, p. 47.

104.

Welthauptstadt Germania, <https://www.youtube.com/watch?v=dOXmrVR00RI>.

105.

Esa es la nota principal de la arquitectura nazi: todo se construye en proporciones gigantescas que acentúan lo comunitario en oposición a lo individual («El individuo no es nada, el Estado lo es todo»). Como indica Speer (v.), «lo más grande debía glorificar la obra de Hitler y aumentar la confianza en sí mismo» (Speer, 2001, p. 131).

106.

Solo citaremos las más destacadas, pues no pretendemos ser exhaustivos, pero a estas podríamos añadir el Ministerio de Propaganda (Reichsministerium für Volksaufklärung und Propaganda o RMVP, 1934-1936), diseñado por Karl Reichle, en Wilhelmstrasse, 49; el Ministerio del Interior (Reichsministerium des Innern o RMI, 1936-1939), diseño de Konrad Nonn, en Dorotheenstrasse, 93; la Casa de la Moneda (Reichsmünze, 1936), diseñada por Fritz Keibel, en Molkenmarkt, 1; la Nueva Casa del Pueblo (Neues Stadthaus, 1936-1938), diseñada por Kurt Starck y Franz Arnous; la Oficina del Trabajo Regional (Gauarbeitsamt, 1938), en Friedrichstrasse, 34-37, diseñada por Hans Fritzsche.

107.

El propio Hitler puso la primera piedra en octubre de 1933 y después presidió su solemne inauguración el 18 de julio de 1937. Para verla, diríjanse a Prinzregentenstrasse, 1, a la orilla del parque modestamente llamado Jardín Inglés (Englischer Garten), a pesar de que quizá sea el mayor de Europa. Queda bastante cerca, por cierto, de la enorme discoteca Gaststätten GmbH, que abre a las 23:00 h, cuando ya han cerrado las exposiciones y actos que se programan en la Haus der Kunst. Hitler hubiera desaprobado este arte y estos bailes descoyuntados, ciertamente. Él era absolutamente contrario al arte de Terpsícore. «El baile no es una ocupación digna de un hombre de Estado», declaró convencido a Helene Hanfstaengl, que le sugería que acudiera a una escuela de baile (Hanfstaengl, 1960, p. 143).

108.

No deja de ser aleccionador que este gigantesco edificio que entonces albergaba a la Luftwaffe (v.) que conquistó media Europa administre ahora el marco alemán, un arma de conquista más sutil y efectiva que los Stukas.

109.

Como ejemplo de la desmesura de Göring (v.), baste citar que, en el palacio que pensaba construirse en la nueva capital Germania, había diseñado una escalinata que abarcaba cuatro plantas del edificio. Viendo los planos, uno de los arquitectos de Mussolini exclamó: «¡Cielos! Ahora sí han perdido el juicio». Hay algo de cómico en la imagen de Speer corriendo de un lado a otro, entre el Führer y Göring, planificando edificios cada vez mayores y más complejos para estos dos adolescentes siniestros que conspiraban con las prebendas de un futuro que todavía no les pertenecía, pidiendo a su arquitecto interiores cada vez más suntuosos, como una pareja de nuevos ricos que habla con su decorador delante de unos cuantos recortes de revistas de arquitectura» (Sudjic, 2007, pp. 39-40).

110.

Véase «Garmisch-Partenkirchen: les JO d’hiver nazis oubliés», Le Monde, 10 de febrero de 2018.

111.

Inaugurada en marzo de 1943, resultó destrozada parcialmente por bombas británicas en noviembre de ese mismo año. Restaurada en 1998, solo ha perdido el enorme y meritorio altorrelieve del escudo franquista que decoraba su fachada (damnatio memoriae), sustituido hoy por un menos elaborado, pero políticamente correcto, escudo constitucional.

112.

Una cuarta academia NS-Ordensburg planeada para el complejo medieval de Malbork, en Marienburg (hoy Zamek y Malbork, en Polonia), no llegó a realizarse.

113.

La guerra impidió añadir a este complejo un enorme edificio de 300 x 100 m que albergaría la mayor biblioteca del mundo, la Haus des Wissens (Casa del Conocimiento), un hotel de 2.000 habitaciones para la organización Kraft durch Freude (v.) y una ciudad deportiva que también sería la mayor de Europa. Véanse NS-Ordensburg Vogelsang, <https://www.youtube.com/watch?v=BUuHDJsSjnU>, y Hitlers Eliteschüler, <https://www.youtube.com/watch?v=vhxdSa1v6p8>.

114.

Véase NSDAP Ordensburg Sonthofen, «Film 2», <https://www.youtube.com/watch?v=dxRyhkII6VE>, y «Film 5», <https://www.youtube.com/watch?v=XwI_CMoc8RE>.

115.

Véase Ordensburg Krössinsee, <https://www.youtube.com/watch?v=AwD-Xm0PEMI>.

116.

El primero se inauguró en 1934 en Brandberge in Alle, hoy en ruinas. Siguen en buen uso el de Sonthofen (1934) y Waldbühne, en Berlín (1936). Las ruinas del de Heidelberg (Heiligenberg Thinstätte) se han integrado en un parque público. De todos modos, la idea de los Thingstätten no funcionó porque el clima alemán no se presta tanto como el griego a la estancia al relente. Incluso un superhombre ario no está a salvo de contraer una pulmonía.

117.

No debe sorprendernos tamaño maltrato, porque ya el monumento conllevaba cierta memoria de rencores. Se erigía en el lugar donde el 21 de julio de 1921 los Freikorps alemanes aplastaron la sublevación polaca.

118.

El 20 de abril de 1945 el complejo de Zossen cayó intacto en manos soviéticas, que desmantelaron sus instalaciones y adaptaron los edificios como refugio antiatómico en tiempos de la Guerra Fría. Actualmente, se conservan Maybach I y Zeppelin, y pueden visitarse con guía. Im Verborgenen — Das Haus der Offiziere in Wünsdorf, TVBerlin, <https://www.youtube.com/watch?v=Z3X6lIWQRSU>, y Bunkeranlagen Maybach I und Zeppelin, <https://www.youtube.com/watch?v=QFaqm3G3yOM>.

119.

Discurso en la inauguración de la «Gran exposición de arte alemán», Múnich, 18 de julio de 1937.

120.

«Nuestra acción contra el arte decadente nos ha permitido desembarazarnos de esas mamarrachadas judías. Esos esperpentos que logramos apartar del arte alcanzan los precios más elevados en Inglaterra y América. Y entre tales burgueses no hay ni uno que se atreva a protestar. ¡Cobardía, tu nombre es burguesía! Aunque en el mundo anglosajón el judío se haya apoderado de las riendas del mando (prensa, radio, cine, economía)» (Trevor-Roper, 2004, p. 311).

121.

Hitler y sus consejeros artísticos, entre los cuales cabe destacar al fotógrafo Hoffmann, produjeron un inventario de obras «degeneradas» que puede consultarse en la página web del Victoria & Albert Museum.

122.

La idea es de Adolf Ziegler, que además de vello púbico entendía de corcheas. A Hitler le parecía que el judío «había sustituido por ruidos la hermosura de la música» (Trevor-Roper, 2004, p. 256). Ramón Garriga, el corresponsal español, ligaba mucho invitando a las chicas a su apartamento con el señuelo de escuchar música degenerada y bailar swing.

123.

Curiosamente, los músicos nazis rechazaron la atonalidad como aportación judía, pero aceptaron el dodecafonismo como propiamente alemán.

124.

A este propósito, recuerden a Woody Allen: «Cuando oigo a Wagner, me entran ganas de invadir Polonia». El Führer se deleitaba con la Obertura de Rienzi, de Wagner; La hija del regimiento, de Donizetti; la opereta La viuda alegre, de Franz Lehár, y Madame Butterfly, de Puccini.

125.

«Stravinski acusaba a los modernistas de haber “arruinado la música”. Se enzarzó con Schönberg en una famosa controversia: “No quiero dar nombres, pero hay compositores que dedican todo su tiempo a inventar la música del futuro […] intentan provocar a la burguesía para agradar a los bolcheviques”» (véase «Los cantos de sirena del nazismo: Webern y Stravinsky ante el III Reich», Historia de la música, <https://bustena.wordpress.com/2015/05/20/musica-y-nazismo/>).

126.

Los más importantes fueron el Rhön-Rossitten-Gesellschaft y el Aero-Club von Deutschland.

127.

El nazismo no ha muerto del todo. Resurge ahora, internacional, en los neonazis. Personalmente, nada que objetar, porque el pensamiento y la ignorancia deben ser libres. En algunos aspectos han evolucionado: abandonaron el culto al cuerpo que caracterizó a sus abuelos y muchos de ellos se presentan gordos como atunes.

128.

Estos descerebrados consideraban a los polacos una raza inferior. Busquen ustedes en internet a la polaca Anna Marisax (<https://www.youtube.com/watch?v=idBbn_WMMTQ>) y díganme si no es pa matarlos.

129.

El propio Hitler no descartaba la poligamia: «Recordemos que después de la guerra de los Treinta Años fue tolerada la poligamia y que gracias a los hijos ilegítimos volvió a encontrar su fuerza la nación […]. Mientras tengamos en Alemania dos millones y medio de mujeres destinadas al celibato nos está prohibido despreciar al hijo nacido fuera del matrimonio […]. En casi todos los países hay más mujeres que hombres. Entonces, ¿qué mal puede haber en que cada mujer cumpla su destino?» (Trevor-Roper, 2004, p. 278).

130.

En virtud de la Ley de las Juventudes Hitlerianas (Gesetz über die Hitlerjugend), del 1 de diciembre de 1936.

131.

Preguntas obligadas en el cuestionario eran: 1) fecha y lugar de nacimiento del Führer que nos alumbra; 2) relato de la vida del Führer, tal como se explica en Mein Kampf (v.); 3) relato sucinto de la historia del movimiento nazi y de las Juventudes Hitlerianas; 4) enumeración de los más íntimos colaboradores del Führer; 5) geografía de Alemania; 6) conocimiento de los principales himnos de Alemania y del partido nazi; 7) disertación sobre el despojo de Alemania en el Tratado de Versalles (v.) y la «puñalada trapera».

132.

Una de aquellas jóvenes de la BDM era Federica de Hannover, futura madre de nuestra reina Sofía (cuyos apellidos son Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg). Federica perteneció a la BDM y su foto uniformada circulaba en forma de postal para ejemplo de la juventud, cuando en 1936 la pretendió el príncipe Pablo de Grecia (futuro rey Pablo I), que se había prendado de ella en la Olimpiada de Berlín (1936). Al año siguiente, se casaron y Federica abjuró de su religión luterana para abrazar la ortodoxa (también su hija Sofía abjuraría de la ortodoxa para abrazar la católica). Entre reyes, ya se sabe: París bien vale una misa.

133.

La Nationalsozialistische Frauenschaft (NFS, Asociación Nacionalsocialista de Mujeres), dirigida por Gertrud Scholtz-Klink (v.). Véase The Female Fuhrer: Gertrud Scholtz-Klink, <https://www.youtube.com/watch?v=v_-tOKJTssY>.

134.

El sistema de gimnasia Sachsengruss, que «identifica la educación del portador de la fe nacionalsocialista con actividades físicas y entrenamiento deportivo». Las coreografías multitudinarias con aros o balones playeros tipo Nivea (empresa judía arianizada, por cierto) reforzaban la consciencia colectiva sobre lo individual. No se pierdan este recreo para la vista: Rhythmic Girls, <https://www.youtube.com/watch?v=fct-y-w1a70>, y Women’s League Of Health And Beauty, 1930, <https://www.youtube.com/watch?v=ybSMEPBhCxw>.

135.

En algunos festivales populares las más adineradas lucían el traje tradicional, el Tracht, ese corpiño ajustado que admiramos en las camareras del Oktoberfest, aunque no necesariamente con las ubres casi al aire como ahora se lleva, lo que nos recuerda el romance del rústico pastor y la gentil dama cuyas «teticas agudicas / el brial quieren romper».

136.

La emoción de recorrer la ciudad en parejas agitando el sonajero de la hucha, importunando a los viandantes para que depositen su óbolo con destino al Auxilio de Invierno. No menos excitante era participar en la recogida de alimentos, prendas, papeles, chatarra, etc. Reciclaje, limpieza, pegada de carteles…, todo lo que sirviera al partido y engrandeciera al Reich.

137.

En su conferencia inaugural dijo: «Algunas organizaciones juveniles femeninas del extranjero ofrecen entrenamiento militar a sus chicas, las visten de soldados y el puñal es parte de su atuendo […]. En Alemania, los muchachos se entrenan para ser soldados y las chicas para ser mujeres. Hoy son camaradas de esos soldados y mañana serán esposas y madres, el fundamento de la familia nacionalsocialista. A ellas les será encomendada la crianza de una nueva y orgullosa generación. El fundamento de nuestro trabajo es la cultura, el entrenamiento físico y el servicio social. El atletismo no solo implementa la salud corporal, sino la del alma al imprimir disciplina y dominio del cuerpo. A través de él, incluso las más jóvenes Jungmädels aprenden a someter sus individualidades y a ponerlas al servicio de la comunidad […]. No queremos formar muchachas que sean soñadoras románticas solamente capaces de pintar, cantar y danzar o aquejadas de estrechez de miras. Queremos muchachas realistas, capaces de cualquier sacrificio para servir a sus ideales. Nuestras Jungmädels, junto con sus camaradas de las Juventudes Hitlerianas, luchan contra el hambre y el frío. Cuando se pasan horas a la helada intemperie con sus huchas de colecta demuestran en qué consiste el verdadero socialismo […]. La tarea de nuestra asociación consiste en producir muchachas con la concepción nacionalsocialista de la vida que demuestren la armoniosa unidad de cuerpo, alma y espíritu. La salud de sus cuerpos, su equilibrio y su belleza revelarán que son creaciones de la providencia. Queremos producir muchachas orgullosas y luchadoras en una comunidad de destino, muchachas devotas de Alemania y de su Führer, que transmitirán esa fe a sus hijos. De este modo, el nacionalsocialismo y, a través de él, Alemania perdurarán eternamente» (Jutta Rüdiger, «Die Aufgaben des BDM. im Arbeitsjahr 1938», Das Deutsche Mädel, enero de 1938, pp. 1-3).

138.

Grunberger, 1976, p. 335.

139.

En 1938, Göring (v.) emitió un decreto obligando al Pflichtjahr a todas las muchachas alemanas, pertenecieran o no a la BDM. Tenerlo cumplido era requisito obligado para entrar en el mercado del trabajo. En 1940, 157.728 muchachas cumplían su Pflichtjahr en el campo y otras 178.244 en núcleos urbanos.

140.

Texto citado en «German League of Girls (Bund Deutscher Mädel)», <https://spartacus-educational.com/2WWgirls.htm>.

141.

En 1937 se prohibieron los campamentos femeninos por esta causa. Solo en las convivencias con camaradas del congreso anual del partido del año 1936 en Núremberg, resultaron preñadas 900 doncellas de la BDM, sin que muchas de ellas acertaran a decidir quién era el padre (una de ellas nombró a 13 posibles candidatos). Dentro de esa tendencia general a experimentar con las bisectrices, se observaba un repunte entre doncellas procedentes del medio urbano que cumplían su servicio social en el campo (Landdienst), en explotaciones agropecuarias donde nada más asequible que el clásico revolcón en el pajar. Avanzada la guerra, y debido al trasiego de doncellas de la BDM hacia territorios ocupados, así como de prisioneros de variado origen que trabajaban en el Reich, menudearon los nacimientos de rapaces morenos y renegridos, nada arios, fruto de la socialización con franceses, checos, polacos o rusos (Kater, 2016, pp. 178-179).

142.

—¿Sabes qué significa BDM? —preguntaba el chistoso.

—Claro: Bund Deutscher Mädel, Asociación de Doncellas Alemanas.

—Sí, sí, doncellas —replicaba el otro—. Significa Bubi Drück Mich («Apriétame, Chaval») o Bedarfsartikel Deutscher Männer («Producto para Hombres Alemanes»); Bald Deutsche Mütter («Inminente Madre Alemana»); Bund Deutscher Matratzen («Asociación de Colchones Alemanes») o Bund Deutscher Milchkühe («Asociación de Vacas Lecheras Alemanas»).

143.

Kater, 2016, p. 184.

144.

Durante este empleo por cuenta del servicio en el este (Osteinsazt), algunas socializaban con polacos atractivos, pero no arios, lo que mereció un correctivo y la advertencia de que los polacos eran «un pueblo despreciable e infrahumano que merecía ser gobernado por una raza superior. Cualquier muestra de apocamiento o de cortesía incluso por parte de los representantes nazis equivalía a traicionar a los alemanes étnicos» (Kater, 2016, p. 154).

145.

Por licencia especial de Hitler emitida en julio de 1943 (Kater, 2016, p. 353).

146.

«Incluso hubo un “escuadrón de la muerte” de jovencitas comandado por las Waffen-SS cuyas muchachas llevaban los labios pintados de rojo y luchaban con ardor» (ibidem, pp. 356-357).

147.

A este grupo pertenecían los diplomáticos Adam von Trott zu Solz, Ulrich von Hassell y Friedrich Graf von der Schulenburg; los mandos de la Abwehr (Canaris [v.] y Hans Oster) y el llamado Kreisauer Kreis (v.) o Círculo de Kreisau, compuesto por unos 20 significados personajes de signo cristiano (militares, políticos socialdemócratas y juristas) que se reunían en la residencia de Moltke, en Kreisau, para planear la restauración de la democracia en Alemania y un replanteamiento de las relaciones entre los Estados europeos. Podríamos considerarlo el germen de la actual Comunidad Europea.

148.

El avión personal del Führer era un Focke-Wulf Fw 200 Condor con cuatro motores de 1.000 CV y una trampa bajo el cómodo sillón de orejas de Hitler. «En caso de peligro, aquel podía tirar de un resorte rojo para abrir esta trampa de alrededor de 1 m2 que lo arrojaría al aire. Los paracaídas estaban instalados en los asientos y no eran visibles» (Baur, 1980, p. 156). Véase Hitler’s Personal Plane, <youtube.com/watch?v=MiuZfDyKZ6I>.

149.

Otros oficiales fracasaron en sendos intentos de eliminar a Hitler por el mismo traumático procedimiento: el capitán Rudolf-Christoph von Gersdorff (21 de marzo de 1943), el teniente Ewald-Heinrich von Kleist-Schmenzin (11 de febrero de 1944) y Eberhard von Breitenbuch (11 de marzo de 1944), todos del grupo de conspiradores del coronel Claus von Stauffenberg.

150.

Véase <http://www.thirdreichruins.com/teehauswalk.htm>.

151.

Recordemos que Heinz Brandt había participado inadvertidamente un año antes (13 de marzo de 1943) en el fracasado intento de asesinar a Hitler con las bombas barométricas que harían estallar el avión del Führer. Se ve que el destino le negó una segunda oportunidad.

152.

Tresckow se encontraba en el frente ruso, lo que le proporcionaba una buena coartada, pero supuso que su nombre aparecería tarde o temprano cuando la Gestapo torturara a los detenidos. Consciente de ello, le escribió una carta a su esposa: «Hoy hace un día estupendo y en el silencio de la mañana se escucha el canto de la oropéndola. Daré un paseo por el frente». Cuando terminó la carta se internó en un bosquecillo, dio unos tiros al aire y se detonó una granada junto a la cabeza, simulando un ataque de los partisanos.

153.

Hace más de 300 millones de años solo existía un continente, Pangea, rodeado por un único océano, Pantalasa. Esta masa terrestre se dividió, hace unos 150 millones de años, en dos núcleos: Laurasia y Gondwana (que toma el nombre de una leyenda índica).

154.

Estas particiones ocurren porque el interior de la Tierra es una masa incandescente sobre la que flotan los continentes y mares, aunque lo hacen muy lentamente, unos 5 m por siglo. Los volcanes y los terremotos son consecuencia de ese movimiento.

155.

El origen del mito son unas breves referencias en los diálogos Timeo y Critias, en los que Platón asegura haber recibido los datos de la Atlántida de un amigo suyo cuyo padre lo había oído de labios de un viajero al que un sacerdote egipcio le había narrado la historia… ¡Como para fiarse!

156.

El mito de la Atlántida pudo inspirarse en el desastrado final de la civilización minoica o cretense, que dominó el mar Egeo en la Edad del Bronce y desapareció bruscamente hacia el año 1470 a. C., debido a la explosión de un potente volcán que ocupaba la isla de Thera (hoy Santorini). Impresiona pensar que el estallido del volcán lanzó al aire más de 22 km3 de rocas, equivalentes a dos tercios de la isla, unos 110 km2. La explosión produjo una ola de 110 m de altura que destruyó las ciudades minoicas y su poderosa flota. Para Herman Wirth (1885-1981), director de la Ahnenerbe, no fue un cataclismo lo que acabó con la Atlántida, sino el avance de los hielos por el mar del Norte durante las glaciaciones, un fenómeno que provocó la emigración masiva de los arioatlantes primero a Europa central y después a Asia y Europa occidental.

157.

El clérigo Jürgen Spanuth la identifica con la Atland de las sagas nórdicas; el francés Jean Deruelle la encaja entre Inglaterra y Dinamarca; el geógrafo Ulf Erlingsson la identifica con la Irlanda neolítica (y su hundimiento aludiría a las tierras del banco de Dogger, sumergidas en el mar del Norte hacia el año 6100 a. C.).

158.

Lo explica en su obra Teozoología o La herencia de los brutos sodomitas y el electrón de los dioses (1904).

159.

Ostara adopta el nombre de una supuesta diosa ostrogoda del que procedería, a su vez, el nombre de Austria. Se publicó en dos épocas: entre 1905 y 1917 y entre 1927 y 1930.

160.

Véase Visitando Auschwitz, <https://www.youtube.com/watch?v=jHJCs49yDgI>.

161.

Era difícil escapar, pero no imposible. A lo largo de sus cinco años de existencia se produjeron unas 600 fugas, de las que menos de 200 tuvieron éxito.

162.

El plan alemán era privar a la sociedad polaca de todo posible organizador de resistencia al ocupante. Idéntica intención tuvieron los soviéticos cuando fusilaron a la oficialidad polaca en Katyn. No deja de ser aleccionador que, en el siglo xx, sociedades supuestamente avanzadas resulten más bárbaras que los antiguos asirios, considerados epítome de la crueldad. Cuando los asirios sometían a un pueblo, se contentaban con deportar a otras regiones de su imperio a las clases dirigentes, según nos enseñan la Biblia y los relieves del Museo Británico.

163.

Para instalar los cuarteles de los SS, las oficinas, los talleres y las viviendas de las familias de los oficiales de las SS, se desalojó la aldea de Oświęcim y otras de su entorno. En el espacio sobrante se asentaron colonos alemanes.

164.

Hasta entonces se había asesinado a los judíos de un modo, por decirlo así, artesanal: piquetes ambulantes (v. Einsatzgruppen) que los fusilaban o camiones estancos que vertían al interior el monóxido de carbono del tubo de escape.

165.

No, como se cree, en la Conferencia de Wannsee (v.), el 20 de enero de 1942. Un bus lanzadera lleva a los turistas de un campo al otro en 15 minutos.

166.

Entonces la cámara de Auschwitz I cesó su macabra actividad (después de haber eliminado a unos 60.000 prisioneros) para remodelarse como refugio antiaéreo. Este refugio se ha reconstruido y forma actualmente parte del Museo de Auschwitz.

167.

Maria Mandel, junto con su colega y quizá amante Irma Grese (v.), ha inspirado muchas historietas del subgénero llamado Nazisploitation (v.) o porno nazi. Al término de la guerra, un tribunal polaco la condenó a morir en la horca (24 de enero de 1948).

168.

A principios de diciembre de 1941, los alemanes fracasaron en su empeño de tomar Moscú y a lo largo de ese invierno cedieron terreno al contraataque ruso. En África soportaban el avance del VII ejército británico.

169.

A finales de 1939, una epidemia de tifus produjo una gran mortandad en el campo de Buchenwald. ¿Cómo deshacerse de tanto cadáver de manera higiénica, al tiempo que evitaban la propagación de la enfermedad? La dirección del campo recurrió a la empresa Topf und Söhne, de Erfurt (a 20 km de Buchenwald). Fundada en 1878 y regentada desde 1935 por los hermanos Ludwig y Ernst-Wolfgang Topf, esta empresa producía incineradores para residuos o cadáveres de animales, pero también había ampliado su campo de trabajo al negocio de los tanatorios (la incineración ganaba partidarios en Alemania desde la promulgación de la ley de cremación de 1935).

170.

Topf und Söhne construyó 46 hornos crematorios en Auschwitz y otros 66 en otros campos. El final de la guerra impidió al ingeniero Prüfer completar su más ambicioso proyecto: un crematorio de cuatro plantas que funcionaría sin más combustible que los propios cuerpos de los incinerados. Prüfer reconoció a sus interrogadores rusos que en la primavera de 1943 sabía que los hornos que estaba instalando incineraban cadáveres de personas gaseadas.

171.

«Cada crematorio estaba equipado con cinco hornos de tres retortas. Los crematorios 2 y 3 sumaban 30 retortas capaces de incinerar 350 cadáveres por hora. Trabajando en dos turnos de 12 horas, con un intervalo de 3 horas para extraer las cenizas, podían engullir unos 5.000 cadáveres cada 24 horas. Los crematorios 4 y 5 tenían 16 retortas y 2 hogares cada uno, y podían incinerar 3.000 cadáveres diarios. A pesar de ello, en la primavera de 1944, cuando se eliminó a los judíos húngaros, los crematorios no daban abasto y hubo que quemar cadáveres en piras al aire libre (Poliakov, 1965, pp. 40-41).

172.

La procedencia de los internados o asesinados en Auschwitz era variable, pero siguió un cierto orden: Eslovaquia, Francia, Polonia, Alemania, Países Bajos, Bélgica, Yugoslavia, Bohemia, Moravia, Noruega, Grecia, Italia, Rodas y Hungría.

173.

A los niños les permitían permanecer con las mujeres para evitar lloros y alborotos, aunque para ello hubiera que sacrificar a mujeres aptas para el trabajo (VV. AA., 2017, p. 100).

174.

Uno de cada cuatro, generalmente varones entre 15 y 50 años.

175.

Entre los compañeros menos famosos de Josef Mengele (v.), destacó el ginecólogo Carl Clauberg, empeñado en hallar un método barato y efectivo de esterilizar a las mujeres de las razas inferiores. En su laboratorio clínica del bloque 10, se calcula que asesinó a unas 700 mujeres introduciéndoles en el útero sustancias tóxicas. Al término de la guerra, lo retuvieron en un campo de prisioneros soviético hasta 1955. Murió en 1957, cuando un juzgado alemán investigaba sus crímenes. Su colega Viktor Brack fue uno de los creadores del programa de eutanasia Aktion T4 (v.) y el que propuso a Himmler la esterilización de los judíos y su uso como fuerza de trabajo.

176.

El engaño no siempre funcionaba. Interrogado por el fiscal de Núremberg, el comandante Höss confiesa: «A veces, las mujeres, al desvestirse, comenzaban a dar unos gritos terribles, se tiraban de los cabellos y sufrían crisis histéricas. A estas se las llevaba detrás del edificio, y se les disparaba en la nuca», Goldensohn, 2004.

177.

Goldensohn, 2004.

178.

En 1944, la dirección del campo pidió al fabricante que suprimiera la advertencia de las latas de su pedido.

179.

Los soviéticos que liberaron Auschwitz encontraron siete toneladas de cabellos femeninos embutidos en sacos numerados y listos para el transporte. Se calcula que pertenecerían a unas 140.000 mujeres. Este pelo se empleaba en la fabricación de fieltro industrial y para las zapatillas de los submarinistas. Los huesos que no se consumían en los incineradores se trituraban para convertirlos en abono que comercializaba la firma Strem. Sin embargo, es falso que fabricaran jabón con grasa humana. El origen de este bulo pudo ser un chiste macabro que reinterpretaba las siglas de la popular marca de jabón Reichsstelle für Industrielle Fettversorgung (RIF, Centro Nacional para la Provisión Industrial de Grasa) como Reines Jüdisches Fett (Grasa Pura de Judío).

180.

En uno de los informes conservados, se mencionan 825 vagones de ropa. Había un barracón para ropa masculina, otro para la femenina, otro para el calzado, otro para enseres y piezas de cocina, otro para los víveres (que se repartían entre los miembros del Sonderkommando), otro para gafas, brochas de afeitar, aparatos ortopédicos, maletas y objetos de cuero, otro para joyas, relojes y objetos pequeños de valor rescatados de sus escondites en vestidos y hombreras. Uno de los barracones era un taller de orfebrería con capacidad para fundir el oro en lingotes que después se depositaban en la cuenta de las SS en el Reichsbank. En el actual museo del campo, se expone una fracción del material que estaba listo para la siguiente entrega.

181.

Impresiona el empeño homicida de Hitler: antepone el asesinato de la población judía de un remoto país a las necesidades de la defensa del suyo, cuando los trenes y recursos empleados eran muy necesarios en el frente. En mayo de 1944 se había extendido el ferrocarril para que los trenes penetraran en el campo y descargaran, a veces, unas 5.000 personas por convoy, junto a las cámaras de gas.

182.

En una de ellas, firmada por una tal Helene Schwartz, leemos: «Querida Lotte, me alegra informarte de que todos estamos juntos y sanos. Nuestra querida Hanicka recibe a menudo paquetes con comestibles que la alegran mucho. Escríbenos pronto». La mención de paquetes con comestibles era un ardid para provocar el envío de víveres por parte de parientes y amigos. Como es natural, nada llegaba al titular. El nombre de Auschwitz no aparecía por ninguna parte, porque las postales se matasellaban en la central de correos de Charlottenburg (Berlín). En un sello se indicaba al receptor que todo envío debería dirigirse a la Asociación de Judíos del Reich. El ardid no siempre funcionó. Algunos judíos que sospecharon que aquello era un campo de exterminio escribían en la postal: «Y dadle muchos abrazos de mi parte al tío Hans. Espero verlo pronto». El tío Hans llevaba 15 años muerto (VV. AA., 2017, p. 101).

183.

Lebor, 2002, pp. 141-142.

184.

Höss vivía como un gran señor en una mansión de diez habitaciones alhajada con lujosos muebles procedentes de los palacios polacos, cuadros de pintores famosos y estupendas vajillas y cuberterías de plata procedentes de Kanada. Los mandamases del campo escogían a sus criados entre los testigos de Jehová y Bibelforscher («estudiantes de la Biblia»), que estaban obligados por sus creencias a ser buenos y honrados. Aficionado a los caballos, Höss criaba unos cuantos purasangres Schleswig-Holstein en unas cuadras tan bien acondicionadas que ya las hubieran deseado los habitantes de las galerías vecinas. En su mesa abundaban manjares que escaseaban en Alemania y no faltaba después del café algún licor exquisito aparecido en el Kanada. La esposa de Höss evitaba a los contaminantes judíos en la servidumbre. Su hija Brigitte, entonces de siete u ocho años, recordaría en su vejez que desde aquel remanso de cómoda felicidad se veían humear las chimeneas de los crematorios y que su madre la frotaba con una toalla húmeda al acostarse por si se le habían adherido a la piel las miasmas de aquella barbacoa demasiado hecha que constantemente flotaba en el aire.

185.

Incluso se dieron casos de explotación intelectual de los condenados. «Los datos obtenidos de los experimentos de Buchenwald sirvieron para realizar la tesis doctoral de Hoven, titulada Versuche zur Behandlung der Lungentuberkulose durch Inhalation von Kohlekolloid (Ensayo para el tratamiento de la tuberculosis pulmonar por inhalación de coloide de carbono), quien recibió su grado de doctor con honores en julio de 1942 en la Universidad de Friburgo. Pero en un paso más de la degradación científica y moral, se confirmó que Hoven no redactó su trabajo, sino que ordenó que lo hicieran dos médicos prisioneros del campo, apellidados Wegere y Sitte» (López Muñoz, 2015, p. 74).

186.

El reglamento redactado por Oswald Pohl, jefe de la oficina administrativa, precisaba que el trabajo del interno debía ser «agotador en el verdadero sentido de la palabra» (muss in wahren Sinn des Wortes erschöpfend sein). En efecto, existía una variedad de trabajos agotadores para los desnutridos presos: desescombrando, picando piedra en las nuevas carreteras y en la desecación de charcas (Poliakov, 1965, p. 58).

187.

Poliakov, 1965, p. 91.

188.

En uno de estos castigos colectivos, el famoso y santo sacerdote polaco Maksymilian Rajmund Kolbe (el padre Kolbe) pidió a los SS que lo internaran a él en el puesto de uno de los condenados y de este modo alcanzó la santidad. El franciscano era conocido en los ambientes católicos y antisemitas (Kotek y Rigoulot, 2001, p. 354).

189.

Poliakov, 1965, p. 94.

190.

En su libro Eichmann en Jerusalén, un informe sobre la banalidad del mal (Arendt, 2013).

191.

Hoy solo se conservan las cámaras de gas de Dachau, Sachsenhausen y Majdanek. La que se muestra a los turistas en Auschwitz es una reconstrucción museística sobre las ruinas de la original.

192.

Strzelecki, 2008, p. 57. Decreto de 20 de julio de 1944.

193.

El resto había perecido de inanición, enfermedad, torturas o experimentos científicos.

194.

Levi, 2018, p. 254.

195.

Véase Memorial and Museum Auschwitz-Birkenau, <http://auschwitz.org/en/more/spanish/>.

196.

En el museo se exhiben los restos encontrados en los barracones de Kanada: unas toneladas de pelo cortado, más de 80.000 zapatos, unas 3.800 maletas, la mayoría de ellas con el nombre y dirección del propietario, unas 460 prótesis; unos 40 kg de gafas; 570 uniformes de prisioneros…

197.

Y cuando llegó la hora decisiva, los llamó a filas, dado que eran ciudadanos alemanes. Es la historia de Alberto Winterhalder García (nacido en Lérida, hijo de alemán y española), prisionero de los ingleses en Normandía.

198.

Abeytúa, 1945, pp. 200-203, sobre el testimonio de Rauschning.

199.

Ibidem, pp. 198 y 205.

200.

El Deutsche-Spanische Wissenschaftliche Vermittlungsstelle (Centro de Intercambio Intelectual Germano-Español), creado en 1924, facilitaba el envío de estudiosos a Alemania. «La medicina, el derecho, la filosofía y la historiografía alemanas han tenido una influencia decisiva en muchos investigadores españoles, entre ellos Américo Castro y Ortega y Gasset, que ha estudiado en Marburgo, y por medio de la Revista de Occidente ha contribuido en gran manera a que filósofos alemanes sean conocidos en España» (De la Hera, 2014, p. 70). Esta institución fue sustituida por el Instituto Alemán de Cultura, fruto de las excelentes relaciones entre la España vencedora de la Guerra Civil y Alemania. Su sede se inauguró en Madrid el 27 de mayo de 1941.

201.

Se manifestó con acuerdos de colaboración, como el uso de campamentos del Frente de Juventudes por las Juventudes Hitlerianas. En Cercedilla, pueblo de la sierra madrileña, en el actual hostal Longinos El Aribel se instaló una clínica de reposo para asistencia poshospitalaria de soldados. Hasta los años setenta del pasado siglo existió una placa en la que podía leerse: «Organización en el exterior del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán. Grupo de España. NSV Residencia de reposo». Las siglas NSV corresponden a Nationalsozialistische Volkswohlfahrt (Bienestar Social Nacionalsocialista). El ABC del 15 de abril de 1943 recoge un acto de camaradería celebrado en esta residencia entre residentes alemanes y soldados de la División Azul.

202.

Trevor-Roper, 2004, p. 156.

203.

Ibidem, p. 225.

204.

Ibidem, p. 244.

205.

Es una de las más famosas fotos de Hitler, al lado del coche, agarrándolo con una mano, con gabardina y unos pantalones bombachos demasiado cortos que dejan ver las canillas embutidas en los calcetines. Es posible que antes de escribirle a Werlin optara por otro coche de moda, el Maybach, y le negaran el crédito: «En mis días de lucha quise tener un coche Maybach —le confesó en una ocasión a su ayuda de cámara Karl Wilhelm Krause—, pero el concesionario me lo negó porque le parecí poco importante» (Döhring et al., 2018, p. 30). Probablemente alude al lujoso Maybach W3 de 1921, un coche caro, de seis cilindros y 70 CV.

206.

A Eva Braun (v.) le traspasó el primer Volkswagen que salió de la fábrica.

207.

Trevor-Roper, 2004, p. 64.

208.

El coche preferido de Hitler, un Mercedes-Benz 770K de 1931 (matrícula 1A-148461) que vemos en los noticiarios, pronto conocido como Der Grosser Mercedes («el gran Mercedes»), tenía un motor de 8 cilindros en línea y 7655 c. c., pistones de aluminio y doble compresor volumétrico, 230 CV y una velocidad máxima de 160 km/h. Además de Hitler y los principales jerarcas nazis, optaron por este automóvil Hindenburg (v.), Pío XI y el emperador Hirohito. En 1938 salió al mercado una versión del 777K mejorada (si mejorarla fuera posible).

209.

Kempka, 1954, p. 11. Olvida el dilecto chófer comunicarnos las otras características de la limusina: pesaba cuatro toneladas, solo alcanzaba los 80 km/h y consumía 60 litros en 100 km, lo que aconsejó instalarle un depósito de 300 litros. Detalle interesante: el asiento del navegador se levantaba como los de los cines para que Hitler pudiera ir de pie saludando a sus fans. A ese efecto, le habían instalado una plataforma de 13 cm de altura para elevar convenientemente los 173 cm que medía el Führer (según algunos 175, pero esa cifra, en Alemania, se prestaba a equívocos debido al Código Civil, pues se trata del artículo que se ocupa de los homosexuales).

210.

A veces lo confunden con el básico de la serie 540 G4 (sin W131) del que se fabricaron 75 unidades destinadas a jerarcas nazis. Su restauración en Alemania (2004) reveló que Franco lo había usado poco. ¿Por qué? Quizá al Caudillo le pareció excesivo el consumo de 38 litros de combustible cada 100 km o demasiado lento (máximo 67 km/h). El enorme motor de 8 cilindros en línea solo desarrollaba 115 CV, demasiado escaso para un vehículo de 3.550 kg. La joya matriculada M-4200-AD fue construida artesanalmente en 1939 en la fábrica de Sindelfingen. Patrimonio Nacional rechazó tentadoras ofertas de la casa Mercedes, que pretendía adquirirlo para su museo de Stuttgart. La historia patria no se pignora. Hoy se venera en el Regimiento de la Guardia Real de El Pardo.

211.

HaFraBa es la voluntariosa abreviación de Verein zum Bau einer Straße für den Kraftwagen-Schnellverkehr von Hamburg über Frankfurt a. M. nach Basel (Unión de Promotores para la Construcción de la Primera Carretera de Automóviles Rápidos desde Hamburgo pasando por Fráncfort hasta Basilea). Tendría dos carriles de 6 m de ancho por dirección, una separación intermedia de 2 m y arcenes de 2,50 m.

212.

El objetivo hitleriano de emplear a 600.000 parados en la construcción de autopistas solo se cumplió parcialmente, pues apenas dieron trabajo a 125.000 que percibían un salario mísero. Lo que realmente redujo el desempleo fue el crecimiento del Ejército y de la industria militar. A los trabajadores de las autopistas, los menos cualificados, les pagaban un salario tan mísero que empezó a circular este chiste: va uno de ellos al médico porque padece estreñimiento crónico y no responde a los laxantes cada vez más potentes que le han administrado. «¿Desde cuándo padece estreñimiento?», le pregunta el médico. «Desde que encontré trabajo», responde. «¿En qué trabaja usted?», inquiere el doctor. «En la construcción de autopistas», responde el paciente. El médico asiente, se echa mano al bolsillo y le entrega una moneda. «Cómprese una barra de pan, buen hombre, y se la come: ya verá como vuelve a cagar normalmente.»

213.

Es falso que las autopistas tuvieran el propósito militar de facilitar el traslado de tropas de una frontera a otra de Alemania en una futura guerra como, al parecer, pretendía el eficiente Fritz Todt. Ese cometido lo cumplía de sobra la red de ferrocarriles, como se había probado en la Gran Guerra (de hecho, esta consideración impulsó parte del trazado).

214.

En realidad, ya existía una autopista en Alemania, el tramo de HaFraBra Bonn-Colonia de 20 km inaugurado por Konrad Adenauer, alcalde demócrata de Colonia, el 6 de agosto de 1932, pero Hitler la degradó a la categoría de carretera comarcal para que no contara como autopista.

215.

«Hemos tenido que pintarlas de negro para hacerlas invisibles a la aviación enemiga. Los que saben hasta qué punto estoy encariñado con las autopistas pueden imaginarse lo doloroso que es para mí no poder circular sobre aquellas hermosas y amplias superficies blancas» (Trevor-Roper, 2004, p. 463).

216.

Ibidem, 2004, p. 461.

217.

Hitler se limitó a desarrollar una idea del canciller Heinrich Brüning (1931), que lo precedió en el cargo.

218.

Entre ellas, la del Gran Consejo de Trabajadores de Hamburgo (1923), la Asociación Alemana de Cuidado de Bienestar Gratuito (1924) o la Asociación Alemana de Ayuda Nacional.

219.

En algunas ciudades se hicieron redadas de mendigos que luego eran internados en hogares de acogida.

220.

Al principio eran unas chapitas o Abzeichen coleccionables que solían consistir en figuritas de pasta, el escudo de la ciudad, una escarapela o un minúsculo librito con fotos de Hitler. Se han catalogado unos 8.000 hasta 1945. Algunos alcanzan precios considerables en el mercado de los coleccionistas. Después, las Abzeichen se abarataron y las hicieron de cartulina en forma de escudo con símbolos provinciales y otros motivos patrióticos.

221.

Una aportación generosa podía hacerte acreedor de una Monatstürplakette («tarjeta mensual»), que colocabas en la ventana para disuadir a los recaudadores.

222.

Aproximadamente, un 20 % de la población judía, pues no todos los judíos alemanes eran banqueros, abogados y médicos. El número de los pobres necesitados de subsidios aumentó en años sucesivos, cuando muchos judíos fueron expulsados de sus trabajos debido a las Leyes de Núremberg y una ordenanza los excluyó de las ayudas sociales (Ordenanza sobre el Cuidado de los Judíos, 19 de noviembre de 1938). Otra circunstancia que agravó la situación de los pobres fue la emigración fuera del Reich de los más adinerados, que solían también ser los más precavidos. La ayuda judía recaudó 3,6 millones de Reichsmarks en la campaña 1935-1936.

223.

Mercedes insistía en que no se inspiró en el alemán: «Dicen que yo copié el Auxilio Social de Alemania. Mi idea original fue dar de comer a los niños de España. Yo no había estado nunca en Alemania, y, además, como se puede comprender, de julio a octubre no me moví prácticamente de Valladolid. ¡Si no se podía pasar! ¡Estábamos prácticamente en guerra mundial! Surgió de una manera espontánea. Yo pensaba: “¿Cómo vamos a permitir que los niños pasen hambre?”. […] Entonces se nos ocurrió la idea de las huchas. Eso sí fue por imitación. Javier lo había visto en Alemania y se le ocurrió copiarlo. En nuestras huchas ponía “Auxilio Social” con unas letras que nos había hecho un dibujante alemán», «La Guerra Civil setenta años después», El Mundo, <https://www.elmundo.es/especiales/2006/07/espana/guerracivil/hist_sanzbachiller.html>.

224.

El 15 de noviembre de 1936, segunda cuestación con entrega de una insignia que representaba el águila imperial sosteniendo entre las garras una cartela con la palabra pan. En la tercera cuestación (febrero de 1937), con Auxilio de Invierno ya integrado en la Falange, se reguló: «La característica de esta cuestación consistirá en la colocación de un emblema distinto en cada una de ellas, a cambio de un donativo mínimo de 0,30 pesetas» (art. 1). «La cuestación tendrá lugar el primer y tercer sábado de cada mes en las capitales de provincia y el domingo día siguiente en los pueblos» (art. 6). Siempre tras la senda del Winterhilfe alemán, la adquisición del emblema acabó siendo obligatoria (Orden del 23 de mayo de 1942) para toda persona que asistiese a «espectáculos públicos, restaurantes, cafés, bares, confiterías y establecimientos análogos» en los días de cuestación. Las negativas se sancionaban con multas de cinco a 100 pesetas para particulares, y de 100 a 500 para los establecimientos que olvidasen recargar la consumición con el estipendio de Auxilio Social.

225.

Se estableció en la zona sublevada el 30 de octubre de 1936: los establecimientos hosteleros debían pagar, al menos, el 25 % de la recaudación de ese día. El 16 de julio de 1937, el Día del Plato Único, se convirtió en semanal.

226.

Con posibilidad de declararte benefactor perpetuo con derecho a una ficha azul que te certificaba de derechas y te mantenía a salvo de incómodas indagaciones sobre tu pasado.

227.

La Vanguardia Española, el 14 de marzo de 1939, anuncia que el alcalde de Barcelona, don Miguel Mateu Pla, ha recibido un telegrama del embajador del Reich en Madrid, Eberhard von Stohrer, que le anuncia el envío de seis camiones Henschel de cuatro toneladas y media, obsequio del Auxilio Social alemán a la capital catalana.

228.

Bajo las necesarias apariencias de la caridad cristiana, las dos viudas nacionales se profesaron un odio africano helado y ceniciento que se trasluce en sus escritos. Vean el piadoso alfilerazo que Pilar propina a su rival, sin nombrarla: «Al llegar yo a Salamanca me encontré con ese problema que no siempre es efecto de mala voluntad, sino de deseos de servir». En las Memorias de Mercedes también encontramos alusiones piadosas a Pilar: «Nos queríamos mucho, pero tuvimos problemas porque ella era muy absorbente y yo era mujer y tenía el Auxilio Social que ella quería que le perteneciera […]. Era mucho menos humilde de lo que la gente creía, porque la veían vestida, no mal, descuidada. Yo consideraba que la mujer debía ser siempre femenina, pero ella no. Pilar tenía un poco de calva, la pobrecilla, pero no era tan fea. No era ni tan tonta ni tan humilde. Era descuidada. Es una cuestión de coquetería» (Zabala, 2013, p. 285).

229.

Unos 2.500 comedores y 1.500 cocinas, además de orfelinatos extendidos por todo el territorio nacional. Solo en Madrid recogió a 2.625 niños abandonados y sus comedores sirvieron más de 200.000 comidas a embarazadas o lactantes, y otras 100.000 a los menesterosos (Agencia EFE, 15 de marzo de 1940).

230.

Como expresa Dionisio Ridruejo: «Fue la violación de un mito […] el contraste entre la virginal dedicación de la hermana de José Antonio y la debilidad de la viuda de Onésimo», (Ridruejo, 1976, p. 79; Zabala, 2013, p. 291).

B

1.

Siempre daba la misma respuesta y casi con las mismas palabras: «Me atreví a preguntarle [a Lída Baarová] qué le había atraído de Joseph Goebbels. “Su voz —me contestó—. En una fiesta, sin saber quién era, le oí hablar detrás de mí. Pensé: de un hombre que tiene esa voz, debo enamorarme”» (Fernán Gómez, 2002).

2.

Y el hecho de que fuera un excelente conversador, lo que compensaba sus escasos atractivos físicos. En sus memorias, Lída lo describe como «un personaje interesante, encantador, inteligente y excelente conversador. Sabía mantener a una reunión hechizada con sus chistes y sus ocurrencias».

3.

Si existiera un #MeToo retrospectivo, sin duda, tendría mucha tela que cortar el ministro Goebbels. Ahí les dejo la idea, hermanas feministas.

4.

Digo «aupó» y no «se inclinó» porque la Baarová le sacaba a Goebbels poco más de una cabeza de estatura.

5.

Irving, 1996, p. 217.

6.

Imaginemos la escena: luna llena, nieles de plata en las tranquilas aguas, brisa perfumada de la orilla vegetal, una discreta guirnalda de farolillos rojos con esvástica equipada con bombillitas de pocos vatios que alumbran apenas, Anything goes, de Cole Porter, en el gramófono, Dom Pérignon 1931 en la cubitera, y en el repostero caviar Beluga, ostras de Bretaña, prosciutto de Parma…, ¡gloria bendita! La voz aterciopelada del ministro de Propaganda, que susurra endechas… Lída, que tiembla un poco entre el frío y el escalofrío y él, caballeroso, le ajusta el chal y aprovecha para acariciar con mano leve la piel estremecida.

7.

Irving, 1996, p. 255.

8.

Citado por Sigmund, 2000, p. 108.

9.

En 1946, con Jan Kopecky, sobrino del ministro checo de Interior, y en 1970 con el ginecólogo Kurt Lundwall.

10.

Viaje de novios (1956), con Fernando Fernán Gómez, Todos somos necesarios (1956) y El batallón de las sombras (1957).

11.

De eso no hay constancia segura, lo siento. En ese episodio se basa la película de Fernando Trueba La niña de tus ojos (1998), en la que persigue como un vulgar salido, lo que era, a la folclórica española Macarena Granada (Penélope Cruz). Otras aventuras del donjuán están más documentadas. No se pierdan cuando se presenta inesperadamente en el apartamento de Leni Riefenstahl (v.), con dos regalitos, a ver si la dama le cede su virtud (Riefenstahl, 1991, pp. 135-136).

12.

Hoffmann, 2003, p, 22.

13.

The Survivor of Babi Yar Massacre, Shoah Found, <https://www.youtube.com/watch?v=ybCX_3Zj7PI>.

14.

De la inflación de uniformes en Alemania circulaban numerosos chistes. «He oído que en adelante las fuerzas armadas van a vestir de paisano», dice uno. «¿Y eso?», le contesta su interlocutor. «Es para distinguirlas del resto de la población. Como todo el mundo va de uniforme…» Otro chiste, que circuló entre los trabajadores españoles en Alemania: va uno a unos urinarios y el limpiador que los cuida le llama la atención sobre la higiene que debe observar. El español, un poco molesto porque ya de entrada lo consideren un guarro, le replica: «¿Y usted qué autoridad tiene para decirme eso?». «Soy el encargado», responde el otro. «De eso nada —replica el español—. Si usted mandara aquí, llevaría una mierda en la solapa.»

15.

Por eso hay tantas sábanas santas por el mundo, porque se tocaban con la original, la de Turín, y adquirían sus potencias por contacto, que, como se sabe, tampoco existen fuera de la imaginación de sus devotos, ya que la de Turín es tan falsa como una moneda de corcho.

16.

Resultado de la fusión de los colores tradicionales de Prusia (negro y blanco) con los de la Liga Hanseática (blanco y rojo).

17.

Y describían los colores de la otra bandera como Schwarz-Rot-Scheisse («negro-rojo-¡mierda!»).

18.

Artículo 3 de la Constitución: «Los colores de la bandera del Reich son rojo, negro, dorado. La bandera civil es negra, blanca y roja, con los colores del Reich en el ángulo interno de la parte superior».

19.

Fatigoso el asunto de las banderas, me hago cargo. Podían los concienzudos germanos aprender de nosotros, que convivimos con 17 de ellas (además de la nacional y la republicana) y no contentos con ello sacamos hijuelos de alguna mediante la adición del insumiso triángulo estelado caribeño.

20.

En Mein Kampf (v.), Hitler define el simbolismo de esta bandera: «El rojo representa la justicia social que el nazismo impondrá, el blanco representa a la nación y la esvástica negra representa la misión de luchar por la victoria de la raza aria y la victoria del trabajo creativo».

21.

Federico de Hohenstaufen, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, fue un referente para los patriotas alemanes que deseaban unificarse bajo una sola y poderosa mano. Se ahogó en el río Saleph, en Anatolia (10 de junio de 1190), cuando se disponía a enfrentarse con Saladino en el curso de la Tercera Cruzada. En un principio intentaron conservar el cadáver en una barrica de vino fuerte para llevarlo a enterrar a Alemania, pero como se corrompía igualmente, optaron por hervirlo y sepultaron la carne en la iglesia de San Pedro en Antioquía, los huesos en la catedral de la Santa Cruz en Tiro (hoy desaparecida) y el corazón y las entrañas en Tarso.

22.

La primera mención de la montaña Untersberg como Vndarnsperch (Montaña del Mediodía) aparece en un documento episcopal de 1306. Según la leyenda, Barbarroja permanece sentado y tiene la cabeza echada sobre una mesa a la que su barba, que no ha dejado de crecer, le ha dado ya dos vueltas. Cuando le dé la tercera, el emperador despertará de su sueño para ponerse al frente de un ejército espectral que reñirá la batalla de los últimos tiempos, la que marque el fin del mundo, en los prados de Walserfeld, cerca de Wals, al oeste de Salzburgo.

23.

Trevor-Roper, 2004, p. 168.

24.

Ibidem, pp. 130-131. En enero de 1942 todavía ignora que ese ataque contra Rusia será su ruina.

25.

Ryback, 2010, p. 225.

26.

En 1920, Italia producía 5,5 millones de toneladas anuales de trigo e importaba los otros 2,5 millones necesarios. Gracias a la campaña de Mussolini en 1930, producía más de 7 millones de toneladas, lo que casi cubría sus necesidades (Lozano, 2012, p. 231).

27.

Kapeller, Alemania del Sur, folleto turístico del Ministerio de Propaganda del Reich, 1936, p. 90.

28.

Trevor-Roper, 2004, p. 168.

29.

Speer (v.) le cedió sus trebejos de arquitecto y no pudo hacer nada por corregir las meteduras de pata del Führer, un hombre que, como vamos viendo, ignoraba sus limitaciones. El salón principal encima del garaje determinó que cuando descorría el gigantesco ventanal retráctil con vistas a los Alpes, el hedor de la bencina y de la grasa de los automóviles aromatizaba el aire, otorgando un apreciable contrapunto olfativo al monótono aroma de los abetos y la hierba recién segada.

30.

Lo que se refleja en el decreto firmado por Himmler en verano de 1933, que advierte: «En interés del descanso del Volkskanzler [“canciller del pueblo”], los ciudadanos son requeridos a seguir estrictamente las regulaciones y de ese modo participar en que la estancia del Volkskanzler en Obersalzberg sea lo más placentera posible. Bajo ninguna circunstancia se deberá producir ningún ruido innecesario frente a la casa e igualmente cualquier griterío o uso de megáfonos. También se considerará inadecuado seguir constantemente cada movimiento del Volkskanzler con binoculares».

31.

Véase Adolf Hitler und der Obersalzberg, <https://www.youtube.com/watch?v=Nn3dOdTPMLM>.

32.

Véase Eva Braun’s Home Movies, <https://www.youtube.com/watch?v=GvV2rIszo9g>.

33.

Speer, 1976, pp. 132-133.

34.

Los acontecimientos se precipitaron. Desde el Wolfsschanze tuvo que trasladarse a la Cancillería de Berlín, y poco después al búnker del jardín, donde permanecería hasta su tránsito definitivo.

35.

«Oh, cuán rápido pasa la gloria del mundo», Kempis, Imitación de Cristo 1, 3, 6.

36.

Hoy, Obersalzberg acoge a gran cantidad de turistas interesados en visitar los lugares hitlerianos, algunos de ellos neonazis. La política del Gobierno bávaro ha cambiado al paso de los años. Donde en 1997 había un cartel que prohibía el paso e incluso hacer fotografías en el solar donde estuvo el Berghof, hoy hay carteles de orientación turística y el lugar aparece señalado en las guías. Existe un centro de interpretación del nazismo y del lugar, Dokumentation Obersalzberg (1999).

37.

Las vistas son impresionantes, pero el té te lo cobran como si lo hubieran traído del Himalaya, por la ruta de la seda, a lomos de camello. Véase Obersalzberg Now & Then, episodios 6 (<https://www.youtube.com/watch?v=KuIp0HHWwn8>) y 7 (<https://www.youtube.com/watch?v=t_EnNCFisMk>).

38.

Almuerzo en el restaurante Berggasthof Obersalzberg. Se terminó el codillo, pero cerveza hay de sobra. Vale. Las vistas al paisaje son tan espectaculares que el pollo con arroz hervidísimo pasa casi inadvertido. La moza era potente y nos sonreía como si fuéramos fans del Führer.

39.

Ryback, 2010, p. 180.

40.

Ibidem, p. 169.

41.

Entre ellos Zur Freude (Para la felicidad), de Carl Ludwig Schleich; ¿Cómo triunfar? (1927), de Oscar Schellbach; y El arte de convertirse en orador en pocas horas, del que sin duda extrajo útiles consejos (Ryback, 2010, p. 316). Es presumible que el inseguro Hitler leyera más manuales Briefsteller de autoayuda.

42.

Speer, 2001, p. 193.

43.

«Alardear ante sus allegados le producía un placer perverso y aquellos que lo rodeaban a veces sospechaban que estudiaba un tema determinado con ahínco con el mero objeto de hablar de él para poder hacer gala de “extraordinarios conocimientos”» (Spotts, 2011, p. 293).

44.

El compositor Lehar testimonia una interesante evolución del gusto musical de Hitler. En los años veinte se dejaba arrastrar por opiniones ajenas, despreciaba a Lehar y consideraba su obra «porquería» y «un horrible kitsch» (Spotts, 2011, pp. 331 y 335). Lehar era, por otra parte, deficiente en germanidad: sus raíces eran húngaras y francesas, estaba casado con una judía y todos sus libretistas eran igualmente judíos. Sin embargo, 15 años después, Hitler lo adoraba y escuchaba una y otra vez Die lustige Witwe (La viuda alegre). Incluso invitó a Lehar, ya anciano, al Berghof y le propuso la reforma de una serie de escenas en la que había estado trabajando. Además, arianizó a la esposa de Lehar, un detallazo.

45.

De ellos se conservan hoy unos 1.200 en la Biblioteca del Congreso de EE. UU., en su mayoría procedentes del depósito encontrado por las tropas americanas en una mina de sal próxima a Berchtesgaden.

46.

Entre ellos encontramos a Ernst Jünger, que le dedica Feuer und Blut (Fuego y sangre), «al Führer nacional Adolf Hitler, 1926».

47.

Llevaba al día los anuarios militares editados por las grandes potencias, en los que a modo de catálogo se incluían el estado de la marina, la aviación y las fuerzas acorazadas. Con su formidable memoria podía citar el tonelaje, la velocidad, el armamento y los otros datos de los principales acorazados del mundo.

48.

Hitler lo citó de memoria en el juicio de 1924: «Mejor que el pueblo perezca luchando con honor, pero ¡ay del pueblo que se somete a la deshonra y a la esclavitud!, porque ese pueblo está perdido» (un equivalente a nuestro «más vale morir con honra que vivir con vilipendio»).

49.

Uno de ellos, sobre el movimiento dadaísta, lleva una anotación al margen: «¡Putrefacción!». Otro, según distintos testimonios, «sobre teatro español, contiene fotografías y dibujos pornográficos» (Ryback, 2010, p. 318).

50.

Obras de Carl Ludwig Schleich, Maximilian Riedel o Ernst Schertel. El Annulus Platonis, un libro de ciencias ocultas del siglo XVIII en cuyas primeras páginas se ven algunos signos alquímicos manuscritos; Die Toten leben (Los muertos vivientes, 1922), que trata de espiritismo y ocultismo. Es significativo que algunos de estos volúmenes de ocultismo aparecieran en el búnker de Berlín, lo que significa que Hitler los llevó consigo en su escaso equipaje cuando se acercaba la hora final.

51.

Aquí encontramos, junto a la curiosa colección de grandes escritores en su relación con los judíos (Lutero y los judíos, Wagner y los judíos, Goethe y los judíos…), Los fundamentos del siglo XIX de Chamberlain, El judío internacional: el primer problema del mundo, de Henry Ford; Rassenkunde des Deutschen Volkes (Ciencia racial del pueblo alemán), de Hans F. K. Gühnter; los libros de Paul de Lagarde, Hans F. K. Günther, Jörg Lanz von Liebenfels y otros clásicos antisemitas de la época. Seguramente faltan muchos que se han perdido, entre ellos La caída de la gran raza, de Madison Grant, al que escribió una carta en la que le expresaba que su libro era «su Biblia» (Ryback, 2010, p. 154).

52.

Ibidem, p. 319.

53.

En España, las publicó Gustavo Gili en la década de 1920; Editorial Molino en los años treinta y cuarenta; Molino y Aguilar (este en dos lujosos tomos) en los cincuenta; Molino en los sesenta; Bruguera, Dalmau Socias y Favencia en los setenta, y Orbis, Editors y Círculo de Lectores en los ochenta.

54.

El 17 de febrero de 1942 (Trevor-Roper, 2004, p. 249).

55.

Hitler solía citar entre los grandes a Shakespeare y a Cervantes, pero no consta que hubiera leído el Quijote, aunque poseía una edición ilustrada por Doré de la que alabó los dibujos.

56.

¿Cómo reaccionaron los generales? Hemos de suponer que pondrían cara de póker para disimular su estupefacción.

57.

La Cruz Roja Alemana, la Cáritas católica y la Diakonie protestante.

58.

La institución se ha reproducido también en países comunistas, como los «chivatones» de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), en la Cuba de Fidel Castro.

59.

Los técnicos raciales tenían observado que los arios de la Antigüedad (los griegos creadores de cultura) ensalzaban la pilila pequeña, como se observa en la estatuaria clásica. Aristófanes menciona el canon de belleza en su comedia Las nubes (1012-1014): «Pecho sano, anchos hombros, lengua corta, glúteos fuertes y miembro pequeño». Incluso el musculado Hércules exhibe en sus estatuas una chorrinilla ridícula. De este modo expresaban los griegos la mesura y autodominio del personaje. Por el contrario, los enanos, silenos y borrachos se representaban feos, chatos y abundantemente dotados, lo que expresaba sometimiento a las pasiones.

60.

El 28 de julio de 1933 la foto apareció en el periódico local Aus der Nordwestecke ilustrando el titular: «Judas y su puta denunciados». El relato del paseo infamante de la pareja por las principales calles de la ciudad remataba: «Esta acción contra el señor D., que está casado y cuya esposa es una judía respetable, debería aleccionar a los hebreos que elogian el sentido judío de familia».

61.

Se preguntará el lector qué fue de nuestros protagonistas. El 1 de abril de 1933, los nazis de la ciudad boicotearon todos los negocios judíos. Tres días más tarde, presionado por los nazis y por su propia comunidad escandalizada, Dankner malvendió la mercería y arrendó el cine. Una semana después lo condenaron a dos meses de prisión por conducir su coche (los que eran objeto de denuncia no podían conducir hasta que se aclarara el caso). Cumplido con la justicia, en diciembre de 1933, Dankner puso tierra por medio y regresó a Varsovia; su esposa lo abandonó y se mudó a Checoslovaquia. Más desgracias: el arrendatario del cine pagaba mal y, cuando por fin satisfizo su deuda, se lo consideraron exportación de divisas, un delito penadísimo. Lo castigaron con un año de prisión y una multa de 9.000 Reichsmarks. Desesperado de la vida y obligado por la «arianización», Oskar le vendió el cine a su arrendatario, pero solo recibió 14.500 Reichsmarks, aunque el local estaba valorado en 72.000. ¿Qué podía hacer el desventurado? Lo único que le quedaba: falleció a los 48 años, de neumonía, el 7 de diciembre de 1938, en la prisión de Glatzer. En cuanto a la bella Edele y su marido, huyendo de la vergüenza, se mudaron a la Reinickendorfer Strasse de Hamburgo (31 de julio de 1933) y abrieron una zapatería. En 1967, pasada la guerra y olvidado todo, ella regresó a Cuxhaven muy enferma y falleció a los pocos meses.

62.

Quien, aunque de sangre judía, se había criado en un hogar luterano vecino del de Himmler (v.), lo que lo mantenía a salvo de malas eventualidades.

63.

Era posible dividir (o fisionar) el uranio bombardeándolo con neutrones.

64.

La fabricación de la bomba le costó a EE. UU. 2.000 millones de dólares (26.000 millones, traducidos al dólar actual). El programa alemán invirtió una cantidad 200 veces menor. Poca financiación y científicos menos preparados solo podían desembocar en fracaso (Mangravite, 2016).

65.

«Si los alemanes hubieran concentrado sus recursos [como se hizo en el Proyecto Manhattan] en lugar de dispersarlos en experimentos rivales, puede que hubieran logrado desarrollar un reactor nuclear funcional», asegura la investigadora Miriam Hiebert. Disponible en <https://www.eulixe.com/articulo/ciencia/el-cubo-que-estuvo-a-punto-de-cambiar-la-historia/20190507115816014361.html>.

66.

En 1955 declaró en una entrevista: «La idea de que Hitler tuviera la bomba me parecía horrible».

67.

En 1943, un comando inglés saboteó la fábrica de agua pesada de Rjukan (Noruega). Los alemanes intentaron enviar las existencias a Alemania, pero los ingleses echaron a pique el buque que la transportaba.

68.

En la carta fechada el 2 de agosto de 1939, leemos: «El nuevo fenómeno de la fisión nuclear podría conducir también a la construcción de bombas, y es concebible —aunque con menor certeza— que puedan construirse bombas de un nuevo tipo extremadamente poderosas. Una sola bomba de ese tipo, llevada por un barco y explotada en un puerto, podría muy bien destruir el puerto por completo, así como el territorio que lo rodea […]. Tengo entendido que Alemania ha detenido actualmente la venta de uranio de las minas de Checoslovaquia recientemente tomadas por la fuerza. Esta acción podría entenderse teniendo en cuenta que el hijo del subsecretario de Estado Alemán, Weizsäcker, está asignado al Kaiser Wilhelm Gesellschaft de Berlín, donde se reproducen algunos de los trabajos con uranio realizados en EE. UU.». Disponible en <https://www.infobae.com/historias/2020/08/02/las-cartas-con-las-que-einstein-convencio-a-roosevelt-de-crear-la-bomba-atomica-y-su-posterior-arrepentimiento/>.

69.

Después del libro de Giulio Douhet coincidieron en la misma teoría J. F. C. Fuller, autor de La reforma de la guerra (1923), y J. M. Spaight, autor de Poder aéreo y derecho de guerra (1924) y El poder aéreo y las ciudades (1930).

70.

En realidad, su motor Daimler Benz DB-606 era la suma de dos motores DB-601 de 12 cilindros, una maravilla técnica con cierta propensión a la combustión espontánea. A trancas y barrancas, pasó por varios prototipos, de los que se fabricaron 1.137 unidades entre 1942 y 1944, pero nunca se tuvo por muy operativo.

71.

Los ingleses se apresuraron a diseñar grandes cuatrimotores, el Avro 683 Lancaster y el Handley, que podían cargar más de 6.000 kg de bombas. Los americanos, por su parte, diseñaron sus «fortalezas volantes», el Boeing B-17, con capacidad para 3.600 kg de bombas, el Consolidated B-24 Liberator (3.600 kg de bombas), y el gigantesco Boeing B-29 Superfortress (9.000 kg de carga).

72.

Como especialista de vuelo acrobático, Udet ganó cierta fama internacional, lo que le permitió seducir a famosas actrices (Mary Pickford, entre ellas). Göring lo rescató de la vida frívola y del alcohol para encomendarle la dirección técnica de la naciente Luftwaffe.

73.

En 1942, Göring lo advirtió, demasiado tarde, e impulsó el Programa Amerika Bomber, al que se presentaron el Messerschmitt Me 264 y el Junkers Ju 390 (versión mejorada del Ju 290).

74.

Imprudentes palabras. El Führer estaba tan crecido y desconectado ya de la realidad que no supo apreciar que era el enemigo el que descargaría una cantidad inimaginable de bombas sobre las ciudades alemanas. Como dice el sabio adagio latino, sua quisque exempla debet aequo animo pati, «cada uno debe soportar con paciencia los ejemplos que él mismo dio».

75.

La batalla de Inglaterra desgastó a la Luftwaffe, que perdió el 30 % de sus cazas y el 25 % de sus bombarderos (1.887 aparatos y 3.368 tripulantes. Los bombarderos llevan una tripulación de cuatro hombres, eso explica la diferencia). La RAF perdió 1.547 aparatos y 510 pilotos (Bungay, 2008, p. 469).

76.

Roosevelt puso en marcha un gran plan de construcción de aviones, alarmado por la falsa creencia de que los alemanes estaban produciendo 42.500 aviones al año [la cifra real era 11.176 (Overy, 2005, pp. 155 y 156).]

77.

Los Lancaster transportaban una carga de 6.350 kg de bombas, y los Halifax, 5.897 kg con un alcance de hasta 4.000 km. El He 111 alemán solo llevaba 2.000 kg de bombas y el Ju 88 hasta 3.000, o sea, la mitad, y su alcance era también la mitad, unos 2.000 km. También es cierto que los aparatos británicos costaban el doble que los alemanes.

78.

Instrucción emitida el 23 de septiembre de 1941.

79.

Memorando C.C.S. 166/1/D por los jefes del Estado Mayor Británico, 21 de enero de 1943.

80.

De las 76.500 toneladas de bombas arrojadas sobre Alemania en 1942 se pasó a 346.166 en 1943; a unos 1,5 millones en 1944 y a 750.000 toneladas en los cinco primeros meses de 1945.

81.

El napalm es una gasolina gelatinosa obtenida mediante adición de polvo de aluminio de naftalina y palmitato (o sea, ácidos nafténico y palmítico), de ahí el nombre de napalm.

82.

Personas que pesaban 70 kg se reducían a 20. Los cuerpos solían encontrarse «yacientes en una espesa masa grasienta y oscura resultante de la licuefacción de las mantecas corporales» (leemos en un informe americano) y al propio tiempo encogidos, debido a la evaporación del agua contenida en los tejidos orgánicos. La expresión Leichenwasser («agua de cadáver») que aparece en los informes alude a los grandes charcos de líquido acuoso que se desprendía de los cuerpos desecados.

83.

Otras ciudades bombardeadas fueron Düsseldorf, Bremen, Kiel, Hanóver, Stuttgart y Schweinfurt. Para una completa información, véase el libro de Friedrich, 2003.

84.

Un interesante reportaje sobre el bombardeo del 23 de noviembre de 1943 en Berlín bajo las bombas (23 de noviembre 1943), <https://www.youtube.com/watch?v=EF0QPuTVpg4&t=4s>.

85.

El Bomber Command de la RAF arrojó sobre Alemania 1.300.000 toneladas de bombas en casi 400.000 salidas, perdió unos 10.000 aviones y tuvo 46.268 bajas mortales (el 51 % de los aviadores murió en acción y el 9 %, en accidentes). La aviación norteamericana (la USAF) arrojó 1,5 millones de toneladas de bombas (1.190.059 de ellas explosivas), perdió unos 11.000 bombarderos y sufrió unos 30.000 muertos. Los bombardeos aliados mataron a 650.000 personas y destruyeron las viviendas de 7,5 millones de alemanes. Los bombardeos alemanes sobre Gran Bretaña mataron a unas 60.500 personas.

86.

Schräge Musik («música de jazz») era el apodo de un afuste con dos ametralladoras apuntando en un ángulo hacia arriba de 30-45 grados para alcanzar al bombardero aliado en su parte inferior mientras el atacante volaba por debajo. El sistema Schräge Musik derribó el 80 % de los bombarderos británicos destruidos.

87.

Deighton, 1978, pp. 294-295. El lector interesado en una información viva y veraz sobre la campaña de bombardeos aliada y la respuesta alemana puede encontrarla en esta documentadísima novela.

88.

Overy, 2005, pp. 165 y 181.

89.

Ibidem, p. 181.

90.

El 28 de marzo de 1945 envió una circular al general Ismay, su jefe de Estado Mayor: «Ha llegado el momento de revisar los bombardeos sobre ciudades alemanas solamente para causar el pánico, aunque se esgriman otros pretextos. Si no lo hacemos pronto, nos haremos cargo de una tierra devastada y no podremos sacar de Alemania materiales de construcción porque ellos mismos los necesitarán […], es preciso circunscribirse a objetivos militares, los vinculados a la producción de petróleo y las dependencias gubernativas. Evitemos los actos meramente destinados a producir terror» (Taylor, 2005, p. 432). O sea, no hagamos más daño a Alemania, que ya está virtualmente muerta y estamos perjudicando lo que podamos sacar de ella. El cínico premier se autorretrata fielmente.

91.

Lichtenburg, subcampo de Ravensbrück (1938), Ravensbrück principal (1939), Auschwitz II y su subcampo Budy (1942), Hindenburg (1944), de nuevo Ravensbrück (enero de 1945) y Bergen-Belsen (marzo de 1945).

92.

En alemán es Die Frau mit den Hunden, «la Mujer con los Perros», pero hemos preferido el más castizo tía en lugar de mujer.

93.

Una de ellas fue la judía Dora Szafran, del bloque 15, que vio cómo la Bormann incitaba a su pastor alemán para atacar a una confinada. «Hizo que el perro fuese a la garganta», explicó. Poco después, murió. Ada Bimko, médico judía en el campo, reconoció que al hospitalillo llegaban mujeres con tremendas mordeduras. La primera mordida fue una judía griega de nombre Alegre Kalderón, evidentemente sefardita descendiente de españoles.

94.

El que también ahorcó al famoso William Joyce, alias Lord Haw-Haw (o sea, Ja, Ja).

95.

Pierrepoint, 1974, p. 82.

96.

Por complicidad en el asesinato de Walter Kadow, un militante del que se sospechaba que era informador de las autoridades francesas de ocupación.

97.

En Italia (v. fascismo), el partido se estatalizó y se diluyó en el Estado con funestas consecuencias para Mussolini, que fue depuesto por ese partido.

98.

The New York Times, 14 de enero de 1973, p. 275.

99.

Un pequeño ejemplo de la perruna adoración/adulación de Bormann suscita la admiración del jefe: «una tarde del verano de 1938, Hitler se disponía a subir al coche para salir de viaje y, dirigiendo una ojeada al panorama que ofrecía la montaña, le dijo a Bormann, de un modo incidental, que el paisaje era maravilloso en su perspectiva y que tenía algo que lo hacía reconfortante, pero que una granjita que había algo más abajo del Berghof (v.) afeaba un tanto el conjunto. Añadió que el día en que desapareciesen los campesinos que allí vivían, y que estaban respaldados por un contrato vitalicio, sería conveniente suprimir aquella casa. Veinticuatro horas después regresamos procedentes de Múnich y, tanto el jefe como yo, no queríamos dar crédito a lo que veíamos: en el lugar que ocupaba la víspera la casa objeto del comentario más arriba mencionado, se extendía un prado verde y lozano en el que pacían unas vacas». ¿Qué había ocurrido? Pues, sencillamente, que tan pronto como se hubo ido el jefe, Bormann se entendió con el anciano matrimonio que vivía en la granja y consiguió su marcha voluntaria. Proporcionó a los viejos un nuevo domicilio en el valle […]. Cuando el jefe se encontraba en el Obersalzberg (v.) acudían miles de personas al Berghof para verlo. En ocasiones tales, se pasaba Hitler horas enteras al aire libre y ante él iban desfilando los visitantes. Una noche, después de un calurosísimo día de verano, Hitler le confesó a Bormann que tales actos le resultaban agotadores, tanto tiempo a pleno sol. Cuando al día siguiente salió Adolf Hitler a la hora acostumbrada para saludar a los que lo aguardaban, se quedó estupefacto. En el sitio justo donde habitualmente solía situarse, se alzaba un árbol de grueso tronco y copa frondosa que lo acogía con su sombra. Durante la noche, Martin Bormann lo había hecho transportar hasta allí y lo había plantado en el lugar adecuado, y lo curioso fue que arraigó. Claro que Bormann se cuidó de hacerlo regar constantemente mediante una instalación de lluvia artificial hasta que hubo echado nuevas raíces. ¿Cabe reprochar a Hitler que se dejase impresionar por episodios como los consignados?» (Kempka, 1954, pp. 18-23). Otro ejemplo: durante las comidas con Hitler tomaba la misma dieta vegetariana del jefe y bebía limonada, pero luego, cuando se retiraba a sus aposentos, se atiborraba de salchichas y cerveza.

100.

En su interesante correspondencia con su esposa (de enero de 1943 a abril de 1945), relata sus aventuras extramaritales, que ella aplaude con entusiasmo: «Este hombre afortunado se siente increíblemente feliz estando doblemente casado —le escribe—. ¿Qué dices, amor mío, de este loco marido tuyo?». Gerda acoge la idea encantada: «Reunir todos los niños en la casa del lago y vivir juntos, y la mujer que no esté embarazada en ese momento siempre estará en condiciones de estar contigo» (Zentner, 1974, p. 475).

101.

«Cuando nos encontrábamos de regreso y cruzábamos el puente de los Inválidos, vimos a Bormann y al doctor Stumpfegger, que yacían en el suelo con los brazos y piernas abiertos. Sus rostros eran plenamente reconocibles. Tomé a Bormann en mis brazos y no noté en él reacción alguna. Me acerqué a su pecho y no percibí su respiración. En el cuerpo no se apreciaban ni heridas ni manchas de sangre. Sospechamos que se había envenenado» (Trevor-Roper, 2020).

102.

Harding, 2017, p. 37.

103.

Más concretamente, Walter Heck diseñó el uniforme negro como los cojones de un grillo, tan favorecedor cuando se complementa con una cabeza rubia —aria pata negra— de cogote recto pelada al cero alrededor y con el pelo más largo aplastado con fijador por arriba; su compadre Karl Diebitsch diseñó la daga y otros complementos que ponían al SS más bonito que un san Luis.

104.

Así se hacía llamar Hitler cuando iba de incógnito.

105.

Speer, 2001, p. 86.

106.

Trevor-Roper, 2004, p. 195.

107.

Entrevista con Ilse Braun en Gun, 1968, citada por Sigmund, 2000, p. 183.

108.

En el estudio de este fotógrafo posó Hitler para una serie de fotografías en poses oratorias, algunas francamente histriónicas, sonrojantes.

109.

Ilse vio la anotación del diario y arrancó las 22 páginas que abarcaban del 6 de febrero de 1935 al 28 de mayo de 1935. Estas páginas, que luego devolvería a su hermana, son lo único que se ha salvado de sus diarios. Hoy se custodian en los Archivos Nacionales de Washington D. C. Pueden consultarse en <https://www.jewishvirtuallibrary.org/eva-braun-s-diary>. El día de su cumpleaños, anota: «Esta noche ceno con Herta. ¿Qué otra cosa puedes hacer cuando eres una solterona de 23 años? Acabaré mi cumple con glotonería y borracha. Creo que eso es lo que él querría que hiciera». Unos días después, encantada porque la ha visitado sin que lo esperara, anota: «Está pensando en que deje la tienda y en comprarme una casita», o sea, en ponerle un piso como hacían los ricachos de la época con sus queridas. ¡Qué pequeñoburgués eres, mein Führer!

Ojo: en 1949 se publicaron unos diarios mecanografiados que Eva Braun supuestamente escribió entre 1937 y 1944 y confió al cineasta Luis Trenker para su custodia. Aunque se ha probado que son falsos, siguen circulando en modernas ediciones.

110.

La casa, construida en 1925, saqueada en 1945, se demolió en 2015.

111.

Como un televisor que pronto sería útil (la primera transmisión pública fue la de las Olimpiadas [v.] de 1936), y el prototipo del Volkswagen (v.) recién salido de la fábrica.

112.

Especialmente Herta Ostermayr (primera secretaria de Hitler) y Marion Theissen (de casada, Schönemann).

113.

Albert Speer, a quien «repugnaba cómo Hitler trataba a su amante» (Speer, 2011, p. 108), señala que Hitler «mostraba hacia ella un trato desconsiderado, opresivo y vejatorio».

114.

Sigmund, 2000, p. 199.

115.

En marzo de 1939, doña Franziska, la madre, y su hermana Margarete (Gretel) la acompañaron en un viaje de placer por los fiordos noruegos a bordo del buque Robert Ley, de Fuerza a través de la Alegría (v.). Para embarcarse viajaron a Hamburgo en el avión privado de Hitler. En agosto de 1939, Eva y su hermana asistieron al Festival de Cine de Venecia. A partir de entonces, las Braun pasaban casi cada año unas vacaciones de verano en Italia. Se conservan abundantes películas que Eva hacía con un tomavistas en el novedoso Agfacolor en Capri, en Rávena, en la bahía de Paraggi, cerca de Portofino, bronceándose en la playa mientras hacen punto o retozando en el agua. Por cierto, Eva, en bañador ceñido, resulta curvy (excepto por el perfil culibajo) y francamente atractiva. Otras películas filmadas en la cotidianeidad del Berghof nos muestran a Hitler con sus invitados, a Eva tomando el sol o paseando, e incluso a Eva en su visita al set de rodaje de la película Der laufende berg, de Hans Deppe (1941). Las posibles fotografías de Eva desnuda en «la playa aislada en el lago Wolfgang, agosto de 1943» no es seguro que sean de ella, lo lamento por la afición. Véanse <https://www.lasegundaguerra.com/viewtopic.php?t=12151>, <https://www.criticalpast.com/video/65675077844_Eva-Brauns-family_Eva-Braun-swims_gymnastic-bridge_women-knitting_shadow-of-Eva-Braun>, <https://www.youtube.com/watch?v=K0ZoLIfoe64> y <https://www.youtube.com/watch?v=6-QJ03jsrBA>.

116.

Incluso asistió a los mítines del amante de su hija y figuró entre los heridos del atentado de la cervecería Bürgerbräukeller (v. atentados contra Hitler).

117.

Eva se aficionó a la ropa cara. Tenía varios abrigos de pieles, numerosos vestidos de París y una colección de zapatos del acreditado Ferragamo de Florencia.

118.

Entre las películas tomadas en la terraza del Berghof hay algunas escenas en las que coquetea abiertamente e incluso entre risas se deja amagar un piquito en los labios por uno de ellos. Véanlo en Dokumentation der II Weltkrieg in Farbe, <https://www.youtube.com/watch?v=pKi4_mLS1pI>.

119.

Gretl Braun nos da detalles que nos permiten suponerlo: en una entrevista de 1948 le pregunta el periodista: «¿Se atrevía Eva a criticar a Hitler en su cara?». Gretl responde: «Le afeaba a menudo cómo vestía, porque lo hacía sin cuidado, con chaquetas demasiado anchas. Ella, sin embargo, siempre estaba impecable y a la moda. Hitler no le daba importancia a la ropa. Ella se empeñaba en que él apareciera elegante, pero él se ponía cualquier cosa y no se esforzaba en combinar corbatas o zapatos con el traje. Era como si lo hiciera a posta para enfadar a Eva. Quizá fuera una forma de tomarle el pelo, de controlarla manipulando sus emociones». «¿Le gastaba bromas?», pregunta el entrevistador. «Lo hacía constantemente —responde Gretl—: “Evi, estás engordando tanto que me da reparo que me vean contigo. Deberías adelgazar un poco”, y a Eva le entraba el pánico hasta que él soltaba una carcajada y le decía que en realidad estaba estupenda.» Véase «Hans S. Giesler on Hitler & Eva Braun», <https://rodoh.info/forum/viewtopic.php?t=2980&start=10>.

120.

Tschapperl, «tontita» o «inocentona», el diminutivo cariñoso con el que solía llamarla.

121.

Véase <https://vidasfamosas.com/2011/02/16/eva-braun-la-dama-de-la-alemania-nazi/>.

122.

«Salió Martin Bormann llevando en brazos a Eva Hitler, con un vestido negro de tela fina y la rubia cabeza colgando hacia atrás. Esta escena me emocionó casi más todavía que el espectáculo del jefe muerto. Eva había odiado a Bormann y por culpa de él, había tenido en vida numerosos disgustos. Decidí que no podía llevarla él. Me acerqué y, sin decir palabra, tomé de sus brazos el cadáver de Eva. […] En el exterior, batido por las granadas rusas, el doctor Stumpfegger y Linge habían dejado el cadáver del Führer a cosa de 3 m a la derecha de la salida del búnker, sobre el suelo […]. Entre Günsche y yo colocamos a Eva Hitler al lado de su marido. […] Llenos de ansiedad, aguardamos a que cediese un poco la intensidad del fuego para rociar los cuerpos con la gasolina […]. A mi lado, Günsche y Linge realizaron este mismo postrer servicio a Hitler y a su esposa, cuyo vestido ondulaba suavemente a impulsos del viento hasta que quedó inmóvil al irse empapando de gasolina» (Kempka, 1954, pp. 44-46).

123.

En una declaración jurada ante el Ejército de EE. UU., Braun declaró: «En 1937, me exigieron oficialmente unirme al Partido Nacionalsocialista. Tras consultarlo con mi superior, Dornberger, este me manifestó que no tenía más remedio que afiliarme si quería seguir desarrollando los cohetes y disponer de los fondos necesarios. En este momento yo ya era director técnico en el Centro del Ejército en Peenemünde (mar Báltico). Aquellos trabajos interesaron en los niveles más altos. Así, mi negativa a unirme a la fiesta habría significado que tendría que abandonar el trabajo de mi vida. Por lo tanto, decidí unirme. Mi afiliación al partido no implica ninguna actividad política». Véase <https://lasegundaguerra.com/viewtopic.php?t=13612>. Seguramente es sincero, como lo manifiesta el hecho de que siendo quien era siempre vistió de paisano en un ambiente en el que a sus connacionales les encantaba ir de uniforme.

C

1.

En virtud de la ley de feriados (27 de febrero de 1934).

2.

La versión española fue la fiesta de San José Artesano (la palabra obrero sonaba a rojo y se había sustituido por productor) y organizaba en Madrid multitudinarias tablas de gimnasia integradas por afiliados a Educación y Descanso, la versión española de la Opera Nazionale Dopolavoro (OND) italiana, inspiradora a su vez de la Kraft durch Freude alemana (v. Fuerza a través de la Alegría).

3.

Para estos menesteres descristianizadores existió una oficina del Comisionado para la supervisión de toda la educación intelectual y filosófica del NSDAP en la Oficina Rosenberg (v.).

4.

«No hay entre ellos —remachaba Mallwitz— un hombre puro o normal. Hitler es un candidato a la locura; Himmler, un sádico que se deleita torturando y ejerce sobre Alemania una dictadura sangrienta; Göring, un eunuco; Ribbentrop, un resentido que con la guerra quiere hacer expiar a la conservadora y aristocrática Britania que su hijo, por serlo de un antiguo viajante de champaña, no fuera admitido en el colegio de Eton. Para vengar su humillación quiso, ¡infeliz!, humillar a la orgullosa corte inglesa levantando el brazo, con grave infracción del protocolo, durante una recepción ante el monarca […]. Las figuras de segundo orden carecen de personalidad y de talento; solo se distinguen por una rapacidad insaciable, que los mueve a competir en adulación para alcanzar nuevas prebendas», Abeytúa, 1945, pp. 53-55.

5.

Rauschning, 2006, p. 225.

6.

De las memorias de Kempka, Ich habe Adolf Hitler verbrannt (Yo quemé a Hitler, 1951). Kempka era famoso por sus conquistas femeninas, que Hitler aprobaba: «Una buena vida sexual del chófer se nota en su forma de conducir, más relajada».

7.

En 1949 publicó sus memorias: Zehn Jahre Tag und Nacht Kammerdiener bei Hitler [Diez años mayordomo de Hitler día y noche].

8.

El fruto de esta indagación fue un informe presentado a Stalin el 30 diciembre de 1949, publicado por Eberle, 2008.

9.

Parece que el origen de estas camisas rojas está en las prendas de trabajo usadas en un saladero con las que comparecieron los obreros de la llamada Legión Italiana a la defensa de Montevideo (1843).

10.

Principalmente, el derecho a usar sobre el uniforme tres condecoraciones: el Cabrio de Honor, la insignia dorada del partido, reservada a los primeros 100.000 afiliados, y la Blutorden u Orden de la Sangre (v.), limitada a los participantes en el Putsch (v.) de Múnich de 1923.

11.

Speer, 2001, p. 82.

12.

Oficialmente, Mannschaftsstamm und straflager («equipación para prisioneros»). Los hemos visto en algunas películas, como la memorable de John Sturges La gran evasión (1963), con Steve McQueen en su mejor papel. Esta historia se basaba en una evasión real ocurrida el 24 de marzo de 1944 en el campo para oficiales aviadores Stalag Luft III, en Silesia, cerca de Zagan. Escaparon 76 prisioneros, de los que fueron recapturados todos menos tres. Hitler hizo fusilar a 50. Véase The Great Escape Camp, <https://www.youtube.com/watch?v=74z_V_-Fqb4>.

13.

Kotek y Rigoulot, 2001, p. 308.

14.

El primer campo de concentración, Dachau, se inauguró el 22 de marzo de 1933.

15.

En vista de que pintaban bastos para todo el que no comulgara con los nazis, algunos católicos que todavía conservaban cierto humor cambiaban las palabras del padrenuestro et ne nos inducas in tentationem («y no nos dejes caer en la tentación») por et ne nos inducas in concentrationem («y no nos dejes caer en un campo de concentración»). Los centros de detención extrajudicial, denominados Schutzhaftlager («campos de arresto protector») con logrado eufemismo, ya habían aparecido fugazmente durante la Gran Guerra para internar a revoltosos como Rosa Luxemburgo. Los regentaba el Ministerio de Defensa.

16.

Las denominamos checas en recuerdo de los centros de detención comunistas. El 31 de julio de 1933 existían 70 centros de detención que albergaban a 27.000 presos (Kotek y Rigoulot, 2001, p. 313). Entre estos Wilde Lager destacaron el regentado por Karl Ernst en Berlín y el de Edmund Heines en Breslau-Dürrgoy que Göring mencionaría en los juicios de Núremberg (v.).

17.

Kotek y Rigoulot, 2001, p. 310. Göring declararía en los juicios de Núremberg que los campos (Stammlager) surgieron espontáneamente por iniciativa privada de Gauleiters (v.) y otros jefes provinciales. La idea pudo provenir de Göring, que en su infancia había visto campos semejantes en el África austral. En su calidad de ministro del Interior de Prusia, Göring promulgó un edicto (17 de febrero de 1933) que autorizaba la violencia armada en defensa del Estado. Poco después creó una Policía estatal (Hilfspolizei) de 50.000 agentes, que por reclutarse en su mayoría entre las SA estaba más al servicio del partido nazi que del Estado.

18.

Solo dejó en manos de las SA el de Oranienburg, que, por su proximidad a Berlín, podía servir de advertencia a la población comunista.

19.

Un chiste al respecto. Se encuentran dos amigos, uno de los cuales ha pasado una temporada en Dachau: «¿Qué tal te ha ido?», le pregunta el otro. «Muy bien. Es un lugar bastante cómodo y no te maltratan. Es más, a las nueve te traen un desayuno estupendo a la cama, café o chocolate, a elegir; luego paseo, película, juegos…, lo que quieras. A la hora del almuerzo, una comida exquisita y después recreo hasta la cena. Es fantástico.» «Me alegro de oírlo —dice el interlocutor—, porque nuestro amigo Müller que también ha estado allí cuenta pestes.» «Por eso está allí de nuevo», dice el escarmentado.

20.

Aunque la fecha oficial del traspaso de Göring a Himmler puede datarse el 10 de febrero de 1936.

21.

Los malos tratos eran tan habituales que en algún caso había que distinguir a un recluso protegido con el letrero Nicht schlagen («no pegarle») en la espalda (Abeytúa, 1945, p. 52).

22.

Amarillo para los judíos, rojo para prisioneros políticos, verde para delincuentes, azul para extranjeros, púrpura para objetores de conciencia (testigos de Jehová y estudiantes de la Biblia), rosa para homosexuales, negro para asociales Gemeinschaftsfremde («ajenos a la comunidad») y vagos (v. Arbeitsscheu), marrón para gitanos. Algunos llevaban una letra en el centro del triángulo para indicar nacionalidad: B para belgas (Belgier), F para franceses (Franzosen), I para italianos (Italiener), J para yugoslavos (Jugoslawen), N para noruegos (Norweger), P para polacos (Polen), T para checos (Tschechen), U para húngaros (Ungarn); N para neerlandeses (Niederländer). Los españoles lucían una S, a veces RS (Republikanische Spanier, «republicano español») o SP para distinguirlos del simple Sicherheitsverwahrter («prisionero en detención preventiva»), que también llevaba una S. Los que habían vulnerado las leyes raciales (acostándose con personas prohibidas), Rassenschänder, Rassenschänderin o Judenhure, tenían sus propias marcas: las mujeres, un triángulo invertido amarillo sobre otro negro; los hombres, al contrario.

23.

Kotek y Rigoulot, 2001, p. 324.

24.

Recordemos que la República española también dictó una controvertida «ley contra vagos y maleantes» (4 de agosto de 1933), que contemplaba su internamiento en campos de concentración (se programaron cuatro: Burgos, Puerto de Santa María, Alcalá de Henares y la isla de Annobón), luego ampliados por Franco para incluir a los homosexuales (15 de julio de 1954).

25.

Las principales fueron Deutsche Erd- und Steinwerke (DESt, Empresa Alemana de Piedra y Tierra), Deutsche Ausrüstungswerke (DAW, Fábricas Alemanas de Equipamiento) y SS Ostindustrie (GmbH, Industrias del Este, abreviado Osti).

26.

Entre ellas, Adidas, AEG, Audi, BMW, Blizt (filial de General Motors), Bosch, Daimler-Benz, Dynamit Nobel, IG Farben, Junkers, Knorr, Krupp, Oetker, Siemens y Volkswagen.

27.

Poliakov, 1965, p. 59.

28.

Los primeros fueron Struthof (2 de septiembre de 1939), para judíos de Dánzig, proyectado antes de la invasión de Polonia; Leopoldshall (septiembre de 1939), para gitanos; Neuengamme (4 de junio de 1940); Gross-Rosen (agosto de 1940); Sachsenhausen (1 de mayo de 1941) y el más importante de todos, Auschwitz (mayo de 1940).

29.

Circular del 30 de abril de 1942: «La guerra exige un claro cambio en la estructura de los campos de concentración […], el internamiento por razones exclusivas de seguridad, educación o prevención hoy no tiene razón de ser. El centro de gravedad se desplaza a la economía» (Kotek y Rigoulot, 2001, p. 367).

30.

Ibidem, p. 369.

31.

Idem.

32.

Emmerich, 2005, p. 128.

33.

Buchenwald Atrocities (1945), <https://www.youtube.com/watch?v=yti_vbcQWqs>.

34.

Con este propósito, Himmler (v.) ordenó la eliminación de «todos los sujetos polacos que en el pasado hayan desempeñado cualquier cargo de responsabilidad o que podrían liderar una resistencia nacional» (17 de octubre de 1939).

35.

Su comandante, Christian Wirth el Terrible (der Grausame) —cabeza rapada, bigotito a lo Hitler, gesto agrio—, aportaba la experiencia de haber eliminado miles de minusválidos con el plan Aktion T4 (v.) por medio de monóxido de carbono embotellado o conectado a tubos de escape de motores de explosión. Suya fue la brillante idea de simular que las cámaras de gas eran duchas.

36.

El 23 de diciembre de 1942, una comunicación radiada descifrada por los ingleses expresa algunas cifras: 24.733 en Majdanek; 101.370 en Sobibor; 434.508 en Bełżec; 713.355 en Treblinka; total, entre los cuatro campos: 1.273.966 muertos (Rees, 2005, p. 237).

37.

En el campo femenino de Ravensbrück existía el término Muselweiber («musulmana»).

38.

El hambre enloquecía a los reclusos hasta el punto de que se dieron bastantes casos de canibalismo, como confiesa en sus memorias el comandante del campo de Auschwitz Höss (v.): «Solíamos encontrar, al cavar las zanjas, cuerpos de rusos que, asesinados por otros compatriotas y comidos en parte, desaparecían en el fangal» (Kotek y Rigoulot, 2001, p. 357). Jorge Semprún, interno en Buchenwald, comenta el proceso en su novela La escritura o la vida: «Veía mi cuerpo, su delgadez creciente, una vez por semana, en las duchas. Ningún rostro, sobre ese cuerpo irrisorio […]. Lo habitual era salir de la enfermería por la chimenea del crematorio» (Semprún, 1995).

39.

Poliakov, 1965, p. 68.

40.

Suárez Fernández, 2015, pp. 188.

41.

Para espiar el paso de naves por el estrecho de Gibraltar, Canaris organizó una cadena de 17 observatorios que abarcaban la costa andaluza, entre Cádiz y Almería, y la costa africana, desde el cabo Espartel hasta Melilla (la Kriegsorganisation Spanien). Resulta sospechoso que con ese caudal de información confundiera el intenso tráfico marítimo de la Operación Torch (desembarco aliado en Marruecos y Argelia, noviembre de 1942) con un inofensivo convoy de aprovisionamiento destinado a Malta, mientras más de cien submarinos alemanes acechaban inútilmente el desembarco aliado en Dakar, a 3.000 km del verdadero objetivo. De igual modo, se tragó sin pestañear el viejo truco de los planes de invasión aliados en el cadáver del falso comandante William Martin (Operación Mincemeat [v.]). Finalmente, nunca sospechó que los aliados estaban descifrando los mensajes de Enigma (v.) casi desde el principio de la guerra.

42.

Keitel, 2020, p. 171.

43.

Preston, 1998, p. 514.

44.

«Había quesos de Argentina con una corteza muy gruesa para aguantar el viaje, o azúcar que llegaba a Lisboa», recuerda Julio Ara. Disponible en <https://www.heraldo.es/especiales/el-oro-de-canfranc/>.

45.

Manifestaciones de Jonathan Díaz, en la estación en noviembre de 2000.

46.

En la cámara acorazada del Banco de España en Madrid se conservan todavía 38 lingotes de oro que llevan acuñada el águila alemana con la cruz gamada en el círculo inferior. ¿Qué se hizo del oro restante? Se empleó en el pago de los créditos norteamericanos que vencieron en 1957.

47.

Los documentos acreditativos, en parte hallados casualmente en el año 2000 por el ciudadano francés Jonathan Díaz, se custodian en el Archivo Histórico Ferroviario de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles. Después del hallazgo, funcionarios de Patrimonio registraron la estación y recogieron 24 sacas de documentos que estaban esparcidos por distintas dependencias y en parte deteriorados. Corresponden a los decenios treinta, cuarenta, cincuenta y sesenta del pasado siglo.

48.

También se exportaron por Canfranc «resina, corcho, aceite de oliva, vino, arroz, aceite de trementina, frutos secos y conservas de pescado. Una curiosidad la constituyen las nueve toneladas de mayonesa que se envían a Suiza. Todo esto va preferentemente a Suiza, Francia, Italia, Suecia y Hungría. A Alemania, muy poca cosa: solo algo de vino y aceite» (Campo, 2002, p. 68).

49.

SS Cap Arcona 1927-1945, <https://www.youtube.com/watch?v=SD-6S7bfB5g>.

50.

Poco después se recibió otra comunicación por radio; QWA 8: «Enmascaren el buque y regresen a su puerto base evitando el canal de la Mancha». El 27 de agosto de 1939 se emitió el QWA 9: «En el plazo de cuatro días deben arribar a puertos alemanes. Caso de imposibilidad ingresen en puertos españoles, italianos, japoneses, rusos u holandeses; los puertos de EE. UU. solo deben tocarse en caso de extrema necesidad».

51.

Emmy Göring, 1972, p. 15.

52.

La placa de la dedicación decía: «Al ministro presidente Hermann Göring, quien protege el honor de Prusia con mano de hierro, dedicamos la tierra del Wuckersee para su uso vitalicio. Que pueda encontrar el placer de la naturaleza en los bosques de Prusia. Berlín, 26 de octubre de 1933».

53.

Ciano, 1946, p. 328.

54.

El embajador americano William C. Bullit lo describe en una carta: «Su trasero mide al menos 70 cm de diámetro, lo que lo obliga a usar unas hombreras de 6 cm cada una para dar a sus hombros la misma anchura que a sus caderas» (Irving, 2008, p. 232).

55.

Kersaudy, 2011, pp. 444-445.

56.

Todavía en 1944, con la guerra perdida, Göring estaba diseñando una nueva ampliación de Carinhall, un ala adicional de 200 m que albergaría el futuro Museo Hermann Göring de obras de arte. Pensaba inaugurarlo para celebrar su sexagésimo cumpleaños, el 12 de enero de 1953.

57.

Emmy Göring, 1972, p. 16.

58.

¿Cómo podemos precisar estas cifras? Porque Rose Valland, una empleada del Museo del Jeu de Paume de París en el que Göring almacenaba las obras de arte expoliadas de museos franceses, belgas y holandeses, así como de colecciones particulares de judíos en la Europa ocupada, tuvo la idea de llevar secretamente un asiento contable de las obras allí depositadas hasta constituir los lotes que se enviaban por ferrocarril a Alemania. A partir de sus anotaciones, el historiador Jean-Marc Dreyfus ha publicado Le catalogue Goering, Flammarion, 2015.

Göring contó con la experta colaboración de Otto Kümmel, director de los Museos Nacionales Alemanes y devoto nazi, que lo ponía sobre la pista del arte alemán residente en el extranjero, principalmente su favorito, Lucas Cranach, aunque tampoco le hizo ascos a otros grandes maestros no arios (Velázquez, Van Gogh, Botticelli, Rubens, Renoir, Monet, Cézanne o Munch).

59.

Algunas obras de arte demasiado pesadas las hizo enterrar o las sumergió en el lago, entre ellas una Venus regalo de Mussolini, la Madame de Pompadour de Jean-Baptiste Pigalle, el Bañista de Jean-Antoine Houdon y algunas artísticas fuentes.

60.

¿Qué ocurrió con los restos de Carin? Asombra un poco que Göring, tan cuidadoso en la evacuación de sus tesoros artísticos, no se llevara consigo también los restos de su amada. El mausoleo se dinamitó con los restos dentro y los rusos hurgaron en sus ruinas en busca de supuestos tesoros. El 10 de abril de 1947, una excavación oficial encontró el ataúd y los restos de Carin, a la que faltaban la cabeza y los pies. La familia sueca de la difunta recuperó los restos «de un torso humano» y después de su cremación devolvió las cenizas al panteón familiar en la iglesia de Lovön, isla de Ekerö, cerca de Estocolmo. En 1991 se encontraron nuevos restos y el análisis de ADN demostró que también pertenecían a Carin.

61.

«Hitler había hecho un esbozo para la Casa del Arte sirviéndose del reverso del menú de una fonda en 1931, un museo del más austero estilo griego del que aún hoy se habla en broma como la “Estación Atenas” de Múnich. El museo se inauguró en 1936 y hacia 1938 el partido ya lo había reconocido como el rompeolas conservador y estable, opuesto a la corriente del arte judío y decadente. Hitler atesoraba en su apartamento un libro de fotos del palacio de Cnosos de Creta, y esto influyó en sus gustos arquitectónicos. Esbozó a tinta cientos de monumentos, memoriales, arcos, puentes y edificaciones templiformes con una notable habilidad para las proporciones y las perspectivas, aunque demasiado propenso a los diseños excesivamente suntuosos, como los de Gottfried Semper, quien había levantado muchos edificios en Viena en el siglo XIX. Fue Troost quien más influyó en Hitler, en las ideas neoclásicas, en las inmensas columnas de mármol y de granito, y en edificios desproporcionadamente bajos y rectangulares que iban a caracterizar los 12 años del régimen nazi» (Irving, 1990, p. 158).

62.

Shirer, 2013, I, p. 347. Incluso algunos artistas que anteriormente habían coqueteado con la pintura degenerada regresaban contritos y se hacían perdonar con obras claramente Blut und Boden.

63.

Es el retrato de cuatro estilizados desnudos femeninos, la especialidad de Ziegler, al que sus colegas apodaban Maestro del Vello Púbico Alemán.

64.

Todo se le perdona por ser autor también de un retrato de la sugerente actriz Lili Marberg representando a la bíblica Salomé en la pasable ópera de Strauss.

65.

También excretó, en el campo de la crítica artística, un libro reivindicativo de la pintura favorita del Führer, Säuberung des Kunsttempels: eine kunstpolitische Kampfschrift zur Gesundung deutscher Kunst im Geiste nordischer Art (La purga del templo de arte: una campaña política de arte para la recuperación del arte alemán en un estilo nórdico, 1937). Resultó tan excesivo que el propio Himmler (v.) le aconsejó que dejara la pluma y siguiera con los pinceles, que era lo suyo.

66.

Otros famosos retratistas de Hitler fueron Heinrich Knirr, con Der Führer (1937), que luego superó con Adolf Hitler, der Schöpfer des Dritten Reiches und Erneuerer der Deutschen Kunst (Hitler, el creador del Tercer Reich y renovador del arte alemán, 1937). ¿Se puede ser más zalamero? Pues sí, al año siguiente le ganó por la mano Hubert Lanzinger con el retrato Der Bannerträger (El portaestandarte, 1938), que representa a Hitler a caballo, con armadura medieval, sosteniendo con robusto brazo una gran bandera nazi. Comenzada la guerra, los retratistas se basaban siempre en fotos: Conrad Hommel retrató a Hitler como general invencible en Der Führer und Oberste Befehlshaber der Wehrmacht (El Führer y comandante supremo de la Wehrmacht, 1940), Franz Triebsch lo retrató posando en la escalera en Bildnis des Führers (Retrato del Führer, 1941) y Karl Truppe hizo su propia versión en 1943.

67.

Die Partei (El Partido, 1938) y Die Wehrmacht (El Ejército, 1938), dos estilizados y sin embargo musculosos arios desnudos que sostienen respectivamente una antorcha y una espada.

68.

El grupo escultórico, un bronce de 5 x 3,5 m, fechado el 14 de noviembre de 1941, fue incautado por los rusos en el estudio del artista en Wriezen. Una copia se exhibe en el Breker Museum de Schloss Nörvenich.

69.

Identificado con el nazismo, Breker fue represaliado después de la guerra; el 90 % de su obra resultó destruido por los bombardeos o intencionadamente. En 2006, una exposición retrospectiva que intentaba recuperarlo recibió acerbas críticas. Para la revista Der Spiegel, «sus imágenes servían de lavado de cerebro […]. Breker le dio visibilidad a la imagen del hombre de los nazis, a aquel racismo de la raza superior. Diseñó los héroes que servían de ejemplo a los soldados».

70.

De su Venus Anadiomena opina la revista Signal (n.° 17, 1941, p. 29): «Le ha dado los rasgos profundos del alma alemana a esta Venus que, fiel a la representación de la antigüedad griega, acaba de salir del mar, húmeda y fresca como la mañana».

71.

Esta pregunta que todos nos hacemos se la hace un personaje de Fred Uhlman en la novela No Resurrection, Please (aparecida en español como El retorno). Uhlman era uno de los judíos que escapó a tiempo de la Alemania nazi y se trasladó a España y después a Inglaterra, donde pasó el resto de su vida (Uhlman, 1999).

72.

Kershaw, 2002, p. 56. El propio historiador responde: «Tanto el azar como los desaciertos de los conservadores representaron un papel mucho más importante que las acciones del propio Hitler».

73.

Idem.

74.

Eslava, 2015.

75.

Trevor-Roper, 2004.

76.

Novak, 2016, p. 37. A lo largo de su libro, Novak sugiere que la costumbre de razonar abductivamente pudo adquirirla Hitler de sus lecturas juveniles de las novelas de Karl May (v. biblioteca de Hitler), por las que estuvo tan obsesionado que esta adicción afectó negativamente sus estudios, según él mismo confesaba.

77.

Ibidem, p. 37.

78.

Vallejo-Nájera, 1987, p. 259.

79.

Ludwig, 2011, p. 22.

80.

Tiempo, 20 de enero de 2014, p. 27.

81.

Schwarz, 2019, p. 123.

82.

Ludwig, 2011, p. 31.

83.

Kershaw, 2009, p. 562. Quizá Hitler removió ciertos posos recónditos y deplorables del alma alemana (o Volksgeist). Como respuesta a la idea universalista de la fraternidad bajo el dominio de la razón impulsada por la Ilustración francesa, surge en Alemania una valoración de lo irracional formulada como Sturm und Drang («tormenta y fuerza»), un movimiento romántico que exalta la individualidad y el sentimiento.

84.

«Desprovista de todo sentido del mal, Alemania ha recaído en la más oscura barbarie», anota en su diario el exiliado Thomas Mann el 3 de marzo de 1933 (Mann, 2021). Aquí se observa que, a pesar del pulimiento de la cultura, la carencia del poso romano hace aflorar, en determinadas circunstancias, la fundamental barbarie que subyace en el carácter de ciertos pueblos (dicho sea sin señalar concretamente a ninguno).

85.

Además del terrorífico cohete V-2 (v. V-1 y V-2), que ascendía hasta la estratosfera antes de abatirse sobre su objetivo, silencioso y letal, estaban el turborreactor Me 262, el avión-cohete Me 163; la bomba dirigida Fritz X y el mortífero carro de combate Tiger.

86.

Submarinos propiamente dichos, queremos decir. Hasta entonces la Kriegsmarine había tenido sumergibles mucho menos operativos.

87.

El objetivo de la Operación Overcast (20 de julio de 1945) era «ayudar a acortar la guerra contra el Japón y cooperar con la investigación militar en la posguerra». El 3 de septiembre de 1946 se le agregó la Operación Paperclip, que tenía por misión investigar el desarrollo armamentístico alemán con ayuda de técnicos alemanes mantenidos «bajo custodia militar indefinida».

88.

Fundada por la Universidad de Berlín en 1911, la Kaiser Wilhelm Gesellschaft se había convertido en una verdadera factoría de premios Nobel (por cierto, con predominancia de judíos, ocho de ellos, un doloroso desmentido de la superioridad de la raza aria en cuestiones intelectuales). Sus distintos departamentos abarcaban casi todas las ramas de las ciencias prácticas: física, química (con electroquímica), matemáticas, biología (con fisiología celular), agricultura y antropología, entre otras. No todos los científicos se mantuvieron al margen de los crímenes nazis: algunos del Departamento de Medicina se implicaron en los horrores de los experimentos con cobayas humanas realizados en campos de exterminio.

89.

Los franceses, desde su posición más débil, no aspiraban a capturar científicos, sino patentes, siguiendo con su tónica ya empleada en la Gran Guerra de quedarse con las patentes del enemigo como botín de guerra.

90.

Al término de la guerra se divulgó que se había suicidado con cianuro en el bosque de Praga y nadie lo buscó para acusarlo de haber diseñado Auschwitz.

91.

Gröttrup, 1959.

92.

El Gobierno soviético lo colmó de honores y hasta le regaló una lujosa dacha a las afueras de Moscú, pero él prefirió regresar a Alemania, a la RDA, naturalmente, y en cuanto tuvo ocasión se escapó a la RFA, también naturalmente.

93.

Abeytúa, 1945, p. 124.

94.

Una empleada de una fábrica de cartuchos denunció a una compañera que le había contado este chiste: «Hitler y Göring están de pie, en lo alto de un radiotransmisor (Lagergebiet). Hitler dice que quiere dar a los berlineses un poco de alegría. Göring le replica: “¿Entonces por qué no saltamos desde la torre?”». El Tribunal del Pueblo dictó la siguiente sentencia el 26 de julio de 1943: «La señora Marianne K., en su condición de viuda alemana de guerra, ha intentado socavar nuestra sólida moral de defensa y nuestro trabajo eficiente en aras de la victoria en una fábrica de armas haciendo uso de palabras malévolas contra el Führer y el pueblo alemán, expresando con ello el deseo de que perdamos la guerra. Por eso, y debido a que se ha comportado como una checa, aunque es alemana, se ha situado al margen de nuestra comunidad patriótica. Ha perdido el honor para siempre y por lo tanto es condenada a muerte» (Herzog, 2014. p. 157). Escuchar la radio enemiga también se penaba con la muerte: «Arthur Emmerlich, de 34 años; Kurt Staffelhauer, de 41, y Alfred Grunberg, de 27, han sido condenados a muerte por los tribunales populares para sancionar el delito de inteligencia con el enemigo y por intentar desorganizar la capacidad bélica del pueblo alemán. Así se calificaba el delito de escuchar una emisora británica en la radio» (Abeytúa, 1945, p. 66).

95.

Abeytúa, 1945, p. 66.

96.

Las obras maestras del género son El gabinete del doctor Caligari (1920), de Robert Wiene; El Golem (1920), de Carl Boese; Nosferatu, el vampiro (1922), de Friedrich Wilhelm Murnau; y su culminación, Metrópolis (1927), de Fritz Lang, que prefigura el advenimiento del nazismo en la solución corporativista del conflicto social entre la ciudad de la superficie (capitalista) y la subterránea (obrera).

97.

Fue la especialidad del director Arnold Fanck, maestro a su vez de Leni Riefenstahl (v.), que comenzó su carrera como actriz de este tipo de películas. Der heilige Berg (La montaña sagrada, 1926); Die weisse Hölle vom Piz Palü (El infierno blanco de Piz Palü, 1929); Stürme über dem Montblanc (Tormenta sobre el Montblanc, 1930) y SOS Eisberg (1933).

98.

Con lo de la piedra en el estanque batracio no exagero. «El 5 de diciembre de 1930 Leni Riefenstahl asistía en el cine Mozartsaal, de la Nollendorfplatz de Berlín, a la première de la película Sin novedad en el frente, basada en la famosa novela homónima de Erich Maria Remarque. La película de Lewis Milestone había ganado dos óscares y llegaba a las pantallas alemanas precedida por una bien merecida fama como el mejor alegato antibelicista de su tiempo. De pronto, apenas empezada la proyección, se produjo en la sala un griterío y un pánico. Pensé de momento que se había declarado un incendio. Muchachas y mujeres se habían levantado de sus asientos chillando. La proyección se había interrumpido y hasta que estuve en la calle no me enteré de que un tal doctor Goebbels, cuyo nombre yo ni siquiera conocía, había provocado el pánico con centenares de ratones blancos que soltaron en la sala al comienzo de la proyección» (Riefenstahl, 1991, p. 77).

99.

Forbidden Films: A film from Felix Moeller, <https://www.youtube.com/watch?v=f6TZCUlx_ts>.

100.

Admirador a su pesar del cine soviético, Goebbels pensaba: «El cine, a causa de sus efectos en las masas, es el más importante medio de propaganda al servicio de la nación. Por medio de él será revelado al pueblo el verdadero espíritu de la revolución. Hasta ahora, bajo el absurdo pretexto de la libertad del arte se ha envenenado al pueblo moral y políticamente» (Fernández Álvarez, 1933).

101.

El nuevo organismo editó una especie de índice de películas prohibidas en el que se incluían todas las soviéticas y algunas alemanas, entre ellas El testamento del doctor Mabuse (1933), de Fritz Lang, cuyo pecado consistía en alienar a los espectadores con problemas «insípidos» y «desmoralizantes».

102.

«La música y la letra deben estar impregnadas del espíritu alemán, ser susceptibles de exaltar y mostrar las virtudes viriles de la raza. Autores y músicos serán alemanes. En cuanto al personal obrero de los talleres, actuará dentro del Reichsfachschaft Film, adscrito a la organización sindical nazi (Nationalsozialistische Betriebszellenorganisation).» Igualmente, la crítica cinematográfica, que en Alemania había alcanzado casi la categoría de género literario, se reservó al departamento ministerial Filmbeobachtung (Observación de Cine, 1936), lo que excluyó a los críticos independientes.

103.

Unos partieron al exilio y otros permanecieron en Alemania y terminaron en las cámaras de gas, entre ellos Kurt Gerron (Varieté, 1925; El Ángel Azul, 1930); Otto Wallburg (El congreso se divierte, 1931) y Georg John (Recuerdos de una monja, 1927).

104.

Creó una productora, la Cautio Treuhand GmbH, que fue adquiriendo a bajo precio las docenas de compañías en quiebra o en apuros, incluida la potente UFA (1937). Finalmente, las englobó todas, tanto propias como ajenas, en el UFI Group (1942).

105.

En Hollywood ya había centroeuropeos que se ganaban bien la vida (Ernst Lubitsch, llegado en 1923; Michael Curtiz, desde 1926). Entre los fugitivos del nazismo, se incorporaron los directores Fritz Lang, Douglas Sirk, Billy Wilder, Karl Freund y Joe May; los actores Marlene Dietrich, Peter Lorre, Conrad Veidt (el mayor Strasser de Casablanca, 1942) y el jefe de estudios de la UFA, Erich Pommer.

106.

Los ingresos generados por exhibición de películas alemanas en el extranjero cayeron de un 44 % de los gastos de producción en 1933 a solo un 7 % en 1937. Por una vez, buena parte de la culpa la tuvieron las distribuidoras judías de EE. UU., que boicotearon al cine alemán.

107.

Películas como Wunschkonzert (1941), de Eduard von Borsody, que narra el contrariado amor de una bella joven y un teniente de la Luftwaffe (v.) que deben aplazar la boda varias veces porque cada vez que están a punto de casarse la patria lo envía a alguna misión urgente (España con la Legión Cóndor, Afrika Korps, invasión de Rusia…). En El gran amor (1942), de Rolf Hansen, en la que un teniente de la Luftwaffe enamora a una bellísima cantante con la que pasa unas horas en un refugio antiaéreo (está visto que los pilotos eran los únicos que ligaban en la época, con detrimento de los submarinistas). El amor prosigue a pesar de que los eventos de la guerra se obstinan en separarlos cuando están a punto de casarse. Finalmente, él regresa herido del frente del este y por fin pueden consumar y mirar el cielo esperanzados en el futuro (por cierto, un cielo por el que surcan escuadrones de bombardeo alemanes, que lo cortés no quita lo valiente).

108.

Inaugura el género El flecha Quex (1933), de Hans Steinhoff, un biopic sobre el mártir de las Juventudes Hitlerianas (v.) Heini Völker, asesinado por los comunistas en una lucha callejera en los heroicos tiempos del Kampfzeit (v.). Otra película de mártires es SA-Mann Brand (1933), de Franz Seitz, historia de un camionero, Fritz Brand, miembro de las SA (v.), en la que nos conmueve la escena en que una madre regala a su hijo por su decimosexto cumpleaños el uniforme de las Juventudes Hitlerianas y un retrato de Hitler. La tercera película es Hans Westmar (1933), de Franz Wenzler. Se titulaba originalmente Horst Wessel: Ein Deutsches Schicksal [Horst Wessel: un destino alemán] y era la biografía de Horst Wessel (v.), pero a Goebbels le pareció mal que el héroe nazi apareciera en un prostíbulo y obligó a cambiar el nombre del protagonista.

109.

A menudo los protagonistas son aviadores (un oficio todavía romántico y deportivo). Destacó como actor el piloto exhibicionista Ernst Udet, que protagonizó la película de Heinz Paul proyectada en España como Alas milagrosas (1935) cuando la Luftwaffe comenzaba a enseñar la patita, pero todavía no alarmaba a la Europa feliz y confiada. A su estreno en España el 22 de diciembre de 1938 asistió el general Queipo de Llano. La crónica de ABC decía: «Canto alado de los aviones sobre un mundo que respira guerra. Alas milagrosas, de destacado valor educativo, recoge, por medio de audaz cámara, maravillosos paisajes […]. La ciencia y la audacia están encarnadas en Ernst Udet, el mago de la aviación alemana, que señala a los jóvenes las rutas desconocidas que conducen a la victoria».

110.

La película alemana sigue censurada, pero la inglesa puede verse en <https://www.youtube.com/watch?v=dMTHwuQnIKA>.

111.

La victoria de la fe (1933) y El triunfo de la voluntad (1935).

112.

La guerra del Führer: 1943, <https://www.youtube.com/watch?v=JcXSZnb50qo>, y German News, 1944, <https://www.youtube.com/watch?v=09Y72cUgjzo&t=285s>.

113.

Das Erbe [La herencia, 1935]; Erbkrank [Enfermedad hereditaria, 1936]; Opfer der Vergangenheit [Víctimas del pasado, 1937] y Alles Leben ist Kampf [Toda la vida es lucha, 1937].

114.

Suchsland, 2014.

115.

El 17 de abril de 1945, con Berlín sitiado por los rusos, invitó a la cúspide nazi a la proyección de Kolberg: «Dentro de cien años —les dijo—, cuando se proyecte una gran película en color sobre los hechos que estamos viviendo actualmente, ¿qué papel interpretaréis, el de héroes o el de cobardes? Seguro que no tenéis ninguna duda y no querréis que el público os silbe cuando aparezcáis en la pantalla…» (España, 2001).

116.

A pesar de que Hitler no lo podía ver y lo había vetado para dirigir a Wagner (v.) en Bayreuth (v.), debido a que se hizo un lío con las partituras cuando dirigía un concierto de gala en honor de los reyes de Yugoslavia (1939). Este episodio convenientemente adornado le permitió pasar por enemigo de Hitler en la posguerra. Uno nunca sabe cuándo lo viene Dios a ver.

117.

Véase <https://www.youtube.com/watch?v=0zDL4j9haQ0&list=FL8YkwnVjIuT6tnCBKnacY3g&index=188>.

118.

Douglas Sirk, ya huido a EE. UU., declaró: «Zarah no era ni nazi ni antinazi: solo le interesaba su carrera».

119.

The Times, 11 de julio de 2003. Antony Beevor sostiene en su libro El misterio de Olga Chejova (2004), que esta actriz —que también fascinaba a Hitler— trabajaba para el Smersh, la agencia de contraespionaje soviético. No me extraña que perdieran la guerra si todas las beldades trabajaban para los rusos.

120.

Viktor und Viktoria, <https://www.youtube.com/watch?v=KXS6ALMggfM>.

121.

Después de la guerra esta muerte en circunstancias sospechosas se relacionó con un suceso que al parecer la actriz le confió al director de cine Adolf Zeissler: invitada por Hitler en la Cancillería, él se arrojó a sus pies y le suplicó que lo pateara y le hiciera daño, a lo que ella se negó horrorizada, como es natural. Una de tantas historias forjadas para dañar la imagen del Führer como si con la mera verdad no saliera suficientemente dañada. No me la tengan en cuenta.

122.

Marika Rökk: Die Csardasfürstin, <https://www.youtube.com/watch?v=XEVZtmllvQQ>, e Ich brauche keine Millionen (Musik, Musik, Musik), <https://www.youtube.com/watch?v=G54J4Imb2ss>.

123.

<https://www.youtube.com/watch?v=SjA9EhSsZJo>.

124.

Habrán deducido que era bisexual. Dado que su homosexualidad era notoria, hoy nos parece que su mayor éxito fue escapar indemne del Tercer Reich y que además lo incluyeran en la lista de los Gottbegnadeten, los elegidos de los dioses. También se casó, tras divorciarse de la Mann, con la aria y aristocrática actriz Marianne Hoppe, ojazos, la reina (Die Königin) del teatro alemán de posguerra, la inolvidable y ya olvidada Blanche Dubois en Un tranvía llamado Deseo (1947) de Tennessee Williams.

125.

Nicolás Meseguer, 2004.

126.

En esta empresa participaron Johann Wilhelm Ther, representante alemán de Cifesa, ruso blanco emigrado; Sergio Ortzcup y Joaquín Reig Gozalbes. Cifsa distribuyó en España La canción de Aixa, Mariquilla Terremoto y España heroica; mientras Ufilms distribuyó Carmen, la de Triana, El barbero de Sevilla y Suspiros de España.

127.

El Führer vio Morena Clara en su versión original, pero años después la hizo doblar en alemán por el Reichsfilmkammer (Departamento de Cinematografía del Reich). Esta versión se estrenó como Temperament für Zwei (Temperamento para dos), en noviembre de 1941.

128.

Yraola, 1999, p. 3.

129.

Los interiores de las dos versiones se rodaron en los estudios de la UFA, pero los exteriores de la versión española se rodaron en Sevilla y la serranía de Ronda, mientras que los de la versión alemana se rodaron en las heladas montañas de Düsseldorf. Imperio había memorizado los diálogos en alemán con ayuda de Gussy Holl y de Lucie Höfflich, una vampiresa del cine mudo, ya retirada, que seguía en el ambiente porque estaba casada con el actor Emil Jannings. En el rodaje de esta película se inspira la producción de Trueba La niña de tus ojos (1998), con guion de Rafael Azcona. Las malas lenguas propalaban, pero la verdad solo Alá la conoce, que Imperio y Marlene Dietrich congeniaron tanto tras coincidir en los estudios UFA que mantuvieron una relación lésbica, extremo que Imperio siempre desmintió.

130.

«¡Qué horror! Fue terrible, la gente enloquecida. Todo el país destrozado, lleno de cristales. A la mañana siguiente fui a ver a mi sombrerera y a su marido, que eran judíos. Se habían suicidado. Y Hitler con un abuelo judío. Debía de odiarle mucho» (entrevista de José Eduardo Arenas, ABC, 26 de octubre de 2001).

131.

Había que añadir a esta producción cinematográfica la de documentales de propaganda franquista y anticomunista, algunos de los cuales se proyectaron en salas alemanas: El azote del mundo (Geissel der Welt, 1936), que no llegó a estrenarse por su deficiente calidad; ¡Arriba España! (1938); La España heroica (1938); Héroes en España (Helden in Spanien, 1939); Romancero marroquí (Der Stern von Tetuan/Marokkanische Romanze, 1939), de C. Velo y E. Domínguez Rodiño, en el que un campesino marroquí comprende que hay que luchar en el bando franquista para asegurar el bienestar y la protección que Franco otorga a su familia; Nuestra misión (Unsere Auftrag, 1939), exaltación de la gran labor que realiza la Sección Femenina de Falange; La guerra por la paz; Los conquistadores del norte; Segundo Consejo Nacional de la Sección Femenina; Conserva pura tu sangre; No te pertenece en exclusiva.

132.

Carl Vincent Krogmann, el alcalde de Hamburgo que acompañó a Hitler en un viaje de barcaza por el puerto, cuenta en sus memorias que Hitler dijo entusiasmado: Wir können mehr als die Amerikaner, «Hamburgo tiene algo de americano». Por consiguiente, quería dotarla de obras espectaculares en el tiempo de los transatlánticos que causaran admiración a los viajeros que llegaban a Alemania a través de su puerto. El arquitecto Konstanty Gutschow planeó unas instalaciones que lo convertirían en la llave del comercio marítimo mundial, con muelles kilométricos jalonados de grúas gigantescas y un puente de 750 m de luz sobre dos enormes pilares de 180 m más espectaculares que los del puente de Brooklyn de Nueva York (1883) o el Golden Gate de San Francisco (1937), así como el rascacielos Gauhochhaus, de 250 m de altura.

133.

No exagera el embajador. Oigamos al propio Hitler en un discurso de 1938: «Esta juventud no aprende otra cosa que pensar como alemán, actuar como alemán. Con diez años formarán parte del Jungvolk (Pueblo Joven); con 14, de las Hitlerjugend (Juventudes Hitlerianas); posteriormente, del partido y del Arbeitsdienst (Servicio del Trabajo). Después de que hayan servido en las fuerzas armadas (Wehrmacht), los incorporamos a las SA, a las SS, y así sucesivamente, y no volverán a ser libres durante toda su vida» (Knopp, 2005, p. 11).

134.

Agramonte, 1955, pp. 411-414.

135.

El vagón era el n.° 2419-D de la Société des Wagons-Lits, construido en 1913 como restaurante y adaptado en 1918 para oficina del mariscal Foch. Después del armisticio volvió a transitar los chemins de fer de Francia hasta que en 1921 decidieron exhibirlo como reliquia histórica en el patio del Museo del Ejército (les Invalides, París). En 1927 el alcalde de Rethondes tuvo la idea de integrar el vagón en el proyecto de musealización del lugar del armisticio y lo instaló en un edificio hecho a su medida.

136.

Construido en 1867, en tiempos de Napoleón III, el mariscal Foch lo usó durante la guerra como sala de mapas y conferencias, con una mesa de 2,5 x 1,5 m.

137.

«A los heroicos soldados de Francia, defensores de la patria y del derecho, gloriosos libertadores de Alsacia y Lorena».

138.

Shirer, 2013, II, pp. 161-162.

139.

«Aquí, el 11 de noviembre de 1918 sucumbió el orgullo criminal del Imperio alemán, vencido por los pueblos libres que pretendía domeñar».

140.

Shirer, 2013, II, pp. 161-162.

141.

Véase <https://www.youtube.com/watch?v=AerUaQQjtPQ>.

142.

El 2419-D no sobrevivió a la guerra. En enero de 1945 lo trasladaron sucesivamente a Turingia, Eisenach, Ruhla y Crawinkel, donde el 9 de abril de 1945 las SS lo volaron por orden del Führer. El bastidor fue a la chatarra en 1974.

143.

A las que se sumaba la eficiencia combinada de los responsables de la zona, el Gauleiter (v.) de la Baja Franconia Julius Streicher y del alcalde Willy Liebel, al que se confió la presidencia de la Zweckverband Reichsparteitag (Mancomunidad para las Instalaciones de los Congresos del Partido del Reich).

144.

Julius Streicher (v.) lo adquirió en 1935 con fondos del partido y luego lo amplió agregándole el edificio administrativo de la empresa Siemens. En 1936 se reformó para añadirle el «balcón del Führer», un arengario desde el que Hitler podía presenciar los desfiles y recibir el aplauso de sus incondicionales.

145.

Agramonte, 1955, pp. 411-414.

146.

No obstante, se salvó una copia enviada a Inglaterra que hoy está disponible en internet: Sieg des Glaubens, <https://www.dailymotion.com/video/x12wbzw>.

147.

El documental de la gentil cineasta, de tres horas de duración (aunque a los cines les distribuyeron una versión más corta), inmortalizó la fastuosa catedral de luz de Speer (v.), pero sobre todo a Hitler, que aparecía descendiendo de los cielos (en su aeroplano, claro) y mucha profusión de tomas cenitales, picados, contrapicados y planos nadir para que el espectador vibre con la cadencia del paso de oca y se sienta sobrecogido por las procesiones de antorchas. Algunos generales protestaron por la escasa presencia de la Wehrmacht (v.) en la cinta. Riefenstahl los compensó con un documental dedicado a las fuerzas armadas en el congreso de 1935: Tag der Freiheit: Unsere Wehrmacht, <https://www.dailymotion.com/video/x1enpje>.

148.

Consecuentemente, el documental de la ya inevitable Leni Riefenstahl se tituló Tag der Freiheit: Unsere Wehrmacht (Día de la libertad: nuestras fuerzas armadas).

149.

Leni lo recogió en el documental Festliches Nürnberg (Núremberg festivo), que abarca los congresos de 1936 y 1937, de solo 21 minutos. Véase <https://altcensored.com/watch?v=teO9VVHFcNw>.

150.

Goebbels, 1998.

151.

Cuando se probó que la acusación era falsa, Fritsch intentó desafiar a duelo a Himmler, pero el padrino escogido, el general Rundstedt, no se atrevió a cursar el documento. Desengañado de la vida, Fritsch escogió suicidarse exponiéndose al fuego enemigo durante la campaña polaca y rechazando los cuidados médicos.

152.

Frau Merkel, de verdad se lo digo, ¿no sería más sensato dejar cambiar el águila por el ave fénix, la que incesantemente renace de sus cenizas, como símbolo de Alemania?

153.

«Die Vergangenheit, die nicht vergehen will» («El pasado que se obstina en que no lo olvidemos»), en la sección cultural del prestigioso Frankfurter Allgemeine Zeitung el 6 de junio de 1986.

154.

El filósofo y sociólogo Jürgen Habermas publicó su respuesta en el semanario Die Zeit, disponible en <https://core.ac.uk/download/pdf/71044917.pdf>.

155.

«Modesto Suárez, Ernesto del Campo, Luis Sánchez Maspons, Luis Abeytúa y otros varios abandonaron Salamanca por Berlín para convertirse cien por cien en funcionarios del Ministerio de Propaganda del Reich. Con el tiempo, la mayoría de ellos se transformaron en corresponsales berlineses de la prensa española» (Garriga, 1977, p. 100).

156.

Entre los expulsados, se cuentan los españoles Augusto Assía, de La Vanguardia, y Bermúdez Cañete, de El Debate (Santos, 2012, p. 54). «Los corresponsales estábamos sometidos a un doble control administrativo por el Ministerio de Propaganda y policial por la Gestapo […]. Todos los medios eran buenos para inquietar a los corresponsales con el espectro de […] expulsiones perentorias, con un plazo de ocho o diez días para ausentarse del país» (Xammar, 1974, citado por Santos, 2012, pp. 55-56).

157.

Penella de Silva, 1945, p. 238.

158.

«Propaganda cuidaba de los detalles prácticos (raciones extraordinarias de carne, mantequilla y pan, cartilla de fumador [20 cigarrillos diarios], ropa y calzado de buena confección)» (Fredborg, 1943, p. 8). «Los corresponsales de la prensa extranjera constituíamos, con los diplomáticos, el cuerpo de señoritos del nuevo orden mundial. Todo eran atenciones y facilidades. Doble racionamiento, cupo especial de gasolina, viajes a donde quisiéramos, fiestas y también —por desdicha— ayuda económica para el que la necesitara o dijera necesitarla. Propaganda buscaba piso a los corresponsales, Propaganda gestionaba entradas para los espectáculos, Propaganda proporcionaba cuanto se quisiera, hasta novias. Más de un periodista y diplomático recordará aquella tarjetita en la que no había más que unas señas: Giesebrechtstrasse 11» (Penella de Silva, 1945, p. 245). El periodista sueco da otra dirección de «una casita encantadora en las afueras de Berlín, Julienenhof 11, dispuesta para el recreo de los periodistas» (Fredborg, 1943, p. 25). El modo de recibir las cartillas de doble racionamiento revela, según Abeytúa, «la falta de elegancia de la Administración nazi, que imprimía al acto un sello de depresiva humillación […]. Teníamos que formar cola con un mendicante aire de sopistas. Un colega italiano me dijo en una de tales esperas: “A recoger el plato de lentejas. Personalmente no me importa porque nosotros hemos vendido hace tiempo la primogenitura, pero ni el Foreign Office ni el Quai d’Orsay harían esto con tan poca distinción”» (Abeytúa, 1945, pp. 208-209).

159.

«Era relativamente fácil descubrirlo, porque la audición se tornaba dificultosa. Con el teléfono ocurrían cosas extraordinarias […]. Una vez descolgué el aparato y pude escuchar una discusión entre dos funcionarios que evidentemente estaban relacionados con el control de los teléfonos […] en nuestro piso de Jerusalemstrasse observó mi esposa que todos los días, a eso de las ocho de la tarde, se producía un ruido semejante al chasquido de un interruptor. Una cuidadosa investigación reveló en la pared un interruptor que nada tenía que ver con la instalación eléctrica ordinaria. Detrás de él descubrimos un micrófono» (Fredborg, 1943, pp. 29-30).

160.

Entre ellos, Penella de Silva, Garriga, Xammar y Abeytúa, que reconoce que mientras estuvo en Berlín fue «todo lo objetivo que permitían las circunstancias» (Abeytúa, 1945, p. 120). Había, no obstante, un peligro: «Cualquier colega que al salir del Reich —y eran mayoría— dijera sobre el régimen lo que no podía telegrafiar desde Berlín, veía publicados los episodios menos edificantes de su vida en Alemania» (ibidem, p. 219).

161.

Rodríguez Puértolas, 2008, p. 928.

162.

Ramiro Ledesma Ramos escribe de él: «Bermúdez Cañete tenía a su cargo en el periódico la sección económica y financiera. Era la única aportación del catolicismo oficioso que figuraba en La Conquista del Estado. Algunas veces se le veía un poco vacilante y retraído, hasta que un día descubrió en la redacción que don Ángel Herrera, su mentor y maestro, los calificaba a todos de hegelianos empedernidos, estatólatras y una porción más de herejías. Con frecuencia se quejaba a Ledesma de ese espíritu del periódico; pero el director, que lo conocía bien, no se molestaba mucho en tranquilizarlo, encomendando esta función a la mecanógrafa de la administración, que lo hacía a maravilla, con solo ser puntual en la entrega de los 25 duros mensuales que percibía Cañete».

163.

El 25 de enero de 1935 recibió una orden del Ministerio de Propaganda alemán exigiéndole que abandonara el país en el plazo máximo de ocho días.

164.

Trapiello, 2001.

165.

Chaves Nogales, 2012, p. 126.

166.

Ahora, 17 de mayo de 1933. Sus reportajes para Ahora en 11 entregas, entre el 14 y el 28 de mayo de 1933, se han reeditado en 2012 (véase «Bibliografía»).

167.

González-Ruano, 2017, p. 310.

168.

Garriga, 1965, p. 214.

169.

González-Ruano, 1933.

170.

Es conocido el esteticismo que acompaña a su aristocrática delgadez: bigotito lineal, ceja casi siempre arqueada, fumar con boquilla de marfil y plata, solicitar recado de escribir al camarero de la cafetería en la que se exhibe cotidianamente, dejarse crecer la uña del meñique y lucir un anillo con el sello del apócrifo marquesado de Cagigal.

171.

González-Ruano, 1933, pp. 13-15.

172.

Su leyenda negra, seguramente solo gris, sostiene que en su etapa parisina se lucraba enviando a España, a través de Andorra, a judíos fugitivos de los nazis a sabiendas de que sus compinches del Pirineo los asesinarían para robarlos, tras violar a las mujeres.

173.

Artículo en La Joven Europa, enero de 1942.

174.

«La Cruz voladora siembra / doce semillas gigantes / que en el azul luminoso / súbitamente se abren: / flores de tallo cortado, / balancines inestables, / lluvia armada que desciende / sobre la tierra de nadie […]. / Son doce bengalas vivas, / doce aerolitos de carne, / doce arcángeles de guerra, / doce bélicos arcángeles. / Los toldos de blanca seda / parecen palios triunfales. / Del cielo bajan las cúpulas / de las nuevas catedrales / del templo del heroísmo, / que empieza por el remate (en la antología Poemas de la Alemania eterna, 1940).

175.

Miquelarena, 1942, pp. 129-131.

176.

Una muestra de su trabajo que guarda evidente paralelismo con aquella lucecita de El Pardo que se atribuía al trabajo nocturno del Generalísimo, idea copiada, a su vez, de Mussolini: «¡La noche! ¡La noche! He aquí el tema extraño y virgen de la gran Alemania. Duerme el pueblo ario, el de los hijos de la luz, mientras su Führer, que saca plata de aquellas montañas, atento al bien de su pueblo, cosecha inspiración en las profundidades de la noche. ¿Y qué negará ella a sus fieles enamorados? («El trabajo del Führer. La tarea de la noche», Destino, n.° 185, 1 de febrero de 1941, citado por Vilanova, p. 234). También escribió: «Adolfo Hitler conoce la naturaleza humana, prevé sus debilidades […]. Habló Hitler y puso el bálsamo de su palabra en todas las llagas […], primavera de bélicos clarines […], anuncio de una victoria aplastante antes de que muera el año. Todo ello dicho y entonado en forma tal que no hay miedo de que mientras quede en el calendario una sola hoja de 1941 vuelva a respirar la duda en el cerebro de los alemanes» (Diario de Barcelona, 31 de enero de 1951, citado en ibidem, p. 236).

177.

Ya, 2 de diciembre de 1941.

178.

Destino, n.° 192, 22 de mayo de 1941.

179.

Como muestra del trabajo de este fantasmal Eugenio Valdés veamos su crónica titulada «¡Guerra!», aparecida en ABC el 2 de septiembre de 1939, p. 10:

Berlín, 1.11. Mañana (crónica telegráfica de nuestro corresponsal). Es imposible vivir momentos más trágicos y angustiosos que los que se están sucediendo vertiginosamente desde las tres de la mañana de este primero de septiembre, cargado de negros presagios. Dánzig se ha incorporado al Reich alemán a las 3.00 de la mañana, y a las 4.45 ha comenzado la guerra entre Alemania y Polonia.

A las 5.00 de la mañana han empezado a salir las primeras ediciones de los periódicos y todo Berlín, que indudablemente mantenía su zozobra en vela, se ha lanzado a la calle para devorar las noticias inquietantes. En las páginas, cargadas aún de tinta fresca, como la mañana de este primer día de septiembre, se anuncia sesión del Reichstag para las diez, en la que hablará Hitler…

Desde esas horas madrugueras, una multitud gigantesca comenzó a agolparse en los alrededores de la Ópera Kroll, donde se celebra la sesión del Parlamento. Media hora antes de comenzar la sesión, ya era difícil encontrar un asiento libre en la tribuna de prensa extranjera.

El Führer alemán hace su entrada en el salón de sesiones pocos minutos después de las 10.00. Viste uniforme gris del Ejército. Todo el mundo percibe este detalle, que es acogido con un rumor que va creciendo hasta acabar en atronadora ovación. […] Una ovación ensordecedora ha acogido las palabras del Führer-Canciller, que anunciaban el comienzo de las hostilidades entre Alemania y Polonia. Sin declaración formal de guerra, Alemania, ha dicho Hitler, contestará a Polonia en el mismo lenguaje que ella emplee. A los disparos se responderá con disparos, a cada bomba con otra bomba.

En ningún caso se bombardearán ciudades abiertas, y no se utilizarán gases, a menos que los enemigos los empleen. Alemania respetará la neutralidad de todos aquellos estados que no deseen tomar parte en la contienda, y especialmente la de Italia, cuyos generosos ofrecimientos de ayuda, el pueblo alemán agradece de todo corazón, pero no los acepta por considerar innecesario tal sacrificio.

180.

La esterilización era legal en algunos países como Suiza (desde 1928), Suecia, Noruega y más de la mitad de EE. UU.

181.

Hitler, en sus vagabundeos por la historia, había alcanzado noticia de la sociedad de la antigua Esparta: de ella tomó unas cuantas ideas:

  1. Los espartanos habían sometido a un pueblo, los ilotas, que hacían el trabajo (los ilotas del Reich serían los eslavos).
  2. El tiempo libre lo dedicaban a prepararse para la guerra: era una vocación.
  3. El Estado se hacía cargo de la formación de los jóvenes, que hacían gimnasia desnudos y se endurecían.
  4. Cuando nacía un niño con defecto, lo despeñaban desde una cortadura del monte Taigeto.
182.

«La cosmovisión de Hitler estaba hecha de piezas de decorado y se basaba principalmente en la lectura de folletos de divulgación y panfletos. De ellos extrajo el autodidacta su semiformación, tendente a la anchura más que a la profundidad, con la que pretendía poder resolver todos los problemas esenciales, desde las eternas “leyes naturales” de la historia hasta la alimentación más sana. Que el carácter de muchos de esos folletos y libelos fuera inequívocamente sectario y estuviera salpicado de clichés chovinistas, racistas y antisemitas no parece haber irritado a este lector sediento de saber. Hitler nunca superó el nivel intelectual de un diletante. Con pocas excepciones, no estudió las obras de los clásicos de la filosofía y de la ciencia como fuentes primarias. Incluso estaba orgulloso de haber conservado su independencia intelectual frente a la ciencia establecida y “ajena a la vida”. Aun así, en la cosmovisión de Hitler apenas se encuentran pensamientos originales. Nada habría quedado de ella si no hubiera marcado la visión y las metas de su política. Para Hitler, en la historia reinaban las mismas leyes implacables que en la naturaleza: como cualquier especie animal, cada raza humana lucha por su conservación, multiplicación y expansión, y en el sentido de un socialdarwinismo vulgarizado vence el más fuerte, el más brutal y el menos escrupuloso. Según Hitler, la historia no es otra cosa que “la lucha de los pueblos por su espacio vital”, y la política, “la ejecución de la lucha vital de un pueblo”, lo que elimina la distinción entre política interior y exterior. Hitler lleva al extremo su error naturalista, que malversa las leyes propias de los ordenamientos culturales, a través del concepto de “unidad racial”, empírica y científicamente insostenible. Consciente de que el pueblo alemán no está compuesto en modo alguno por una raza única y “de pura sangre”, Hitler exigía precisamente por eso defender su superior “valor racial” y prohibir las mezclas de sangre. Toda acción contra una naturaleza así imaginada era un “pecado contra la voluntad del creador eterno”, castigado con la decadencia. Semejante naturalismo normativo no es compatible ni con la moral cristiana y humanista ni con los estándares científicos. A Hitler no le importa el rigor conceptual y analítico, pero sí la consistencia sugestiva de sus concepciones del hombre, la naturaleza y la historia» (Köhler, 1999).

183.

«Kämpfer für das ewige Reich», Das Reich, 8 de mayo de 1945, <https://research.calvin.edu/german-propaganda-archive/goeb74.htm>.

184.

Speer, 2001, p. 827. Completó el programa el Concierto para violín de Beethoven, interpretado por el joven y ya famoso violinista Gerhard Taschner.

185.

La cápsula, una ampollita de cianuro dentro de un tubo metálico protector, circulaba profusamente por el Berlín de la Dämmerung. Magda Goebbels (v.) se las administraría a sus seis hijos, Eva Braun (v.) se suicidaría con una de ellas y el Führer le entregaría sendas ampollas a su fiel y heroica Anna Reitsch y al general Greim de la desaparecida Luftwaffe.

186.

Speer, 1976, pp. 423-424.

187.

Informe del Generaloberst Johannes Blaskowitz, comandante de la región militar Ober-Ost (6 de febrero de 1940).

188.

Orden del día 20 de noviembre de 1941. Documento 4064-PS (Wistrich, 2002, pp. 161-162).

189.

Aquellas primeras cruces marcadas en su interior con relieves que representaban la corona imperial, las letras FW (por Friedrich Wilhelm III), unas hojas de roble, el árbol tutelar de Prusia, y la fecha de 1813, presentaron un problema: no había manera de soldar el hierro con la plata del borde. La solución fue hacer dos marcos de plata que soldados entre sí sujetan en su interior la Cruz de Hierro propiamente dicha.

190.

La Blauer Max la obtuvieron el famoso Manfred von Richthofen (el Barón Rojo), Göring (v.), Rommel (v.) y el futuro novelista Ernst Jünger (celebrado autor de In Stahlgewittern, Tempestades de acero, 1920); la Cruz de Hierro de primera y segunda clase la obtuvo el soldado de primera Adolf Hitler. No era corriente que un simple soldado consiguiera la de primera clase. ¡Bravo por Adolf!

191.

Algunas se fabricaron macizas, de plata, con el interior pintado de negro para fingir el hierro.

192.

En todos los casos había que obtenerlas sucesivamente, comenzando por la de menor valor. Por ejemplo, veamos el palmarés del famoso piloto de Stukas Hans Ulrich Rudel: Cruz de Hierro de segunda clase (10 de noviembre de 1939); de primera clase (18 de julio de 1941); Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro (6 de enero de 1942); con Hojas de Roble (14 de abril de 1943); con Espadas (25 de noviembre de 1943); con Brillantes (29 de marzo de 1944); con Hojas de Roble Dorado (29 de diciembre de 1944).

193.

A lo largo de la guerra, se fue enriqueciendo con aditamentos que equivalían a cuatro nuevas clases:

  1. Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro con Hojas de Roble (mit Eichenlaub). Se otorgaron 883.
  2. Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro con Hojas de Roble y Espadas (mit Eichenlaub und Schwerter). Se otorgaron 159.
  3. Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro con Hojas de Roble, Espadas y Brillantes (mit Eichenlaub, Schwerter und Brillanten). Se otorgaron 27.
  4. Cruz de Caballero con Hojas de Roble en Oro, Espadas y Diamantes (mit Goldenem Eichenlaub, Schwertern und Brillianten). Se otorgó solo una vez, al piloto de Stukas Hans Ulrich Rudel (29 de diciembre 1944).
194.

También en España se instituyeron premios de natalidad (decretos de 22 de marzo de 1941 y 29 de diciembre de 1948; orden ministerial de 20 de febrero de 1949), con cantidades en metálico cuya cuantía fue creciendo con los años para compensar el coste de la vida. Dadas las aterradoras cifras de mortalidad infantil, la Sección Femenina de la Falange se ocupaba paralelamente de «enseñar a las mujeres el cuidado de los hijos, porque no tiene perdón que mueran por ignorancia tantos niños que son siervos de Dios y futuros soldados de España» (discurso de Pilar Primo de Rivera en la concentración de Medina del Campo, 1939).

195.

Dresdner Anzeiger, 27 de julio de 1942.

196.

La natalidad era a veces requisito para optar a un buen trabajo. El Ministerio del Interior estableció en 1937: «Todos los aspirantes solteros a un ascenso en el cuerpo de funcionarios deben declarar por escrito por qué no se han casado y cuándo se proponen hacerlo. Todo funcionario casado y sin hijos que lleve por lo menos dos años de matrimonio debe exponer los motivos por los que no tiene hijos antes de recibir el nombramiento definitivo. (Esta declaración deberá incorporarse a su expediente personal)».

197.

El enterramiento se consagró el 3 de agosto de 1942, con asistencia del embajador Eberhard von Stohrer; el ministro del Aire, general Juan Vigón, y el alcalde de Madrid, Alberto Alcocer. Su última incorporación fue la del piloto Helmut Felix Bolz, quien, tras sobrevivir a la guerra española y a la mundial (en la que derribó 56 aparatos enemigos), solicitó descansar junto a sus camaradas y fue sepultado aquí en 1967.

198.

Recordaría el lugar con añoranza en su sobrecena del 18 de octubre de 1941: «¡Qué bello era Felsennest! Los pájaros por la mañana, la vista sobre la carretera por la que subían nuestras columnas. Sobre nuestras cabezas, las escuadrillas de aviones. Allí estaba seguro de mi plan» (Trevor-Roper, 2004, p. 57).

199.

Ibidem, p. 15.

200.

La residencia de Hitler era un cubo de hormigón armado de 70 m de largo por 30 m de ancho, en el que se abrían varias habitaciones, entre ellas la alcoba de 3 x 4 m. En años recientes se había convertido en un parque temático en el que no faltaban una galería de tiro, más propia de barracón de feria, una Biergarten y juegos de paintball. Últimamente han suprimido todo eso, han acondicionado las ruinas y han construido un interesante centro de interpretación. Véase Wolfsschanze (Wolf’s Lair) Hitler’s former headquarters. Poland 2013, <https://www.youtube.com/watch?v=syTcdmpoFEY>.

201.

Véase Adolf Hitler’s Bunkers in Wolfsschanze during WWII, <https://www.youtube.com/watch?v=BbGidzv7FoE>.

202.

Unas 54.000 minas antipersona que se acabaron de retirar en 1955, salvo alguna que permanece indetectada y presta una emoción adicional a la práctica del senderismo.

203.

Entrevistas con Hitler, Avalon, Buenos Aires, pp. 67-68.

204.

Speer, 2001.

205.

El conjunto lo componían tres grandes casamatas y unos 30 edificios convencionales, todo ello rodeado de un denso cinturón defensivo. Hoy queda una gran casamata convertida en almacén y la piscina. Véase Bunker v s Huyva Vinnyts’ka, <https://www.youtube.com/watch?v=-VSa5mFzx5E>.

206.

Todavía pasó en Wehrwolf dos breves temporadas (del 19 de febrero al 13 de marzo de 1943), para seguir de cerca a la contraofensiva de Manstein, y en agosto de 1943 para la batalla de Kursk.

207.

Precisamente se llamó Adlerhorst porque esa era la palabra clave de su Directiva n.° 16 relativa a la invasión de Inglaterra. Se componía de algunos edificios dispersos en el bosque y del Kraftfahrzeughalle o garaje en el pueblo cercano. Los alemanes en retirada lo volaron parcialmente (28 de marzo de 1945). Hoy se conservan algunos edificios originales: Wachhaus, Pressehaus y Kraftfahrzeughalle («casa de la guardia, de la prensa y cochera fortificada»). Véase Lost Places: Bunker des ehem, <https://www.youtube.com/watch?v=JswnIzUB6DY>.

208.

«Hitler había recalcado que cuando se produjera la invasión aliada […] dirigiría personalmente las operaciones desde Francia. Para este fin se tendieron cientos de miles de kilómetros de cable telefónico, lo que supuso un gasto de muchos millones de marcos, y la Organización Todt construyó dos cuarteles generales empleando para ello grandes cantidades de hormigón y costosas instalaciones […]. Me dijo que en el cuartel W 2 se sentía demasiado inseguro, ya que se encontraba en medio de una Francia infestada de partisanos» (Speer, 2001, p. 642). Véase Hitler Bunker Margival by Drone, <https://www.youtube.com/watch?v=iIlAp5sgJg4>.

209.

Había nacido católico, pero su fe era tibia, tirando a gélida, y odiaba a la Iglesia a muerte. Era, por otra parte, un Aries puro, signo de fuego, señal que, según dicen los astrólogos, corresponde a personas de fuerte carácter, enérgicas y sobradas de voluntad e impulso.

210.

«Por el cumpleaños del Führer llegaban vecinos y te preguntaban por qué no has puesto la bandera. Era peligroso no hacerlo. No paraban de pasar transeúntes que tocaban al timbre y te preguntaban cómo es que todavía no has puesto la bandera. Finalmente, mi madre compró una pequeñita y a falta de mástil la colgó del balcón, como se hace para airear las alfombrillas de la cama» (Beyme, 1993, p. 4).

211.

Parecía que, por fuerza, en el cumple del Führer tenía que hacer buen tiempo y lucir el sol. A buen tiempo y soleado de sobra le ganaba Mussolini (nacido un 29 de julio). Más mérito hubiera tenido que hiciera raso y sereno si hubiera nacido un 4 de diciembre, como Franco.

212.

Gónzalez-Ruano, 1933, pp. 169-171.

213.

Ibidem.

D

1.

Ludwig Kapeller, Alemania del Sur, Berlín, 1936, p. 46.

2.

Las siguientes palabras, dirigidas a sus hombres el día de su apertura, resumen la mentalidad subyacente en los campos de concentración: «¡Camaradas de las SS (v.)! Todos sabéis por qué el Führer ha recurrido a nosotros. No estamos aquí para tratar humanamente a los cerdos que nos han sido confiados. No los consideramos hombres de nuestra especie, sino de una especie detestable. Durante años se les ha consentido que perpetraran sus delitos, pero ahora nosotros estamos en el poder y la cosa cambia. Si estos cerdos estuviesen en nuestro lugar, nos cortarían la cabeza a todos. No deben esperar blanduras por nuestra parte. Si alguno de vosotros no puede ver la sangre sin desmayarse, que se retire, aquí cuantos más hijos de puta reventemos, menos tendremos que alimentar».

3.

Kotek y Rigoulot, 2001, p. 331.

4.

El propio Mussolini reconocía su débito cuando llamaba a D’Annunzio «el san Juan Bautista del fascismo».

5.

La Medalla de Oro al Valor Militar, tres cruces al Mérito de Guerra, la Medalla de Bronce al Valor Militar, la Cruz de Oficial de la Orden Militar de Saboya, seis medallas de plata.

6.

En días sucesivos, las deserciones de las tropas italianas destacadas en torno a la ciudad para unirse a D’Annunzio fueron tan numerosas que el comandante tuvo que cerrar la oficina de reclutamiento ante la imposibilidad de alimentar a tanta gente.

7.

«Esos ritos que bajo el fascismo se convirtieron en una forma de arte y en un modo de vida […], plenos de contenido moral y religioso.» D’Annunzio proporcionó al fascismo «un modelo de milicia, uniformes, nombres de las brigadas, un grito de guerra y toda una liturgia. Mussolini requisará a D’Annunzio toda una escenografía, incluidos los diálogos con la multitud» (Margherita Sarfatti, editora de Gerarchia, citada por Hughes-Hallett, 2014, p. 610).

8.

Ibidem, p. 497.

9.

Ledeen, 1975, citado por Caballero, 2019.

10.

En el gran día que hemos descrito, D’Annunzio retrasó su entrada en Fiume hasta que estuvo listo el equipo de filmación que debía recoger para la posteridad su sacra entrata («sagrada entrada»). «El departamento de publicidad de D’Annunzio estaba organizado de modo eficaz y moderno. Sus discursos pasaban con rapidez a las rotativas de su gobierno […]. Aprovechó las muertes de los primeros “mártires” de Fiume para honrarlos con una impresionante ceremonia» (Hughes-Hallett, 2014, pp. 540-541).

11.

«La importancia del arte y la manipulación de las emociones colectivas de una comunidad. La doctrina política no era nada sin el arte que podía promocionarla […]. En Fiume, D’Annunzio estaba desarrollando una nueva —y peligrosamente potente— política del espectáculo, y de él aprenderían muchos» (ibidem, p. 530).

12.

Con D’Annunzio se inicia ese estilo fascista de arengar consistente en el crescendo, las repeticiones, las preguntas retóricas, «las letanías de preguntas a las que la muchedumbre respondía “¡sí, sí!” con clamor histérico» (Hughes-Hallet, 2024, pp. 521 y 550), todo ello procedente de la elocuencia clásica latina, que él tenía muy estudiada. Valga como ejemplo su «oración en Quarto», que muchos jóvenes italianos memorizaban con fervor patriótico: «Bienaventurados los que tienen, porque podrán dar más, porque podrán arder. Bienaventurados los que tienen 20 años, una mente casta, un cuerpo templado y una madre animosa. Bienaventurados aquellos que, esperando y confiando, no disipan sus fuerzas, sino que las preservan con la disciplina del guerrero […]. Bienaventurados los que tienen hambre de gloria, porque serán saciados […]. Bienaventurados los puros de corazón, felices al retornar victoriosos, porque verán la nueva faz de Roma, la frente coronada de Dante, la belleza triunfal de Italia».

13.

Claro precedente e inspiración de la Marcia su Roma (Marcha sobre Roma) mussoliniana y de la que Hitler planeaba sobre Berlín tras el Putsch de la cervecería que pondría en sus manos el gobierno de Baviera.

14.

Arengaba a sus fieles diariamente desde el balcón del palacio del gobernador de Fiume, «una enorme balconada de 6 m de anchura que durante los 15 meses siguientes se convertiría en el púlpito de D’Annunzio, su estrado y su escenario» (Hughes-Hallett, 2014, pp. 520 y 523). Esenciales arengarios nazifascistas fueron, a imitación del vate, los del romano Palazzo Venezia de Mussolini, los que acogieron la presencia y el verbo de Hitler en la Vieja Cancillería berlinesa y en el hotel Deutscher Hof de Núremberg (1937), y hasta el del Palacio Real de Madrid, sobre la plaza de Oriente, testigo de las manifestaciones multitudinarias ante el caudillo Franco en fechas señaladas (el 9 de diciembre de 1946; el 17 de diciembre de 1970 y el 1 de octubre de 1975).

15.

La camisa negra de los fieles arditi (imitación de las camisas rojas de Garibaldi) continúa en los camisas negras de Mussolini, en los camisas pardas de Hitler y en todas las camisas de colores uniformantes de los sucesivos fascismos.

16.

«D’Annunzio pasaba revista a sus guardaespaldas, también arditi, […] vestidos con guerreras negras ajustadas. Tenían un saludo nuevo, muy vistoso, que consistía en elevar el brazo estirado» (Hughet-Hallett, 2014, p. 538).

17.

«Todos los días había desfiles en Fiume. Todas las noches había procesiones a la luz de las antorchas» (ibidem, p. 546).

18.

D’Annunzio lo hereda de Garibaldi y lo transmite a Mussolini, del que pasa a sus imitadores: Führer en Alemania, Jefe (en la CEDA de Gil Robles) y Caudillo en España, Conducător para el rumano Ceaucescu; Poglavnik para el croata Pavelić, rais para los mandatarios árabes, todos dictadores, etc.

19.

El vicecónsul americano en Trieste informó: «Fiume estaba completamente cubierto de banderas […]; de los pisos altos de todos los edificios que rodeaban la piazza principal colgaban retratos de D’Annunzio. En todas las calles había pancartas que decían “Italia o muerte”. El escenario estaba dispuesto […]. D’Annunzio anda de un sitio para otro seguido por el equipo de filmación que registra todos sus movimientos» (Hughes-Hallett, 2014, p. 532).

20.

«D’Annunzio condecoró a cuantos lo habían seguido. Consciente del potencial de lo que el historiador David Cannadine llama ornamentalismo, recurrió a honores, títulos, himnos y ceremonias que glorificaran sus empresas. Los uniformes de sus oficiales iban profusamente adornados con trencillas de oro y un arcoíris de cintas les cruzaba el pecho» (Hughes-Hallet, 2014, p. 526). ¿No nos recuerda a la variadísima regalía nazi? La diferencia que podríamos señalar es que, además, los alemanes se comportaban como obedientes autómatas, mientras que los italianos eran individualistas e indisciplinados.

21.

Por ejemplo, las palabras con las que D’Annunzio arengó a sus fieles en la Piazza San Marco de Venecia el 25 de abril de 1919: «Hoy, en todos los puertos de las ciudades dálmatas, en los muros de la ardiente Fiume, el libro que sostiene el león está cerrado en señal de guerra. Si lo reabrimos, lo haremos por la página donde está escrito, con la sangre de Montello, con la sangre de Vittorio Veneto, como sobre la Puerta de Rovigo: VICTORIA TIBI, MARCE. VICTORIA TIBI INTEGRA, ITALIA» (Hughes-Hallett, 2014).

22.

La superioridad de los iniciados en su camaradería que en la versión hitleriana se apoya más bien en el racismo. En un gesto de 1892, D’Annunzio predice: «Los hombres se dividirán en dos razas. A la superior, que se habrá elevado impulsada por la energía de su voluntad, le estará permitido todo; a la inferior, sin embargo, nada o muy poco» (Hughes-Hallett, 2014).

23.

En la catedral de San Vito, en Fiume, «las mujeres habían quitado todas las imágenes religiosas. Las lamparillas lucían ahora frente a la figura de Gabriele D’Annunzio […], las palabras D’Annunzio lanzadas al aire en un teatro o en cualquier sitio público eran suficiente para que la audiencia se pusiera en pie y gritara enfervorecida: Evviva!» (Hughes-Hallett, 2014, pp. 557 y 562).

24.

La bandera italiana que había llevado su amigo Randaccio, muerto en combate, que después envolvió su ataúd, ondeó en el Capitolio, cubrió los féretros de los caídos y estuvo presente en la solemne ocasión de la lectura del acuerdo del Consejo (Hughes-Hallett, 2014, pp. 541 y 550). Sobre ella los arditi juraban combatir hasta la muerte y, finalmente, esa bandera se extendió sobre el catafalco del propio D’Annunzio.

25.

Hughes-Hallett, 2014.

26.

Ibidem.

27.

Mieli, 2017, pp. 244-245.

28.

«¡Pobre Roma mía, de mármol travertino! / Te han vestido de cartón / para que te admire un pintor de brocha gorda, venido como dueño!»

29.

«Los soldados de D’Annunzio en Fiume (1919) cultivaban la excentricidad en andares, gritos, canciones […] y todos llevaban una daga en el pecho […]. La primera daga ceremonial de la que tenemos noticia es la bayoneta con adornos de oro y plata que las mujeres de Fiume ofrecieron a D’Annunzio (20 de enero de 1920), para que con ella pueda tallar la palabra victoria en la carne aún viva de nuestros enemigos» (Hughes-Hallett, 2014. pp. 526 y 557).

30.

Véase Dagas del III Reich, <http://www.forosegundaguerra.com/viewtopic.php?t=20566&start=15>.

31.

La daga se entregaba al candidato aceptado en las SS en el curso de una solemne ceremonia de ambiente medieval, a la luz de las antorchas, que se celebraba cada 9 de noviembre, fecha del Putsch (v.) de la cervecería, ante la Feldherrnhalle (v.) en Múnich.

32.

Hacia 1420 un hereje husita irrumpió en la capilla y agredió con su sable a la imagen de la Virgen, que al momento comenzó a sangrar por la herida: «¡Milagro, milagro!». La iglesia se convirtió en centro de peregrinación.

33.

Este himno popular pudo inspirar el «Tomorrow Belongs to Me» («El mañana me pertenece»), compuesto por John Kander para la película Cabaret (Bob Fosse, 1972), que comienza evocando prados cálidos, ciervos que corretean libres por el bosque, verdes ramas de tilo, doradas aguas del Rin, bebés en la cuna, abejas que liban la flor y así discurre in crescendo hasta terminar con un sorprendente «Alemania, Alemania /, muéstranos la señal. / Tus hijos esperan verla, / llegará la mañana en que el mundo será mío. / El mañana me pertenece».

34.

Añade Klemperer: «Como el mundo estaba en ruinas por culpa de la rapacidad alemana y como a esas alturas en el invierno de Stalingrado las cosas no apuntaban a una gran victoria alemana, el retoque precisaba de un esfuerzo y un comentario. A la canción original añadieron una estrofa que terminaba “la libertad se levantó en Alemania y mañana le pertenecerá el mundo”. […] La retracción de las garras, la vergonzosa supresión de la sílaba ominosa, parece haberse impuesto. Justo entre gehören y hören transcurre la línea de separación de la autoestima nazi. La supresión de la sílaba significa Stalingrado» (Klemperer, 2014, pp. 360-361).

35.

Esta campaña comenzó espontáneamente cuando el general Eisenhower obligó a los habitantes del entorno del campo de concentración de Ohrdruf a visitar las instalaciones e incluso a colaborar en la retirada de cadáveres (12 de abril de 1945).

36.

Véase Die Todesmühlen (Molinos de la muerte), dirigida por Billy Wilder, «un recordatorio de que tras la cortina de las pompas y los desfiles nazis se ocultaba el sufrimiento y la muerte de millones de hombres, mujeres y niños: el mayor asesinato en masa de la historia», Death Mills 1945 US War Department Filmhttps, <www.youtube.com/watch?v=zC8fcjLvid8>.

37.

Las encuestas pasaban a un oficial que estudiaba las respuestas y calificaba al sujeto dentro de una de estas cinco categorías: 1) «culpable principal» para delitos merecedores de sentencia de muerte o prisión mayor; 2) «comprometido», para delincuentes medianos merecedores de entre tres y diez años de prisión; 3) «medianamente comprometido», para delincuentes menores merecedores de hasta tres años de prisión; 4) «simpatizante», meros seguidores afiliados al partido nazi, que quedarían libres aunque sometidos a vigilancia; 5) «exonerado», personas que resistieron al nazismo y sufrieron persecución por ello.

38.

Schwarz, 2019, p. 100.

39.

Géraldine Schwarz también notó que, además de comprar la industria a precio de saldo aprovechando los apuros de Löbmann, sus abuelos se habían beneficiado de otro modo más mezquino si cabe. En casa de su abuela había «un comedor cuyos pesados muebles de madera oscura tallada transmitían una nobleza intimidatoria». En su vitrina había una colección de tazas de China y otros carísimos detalles, tan finos y costosos que tampoco concordaban con el nivel de la familia: «Este mobiliario, en particular el del comedor, que huele a alta burguesía, no correspondía al estatus social de entonces de mis padres […], supongo que lo compraron porque los precios eran realmente bajos […] durante la guerra, los bienes de los judíos eran los que se vendían rebajados». La joven Géraldine indagó en las personas de su familia y en otras familias. En vano: el colectivo de alemanes que apoyó a Hitler padecía una especie de conveniente amnesia (por eso tituló su libro Los amnésicos). (Schwarz, 2019, pp. 195-197).

40.

La ley 131er Gesetz, que bien podríamos traducir al español como «el que a sí mismo se capa, buenos cojones se deja», permitió readmitir a no menos de 300.000 funcionarios que los aliados habían despedido por nazis. «El 32 de marzo de 1955 los beneficiarios de esa ley representaban en torno al 77 % del Ministerio de Defensa; el 68 % del Ministerio de Economía; el 58 % de la Oficina de Prensa e Información del Gobierno y más del 40 % del Ministerio de Interior […]. Más sensibles eran los ámbitos de educación y justicia. Profesores que habían difundido las virtudes del nazismo tenían ahora que enseñar las de la democracia. La continuidad de personal judicial era un obstáculo para la persecución de los criminales nazis […] bien situados para autoeximirse» (Schwarz, 2019, pp. 89-90). Entonces surgió el chiste macabro que sobre el nombre de la popular avenida berlinesa Unter den Linden recrea una Unter den Talaren (Bajo las Togas), expresión cuya continuación no era necesario mencionar porque se sobreentendía: Unter den Talaren, Muff von 1000 Jahren («Bajo las togas, un tufo que durará mil años»), la única referencia posible hoy al Reich milenario (v.).

41.

Además de la mencionada Géraldine Swartz, un buen ejemplo de estos nietos indagadores es el escritor escocés Martin Davidson (véase «Bibliografía», 2012), que narra la ascensión social de Bruno Langbehn, camorrista de las SA y luego SS.

42.

Flossenbuerg (1938), Mauthausen (1938), Gusen (1938), Gross-Rosen (1940) y Natzweiler (1940) eran canteras de granito de diferentes texturas y colores; Auschwitz I estaba junto a una gravera; Sachsenhausen, Buchenwald y Neuengamme se construyeron en las proximidades de canteras que suministraran arcilla a sus fábricas de ladrillos.

43.

Mittelbau, o Dora-Nordhausen, anexo de Buchenwald cerca de Mittelbau Dora, la planta subterránea de la Wifo (Wirtschaftliche Forschungsgesellschaft), dedicada primero a la fabricación de carburantes y después a la bomba volante V-2 (v. V-1 y V-2); Auschwitz III, dedicado a las fábricas Forben.

44.

La primera estrofa reza: Deutschland erwache aus deinem bösen Traum! / Gib fremden Juden in deinem Reich nicht Raum! / Wir wollen kämpfen für dein Auferstehn! / Arisches Blut soll nicht untergehn! («¡Alemania, despierta de tu pesadilla! / ¡No des lugar a judíos extraños en tu reino! / ¡Queremos luchar por tu resurrección! / ¡La sangre aria no debe perecer!»).

45.

Con un emisor Telefunken de 20 kW de potencia regalado por Alemania.

46.

Se cantó con una música compuesta por Joseph Haydn en 1797 para el poema «Gott erhalte Franz den Kaiser» («Dios guarde al emperador Francisco»), de Leopold Haschka.

47.

La procesión patriótica que recorrió la Neuhauser Strasse de Múnich se recoge en un interesante documental en Agfacolor de la época en el que vemos en todo su esplendor la «ópera alemana» (v.): edificios y aceras profusamente engalanadas con banderas, gallardetes, guirnaldas y colgaduras, gráciles doncellas del Bund Deutscher Mädel disfrazadas con vaporosas clámides de griegas clásicas (dorias arias, ¿quizá?), danzas regionales y no tan regionales manifiestamente mejorables en cuanto a su coreografía y una procesión patriótica en la que desfilan compañías del Ejército ataviadas como soldados de Federico II el Grande (v.), con sus altos morriones, y docenas de carrozas que transportan tapices con escenas de la historia alemana, esculturas falleras de águilas, esvásticas (v.), artilugios de difícil identificación coronados de roble, carrozas tiradas por bueyes de largos cuernos con imágenes alegóricas, comparsas medievales que recrean momentos de la brillante historia de Germania (v.), caballeros de armadura con yelmos de imaginativo diseño, jinetes con el escudo a la espalda decorado con intemporales esvásticas, banderas de la Orden Teutónica, maquetas doradas de ciudades y castillos, becerros dorados, ciervos dorados, más águilas doradas, disfraces patrióticos de muslámenes y canillas al aire. Todo muy estudiado y germánicamente ordenado, un popurrí de esencias teutonas para persuadirse de la superioridad de la raza germano-aria mantenida a lo largo de los siglos. Sin embargo, ¡pequeño fallo!, ningún germano de los de Tácito con aspecto de bárbaro, greñudo, oliendo a chotuno y vestido de pieles y abarcas. Admírenlo en Farben, 1939. Tag der Deutschen Kunst in München, <https://www.youtube.com/watch?v=KnWfHZkhr3U>.

48.

Actualmente existe en Berlín una organización, Berlin’s ZeitzeugenBörse (ZZB), que recoge los testimonios, documentos e historias de vida de las personas que vivieron la guerra y el nazismo.

49.

El original alemán de los Kriegstagebuch (Diarios de guerra) de Halder pueden consultarse en <http://znaci.net/zb/7_1.pdf>. Su traducción al inglés en <http://cgsc.cdmhost.com/cdm/search/collection/p4013coll8/searchterm/War%20journal%20of%20Franz%20Halder/order/nosort>.

50.

Buk-Swienty, 2019, pp. 268 y 321.

51.

Véase Der zweite Weltkrieg, «El diario de Wilm Hosenfeld», <http://www.zweiterweltkrieg.org/phpBB2/viewtopic.php?t=487>.

52.

Cruz de Hierro de las dos clases y el condecorado más joven con la codiciada Max Azul, pour le mérite (que también alcanzaron Göring y Rommel) y 14 heridas, cinco de ellas de bala. Hindenburg se opuso (a la Blauer Max, no a las heridas), porque le parecía devaluarla otorgarla a un soldado de 23 años, pero Guillermo II se empeñó.

53.

Fruto de la revisión de 14 cuadernos de diario escritos durante la Gran Guerra.

54.

En cierto modo, es el envés de la también famosa novela de Remarque Sin novedad en el frente. La de Jünger glorifica la guerra; la de Remarque, la condena.

55.

Su epitafio de Hitler es memorable: «Por los mismos días en que se descubrió Plutón apareció un gran demagogo. Era pintor aficionado, como Nerón fue cantor. Perseguía a los artistas, cuyos cuadros no le gustaban. Sentía también afición por otros campos, por ejemplo, en el ámbito de la estrategia, para desgracia de muchos, pero era técnicamente perfecto, hombre capaz de todo. Para concluir, se hizo incinerar con gasolina. Sus perfiles se difuminaron en la vacuidad; los torrentes de cifras acaban por quitarles todo sentido. Para el historiador y el anarca, el botín es escaso. Roja monotonía, incluso en las vilezas» (Jünger, 2011, p. 228).

56.

Anotación del 1 de mayo de 1942 (Kellner, 2020, p. 172).

57.

Anotación del 28 de octubre de 1941 (ibidem, p. 145).

58.

Anotación del 15 de noviembre de 1941 (ibidem, p. 155).

59.

Miguel Mora, El País, 19 de junio de 2003.

60.

El diario abarca del 14 de noviembre de 1933 al 10 de junio de 1945, prácticamente los años del nazismo. En español se ha editado en dos volúmenes (1933-1941 y 1942-1945), con el título Quiero dar testimonio hasta el final: diarios, 1933-1945.

61.

Meinhof, 2005.

62.

Huber, 2019, pp. 96-97.

63.

El diario abarca el periodo de 1937 a 1945, es decir, desde que empieza su relación con el Duce hasta la desastrada muerte de los amantes. Es tan copioso que solo las anotaciones del año 1938 abarcan más de 2.000 páginas. La Petacci pasaba el día sola aguardando las llamadas o las visitas del Duce, y a falta de tele, escribía compulsivamente. Se ha publicado un sustancioso resumen del diario, Mussolini secreto (Suttora, 2012), que solo abarca hasta 1939. El resto permanece secuestrado por el Estado italiano, que se resiste a publicarlo, él sabrá por qué.

64.

Quizá hubiera sido más delicado describir a la enamorada Claretta como «ternera» en lugar de «vaca», pero el Duce, con las urgencias, no ha caído en ese detalle.

65.

Reck-Malleczewen, 2009, pp. 33-34.

66.

Bockelson: Geschichte eines Massenwahns, Die Geschichte der Wiedertäufer von Münster (Bockelson, historia de una demencia colectiva. La historia de los anabaptistas de Munster, 1937) publicado en español por Reino de Redonda, Barcelona, 2019.

67.

Ryback, 2010, p. 82.

68.

Ryback, 2010, p. 88.

69.

Oficialmente denominado Aussenpolitisches Amt der NSDAP, A. P. A. o APA (Oficina de Asuntos Especiales de Política Exterior del NSDAP).

70.

Véase Falling in Love Again: Marlene Dietrich, <https://www.youtube.com/watch?v=ANqGm-MiqQs>.

71.

Es revelador que en el congreso de Núremberg (v.) de 1934, los muchachos de las Juventudes Hitlerianas (v.) cantaran: «Ningún cura maligno evitará que nos sintamos los hijos de Hitler. No seguimos a Cristo sino a Horst Wessel (v.). Ni incienso ni agua bendita. La Iglesia no tiene nada que hacer con nosotros. La salvación de este mundo es la esvástica. Paso a paso la sigo. ¡Baldur von Schirach (v.), estoy contigo!» (Lebor, 2002, p. 96).

72.

«Creemos en Dios Todopoderoso, que está por encima de nosotros, creador de la tierra, la patria y el pueblo, y que nos ha enviado al Führer. Cualquier persona que no crea en Dios es un arrogante, megalómano e imbécil que no puede admitirse en las SS.»

73.

Kershaw, 2012, p. 435.

74.

A este respecto, Kershaw menciona que Walther Darré, ministro de Alimentación y Agricultura, intentó sin éxito durante dos años conseguir una cita con el Führer, para consultarle sobre un grave problema de abastecimiento. Al final, su fracaso se debió a que no había sabido trabajar «en la dirección del Führer» (Kershaw, 2015, p. 220).

75.

Speer, 2001, p. 83.

76.

Fernández Aguado, 2014, pp. 171-172.

77.

El conjunto resultante de los alistados, en el que abundaban los jóvenes profesionales y los estudiantes, representaba una capacidad intelectual superior a la media del país. El entusiasmo por apuntarse fue mayor en Madrid que en Barcelona, donde el seny desaconsejaba meterse en ensaladas de tiros.

78.

Hubiera sido suicida implicarse, porque los suministros de petróleo, trigo y otras materias vitales procedían del otro lado del Atlántico con permiso de la Navy inglesa, que expedía los Navy certificates o Navicerts (v.).

79.

El conde Ciano, ministro de Exteriores de Italia y yerno de Mussolini, consigna en su diario: «Los voluntarios españoles se quejan del frío y quieren mujeres, ya que el bromuro, tan eficaz para los alemanes, no les hace mella» (Ciano, 2001, pp. 411-412).

80.

Togores, 2014, p. 276. Los divisionarios españoles hicieron buenas migas con la población rusa allá donde fueron. Todavía algunos de ellos siguen manteniendo correspondencia con las gráciles muchachas que conocieron, hoy orondas matronas de papada y cara rubicunda, a las que en muchos casos ayudan con envíos de dinero y regalos en las difíciles circunstancias que atraviesa la población tras los decenios de paraíso comunista.

81.

El frente de Nóvgorod (entre octubre de 1941 y agosto de 1942) y el frente a Leningrado (de agosto de 1942 a octubre de 1943).

82.

August Karl von Goeben (1815-1880), general prusiano que participó en nuestra Primera Guerra Carlista y años después en la guerra española en Marruecos. Es autor de Vier Jahre in Spanien (Cuatro años en España, con el subtítulo Los carlistas, su origen, sus batallas y su decadencia,1841) y de Reise-und Lagerbriefe aus Spanien und vom spanischen Heere in Marokko (Cartas desde España y desde el campamento del ejército español en Marruecos, 1863).

83.

Comentarios de sobremesa del 6 de enero de 1942 (Trevor-Roper, 2004, p. 142).

84.

En dos años de lucha pasaron por Rusia hasta 47.000 voluntarios, de los que murieron 4.954, 8.700 resultaron heridos, 2.137 mutilados, 1.600 congelados, 372 prisioneros y 7.800 enfermaron. «Un índice de bajas superior al 50 %, lo que significa que uno de cada dos divisionarios pagó con la vida, la salud o la libertad su incorporación a la División Azul» (Moreno Juliá, 2006, p. 312).

85.

El capitán Miguel Ezquerra publicó un libro, Berlín a vida o muerte (1975), en el que relata que Hitler lo condecoró en la Cancillería: «Mi entrevista con Hitler fue muy breve. Al verle, me cuadré y permanecí rígido como una estatua. El Führer se adelantó y, mirándome fijamente a los ojos, empezó a hablar. Entonces comprendí la fascinación que aquel gran conductor del pueblo alemán ejercía, lo mismo sobre los hombres que sobre las masas. […] Me habló con lentitud, procurando hacerse entender. “Enterado del bravo comportamiento de su unidad, le he concedido a usted la Cruz de Caballero y, además, la nacionalidad alemana.” Aparté la mirada de Hitler y, dirigiéndome a mi intérprete, le dije: “Transmita al Führer mi agradecimiento por el honor que me hace, pero dígale que continuaré siendo español mientras viva”. […] Hitler me alargó la mano y me miró, como si quisiera adivinar mi pensamiento. Repitió que se sentía orgulloso de nosotros y dio por terminada la entrevista. Así me despedí de aquel gran jefe […]. En el departamento contiguo, Goebbels (v.) me invitó a una taza de té» (Ezquerra, 1975, pp. 123-124).

86.

A este respecto, circula una anécdota posiblemente apócrifa, pero reveladora del relajamiento chulesco con que los españoles contrarrestaban la excesiva disciplina prusiana. Muñoz Grandes recorre el campo de entrenamiento en compañía de varios generales alemanes. Uno de ellos hace notar al español que sus compatriotas permanecen con las manos en los bolsillos en lugar de cuadrarse y saludar reglamentariamente. «Es que tienen que sujetarse los cojones, que les pesan mucho», los disculpa Muñoz Grandes, perfectamente serio.

87.

Bowen, 2000, pp. 112-119.

88.

Es el comienzo del movimiento colonizador Ostsiedlung, que ubicó población alemana en la Europa central y oriental en los siglos XIII-XV y nuevamente en los siglos XVII-XVIII.

89.

Una de sus declaraciones: «Necesitamos tierra en nuestras lindes. Si Rusia se niega, la expropiaremos por las armas».

90.

Los moteja de «parásitos» y «bacilos» (estaba reciente el descubrimiento del bacilo de la tuberculosis por Koch) y propone su exterminación, ideas que pasarán a Hitler a través de Rosenberg (v.).

91.

Expone estas ideas en su libro Deutsche Schriften (Escritos alemanes, 1878-1881).

92.

Tan solo se fabricaban ametralladoras, aparatos ópticos, componentes de torpedos, munición, granadas de mano, colas de aviones, piezas de V-1 y V-2 (v.), radiorreceptores y otras menudencias de uso militar (Taylor, 2005, pp. 183 y ss.).

93.

Longmate, 1983, p. 333.

94.

Klemperer, 2001, vol. II, pp. 406-413.

95.

Beevor, 2012, p. 1005. Una comisión de expertos organizada por la alcaldía de Dresde calculó que el bombardeo causó entre 22.700 y 25.000 muertos. Para mayor información, véase el libro de Frederick Taylor, Dresde, Temas de Hoy, Madrid, 2005.

96.

El final de la guerra se adivinaba cercano y Churchill era plenamente consciente de que en un futuro inminente habría que contener las ambiciones del tirano ruso, al que últimamente veía muy crecido por el poderío del Ejército Rojo.

97.

Taylor, 2004, pp. 416-417.

E

1.

Subtitulada Wochenschrift für Ordnung und Recht (Semanario para el orden y la ley), fue finalmente prohibida por el Gobierno bávaro después de que aplaudiera el asesinato del político liberal y ministro de Finanzas Matthias Erzberger por terroristas del Freikorps Cónsul.

2.

Comentario recogido por el periodista Konrad Heiden en 1919 (Ravenscroft, 2006, p. 116).

3.

«Hitler baila, pero yo compongo la música», decía. Lo que nos recuerda las palabras de Alfonso Guerra sobre Felipe González: «Yo cocino y él sirve los platos».

4.

En realidad, la participación de los judíos en el esfuerzo de guerra fue similar a la del resto de los alemanes: 12.000 soldados judíos murieron en combate y unos 30.000 fueron condecorados.

5.

Los nazis no olvidaron la ofensa, y en la Noche de los Cristales Rotos (v.) dinamitaron la sinagoga de Hanóver y pasaron al rabino una factura de 26.000 marcos en concepto de «demolición de la sinagoga y retirada de escombros». El rabino murió en junio de 1939 de un ataque al corazón. A su viuda Minna la enviaron el 23 de julio de 1942 al campo de concentración de Theresienstadt, donde murió dos meses después.

6.

Los nazis atribuyeron su muerte a una salud quebrantada por los malos tratos recibidos en la cárcel, pero quizá sea más prudente achacarla a su desmedida afición al alcohol y a la morfina, lo que en fecha temprana lo había llevado ya a una cura de reposo en un sanatorio psiquiátrico.

7.

Se publicó en 1923 con el título Der Bolschewismus von Moses bis Lenin: Zwiegespräch zwischen Adolf Hitler und mir (El bolchevismo de Moisés a Lenin: diálogos con Adolf Hitler). Contiene pasajes tan evocadores como este: «José, el padre de la nación hebrea, empieza a usurear con el grano disponible; de nada valen los lamentos de los que pasaban hambre: el judío se mantiene férreamente en su cierre a cal y canto de los graneros, hasta que los egipcios a cambio de un poco de pan le entregan primero toda su plata, luego todos sus ganados, luego sus tierras de cultivo y, como remate, echan al saco hasta su misma libertad». Texto íntegro en <http://der-stuermer.org/spanish/Bolchevismo%20de%20Moises%20a%20Lenin.pdf>.

8.

Así lo cita a menudo en las Conversaciones de sobremesa (Trevor-Roper, 2004).

9.

La dedicatoria reza: «A quien consagró su vida a la tarea de despertar a su pueblo, a nuestro pueblo, con sus escritos, sus ideas y, por último, con sus obras».

10.

Kershaw, 2002, p. 373.

11.

En 1929 había 2 millones de alemanes desempleados (14,6 % de la población activa); en 1931 había 3,5 millones (28 % de la población activa); en 1933, la cifra había ascendido a 6 millones (43,8 % de la población activa). Hitler consiguió en solo un lustro aumentar el producto interior bruto (PIB) en un 50 % y reducir el desempleo a un 12 % de la población activa (unos 800.000 parados en 1936). En 1938, el desempleo había desaparecido. También es cierto que para reducir las cifras recurrió a ciertas maniobras: retiró del mercado de trabajo a 800.000 mujeres a las que convenció de que su puesto estaba en el hogar criando hijos (esto se complementaba con un préstamo conyugal de 1.000 marcos (v. Ehestandsdarlehen). Otro elemento reductor del desempleo fue la introducción del Servicio Militar (1936) y del Servicio Laboral Voluntario (1935), que retiró de las listas a cerca de medio millón de jóvenes.

12.

Los bonos Mefo financiaron el espectacular rearme con solo un millón de Reichsmarks de capital y al propio tiempo lo ocultaban a los ojos de las potencias a las que podría preocupar.

13.

«A finales de [1939] el endeudamiento del Estado era preocupante […]. Pensaron en las propiedades de los judíos expoliables por enemigos del pueblo […], en esta confiscación participaron decenas de miles de alemanes […]. El fisco alemán necesitaba dinero para paliar la bancarrota del Estado y recurrió a la conversión del patrimonio de los judíos alemanes en patrimonio del Estado» (Aly, 2006, p. 61). «La banca alemana, cómplice del expolio, actuó como perista, convirtiendo lo expoliado en dinero contante y sonante» (ibidem, p. 67).

14.

Alemania hubo de recurrir nuevamente a los sucedáneos (v. Ersatz) y fabricó petróleo a partir de la gasificación del carbón, aparte de obtenerlo en grandes cantidades de los campos petrolíferos de Ploiești (Rumanía).

15.

En realidad, fue una estafa piramidal que a la postre obligaba a saquear los bancos nacionales de nuevos países para mantener el tinglado económico del Reich. La guerra se justificaba por esta imperativa necesidad. Tan solo en Bélgica, Francia y Holanda se incautaron un total de 53,6 toneladas de oro transportadas desde las diferentes cajas de crédito a Berlín (Aly, 2006, p. 113). Los precavidos belgas habían transferido sus reservas de oro al Banco de Francia en Burdeos. Cuando vieron que Francia sucumbía, pidieron a los depositarios que enviaran el oro a Londres, pero el Gobierno francés prefirió ponerlo a salvo en Dakar (Senegal). Hizo mal, porque los alemanes exigieron su entrega y no hubo más remedio que enviarlo a Berlín (9 de octubre de 1940), donde lo fundieron y transformaron en oro del Reich, que acabó su peregrinaje (¡cómo no!) en Suiza, donde se valoró en 380 millones de francos suizos. Al final, el Estado francés tuvo que reembolsarlo a Bélgica en 1945.

16.

El impuesto sobre ingresos personales alemán en 1941 era del 13,7 %; el inglés, del 23,7 %. «Una comida costaba en 1944 exactamente igual que en 1939, los inquilinos continuaban pagando los mismos alquileres […], la circulación fiduciaria era tan voluminosa que no se sabía qué hacer con el dinero […], tan poco valor se daba al dinero que para adquirir una prenda costosa había que pagarla en divisas o en marcos registrados. Los otros se llamaban “de organillo”, aludiendo al poco trabajo —el de poner en marcha las máquinas de imprimir— que necesitaba el Estado para proporcionárselos […]. La terrible inflación que siguió a la Gran Guerra estaba presente en la mente de todos. Nadie quería dinero. Se apoderó de los alemanes una fiebre adquisitiva» (Abeytúa, 1945, pp. 305-306).

17.

Speer, 2001, p. 87. Sepa el lector español que en Alemania es costumbre homenajear con flores, independientemente del sexo del que las recibe, extremo este que evidentemente desconocía el seleccionador del Real Madrid Luis Aragonés cuando rechazó el ramo que le entregaban y dijo aquello de «a mí me van a dar un ramo de flores, que no me cabe por el culo ni el bigote de una gamba». En los noticiarios de la Segunda Guerra Mundial vemos con frecuencia a mujeres que entregan ramitos de flores a los soldados victoriosos, y nadie pone en duda que son machos alfa. Leamos los loores a la florecilla en la pluma insigne y verbosa de César González-Ruano: «El cumpleaños del Führer, las Juventudes Hitlerianas han vendido hoy, con fines benéficos, esa pequeña flor en escultura, que no es otra cosa sino escultura la reproducción afortunada en tela de la verdad, la flor. Las muchachas de Berlín lucen hoy la estrella blanca de homenaje a los 44 años de Hitler […]. En su casita alpina, mientras Alemania entera celebra su cumpleaños, Hitler solo pensará, tal vez, en esas flores difíciles y blancas que hoy se venden en las calles y que llevan en el pecho todas las muchachas de Berlín. Fue la flor de su adolescencia y juventud. Crecía en las alturas, como sus sueños, y era difícil de alcanzar, como sus sueños también. La flor está ahora entre sus manos», bla, bla, bla (González-Ruano, 1933, pp. 170-171).

18.

Hart-Davis (ed.), 2006, p. 26.

19.

Me imagino al lector diciéndome: «Cuenta, cuenta». Está bien, contaré el cotilleo aunque nos aparte un poco de los nazis. Eduardo padecía de eyaculación precoz, lo que unido a su congénita inmadurez hacía que fuese de flor en flor sin hallar acomodo en ninguna. Hasta que dio con la Wallis, que al parecer lo elevaba al séptimo cielo gracias a una rara habilidad vaginal conocida en distintos ambientes del fornicio por Singapore grip, Baltimore grip, Shanghai squeeze, China clinch o Cleopatras’s grip, palabras todas que significan «apretar» o «estrujar», y que podríamos traducir como «presa de Cleopatra», la capacidad de comprimir y liberar alternativamente el pene con los músculos de la vagina en el transcurso del coito, lo que permite masturbar o, mejor, vagiturbar al hombre, una habilidad que muy pocas mujeres poseen en la puritana Europa. El erotófilo don Juan Valera cuenta por carta a su amigo Estébanez Calderón su primera «presa de Cleopatra» experimentada con la baronesa de Sorocaba, una brasileña ardiente y muy ducha en el amor: «Una fuerza de atracción y de contracción poderosas para sorber el líquido y apretar y contener lo sólido, con tan estupenda delicia que nos duele y nos enloquece, y nos provoca a aullar y morder como si fuéramos lobos […]. Si no me engaña la memoria —prosigue el escritor—, en Andalucía, de la mujer que posee tan agradable cualidad se dice que tiene chirrín de boca de ratonera…» (carta fechada el 13 de febrero de 1852) (Valera, 1958). La extraordinaria y utilísima facultad depende del desarrollo del pubococcígeo (un conjunto de músculos que rodea la parte inferior de la uretra, la vagina y el recto). La «presa de Cleopatra» es rara entre las mujeres occidentales, que suelen tener ese músculo inactivo o vago, pero abunda en las mujeres orientales (muchas de las cuales, especialmente las prostitutas, se ejercitan con bolas chinas). Su variante tántrica, la Kabazzah, ha enviado a la UVI a más de un practicante. También se atribuyó a Evita Perón cierta maestría en la ejecución de la faena. Aseguran que después de experimentar sus efectos, en las espesas siestas australes, el general Perón no sabía negarle nada. Natural.

20.

Se sospechaba que era probritánico (por vía genital, dado que tenía una amante inglesa, espía de Whitehall).

21.

Desde 1940, Heiratsamt (Oficina Matrimonial).

22.

En España se tradujo: «Una patria, un Estado, un caudillo», aplicado al general Franco después de su exaltación como jefe del Estado en 1936. Su inserción se hizo obligatoria en la cabecera de los periódicos, lo que fue prontamente imitado en la correspondencia privada (sujeta a censura), pero no arraigó tanto como la triada «España: una, grande, libre», creación del líder fascista Onésimo Redondo en el número 49 de la revista Libertad (16 de mayo de 1932).

23.

Un artículo del órgano oficial de las SS nos ofrece alguna pista sobre su propósito: «En el este habrá que resolver difíciles problemas étnicos que deberán tratarse sin sentimentalismos. La opinión pública debe admitirlo. Allí lo único que funciona es la mano dura» (Das Schwarze Korps, n.º 33, 14 de agosto de 1941, citado por Kellner, 2020, p. 136).

24.

Antes de invadir Polonia, los alemanes imprimieron un directorio de 192 páginas, el Sonderfahndungsbuch Polen (Libro de la Fiscalía especial para Polonia), con los datos de unos 60.000 polacos, intelectuales en su mayoría, que convenía eliminar para descabezar al Estado polaco. Para la confección de la lista contaron con la colaboración desinteresada de la colonia alemana en Polonia, en especial los componentes de la organización paramilitar Volksdeutscher Selbstschutz (Unidades de Autodefensa), que posteriormente se unirían a los Einsatzgruppen para asesinar a sus vecinos. Luego se quejaban cuando los polacos expulsaron de su territorio a la minoría alemana en 1945.

25.

Estos Einsatzgruppen estaban bajo el control de la RSHA, encabezada por Heydrich, y a su muerte (4 de junio de 1942) por su sucesor Ernst Kaltenbrunner. El Einsatzgruppen A, compuesto por unos 1.000 agentes, realizó su labor en los estados bálticos (Lituania, Letonia y Estonia) y en la región de Leningrado. El Einsatzgruppen B, con unos 650 agentes, actuó en Bielorrusia y Smolensk, al oeste de Moscú. Al Einsatzgruppen C, con una fuerza de unos 700 hombres, le correspondió el norte de Ucrania. Al Einsatzgruppen D, con una fuerza de 600, le tocó el sur de Ucrania, Crimea y Ciscaucasia. Todos se subdividían en grupos menores (Einsatzkommandos) dependiendo de las necesidades del servicio.

26.

En algunas ocasiones se pudo abreviar el trámite incendiando la sinagoga del lugar con los judíos dentro, como se hizo en Dynów (Polonia).

27.

Ingrao, 2017, pp. 337-338. Deliciosa justificación: «Yo, hombre civilizado de la culta Alemania, mato a tiros a estos bebés porque quizá sus padres, que son infrahombres, unos auténticos salvajes, harían lo mismo con los míos si invadieran Alemania».

28.

Ibidem, p. 409.

29.

Otro departamento de la Oficina Central de Seguridad del Reich (RSHA).

30.

Discurso de Himmler, 22 de junio de 1944 (Kaye, 2008, pp. 37-38).

31.

Una campaña de carteles callejeros, radio y anuncios en la prensa animaba al ciudadano con el lema Eintopf das Opferessen des Reiches: «El sacrificio de un Eintopf por el Reich».

32.

Fritzsche, 2008, pp. 173-175.

33.

Oficialmente denominado Pacto de Amistad y Alianza entre Alemania e Italia, pero en el ambiente militarista que lo inspiraba lo denominaron Pacto de Acero (en alemán, Stahlpakt; en italiano, Patto d’Acciaio).

34.

Hitler creía que el pacto disuadiría a Francia e Inglaterra de declararle la guerra cuando invadiera Polonia. Por su parte, Mussolini estaba convencido de que Hitler aguardaría a que Italia se rearmara antes de invadir Polonia. Pero Hitler, impaciente por cubrir su ambicioso programa de dominación mundial, invadió Polonia, convencido de que Francia e Inglaterra se mantendrían al margen. Se equivocó: le declararon la guerra y comenzó la Segunda Guerra Mundial. Mussolini, tan sorprendido como Hitler, decidió mantenerse al margen y solo declaró la guerra a los aliados el 10 de mayo de 1940 cuando los creyó derrotados, para apuntarse al reparto del botín.

35.

En alemán, Achsenmächte; Potenze dell’Asse en italiano; Sūjikukoku en japonés. Los italianos lo redujeron al ingenioso acrónimo Roberto (Roma, Berlín, Tokio).

36.

El Komintern, Internacional Comunista o III Internacional era una fundación de Lenin (1919) que aspiraba a extender el comunismo por todo el mundo con el patrocinio de la URSS.

37.

A las de la Kriegsmarine se les añadió un cuarto rotor para mayor seguridad, con lo que la secuencia original admitía 456.976 combinaciones. En la guerra aumentarían el número de rotores hasta ocho.

38.

El patrón básico que utilizaba eran 26 hojas de papel perforado con 2.610 agujeros, invención del matemático Zygalski. Estas combinaban 51 líneas por 51 columnas de agujeros. A los pocos meses, fabricaron 60 «bombas» alimentadas cada una de ellas con 60 hojas de papel perforado.

39.

Este objetivo de adoctrinamiento estaba claramente expuesto en el Mein Kampf (v.): «La culminación de toda labor educacional del Estado racista consistirá en infiltrar instintiva y racionalmente en los corazones y los cerebros de la juventud la noción y el sentimiento de raza. Ningún adolescente, sea varón o mujer, deberá dejar la escuela antes de hallarse plenamente convencido de lo que significa la pureza de la sangre y su necesidad». En cuanto al ideal de conquista, Hitler aspiraba a crear una sociedad guerrera como la espartana (arios también): «En Esparta, 6.000 griegos dominaban a 340.000 ilotas. Llegaron como conquistadores y se apropiaron de todo», comentó el Führer entusiasmado (Trevor-Roper, 2004, p. 93). Era lo que él pretendía hacer después de conquistar Rusia hasta los Urales y más allá del Cáucaso.

40.

Esta idea se expresaba en mantras como: «Aprende a sacrificarte por tu patria», «Alemania debe vivir», «En tu raza está tu fortaleza», «Alemania es una colmena: el individuo debe sacrificarse al interés de la comunidad».

41.

«El Estado racista debe partir del punto de vista de que un hombre, de instrucción modesta, pero de cuerpo sano y de carácter firme, rebosante de voluntad y de espíritu de acción, vale más para la comunidad del pueblo que un superintelectual enclenque» (Hitler, 2018, p. 178).

42.

No lo digo por criticar, sino por referir. Es más, me parece bien. Nada que objetar. Que aquellas criaturas fueran enterándose de lo que les iba a deparar la vida, que para tres millones y pico de ellas resultaría enfadosamente corta.

43.

La misma idea subyace en el siguiente cuento: «Un día, antes de su emigración anual, la madre cigüeña llora mientras el padre, con el apoyo de las cigüeñas que los rodean, insiste en que su cría, que tiene dificultades para volar, debe quedarse allí. “¿No es eso cruel?”, pregunta un niño campesino que presencia el momento del abandono. “No lo es, hijo. ¿Por qué vamos a dejar que los enfermos pongan en peligro a los sanos? Las crías que sobran no sirven para nada. Sin esa conciencia, nuestro pueblo no podría crecer”» (Koonz, 1992).

44.

El periodista y corresponsal Ismael Herráiz (v. corresponsales españoles en Berlín), gran admirador de todo lo alemán, escribe un encendido elogio de «la química alemana que tendió protectoramente sus misteriosos velos sobre las antiguas y concretas fórmulas de la gastronomía, y un sospechoso aire científico empezó a sustituir a los miríficos efluvios de la cocina de paz» (Herráiz, 1945, p. 100). La fabricación de sustitutos comenzó ya en la Gran Guerra, cuando el hambre y la escasez se apoderaron de Alemania. De entonces datan invenciones tan estimulantes como el pan Ersatzbrot, la carne de arroz prensada y cocida en sebo de cordero, el tabaco de raíces secas y peladuras de patata, los tejidos de fibra de ortigas y celulosa…

45.

Lebor y Boyes, 2002, p. 33.

46.

Abeytúa, 1945, p. 247.

47.

Un cálculo somero de los metros cúbicos de escombros acumulados arrojaba estas cifras: Berlín, 55.000.000; Hamburgo, 35.800.000; Colonia, 24.100.000; Dortmund; 16.777.100; Essen, 14.947.000; Fráncfort del Meno, 11.700.000; Núremberg, 10.700.000; Düsseldorf, 10.000.000; Hanóver, 8.400.000; Bremen, 7.920.000. Si calculamos los metros cúbicos de escombros por habitante, tenemos: Colonia 31,2; Dortmund 30,9; Kassel, 26,7; Núremberg, 23,5; Essen, 22,4; Aquisgrán, 21,2; Fráncfort del Meno, 21,1; Hamburgo, 20,9 (Diefendorf, 1993, p. 15; When the Allies Settled in Berlin, <https://www.youtube.com/watch?v=6Or45B7CGfY>, Spirit of Berlin: July 1945, <https://vimeo.com/126267047>).

48.

«Antes de 1946, los aliados contrataron a 254 empresas con las que suscribieron 380 contratos para la limpieza de 549 áreas designadas por la ciudad» (Diefendorf, 1993, p. 26).

49.

En Núremberg se rellenó de escombros la gigantesca excavación practicada para construir el Estadio Alemán en el Reichsparteitagsgelände (v.). Hoy es un lago frecuentado por los domingueros. Essen rellenó con escombros las excavaciones de las antiguas minas al aire libre. Otros escombros se utilizaron para reforzar diques o construir carreteras.

50.

Diefendorf, 1993, p. 275.

51.

El Lebensraum procede del geógrafo alemán Friedrich Ratzel (1844-1904), discípulo de Darwin: un Estado solo sobrevive si dispone de espacio y recursos suficientes para cubrir las necesidades de su población. A primera vista, parecería una verdad irrefutable si no fuera porque existen abundantes ejemplos que la invalidan: la próspera Suiza, por ejemplo, es un país montañoso con escasos recursos naturales, en contraste con el Congo o Nigeria, países sobrados de recursos en los que reina la miseria (es fácil culpar a los explotadores blancos de tanta postración).

52.

El general Friedrich von Bernhardi, en su libro Alemania y la próxima guerra (1911), defiende que «la guerra es la necesidad biológica de poner en práctica la ley natural sobre la que se basan todas las restantes leyes de la naturaleza, la ley de la lucha por la existencia. Las naciones han de progresar o hundirse, no pueden detenerse en un punto muerto, y Alemania ha de elegir entre ser una potencia mundial o hundirse para siempre […]. Alemania figura, a efectos sociopolíticos, a la cabeza de todo progreso en la cultura, pero está confinada en unos límites demasiado estrechos y, en consecuencia, poco naturales. No puede alcanzar sus elevados fines morales sin un creciente poder político, una mayor esfera de influencia y nuevos territorios. Este creciente poder político, que será la base de nuestra importancia y que estamos autorizados a reclamar, es una necesidad política y el primer y más importante deber del Estado». Los títulos de algunos capítulos del libro hablan por sí solos y vienen a representar el pensamiento dominante en las esferas militares y económicas de Alemania: «El derecho a hacer la guerra», «El deber de hacer la guerra» y «Potencia mundial o hundimiento». Otro párrafo del libro merece enmarcarse: «Es completamente inconcebible que Alemania y Francia puedan negociar sus problemas. Francia debe ser aniquilada de tal modo que nunca pueda cruzarse en nuestro camino. Francia debe ser aniquilada de una vez como potencia mundial» (citado en Tuchman, 2012).

53.

Discurso ante el Reichstag del 6 de octubre de 1939. Reproducido en el folleto propagandístico Hitler ofrece la paz, Madrid, Gráfica Informaciones, 1939, p. 33.

54.

Haffner, 1966.

55.

Speer, 1976, p. 261.

56.

Los alemanes ya lo habían practicado entre 1904 y 1908, cuando exterminaron a hereros y namas, que poblaban amplias regiones de su colonia africana de Namibia. En este proceder imitaban a los ingleses, que venían exterminando a los indígenas de sus colonias en América, Australia y África desde el siglo XVIII.

57.

Fue una de las razones por las que los alemanes votaron a Hitler, que en Mein Kampf había manifestado su intención de conquistar un Imperio colonial en el este de Europa: «Los alemanes tienen el derecho moral de adquirir territorios ajenos gracias a los cuales se espera atender al crecimiento de la población». Las democracias lo tomaron por una baladronada (aparte de que nadie leyó el libro, que es infumable).

58.

En 1935 Mussolini había ampliado su colonia de Eritrea con la conquista de Etiopía, con lo que iniciaba su anunciada reconstrucción del nuevo Imperio romano. En 1937, los japoneses habían invadido China, primer paso para la construcción de un Imperio del Sol Naciente que abarcaría el océano Pacífico y el Sudeste Asiático, desde China hasta las islas Midway. Hitler debía reconcomerse de ver que dos razas inferiores, una mediterránea y otra amarilla, estuvieran mojándole la oreja.

59.

Orwell, 2017, p. 364.

60.

Trevor-Roper, 2004, p. 493.

61.

10 de octubre de 1941, ibidem, pp. 40-41.

62.

25 de septiembre de 1941, ibidem, p. 32.

63.

27 de junio de 1942, ibidem, p. 430.

64.

11 de agosto de 1942, ibidem, p. 500.

65.

17 de octubre de 1941, ibidem, pp. 54-55.

66.

12 de mayo de 1942, ibidem, p. 373.

67.

9 de julio de 1942, ibidem, p. 459.

68.

11 de abril de 1942, ibidem, pp. 336-337.

69.

3 de marzo de 1942, ibidem, p. 279.

70.

11 de abril de 1942, ibidem, pp. 336-337.

71.

4 de mayo de 1942, ibidem, p. 365.

72.

Mazower, 2008, pp. 168-169.

73.

Según el Financial Times, en el registro español de empresas figuraban unas 4.800, de las que al menos 900 eran alemanas o presentaban una alta participación de capital alemán, entre ellas Altos Hornos de Vizcaya o Minerales de España. Muchas de estas empresas estaban ubicadas en el País Vasco, que en los años anteriores había atraído a muchos alemanes por sus excelentes posibilidades de negocio.

74.

El belga fundador del fascismo católico (rexismo), colaborador de Hitler y oficial de las Waffen SS (v.), que amerizó de emergencia en la bahía de la Concha, en San Sebastián, a bordo de un Heinkel 111 al que se le había agotado el combustible.

75.

Esta lista, que incluye nombres, direcciones y comentarios acerca de las actividades de cada uno de los reclamados, puede consultarse en Irujo, 1997. Clara Stauffer era fortachona y saludable, hablaba idiomas, tocaba el piano y nadaba como un cachalote, pero, aparte de estas y otras cualidades, atractiva no era y, por lo tanto, debido al espíritu machista predominante en la época, tenía pocos pretendientes que pudiera considerar dignos de ella. En el campo de internamiento de Nanclares de Oca, al que acudía con frecuencia para ayudar a fugitivos alemanes en tránsito, conoció a un apuesto fugitivo que decía ser el condecorado aviador de la Luftwaffe (v.) Walter Gulle Oesau (muerto en combate el 11 de mayo de 1944). El astuto suplantador la enamoró, le prometió matrimonio y le sacó un pastizal para comprar una hacienda en Argentina donde pensaban instalar su nido de amor. Como pasaban los meses y no recibía noticia, fue a Argentina y descubrió que su pretendiente se había casado con una librera.

76.

Collado, 2009, p. 103.

77.

Llovía sobre mojado. La Asamblea General de la ONU había aprobado una resolución condenatoria del régimen español el 12 de diciembre de 1946. Una muchedumbre espontánea (je, je, je) llenó la plaza de Oriente para aclamar al Caudillo. En las pancartas, leyendas tan inspiradas y testiculares como «Ellos tienen la ONU, pero nosotros tenemos dos».

78.

Los aliados incluso fletaron barcos a puertos españoles para facilitar la recogida de los mencionados en las listas. Todo en vano. El 7 de marzo de 1946 el buque HMT Highland Monarch tocó puerto procedente de Argentina, donde había recogido a prisioneros alemanes, muchos de ellos antiguos tripulantes del Graf Spee, hundido en la bahía de la Plata. Solo pudo recoger a ocho de los más de 500 reclamados. El 3 de junio de 1946, otro barco, el Marine Perch, repatrió a cerca de 350 alemanes, pero todos de escasa importancia. Los peces chicos se entregaban a los tribunales aliados, pero los gordos rompían la red y escapaban.

79.

«En 1944 se transportaron a Sudamérica por valija diplomática un promedio de 13 sacas mensuales; en enero de 1945, el número ascendió a 19, y en las dos primeras semanas de febrero, a 78» (Collado, 2009, p. 37).

80.

De hecho, como hemos visto, algunos retratos de judíos se colaron inadvertidamente como ejemplos de arios perfectos en publicaciones oficiales, para bochorno de los responsables (v. ario).

81.

Hitler firmó el decreto (20 de agosto de 1941) que produjo la pertinente ordenanza policial sobre el etiquetado de judíos (1 de septiembre de 1941, Reichsgesetzblatt, I, p. 547). El Ministerio del Interior adjudicó la fabricación de un millón de estrellas de tela a la Berliner Fahnenfabrik Geitel & Co.

82.

Abeytúa, 1945, pp. 37-38.

83.

En Galicia y resto de la cornisa cantábrica abundan las variantes de la esvástica (tetrasqueles, triscelas, lauburus, cuatrefuellas) en petroglifos, respiraderos de hórreo, lápidas sepulcrales o como mero adorno de yugos, muebles o dinteles, casi siempre asociadas a contextos célticos, aunque después se prolonga en monumentos medievales, como el altar de la iglesia cántabra de Santa María de Lebeña o la ermita de San Román de Moroso (ambas del siglo X).

84.

Probablemente convencidos por Heinrich Schliemann, el descubridor de Troya, que había encontrado cerámicas decoradas con esvásticas en la mítica ciudad. Como también se encontraban en cerámicas alemanas antiguas, el arqueólogo aficionado y gran descubridor dedujo que la esvástica era «un símbolo religioso remoto de nuestros ancestros».

85.

Estos movimientos patriótico-gimnásticos, muy extendidos por la Alemania decimonónica y más especialmente en Prusia, descendían del pedagogo Friedrich Jahn (1778-1852), «padre de la gimnasia» (Turnvater), otro romántico mesías del germanismo que inventaba ritos ancestrales, hogueras en las montañas, ofrendas florales a una piedra y otras añoranzas paganas y folclóricas. La esvástica de Jahn se suponía producto del entrecruzamiento de las cuatro efes de su programa: Frisch («vital»), Fromm («correcto»), Froh («alegre»), Frei («libre»).

86.

El escudo, que representa la cruz gamada y las letras THAL acompañadas del número 1869, se interpreta como «Theodorich Hagen, abad de Lambach», con la fecha de su elección.

87.

Entre 1919 y 1921, Hitler tuvo acceso a la biblioteca del odontólogo Friedich Krohn, activo miembro de la Sociedad Thule. Hitler nunca quiso que lo vincularan a esta sociedad ni a credo ocultista alguno, pues aspiraba a que sus doctrinas y pensamientos pasaran por originales, pero es evidente que su esvástica procedía del diseño propuesto por el thuliano Friedrich Krohn en 1919.

88.

Hitler, 2018, p. 224.

89.

Hanfstaengl, 1960, p. 163. Los publicistas reconocerán conmigo que no era lerdo el naciente Führer. Dibujar no sabría, pero tenía ojo para los colores.

90.

Esta imagen decadente que asociamos a la República de Weimar debería matizarse. En sus años se produjo también la recuperación económica que es costumbre atribuir por entero al nazismo. Véase al respecto el estupendo documental de Walter Ruttmann Berlin, Die Sinfonie der Großstadt (Berlín, sinfonía de una gran ciudad, 1927), <http://www.filosofia.org/mon/mav/m008.htm>.

91.

El toro de mejor estampa fecunda a las vacas; el verraco más potente cubre a las cerdas; los meloneros reservan para simiente las pepitas del melón más dulce, etc.

92.

«The Assassination of Reinhard Heydrich», HE&ART, <http://www.holocaustresearchproject.org/nazioccupation/heydrichkilling.html>.

93.

Vallejo-Nájera, 1937, p. 109.

94.

En 1935 se constituyó en Inglaterra una sociedad eutanásica, Dignity in Diying (Muerte Digna), que el establishment rechazó, excepto en el caso del rey Jorge V, al que, con la anuencia de la familia real, se le inyectó una dosis fatal de morfina y cocaína para evitarle una penosa agonía por insuficiencia cardiorrespiratoria.

95.

Con cierto humor negro, el presidente checoslovaco Edvard Beneš lo llamó solución final del problema alemán (konečné řešení německé otázky). Durante las operaciones de desalojo y saqueo de bienes alemanes por parte de milicianos checos, se dieron casos de matanzas como la de Přerov (19 de junio de 1945), cuando los milicianos detuvieron un tren en que viajaban al exilio 265 alemanes —de ellos, 74 niños—, que fueron fusilados después de obligarlos a cavar su fosa.

96.

Arendt, 1997, p. 56.

97.

Se ha dicho que la física era una ciencia judía. Maticemos: un tercio de los científicos premiados con el Nobel hasta entonces eran alemanes y, de ellos, la cuarta parte eran judíos (aunque los judíos en su conjunto apenas alcanzaban el 1 % de la población alemana). Algo parecido ocurría con la química: de los seis químicos alemanes que habían obtenido el Premio Nobel, cuatro eran judíos (Adolf von Baeyer, Fritz Haber, Otto Wallach y Richard Willstätter).

98.

Emil Ludwig denuncia «la ocupación de los puestos más honrosos en las antes prestigiosas universidades y clínicas alemanas por gente joven ignara colocada por el partido» (Ludwig, 2011, p. 36). Cuando un alto cargo nazi le preguntó al profesor David Hilbert: «¿Qué tal van las matemáticas en Gotinga, ya sin judíos?», Hilbert contestó: «¿Matemáticas en Gotinga? En realidad, ya no queda nada».

99.

El primero que sugirió la relación fue Hermann Hamelmann en su Oldenburgisch Chronicon (1564), que lo tomaba por santuario del Irminsul, el pilar sagrado de los paganos destruido por Carlomagno en el 772.

100.

Véase Externsteine - Luftaufnahme mit der Drohne, <https://www.youtube.com/watch?v=zdlsIBzmDb4&feature=emb_rel_end>.

101.

La Orden Armánica celebra allí sus tenidas en tres fechas señaladas: la Pascua (Ostara), el solsticio de verano y el de otoño, que marca la muerte sacrificial de Wotan.

102.

A Himmler no debió de hacerle gracia que no encontrara nada, puesto que en 1938 lo expulsó de Ahnenerbe (v.) por «asocial y problemático».

F

1.

Abeytúa, 1945, p. 240.

2.

Resulta penoso que las redes sociales estén pobladas de semovientes sin más cultura que cierta destreza en el manejo de internet que, a falta de argumentos para defender unas ideas de las que carecen (y que sustituyen por consignas ajenas), apostrofan de facha a todo el que no comulga con sus supuestos principios.

3.

Un haz de varas de azotar del que sobresalía un hacha de decapitar (securis) que portaban los lictores o guardias que escoltaban a los pretores y cónsules de la antigua Roma, simbolizando su potestad de castigar y de condenar a muerte.

4.

A esas premisas se adhirieron movimientos políticos surgidos en otros países europeos (el nazismo en Alemania, Falange de las JONS en España, União Nacional en Portugal, el Parti Franciste de Bucard en Francia, la British Union of Fascists de Mosley en Inglaterra, el rexismo de Degrelle en Bélgica, la Guardia de Hierro en Rumanía, etc.).

5.

Hitler imitaría a la manera alemana las leyes fascistísimas con las que Mussolini desmanteló el Estado liberal. El Tribunal de Delitos Políticos (25 de noviembre de 1926) y la policía política, la Obra Voluntaria de Represión Antifascista (OVRA).

6.

Mussolini acometió un ambicioso programa de modernización de infraestructuras: carreteras, ferrocarriles, puentes, pantanos, canales, roturación de nuevas tierras de cultivo (con la ambición de que Italia no fuera deficitaria en cereal) y desecación de regiones pantanosas (lo que acabó con las molestas plagas de mosquitos veraniegos en Roma, algo que ni siquiera los antiguos romanos habían hecho). Además, construyó hospitales y orfanatos, escuelas y universidades. En 20 años, gastó 400 millones de liras en construir escuelas. En el medio siglo anterior a Mussolini, el Estado había gastado 60 millones de liras en escuelas.

7.

Casas cuna, paritorios, centros de atención a la infancia, dispensarios, vacaciones pagadas, subsidios de desempleo, asilos de ancianos, un bachillerato sensato y medidas que facilitaban a las clases modestas el acceso a estudios superiores.

8.

Adorno y Horkheimer, 2007.

9.

O no lo era en un principio, porque cuando Mussolini comprobó que las reformas que Hitler le había copiado funcionaban mejor en Alemania que en Italia (en buena parte por el carácter obediente del alemán, tan distinto del descreído e individualista italiano), se dejó influir absurdamente por las leyes raciales de Hitler. A un Manifesto degli scienziati razzisti (Manifiesto de los científicos raciales, 1938), en el que se afirmaba que el pueblo italiano es ario, siguió una ley, il Diritto Razzista, que copiaba las Leyes de Núremberg (v.) sobre matrimonios mixtos que degeneraban la raza.

10.

«¡Qué diferencia en los caracteres de los pueblos alemán e italiano! El alemán asume el nacionalsocialismo como una doctrina y lo convierte en una cosa muy seria; el italiano contempla el fascismo como un medio para lograr un objetivo y, a nivel individual, no se implica en absoluto. El alemán es pedante e intolerante, pues siempre asume todo como un principio, separándolo de la persona; el italiano es humano incluso cuando lleva la camisa negra, porque posee una tolerancia natural hacia las debilidades humanas. En el fondo, el italiano es un escéptico que no da más importancia de la que realmente tienen las cosas de la vida. Como contrapunto a las afirmaciones categóricas de los alemanes, los italianos responden con el indulgente chi lo sa. A la gentilezza de los italianos se contrapone la eficacia antipática del alemán, que se granjea el respeto, pero no la amistad» (Löwith, 1993, p. 106).

11.

Ein Leben für die Jugend, alocución de Jutta Rüdiger, 1937.

12.

Ryback, 2010, p. 286.

13.

Ibidem, p. 289.

14.

Ibidem, 2010, p. 286.

15.

Luis I de Baviera reprodujo en la Feldherrnhalle su admirada Loggia della Signoria de Florencia (1841) como homenaje al Ejército bávaro. En su interior, elevado sobre una escalinata, guarda las estatuas de dos famosos mariscales: Johann Tserclaes, conde de Tilly (1559-1632), el caudillo de la Liga Católica en la guerra contra los protestantes alemanes que murió de un cañonazo cuando batallaba contra los suecos. Por cierto, sus primeras armas las hizo en nuestras guerras de Flandes, a la sombra de Alejandro Farnesio, contra los protestantes holandeses y luego contra los turcos en Hungría. La segunda estatua homenajea a Johann Karl Philipp von Wrede (1767-1838), el mariscal de campo que hizo sus primeras armas en la campaña de Rusia (1812), a la sombra de Napoleón y después contra él, cuando Baviera cambió de bando. A estas dos estatuas, que ocupan los intercolumnios laterales, se añadió en 1882 un grupo escultórico central que representa a un guerrero victorioso que con un brazo levanta la bandera y con el otro rodea gentilmente el talle de una matrona representativa de la paz.

16.

El 9 de noviembre se llama, o llamó, Schicksalstag (Día del Destino), porque en esa fecha ocurrieron diversos sucesos históricos: en 1848 se liquidó la revolución liberal con el fusilamiento del líder Robert Blum; en 1918, se liquidó el Segundo Reich, con la abdicación y el exilio del emperador Guillermo II (Revolución de Noviembre); en 1923, el Putsch de la cervecería; en 1938, el pogromo conocido como Noche de los Cristales Rotos (v.), y en 1989, el inicio de la demolición del Muro de Berlín.

17.

Véanlo en «Torchlight Parade; SS Take Oat», USHMM, <https://collections.ushmm.org/search/catalog/irn1001238>.

18.

El 25 de abril de 1995, Reinhold Elstner, un veterano de la Wehrmacht (v.) oriundo de la minoría alemana de los Sudetes, se vació una lata de gasolina por la cabeza en las escaleras del Feldherrnhalle y se inmoló estilo bonzo en protesta por la «calumniosa demonización del Ejército y el pueblo alemán cuando se conmemoran los 50 años del final de la guerra». Cada año, en el aniversario de su muerte, grupos neonazis llegados de diversos países tratan de hacerle una especie de vigilia. Más información en <https://www.tracesofevil.com/2008/01/munich-feldherrnhalle.html#:~:text=It%20was%20here%20on%20the,protest%20against%20what%20he%20called%20>.

19.

Por poner algún ejemplo: la banca de Wall Street (Morgan y Rockefeller), que impulsó las acciones del holding químico IG Farben a través del Chase National Bank, y la Standard Oil, que hizo tratos con la siderúrgica Krupp a través de la banca Dillon y Reid.

20.

Trevor-Roper, 2004, pp. 254-255; Sala Rose, 2003, pp. 197-201.

21.

Kempka, 1954, p. 27.

22.

El Oranesado comprendía la ciudad portuaria de Orán y su entorno en la costa de la Argelia dominada por los franceses. En Orán vivían más de 300.000 españoles, por lo que se la conocía como los Sudetes de España. Franco esgrimía además razones históricas, porque aquella ciudad y su hinterland fueron conquistados por el cardenal Cisneros, regente de Castilla, en 1509.

23.

Discurso del 14 de febrero de 1942 en el Alcázar de Sevilla. El discurso completo se publicó en el libro Palabras del Caudillo: 19 abril 1937-7 diciembre 1942, Editora Nacional, Madrid, 1943.

24.

Saña, 1982, p. 200.

25.

La devolvieron a Alemania en 1958 después de microfilmarla para los Archivos Nacionales de EE. UU.

26.

En 1869, Emilio Castelar defendió en el Congreso la separación de la Iglesia y el Estado, y la libertad de cultos, a la que se oponía el obispo Vicente Manterola: «Al quitarnos a los judíos —dijo Castelar— nos habéis quitado infinidad de nombres que hubieran sido una gloria para la patria». En 1881, Sagasta, en nombre de Alfonso XII, ofreció refugio a los judíos perseguidos por los pogromos zaristas. Se interesaron también por los sefarditas y su cultura Menéndez Pidal, Pardo Bazán, Juan Valera, Galdós, Ramón y Cajal, y Camba, entre otros (Lisbona, 2015, p. 6). «La política de la Dictadura sobre los sefardíes, llamada por Joseph Pérez y por Gonzalo Álvarez Chillida filosefardismo de derechas, habría surgido, según Pérez, entre los militares africanistas destinados en el Protectorado Español de Marruecos que despreciaban a los “moros” y que, por el contrario, consideraban a los judíos sefardíes mucho mejor educados y medio españoles» (Beltrán, s. f., <www.aeuropea.com>).

27.

Lisbona, 2015, p. 7.

28.

En la circular de la Dirección General de Seguridad fechada el 5 de mayo de 1941 que se remitió a todos los gobernadores civiles se solicita el censo de «los israelitas nacionales y extranjeros afincados en esa provincia […] indicando su filiación personal y político-social, medios de vida, actividades comerciales, situación actual, grado de peligrosidad, conceptuación policial». La firma el propio conde de Mayalde, que unos días después sería promocionado al puesto de embajador en Berlín. Esta documentación se envió a Berlín, que, a partir de entonces, incorporó los 6.000 judíos españoles a los censos de las SS (v.); la cifra aparece en los documentos de la conferencia de Wannsee (v.). Es presumible que al término de la contienda se intentara destruir tan comprometida prueba de connivencia con el nazismo de los archivos españoles, como sugiere el hecho de que solo se haya conservado un ejemplar en el Archivo Histórico Nacional, el informe correspondiente a la provincia de Zaragoza. Un periodista judío, Jacobo Israel Garzón, lo publicó en la revista Raíces. El conde de Mayalde, ya flamante embajador, visitaría el campo de concentración de Oranienburg, cerca de Berlín (Martín de Pozuelo, 2012, p. 58).

29.

El 20 de noviembre de 1940, el embajador español en París, José Félix de Lequerica, ofreció una recepción al embajador alemán Otto Abetz. Al día siguiente, el alemán informó a Berlín de un incidente: «El ministro Serrano Suñer, el embajador Laquerica [sic] y otros funcionarios de la embajada me abordaron a la vez sobre la transcendencia de los decretos contra los judíos [para hacerme saber que] dichos decretos no deben afectar a los ciudadanos españoles porque no son judíos, sino españoles, dijeron que entre 2.000 y 2.500 judíos españoles residen en los territorios ocupados y que muchos de ellos han contraído méritos en la revolución española [Guerra Civil] por haberla apoyado con dinero. Tanto el ministro de Asuntos Exteriores como el embajador rogaron que se tengan en consideración estas circunstancias» (Martín de Pozuelo, 2012, p. 43).

30.

El 22 de febrero de 1942 el embajador alemán en Madrid informa de las medidas que el Gobierno alemán va a adoptar contra los judíos del Gobierno general de Polonia, por si ello afectara a intereses españoles. La respuesta del Ministerio de Exteriores español dice: «El Gobierno español ha decidido no permitir en ningún caso la vuelta a España a los españoles de raza judía que viven en territorios bajo jurisdicción alemana [aunque] estaría dispuesto a conceder en algunos casos un visado de tránsito por España para judíos con visado de tránsito para Portugal o EE. UU.» (Martín de Pozuelo, 2012, p. 55).

31.

Ibidem, p. 58.

32.

Idem.

33.

Schwartz, 1999.

34.

Se explica en una carta de Luis Orgaz, alto comisario de España en Marruecos: «Estos sefarditas, con nacionalidad española indudable y documentación que lo acredita, pidieron venir a España, encontrándose algunos de ellos en campos de concentración (v.) de Alemania. El problema tiene gravedad, por cuanto no conviene en absoluto a nuestro país que, aprovechando las circunstancias de la guerra actual, se nos llene España de judíos, y por otra parte tampoco podemos negarles la protección a que tienen derecho por su nacionalidad, y aunque quisiéramos hacerlo sería siempre una torpeza política por la repercusión que tendría en el extranjero, campañas que suscitarían contra nosotros acusaciones a que darían lugar suponiéndonos una política antisemita copiada de la de Alemania» (Dwork, 2004, p. 36).

35.

Martín de Pozuelo, 2012, p. 75.

36.

En un informe de la embajada alemana leemos esta versión: «La embajada americana en Madrid parece entrometerse cada vez más en cómo España trata la cuestión judía y exige al Gobierno español militancia en favor de sus judíos» (respuesta cifrada al telegrama 5728; ibidem, p. 68).

37.

Del holandés, Huis, «casa», y achter, «atrás».

38.

Visita virtual al escondite de Ana Frank acá: <https://www.annefrank.org/es/ana-frank/la-casa-de-atras/>.

39.

Víctor Kugler, Johannes Kleiman, Miep Gies y Elisabeth Bep Voskuijl.

40.

¿Quién delató a los habitantes de la Achterhuis? El cazador de nazis Simon Wiesenthal no consiguió averiguarlo. Existen por lo menos diez sospechosos, pero no se ha podido probar la culpabilidad de ninguno. ¿Fue el mozo del almacén Willem van Maaren, por el que Ana muestra escasa simpatía? Pudo ser una denuncia anónima. La investigadora Carol Ann Lee afirma que el delator fue Maarten Kuiper, un nazi holandés que había conocido el escondrijo por una confidencia del delincuente habitual Tonny Ahlers, que chantajeaba a Otto Frank (Lee, 2002).

41.

De los siete u ocho agentes implicados en la detención se ha identificado a Karl Silberbauer, de la Sección IVB4 del Servicio de Seguridad (SD), que mandaba la operación, y a los holandeses Gezinus Gringhuis y Willem Grootendorst.

42.

A Hermann van Pels no lo consideraron apto para el trabajo y lo gasearon el mismo día de su llegada. Auguste van Pels murió en abril de 1945; el joven Peter van Pels murió durante el traslado a pie hacia Mauthausen el 5 de mayo de 1945. Friedrich Pfeffer murió en el campo de concentración de Neuengamme el 20 de diciembre de 1944.

43.

El libro de autógrafos abarca el periodo comprendido entre el 14 de julio de 1942 y el 5 de diciembre de 1942. El primer cuaderno de ejercicios abarca desde el 22 de diciembre de 1943 y el 17 de abril de 1944. Se supone que el hueco de esos casi 13 meses que faltan corresponden a un cuaderno extraviado. No obstante, el texto correspondiente aparece en el segundo cuaderno escolar, porque Anna lo pasó a limpio cuando pensó en publicar su diario. Ese tercer volumen abarca desde el 17 de abril de 1944 al 1 de agosto de 1944.

44.

En la nueva versión, los Van Pels se llamaban Hermann, Petronella y Peter van Daan; el dentista Fritz Pfeffer era Albert Dussel y otros personajes reales cambiaban igualmente de nombre.

45.

La primera edición española se tituló Las habitaciones de atrás (Garbo, Barcelona, abril de 1955), traducido por M.ª Isabel Iglesias.

46.

La película de George Stevens El diario de Ana Frank (1959) ganó tres óscares. El guion se basa en la obra de teatro de Albert Hackett (1955), que recibió el Premio Pulitzer.

47.

En esta versión se contrasta el texto primigenio (versión A) con el reescrito (versión B) y la versión C de Otto Frank.

48.

Escrito entre el 25 de octubre de 1939 y el 3 de abril de 1945, sus 11.367 páginas abarcan tres secciones: 24 volúmenes de diario personal; 11 de protocolos y transcripciones de sus discursos y cinco de índices.

49.

En la hoja volandera Mata, del escritor y comisario Ilia Ehrenburg, que se repartió a las tropas, leemos: «Los alemanes no son seres humanos. Desde ahora en adelante, la palabra alemán es la peor maldición. No hay nada que razonar. No hay que excitarse. Matemos. Si no has matado al menos a un alemán, considera el día perdido… Si no puedes matarlo de un tiro, mátalo con la bayoneta. Si tu parte del frente está en calma, dedica ese tiempo relajado a matar alemanes. Si ya has matado a tu alemán diario, mata otro. Nada nos consuela tanto como un montón de cadáveres alemanes. No cuentes los días ni cuentes los kilómetros, cuenta solamente a los alemanes que has matado. Mata al alemán. Es lo que te pide tu abuela. Mata al alemán. Es lo que te pide tu hijo. Mata al alemán. Es lo que te pide tu patria. No lo olvides. No lo dejes pasar. Mata. ¡Mata alemanes! ¡Mata alemanes! ¡Mátalos!».

50.

Vladimir Gelfand escribía su diario con voluntad de estilo, pues no descartaba hacerse escritor. La parte dedicada a los dos años que pasó en la Alemania ocupada después de la guerra pierde interés porque refleja principalmente sus romances. Véase Espina, 2016, <http://repobib.ubiobio.cl/jspui/bitstream/123456789/1859/1/Espina_Gatica_Gustavo.pdf>.

51.

El libro se ha publicado reiteradamente como anónimo. Hoy sabemos que la autora es la periodista Marta Hillers (1911-2001), que escribió este diario en Berlín entre el 20 de abril de 1945 y el 22 de julio de 1945, editado en español por Kurt Marek (C. W. Ceram) con el título Llegaron los rusos, Editorial Americana, Buenos Aires, 1954, y posteriormente como Una mujer en Berlín (v. «Bibliografía»). Su versión cinematográfica es la película de Max Färberböck Anónima: una mujer en Berlín (2008).

52.

Eberle y Uhl, 2008, p. 388.

53.

Tras la caída de Montecassino (18 de mayo de 1944), se extendieron por la región y, según un testigo presencial: «Todas las mujeres de Patrica, Pofi, Isoletta, Supino y Morolo han sido violadas… En Lenola, el 21 de mayo han sido violadas 50 mujeres, y como no había suficientes para todos, han sido violadas también las niñas y ancianas. Los marroquíes normalmente agreden a las mujeres en parejas: mientras uno la viola de manera normal, el otro la sodomiza» (Lewis, 2012, p. 126). A esa traumática experiencia colectiva que ha dejado una amarga memoria en la región la denominan Marocchinate. Otro testimonio en distinto tiempo y lugar lo ofrece la británica Christabel Bielenberg, que vivía en la Selva Negra alemana: «Las tropas coloniales francesas violaron nuestro valle de arriba abajo» nada más llegar. Posteriormente, fueron sustituidas por otras tropas del Sáhara, que «vinieron de noche, rodearon todas las casas del pueblo y violaron a todas las mujeres de entre 12 y 80 años». En Tubinga, las milicias marroquíes violaron a niñas de apenas 12 años y a mujeres mayores de hasta 70. «El aspecto extranjero de estos hombres aumentaba el terror de las mujeres afectadas, sobre todo después de años de propaganda racista nazi» (Lowe, 2012, p. 77).

54.

La película de Rainer Werner Fassbinder, Die Ehe der Maria Braun (El matrimonio de Maria Braun, 1979) explora este tipo de relaciones. Cuando la chica era especialmente atractiva (y por consiguiente, cara) podía definirse como Fräuleinwunder, «chica maravillosa». Aparte de estas relaciones consentidas, se calcula que los ocupantes angloamericanos violaron a unas 860.000 alemanas (según la historiadora Miriam Gebhardt, 2015).

55.

El caso es que los soldados que invadieron Rusia en 1940 tenían prohibido socializar con los infrahumanos que la poblaban, no digamos ya copular. Por otra parte, según el código militar, la violación se penaba con la muerte, lo que raramente se aplicó. En octubre de 1940 la violación se consideró delito reservado, que se castigaba más o menos severamente dependiendo de las circunstancias. Como es natural, una ley tan ambigua disuadía poco al violador, como confirman múltiples testimonios.

56.

Muchas de ellas se testimonian en los informes que Molotov enviaba regularmente a las embajadas aliadas bajo el título Note on German Atrocities in Occupied Soviet Territory. En el fechado el 7 de enero de 1942 leemos: «El mando alemán consiente que sus oficiales y tropas liberen sus instintos más bestiales […]. El Gobierno soviético mantiene relaciones detalladas de los abusos por los que el pueblo soviético reclama un castigo que sin duda algún día tendrá». Más adelante, enumera algunos casos particulares, en los que la violación va seguida casi siempre de asesinato: «En el pueblecito de Semenovka, región de Kalinin, los alemanes violaron a Tikonova, de 25 años, esposa de un oficial del Ejército Rojo, madre de tres niños y embarazada de un cuarto. Le ataron las manos con una cuerda y después de violarla la degollaron, le apuñalaron los pechos y se los rebanaron del modo más sádico […]. En el pueblo de Basmanovo, en la provincia de Smolensk, […] el enemigo fascista capturó a más de 200 chicos y chicas en edad escolar, que habían venido para ayudar en la cosecha, y los mataron a tiros. A un grupo de chicas las reservaron para los “caballeros oficiales”. […] En el pueblo de Voronki, en Ucrania, los alemanes capturaron un hospital con 40 soldados del Ejército Rojo heridos y sus enfermeras. Tras saquear todo el material sanitario, las medicinas y las provisiones, violaron a las enfermeras y las mataron a tiros. […] En el propio Smolensk, el mando alemán abrió un burdel para oficiales en un hotel por el que pasaron cientos de muchachas y mujeres a las que arrastraban sin piedad. […] Por todas partes los bandidos alemanes irrumpen brutalmente en las casas, violan a muchachas y mujeres delante de sus familiares e hijos, humillan a las violadas y asesinan a sus víctimas allí mismo […]. Soldados alemanes borrachos se llevaron a las muchachas y mujeres jóvenes de Lvov al parque Kostyushko y las violaron brutalmente. Cuando un anciano sacerdote llamado Romaznev intercedió por ellas llevando en alto una cruz, los fascistas lo golpearon, lo despojaron de sus ropas, le quemaron la barba y finalmente lo asesinaron a bayonetazos […]. Cerca del pueblo de Borisov, en Bielorrusia, 75 mujeres y muchachas que huían del avance enemigo cayeron en manos de los hitlerianos. Los alemanes violaron y asesinaron a 36 de ellas. A las órdenes de un oficial de artillería, los soldados llevaron al bosque a la muchacha de 16 años Melchukova y la violaron. Más tarde, otras mujeres a las que también llevaron al bosque vieron a Melchukova clavada con bayonetas a un tablero puesto contra un árbol. En presencia de esas mujeres, los alemanes le cortaron los pechos» (véanse <http://www.ibiblio.org/pha/policy/1942/1942-01-06b.html> y Askin, 1997, p. 72).

57.

Dieciocho oficinas profesionales o gremiales en estrecha colaboración con el negociado de Organización; estas llevan las siguientes denominaciones: 1. Productos Alimenticios; 2. Textil; 3. Confección; 4. Construcción; 5. Madera; 6. Hierros y Metales; 7. Química; 8. Imprenta; 9. Papel; 10. Comunicaciones y Servicios Públicos; 11. Minas; 12. Banca y Seguros; 13. Profesiones liberales; 14. Agricultura; 15. Cueros; 16. Canteras; 17. Comercio, y 18. Artesanado Alemán.

58.

Quizá alguno se negara a apoquinar la cuota, no digo yo que no, pero tendría que atenerse a las consecuencias, como aquel trabajador de los astilleros Blohm und Voss de Hamburgo, August Landmesser se llamaba, que durante la botadura de una nave en presencia de Hitler el 13 de junio de 1936 se negó a hacer el saludo nazi y permaneció tercamente cruzado de brazos. El osado remachador fue expulsado del partido en 1935 por «deshonrar a la raza» (había violado las Leyes de Núremberg [v.] al casarse con una judía). Después de una temporada en un campo de concentración, lo enviaron al frente del este, donde desapareció. A su mujer, Irma Eckler, la asesinaron en el hospital de Bernburg.

59.

Un documental de propaganda de los cruceros en <https://www.youtube.com/watch?v=W6rkC4VfW3Q>.

60.

Agramonte, 1955, pp. 411-414.

61.

Nazi convencido, el obispo Hudal intentó demostrar que no había discrepancia entre el nazismo y la doctrina de la Iglesia, y a ello dedicó el libro Die Grundlagen des Nationalsozialismus (Los fundamentos del nacionalsocialismo, 1937), del que envió un ejemplar a Hitler con la dedicatoria: «Al Sigfrido de la nueva Alemania». Tócatelos.

62.

Por este camino huyeron nazis tan destacados como Adolf Eichmann, el doctor Mengele (v.), Klaus Barbie, el Carnicero de Lyon; Gustav Wagner, la Bestia de Sobibor; Franz Stangl, la Muerte Blanca. Los apodos parecen de luchadores enmascarados mexicanos, me hago cargo.

63.

Meditemos sobre ello: de los 5,5 millones de muertos alemanes de esta guerra, al menos un millón murió en los últimos nueve meses. Si Alemania hubiese desobedecido el Führerbefehl y se hubiera rendido antes de la conquista armada de su territorio (cuando ya la derrota era inevitable) se hubiera ahorrado un millón de muertos y considerables destrozos materiales.

64.

En realidad, lo que hace es cavar un agujero donde esconder el huevo, que es de buen tamaño. Evitaré el chiste zafio de Hitler y su único huevo, noten que me estoy corrigiendo: las regañinas de los lectores no caen en saco roto.

65.

Las fotografías, publicadas en mayo de 2013 por la revista Der Spiegel y el diario Bild, pueden verse en <https://www.spiegel.de/international/germany/secret-photographs-of-hitler-búnker-in-berlin-by-robert-conrad-a-903750.html#fotostrecke-8e2127b1-0001-0002-0000-00>. Servidor visitó el lugar del búnker cuando ya lo habían allanado para construir. Donde estuvo el refugio de Hitler, solo quedaba una considerable extensión de polvo de cemento tan fino como el talco en el que se hundían los zapatos hasta el tobillo.

66.

Es el pensamiento que subyace en su declaración tras las matanzas de la Noche de los Cuchillos Largos (v.): «En esta hora decisiva, yo respondía por el destino de la nación alemana y, consecuentemente, era el juez supremo de los alemanes» (Trevor-Roper, 2004).

67.

Estatutos del partido único que establece el Decreto de Unificación (BOE, 4 de agosto de 1939). Franco lo asume cuando, al promulgar la Ley de Principios Fundamentales del Movimiento Nacional (mayo de 1958), comienza: «Yo, Francisco Franco Bahamonde, Caudillo de España, consciente de mi responsabilidad ante Dios y ante la Historia…».

G

1.

Tampoco los mongoles eran tan salvajes. Lo que ocurre es que ganaban batallas gracias a su Blitzkrieg (v. guerra relámpago) particular. En fin, el hombre tuvo 36 esposas, no se sabe cuántas concubinas y por lo visto estudios fehacientes demuestran que un 8 % de la población de su imperio (desde las costas de Japón al Mediterráneo) comparte el mismo cromosoma Y que pudiera proceder de él y de sus primos. Con mucha razón lo llamaron padre de pueblos. Como saben los lectores avezados en asuntos sentimentales, la excesiva coyunda afloja las rodillas. No parece casual que Gengis Kan muriera de una caída del caballo a los 65 años. En sus disposiciones testamentarias sobre el emplazamiento de su tumba y tesoros fue tan astuto que un tropel de Indianas Jones andan buscándolos con toda clase de aparatos ultrasofisticados y no dan con ellos.

2.

Rees, 2005, p. 114.

3.

«Directrices político-económicas para la organización económica de Oriente.» Himmler lo declaró paladinamente: «El objetivo de la campaña de Rusia es diezmar la población eslava con 30 millones de bajas» (Rees, 2005, pp. 79 y 80). También sobraban 5,83 millones de polacos, según un estudio de Helmut Meinhold, economista del Krakauer Institut für Ostarbeit (Instituto de Cracovia para el Trabajo en el Este).

4.

El padrecito Stalin, sí, aquel del poema de Neruda que dice: «Construía. / Nacieron / de sus manos cereales, / tractores, / enseñanzas, / caminos…».

5.

Cairo, 2011, p. 338.

6.

Adolf Hitler, 1925, p. 227.

7.

Germania Nazi Architecture Berlin, <https://www.youtube.com/watch?v=uSrfp_uJiik&feature=related>.

8.

Cuando en 1944 los angloamericanos se ensañaban bombardeando Berlín, Hitler se ufanaba de que le estaban haciendo la primera parte del trabajo, la demolición, y le dejaban la ciudad lista para el desescombro que habría que emprender antes de construir Germania.

9.

Trevor-Roper, 2004, pp. 65-66.

10.

En el mismo museo se puede admirar la maqueta de la gigantesca cúpula de 200 m de altura y 250 de diámetro, como edificio más representativo de Welthauptstadt Germania. La maqueta permaneció oculta al público hasta que la expusieron en el rodaje de la película de Oliver Hirschbiegel Der Untergang (El hundimiento, 2004). Desde 2008 forma parte de la exposición permanente Berlin Unterwelten, que cada año aumenta en visitantes, señal de que el pasado nazi va camino de convertirse en una estimable industria turística.

11.

Harris, 2011, pp. 37-43.

12.

Por poner un ejemplo: el largo camino hasta el despacho de Hitler en la Nueva Cancillería tenía 220 m; el del palacio sería más del doble, 504 m, una galería como para correr caballos si no fuera porque resbalan en el suelo de granito y mármol pulido como un espejo.

13.

El 26 de abril de 1933 aparece en Informaciones un artículo de Hitler: «¿Por qué soy antisemita?». Otros trabajos aparecen en la revista femenina Aspiraciones. El activo Ministerio de Propaganda del Reich financió también libros como la serie del profesor Vicente Gay (¿Qué es el socialismo?, ¿Qué es el marxismo?, ¿Qué es el fascismo?, 1933) o Seis meses con los nazis, 1933, de González-Ruano, y la traducción al castellano de una versión abreviada de Mein Kampf (v.) (Álvarez Chillida, 2002, pp. 310-315).

14.

Carta de Stohrer al Ministerio de Asuntos Exteriores del Reich fechada el 22 de noviembre de 1939, citada por Schulze Schneider, 1994, p. 374.

15.

Garriga, 1977, p. 102.

16.

Véanse los apuros de Rusia después de que haya aniquilado al VI ejército alemán en Stalingrado: «El enemigo [ruso], indudablemente batido, está fijado de una suerte que le cierra caminos a toda posibilidad de nuevas ofensivas a fondo, y en el cotidiano desgaste, a enorme escala, se desangra el monstruo, cuya zarpa todavía pugnará por recobrar fuerza agresiva» (editorial de la revista Mundo, 16 de mayo de 1943). La asunción del sesgo proalemán llegó a ser tan pronunciada que en mi natal Jaén hubo un curioso impertinente que llevó la cuenta del tonelaje de buques aliados cotidianamente hundidos por los submarinos alemanes. Al final de la guerra, resultó que habían echado a pique una cantidad que superaba ampliamente el tonelaje mundial. El diario Jaén es cariñosamente conocido desde entonces como Trepabarcos.

17.

No falta en el libro una coz dirigida a Inglaterra, a la que se hace depositaria de alguna herencia judía, con lo que el autor aúna el odio a la pérfida Albión y su antisemitismo de raíz nazi: «La raza primitiva de las islas británicas es una rama étnica de las desaparecidas tribus de Israel […]. El furor comercial, pues, y la sed nunca saciada de riquezas de la Gran Bretaña quedarían explicados por motivos raciales» (Estrada, 1941, p. 32). En el texto encontramos intensa poesía. Comprueben: «La Germania clásica, floresta negra, monolitos de granito, hombres rubios de ojos azules, color de invierno y de lejanos horizontes, se salva también en la mística de su exaltación, de sus sufrimientos, de sus ayunos. De su elevación espiritual surge más fuerte, más potente» (ibidem, pp. 19-20). O sea, con el racionamiento están pasando más hambre que un caracol en un espejo, y eso es «la mística de su exaltación».

18.

El Sicherheitsdienst des Reichsführers-SS (SD) o Servicio de Seguridad del Reichsführer-SS era el servicio de inteligencia de las SS, creado en 1932 por Reinhard Heydrich. Sus agentes conseguían información y la Gestapo ejecutaba las detenciones o simplemente ejecutaba. Tras el deceso de Heydrich, su colega Ernst Kaltenbrunner heredó el cargo (30 de enero de 1943): dos metros de hombre, tenaz, obstinado e inquieto como rabo de lagartija, soñó con asesinar a Churchill, Stalin y Roosevelt en la conferencia de Teherán. Finiquitada la contienda, intentó escapar por las montañas alpinas, pero lo capturaron y resultó ahorcado en Núremberg (15 de octubre de 1946).

19.

En 1933, tenía 1.000 empleados; en 1944, 32.000. En años intermedios se mantuvo en torno a los 15.000 agentes para una población de 66 millones de habitantes, lo que da un agente para cada 4.400 ciudadanos. En Colonia, con 750.000 habitantes, había en 1939 solo 99 agentes, uno para 7.500 ciudadanos. En Krefeld, había un agente para cada 12.000 ciudadanos (McDonough, 2016, p. 13).

20.

Ibidem, p. 14.

21.

Abeytúa, 1945, pp. 134-135. El chiste al que se refiere es como sigue: viajan en un avión Hitler, Goebbels y Himmler con el Duce. Al sobrevolar Berlín, lanzan al aire cupones de racionamiento, cigarrillos y café. Mussolini siente que también él debería contribuir y le pregunta al piloto: «¿Qué podría echar yo para regocijar a esa buena gente?». El piloto responde: «Si quiere que lo aclamen abra la portezuela y tire a esos…».

22.

Frank McDonough, 2016.

23.

Oficialmente fundada el 8 de marzo de 1941, llevaba funcionando desde 1938 (decreto del 24 de junio de 1938).

24.

En una carta del jefe de policía de Esslingen, en Baden Württemberg, fechada el 11 de marzo de 1837 y referida a la población gitana de Stuttgart, leemos la siguiente declaración de prejuicios y malvadas intenciones: «El gitano es y sigue siendo un parásito para el pueblo que se alimenta exclusivamente de lo que roba y mendiga […]. No hay manera de educarlo para hacer de él una persona útil. Por eso es preciso exterminarlos mediante esterilización o castración. Con ayuda de una ley así pronto habremos eliminado la plaga de los gitanos con poco coste por parte del Estado» (McDonough, 2016, p. 188).

25.

A los cuatro años padeció una osteomielitis que le dejó el pie derecho más corto, deformado y torcido hacia dentro, lo que lo obligaba a usar calzado ortopédico.

26.

Reportaje de Gareth Jones, 1933 (traducción del autor).

27.

Ahora, 21 de mayo de 1933, reproducido en Chaves Nogales, 2012, pp. 128-129.

28.

Longerich, 2016, passim. De otra forma no se explica su entusiasmo ante el indigesto Mein Kampf (v.). En la entrada de su diario del 15 de octubre de 1925, escribe: «Esta noche termino el libro de Hitler. ¡Absolutamente fascinante! ¿Quién es este hombre? ¡Mitad plebeyo, mitad Dios! ¿El Cristo verdadero o solo san Juan?».

29.

Encerrado en un calabozo de la Gestapo (v.), un piquete mandado personalmente por Heydrich (v.) le disparó primero a través de la mirilla de la puerta y como tuvo la insolencia de resultar solo herido leve, ya se dejaron de finezas, abrieron la puerta, entraron en el calabozo y le descerrajaron tres tiros en la sien y dos en la nuca. Bien muerto lo dejaron.

30.

Riefenstahl, 1991, p. 128.

31.

En esa isla del lago Wannsee Mayor, al este de Berlín, se asentaron algunos jerarcas nazis (Gustav Fröhlich, Ernst Udet, Theodor Morell [v.], el ministro Speer [v.] y otros), en residencias expropiadas a millonarios judíos. En 1935 Goebbels se prendó de la mansión del magnate judío Oscar Schlitter, valorada en 450.000 marcos, y la «arianizó» por solo 100.000, de los que 70.000 se los entregó directamente Hitler, en negro (Manvel y Fraenkel, 2014, cap. 5). La parcela abarcaba 6.440 m2, pero Goebbels le añadió en 1938 la parcela vecina con su mansión, igualmente «arianizada», del banquero judío Samuel Goldschmidt. La Führerin de la Sección Femenina nazi Gertrud Scholtz-Klink (v.) instaló también en la isla una de sus escuelas de novias del Reich.

32.

Germany: Fancy Buying Goebbels’ Nazi Love Nest?, <https://www.youtube.com/watch?v=vl8-94_09xE>.

33.

Riefenstahl, 1991, p. 133.

34.

Ahora el Gobierno alemán se lo quiere quitar de encima después de 20 años de abandono y no encuentra comprador. Natural: está tan deteriorado que habría que invertir una millonada en la restauración. En tiempos de la Alemania comunista fue la escuela de adoctrinamiento donde estudió el estupendo demócrata Daniel Ortega antes de consagrarse a la felicidad de los nicaragüenses. He realizado meditaciones manriqueñas mientras paseaba por sus salas devastadas y por sus jardines asilvestrados. En el gran patio vestibular propio de estas residencias campestres, donde el Carinhall de Göring se adornaba con un jabalí de bronce, Goebbels puso una pareja desnuda que se abraza, quizá para indicar a las starlettes invitadas que se desprendieran de prejuicios y se abandonaran a la dulzura de los sentidos.

35.

Su asistente, el SS-Hauptsturmführer Günther Schwägermann, relató en febrero de 1948 cómo fue el final: «Goebbels y su esposa me precedieron por las escaleras y yo me detuve a unos peldaños de la puerta y dejé que salieran solos al jardín de la Cancillería. Cuando percibí el sonido de los disparos subí el resto de los peldaños y salí al jardín. Sus cadáveres estaban cerca de la puerta. Tal como me había ordenado, hice que un soldado de las SS le disparara una ráfaga. Lo hizo y el cuerpo no se movió. Después rociamos los cuerpos con gasolina y les prendimos fuego, pero casi toda se había gastado en la cremación del Führer y su esposa. Los de Goebbels y Magda quedaron reconocibles».

36.

Garriga, 1976, II, p. 59.

37.

Leamos el relato cursi de su estreno con Magda, que pronto sería su mujer: «Por la noche llega Magda Quandt y se queda mucho rato. Florece en una fascinante dulzura rubia. ¡Hasta qué punto eres mi reina!». El apunte termina pedestremente con el número de la prestación sexual 1, o sea, el primero. En sucesivos encuentros sigue numerando los metisacas correlativamente: «Más tarde Magda se va 2, 3». Otro día: «Por la noche Magda: 4, 5». El siguiente: «Magda, 6, 7», y así sucesivamente. ¿Se imaginan algo menos romántico? Es como el pistolero que marca muescas en la culata del revólver (Sigmund, 2000, pp. 91 y 94). Cuando la relación se prolongó hasta acabar en matrimonio, perdió interés y apagó el contador, menos mal.

38.

De la parte dictada y mecanografiada (1941-1945) guardaba dos copias. Hacia finales de 1944, cuando el Ejército Rojo se acercaba a las fronteras del Reich, hizo transcribir el diario manuscrito (1923-1941), pero como los rusos avanzaban más rápido que el mecanógrafo, optó por microfilmarlo. Consumada la tragedia, los soviéticos capturaron el diario y lo mantuvieron en secreto hasta la caída de la URSS, en que salió a la luz y se publicó, aunque en español solo está disponible en pequeños resúmenes (véase «Bibliografía»). La edición completa, Die Tagebücher von Joseph Goebbels (El diario de Joseph Goebbels), aparecida en 29 tomos más tres de índices, ha estado al cuidado de Elke Fröhlich y un grupo de colaboradores.

39.

The Goebbels Diaries, 1948, pp. 86, 147-148, citado en The Nizkor Project, <http://www.nizkor.com/features/qar/qar39-sp.html>.

40.

Rauschning, 2006, p. 59.

41.

Harald Quandt, el hijo mayor de Magda, pasó de las Juventudes Hitlerianas (v.) a la Luftwaffe (v.), donde alcanzó el grado de teniente. Derribado y capturado por los ingleses, sobrevivió a la guerra para heredar el imperio paterno y convertirse en un próspero industrial. Murió en 1967, cuando su avión particular se estrelló en Italia.

42.

Esa felicidad no consiguió enturbiarla el «horrible secreto» al que alude en otra anotación tres años después, cuando descubrió que Magda, tan aria como parecía, pudiera ser hija del potentado judío Richard Friedländer, con el que su madre se casó después de divorciarse de su primer marido y supuesto padre de Magda.

43.

Esser, 1949, p. 23.

44.

Lüdecke, 1938, passim. En realidad, Magda solo se conformó con un hombre cuando no pudo tener dos. Las parejas de amantes que anotó su biógrafa Sigmund cubren buena parte de su biografía: «Quandt-Arlosoroff; Arlosoroff-Goebbels; Goebbels-Hitler; incluso Hanke-Goebbels-Hitler» (Sigmund, 2000, p. 96).

45.

Linge, 2009.

46.

Sigmund, 2000. p. 97.

47.

Por cierto, la del Me 109 era tan angosta que el piloto apenas podía despegar los brazos del cuerpo. La del Spitfire era mucho más cómoda.

48.

Por ejemplo, suministró armas a la República española a través de la armería griega Pyrkal, aunque Hitler apoyaba al bando nacional.

49.

El embajador americano William C. Bullitt describe al rozagante supermariscal en una carta: «Por su volumen podría pasar por un tenor alemán […]. Su trasero mide al menos 70 cm de diámetro, lo que lo obliga a usar unas hombreras de 6 cm cada una para dar a sus hombros la misma anchura que a sus caderas. Al parecer siempre lleva consigo una manicura porque sus dedos, que son más o menos igual de largos que de gordos, se complementan con unas uñas puntiagudas y esmaltadas» (Irving, 1996, p. 232). Para que se vea que no exagera, citemos el testimonio directísimo de Martha Dodd, la hija de otro embajador de EE. UU. a la que le cupo la suerte de que el ministro del Aire le cayera delante en un concierto: «Aposentó su enorme trasero en forma de corazón en la sillita […], yo estaba preocupada al ver los enormes lomos que sobresalían por los lados, tan peligrosamente cerca de mí que no puedo recordar ninguna pieza de las que tocaron los músicos» (Larson, 2012, p. 115).

50.

Ciano, 1946, p. 491.

51.

Abeytúa, 1945, pp. 53-54. Lo que sugiere es que la esposa de Göring concibió a Edda por reproducción asistida.

52.

Kitchen, 2017, p. 463-464.

53.

Publicado en español como Goering, mi marido, 1972.

54.

De καλός καί ἀγαθός («bello y virtuoso»).

55.

El caso es que cualquier estudio desprejuiciado hubiera demostrado que los griegos de Pericles eran ascendientes de los modernos, gente morena que levantaba templos en la Acrópolis, filosofaba como Aristóteles y tallaba como Fidias. Y que sus contemporáneos supuestamente arios del norte de Europa vivían en chozas miserables, vestían con taparrabos y andaban todavía lejos de Hegel y de Kant. Hoy, los estudios de ADN revelan que los griegos actuales descienden de los micénicos y, en última instancia, de los anatolios, mediterráneos de cabello y ojos oscuros, estatura media y tez más morena que la de los pueblos del norte, que eran más altos, rubios, de ojos claros y facciones más finas.

56.

Siguiendo los textos del poeta medieval Wolfram von Eschenbach (c. 1170-1220), según el cual el castillo del Grial se llama Montsalvatge (Monte de la Salvación).

57.

Quizá obraba así inducido por su protectora, la condesa Miryanne de Pujol-Murat, que se creía descendiente de la heroína cátara Esclarmonde de Foix.

58.

Rahn, 2002.

59.

Rahn, 1993. Otto Rahn ha encontrado continuadores o ha inspirado a novelistas amantes del esoterismo medieval, como Jean-Michel Angebert, Nigel Pennick o Peter Berling, célebre autor de Los hijos del grial (1991). ¿Concede el grial poderes especiales a los que se ocupan de él? No sé, la verdad. Algo debe haber, desde luego, porque yo he presenciado, en Cartagena (Murcia), cómo Peter Berling se embaulaba entre pecho y espalda una fuente colmada de chipirones fritos mientras yo, sentado a su lado, apenas mediaba un plato.

60.

La sección de asalto (Sturmtruppen) se acercaba a las trincheras y hostigaba los nidos de ametralladoras mientras la infantería alemana cruzaba la tierra de nadie para asaltarlas. A veces se infiltraban en las defensas aliadas para destruir cañones o capturar prisioneros. La idea la tomaron los alemanes de sus admirados bóeres (de las guerras anglo-bóer, 1880-1902).

61.

La táctica de infiltración, o Infiltrationstaktik, también se conoció como Hutier-Taktik por su creador, el general Oskar von Hutier.

H

1.

El cineasta Sam Peckinpah dedicó una película a esa obsesión, Cross of Iron (La Cruz de Hierro, 1977), estupendamente interpretada por Maximilian Schell.

2.

Speer, 2001, pp. 236-237.

3.

Conradi, 2006, p. 209.

4.

En la anotación del 8 de abril de 1951 del Diario de Spandau de Speer leemos: «Hitler se puso de acuerdo con nosotros para gastar una broma pesada a Kannenberg, el intendente de la Casa Civil. En el invierno de 1939 recibió orden de movilización para incorporarse al frente en una unidad de “comandos lanzahumos”. Muerto de miedo, Kannenberg rondaba a Hitler (buscando ocasión de pedirle que lo excusara de esa obligación), pero Hitler muy regocijado nos hacía señas y muecas disimuladas para hacernos caer en la cuenta. Unos días después, Kannenberg se atrevió por fin a solicitar del Führer si no se podría hacer nada al respecto (o sea, excusarlo del penoso deber), pero Hitler decidió llevar la broma adelante: “No, yo no puedo hacer excepciones. En nuestro Estado no se consienten favoritismos ni privilegios. El nacionalsocialismo ha terminado con el tiempo de los sistemas corruptos”. Kannenberg lo escuchó casi lloroso, pero Hitler se recreó con su desesperación. Como último recurso, Kannenberg argumentó que quizá sus desvelos por el bienestar del Führer fueran más importantes que la presencia de un insignificante cazahumos en el frente. Entonces Hitler soltó la carcajada y rompió la orden de movilización ante el atónito y aliviado intendente» (Speer, 1976, p. 179).

5.

Zweig, 2013, pp. 238-241.

6.

La denominación completa es Gesetz gegen heimtückische Angriffe auf Staat und Partei und zum Schutz der Parteiuniformen («Ley contra ataques insidiosos contra el Estado y el partido y para proteger los uniformes del partido»).

7.

En 1926, el partido abrió su propia tienda de uniformes en Múnich, como las que ahora regentan los clubes de fútbol, la SA-Wirtschaftsstelle (División Comercial de las SA).

8.

La emplea Lothrop Stoddard en su libro The Revolt Against Civilization: The Menace of the Under-man (La rebeldía contra la civilización: la amenaza del subhumano, 1922).

9.

Abeytúa, 1945, p. 138.

10.

Hanfstaeng, 1960, p. 126.

11.

Vallejo-Nájera, 1987, p. 251.

12.

Hess y sus colegas podían pensar que en las altas esferas del Gobierno inglés existía una facción partidaria de la paz con Alemania, a la que consideraban el baluarte contra el bolchevismo asiático. Muchos ingleses de clase alta admiradores de Hitler y de la forma de vida germánica enviaban a sus hijos a internados alemanes o a campamentos vacacionales con la esperanza de que asimilaran la disciplina germánica. En este aspecto, es interesante la lectura del libro de Boyd, 2019.

13.

El intento de puentear a Churchill parece verosímil, porque Hitler había propuesto la paz a Inglaterra en anteriores ocasiones por conductos más oficiales, siempre con resultados negativos. Con ese motivo se reunieron secretamente en Madrid el embajador inglés en España, sir Samuel Hoare, y el príncipe Max von Hohenlohe, emisario de Ribbentrop, el 5 de marzo de 1941.

14.

Manvel y Fraenkel, 1973, p. 255.

15.

«Si en alguna ocasión salía vestido con ropas civiles en compañía de sus ayudantes, ellos eran quienes levantaban a las damas, lo que frecuentemente producía grandes complicaciones, porque Heydrich reaccionaba rudamente contra el pobre diablo que tenía más suerte que él y le quitaba una mujer» (Kersten, 1961, p. 99).

16.

Ibidem, p. 100.

17.

Piloto voluntarioso, pero mediocre, Heydrich ya había chafado dos Me 109 sobre la pista del aeródromo cuando el 22 de julio de 1941 tuvo la desgracia de toparse con el as ruso Aleksandr Pokryshkin, que lo derribó sin dificultad. Heydrich logró aterrizar con el Me 109 averiado, y explicó que lo había derribado fuego antiaéreo (probablemente ni siquiera vio a su enemigo). Después del percance se volvió cauto y rehuía el peligro. Himmler lo retiró del frente haciéndole ver las inconveniencias que acarrearía para el Reich si caía prisionero de los rusos.

18.

«Heydrich nunca halló paz personal; siempre había algo profundo que lo trastornaba. Yo le hablaba, superando mis propias convicciones, de la posibilidad práctica de sobreponerse a los elementos biogenéticos judíos mediante la mezcla de una superior sangre germánica. Le citaba su caso como comprobatorio. Se sintió muy complacido cuando esta actitud relativa a los que tenían un cuarto de sangre judía se manifestó en las leyes raciales. Por entonces le vi agradecido y liberado de sus preocupaciones, pero a la larga resultó inútil» (Kersten, 1961, pp. 105-107).

19.

Ibidem, p. 108.

20.

Discurso en el palacio Czernin el 2 de octubre de 1941.

21.

Una lápida en el lugar recuerda sus nombres: Josef Bublík, Jozef Gabčík, Jan Hrubý, Jan Kubiš, Adolf Opálka, Jaroslav Švarc y Josef Valčík.

22.

López Muñoz, 2015, p. 74. La muerte de Heydrich tuvo consecuencias médicas. El médico curandero del Führer, el doctor Morell, acusó de negligencia al doctor Karl Gebhardt porque no había utilizado sulfamidas en el tratamiento de las heridas de Heydrich. Para aclarar la cuestión, Himmler envió a Gebhardt al campo de Ravensbrück para realizar el experimento que demostrara la eficacia o ineficacia de las sulfamidas en las heridas de guerra contaminadas. Muchos de los reclusos murieron por las infecciones causadas y podrían haberse salvado tras amputarles los miembros, a lo que Gebhardt se negó reiteradamente para reafirmar su hipótesis de la ineficacia de las sulfamidas y así justificar su proceder en la muerte del Carnicero de Praga y restaurar su reputación.

23.

En esta expedición conoció al noveno panchen lama del Tíbet, Thubten Choekyi Nyima (1883-1937), a la sazón exiliado en un santuario de Hangzhou, en China. Como resultado de esas experiencias escribió el libro Unbekanntes Tibet (Tíbet desconocido, 1937), en el que señala que el famoso yeti resulta ser un oso autóctono (Ursus arctos pruinosus).

24.

Schäfer era un experto cazador, aunque esa pasión le causó algún pequeño contratiempo (en 1937 mató a su esposa por accidente en el transcurso de una cacería). Volvió a casarse en 1939.

25.

Schäfer continuó trabajando para el Ahnenerbe (v.) al frente del Instituto de Investigaciones para Asia Interior, en el que se interesó principalmente por la mejora genética de las semillas traídas de Asia. Al término de la guerra padeció persecución por la justicia.

26.

En 1942, Schäfer realizó el documental Geheimnis (El secreto del Tíbet) con el material de la expedición. El montaje original puede verse online en <https://www.youtube.com/watch?v=ucBdDJaFO1w>.

27.

Maticemos: en la última etapa del Tercer Reich hubo dos esferas de poder, la de Himmler, el Reichsführer-SS, y la de Martin Bormann (v.), secretario de Hitler que dominaba el NSDAP a través de los gobernadores provinciales o Gauleiter (v.)

28.

A Dionisio Ridruejo le pareció que tenía «un aspecto vulgar de maestrillo, salvo la malignidad de los ojos semicerrados y casi oblicuos detrás de sus gafas sin montura» (Ridruejo, 1976, p. 218). A Bernadotte le llamó la atención que «se mostraba de una afabilidad notable, hasta asombrosa, dio prueba de su humor, con vetas de humor negro, y gustaba de recurrir a chistes para serenar el ambiente» (citado en Longerich, 2009, p. 665). La secretaria de Hitler, Traudl Junge, deja en sus memorias un retrato cumplido: «Me pareció muy antipático porque tenía el aspecto filisteo, hipócrita, de funcionario, no porque fuera brutal. Eso era lo asombroso de su personalidad; saludaba besando la mano, tenía una voz suave con ligero acento bávaro, sonreía siempre y era muy cortés. Al oírle contar anécdotas inocentes y charlar de manera amable y encantadora, ¿quién podría pensar en fusilamientos, campos de concentración, etc.?» (Junge, s. f., p. 96).

29.

Padfield, 2004, p. 47.

30.

A los SS se les exigía una altura mínima de 170 cm. Se daban facilidades a los titulados universitarios procedentes de la clase media, con preferencia a los de la clase obrera, que integraban las SA.

31.

Policía Secreta Estatal Alemana (v. Gestapo); Servicio de Seguridad (Sicherheitsdienst, SD); Policía Criminal del Reich (Reichskriminalpolizeiamt); Oficina Principal de la Policía de Seguridad (Hauptamt Sicherheitspolizei).

32.

Longerich señala: «La manía de Himmler de inmiscuirse en la vida privada del prójimo y de recoger detalles íntimos con interés francamente voyerista» (Longerich, 2009, pp. 75 y 355).

33.

Padfield, 2003, p. 210.

34.

Entienda el lector que uso este adjetivo despectivo en alusión al aspecto físico de la mujer no por apreciación personal, sino en mi deseo de reproducir la común opinión que merecía en aquella sociedad machista cuya execrable escala de valores, basada más en el aspecto externo de la mujer que en su inteligencia y cualidades morales, hoy hemos afortunadamente superado.

35.

Y tan rubia y tan linda que aparecía en fotos de propaganda como ejemplar de niña aria. En la posguerra, con la edad, menguó su belleza, pero ella se mantuvo fiel a la memoria de su padre y en todo momento se mostró nazi legítima y valedora de los perseguidos, lo que justificó su título de «Madre Teresa de los nazis». No hay ofensa en la comparación: la Madre Teresa era una pajarraca de cuidado, aunque logró colarnos la imagen de abnegada mater de dolientes menesterosos.

36.

Sigmund, 2000, p. 230.

37.

Longerich, 2009, p. 434.

38.

En su calidad de comisario político del Reich para el Reichskommissar für die Festigung deutschen Volkstums (RKFDV, Comisionado del Reich para el Fortalecimiento de la Reserva Étnica Alemana), y jefe de la Volksdeutsche Mittelstelle (Oficina de Enlace para los Alemanes Étnicos).

39.

En un par de ocasiones, el burócrata quiso presenciar personalmente las ejecuciones, quizá para probarse que era capaz de vivir emociones fuertes. En una de ellas, en Minsk (Bielorrusia), la sesada de una de las víctimas le salpicó el abrigo y poco le faltó para desmayarse (agosto de 1941). En su visita a Auschwitz (17 de julio de 1942) presenció el gaseamiento de un grupo de judíos belgas y por la noche asistió a una cena en su honor en la que se mostró «de excelente humor, habló de todos los posibles temas que se plantearon durante la conversación. […] Bebió unos vasos de vino tinto y fumó. Todos quedaron encantados con su buen humor y su brillante conversación» (Friedländer, 2008, p. 505).

40.

Kersten, 1961, p. 308; Padfield, 2003, pp. 308-309. «Este carácter vacilante muestra que se sentía inseguro porque se consideraba un gusano al lado de los viejos luchadores de partido y de los arios que lo rodeaban» (Kersten, 1961, p. 334).

41.

Jünger, 2006, anotación del 23 de mayo de 1945.

42.

Un misterio para la medicina. ¿Por qué tantos jerarcas nazis padecían agudos dolores de estómago? ¿Era por mimetismo con el Führer, cuyas continuas flatulencias lo obligaban a seguir una dieta vegetariana?

43.

El propio Himmler demuestra con su existencia que eso del karma es una pamema: ¿qué animal existe en la naturaleza tan abyecto y cruel como para merecer que Himmler se reencarne en él?

44.

Y, no se sorprendan, añadía a la lista de sus afectos a nuestro Felipe II, cuya biografía figuraba entre sus libros de cabecera, especialmente por lo despiadado que fue con los rebeldes flamencos. Felipe II era otro «débil con poder» (Marañón), lo que explica que Himmler sintiera por él esa fijación que se acrecentaría después de su visita a El Escorial (21 de octubre de 1940).

45.

Kersten, 2017, p. 180. Nos queda la duda de si Himmler habría leído a Winckelmann o a Lavater, quienes acataban el ideal griego de poseer belleza y virtud (καλός καί ἀγαθός o καλοκαγαθία; de καλός, «bello», y ἀγαθός, «virtuoso»), que relacionaba la belleza física con la belleza moral y la atribuía a la aristocracia, en este caso la aristocracia de las razas, la aria, la germana.

46.

Longerich, 2009, p. 355.

47.

Una bandeja y una fuente de plata, prendas de seda, medias y 5 kg de alimentos exquisitos, todo ello procedente de los bienes requisados a los judíos que la Oficina Central para la Economía y Administración de las SS, dependiente de las Empresas Económicas Alemanas, ponía a disposición de sus miembros a precios razonables (Himmler y Wildt, 2014, p. 308).

48.

Una semana después, su viuda dio a luz a una niña, Eva Bárbara Fegelein, tan guapa como el padre. A los 30 años se suicidó, incapaz de superar la muerte de su novio en accidente de circulación.

49.

Las anotaciones del periodo 1941-1942 se publicaron en 1999. En 2013 se descubrieron unas 1.000 páginas mecanografiadas, las correspondientes a los periodos 1937-1938 y 1944-1945, en los Archivos del Ministerio de Defensa ruso de Podolsk, a las afueras de Moscú, donde se custodian toneladas de papeles incautados en Alemania aún por clasificar.

50.

Sí, en vista de que el espacio aéreo no era seguro para aviones alemanes, se decidieron a usar un avión americano que obraba en poder de la Luftwaffe tras un aterrizaje de emergencia en territorio equivocado. El comando estaba formado por el teniente de las SS Wenzel, el radioperador Sepp Leitgeb, Karl-Heinz Hennemann, Eric Morgenschweiss, de 16 años, Georg Heidorn y la bella Ilse.

51.

Terminada la guerra, Prützmann se rindió a los británicos con papeles falsos. Lo internaron en un campo de prisioneros y cuando estaban a punto de identificarlo se suicidó con cianuro. En 1949, los aliados consiguieron identificar al comando que asesinó al alcalde de Aquisgrán. Heidorn, Hennemann y Hirsch admitieron su participación en el asesinato, y aunque no parecían estar arrepentidos, tuvieron la suerte de que un antiguo colega de Oppenhoff declaró haberlos visto con el uniforme de la Wehrmacht (v.) en septiembre de 1944. De acuerdo con el código militar vigente, los desertores podían ser ejecutados sin juicio previo. El tribunal suavizó las penas: a Hennemann, 18 meses de prisión; a Heidorn, un año; Ilse y el joven Morgenschweiss, libres de cargos, en consideración a que ella solo había actuado como guía y él era menor de edad cuando ocurrieron los hechos.

52.

El historiador alemán Harald Sander ha compilado con paciencia benedictina el libraco Hitler, Das Itinerar: Aufenthaltsorte und Reisen von 1889 bis 1945 (Hitler, el itinerario: estancias y viajes de 1889 a 1945), cuatro tomos que suman 2.432 páginas y se ilustran con 2.211 fotografías.

53.

Kershaw, 2002.

54.

Ibidem, p. 31.

55.

Meana, 2015.

56.

Agramonte, 1955, pp. 406-409.

57.

«Luego hablamos de Kniébolo [Hitler]. Muchos, también muchos de sus enemigos, le reconocen una cierta grandeza demoníaca. Sin duda, podría ser tan solo una grandeza elemental, subterránea, pero carente de esa forma y elevación personales que observamos, por ejemplo, en Byron o en Napoleón. Carl Schmitt dijo a este respecto que a los alemanes les falta el instinto fisiognómico. Quién tiene un aspecto tal que ni los pintores ni los fotógrafos son capaces de darle un rostro, quién maneja su lengua materna de un modo tan completamente trivial, quién consigue reunir a su alrededor tal cantidad de nulidades» (Jünger, 2006, anotación del 4 de mayo de 1943).

58.

Con la primera, Anna Glasl-Hörer, no tuvo hijos. Cuando falleció en 1883 contrajo matrimonio con Franziska Matzelsberger, que hasta entonces había sido su amante. De esta tuvo un hijo, Alois. Enviudó de nuevo y se casó con Klara Pölzl, de la que tuvo seis hijos: Gustav (1885), Ida (1886), Otto (1887), Adolf (1889), Edmund (1894) y Paula (1896). Los únicos que sobrevivieron a la infancia fueron Adolf y Paula.

59.

Trevor-Roper, 2004, p. 154.

60.

Su deficiente formación se manifiesta en su insegura ortografía (escribe Schopenhauer con dos pes) y en la pedregosa sintaxis de Mein Kampf. Ya Führer de Alemania, se resistía a escribir algo de su mano y prefería dictar a secretarias y dar órdenes orales.

61.

En algunos asilos había catres, duchas e incluso hornillos donde los huéspedes podían hervirse un huevo, pero en otros solo de disponía de bancos corridos en los que la gente dormía sentada y reclinada sobre una soga tensa de pared a pared que el encargado soltaba de un extremo a las seis de la mañana, al tiempo que daba a los pupilos los buenos días con frases como «hala, a la calle, que vamos a baldear la pocilga».

62.

Nadie está libre de decir gilipolleces. Lo malo es cuando se escriben. Thomas Mann, típico representante de la intelectualidad alemana, estaba convencido de que Francia representaba una civilización pervertida y decadente, mientras que Alemania personificaba la energía y el heroísmo del hombre nuevo llamado a dominar el mundo. «El país más rico de Europa era, a su vez, el más insatisfecho; el más fuerte, el más inestable. La Alemania guillermina cambió en su fuero interno esa cita del Fausto que dice “es verdad que ya sé mucho, pero quisiera saberlo todo” por “es verdad que poseo mucho, pero quisiera poseerlo todo”» (Haffner, 2001).

63.

Existe cierta controversia sobre si esta foto es auténtica. La tomó el fotógrafo Heinrich Hoffmann (v.) —que luego sería amigo de Hitler—, en la Odeonsplatz, donde la multitud se había reunido para jalear la guerra. Resulta algo sospechoso que Hoffmann la rescatara de su archivo precisamente durante unas reñidas elecciones en las que los adversarios políticos le reprochaban a Hitler que hubiese rehuido hacer el servicio militar cuando le tocó. Se publicó el 12 de marzo de 1931, víspera de las elecciones, en el Illustrierte Beobachter. Una de las razones esgrimidas para darla por falsa es que el bigote que luce el joven Hitler es ya el de Charlot, cuando en fotos posteriores, las de la guerra, gasta un bigotazo de amplias guías. Claro que también podría objetarse que este es su bigote «civil», mientras que el otro es el que se deja crecer, autoritario, en su etapa «militar».

64.

Recibió la Cruz de Hierro (v.) de segunda clase (2 de diciembre de 1914) y luego la de primera clase (4 de agosto de 1918).

65.

Para abultar algo habían numerado los carnets de afiliado a partir del número 500. A Hitler le correspondía el 555 aunque él siempre diría que era el número 7, una mentirijilla sin importancia.

66.

La señora Bechstein, esposa del famoso y acaudalado fabricante de pianos, era 17 años mayor que Hitler y, en cierto modo, lo adoptó como hijo (lo llamaba familiarmente Wölfchen —Lobito—). Él se dejó querer y obtuvo de su bienhechora el estupendo regalo de un automóvil Mercedes (valorado en 26.000 marcos), aparte de invitaciones a pastelitos de crema. Elsa Bruckmann, una aristócrata rumana casada con el editor Hugo Bruckmann, invitó a Hitler a su salón y lo introdujo en la alta sociedad bávara y en el exclusivo círculo de los potentados de la industria alemana. En cuanto a la viuda Winifred Wagner, inglesa de nacimiento, alma de los festivales de Bayreuth (v.), tenía la suficiente confianza con Hitler como para llamarlo Kapellmeister Wolf («lobo director de coro»).

67.

No se lo pierdan pelando una gamba con enternecedora torpeza en Dokumentation der II Weltkrieg in Farbe, <https://www.youtube.com/watch?v=pKi4_mLS1pI>. No es de extrañar que después de estas dificultades con el marisco optara por hacerse vegetariano.

68.

Kershaw, 2002, p. 48.

69.

Idem.

70.

Del 27 al 29 de octubre de 1922.

71.

Kershaw, 2002, p. 51.

72.

Oigamos al cronista Eugenio Xammar: «Hitler recorre en estos momentos Alemania. No utiliza otro medio de locomoción que el aeroplano y como, al parecer, no se marea, puede realizar, gracias a la rapidez de sus desplazamientos, cuatro, cinco y hasta seis mítines diarios en otras tantas ciudades […]. Sus discursos son siempre el mismo discurso. Hitler es un hombre de un solo disco. Promete paz, trabajo y libertad. Cuando el movimiento nacionalsocialista se haya apoderado del poder —dice— habrá trabajo para todo el mundo y Alemania volverá a ser un país tan poderoso como los países más poderosos de la tierra. Los culpables de la miseria del pueblo serán perseguidos sin piedad. Se hará justicia caiga quien caiga, etc. […] Todo esto dicho en fórmulas breves, claras y brutales. Ningún discurso dura más de un cuarto de hora y el efecto en todas partes es el mismo. Las gentes se extasían, rugen de entusiasmo, juran estar dispuestas a dar la vida por el caudillo y Hitler, precipitadamente, sale, para ir a tomar el aeroplano antes de que se hayan extinguido los aplausos y las aclamaciones» (Xammar, 2005, pp. 77-78).

73.

Para ir por el mundo con una fusta en lugar de bastón, se necesita ser hortera. Las fustas del Führer (tuvo tres) se las regalaban las admiradoras maduras. La primera, Frau Helene Bechstein; la segunda, Frau Elsa Bruckmann, la esposa del editor, y la tercera, más fuerte, Frau Büchner, la dueña del hotel donde se hospedaba en Obersalzberg (Kershaw, 2012, pp. 185-186).

74.

Anotemos (ya lo iremos viendo) la tendencia al suicidio de las mujeres que se prendan del prenda (me refiero al Führer, naturalmente). Maria Reiter se casó en 1931 con un hostelero del lugar del que se divorció a los pocos meses. Seguía enamorada de Hitler y no habían cortado del todo, puesto que él la felicitó en su 19.º cumpleaños con una tetera de plata con la dedicatoria: «Sinceramente, tu Lobo». En 1934 tuvieron un encuentro fugaz y pasaron juntos una noche que Mimi confesaría al Obergruppenführer-SS Julius Schaub como «la más feliz de mi vida». En 1934, cuando Hitler ya vivía con Eva Braun, Maria volvió a casarse, esta vez con el Hauptsturmführer-SS Georg Kubisch, que moriría en Dunkerque (1940). Hitler le envió con sus condolencias un ramo de 100 rosas rojas. Después de la guerra, contrajo matrimonio con Walter Zierahn, un incapacitado diez años más joven que ella. La frustrada novia de Hitler falleció en julio de 1992, en un asilo, a los 82 años. Últimamente bebía mucho.

75.

Rudolf Hess diría: «Es una joven atractiva, siempre alegre y llena de palabras tan inteligentes como las de su tío. Ni siquiera él puede competir con las ingeniosas ocurrencias de ella».

76.

Hanfstaengl, 1960, p. 182. Emil Maurice, el chófer y guardaespaldas de Hitler (despedido precisamente por coquetear con ella), alaba igualmente la rotundidad de sus formas: «Cuando iba por la calle, los hombres se volvían a mirarla, a pesar de que esa actitud machista es impropia de Múnich».

77.

Fest, 2006. Un tal Munder, jefe de la agrupación de Württemberg, expresó su descontento porque «Hitler descuidaba sus obligaciones políticas para acompañar a su sobrina». Hitler lo expulsó del partido.

78.

Fest, 2006, p. 456.

79.

Hoffmann, 2013, p. 82.

80.

Ibidem, p. 361.

81.

La historia la contó en una entrevista que concedió, ya mayor, al biógrafo de Goebbels, David Irving (1993), y luego en su autobiografía, La dulce amargura de la vida (2001). A servidor le suscita la duda de si pudiera ser invención de la Baarová. ¿Cómo pudo recordarle a Hitler a su sobrina? Geli era una aldeanota de coloradas mejillas, bastorra y con cierta tendencia a engordar, mientras que la Baarová era una chica fina de almendrados ojos y estilizado rostro eslavo con prominentes pómulos, por lo que le asignaban papeles de vampiresa (véase: <http://fpp.co.uk/online/01/01/STimesBaarova.html>).

82.

Aunque como consecuencia del crac, en 1932, Alemania consiguió una reducción neta de más del 98 % de las deudas a las que le obligaba el Tratado de Versalles.

83.

También Pío XII se hacía fotos con un gorrioncillo posando en su dedo índice, menudo pájaro (v. Pío XII).

84.

Speer, 1976, p. 136. Quizá hubo una excepción: Berni, la chica judía cuya historia veremos cuando le toque.

85.

¿Hitler, evasor de impuestos? Sí, amable lector. Había estado tan ocupado en su arte, como Lola Flores, que había olvidado declarar sus rentas.

86.

Speer, 1976, pp. 131-132.

87.

Mediante referéndum plebiscitario del 15 de enero de 1935, con 90,8 % de votos favorables a Alemania.

88.

Véanlo marcarse unos pasos de baile en la terraza del Berghof, filmado por su enamorada: Adolf Hitler / Obersalzberg / 1939-1943, <https://footage.framepool.com/es/shot/106782884-anna-doehring-christa-schroeder-franz-xaver-schwarz-max-amann>.

89.

Ludwig, 2011, p. 41.

90.

Como en el caso de Austria en la Gran Guerra, Hitler bien podría decir: «Nos hemos esposado a un cadáver».

91.

Las tropas soviéticas habían tenido un comportamiento deplorable en la llamada guerra de invierno contra Finlandia (1939), lo que movió a Hitler a minusvalorar su capacidad militar. Por otra parte, desde su perspectiva racista, los pueblos eslavos eran infrahombres (v. Untermenschen).

92.

Estaba convencido de que era un artero plan de los ingleses para obligarlo a lanzar un ataque preventivo contra su dudoso aliado, lo que los aliviaría de la presión alemana. Los primeros días anduvo tan desconcertado que fue incapaz de reaccionar. Incluso temió, refugiado en su dacha, que sus camaradas del politburó irían a prenderlo y a fusilarlo. Su gran sorpresa fue que llegaron más mansos que nunca a interesarse por el señorito y ver qué mandaba, porque la guerra no espera. Sin salir del todo de su sorpresa, Stalin se recompuso anímicamente y empezó a dictar las primeras disposiciones para resistir al invasor en la gran guerra patriótica, como la llaman los rusos.

93.

¡La tecnología de los Untermenschen superior a la de los Übermenschen! ¿Se puede eso consentir? Hitler fulminó al ingeniero que, después de examinar un T-34 ruso capturado, propuso que lo mejor era copiarlo, en lugar de diseñar otro específicamente alemán.

94.

Hitler se lamentaría de haber invadido Rusia. El 4 de junio de 1942, confesó a su aliado finlandés, Mannerheim: «Tenían el mayor arsenal que cualquiera podía imaginar… Si alguien me hubiera dicho que un país podía empezar [la guerra] con 35.000 tanques, le habría dicho que estaba loco […]. En Kramatorsk Aje, en la zona del Donetsk [Ucrania], hay una planta de fabricación de tanques donde en cada turno trabajan 30.000 obreros ¡en solo una fábrica! ¡Una planta gigantesca! Masas de trabajadores que ciertamente viven como animales…». Estas palabras las grabó el ingeniero Thor Damen contraviniendo la orden de desconectar el micrófono (<https://yle.fi/aihe/artikkeli/2018/06/04/hitlers-secretly-recorded-conversation-in-finland>).

95.

Seis de ellos hundidos y los siete restantes muy dañados. Fue el Schwarzer Mai (Mayo Negro) de los sumergibles, debido principalmente a dos factores: el desciframiento por los ingleses de los comunicados secretos de la máquina Enigma (v.) y el nuevo radar aliado ASV Mk III, que emitía ondas de 10 cm, tan cortas que los receptores Metox de los submarinos no podían captarlas (Dönitz, 2014, p. 343). Entre abril y mayo se perdieron 58 U-Booten en todo el mundo (Symonds, 2019, p. 471).

96.

En 1942 los aliados habían arrojado 47.000 toneladas de bombas; en 1943, 200.000 toneladas.

97.

Speer, 2001, p. 531.

98.

Abeytúa, 1945, p. 57. Shirer abunda en la misma noticia: en 1938, algunos secretos opositores lo apodaban Teppichfresser (el Comealfombras).

99.

Es lo que se pregunta Kershaw (2012, p. 31): «¿Cómo pudo obstaculizar todas las posibilidades de poner un fin negociado al conflicto?».

100.

Otra contradicción del personaje: aborrecía el tabaco, el alcohol y el café, pero confiaba plenamente en las pócimas e inyecciones estimulantes que le administraba su curandero particular, el doctor Theo Morell (cocaína en colirio, metanfetamina Eukodal, una droga que produce un efecto eufórico, y otros compuestos opiáceos).

101.

Vallejo-Nájera, 1987, pp. 227-229.

102.

Speer, 2001, p. 644.

103.

Citaré solo algunos: August Kubizek: Adolf Hitler, mi amigo de juventud (1953); Erich Kempka, el chófer de Hitler, autor de Yo quemé a Hitler; Hans Baur, el piloto de Hitler, autor de Yo fui el piloto de Hitler (1980); Traudl Junge, primera secretaria de Hitler, Bis zur letzten Stunde (2001); Christa Schroeder, segunda secretaria, autora de Er war mein Chef. Aus dem Nachlass der Sekretärin von Adolf Hitler (1985); Otto Dietrich, asesor de prensa de Hitler, The Hitler that I knew (1957); Heinrich Hoffmann, fotógrafo y amigo de Hitler, Hitler wie ich ihn sah. Aufzeichnungen seines Leibfotografen (1974) y Yo fui amigo de Hitler (1954); Hermann Rauschning, jefe del partido en Dánzig, Hitler me dijo (1940); Nicolaus von Below, edecán de Hitler, Als Hitlers Adjutant. 1937-1945 (1937-1945, 1980); Rochus Misch, Yo fui guardaespaldas de Hitler, 1940-1945 (2006); Bernd Freytag von Loringhoven, ayudante de Hitler, En el búnker con Hitler (2006); Putzi Hanfstaengl, jefe de prensa extranjera, Unheard Witness (1957) o Hitler: los años desaparecidos (1957); incluso tenemos el informe preparado para Stalin de la NKVD después de interrogar sobre Hitler a su ayudante Otto Günsche y a su ayuda de cámara Heinz Linge, publicado como El informe Hitler (2005); Otto Strasser, nazi del ala izquierda exiliado en 1933, autor de Hitler y yo (1948).

104.

Reck, 2009, pp. 29-30.

105.

Se refiere a Cleón de Atenas, un curtidor sin formación que acaudilló el partido de los adversarios de Pericles.

106.

Reck, 2009, pp. 32-33.

107.

Ibidem, p. 28.

108.

Citado por Ludwig, 2011, p. 11.

109.

Xammar, 1923. Traducción nuestra. Lluís Permanyer puso en duda que esta entrevista se hubiera producido, pero a servidor de ustedes le parece plausible y posible.

110.

Xammar, 2005, pp. 209-211, passim.

111.

Hanfstaengl, 1960, p. 107.

112.

Abeytúa, 1945, pp. 55-56 y 58.

113.

Bueno (con el pseudónimo Antonio Azpeitua), 1923, pp. 17-18.

114.

Se publicó nuevamente en Liberty Magazine en julio de 1932.

115.

«I Saw Hitler!» («Vi a Hitler») apareció en la revista Cosmopolitan de marzo de 1932 antes de publicarse en forma de libro. Cuando Hitler ascendió al poder, conminó a la señora Thompson para que abandonara el país en 48 horas. La periodista tenía la orden de expulsión enmarcada en su despacho de Nueva York.

116.

Jones, 1933.

117.

Agramonte, 1955, pp. 406-409; Rauschning, 2006, p. 23.

118.

Ibidem, pp. 23-24.

119.

Es evidente que el español le caló el truco del mirar intenso. Ridruejo, 1976, p. 192. La germanista Sala Rose explica el secreto de la mirada del Führer, que no era sino un truco de lo más vulgar: «Como sugestionador de masas cuenta su celebérrima mirada hipnótica […], el poder de fascinación de los ojos grisazulados de Hitler, que actuaba en un marcado contraste con unos rasgos faciales más bien toscos. Hitler […] ejercitaba la mirada en privado poniendo a prueba su efecto, mirando fijamente a alguien hasta obligarlo a apartar o bajar la vista» (Sala Rose, 2003, pp. 201-202).

120.

Schirach, 1956, pp. 218-222.

121.

«En sus últimos días […] no había perdido su fascinadora mirada […]. Hitler tenía en los ojos un poder hipnótico que le granjeaba la admiración y el sometimiento de cuantos se movían a su alrededor. Incluso sus médicos, y el más crítico de todos ellos, reconocen la fascinación de aquellos ojos grisazulados que compensaban la grosería y tosquedad de sus demás rasgos fisonómicos y dicen: “Las fotografías no pueden reflejar el poder sugestivo de su rostro”. Conservó hasta el final ese magnetismo personal y acaso únicamente teniéndolo en cuenta podamos explicarnos la extraordinaria obediencia con que eran acatadas sus órdenes en las últimas semanas de vida» (Trevor-Roper, 2020, pp. 129-130).

122.

Speer, 1976, p. 129.

123.

Entrevista del 6 de enero de 1974 en <https://rodoh.info/forum/viewtopic.php?t=2980&start=10>.

124.

Abeytúa, 1945, pp. 56-57.

125.

Ludwig, 2011, pp. 19-20.

126.

Serrano Suñer, conferencia en cursos de El Escorial, 26 de agosto de 1992. Publicada en internet por la Fundación Serrano Suñer. ¿Estaba loco Hitler? De siempre tuvo un ramalazo que se acrecentó con el tiempo y las tensiones de la guerra.

127.

Merle, 1999, p. 57.

128.

Ludwig, 2011, p. 39.

129.

Vallejo-Nájera, 1987, pp. 227-229.

130.

Ibidem.

131.

Merle, 1999.

132.

Ibidem, p. 57.

133.

Muchos de estos potentados eran judíos. La cultura vienesa brillaba con su máximo esplendor en el salón de las Wertheimstein, madre e hija, Josephine y Franziska, una familia rica de banqueros judíos ilustrados, cosmopolitas y liberales, que recibían una vez por semana a la flor y nata de la ciudad: escritores, científicos, médicos, pintores, músicos, industriales, gentes del teatro…

134.

Entre ellas, las del reconocido patriarca inspirador del antisemitismo germano Theodor Fritsch: Antisemiten-Katechismus (Catecismo antisemita, Leipzig, 1893) y Handbuch der Judenfrage (Manual de la cuestión judía, 1887, que los nazis editaron con fruición hasta 1944). También debió de conocer las obras de Chamberlain y Lagarde.

135.

Eckart y Rosenberg estaban a su vez influidos por la lectura de la obra del asiriólogo Friedrich Delitzsch, autor de Babel und Bibel: Ein Rückblick und Ausblick (Babel y la Biblia: una revisión y una perspectiva, 1904) y Die grosse Täuschung. Kritische Betrachtungen zu den alttestamentlichen Berichten über Israels Eindringen in Kanaan, die Gottesoffenbarung vom Sinai und die Wirksamkeit der Propheten (El gran engaño: consideraciones críticas sobre los informes del Antiguo Testamento sobre la invasión de Canaán por parte de Israel, la revelación divina del Sinaí y la eficacia de los profetas, 1920-1921).

136.

Xammar, 1923. Traducción nuestra.

137.

Chaves Nogales, 2012, pp. 99-100.

138.

Kershaw, 2002, p. 41.

139.

Ibidem, p. 42.

140.

La abundante literatura nazi retoma esa metáfora y la repite hasta la saciedad. En la película Der Ewige Jude (El judío eterno, Hippler, 1940), una voz en off declara en tono neutro: «Las ratas causan enfermedades como la peste, la lepra, el cólera y el tifus. Son pérfidas, cobardes y crueles, y suelen aparecer en grandes grupos. Exactamente como los judíos entre las personas». La idea procede del orientalista Paul de Lagarde, quien en su Juden und Indogermanen (Judíos e indoeuropeos, 1887), dice: «No se puede negociar con la triquina y los bacilos ni se los debe nutrir. Hay que destruirlos tan rápida y completamente como sea posible».

141.

En la correspondiente a la Navidad de 1908 escribe: «Le desea la mayor felicidad para el nuevo año su eternamente agradecido Adolf Hitler» (Hamann, 2011, p. 180).

142.

Der lieben und braven Rosa Nienau, Adolf Hitler, München, den 16 Juni 1933 («Para mi querida y buena Rosa Nienau, Múnich, el 16 de junio 1933. Adolf Hitler»), y la otra: Der lieben Gretele, Adolf Hitler, Obersalzberg 1936 («A mi querida Gretel, Adolf Hitler, Obersalzberg, 1936»). La llama Gretel en alusión al cuento de Hansel y Gretel.

143.

Hoffmann, 2003, p. 173.

144.

Adolf Hitler, Ein Mann und sein Volk, edición especial del Illustrierte Beobachter, 1936; Heinrich Hoffmann, Hitler in seinen Bergen, 1938. Berni Nienau se hizo delineante. Falleció de polio espinal a los 17 años, en el hospital Schwabing (5 de octubre de 1944). Sus fotos dedicadas por Hitler, con florecillas pegadas, se subastaron en 2018 en EE. UU. Las adquirió un acaudalado coleccionista de Pensilvania.

145.

Junge, s. f., pp. 116-117.

146.

Ibidem, pp. 125-126. Marlene von Exner sobrevivió a la guerra. En los años cincuenta publicó varios libros de dietética.

147.

Kershaw, 2012, pp. 74-76.

148.

No es criticar, es referir, y el que esté limpio de pecado que tire la primera piedra.

149.

Hanfstaengl, 1960, p. 190.

150.

Ibidem, p. 219.

151.

Ibidem, p. 136.

152.

Ibidem, p. 50.

153.

Machtan menciona un «documento Mend» que relata la relación homosexual del cabo Hitler con su camarada Ernst Schmidt. También unas declaraciones de chaperos que aseguraban haber mantenido relaciones íntimas con Hitler. Para Machtan, lo de Eva Braun fue una tapadera (Manchtan, 2001).

154.

Beevor, 2012, p. 405.

155.

Muerta Geli, Otto Strasser, enemigo declarado de Hitler, divulgó la especie de que Geli le había confesado «con ira, repugnancia, horror, […] las extrañas proposiciones con que su tío la perseguía. Yo estaba al corriente de las imposibilidades de Adolf: como todos los que lo conocíamos en la intimidad, yo también había oído hablar de los caprichos extravagantes a que se había prestado la señorita Hoffmann [la hija del fotógrafo] […] Geli me confirmó punto por punto lo que la imaginación de un hombre sano se resiste a admitir» (Strasser, 1940, p. 84). Otros enemigos, y nunca le faltaron, abundaron en la especie de que se inclinaba al sexo sadomasoquista. Véase el apartado de Renate Müller en la página 215.

156.

No conocemos la fiabilidad de una noticia recogida en un informe de la Oficina de Servicios Estratégicos de EE. UU. Invitada la bella Renate en el Berghof, en un momento en que quedaron solos, Hitler extendió el brazo en saludo nazi y dijo: «Puedo mantenerlo así durante dos horas. Nunca me canso cuando mis tropas de asalto y mis soldados desfilan ante mí mientras saludo de pie. Nunca me muevo. Mi brazo es de granito. Pero Göring no aguanta. Él tiene que bajar la mano en cosa de media hora. Eso significa que soy cuatro veces más fuerte que él. Él está hecho un blandengue. Yo estoy duro». El pillín ocultaba un pequeño secreto: aunque era enemigo del deporte (y en general de cualquier esfuerzo físico) se imponía ejercicios de tensor para luego alardear de resistir brazo en alto como un Übermensch, según conocemos por el Diario de Spandau de Speer, 1976.

157.

En eso le encontramos cierto paralelismo con Franco, otro hombre de limitada libido, pero también aficionado a beldades del cine como Juanita Reina o la suculenta Sara Montiel.

158.

Chiste fácil: sería de poco follar, pero jodió a medio mundo.

159.

Una jovencita bella e inocente a la que modelar (Trevor-Roper, 2004, pp. 195-196). Marcarla con su huella, dice. ¿Podemos imaginar una expresión más machista? Es como ponerle el hierro de tu ganadería en el lomo para asentar la propiedad: es mía porque la he modelado a mi imagen y semejanza.

160.

Nos trae a la memoria la canción «Amarraditos», de Dolores Pradera: «Desde luego parece un juego / pero no hay nada mejor /que ser un señor de aquellos / que vieron mis abuelos». Hitler no llegó a conocer a nuestra gran cantante melódica, pero en su momento se aficionó a las canciones de la chilena Rosita Serrano, die Chilenische Nachtigall (el Ruiseñor Chileno), cuya canción «Luna roja» gustaba de repetir en su pick up (Roter Mohn, warum welkst du denn schon). Comenzada la guerra, a Rosita se le ocurrió dar un par de conciertos en Dinamarca a beneficio de los refugiados judíos, lo que la hizo caer en desgracia ante Goebbels, que le confiscó los bienes y la persiguió hasta que se volvió a Chile. Terminada la guerra, reafirmó su admiración por los judíos, casándose con un sefardita millonario. Nunca se le perdonó que Hitler la admirara (y después Pinochet). Murió en la miseria. En fin, véanla cantar, silbar y lucirse con una coreografía manifiestamente mejorable en <https://www.youtube.com/watch?v=3zUhuBSyv_o>.

161.

Decía, por ejemplo, «entre los tártaros, seré Kan. Lo único de lo que seré incapaz es de compartir la carne cruda con los jefes. A mí, vegetariano, que me mantengan alejado de la carne. Si no esperan demasiado me contentaré con sus harenes» (Trevor-Roper, 2004, p. 161). ¿Se imagina el lector a Hitler usufructuario de un harén de beldades orientales y el trasiego de tetas al levantar el brazo en el saludo matinal?

162.

Döhring, 2018, p. 54. No siempre estaba el atento Bruckner para oficiar de mamporrero: «En Brunswick, una muchacha se precipitó hacia mi coche para ofrecerme un ramo de flores. Era rubia, esbelta, maravillosa. Todos a mi alrededor se quedaron maravillados, pero ninguno de esos idiotas pensó en pedirle su dirección, para poder enviarle unas líneas de agradecimiento. Me lo he reprochado amargamente» (Trevor-Roper, 2004, p. 196).

163.

Münchener Post, 3 de abril de 1923.

164.

Hanfstaengl, 1960, p. 310.

165.

Fest, 2006, p. 240. El prestigioso biógrafo, contenido y académico como es, ha evitado decir «cada discurso nocturno del Führer, a la luz de las antorchas o en la catedral de luz, concitaba una experiencia orgásmica».

166.

Sigmund, 2000, p. 12.

167.

Kershaw, 2002.

168.

Sigmund, 2000, p. 13.

169.

Lo que no cuenta, aunque lo sabemos por Hanfstaengl, es que «en cierta ocasión se había aprovechado de su ausencia para declararse con palabras apasionadas a su atractiva primera esposa. Una vez más, todo se redujo a un alarde retórico que tuvo por desenlace una tempestuosa escena con el marido» (Hanfstaengl, 1960, p. 158).

170.

Esser ofrece un listado de las novias de Hitler, todas bellas, frondosas y menores de 20 años: Suzi Liptauer, vienesa; Emmi Marre, que lo llamaba familiarmente Wölfchen (Lobito) —Hitler cortó con ella porque «no puede mantener la boca cerrada»—; Jenny Haug, hermana de Ernst Haug, su chófer por aquel entonces, una chica de «bonita figura, grandes ojos y todo el aspecto de lo que era: una dependienta de una tienda» (Hanfstaengl, 1960, pp. 49-50); Liselotte Bechstein, hija de su benefactora Helene Bechstein, con la que mantuvo un idilio en el Obersalzberg el largo y cálido verano de 1925; Adahelde Klein, Ada, a la que llamaba Mein Goldstück o Mein Schätzchen («mi tesoro dorado») y finalmente Maria (Mimi) Reiter, de la que hablamos páginas atrás. Uno se pregunta: ¿las escogía apenas rebasada la edad legal para evitarse problemas con la Justicia? (Esser, 1949).

171.

«Miezel era una chica maravillosa. En aquella época conocí a muchas mujeres. Varias de ellas me tuvieron afecto. En este caso ¿para qué casarme? ¿Para dejar detrás de mí a una mujer? A la menor imprudencia, corría el peligro de regresar a la cárcel por seis años. Para mí era imposible el matrimonio. Tuve que renunciar a las ocasiones que se me presentaron» (Trevor-Roper, 2004, p. 173).

172.

«Hans S. Giesler on Hitler & Eva Braun», phpBB, <https://rodoh.info/forum/viewtopic.php?t=2980&start=10>.

173.

Todavía podríamos añadir una cuarta, Unity Mitford, una extravagante aristócrata inglesa alta, rubia, guapa, nacarada de piel, estupenda de hechuras, a la que Hitler admitió en su séquito. Pertenecía a una estirpe de desequilibrados en la que a las hijas les dio por la política como a las hermanas Brönte por la escritura. Una se hizo fascista, otra comunista y Unity se hizo nazi, y proclamó que tenía dos patrias: Inglaterra y Alemania. Cuando se declararon la guerra, la desventurada no lo pudo soportar y se descerrajó un tiro en la cabeza. ¡Una mujer que lo tenía todo! ¡Una de esas roses of England, lovely and fair, sweet and fine, que ilustran la bella raza isleña (aunque alcanzados los 40 se transforman en armarios roperos)! ¡Mediten sobre el caso los discretos y vean adónde nos llevan los extravíos de las ideologías! Unity no murió, pero quedó tocada de la cabeza (más de lo que ya estaba) y sobrevivió retirada en Inglaterra lo suficiente para asistir a la caída de su héroe y a la del nazismo. Falleció de meningitis en 1948. Estoy por sumar a la serie Inga Ley (v. Ley, Robert), una beldad espectacular, que también coqueteaba con Hitler y acabó suicidándose, víctima de depresiones. O sea, que el Führer, ahí donde lo ven, tan mosquita muerta, era un poco gafe, al menos para las mujeres; para la humanidad en general, ni te cuento.

174.

Gun, 1974, p. 88.

175.

Hitler se inspiró, al parecer, en el bigote de un miembro de la Thule-Gesellschaft (v.), el ingeniero y economista Gottfried Feder, al que Hitler conoció en el verano de 1919.

176.

Trevor-Roper, 2004, p. 171.

177.

Ibidem, p. 196.

178.

Ibidem, 2004, p. 284.

179.

Trevor-Roper, 2004, p. 489. También se lo comentaba a su piloto de confianza Hans Baur: «Siento mucho respeto por las señoras ancianas, pero preferiría ver algunas más jóvenes» (Baur, 1980, p. 103). Por cierto, por Baur sabemos que andaba prendado de la azafata particular de su Air Force One. En la primavera de 1935 recibió su avión privado, el cuatrimotor Condor Immelmann D-2600, dotado de toda clase de adelantos, entre ellos un pequeño office con cocina y bar, y su azafata particular. «Tuvimos una camarera, la señorita Dien de Ausburgo, que permaneció con nosotros hasta el comienzo de la guerra. A Hitler le gustaba hacerse servir por ella y no lo ocultaba. “Es mucho más agradable —decía— que se ocupe de uno una gentil joven en vez de un hombre áspero e impertinente como son los camareros en Berlín» (Baur, 1980, p. 102).

180.

Hanfstaengl, 1960, p. 152. El propio Hanfstaengl menciona en su libro dos comportamientos similares de Hitler: con una hija de Ohnesorge (p. 153) y con la esposa de Hermann Esser, cofundador del partido y editor del Völkischer Beobachter (p. 158). En los dos casos, padre y marido ofendidos rompieron relaciones con el acosador. En 2011 se subastó una tarjeta en la que Hitler felicita el cumpleaños de la señora Esser con una viñeta dibujada por él que representa un cupido sentado en un cojín decorado con corazoncitos frente al espejo de una mesa de tocador. Cuando se pone en artista resulta usted un poco horterilla, mein Führer. Un comentario de sobremesa de Hitler nos permite sospechar que la anécdota sea cierta. «Asistí a una fiesta en el Bayerischer Hof. Había allí mujeres espléndidas, elegantes y cubiertas de joyas. Surge una mujer tan bella que eclipsa a todas las demás. No lleva ni una alhaja. Es la señora de Hanfstaengl. La volví a ver otra vez con Mary Struck en casa de Erna Hanfstaengl. Tres mujeres juntas, a cuál más bonita. ¡Qué cuadro!» (Trevor-Roper, 2004, p. 196).

181.

Hanfstaengl, 1960, p. 115.

182.

Sigmund, 2000, p. 224.

183.

Riefenstahl, 1991, pp. 115-116. En esta ocasión, el Führer, como la zorra hambrienta de la fábula, ha rechazado las uvas porque no están maduras, pero en un pasaje de las memorias de su amigo Putzi Hanfstaengl encontramos a Leni «practicando con Hitler todas sus artes de seducción en una verdadera ofrenda de promesas femeninas» que el Führer desaprovecha por timidez (Hanfstaengl, 1960, p. 220).

184.

Existen pruebas de que, en actitud de reposo, el contacto físico le desagradaba. Su secretaria Christa Schroeder cuenta que en una recepción una invitada lo tomó del brazo con familiaridad. Él le rogó tímidamente que lo soltara. Otros testigos (Hanfstaengl, Rausching, Strasser) indican que eludía compartir sofá con ninguna mujer de turbadora belleza.

185.

En su vida se le pudo probar ninguna clase de ejercicio físico fuera de aquellas paladas inaugurales que se vio obligado a dar para los fotógrafos en las obras de la autopista. Poco ejercicio y desmedida afición a la tarta de manzana lo hubieran hermoseado, sin duda, pero sus agotadores mítines, en los que llegaba a perder hasta 2 kg, lo mantenían en forma, secundados por la continua tensión con la que servía a su personaje. Algo ayudaría también su frugal dieta vegetariana y abstemia.

186.

Speer, 1976, p. 134.

187.

Baur, 1980, p. 129.

188.

Entrevista de José Eduardo Arenas, ABC, 26 de octubre de 2001. También Estrellita Castro, compañera y rival en el star system de la UFA, tuvo que fantasear sobre su entrevista con Hitler. «Estrellita le respondió, más o menos: “Mire usté, que tiene usté a un hermano mío preso por rojo, ¿no me lo podría soltá?”. Dicho y hecho.»

189.

«Nos marchábamos ya cuando Goebbels aún me haría una proposición más: “Frau Imperio, ¿le apetecería visitar al Führer?”. “¡Cómo no! Si él me invita, estaría encantada de conocerlo.” […] Y no se trataba solo de que a Hitler le hubieran gustado Nobleza baturra y Morena Clara, sino que quien le gustaba era yo. La cita que había promovido Goebbels era para mí sola, pero yo no lo entendí así […] o no lo quise entender, que también puede ser. Me vestí con mucha sobriedad, con apenas alguna alhaja pequeña y discreta sobre un traje muy elegante de terciopelo negro, y aparecí con mi marido. El ministro objetó que se trataba de un encuentro privado, y entonces le sorprendí con una reacción que casi podría considerarse violenta. “He venido a Alemania con mi marido —exclamé en voz alta, recalcando que yo era la señora de Martínez del Castillo, una mujer honesta, y no una cualquiera—, que es el director que me dirige y me dirigirá, así que pienso acudir a la entrevista con él. Mi marido no se puede quedar fuera.” Eso se lo dije a Goebbels mientras Florián permanecía ligeramente apartado y sin enterarse muy bien de lo que pasaba. El ministro no me respondió, pero el ceño fruncido hablaba por él. Había instigado todo aquello solo porque Adolf Hitler quería tenerme a solas, pero yo no estaba interesada en dar pie a las insinuaciones del Führer. Manteniéndome firme, me calmé y entramos en el Reichstag…» (Imperio Argentina, 2001, pp. 105, 106 y 107).

190.

Trevor-Roper, 2004, p. 552.

191.

Giménez Caballero, 1981, p. 124.

192.

A la luz del dato, impresiona la tozudez del Führer: la Gran Guerra le costó un huevo y, lejos de escarmentar, reincidió en una segunda. De no intervenir Magda Goebbels (v.), tampoco es creíble que el proyecto de bodorrio hubiera llegado a buen término. Pilar Primo de Rivera, enteca y huesuda, no era el tipo del Führer, aparte de que ella ofrendó también su vida al ideal político, en este caso del Ausente, su hermano (v. Primo de Rivera, José Antonio) y, arrebatada por el idealismo de la causa, se resistía a ofrendar su doncellez en sacramental himeneo. Como una vestal falangista se consagró a la Sección Femenina del Movimiento y nunca pensó en casarse, aunque pretendientes no le faltaron.

193.

Pueden verse en la página 150 como refugio antiaéreo de Berlín, ya destrozadas.

194.

Hanfstaenfl, 1960, p. 199.

195.

Hitler wie ich ihn sah. Aufzeichnungen seines Leibfotografen, Herbig, München und Berlin, 1974.

196.

Hoffmann, 2003, p. 8.

197.

Diccionario de la RAE.

198.

Quizá convendría añadir tres millones de prisioneros de guerra rusos muertos de inanición y enfermedades en infames corralizas de alambre de espino, con el propósito deliberado de eliminar la población de amplias zonas donde el Gobierno del Reich planeaba asentar colonos de raza germánica. Los alemanes alegaron en su defensa que Rusia no había firmado los tratados de Ginebra.

199.

Ralf Dahrendorf, Society and Democracy in Germany (1969); Hans-Ulrich Thamer, Verführung und Gew alt. Deutschland 1933-1945 (1986).

200.

La obra era un correlato del libro de Christopher Browning Ordinary Men (1992) sobre la actuación del batallón de policía de reserva 101 en las matanzas y deportaciones de judíos en 1942. Browning demuestra que los miembros de la unidad 101 eran gente normal, de la clase media y trabajadora de Hamburgo, que no había superado las pruebas para alistarse en el Ejército y se derivó a servicios de retaguardia. Durante la Acción Reinhard (v. Einsatz Reinhard), se les ordenó detener a los judíos que había que deportar y asesinar a los que no cupieran en los vagones del tren habilitado al efecto. El comandante concedió que el que no quisiera participar podía negarse, pero solo hubo 15 objetores en un batallón de 500. El resto participó en la matanza, no por odio ni por maldad intrínseca, sino simplemente por cumplir las órdenes. Ya se sabe, la «banalidad del mal». Ian Kershaw, en su libro Popular Opinion and Political Dissent in the Third Reich (1983), señalaba que la mayoría de los alemanes concibieron alguna lejana sospecha del Holocausto, pero prefirieron no informarse sobre el asunto.

201.

«Una vez más hay que preguntar a quienes sostienen que un gran número de alemanes no se regía por el antisemitismo (v.) exterminador que nos expliquen y demuestren dónde y cómo, de qué instituciones, de qué sermones religiosos, de qué literatura, de qué libro de texto aquellos alemanes podrían haber extraído alguna imagen positiva de los judíos. Se sabe, en cambio, que en las tres últimas décadas del siglo XIX existían en Alemania 1.200 publicaciones dedicadas a examinar “el problema judío”, y la mayoría pertenecía al campo abiertamente antisemita» (Goldhagen, 1997, p. 400).

202.

Robert Gellately, 2002.

203.

Browder, 2002.

204.

Gellately, 2002, pp. 9-10.

205.

El hedor del horno crematorio también lo testimonia Jorge Semprún en su novela La escritura o la vida, 1995.

206.

«Había 900.000 miembros de las SS y 120.000 trabajadores en los ferrocarriles que sabían de los vagones de ganado atestados de judíos que circulaban en trenes nocturnos. Decenas de miles de relojes de hombre y de mujer, de plumas estilográficas y portaminas robados a las víctimas fueron distribuidos entre las fuerzas armadas, en un periodo de solo seis semanas; 222.269 trajes de hombre y mudas de ropa interior, 192.652 conjuntos de prendas femeninas y 99.922 atuendos infantiles tomados de las víctimas gaseadas en Auschwitz se distribuyeron en el frente interno alemán» (Olmo, 2005, p. 169).

207.

Swett, 2011, p. 251.

208.

Goldhagen, 1997, pp. 486-487. Una escena, podemos imaginar, digna de una película de Sam Peckinpah.

209.

Es el terrible secreto que la periodista Géraldine Schwarz descubre en su propia familia y relata en el estupendo libro (Schwarz, 2019).

210.

Kellner, 2020, p. 145, anotación del 28 de octubre de 1941.

211.

Ibidem, p. 155.

212.

Klemperer, 2001, anotaciones del 16 de marzo de 1942 (p. 28) y 16 de octubre de 1942 (p. 155).

213.

Jünger, 2006, anotación del 31 de diciembre de 1942.

214.

Goldhagen, 1997, p. 320.

215.

Poliakov, 1965, pp. 61-63.

216.

Mann, 1947. El colapso de los valores morales perduró después de la guerra. Cuando Hannah Arendt regresó a Alemania en 1949, se sorprendió al encontrar una sociedad que no sentía remordimiento alguno por lo ocurrido. Nadie se acordaba de nada.

217.

Tresckow, 2014, p. 12.

218.

Klemperer, 2014, p. 144.

219.

«Seis años de convivencia con este pueblo me habían enseñado a quererlo, a admirar profundamente su resignación, su espíritu de sacrificio, su portentosa capacidad de trabajo y a detestar la bajeza, los malos instintos y la vesania de una minoría indigna de regir a un país poseedor de tales virtudes» (Abeytúa, 1945, pp. 328-329). «El prototipo de alemán medio, ese hombre sentimental y hasta sensible que cuida amorosamente sus flores en el tiesto si no tiene huerto donde cultivarlas, se conmueve hasta la más íntima de sus fibras ante el atropello de un perro y profesa a los niños tierno afecto. Individualmente, son buenos y les repugna la crueldad y hasta la estridencia; pero su sumisión carneril a la disciplina los transforma en verdugos cuando una orden los constriñe a hacerlo. ¡Lástima que semejantes virtudes personales no germinen en un medio más propicio! […] Ustedes llevan un barniz superficial de hombres civilizados que cae al menor rasguño. Cualquier contrariedad les hace proceder manu militari. Yo he visitado París a raíz de la ocupación y dos meses después la convivencia pacífica del principio se había convertido en odio» (ibidem, pp. 151-155).

220.

Ibidem, 1945, p. 37.

221.

Texto del telegrama enviado por medio del cónsul británico en Ginebra: «Recibido un informe alarmante que comunica que en los cuarteles generales del Führer se ha discutido un plan que está siendo considerado según el cual todos los judíos de Alemania o los países que controla, cifrados entre 5,5 y 4 millones, después de deportados y concentrados en el este, serían exterminados para acabar de golpe con la cuestión judía en Europa. Tal acción se está planeando para el próximo otoño. Los modos de ejecución se están discutiendo todavía, incluyendo el uso de ácido prúsico. Transmitimos esta información con la necesaria reserva porque no podemos confirmar su exactitud. Nuestro informante está muy relacionado con las más altas autoridades alemanas y sus informes son por lo general fiables». El plan de exterminar a los judíos europeos resultaba tan monstruoso que los aliados no dieron crédito a esta información. «Nunca experimenté la sensación de abandono, impotencia y soledad como cuando avisé del desastre y el horror que estaba ocurriendo al mundo libre y nadie me creyó», declararía Gerhart Riegner.

222.

Este informe se basaba en testimonios como el de Jan Karski, agente de la resistencia polaca infiltrado como guardia ucraniano en el campo de Belżec.

223.

El portador de la propuesta fue el agente judío Joel Brand, que la expuso a un alto mando del Servicio Secreto británico en Oriente Medio. Al final no se llegó a ningún acuerdo. El 15 de junio de 1944, sir Harold MacMichael informó del asunto a sir Anthony Eden: «Los nazis creen que un trato ayudará a olvidar que ya han matado a seis millones de judíos».

224.

Declaraciones del agente polaco Karski en una entrevista con Hannah Rosen el 9 de febrero de 1995. Texto íntegro en <https://remember.org/educate/hrintrvu>.

225.

Merle, 1972, pp. 1-3.

226.

La estrofa que dice: «¡La bandera en alto! / ¡Prietas las filas! / Las SA marchan / con paso tranquilo y firme. / Camaradas, caídos en el frente rojo y en la reacción, / marchan en el espíritu / dentro de nuestras filas», recuerda poderosamente algunos conceptos de himnos falangistas: «Prietas las filas, recias, marciales / nuestras escuadras van», etc., y al «Cara al sol», si bien este es mucho más poético: «Formaré junto a mis compañeros, / que hacen guardia junto a los luceros, / impasible el ademán, y están / presentes en nuestro afán…»).

227.

El escritor Frederick Forsyth recuerda en sus memorias a una condesa alemana de 35 años, la edad perfecta para una amante (según el novelista), si no fuera porque tenía la extraña costumbre de cantar el «Horst-Wessel» durante el coito (Forsyth, 2015, p. 78). Entre nosotros corre la anécdota, probablemente apócrifa, de que Camilo José Cela obligaba a gritar «¡viva España!» a la coima que lo atendía en el momento del orgasmo. Quien esté libre de extravagancia que tire la primera piedra.

228.

Eleonore Hodys era «una mujer de veras interesante. Encantadora y femenina al estilo vienés, instruida y viajada por Abisinia, África, Palestina e Italia, farmacéutica y bacterióloga, cautelosa, inteligente y hábil como pocas mujeres, pero nada cultalatiniparla, una tejedora capaz de producir maravillosos tapices» (Pauer-Studer, 2015, p. 113).

229.

Una de sus hijas, Inge-Brigitt Höss (1933), cambió su nombre a Brigitte y se mudó a España. Durante unos años trabajó como mannequin (o modelo) del sastre Balenciaga —su belleza, un poco lánguida, alta, rubia y ojos azules, desfiló ante la señora de Franco—. Posteriormente se mudó a EE. UU. y trabajó hasta su jubilación en la legendaria boutique Saks Jandel de Washington, propiedad de un matrimonio judío alemán que huyó después de la Noche de los Cristales Rotos (v.). Cuando conocieron la identidad de su padre pensó que la despedirían, pero los judíos la mantuvieron en el puesto y se siguieron interesando por ella cuando se jubiló. Poco antes de morir, declaró que, en casa, su padre «parecía el mejor hombre del mundo, siempre dulce y amable con quienes lo rodeaban» (véase <https://www.exberliner.com/features/people/an-auschwitz-heritage/>).

230.

Pedro Ruiz podría ser un buen equivalente español. El «fenómeno mediático» Paquirrín también lo intentó con su monólogo emitido por la tele el 16 de julio de 2009, pero tras el éxito inicial pinchó en hueso.

231.

Durante la guerra, el Conférencier del Kabarett der Komiker de Berlín se hizo famoso por sus chistes contra los italianos: «¿Quién tiene plumas y no es gallo? —preguntaba—. ¿Quién lleva casco y no es soldado? ¿Quién anda hacia atrás y no es cangrejo?», en clara alusión a las plumas de gallo que adornan los cascos de los bersaglieri, el cuerpo de élite de Mussolini, y a su pobre actuación militar, más acostumbrados a las retiradas que a los avances. Otro chiste: «¿Sabéis qué cartel han puesto los franceses en la Riviera? “Griegos, deteneos aquí, que esto es Francia”». (Dando a entender que los griegos en su contraataque llegarán hasta Francia). Otro chiste: «Hitler ha escrito Mein Kampf, pero ¿sabéis el libro que va a escribir Mussolini? Respuesta: Dein Kampf und mein Sieg (Tu lucha y mi victoria)».

232.

Hermes, 1946.

233.

Ley de Prácticas Dolosas, del 21 de marzo de 1933.

234.

«Se aplicará la pena de muerte en caso de desmoralización de las fuerzas defensivas […] a aquel que exhorte o incite a rehusar el cumplimiento del deber de servicio en el Ejército alemán o de uno de nuestros aliados o a quien intente públicamente paralizar o socavar la voluntad del pueblo alemán o de alguno de sus aliados.»

235.

Valga una anécdota: el 30 de enero de 1933, recién llegado Hitler al poder, un grupo de pilotos, casi todas las viejas glorias de la Gran Guerra, se entusiasmaron de tal manera que lo levantaron al grito de Heil, der Dicke! Heil, der Dicke! («¡viva el gordo, viva el gordo!») y lo lanzaron al aire repetidas veces, como los arrieros de la venta manchega hicieron con Sancho Panza. Él se lo tomó con bonhomía y buen humor, aunque también es cierto que en los años venideros se cuidó de engordar lo suficiente como para que nadie volviera a mantearlo.

236.

Por citar un caso: el 28 de julio de 1944, el Tribunal Popular condenó a muerte al ciudadano Joseph Müller por haber contado un chiste. Un soldado malherido solicita en su lecho de muerte ver por última vez a aquellos por los que ha ofrendado su vida. Las enfermeras descuelgan los retratos del Führer y del Reichsmarschall Göring y se los ponen a uno y otro lado de la almohada. El soldado dice: «Así quería morir, como Jesucristo, entre dos delincuentes» (Lebor y Boyes, 2002, p. 35).

237.

Kersten, 2017, p. 138.

238.

Herzog, 2014, p. 15.

239.

Máxima autoridad en la interpretación de la sharía o ley islámica.

I

1.

Algunas de ellas, con filiales como Pelikan, la que fabricaba la tinta de los números tatuados a los presos y del grupo sanguíneo que los SS (v.) solían llevar tatuado junto a la axila izquierda, y la Deutsche Gesellschaft für Schädlingsbekämpfung (Degesch), fabricante del Zyklon B (v.), del que IG Farben tenía la patente y el 42,2 % de las acciones.

2.

En 1934, Alemania produjo 300.000 toneladas de productos naturales del petróleo y menos de 800.000 toneladas de gasolina sintética partiendo del carbón; el resto necesario lo tuvo que importar. Sin embargo, diez años después, en plena Segunda Guerra Mundial, producía unos 5,5 millones de toneladas de petróleo sintético, obtenido por el proceso de hidrogenación, cuyas patentes le había transferido la Standard Oil (Sutton, 1976, p. 4).

3.

Y aquí paz y después gloria. Por cierto, los archivos de IG Farben nunca se encontraron.

4.

En una entrevista de 1999 dijo: «Las políticas económicas de Hitler fueron aprobadas por los banqueros durante toda la guerra… ITT, Chase, Texaco y otros estaban operando en la Francia ocupada por los nazis hasta 1945. De hecho, Chase, en París, estuvo intentando conseguir contratos nazis hasta 1944. Cuando fuimos a Alemania en mayo de 1945, recuerdo que vi un almacén Woolworth (bombardeado) en Hamburgo, lo que me hizo pensar: “¿Qué está haciendo Woolworth en la Alemania nazi?”. Mientras nos bombardeaban y nos aplastaban, para la gran empresa el negocio iba como siempre», <https://web.archive.org/web/20090420155923/http://free-news.org/NOM_conspiracion_03.htm>.

5.

Trevor-Roper, 2004, p. 116.

6.

«El motivo de que el mundo antiguo fuera tan puro, sereno y luminoso es que no conocía los dos grandes azotes de la humanidad: la sífilis y el cristianismo» (ibidem, p. 60).

7.

Ibidem, p. 247.

8.

Ibidem, p. 73. En otro pasaje dice: «El cristianismo ha alcanzado la culminación del absurdo. Llegará el día en que su edificio se desplome» (p. 48); «la religión cristiana no es más que una secta judía […]. Después de la destrucción del judaísmo, debería seguir lógicamente la extinción de la moral de esclavos cristianos» (p. 30).

9.

Pero ya apuntaba maneras en el libro de Alfred Rosenberg (v.) El mito del siglo XX (1930), que la Iglesia condenó e inscribió en su Índice de libros prohibidos (Index librorum prohibitorum).

10.

Casi todos pertenecientes a la Iglesia evangélica, de tradición luterana.

11.

El 11 de octubre de 1930, L’Osservatore Romano publicó un editorial en el que descalificaba la doctrina nazi y sus teorías raciales. A esta declaración siguió la excomunión (agosto de 1932) de los dirigentes del partido nazi (v. NSDAP).

12.

Es conocida su denuncia de la pasividad de las instituciones cristianas: «La Iglesia permanecía muda, cuando tenía que haber gritado […]. La Iglesia reconoce haber sido testigo del abuso de la violencia brutal, del sufrimiento físico y psíquico de un sinfín de inocentes, de la opresión, del odio y del homicidio, sin haber alzado su voz por ellos, sin haber encontrado los medios de acudir en su ayuda. Es culpable de las vidas de los hermanos más débiles e indefensos de Jesucristo» (Bonhoeffer, 2000).

13.

Papen, 1952, p. 308.

14.

Se refería principalmente a los movimientos juveniles cristianos que las Juventudes Hitlerianas (v.) amenazaban con absorber.

15.

Papen, 1952, p. 306.

16.

Especialmente tras la aparición del libro de Rosenberg El mito del siglo XX, que el prelado había leído (sería uno de los pocos alemanes en hacerlo) y lo había hallado un compendio de herejías que aspiraba a convertirse en la guía espiritual del pueblo alemán. Particularmente, había escandalizado al cardenal su defensa de la poligamia, la esterilización forzosa y las menciones de un pretendido quinto evangelio oculto por la Iglesia en el que Jesucristo perdía su mansedumbre y se revelaba como un rebelde violento cuyo designio era esclavizar a los pueblos. Para halago de Rosenberg, el libro fue incluido en el Index librorum prohibitorum. Rosenberg también intentó crear una doctrina político-religiosa, el Deutsche Christen («cristianismo positivo»), que sustituyera los elementos judíos del cristianismo por otros nazis, un meritorio empeño similar al del cocinero que asó la manteca.

17.

En su intención de limar discrepancias, incluso mencionó que ya en el siglo XIII, santo Tomás de Aquino había advertido en su tratado De regimine Iudaeorum la intención de los judíos de dominar el mundo. Inasequible al desaliento, en la primavera de 1935, Hudal le propuso al vicecanciller Papen la idea de un nazismo de raíz católica que desviara el ancestral antisemitismo racial hacia el antijudaísmo religioso. Pretendía Hudal que los fascismos europeos se centraran en afrontar el peligro comunista que irradiaba la Rusia soviética. Después de la guerra, Hudal, fiel a sus ideas, coordinó personalmente la huida a América de muchos criminales nazis por la llamada ruta de los monasterios.

18.

Formaban la comisión los cardenales Bertram, Faulhaber y Schulte, y los obispos Preysing y Galen.

19.

Véase <http://www.vatican.va/content/pius-xi/es/encyclicals/documents/hf_p-xi_enc_14031937_mit-brennender-sorge.html>.

20.

En 1937, Hudal publicó un libro, Die Grundlagen des Nationalsozialismus (Los fundamentos del nacionalsocialismo, 1937) en el que subrayaba los valores comunes de nacionalsocialismo y catolicismo. El libro enfureció a Pío XI y a los obispos alemanes, que lo consideraron un agente nazi y el «teólogo de la corte de Hitler».

21.

Cada 20 de abril, el cardenal enviaba sus «más calurosas felicitaciones al Führer en nombre de los obispos y las diócesis de Alemania».

22.

El Reichstagsbrandverordnung («decreto del incendio del Reichstag») para la protección del pueblo y del Estado.

23.

En 2008 la Justicia alemana revisó el caso y derogó la sentencia, lo que debe haber supuesto un gran consuelo para el muerto, allá donde se encuentre.

24.

En el banquete por el cumpleaños de Hitler el 20 de abril de 1942, el general Franz Halder le oyó decir: «El único que sabe realmente algo del Reichstag soy yo, ¡porque yo le prendí fuego!». Seguramente, una boutade.

25.

Fritz Thyssen (1873-1951), magnate del acero y tío político de Carmen Thyssen-Bornemisza, se declaró contrario a la guerra tras la invasión de Polonia, se mudó con su familia a Suiza, fue expulsado del partido nazi e internado en el campo de concentración de Sachsenhausen. En 1941 escribió el libro Yo pagué a Hitler, que no le granjeó amistades entre la cuadrilla de Hitler (Thyssen, 2017). Murió en Buenos Aires después de nacionalizarse argentino.

26.

La ambiciosa empresa estatal, Reichswerke (fundada por Göring [v.] en 1937), carecía de la capacidad necesaria para suministrar los pedidos de material militar.

27.

El propietario de la empresa, Günther Quandt (1881-1954), no tuvo grandes problemas con la justicia aliada a pesar de que había explotado en sus fábricas a unos 50.000 trabajadores esclavos. Su imperio industrial sobrevivió a la guerra y cuando lo dejó a sus herederos agrupaba a más de 200 empresas, entre ellas el consorcio petroquímico Wintershall, el consorcio textil Stohr, la fábrica de baterías Varta y buena parte de las acciones del grupo Daimler-Benz. En otro orden de cosas, conviene advertir que su esposa Magda (v. Goebbels, Magda), de la que se divorció en 1934, se casó después con Goebbels, dado que no pudo hacerlo con Hitler, del que estaba platónicamente enamorada, y por vía de proximidad alcanzó el estatus extraoficial de «primera dama» del Reich.

28.

Valgan estas empresas como ejemplo. Después de la guerra, los procesos de desnazificación (v.) apenas afectaron a las grandes industrias. Solo en 1999 el Gobierno alemán aceptó compensar a las escasas víctimas supervivientes con un fondo en el que participaron a regañadientes las empresas más importantes (BASF, Bayer, BMW, Daimler-Chrysler AG, Deutsche Bank, Dresdner Bank, Krupp-Hoesch, Hoechst, Siemens y Volkswagen).

29.

Después de la irrupción del best seller de Louis Pauwels y Jacques Bergier Le matin des magiciens (El retorno de los brujos, 1960), se ha producido un aluvión de fantasías sobre el ocultismo nazi. El fenómeno comenzó con el artículo de Max Caulfield «The Spear of Destiny» («La lanza del destino») en el periódico The Sunday Dispatch (6 de noviembre de 1960) y se ha manifestado en libros como el de Trevor Ravenscroft, The Spear of Destiny: The Occult Power behind the Spear which Pierced the Side of Christ (1972), traducido al español como El pacto satánico (1991); y La conspiración de las tinieblas (América Ibérica, 1994) o el de Howard Buechner y Wilhelm Bernhart Adolf Hitler and the Secrets of the Holy Lance (1988), amén de una copiosa producción de novelas, cómics, juegos, películas y documentales.

30.

Incluso dominaban el novedoso mundo de la ropa confeccionada desde que dos emigrantes judíos llegados a Berlín a mediados del siglo XIX, Valentin Manheimer y Herrmann Gerson, tuvieron la idea de confeccionarla en serie aplicando sistemas industriales. En las principales revistas de moda, como Die Dame (La Señora, 1912-1943) y Elegante Welt (Mundo Elegante, 1912-1962), dominaba la moda firmada por modistos judíos (Max Becker, Richard Goetz, Fritz Grünfeld y Paul Kuhnen).

31.

Lebor, 2002, p. 85.

32.

Rauschning, 2006, p. 59.

33.

Se la puede ver con este traje en la página 161.

34.

Una salvedad: cuando Eva Braun viste el Dirndl, lleva la blusa abotonada hasta el cuello, nada que ver con las blusas del Oktoberfest, que gastan generoso escote y aprovechan la opresión del corpiño para mostrar los pechos generosamente realzados, como en bandeja, en detrimento machista de la dignidad de la mujer.

35.

Moyano, 2014.

36.

En julio de 1944, con la guerra ya perdida, la secta nazi todavía se preocupaba de sus ensoñaciones raciales e intensificaba su empeño por acabar con los judíos, por morir matando. Un documento, el Modelo para 30 tesis antijudías, clasificado como «Gfm33/2516-A/12», fechado en Berlín el 28 de julio de 1944, dice en sus puntos 17 y 18: «El papel del parásito mundial judío en la vida cotidiana se parece al de la bacteria en la naturaleza. También los gérmenes patógenos viven de la destrucción de su hospedante. Condición para vencer una enfermedad es conocer el agente. El mundo sanará cuando se haya reconocido al virus de la peste judío. […] Alemania, el país de la bacteriología, se ha adelantado a las demás naciones en cuanto a liberarse material y mentalmente de los judíos. Aplica las leyes de extranjería a los judíos […]. Porque los judíos son como aceite en el agua, que impide el movimiento propio del agua».

J

1.

Declaraciones del 13 de diciembre de 1941 (Trevor-Roper, 2004, p. 115). Es posible que la idea procediera del libro de Friedrich Döllinguer Baldur y la Biblia (1920), en el que aparece una carta que el procurador de Judea dirige a Tiberio en la que se asegura que Jesús era rubio.

2.

Trevor-Roper, 2004, p. 116.

3.

Trevor-Roper, 2004, p. 484.

4.

Entre ellos destaca la monumental y superada Deutsche Geschichte im neunzehnten Jahrhundert (Historia alemana en el siglo XIX), en cinco volúmenes, aunque solo alcanza hasta 1847.

5.

Muchos pequeños especuladores perdieron sus ahorros cuando quebró el empresario de ferrocarriles de Prusia Oriental Bethel Henry Strousberg, de origen judío.

6.

Lo mismo ocurrió en Castilla y León cuando, después de las matanzas de 1391, muchos se convirtieron al cristianismo persuadidos por el piadoso lema de san Vicente Ferrer («bautismo o muerte»), lo que les acarreó la impensada ventaja de verse aupados al estatus legal de cristianos. Una generación después, ya habían aprovechado ese ascensor social y muchos ocupaban altos cargos administrativos y eclesiásticos, lo que despertaba el rencor y la envidia de los «cristianos viejos» (léase a Quevedo).

7.

The Poisonous Mushroom: A Children’s Book, <https://www.mtholyoke.edu/courses/rschwart/hist151/Nazi/poisonousmushroom.pdf>.

8.

El caso es que el rabino judío Aharon Leib Biska escribió en 1888 un tratado de fisiognomía, ciencia muy en boga entonces, en el que dice: «Una nariz curvada hacia abajo […] con una pequeña joroba denota una persona que busca la sabiduría, justa, misericordiosa, alegre, inteligente y perspicaz».

9.

En su libro Sexo y carácter (1905), citado por Sala Rose, 2003, p. 235.

10.

En ese contexto, resulta grotesco que algunos directores y actores judíos muy populares merecieran el nombramiento de Ehrenarier (v. ario honorario), entre ellos el Reinhold Schünzel, director de Viktor und Viktoria (1933) y Amphitryon (1935), aunque en 1937 emigró precavidamente a EE. UU. A Fritz Lang, el famoso director expresionista, el propio Goebbels le ofreció hacerse cargo de la dirección de la UFA. «Doctor Goebbels —le dijo—, sepa que mi madre era judía, aunque conversa al catolicismo.» «Nosotros decidimos quién es ario y quién no», le respondió Goebbels (v.). Ante tan alentadora respuesta, esa misma noche huyó a Francia con lo puesto. Dejaba atrás, lo más doloroso, a Thea von Harbou, la guionista de muchas películas de entonces con la que ya no convivía (se habían distanciado porque ella simpatizaba con los nazis). Fritz Lang Interviewed by William Friedkin, 1975, <https://www.youtube.com/watch?v=or0j1mY_rug>.

11.

El diario abarca el periodo comprendido entre abril de 1932 y diciembre de 1942. Una selección de sus textos se publicó en 1956 con el título Unter dem Schatten deiner Flügel (A la sombra de tus alas). Véase Klepper, 2005.

12.

Habla solo de los tres porque la hija mayor, Brigitte, pudo salir años antes y marchó a Inglaterra, donde se empleó en el servicio doméstico.

13.

Zentner, 1975, pp. 203-206.

14.

Klemperer, II, 2001, p. 115.

15.

Lo produjo la empresa de juguetes Günther & Co. de Dresde en 1938. Se estima que de este juego se comercializaron un millón de unidades, aunque casi todas ellas se destruyeron al terminar la guerra por precaución o por efecto de la desnazificación (v.).

16.

En la revista de las SS, Das Schwarze Korps, no recibieron bien el juego (quizá porque el negocio lo hacían otros). En el número de diciembre de 1938 se criticaba porque «su uso del eslogan político “¡Judíos fuera!” se trivializa en un divertido pasatiempo para niños […]. No estamos gastando tanto tiempo buscando la solución de la cuestión judía para que la trivialicen los fabricantes de juguetes con sus intereses de vendedores o para que ayude a divertirse a los niños en un pequeño juego. […] ¡Judíos fuera! Sí, por supuesto, pero también rápidamente fuera de las cajas de juguetes de nuestros niños, antes de que sean llevados al terrible error de que los problemas políticos se resuelven con un cubilete de dados».

17.

Eslava, 2016, capítulo 28.

18.

Discurso en el Congreso Nacional de Núremberg, 11 de septiembre de 1935.

19.

Buk-Swienty, 2020, p. 193.

20.

A los seis años eran los Hijos de la Loba (alusión a la loba capitolina que amamantó a Rómulo y Remo) y aprendían a formarse por escuadras y a desfilar con una gallardía impropia de su edad. Entre los 8 y los 14 años, los niños se integraban en el grupo de los Balillas, y entre los 15 y los 18 eran avangardisti («los que marchan en vanguardia»). Al cumplir los 18, si eran obreros o empleados, pasaban a los Fasci Italiani di Combattimento, y si eran universitarios, a los Gruppi Universitari Fascisti (GUF). Desde 1937, la ONB se llamó Gioventù Italiana del Littorio.

21.

Entre ellas las Joventuts d’Esquerra Republicana-Estat Català (JEREC) fundada en 1931 como rama juvenil del partido separatista Estat Català (1922). La organización se refundó en 1936 como Joventuts d’Estat Català y al año siguiente como Front de la Joventut.

22.

Con la evolución del régimen, el adoctrinamiento político perdió fuelle y cedió terreno a otras actividades más lúdicas (deportes, campamentos, marchas). Fruto de este cambio, el Frente mudó su nombre a Organización Juvenil Española (OJE, 1960), adscrita a la Delegación Nacional de Juventudes (1961), que después sería Delegación Nacional de la Juventud (1970). La OJE dividía a sus afiliados en tres grupos de edad: flechas, entre 6 y 10 años; arqueros, entre 10 y 14 años; cadetes, entre 14 y 17 años; guías, entre 18 y 21 años, y guías mayores, de 21 años en adelante.

23.

Penella de Silva, 1945, pp. 100-101.

24.

Knopp, 2005, p. 11.

25.

En 1939, cuando se hizo obligatoria para todos los niños a partir de los 10 años, llegó a tener en torno a los 9 millones de miembros. Los chicos demostraron su perfecta disciplina y eficacia en los servicios auxiliares que se les encomendaron durante las Olimpiadas de Berlín (v.) en 1936, que fueron la puesta de largo ante el mundo de la nueva y pujante nación alemana que encarnaba el Tercer Reich.

26.

Uno de ellos fue Joseph Aloisius Ratzinger, futuro papa Benedicto XVI, enrolado en las Juventudes Hitlerianas en 1941 (ya era obligatorio para los jóvenes de secundaria). Sirvió en la unidad antiaérea que protegía la fábrica de BMW en las afueras de Múnich (de abril de 1943 a septiembre de 1944). En 1945 lo internaron un tiempo en un campo de prisioneros americano antes de ser liberado. Benedicto XVI nunca intentó ocultar este capítulo nazi de su vida, al que asistió forzado, como tantos otros jóvenes alemanes.

K

1.

La fábrica de premios Nobel, la llamaban: Albert Einstein, Max Planck, Otto Hahn, Fritz Haber (1918).

2.

Desde su puesto como director del Institut für Erbbiologie und Rassenhygiene (Instituto de Biología Genética e Higiene Racial), que desempeñó desde 1935 a 1942, en que ascendió a director del Kaiser-Wilhelm-Instituts für Anthropologie, menschliche Erblehre und Eugenik (Instituto Káiser Guillermo para la Antropología, la Genética Humana y la Eugenesia ), puesto que ocupó hasta 1948. Fue también miembro del Forschungsabteilung Judenfrage des Reichsinstituts für Geschichte des Neuen Deutschlands (Consejo Asesor del Departamento de Investigación de la Cuestión Judía del Instituto Reich para la Historia de la Nueva Alemania). Una alhaja de hombre.

3.

Robert Proctor, profesor de Historia de la Ciencia en la Universidad de Stanford que ha estudiado al personaje, relaciona los trabajos de Verschuer con el genocidio y también cree advertir su inspiración en los experimentos inoculando tuberculosis (Proctor, 1990, passim).

4.

Shirer, 2013, I, p. 130.

5.

Estos fueron el padre Bernhard Stempfle (1882-1934), fraile jerónimo, furibundo antisemita, y el jefe de la sección cultural del Völkischer Beobachter (v.), Josep Stolzing-Cerny (1869-1942).

6.

Hanfstaengl, 1960, p. 141.

7.

Shirer, 2013, I, p. 130.

8.

Empezaba a agitarse el ambiente social que el cineasta Bergman retrató magistralmente en su filme Ormens ägg (El huevo de la serpiente, 1977), y Bob Fosse en Cabaret (1972), ambientados ambos en el Berlín de entreguerras.

9.

Ryback, 2010, p. 110.

10.

Las ventas solo se dispararon cuando el frustrado escritor alcanzó el poder, y eso porque se impuso la aduladora costumbre de que los ayuntamientos regalaran un ejemplar a toda pareja de recién casados. En total, se vendieron 12,4 millones de ejemplares que dejaron a Hitler la bonita cantidad de 12 millones de marcos. Esto, sumado a que cobraba derechos de imagen por su efigie, que aparecía en sellos y monedas, lo convirtió en un acaudalado rentista.

11.

La primera edición española es la de la editorial Araluce, Barcelona, 1935; en 1937 siguieron dos, la de Ávila y la de Múnich, a cargo esta última de la Editora Central del Partido Nacionalsocialista. Todas las ediciones en español son reducidas (el original alemán tiene 720 páginas). Otro libro dictado por Hitler en 1938 quedó inédito porque la editorial Franz-Eher-Verlag le aconsejó no publicarlo hasta que las ventas de Mein Kampf remontaran. Después vino la guerra y no pareció oportuna su publicación. En 1961 encontraron el original en una caja fuerte y el Institut für Zeitgeschichte (Instituto de Historia Contemporánea) lo publicó con el título Hitlers Zweites Buch (Segundo libro de Hitler). En español lo publicó Juventud, en septiembre de 1962, con el título Raza y destino. El libro no contiene grandes novedades. Como el asno en torno a la noria, redunda sobre el Lebensraum, los derechos de la raza superior y la calamidad judía que aqueja al mundo. Mein Kampf solo se ha vuelto a publicar en Alemania en 2016, cuando sus derechos pasaron a dominio público. La cuidada edición crítica del Instituto de Historia Contemporánea, con gran aparato de notas, constituye hoy una fuente fundamental para el estudio del libro y del nazismo.

12.

Es el caso de Elsa Trank, Kapo femenina del módulo 7 de Auschwitz-Birkenau (v.), que en 1951 fue reconocida por una de sus víctimas cuando servía helado en una panadería de la calle Nahalat Binyamin de Tel Aviv. La clienta le preguntó si era ella y Elsa lo admitió. La juzgaron, algunos testigos declararon que no ahorraba golpes a las mujeres confiadas a su custodia y describieron algunos actos de crueldad gratuita, como despertarlas antes de la hora. El juez la condenó a dos años de prisión.

13.

Un antiguo compañero la describía así: «Alta, delgada, de piernas largas, ojos frescos, brillantes y azules, dientes como los de un anuncio de dentrífico, piel pálida y satinada. Su cabello rubio recogido parecía bailar con cada movimiento» (Wyden, 1992, p. 186).

14.

Aparece por vez primera en 1870, en el Deutsches Sprichwörter-Lexikon Ein Hausschatz für das Deutsche Volk (Glosario de proverbios alemanes: un tesoro del pueblo alemán), de Karl Friedrich Wilhelm Wander.

15.

La tesis del doctor Wagner se tituló modestamente Ein Beitrag zur Tätowierungs frage (Una contribución al estudio del tatuaje). En ella analizaba «los tatuajes de 800 personas según su raza, nacionalidad, educación y pasado criminal». En 2017, una empresa de memorabilia estadounidense, USM Books, de Rapid City (Dakota del Sur), vendió por 995 dólares (835 euros) un ejemplar. El libro consta de 50 páginas y 30 imágenes. Uno de los presos supervivientes, el ingeniero austriaco Gustav Wegerer, declaró: «Sorprendentemente, todos los prisioneros a los que ordenó acudir a su consulta murieron, y sus tatuajes fueron arrancados. No es arriesgado asumir que fueron liquidados por él en el edificio del hospital».

16.

Abeytúa, 1945, p. 186.

17.

Roland Freisler, fanático nazi que tenía que hacerse perdonar ciertos coqueteos juveniles con el comunismo, ganó fama como severísimo presidente del Volksgerichtshof (Tribunal Popular o Corte del Pueblo). Sus juicios sumarísimos eran pantomimas en las que se humillaba a los acusados antes de enviarlos al paredón o a la guillotina. Participó en la conferencia de Wannsee (v.) como representante del Ministerio de Justicia. En el curso de un bombardeo, una viga le aplastó el cráneo (3 de febrero de 1945). Se conoce que el buen Dios que regula el karma desconfiaba de que los juicios de Núremberg (v.) le dieran su merecido.

18.

Para evitar tal deshonor, su oficialidad los hundió en la base inglesa de Scapa Flow, donde se habían entregado.

19.

Compárese con las 46.000 toneladas del británico HMS Hood (1920), o con las 50.000 del germano Bismarck (1939), o las 72.800 del japonés Yamato (1941).

20.

El Panzerschiff alemán alcanzaba una velocidad de 28 nudos (52 km/h); los acorazados enemigos, solo 23 nudos. El Panzerschiff se artillaba con cañones de 11 pulgadas (280 mm), que disparaban proyectiles de 300 kg, mientras que los cruceros enemigos que podían darle alcance solo disponían de piezas de 8 pulgadas (203 mm) con proyectiles de 125 kg. ¿Cómo consiguieron los alemanes un navío tan veloz y al mismo tiempo tan potente? Aligerando su peso con planchas de hierro soldadas en lugar de unirlas mediante remaches, como se hacía hasta entonces. De ese modo, ahorraban el peso de los solapamientos de las planchas y el de los remaches. Además, dotaron a esas naves de motores diésel, más ligeros, que les otorgaban una autonomía tres veces superior a la de los acorazados convencionales (20.000 millas).

21.

No es por hacer sangre, pero puestos a planear marinas, Franco ganaba por goleada. Apenas acabada la guerra (1939), con el país devastado y amenazado por la hambruna, encomendó al Consejo Ordenador de las Construcciones Navales Militares la ejecución en el plazo de diez años del Programa Naval del Movimiento, en la que la Marina española construiría 4 acorazados, 54 destructores, 36 torpederos, 50 submarinos y 100 lanchas rápidas (ley de 8 de noviembre de 1939). Al final, los logros fueron bastante más modestos: se construyeron 2 minadores (Eolo y Tritón), 4 cañoneros tipo Pizarro, 3 dragaminas tipo Bidasoa y el submarino B-1.

22.

En la noche del 4 de mayo de 1945, unos 230 submarinos ejecutaron la Operación Regenbogen (Arco Iris), consistente en abandonar sus bases y barrenarse en aguas profundas del Báltico adelantándose a la capitulación alemana, dos días después, entre cuyas cláusulas figuraría la entrega del material a los aliados. Muchos de ellos fueron rescatados por empresas chatarreras en los primeros años de la posguerra.

23.

«En las oficinas del partido trabajaban infinidad de muchachotes cuya robustez pedía a gritos el uniforme militar y la burocracia se negaba a proporcionar soldados. En esto, como en todo, se advertía la corrupción del nacionalsocialismo; los ministerios feudo exclusivo del partido, como el de Propaganda, hubieran podido dar los necesarios para organizar una brigada […], el Ejército trinaba contra tal estado de cosas y el Oberkommando (v.) emitía periódicamente órdenes tajantes: “¡Todos los hombres al frente!”. Pero el partido encontraba siempre el modo de eludirlas» (Abeytúa, 1945, p. 180).

24.

Algunos historiadores aguafiestas (Glantz y House, 2017) rebajan las cifras a un enfrentamiento de 672 blindados contra 306. ¡Ese empeño en decepcionar a la afición!

25.

Los datos proceden de López, 2019, p. 123.

L

1.

«Con propiedad, no pueden llamarse celdas a lo que Hitler y Hess (v.) ocupaban. En realidad, eran una serie de habitaciones que formaban un apartamento» (Hanfstaengl, 1960, p. 124).

2.

Ibidem, pp. 124-125.

3.

En principio el escrito iba a titularse Cuatro años y medio de lucha contra las mentiras, la estupidez y la cobardía: un ajuste de cuentas.

4.

Guardaba cierto parecido con el también austriaco Peter Lorre, el inolvidable psicópata de M., el vampiro de Düsseldorf (1931) y el Ugarte de Casablanca, o quizá de uno de los carteles antisemitas que caricaturizaban narigones rostros judíos.

5.

El padre Alfred Lazar, nacido en Croacia cuando pertenecía al Imperio otomano, era intérprete de lenguas orientales en el consulado austriaco de Estambul; la madre, Sophie Missu, había nacido en una distinguida familia armenia antes de que los turcos intentaran exterminar a esta nación.

6.

El periodista y escritor español Ramón Garriga, que lo conoció entonces, lo describe así: «Era un ser especial como no se veía otro en la España franquista: elegantemente vestido y luciendo siempre un monóculo en el ojo derecho, hacía alarde de una cortesía exagerada que recordaba a los personajes de las operetas vienesas de Strauss y Lehar. Llamaba la atención no solo por su comportamiento, sino por viajar en lujosos automóviles y moverse siempre rodeado de secretarias jóvenes y guapas […]. Era muy diferente del tipo de alemán nazi que pululaba entonces por la península» (Garriga, 1977, p. 98).

7.

«Cuando Lazar quería que uno de sus amigos escribiera desde Berlín en un periódico determinado, sucedía lo siguiente: el director del diario en cuestión era convocado al suntuoso despacho del agregado de prensa del Reich. “He pensado que su periódico ganaría mucho si publicara diariamente una crónica enviada desde Berlín”, decía Lazar. “Es verdad —contestaba el interpelado—, pero resulta que no disponemos de fondos para pagar una corresponsalía.” Lazar sonreía comprensivo. “Eso no tiene importancia, amigo mío. Yo le entregaría mensualmente esa suma para que abone usted los servicios a su corresponsal.” El visitante aún exponía una duda: “Es que no sé a quién mandar y además con esa suma es difícil mantener a un corresponsal”. “No se preocupe —decía Lazar—. Conozco en Berlín a un joven muy trabajador y muy enterado de la situación que con sumo gusto escribiría en su periódico.” Como es de suponer, la cuestión se arreglaba y el director estimaba que para pagar un corresponsal no profesional bastaba con la mitad de lo que le había entregado Lazar” (ibidem, p. 102). En muy parecidos términos expone la misma idea Penella de Silva, 1945, p. 246.

8.

Por eso lo denigra en sus memorias: «El amo (de la prensa española) era un muy siniestro judío oriental de nombre Lazar. Este representante del racismo ario nacido en Turquía era […] la éminence grise o más bien jaune [chiste sobre el amarillo de la estrella judía] de la embajada alemana en Madrid. Misteriosa figura con extrañas inclinaciones, su dormitorio estaba decorado como una capilla, con 12 figuras de santos y un altar bajo el cual dormía. A pesar de su repulsiva apariencia, era popular en algunos medios de la sociedad madrileña, y en especial entre las señoras […]. Por una taimada mezcla de dictadura brutal y de descarada corrupción coronada por el éxito, lograba que los diarios españoles fueran mucho más venenosos que los que se publicaban en Alemania» (Hoare, 1977, pp. 55-56). Es evidente que el informante del rencoroso Hoare, seguramente un criado infiel, confundía una cama doselada con un altar y las figuras de algún cuadro valioso con «santos». También es evidente que le duele al británico, alto y apuesto como se cree, el éxito con las señoras del supuesto judío «de repulsiva apariencia». Esa envidia varonil pudo verse acrecentada con el deseo de venganza porque Lazar, con suprema maldad, hizo circular la especie de que el británico quería convertirse al catolicismo, lo que provocó una ola de entusiastas felicitaciones de piadosas jerarquías ante las que se vio obligado a desmentirlo.

9.

El 2 de mayo de 1944 el embajador Hoare facilitó al conde Gómez-Jordana una lista de «odiosos alemanes» (obnoxious Germans), en la que incluyó espías y agentes reclamados por los aliados. A esta siguieron otras listas que el Gobierno español atendió a regañadientes mientras facilitaba el ocultamiento o huida de muchos de los consignados. En noviembre de 1946 solo se había expulsado a 105 de los 255 considerados de alta prioridad (Besas, 2015, p. 353).

10.

El 12 de febrero de 1946 Lazar le dirigió una carta al nuevo ministro de Exteriores, Martín-Artajo, en la que expresaba «mi dolorosa y profundamente amarga reacción al enterarme de que las autoridades españolas habían ordenado mi arresto después de haber pasado ocho años en el país y haber contribuido en muchas ocasiones de manera efectiva a los intereses de España» (ibidem, p. 375).

11.

En realidad, se había ocultado en la finca Vergel de Santa María del Valle, en Cañada Rosal, una población colonizada por Carlos III con alemanes, a 10 km de Écija, y estupenda zona de espárragos trigueros.

12.

Garriga sospecha que la reclamación aliada no era del todo sincera, porque Lazar había estado colaborando con los ingleses como agente doble (Garriga, 1977, vol. II, p. 359).

13.

La trayectoria vital de esta mujer es un buen ejemplo de las vidas anónimas condicionadas por la guerra. Nacida el 8 de mayo de 1920 en el seno de una familia noble propietaria de un castillo y de una finca de 115 hectáreas en Gollma, cerca de Landsberg (Prusia), su padre, Wilhelm Emil Edmund Freiherr von Thermann, era diplomático y nazi. La joven Renate contrajo matrimonio con Hans-Joachim (Hajo) Heinrich Freiherr von Hadeln el 22 de abril de 1939 en una ceremonia que contó con la presencia de Himmler (v.). Enviudó el 12 de enero de 1943, cuando su marido fue abatido por un francotirador ruso. Se casó nuevamente el 16 de mayo de 1944 con Friedrich (Fritz) Willi Joachim Darges, ayudante de Hitler, del que se divorció en 1947. Posteriormente, contrajo matrimonio con Josef Hans Lazar, del que también se divorció, y finalmente fue secretaria y ama de llaves del actor Curd Jürgens.

14.

Lazar, 1952.

15.

Al parecer, existen unas memorias de Lazar custodiadas en un «archivo privado anónimo», según Sáenz-Francés, 2009, p. 973. ¡Pena que se mantengan en un lugar tan aparentemente inaccesible! Quizá el diputado europeo Hermann Tertsch pudiera abogar por su publicación.

16.

Himmler consideró Noruega, la cuna de los vikingos, un país «racialmente apto» e instaló en sus territorios nueve centros de reproducción Lebensborn. En uno de ellos debería haber nacido Anni-Frid, la pelirroja del grupo Abba, pero tras la retirada de los ocupantes alemanes, los centros cerraron y las chicas que habían sucumbido a la tentación de ingresar en el programa Lebensborn se consideraron «putas de los alemanes», de manera que Anni-Frid, nacida el 15 de noviembre de 1945, vivió una infancia difícil al cuidado de su abuela, que tuvo que emigrar a Suecia para escapar de la desconsideración de sus compatriotas. Véase también El programa Lebensborn, las guarderías nazis, <https://www.youtube.com/watch?v=1ICiII3PoKo&ab_channel=carabo69>.

17.

Han fundado una asociación, la Krigsbarnforbundet Lebensborn (Asociación de Niños de la Guerra Lebensborn), que en 2007 solicitó indemnizaciones del Gobierno noruego para 154 de sus asociados. Como el Gobierno noruego se inhibió, llevaron su reclamación al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, que desestimó igualmente el caso.

18.

Solar, 2011, p. 25.

19.

No me la confundan con la luchadora del mismo nombre, si bien una bofetada de la Müller con la mano abierta no tendría nada que envidiarle a los sopapos de su homónima.

20.

El 3 de septiembre de 1942 Hitler comentará, en una de sus conversaciones de sobremesa: «Franco tiene que levantar un monumento a la gloria del Ju 52. A este avión es al que tiene que agradecer su victoria la revolución española. Fue una suerte que nuestro avión pudiera volar directamente de Stuttgart a España» (Trevor-Roper, 2004, p. 55).

21.

Solar, 2011, p. 26.

22.

Uno de los Ju 52 nunca llegó. Primero aterrizó en Madrid y cuando todavía estaba en la pista con los motores en marcha advirtió su error (era territorio republicano) y pudo elevar de nuevo el vuelo…, para aterrizar en Badajoz (nuevamente territorio republicano), donde fue incautado y sus tripulantes, encarcelados. Se necesita ser torpe.

23.

Solar, 2011, p. 26.

24.

En realidad, envió 12 aparatos, pero por defectos de navegación el que pilotaba el teniente Angelini cayó al mar a unos 80 km de Orán. Un avión de Sabena que hacía su línea aérea lo vio flotando con tres tripulantes agarrados a un ala y avisó por radio. Para cuando llegó un barco de rescate, el avión había desaparecido con sus tripulantes. Los otros dos, pilotados respectivamente por el teniente Mattali y el capitán Ferrari, aterrizaron por error en Argelia y fueron confinados por los franceses.

25.

Solo 131 en combate; el resto en accidentes, muchos de ellos provocados por la euforia de la gente joven que de pronto se ha pasado de la cerveza teutona al vino y al coñac español.

26.

Los aviones pertenecían al grupo de bombardeo K/88 integrado por las escuadrillas 1.ª (teniente Knauer); 2.ª (teniente Beust) y 3.ª (capitán Dellmensingen). Una investigación alemana posterior concluyó que Guernica había resultado destruida «en un 75 %, ascendiendo la totalidad de bombas arrojadas a 31.000 kg, arrojadas desde 600-800 m de altura».

27.

Salas Larrazábal, 2012.

28.

Palacio Sánchez y Etxaniz Ortúñez, 2003. También Luzarraga, «Refugios de vida para Gernika. La villa foral contaba con tres búnkeres públicos y hasta siete privados más en sótanos del núcleo urbano», El Correo Vasco, 27 de abril de 2008. Ciento veintiséis muertos no son tantos como dijo la propaganda republicana, pero no es tampoco un número baladí. Son casi tantos muertos como los 158 que produjo el oportunamente olvidado bombardeo de Jaén (1 de abril de 1937) y desde luego excede sobradamente a los 109 que produjo el del todo gratuito e inexplicable bombardeo de Cabra (Córdoba) por Polikarpov R-Z (Natacha) republicanos el 7 de noviembre de 1938.

29.

Solar, 2011, p. 29.

30.

Era conocido por su título apócrifo Reichstrunkenbold (Borracho del Reich).

31.

Busquen sus fotos en internet y véanla levantar deliciosamente el brazo equivocado (el izquierdo) al hacer el saludo nazi en su llegada a la tribuna de autoridades en la solemnidad del Día del Arte Alemán (Tag der Deutschen Kunst) celebrado en Múnich (19 de octubre de 1939).

32.

Entrevista de Albert Speer en Süddeutsche Allgemeine Zeitung, 6 de junio de 1972.

33.

«El masajista de Himmler (v.), Félix Kersten, cuenta una visita a la casa de campo de Robert Ley en la que el achispado anfitrión, evidentemente afectado de candaulismo, le arrancó las ropas a Inge para que el invitado admirara su belleza. Como el que luce una yegua de fina estampa. Ella se resistió y lo llamó bestia salvaje: “Me trata de forma monstruosa… Un día acabará por asesinarme”» (Breuel, 1976, p. 13). Algunos testigos aseveran que Ley la hizo retratar desnuda para recrearse en ella como si fuera un trofeo.

34.

Acudió a las urnas un 88,74 % del censo. Hitler obtuvo 17.277.180 votos (188 escaños); el Sozialdemokratische Partei Deutschlands (SPD, Partido Socialdemócrata de Alemania, socialista pata negra), 7.181.629 votos (120 escaños); el Kommunistische Partei Deutschlands (KPD, Partido Comunista Alemán), 4.848.058 votos (81 escaños); el Deutsche Zentrumspartei, conocido como Zentrum o DZP (Partido de Centro Católico, muy vinculado a la Iglesia), 4.424.905 votos (74 escaños); el Deutschnationale Volkspartei (DNVP, Partido Nacional Alemán, próximo a la extrema derecha), 3.136.760 votos (52 escaños); el Bayerische Volkspartei (BVP, Partido Popular Bávaro, centroderecha y católico), 1.073.552 votos (19 escaños); el Deutsche Volkspartei (DVP, Partido Popular Alemán, liberal y monárquico), 432.312 votos (4 escaños), y el resto de los partidos 968.000 votos (9 escaños).

35.

En alemán, Gesetz zur Behebung der Not von Volk und Reich, «Ley para solucionar los peligros que amenazan al Pueblo y al Estado», también conocida como Ermächtigungsgesetz vom 24. März 1933 o «ley habilitante de 24 de marzo de 1933».

36.

Kershaw, 2002, p. 103.

37.

Ibidem, p. 104. «El principal experto en derecho constitucional, Ernst Rudolf Huber, definió la ley como expresión del orden comunal en que vive el pueblo y que proviene del Führer […], cuyas leyes son expresión directa del concepto Völkisch (v.) del derecho.» El Führer era «ejecutor de la voluntad común de la nación, y por lo tanto su poder debía ser completo y total, libre e independiente, exclusivo e ilimitado» (ibidem, p. 105).

38.

Ludwig, 2011, p. 36.

39.

El título oficial es Ley para la Restauración de la Función Pública (Gesetz zur Wiederherstellung des Berufsbeamtentums, o más brevemente, Berufsbeamtengesetz).

40.

Hindenburg, todavía presidente del Gobierno, exceptuó a combatientes judíos, viudas o huérfanos de la Gran Guerra y a funcionarios anteriores a la guerra, pero Hitler incluyó también a los judíos en cuanto el anciano presidente falleció (1934).

41.

No es este el lugar de desgranar el catálogo de las tribus germánicas, pero son nombres que nos suenan: visigodos, vándalos, suevos, alanos, francos, burgundios, alamanes, anglos, sajones, jutos, turingios, hérulos…

42.

Las Leyes de Núremberg fueron redactadas por Wilhelm Frick (ministro de Interior entre 1933 y 1943) y Julius Streicher (v.), editor de la revista antisemita Der Stürmer (v.). En su enunciado leemos: «Primer reglamento de la ley de ciudadanía del Reich […] §4: 1) Un judío no puede ser ciudadano del Reich. No tiene ningún derecho a voto en los asuntos políticos; no puede ocupar un cargo público. 2) Los funcionarios judíos quedarán jubilados el 31 de diciembre de 1935. §5: 1) Un judío es una persona que desciende de un mínimo de tres abuelos plenamente judíos de raza. […] 2) Un Mischling (v.) es un súbdito del Estado a quien, igualmente, se considera como judío, cuando, además de ser descendiente de dos abuelos plenamente judíos: a) haya sido miembro de la comunidad religiosa judía en el momento de la promulgación de esta ley, o haya sido admitido a ella posteriormente; b) haya estado casado con un judío en el momento de la promulgación de esta ley o se haya casado con un judío posteriormente; c) haya nacido de un casamiento con un judío, según el artículo 1, contraído posteriormente a la promulgación de la ley para la protección de la sangre alemana y del honor alemán, del 15 de septiembre de 1935; d) haya nacido, como resultado de una relación extramarital con un judío, según el párrafo 1, y que haya nacido ilegalmente después del 31 de julio de 1936».

43.

«Ley para la protección de la sangre alemana y del honor alemán. Consciente de que la pureza de la sangre alemana es la condición esencial para que persista la existencia del pueblo alemán y guiado por su firme determinación de garantizar la perennidad de la nación alemana, el Reichstag ha adoptado, por unanimidad, la ley que a continuación se expone. §l: 1) Quedan prohibidos los casamientos entre judíos y súbditos del Estado de sangre alemana o de sangre parentesca. Serán considerados inválidos los casamientos contraídos en el extranjero para eludir la ley. 2) Solo a través del procurador del Estado podrán iniciarse los procesos de invalidaciones. §2: Quedan prohibidas las relaciones extramaritales entre judíos y súbditos del Estado de sangre alemana o de sangre parentesca. §3: Los judíos no podrán emplear en sus casas a mujeres súbditas del Estado de sangre alemana, o de sangre parentesca menores de 45 años. §4: 1) Los judíos no están autorizados a enarbolar la bandera nacional o la del Reich, ni tampoco a exhibir los colores del Reich. 2) Se les autoriza, en cambio, a exhibir los colores judíos. El ejercicio de este derecho queda protegido por el Estado. §5: 1) Toda persona que transgreda la prohibición referida en el § 1 será castigada con pena de prisión y trabajos forzados. 2) Todo varón que transgreda la prohibición referida en el §2 será castigado con pena de prisión, con o sin trabajos forzados. 3) Toda persona que transgreda las disposiciones referidas en los §3 o 4 será castigada con una pena de prisión de hasta un año, con una multa, o con ambas penas. §6: El ministro del Interior del Reich, en coordinación con el lugarteniente del Führer y con el ministro de la Justicia del Reich, publicará las ordenanzas legales y administrativas requeridas para ejecutar y cumplir esta ley. §7: La ley tendrá efecto el día siguiente de su promulgación. Exceptuando el §3, el cual entrará en vigor el 1 de enero de 1936». Desarrollada la ley, se establecieron cuatro categorías raciales: 1) alemanes de sangre; 2) mixtos de segundo grado (un abuelo judío); 3) mixtos de primer grado (dos abuelos judíos) y 4) judíos propiamente dichos (tres o cuatro abuelos judíos). Unas tablas explicativas determinaban el grado de impureza admisible para que los hijos resultantes de un cruce entre individuos de distinto grado pudieran ser considerados ciudadanos alemanes o no. Hoy todo esto nos puede parecer aberrante, pero buena parte del pueblo alemán lo aceptaba sin pestañear, tan inclinado es a la obediencia.

44.

La incoherencia de la ley se manifiesta en el hecho de que cuando el judío disponía de padrinos poderosos se arianizaba falseando sus datos. En 1935 se supo que el secretario de Estado del Ministerio del Aire y organizador de la Luftwaffe (v.), Erhard Milch, era hijo de un judío. Göring (v.) prohibió a la Gestapo (v.) seguir indagando y declaró: «Yo decido quién es judío» e hizo extender un certificado de sangre alemana a nombre de Milch después de que su anciana madre declarara por escrito que el verdadero padre de Erhard y sus hermanos era su tío Karl Brauer.

45.

Así lo expresaba en 1938 el juez Walter Buch: «El judío no es un ser humano. Es una apariencia de putrefacción. Así como el hongo no puede penetrar en la madera hasta que está podrida, así el judío pudo introducirse furtivamente en el pueblo alemán y traer el desastre solo después de que la nación alemana, debilitada por la sangría de la guerra de los Treinta Años, empezó a pudrirse desde dentro» (revista Deutsche Justiz, 9 de septiembre de 1938). Buch era suegro de Bormann (v.) y militó primero en las SA (v.) y luego en las SS (v.). Como jurista, eximió de culpa a los acusados de asesinar a más de 100 judíos durante la Noche de los Cristales Rotos (v.), ya que los judíos «no son humanos». Al final de la guerra, no pudo soportar que lo desnazificaran y se suicidó cortándose las venas y arrojándose al lago Ammer. Tras esa experiencia traumática, el lago no ha vuelto a levantar cabeza y es un hecho que las truchas Salvelinus evasus que lo pueblan han adquirido un regusto a cloaca bastante desagradable.

46.

Acostarse con un judío era Rassenschande, «delito contra la raza» porque «la contaminación judía se transmitía por el semen e infectaba la sangre aria». Julius Streicher lo explica en la revista pretendidamente científica Deutsche Volksgesundheit aus Blut und Boden (La Salud del Pueblo por la Sangre y la Tierra, diciembre de 1934): «Se sabe de siempre que el albumen intruso se encuentra en el semen de un hombre de raza impropia. Tras la cohabitación, el semen del macho es parcial o completamente absorbido por la hembra y se incorpora a su corriente sanguínea. Una sola cohabitación de un judío con una mujer aria es suficiente para envenenar su sangre permanentemente. Junto con el albumen, ella absorbe el alma extraña. Nunca será ya capaz de concebir arios puros, incluso si se casa con un ario. Todo lo que tendrá serán bastardos con un alma y un sérum dual y mestizo. Hijos mestizos supone gente fea de carácter desequilibrado propensa a la enfermedad. Ahora sabemos por qué el judío tiende a seducir a muchachas alemanas cuanto más jóvenes mejor, y por qué el médico judío anestesia a sus pacientes para violarlas. El autor e instigador de tal acción es el judío. Él ha conocido los secretos de la raza desde hace siglos y por lo tanto ha planeado sistemáticamente la aniquilación de las naciones que son superiores a él. Ciencia y autoridades son sus instrumentos para reforzar su pseudociencia y ocultar la verdad».

Se deduce que la maligna sangre judía resultaba más potente que la aria, quién lo iba a pensar. Por eso a las chicas de la sección femenina nazi se les inculcaba el miedo a la contaminación con sangre judía: «Mantén tu sangre pura. No es solo tuya. Llega de lejos, fluye muy lejos, todo el futuro se encuentra en ella. Mantén limpio el vestido de tu inmortalidad».

47.

Al principio se contentaron con rapar a las que conculcaban la ley y pasearlas con un cartel al pecho que declarara su delito, pero en vista de que esta medida causaba poco efecto (a la gente, en la guerra, le da por intercambiar fluidos), y abrumado por el estrago racial que la mezcla con sangres impuras suponía, Himmler (v.) decretó la pena de muerte contra los que perpetraran una «relación sexual prohibida» (7 de diciembre de 1942). También se producían embarazos indeseados entre las obreras extranjeras esclavizadas en Alemania, principalmente rusas y polacas. El providente Gobierno alemán estableció una serie de casas cuna, las Ausländerkinder-Pflegestätte (Centro de Cuidado Infantil para Extranjeros), para acoger a estos niños indebidamente nacidos. Allí se los asesinaba discretamente sin conocimiento de las madres, que de este modo no verían perturbado su rendimiento laboral.

48.

Zentner, 1975, p. 289.

49.

«“El 20 de agosto de 1933 los vecinos de Karolina Mengerst de Wurzburgo presentaron una queja contra ella al jefe nazi de la localidad, el Ortsgruppenleiter Hermann Voll. Decían que esta mujer de 35 años, viuda y madre de dos hijos, mantenía relaciones íntimas con un vinatero judío llamado Ludwig Müller […] Ninguno de los vecinos que presentaron la denuncia estaba afiliado al partido nazi”. Ante las repetidas denuncias, Voll ordenó a las SS detener a Müller y lo hizo desfilar por las calles de la localidad con un cartel colgado al cuello que decía en grandes letras rojas: “He vivido en concubinato con una mujer alemana” (Ich abe mit einer deutschen Frau in Konkubinat gelebt)» (Gellately, 2002, p. 187).

50.

Véanla cantada por Hanna Schygulla en <https://www.youtube.com/watch?v=naK6RFRJ-Is>.

51.

Trevor Roper, 2004, pp. 353-354. No hubiera estado mal algún homenaje a Johannes Kepler, que describió las tres leyes del movimiento planetario el 15 de mayo de 1618, precisamente cuando residía en Linz.

52.

La comisión estaba dirigida por Hans Posse (director de la Galería de Dresde) y en ella figuraban prestigiosas figuras, como los historiadores del arte Robert Oertel y Gottfried Reimer. En términos cinegéticos, ellos levantarían la pieza y Martin Bormann (v.) y Alfred Rosenberg (v.), que venían detrás con las escopetas, la cobrarían, si es que no se les adelantaba el Reichsmarschall Göring (v.), que también robaba por su cuenta con destino a la colección particular que estaba acumulando en Carinhall (v.). Para dar algún viso de legalidad al expolio, Otto Kümmel, director de los museos alemanes, redactó en 1940 una lista de 300 páginas (el Informe Kümmel) en el que se señalaba el paradero de miles de obras de arte producidas o poseídas en algún momento de la historia por alguno de los territorios históricos del Reich a las que Alemania podía tener derechos legales.

53.

Con minuciosidad alemana, la organización asentaba fotografías y datos de cada cuadro en unos libros de registro. Estos libros se presentaban al Führer dos veces al año, por Navidad y en su onomástica, el día que brilla más que el sol, a fin de que se deleitara con los aumentos de su colección. De los 31 libros de registro originales que cayeron en manos de los rusos cuando ocuparon Schloss Weesenstein, se han conservado 19. Basándose en ellos y en otros datos, el Deutsches Historisches Museum (Museo Histórico Alemán) de Berlín publicó en 2008 una relación de las pinturas destinadas al Führermuseum: 6.675 pinturas, 2.300 dibujos y acuarelas, 954 grabados, 137 esculturas, 122 tapices y 181 cajas de libros.

54.

A pesar de todo, Linz bien merece una visita, porque incluso sin Hitler es una ciudad bellísima, con su Landstrasse o calle comercial, su Hauptplatz o plaza Mayor (que por sus dimensiones bien pudiéramos llamar hitleriana, sin ánimo de ofender). La ciudad ha conseguido ser un emporio cultural (incluso tiene una Kulturmeile o «milla de la cultura»), aparte de que en el restaurante Verdi se degusta un chuletón de buey digno de Bilbao y un inolvidable suflé de requesón y frutas. Y a 24 km tienen el campo de concentración de Mauthausen (v.), por el que pasaron tantos españoles, y el castillo de Schloss Hartheim, que fue centro de eutanasia y hoy alberga la exposición permanente Wert des Lebens (Valor de vida).

55.

Dado que es un puente moderno, espectacular, pero de insulso diseño, estaba previsto adornarlo con cuatro enormes estatuas ecuestres de otros tantos personajes (Sigfrido, Crimilda, Gunter y Brunilda), a las que se añadirían las de Hagen y Volker. La guerra aplazó el proyecto de las estatuas y solo se pusieron moldes de dos de ellas en yeso durante una visita de Hitler.

56.

Como tal, fue gurú de un grupo de pirados convencidos de que descendían de superhombres germanos, los armánicos (v. ariosofía), que en el solsticio de verano de 1875 se congregaron en las ruinas romanas de Carnuntun para sepultar nueve botellas formando una esvástica bajo la denominada Puerta Pagana en conmemoración de los 1.500 años de la victoria de los germanos sobre Roma. Desde 1976 un autodesignado heredero de estos desvaríos, el ocultista Adolf Schleipfer, edita la revista rúnica Irminsul, «la voz de la Sociedad Guido von List», y revive sus cultos y ceremonias. Mucha tontería es lo que hay.

57.

«Era exactamente la misma capa social asustada que más tarde congregó a su lado, como primera gran masa, Adolf Hitler, y K. Lueger le sirvió de modelo también en otro sentido: le enseñó lo manipulable que era el lema antisemita, que ofrecía a los descontentos círculos pequeñoburgueses un adversario palpable y, por otro lado, imperceptiblemente desviaba el odio por los grandes terratenientes y la riqueza feudal» (Zweig, 2013, p. 93).

58.

En caso de guerra, el Gobierno británico planeó trasladar la población civil a zonas rurales y dispersar las oficinas gubernamentales por la periferia de Londres. Sin embargo, el Gobierno permanecería en la capital. Con este propósito reforzaron el amplio sótano del principal edificio gubernamental, las New Public Offices, para hacerlo resistente a las bombas (1936). Aquí instalaría Churchill sus War Offices, el centro neurálgico desde el que coordinó la defensa en la Segunda Guerra Mundial.

59.

El fabricante Ernst Heinkel había encomendado a sus dos mejores ingenieros aeronáuticos, los hermanos Günter, el diseño de un bombardero medio que pudiera presentarse entre los inspectores de Versalles como avión de pasajeros. Y los Günter diseñaron el He 111, «un lobo con piel de cordero».

60.

Especialmente desde que el general Walther Wever, discípulo de Giulio Douhet en la teoría del bombardeo estratégico, falleció en accidente aéreo (3 de junio de 1936).

61.

Udet era un viejo compañero de armas de Göring. En la Gran Guerra había abatido 62 aparatos enemigos. Se convirtió en el apóstol del bombardeo en picado tras asistir a un festival en el que el Curtiss Hawk II americano picaba en ángulo de casi 90 grados. Como especialista de vuelo acrobático ganó cierta fama internacional, lo que le permitió seducir a famosas actrices (Mary Pickford, entre ellas). Göring lo rescató de la vida frívola y del alcohol para encomendarle la dirección técnica de la naciente Luftwaffe.

M

1.

En francés se le llamaba (y es el término actual) maréchal. Más tarde se le llamó mariscal o maestro de los establos (Stallmeister) al jefe de patio. En los ducados, el encargado de la casa del duque recibía el nombre de Hofmarschall («mariscal de la casa»). En ausencia del duque, el mariscal pasaba a ser Obermarschall («gran mariscal»), y administrar las posesiones. En España, el cargo equivalente era condestable, de comes stabuli, «el que manda en los establos».

2.

Paul von Hindenburg (v.), August von Mackensen, Karl von Bülow, Hermann von Eichhorn y Remus von Woyrsch y Henning von Holtzendorff (con su equivalencia naval de Grossadmiral, gran almirante).

3.

Diecinueve de la Wehrmacht (v.):

Seis de la Luftwaffe (v.): Göring (v., 1938), Albert Kesselring (1940), Erhard Milch (1940), Hugo Sperrle (1940), Wolfram Freiherr von Richthofen (1943) y Robert Ritter von Greim (1945).

Dos de la Kriegsmarine (v.): Erich Raeder (1939) y Karl Dönitz (1943).

Uno honorario, Eduard Freiherr von Böhm-Ermolli (1940).

4.

En el grupo de los enfermos irrecuperables figuraban esquizofrénicos, epilépticos, maniacodepresivos, ciegos y con sordera genética, alcohólicos crónicos, dementes seniles, paralíticos, sifilíticos y todos aquellos con síntomas de retraso mental y deformidades físicas.

5.

Esta idea no era exclusivamente germana, también estaba muy extendida por Centroeuropa, países nórdicos y EE. UU. El reglamento de los médicos alemanes publicado en 1935 establecía: «Es la obligación de la profesión médica, como grupo, cuidar y asegurar la salud de la nación, su salud hereditaria y la pureza de la raza».

6.

«La intención de alimentar a un enfermo a cuenta de un sano va en contra de todas las leyes de la naturaleza, y del sentir moral alemán —señala Rosenberg (v.)—. El crecimiento indiscriminado del número de enfermos mentales y de idiotas es el resultado de la selección antinatural y de un humanismo equivocado.»

7.

Pensemos que el 7 % de los miembros de las SS (v.) eran médicos.

8.

Delicioso eufemismo, «no hay que privarlos de la muerte».

9.

Veintiocho estados de EE. UU. promulgaron leyes parecidas que permitieron esterilizar a 15.000 personas antes de 1930.

10.

¿Objetivo? Encontrar una cura para la homosexualidad, que afectaba a un 10 % de la población alemana (cálculos de Himmler [v.]), impidiéndole reproducirse para aumentar la población aria con la que el Reich quiere repoblar el mundo.

11.

Véase Pressa, Jean-Claude, The Struthof Album, <https://phdn.org/archives/holocaust-history.org/klarsfeld/Struthof/T001.shtml>.

12.

Un trabajo de Hans-Joachim Lang, Die Namen der Nummern (Los nombres y los números, 2004), reveló la identidad y la historia de las víctimas gracias a que el asistente de Hirt, Henri Henrypierre, había tenido la precaución de tomar nota de los números tatuados en los brazos de los cadáveres. La investigación sacó a la luz otros detalles de la operación: uno de los esqueletos había quedado inservible porque su titular se rebeló a las puertas de la cámara de gas y hubo que matarlo a tiros, lo que afectó a su estructura ósea. Salieron a la luz datos de otras colecciones óseas, como la de cráneos de «comisarios judeobolcheviques», depositadas en la Oficina Central de Raza y Asentamiento. Busquen en internet «Álbum de Struthof».

13.

A propósito del rearme encubierto, circulaba un chiste. El obrero de una fábrica de cochecitos para bebés tuvo un hijo, y como el sueldo era escaso, concibió la idea de sustraer a la empresa las piezas sueltas que le permitirían ensamblar el cochecito en casa. Pasado el fin de semana, de vuelta al trabajo, le pregunta su compadre:

—¿Qué tal, tenemos ya cochecito?

—Me temo que no —responde—. No sé en qué me estoy equivocando, porque lo he ensamblado tres veces y siempre me sale una ametralladora.

14.

Inevitable recordar el monólogo del judío Sylock en El mercader de Venecia, de Shakespeare, acto III, escena I: «Si nos pinchan, ¿acaso no sangramos? Si nos hacen cosquillas, ¿acaso no reímos? Si nos envenenan, ¿acaso no morimos? Y si nos agravian, ¿no debemos vengarnos? Si nos parecemos en todo lo demás, nos pareceremos también en eso» (recordarán haberlo visto recitado por un actor secundario polaco en la estupenda película de Ernest Lubitsch Ser o no ser, 1942), <https://www.youtube.com/watch?v=Y2bCXtLbEEM&list=PLdXibET2g2ZoPt5WTk90jej2H3BK4LQSO&index=43>.

15.

Algunos galanes regalan flores a las chicas, Mengele le regaló a la bella investigadora 40 pares de ojos en formol procedentes de Auschwitz. A pesar de ese encantador detalle, la posible relación no llegó a buen puerto no solo por la distancia, sino porque la gentil Karin ya tenía pareja, de su mismo sexo, en otra colega, Dorothea Michaelsen.

16.

«Muy honorable señorita doctora Magnussen: le devuelvo con la presente los originales de su trabajo “La influencia del color genético en el desarrollo del pigmento de los ojos de los conejos” […]. Con franqueza le explicaré por qué hemos decidido rechazárselo. Estoy al tanto de sus convicciones nacionalsocialistas y antisemitas. Muchos jóvenes fueron embaucados por esos fraudes y han reconocido ya sus errores. Ignoro si este es también su caso. No obstante, hemos sabido que usted trabajó en la sección antropológica del KWI con material humano, concretamente ojos de gitanos procedentes de Auschwitz. No me veo teniendo trato alguno con una persona vinculada con esa institución. Con la prevención de no conceder crédito a una habladuría lo hemos comprobado con el director de la sección antropológica del KWI en Dahlem. En adelante no aceptaremos de usted ningún trabajo. Que haga una protesta formal no va a cambiar esta decisión» (Gretchen, 2004, pp. 238-239).

17.

Abeytúa, 1945, p. 22.

18.

Los 20 km de galerías del complejo resultante se repartían entre dos túneles principales A y B, de 11 m de altura y 1,7 km de longitud, conectados por 46 cámaras transversales. En el túnel A se almacenaba el material y se instalaban los talleres; el túnel B era una galería de montaje que recibía las piezas a través de las cámaras intermedias. Las empresas implicadas en la fabricación de las bombas volantes fueron AEG, AG, BMW, Demag, Heinkel, Junkers, Optique Lena, Rheinmetall, Ruhrstahl, Siemens, Telefunken o Walther (v. financieros de Hitler).

19.

Información en <https://www.thueringen.info/gedenkstaette-mittelbau-dora.html>.

20.

Uno de los frailes de Montserrat, el padre Andreu Ripoll Noble, interno en la residencia geriátrica Can Torras de Alella (Barcelona), declaró a la periodista Montserrat Rico que Himmler preguntó por el Santo Grial cuando le mostraron la biblioteca del cenobio.

21.

Alguna vez debió mencionárselo a Hitler. En la sobremesa del 2 de febrero de 1942, Hitler comentará al hojear un libro ilustrado sobre España: «¡Monteserrat! La palabra evoca la leyenda. Tiene su origen en el conflicto que enfrentó a los moros y a los elementos romano-germánicos. Un bello país. Se puede situar allí el Santo Grial» (Trevor-Roper, 2004, p. 130).

22.

En las fotos grupales se nota que los que han tenido la desgracia de caer cerca de él están conteniendo la respiración y a ninguno se le ocurre decir Käsekuchen («tarta de queso»), que es el equivalente germano de nuestro «patata» para salir sonriendo en la foto.

23.

Después de este episodio, Hitler desarrolló un odio tal hacia su médico oficial, Brandt, que, en los amenes del Reich, el 16 de abril de 1945, ordenó fusilarlo bajo el cargo de «haber perdido la fe en la victoria», como demostraba el hecho de haber enviado a su familia a la zona que iban a ocupar los americanos para hurtarla del Götterdämmerung (v.) y ponerla a salvo. Brandt escapó de milagro, porque los aliados llegaron a su prisión antes de que se cumpliera su sentencia, pero fue saltar de la sartén a las brasas, porque compareció en el juicio de los doctores (v. medicina nazi), uno de los hijuelos de los procesos de Núremberg (v.), y fue condenado a muerte por su implicación en el programa de eutanasia Aktion T4 (v.) y en los experimentos médicos con prisioneros. Mientras le colocaban la soga y la capucha, pronunció unas últimas palabras para la historia: «No es una vergüenza estar sobre el cadalso. Esto no es más que una venganza política. He servido a mi patria. Otros antes que yo…». En ese punto el verdugo accionó la palanca, se abrió la trampilla, cayó el reo y la soga lo desnucó. Esto ocurría el 2 de junio de 1948.

24.

Era su seguro de vida frente a los médicos, por si algún día el ilustre paciente la palmaba y él se veía acusado de homicidio. Por este documento sabemos que lo atiborraba a pastillas e inyecciones de preparados de dudosa ortodoxia: anfetaminas, cafeína, belladona, sulfonamida, atropina e incluso cocaína en forma de colirio, Glyconorm, un preparado de placenta y testículos de toro, y Eukodal, un opiáceo similar a la heroína. Se entiende que Hitler desarrollara con Morell la típica dependencia del yonqui hacia el camello.

25.

Kempka, 1954, pp. 14-17.

26.

Entre 1907 y 1925, la población femenina asalariada aumentó en un tercio, de 8,5 millones a 11,5 millones (Grunberger, 1976, p. 267).

27.

Muchas mujeres se sumaron con entusiasmo al modelo hitleriano: «Las mujeres, a las que la crisis ha echado a la calle, tienen que patear y luchar a brazo partido con los hombres en medio del arroyo. Las pobres, en esa lucha, llevan la peor parte, naturalmente, y si de pronto aparece un guardia que dice autoritariamente: “¡Basta, a la cocina!”, la mujer se va muy contenta, porque supone que, efectivamente, hay una cocina a la cual se puede ir a cocinar» (Chaves Nogales, 2012).

28.

Wallace R. Deuel, People Under Hitler (1942), p. 161.

29.

Por este motivo en 1933 se estableció en las universidades alemanas un numerus clausus.

30.

Entre ellas:

31.

Hubo cuerpos femeninos de auxiliares en la Wehrmacht (Nachrichtenhelferin), cerca de medio millón de ellas en el último año de la guerra; en la Marina (Kriegshelferinnen) y en la fuerza aérea (Luftnachrichtenhelferinnen), especialmente como servidoras de antiaéreos.

32.

Las SS-Helferinnen («asistentas de las SS) se consideraban parte de las SS si habían recibido formación en una SS-Reichsschule, pero el resto de las trabajadoras fueron consideradas como auxiliares contratadas (Aufseherin) en gran parte de los campos de concentración nazis.

33.

En el diario de Goebbels leemos: «El Führer aprueba la formación de batallones femeninos en Berlín. Son innumerables las mujeres que se ofrecen a servir en el frente y el Führer opina también que las que vayan voluntariamente lucharán con fanatismo», anotación del lunes 5 de marzo de 1945 (Goebbels, 1979).

34.

Francia perdió 1.400.000 soldados y unos 400.000 civiles; Gran Bretaña, 900.000 soldados y 111.000 civiles.

35.

Con los Sudetes entregaba buena parte de la riqueza nacional: el 80 % de la industria del acero y del carbón, lo que robustecía considerablemente a la economía alemana.

36.

Un pasaje de las memorias de Speer ilustra el valor que Hitler y sus compinches concedían a los tratados internacionales: «En 1943, con ocasión del quincuagésimo cumpleaños de Ribbentrop (v.), sus íntimos colaboradores le regalaron una caja adornada con piedras semipreciosas que tenían intención de llenar con copias de los acuerdos y tratados concertados por el ministro de Exteriores. Durante la cena, el embajador Hewl le dijo a Hitler: “Nos vimos en un gran aprieto cuando tratamos de llenar la caja. Quedaban ya pocos tratados que no hubiésemos violado”. Hitler rio hasta saltársele las lágrimas» (Speer, 1976, p. 261).

37.

«De Mussolini y Hitler, ¿qué podemos decir que pueda acrecer con alguna novedad el juicio que la historia ha de discernir sobre su actitud de suprema ecuanimidad, de prudencia sublime y de abnegados sacrificios en holocausto de la paz europea?» (Rubio Moraga, 2004, p. 417).

38.

El doctor Mrugowsky existió realmente, pero nunca estuvo implicado en el diseño de la muñeca sexual. Durante la guerra, experimentó con munición envenenada sobre prisioneros del campo de Sachsenhausen, lo que le valió ser ahorcado en la prisión 1 de criminales de guerra de Landsberg (v.) en 1948.

39.

Por cierto, en el funeral de Heydrich (v.) tuvieron el detalle de que la Staatskapelle de Berlín interpretara la «Marcha fúnebre de Sigfrido» (El ocaso de los dioses, Wagner), recordando que uno de los nombres del difunto era precisamente Tristán.

40.

Ya el ídolo de Hitler, el compositor Wagner, había escrito, escudado tras el pseudónimo H. Freigedank, el opúsculo Das Judenthum in der Musik (El judaísmo en la música, 1850), un panfleto antisemita que arremetía contra Mendelssohn y otros músicos judíos.

41.

Aster, 2012, pp. 87-97, passim.

42.

Los discos permanecieron olvidados en el ático de la dacha de la familia de Besymenski, cerca de Moscú. La hija del oficial, Alexandra Besymenskaya, los encontró en 1991 en unas cajas rotuladas Führerhauptquartier («cuartel general del Führer»). No dio a conocer su hallazgo hasta la muerte de su padre, porque él tenía reparos en que lo tomaran por un vulgar saqueador en lugar de entender que había sido un legítimo botín de guerra.

N

1.

El nombre de Operación Félix referido a la proyectada conquista de Gibraltar se lo sugirió al alto mando alemán la existencia de la Legio VII Gemina Felix, mayoritariamente integrada por germanos, que actuó en Hispania, precisamente acampada en León, donde la Legión Cóndor tendría una de sus bases principales.

2.

«El crecimiento espectacular de la tasa de nacimientos en los años treinta fue aún más pronunciado que el crecimiento de la tasa de matrimonios. No se debió simplemente a las políticas poblacionales de Hitler […], la confianza en el futuro tuvo mucho más que ver con las perspectivas nacionales que con la economía» (Lukacs, 2003, p. 89).

3.

Surén, 1924.

4.

Sería malicioso pensar que tal decisión se debió a que ninguno de ellos ofrecía una figura tolerable ante el espejo. Desde luego, Hitler jamás consintió que lo vieran en bañador o en camiseta, y en cuanto a Göring, Goebbels (v.) o Himmler (v.), podemos imaginar el efecto.

5.

Trevor-Roper, 2004, p. 522.

6.

El notable precedente Weg zu Kraft und Schönheit (El camino a la fuerza y a la belleza, 1925) abrió camino a Nacht der Amazonen (Noche de las amazonas, 1938). N. Kaufmann & W. Prager: Forza e bellezza (1925), <https://www.youtube.com/watch?v=jaZwJlYMriA>, y 1938 German Folk Fest in Bayern & ‘Nacht van de Amazonen’, <https://www.youtube.com/watch?v=PAKRyBH7CBM>.

7.

El de Aruba, en las Indias Occidentales Holandesas, para productos refinados y el Puerto de la Cruz, en Venezuela, para el crudo (Thomàs, 2010, p. 21).

8.

Forsyth, 2015, p. 274.

9.

Office of the United States, 1946, pp. 16-17.

10.

Los títulos son elocuentes: Ilsa, la loba de las SS, de Don Edmonds (1975), inspirada en Ilse Koch (v.) y protagonizada por Dyanne Thorne, una real hembra que de enseñar la pechuga en un casino de Las Vegas pasó a protagonizar una saga de varias películas en torno al mismo personaje. En La bestia en calor (1977), de Paolo Solvay, asistimos a la creación por una médica SS de un enano estilo Frankenstein dotado de un instrumento que le llega a las rodillas y tan rijoso que viola a todas las internas de su particular harén. Del mismo año es La última orgía del Tercer Reich, de Cesare Canevari, cuyo explícito título nos ahorra la explicación.

11.

Con títulos como Las diabólicas de Hitler (1974), Las hienas de Ravensbruck (1976), Burdel SS (1976), Las vestales del Tercer Reich (1978), Las sacerdotisas de la cruz gamada (1978) o Burdel de la Gestapo (de la serie Sadismo en el Tercer Reich, 1979).

12.

Lozano, 2012, p. 74.

13.

Denying the Holocaust, The Growing Assault on Truth and Memory (La negación del Holocausto: el creciente ataque a la verdad y a la memoria, 1993). Véase Lipstadt, 2012.

14.

Ryback, 2010.

15.

Literalmente, Befehl betreffend Zerstörungsmassnahmen im Reichsgebiet («Orden sobre las demoliciones en el territorio del Reich»): «Todas las instalaciones militares, industriales, de transporte, de comunicaciones y de suministro, así como cualesquiera otros inmovilizados materiales que se hallen en el territorio del Reich y que puedan ser de cualquier utilidad para el enemigo de forma inmediata o en un próximo futuro para la continuación de la guerra, han de ser destruidos».

16.

En 1920 se afilió a la Deutschvölkischen Schutz- und Trutzbund (Federación Nacionalista Alemana de Protección y Defensa).

17.

Stein, 1941.

18.

Niemöller, 1934, <https://portal.dnb.de/bookviewer/view/1032489677#page/n0/mode/1up>.

19.

Tras deliberación por el Consejo de Ministros, se declara: «Extendida la lucha al Mediterráneo por entrada de Italia en guerra con Francia e Inglaterra, el Gobierno ha acordado la no beligerancia de España en el conflicto». Decreto del 12 de junio de 1940 (BOE del 13 de junio de 1940).

20.

1938, German Folk Fest in Bayern & ‘De Nacht van de Amazonen’, <https://www.youtube.com/watch?v=PAKRyBH7CBM>.

21.

Solo se celebraron cuatro Noches: el 27 de julio de 1936, el 31 de julio de 1937, el 30 de julio de 1938 y el 29 de julio de 1939.

22.

Muchos años después, una de aquellas gráciles muchachas, ya octogenaria, Erna Krantz, recordaba con nostalgia aquellos cuadros de porno blando, cada año más descocados que los del anterior y francamente kitsch. La anciana añoraba la época nazi, aunque reconocía que el recuerdo se le había «empañado un poco cuando supo la suerte que corrieron los judíos» (Rees, 2008, p. 189).

23.

En los acuartelamientos de la policía se recibió el siguiente telegrama emitido por la oficina central (Zentner, 1974, p. 486):

  1. Se prevén inminentes acciones contra los judíos en toda Alemania, especialmente contra las sinagogas. No hay que impedirlas, pero hay que evitar los saqueos y otros excesos.
  2. Hay que incautar los archivos de las sinagogas.
  3. Hay que preparar la detención de entre 20.000 y 30.000 judíos, preferiblemente adinerados. En el transcurso de esta noche recibirán más detalles.
  4. En caso de que durante estas futuras acciones se encuentren judíos armados, han de adoptarse las medidas más estrictas. Para las acciones en común, se pueden emplear tropas de las SS. Mediante las medidas adecuadas se ha de asegurar, en todo momento, la dirección de las acciones por la policía estatal.
    Firmado: Gestapo II Müller. Este telegrama es secreto.
24.

Telegramas de Müller y Heydrich a las oficinas locales y regionales de la Gestapo (Kley, 2000, p. 89).

25.

Algún psicólogo piadoso lo considera la catarsis colectiva de un pueblo que había perdido sus libertades. Parece una explicación un tanto retorcida, aunque ya se sabe cómo funcionan los desafectos: el jefe abronca al empleado, el empleado abronca a su mujer, su mujer le pega al niño y el niño le propina una patada al perro. Un español testigo de los acontecimientos escribe: «Cayeron en esa noche y las siguientes, entre la reprobación casi unánime, pero muda y cobardemente pasiva de la población alemana, millares de infelices semitas que, después de haber visto saqueados sus hogares, desvalijadas y destrozadas sus tiendas e industrias y —muchas veces— escarnecidos en esposas e hijas los afectos más puros y entrañables, perdían la vida por motivos raciales que jamás pueden constituir figura de delito» (Abeytúa, 1945, p. 16.).

26.

Eichmann explicó en su juicio las medidas adoptadas por Goebbels en Berlín al principio del verano de 1938, cuando advirtió que había que intensificar el acoso a los judíos para animarlos a emigrar (Kley, 2000, pp. 92).

27.

Shirer, 2013, I, p. 603.

28.

Se ha calculado que antes de la guerra emigraron unos 355.278 judíos alemanes y austriacos.

29.

La Vanguardia, 21 de abril de 1933; también en Santos, 2012, p. 274.

30.

Viktor Lutze, alto mando de las SA fiel a Hitler, que sucedería al asesinado Röhm al frente de la organización. Falleció el 1 de mayo de 1943 en accidente de tráfico.

31.

Rosenberg, 2015, pp. 170-171.

32.

Nunca sabremos el montante exacto, porque Göring se cuidó de quemar todos los documentos relacionados con el caso.

33.

Discurso radiado del 13 de julio de 1934. Tengamos en cuenta que en la época era inaceptable que los homosexuales ocuparan puestos relevantes (Hitler, 1999).

34.

¿Quiénes son el padre Semple y Gehrlich, que sin pertenecer a las SA perecieron en la purga? «Geli confesó a Otto Strasser que su tío se irritó locamente un día, y la encerró con llave en su cuarto porque ella rehusaba someterse a “prácticas increíbles”. Poco después, un tal padre Semple vendió al tesorero del partido nazi una carta que no dejaba dudas sobre este episodio. Además, un periodista llamado Gehrlich había “olido” el asunto, metió la nariz y consiguió reunir ciertas informaciones. […] El padre Semple, Gehrlich y Gregor Strasser fueron los tres liquidados poco después, con motivo del asunto Röhm, en el que, evidentemente, no tenían nada que ver» (Merle, 1999, p. 17).

35.

Un humorista de cabaret dijo: «Hitler ha sido el último en enterarse de que Röhm era marica. ¿Cómo reaccionará cuando se entere de que Göring es gordo y de que Goebbels cojea?».

36.

Decreto Richtlinien für die Verfolgung von Straftaten gegen das Reich oder die Besatzungsmacht in den besetzten Gebieten («Directivas para la persecución de las infracciones cometidas contra el Reich o las fuerzas de ocupación en los territorios ocupados», 7 de diciembre de 1941).

37.

Office of the United States, 1946.

38.

La contraseña «Noche y niebla» y las consecuencias a las que alude se han empleado también en la desaparición de opositores en los regímenes dictatoriales de algunas repúblicas sudamericanas regidas por militares admiradores del nazismo, que allá son legión (y no me refiero solamente al comandante Hugo Chávez).

39.

Alude a la antigua Orden Teutónica.

40.

<https://www.youtube.com/watch?v=uG4uRcSgT04>.

41.

Discurso de Adolfo Hitler a las Ordensburgen el 23 de noviembre de 1937.

42.

El cuarto y último Ordensburg iba a construirse junto al castillo de la Orden Teutónica de Malbork, en Prusia Occidental, pero nunca se terminó. Queda la gran Thingpiel, edificada en 1934. A partir de 1937, el castillo se transformó en un campamento para cursillos de las Juventudes Hitlerianas, el Burg des deutschen Jungvolks o «castillo de los Jóvenes Alemanes».

43.

Sudjic, 2007, p. 32.

44.

Ibidem, p. 21.

45.

Una proeza hoy disminuida por los chinos, que construyen y equipan hospitales en solo una semana.

46.

«Un decorado arquitectónico diseñado para demostrar al visitante que está a merced del hombre más poderoso del mundo […], un mundo dentro de un mundo […]. Sus paredes lisas e iluminadas por focos lo aislaban de la ciudad para crear un espacio hueco y abierto al cielo […], el vacío del patio se llenaba de gritos de órdenes y la resonancia de las botas sobre la piedra» (Sudjic, 2007, p. 17).

47.

Ibidem, p. 19.

48.

Idem.

49.

En los siglos XVIII y XIX, los británicos han exterminado a los aborígenes australianos y neozelandeses, y se esforzaron en exterminar a los indios norteamericanos. En 1763, sir Jeffrey Amherst aconsejaba «inocular a los indios [de viruela] por medio de mantas infectadas, o cualquier otro método que puede servir para extirpar a esta execrable raza». Las mantas infectadas se usaron nuevamente por los crecientes EE. UU. en 1839, aunque al final hubo que recurrir a las llamadas “guerras indias” para un exterminio satisfactorio del aborigen americano. En América del Sur también se produjeron genocidios por parte de los nuevos Gobiernos criollos, que imitaban al norteamericano en su afán por incorporarse al progreso. Otros genocidios no se tuvieron en cuenta por políticamente incorrectos, me refiero al de los belgas en el Congo (angelitos al cielo, decía Leopoldo II), el de los propios alemanes en Namibia a principios del siglo XIX, el de los armenios por los turcos o el Holodomor de los ucranianos perpetrado por el propio Stalin unos años antes.

50.

La creó en 1943 el abogado polaco Rafael Lemkin (1900-1959) a partir del griego geno («raza» o «tribu») y el latín occidere, «matar».

51.

Abeytúa, 1945, p. 322.

52.

Schmitt, 2016.

53.

A muerte fueron Martin Bormann (v.) en ausencia; Hans Frank, gobernador de Polonia; Wilhem Frick, ministro del Interior y firmante de las leyes racistas; Hermann Göring; los mariscales Alfred Jodl y Wilhelm Keitel, acompañantes de Hitler durante toda la guerra; Ernst Kaltenbrunner, segundo de Himmler, tras la muerte de Heydrich (v.); Joachim von Ribbentrop; Alfred Rosenberg (v.); Fritz Sauckel, organizador del trabajo esclavo; Arthur Seyss-Inquart, gobernador de Austria y Holanda, y Julius Streicher (v.). Los condenados a cadena perpetua fueron Walter Funk, ministro de Economía; Rudolf Hess (v.) y Erich Raeder, comandante en jefe de la Marina de Guerra. Los condenados a 20 años fueron Albert Speer y Baldur von Schirach, líder de las Juventudes Hitlerianas (v.); a 15 años, Konstantin von Neurath, Reichsprotektor de Bohemia y Moravia, y a 10 años el almirante Karl Dönitz.

54.

Nadie investigó a las grandes empresas «en nombre de la continuidad del Estado». Natural, entre bomberos no se pisan las mangueras, y los aliados eran mayormente potencias capitalistas que tendrían que seguir negociando con Alemania, como a la vista está.

55.

Habían realizado previamente un cursillo de formación profesional en Matz, con el experto verdugo británico Pierrepoint. A pesar de ello, en algunos casos calcularon erróneamente la longitud de la soga y los reos murieron por estrangulamiento y no por rotura del cuello. A ello hay que añadir que el escotillón resultaba demasiado estrecho y algunos reos se golpearon con el borde al caer y se produjeron heridas que hubo que maquillar en las fotografías oficiales facilitadas a la prensa internacional. También es cierto que los procesados y ahorcados en Núremberg no siempre se anduvieron con tantos remilgos a la hora de apiolar a sus víctimas. Recordemos que al jefe del espionaje alemán, almirante Canaris (v.), lo habían colgado con una cuerda de piano para que su agonía fuera lo más lenta y dolorosa posible. Pierrepoint declararía que el trabajo de Wood fue torpe: «La caída de metro y medio […] es un error porque, todo depende del peso del reo. También lo es usar la soga vaquera de cuatro cordones, ya muy obsoleta» (Time, 1946).

O

1.

Hoffmann, 2003, p. 53.

2.

Ryback, 2010, p. 297.

3.

Esto determinó que a la campeona de salto de altura Gretel Bergmann se le impidiera representar a Alemania en las Olimpiadas de 1936; que el campeón de boxeo aficionado Erich Seelig se viera obligado a continuar su carrera en EE. UU. y que el tenista judío Daniel Prenn fuese expulsado de la Copa Davis.

4.

Nada más propio, puesto que una de las innovaciones de esta Olimpiada fue precisamente la campana olímpica fundida ex profeso para que su repique anunciara la inauguración de los juegos (1 de agosto de 1936). Hoy se expone, rajada y con la esvástica parcialmente borrada, en los accesos del estadio olímpico.

5.

Helene Mayer, quizá la mejor esgrimista del siglo, una chica alta, rubia y de ojos azules que podía perfectamente pasar por aria y que gozaba de prestigio internacional, se había proclamado repetidamente campeona de Alemania y había ganado la medalla de oro en las Olimpiadas de Ámsterdam, 1928. En Berlín, 1936, los nazis le devolvieron su ciudadanía y ella consiguió para Alemania la medalla de plata, pero en cuanto pasaron las Olimpiadas, le volvieron a retirar la ciudadanía y la expulsaron de la federación. Helene emigró a EE. UU., donde murió a los 42 años de cáncer.

6.

En 1950, cuando regresaba en tren de unas pruebas, un avispado revisor la denunció a la policía: «Creo que en el vagón de las chicas se ha colado un tío vestido de mujer». La policía detuvo a Dora Ratjen y después de un somero reconocimiento médico practicado por la matrona de la comisaría, resultó que, en efecto, aquello que le colgaba entre las piernas era un pene con su acostumbrada guarnición testicular que lo hubiera habilitado para ser papa (duos habet et bene pendentes, «tiene dos y cuelgan bien», habría dicho el examinador pontificio en la silla gestatoria). Dora confesó llamarse Heinrich y alegó que los nazis lo habían obligado a debutar como mujer y ya desde entonces había continuado su carrera deportiva como tal, y hasta le había tomado gusto al travestismo, aunque en las duchas comunes tenía que hacerse la pudorosa para que no descubrieran su secreto.

7.

Despreciaron el Deutschlandstadion (Estadio Alemán), con capacidad para 30.000 espectadores, construido en 1913 para los Juegos de 1916 (suspendidos por causa de la Gran Guerra).

8.

Durante 11 días (del 20 de julio al 1 de agosto), 3.422 relevistas recorrieron 3.422 km llevando la antorcha olímpica por la ruta de Atenas, Tesalónica, Sofía, Belgrado, Budapest, Viena, Praga, Dresde y Berlín.

9.

España no participó, porque el Gobierno de la República intentó boicotear la Olimpiada con una Olimpiada Popular alternativa en Barcelona, que de todos modos no pudo celebrarse por el comienzo de la Guerra Civil.

10.

En los anteriores Juegos Olímpicos, celebrados en 1932, en Los Ángeles, Alemania solo quedó en noveno lugar, con 20 medallas. No es por nada, pero siempre nos quedará la duda de si el gran salto cualitativo no se debería a que la mitad de las mujeres eran hombres, como en el caso de Dora Ratjen, mencionada más arriba. Ya estamos notando que los defensores de la raza superior andaban escasos de escrúpulos.

11.

Speer lo cuenta en sus memorias: «Hitler siguió con gran excitación las competiciones deportivas y, mientras que cualquier éxito alemán inesperado —y fueron muchos— lo hacía feliz, reaccionó con gran enojo ante la serie de victorias obtenidas por el fabuloso corredor negro norteamericano Jesse Owens. Los hombres cuyos antepasados procedían de la selva eran seres primitivos, de constitución más atlética que la civilizada raza blanca, opinaba encogiéndose de hombros. Por lo tanto, no constituían unos rivales justos y en el futuro habría que excluirlos de las competiciones deportivas», (Speer, 2001, pp. 136-137).

12.

«Owens Arrives with Kind Words for All Officials», The Pittsburgh Press, 24 de agosto de 1936, p. 26. Roosevelt recibió en la Casa Blanca a los vencedores blancos, pero excluyó a Owens y a los otros negros.

13.

Sudjic, 2007, p. 33. Véase Nazi Germany: Pictures of the Madness (1937-1939), <https://www.youtube.com/watch?v=AkXPD92Fg2c>.

14.

Speer (v.), responsable un tiempo de aquel tinglado como «decorador jefe», lo confiesa en sus memorias: «En aquella época sentía una gran afición por las banderas y las utilizaba siempre que podía: permitían introducir una nota de color en la arquitectura de piedra. Advertí que la bandera de la esvástica (v.) diseñada por Hitler se adaptaba mucho mejor al uso arquitectónico que la bandera de las tres franjas de color […] y la empleé como objeto decorativo para cubrir desde el alero hasta la acera los feos edificios de la época de la fundación del Segundo Reich» (Speer, 2001, p. 111, v. banderas a la gresca).

15.

Ludwig, 2011, p. 25.

16.

Bilbao, 2012, p. 1.

17.

Ludwig, 2011, p. 29.

18.

Olmo, s. f., p. 1.

19.

Álvarez, Alvar, 1933, p. 16.

20.

Anotación en su diario el 5 de septiembre de 1934 (Shirer, 2013). El mismo sentido teatral lo subraya el cineasta alemán Hans-Jürgen Syberberg en la película Hitler, ein Film aus Deutschland (Hitler, una película sobre Alemania, 1978). Aviso a los aficionados que la película dura siete horas y no se hace corta.

21.

Agramonte, 1955, pp. 411-414.

22.

Speer se refiere a la parte del testamento que reconoce que todo está perdido y sin embargo anima a resistir y morir con él. Véase Hitler, 1999, p. 441:

A mis seguidores, desde el fondo de mi corazón, les expreso mi gratitud, como es evidente es mi deseo que ustedes, debido a eso, bajo ningún concepto abandonen la lucha en esta contienda, sino que más bien la continúen contra los enemigos de nuestra madre patria, sin importar dónde, fieles al credo de Clausewitz. Del sacrificio de nuestros soldados y por mi comunión con ellos en la muerte, nunca desaparecerá de la historia de Alemania la semilla del radiante renacimiento del movimiento nacionalsocialista y, por tanto, de una verdadera comunidad de naciones.

Muchos de los hombres y de las mujeres valientes han decidido unir sus vidas con la mía. Hasta el último momento he rogado y finalmente les he ordenado no hacerlo y tomar parte en la última batalla de la nación. He rogado a los dirigentes del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea reforzar por todos los medios el espíritu de resistencia de nuestros soldados en el sentido nacionalsocialista, con especial referencia al hecho de que también yo mismo, como creador y fundador de ese movimiento, he preferido la muerte a la cobarde abdicación o, peor, la capitulación.

Deberá, en un futuro, formar parte del código de honor del oficial alemán, como es actualmente de nuestra marina, que rendir un distrito o una ciudad es imposible, y que, sobre todo, nuestros líderes deben marchar al frente como ejemplos refulgentes, cumpliendo con fe su obligación hasta la muerte.

23.

Speer, 1976, p. 424.

24.

Los agraciados fueron Fritz Todt (12 de febrero de 1942), póstumo; Reinhard Heydrich (v., 9 de junio de 1942), póstumo; Adolf Hühnlein, presidente de la popular Nationale Sportbehörde für die Deutsche Kraftfahrt (Autoridad Deportiva Nacional para el Automovilismo Alemán, 21 de junio de 1942), póstumo; Viktor Lutze, sucesor de Röhm (v.) y liquidador de las SA (v.), muerto en accidente de tránsito (7 de mayo de 1943), póstumo; Adolf Wagner, Gauleiter (v.) de la Gau Múnich-Alta Baviera, que siendo ministro de Educación en 1941 retiró los crucifijos de las escuelas bávaras, aunque la airada reacción popular lo obligó a reponerlos (17 de abril de 1944), póstumo; Joseph Bürckel, Reichsstatthalter de Westmark (3 de octubre de 1944), póstumo; Rudolf Schmundt, edecán de Hitler, muerto en el atentado de la Operación Valquiria (7 de octubre de 1944), póstumo; Konstantin Hierl, Reichsminister (24 de febrero de 1945); Karl Hanke, Gauleiter y sucesor de Himmler (v., 12 de abril de 1945); Karl Holz, Gauleiter de Franconia (19 de abril de 1945) y Artur Axmann, jefe de las Juventudes Hitlerianas (v., 28 de abril de 1945).

25.

Gurwitsch, 2010, p. 369.

26.

El 13 de octubre de 1806 le escribe a Niethammer: «Vi al emperador, a Napoleón, esta alma del mundo, cabalgando por la ciudad para ser reconocido; fue una sensación maravillosa ver a un individuo así, que se está concentrando aquí en un punto, sentado en un caballo, extendiéndose y dominando el mundo».

27.

Gurwitsch, 2010, p. 370.

28.

Ibidem, p. 372.

29.

Ibidem, pp. 373-374.

30.

Ibidem, p. 374.

31.

Henri Heine, «De l’Alemagne depuis Luther», Revue des Deux Mondes, vol. IV, 1834, pp. 675-678, citado por Gurwitsch, 2010, pp. 374-375.

32.

Firmado por Hjalmar Schacht (v), el creador de los bonos Mefo (v.) a los que Hitler debía el despegue económico de Alemania.

33.

Los alemanes confiscaron las reservas de Austria, Checoslovaquia, Hungría, Bélgica, Holanda (100 toneladas), Luxemburgo, Italia, Yugoslavia, Albania y Grecia, a las que se suma, a partir de 1942, el oro rapiñado a las comunidades judías.

34.

Según el dentista de Treblinka, «cada semana salían del campo dos maletas de 8 a 10 kg de peso». En junio de 1944, el campo de Birkenwald comunicó el botín conseguido: 4.399 kg.

35.

Naturalmente, cuando comprendieron que Alemania iba a perder la guerra se alejaron paulatinamente de ella para aproximarse a los aliados. El Gobierno de la aria Suecia rescató los restos de un V-2 perdido (v. V-1 y V-2) que se había estrellado en su territorio y le faltó tiempo para envolverlos en celofán y entregárselos a los aliados.

36.

Entre ellas, Lasser & Co., Transportkontor, Mettler, Welti-Fuerrer A. G., Natural Le Coultre, Last A. G., Gondrand & Co., Hans Huber, Albert Sasse y Transport Weber.

37.

Informe Envíos de oro alemán a través de Suiza hacia España y Portugal, remitido el 26 de febrero de 1946 a Orvis A. Schmidt, del Departamento del Tesoro, por el oficial de enlace del Departamento de Guerra de EE. UU. Jason Paige Jr. (Fletcher, s. f.; Letón, 2009; y Campo, 2002).

38.

Los servicios secretos de los aliados constataron 135 envíos que salieron por el puesto fronterizo francosuizo de Bellegarde con destino a la península ibérica.

39.

Terminada la guerra, los aliados reclamaron este oro que España había adquirido directamente de Alemania. Después de intensas negociaciones acordaron (en mayo de 1948) que España devolvería solo 114.329 dólares de los 30 millones que los aliados consideraban que había recibido, producto del saqueo de oro holandés, a través del Banco Alemán Transatlántico. A esta cantidad cabe sumar los 1,3 millones de dólares en lingotes de oro y monedas que España había confiscado preventivamente en edificios propiedad del Estado alemán al término de la guerra (Registro de la Embajada de EE. UU. en Madrid, General Records 1936, 1939-1945, 1950-1952, entrada 3161). Véase «Civilian Agency Records», National Archives, <https://www.archives.gov/research/holocaust/finding-aid/civilian/rg-84-spain.html>.

40.

Gente admirable, ya lo digo. A los que sostienen que los suizos solo han contribuido al progreso de la humanidad inventando el reloj de cuco les advierto que el reloj de cuco se inventó en la Selva Negra alemana.

41.

Payne, 1987, p. 382. El préstamo se otorgó a pesar de la oposición del presidente Truman, que odiaba a España porque en ella se perseguía a los protestantes y a los masones. También protestaron liberales famosos opuestos a Franco, entre los que se contaban Leonard Bernstein, Alfred Einstein, Rita Hayworth, Thomas y Heinrich Mann y Orson Welles (Liedtke, 2014, p. 103).

42.

El Chase Manhattan Bank no le hizo ascos al oro sellado de los nazis. El 14 de enero de 1949 lo reconocen oficialmente por bien blanqueado, ya que España lo ha recibido de Suiza y no de Alemania (Slany, 1998, p. 83, n. 96). En 1950, el Banco de la Reserva Federal de Nueva York (Federal Reserve Bank) fundió cientos de lingotes marcados con la esvástica y transformó ese oro en lingotes con la inscripción «United States Assay Office». De este modo, el Departamento del Tesoro (Treasury Department) autorizó al National City Bank, después conocido como Citibank, la nueva emisión de ese oro, que luego se usó para transacciones entre la sociedad mercantil ITT Corporation y España.

43.

Este comprendía los países bálticos (Estonia, Letonia y Lituania), comarcas del este de Polonia, y partes de Bielorrusia, Ucrania y Rusia.

44.

Entonces, ¿todo lo relativo a ovnis nazis es falso? No, todo no, la despampanante investigadora Erika Lukes es verdadera, intensa mirada verde y aterciopelada voz.

P

1.

Estos dos edificios sobrevivieron a la guerra. Hoy, el antiguo Verwaltungsbau alberga oficinas y el Führerbau es un conservatorio de música con un «ostentóreo» hueco en la fachada principal que señala el lugar donde estaba el águila nazi (por favor, en beneficio de la estética abran ahí otra ventana o coloquen un adorno, porque el hueco canta mucho).

2.

Algunos adversarios lo acusaron de maquiavélico y marrullero, solo interesado en su propio provecho, el «diablo con sombrero de copa» (Teufel mit Zylinderhut), como lo llama su biógrafo Tibor Kövès.

3.

Der Wahrheit eine Gasse (El callejón de la verdad), traducido al español como Memorias (Papen, 1952). Aficionado a España, en la primavera de 1954 viajó por Andalucía en compañía de su hija Isabelle y, tras visitar museos y monumentos en Granada, Sevilla y Málaga, se hospedó en el hotel La Roca de Torremolinos (10 de marzo de 1954), una localidad donde pasó unos días de solaz, playa, sol, espetos. En la primavera de 1969, ya anciano, pasó una temporada en Santa Cruz de Tenerife.

4.

No es por comparar, y mucho menos por hacer sangre, pero nuestro José Antonio le ganó a puntos con los 27 de Falange en octubre de 1934.

5.

Parece que los soldados indios y paquistaníes del puesto fronterizo de Wagah competían en realizar una variedad del paso de la oca consistente en levantar el pie no hasta la cintura, sino hasta la altura de la cabeza. Los superiores tuvieron que prohibirlo porque no ganaban para lesiones de rodilla. Justo castigo por imitar las tonterías de Occidente.

6.

Hughes-Hallett, 2014, p. 545.

7.

En las cartas que enviaba a sus padres desde el frente el soldado alemán Heinrich Böll (futuro premio Nobel de Literatura en 1972) abundan las peticiones de Pervitin para aliviar el cansancio de la campaña.

8.

Al lector que quiera informarse de un lado y de otro, se le recomienda leer el libro de Thomas Gordon (2013), a favor, y el de John Cornwell (2001), en contra. Me temo, opinión personal, que los argumentos en contra pesan más. Muchos de los argumentos a favor se basan en actuaciones particulares de religiosos católicos, al margen de la extremadamente extrema prudencia del santo padre.

9.

Cornwell, 2001, pp. 10-11.

10.

De los múltiples detalles que confirman el antisemitismo de Pío XII, que él se ocupó de ocultar como diplomático de oficio que era, escojamos uno: en una carta privada en la que narra la insurrección comunista de Múnich en 1919, que vivió de cerca, refleja los estereotipos propios de la literatura antisemita de la época: «Deambulaban por los despachos con actitud lasciva y sonrisa desafiante un grupo de muchachas de dudoso aspecto, judías como todos los demás. La jefa de la chusma femenina era la amante de Levien, una joven rusa judía y divorciada […]. Este Levien es un joven también ruso y judío. Pálido, sucio, con ojos de drogado y voz ronca, vulgar, repugnante y de rostro tan inteligente como ladino» (carta de Pacelli a Gasparri, 18 de abril de 1919, en Cornwell, 2001, p. 93). Como todo católico romano de su tiempo, Pacelli estuvo familiarizado con la influyente revista de los jesuitas italianos, Civiltà Cattolica, que era claramente antisemita.

11.

Existen pruebas de que conoció el asesinato masivo de los judíos casi desde el mismo momento en que se inició. «El 18 de marzo de 1942, el Vaticano recibió el memorándum de Richard Lichtheim y Gerhart Riegner, enviado por medio del nuncio en Berna, que ofrecía una visión general de las violentas medidas antisemitas que se estaban adoptando en Eslovaquia, Croacia, Hungría y la Francia no ocupada […]. Ese mismo mes llegaron al Vaticano informes de Europa del Este describiendo la suerte de unos 90.000 judíos enviados a campos de concentración de Polonia» (Cornwell, 2001, p. 313). El embajador norteamericano ante la Santa Sede, Tittmann, informaba a Washington de la inercia y del silencio de Pío XII, que protegía su futuro ante una eventual victoria del Eje (ibidem, p. 315). Mylon Taylor, enviado de Roosevelt, pidió en vano una declaración papal contra el exterminio de los judíos.

12.

La encíclica Summi Pontificatus (octubre de 1939), de cuya atenta lectura se deducen indicios de críticas al racismo y a la guerra.

13.

Al amanecer del 16 de octubre de 1943, tropas de las SS (v.) cercaron el barrio judío de Roma y arrestaron a 1.024 personas que se concentraron en los cuarteles de Via della Lungara, frente al Vaticano. Allí los tuvieron dos días antes de meterlos en un tren que los llevó al campo de exterminio de Auschwitz (v.). Solo docena y media se salvaron de la cámara de gas.

14.

Ciano, 2001, p. 559, anotación del 24 de diciembre de 1942.

15.

El 30 de octubre de 1950, en vísperas de su proclamación del dogma de la Asunción, paseaba por los jardines vaticanos cuando vio girar el sol desprendiendo una serie de efectos especiales, como en Fátima.

16.

Recibe su nombre de Charles G. Dawes, director de la Oficina del Presupuesto de EE. UU.

17.

Redujo las obligaciones pendientes de Alemania de 32.300 millones de dólares a solo 713 millones.

18.

Sutton, 1976, p. 10.

19.

Stein, 1967, p. 114.

20.

Stalin ya lo había probado en Ucrania con la hambruna provocada u Holodomor (1932-1934) y funcionaba.

21.

Entienda el lector que aquí suponemos que el Führer, en su clarividencia, ha sido capaz de anticipar el futuro en esa inspiradora serie de televisión. Es una licencia poética de este autor.

22.

Testimonio del SS-Standartenführer Hans Ehlich (1901-1991), oficial de la Oficina de Seguridad del Reich (RSHA), que testimonió en los juicios secundarios de Núremberg (v.). La documentación generada por el proyecto se destruyó para evitar que cayera en manos de los aliados.

23.

La misma idea de las vías romanas que iban a Roma franqueadas por mansios donde pernoctar.

24.

Speer, 1976, pp. 159-160.

25.

Judío, por cierto. Cuando Goebbels (v.) supo el plan que había pergeñado, rechinó los dientes hasta que se le saltaron los empastes.

26.

Esta es la región de Schleswig-Holstein, hogar ancestral de la casa Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg, a la que pertenece la reina de España Sofía de Grecia.

27.

«Se requiere un trabajo de pedagogía. Habría que darles instrucciones precisas a escritores y artistas. Habrá que prohibir las novelas, los relatos o las obras que escenifiquen dramas conyugales o las películas que traten al hijo extraconyugal como de valor inferior, como hijo ilegítimo. La situación de nuestra raza después de la guerra será catastrófica, porque nuestro pueblo se enfrenta a una segunda sangría terrible en menos de 30 años. Lo más probable es que ganemos la guerra, pero la perderemos desde el punto de vista racial si no revolucionamos las ideas heredadas y las actitudes que de ellas se desprenden» (Chapoutot, 2017, cap. 8).

28.

La idea pudo proceder del ministro de Exteriores, José Félix de Lequerica, que se la expuso, con la anuencia de Franco, al embajador americano Norman Armour, pero EE. UU. declinó la oferta. El pretexto hubiera sido que los japoneses habían penetrado en el consulado español y asesinado a las personas allí refugiadas.

29.

Franco, 1943, p. 204.

30.

United States Department of State, Foreign Relations of the United States: Diplomatic Papers: The Conference of Berlin (The Potsdam Conference), vol. I, 1945, General Questions, pp. 301 y ss.

31.

«El ministro consejero de Alemania en España, Hans-Hermann Vólckers, al Ministerio de Negocios Extranjeros, Berlín. Embajada alemana en España. Número 4756/33. Madrid, 15 de diciembre de 1933. Asunto: Fascismo en España, Los comienzos del fascismo español que ahora se encuentra en gestación se retrotraen a los tiempos de Primo de Rivera. En la actualidad hay tres grupos paralelos.» Después menciona los legionarios de Albiñana; las JONS, de Ramiro Ledesma Ramos, y Falange Española, de José Antonio Primo de Rivera: «El movimiento fascista se encuentra aquí en su etapa inicial —prosigue—. Para un desarrollo prometedor le falta por ahora el liderazgo consciente y seguro. Necesita una personalidad con carisma que no solo tenga grandes dotes de organización y carencia de prejuicios, sino que a la vez sea un tipo sólido, salido del pueblo, que se yerga de pie como un profeta y convenza a las masas y se las meta en un puño. Sin un Führer auténtico, de tal carácter, no será posible un levantamiento nacional, aun cuando sea el fascismo en realidad la única salvación posible para España […]. El joven Primo de Rivera tiene cerca de 30 años, es abogado, inteligente, buen orador. Se le llama el “señorito”, porque es joven y elegante. Es posible que pueda desarrollarse bien; todo el mundo aprecia sus buenas cualidades de carácter, pero siempre se dice que, como político, es demasiado joven y tiene muy poca experiencia. El nombre de su padre le ayuda en algunas cosas, pero representa un obstáculo para él frente a todos aquellos que rechazan la dictadura y que en sus esfuerzos divisan una vuelta al régimen de su padre. Primo de Rivera se ha proclamado abiertamente fascista durante las últimas elecciones y ha declarado que estas no le interesan en modo alguno porque el parlamentarismo no puede servir de mucho a España. Sus partidarios son principalmente jóvenes aristócratas, pero él trata de que su movimiento arraigue entre las fuerzas armadas, si bien se dice que solo se interesa por los oficiales. Lo respalda el tan conocido periódico de derechas La Nación, con su director, Delgado Barreto, quien, por cierto, tampoco goza en Madrid de una fama impecable. El grupo ha abierto ahora, durante las elecciones, un local que ha sido rápidamente cerrado por el Gobierno. También ha sacado a la luz, con apoyo de La Nación, un periódico titulado FE (es decir, Falange Española), del cual solo pudo salir un único número que se adjunta en este informe».

32.

Telegrama del 13 de enero de 1934: «Recomiendo invitar a actos 30 enero Berlín, Múnich, fundador y fascista de aquí, José Antonio Primo de Rivera, hijo mayor conocido dictador fallecido, quien se interesa extraordinariamente por la nueva Alemania y, en especial, por la organización de las SA y de las SS. Ruego respuesta telegráfica» (despacho 395/34, fechado el 29 de enero de 1934).

33.

Arnold von Engelbrechten, militante del NSDAP y secretario general del Deutscher Auslands-Club (Automóvil Club Alemán en el Extranjero). Hablaba español porque había trabajado en Barcelona como delegado de la empresa cinematográfica Odeón S. A.

34.

Algunas veces se les sumaba González-Ruano, a la sazón inquilino de la Pensión Latina (Rankestrasse, 6), y otros periodistas o estudiantes españoles becados en Berlín. El día de su marcha, José Antonio dejó la siguiente anotación en el libro de visitas: «Con un recuerdo —agradecido a esta hospitalidad— para la España que acaso no existe físicamente, pero que existe en lo eterno como las verdades matemáticas y que volverá a proyectarse en la historia. José Antonio Primo de Rivera. 6 mayo 1934».

35.

La reunión de José Antonio con Rosenberg: «Durante su visita, el fundador de la Falange tiene un encuentro con Alfred Rosenberg, principal ideólogo del nacionalsocialismo, el cual, según lo que dice en sus Memorias, manifiesta a José Antonio su simpatía por el movimiento falangista y desaconseja al joven líder español la traducción de su obra, únicamente pensada para Alemania». Alfred Rosenberg cuenta en su libro Grossdeutschland. Traum und Tragódie: «El fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera, vino a verme, evidentemente para obtener una impresión personal de una persona como yo cuestionada en círculos eclesiásticos. Yo le señalé de inmediato, para que no hubiera malentendidos, que aunque nosotros también luchábamos, como él, contra el comunismo, de ninguna manera intentábamos que adoptara el pensamiento alemán. España tiene sus antiquísimas tradiciones y, en caso de aspirar en lo social a nuevas y justas formas de vivir para nuestra época, las enlazará ciertamente con sus propias tradiciones. En lo que a mí se refiere, rechacé el ofrecimiento de traducir mi obra al español, pues está pensada solamente para Alemania. Creo que mi visitante me comprendió al momento, y nos despedimos sin que surgiera ese malentendido tan frecuente».

36.

Entre las lecturas aconsejadas a los militantes se encontraba el folleto Das Parteiprogramm: Wesen, Grundsätze, und Ziele der NSDAP (Esencia, principios y objetivos del NSDAP).

37.

En Pompeya se ha encontrado el siguiente anuncio caligrafiado sobre un muro cedido por el dueño de la casa: «Votad a Aulo Vettio Firmo para edil. Os lo solicitan Fusco y Vaccula». Tales pintadas electorales las ejecutaba en serie un equipo que integraba a un blanqueador, que preparaba la pared; un rotulador, que escribía el texto usando mayúsculas rojas o negras de hasta 30 cm de altura, y dos ayudantes que portaban el farol y los trebejos.

38.

Es una lástima que los del partido rival acostumbrasen a estropear estos carteles con sus grafitis, con lo que podemos testimoniar la existencia de contrapropaganda o propaganda negra, tan usada también en el tiempo que nos ocupa, aunque me temo que en esto los ingleses destacaron más que los alemanes.

39.

Abeytúa, 1945, p.119.

40.

Ibidem, p. 231.

41.

Además de Falange Española, las Juntas Castellanas de Actuación Hispánica, las JONS en Castilla, el Partido Nacionalista de Albiñana, la CEDA y el Estat Català con sus escamots de la camisa verde, que plagiaban descaradamente la propaganda nazi.

42.

Los medios de propaganda de la Sonderstab consistieron principalmente en la distribución de la revista Aspa (v.), folletos y hojas volanderas, pero también editaron algún periódico, como La Eterna Cuestión Judía, editado por el Departamento de Prensa de la embajada de Alemania, en Salamanca, 1938, y libros como La garra del capitalismo judío: sus procedimientos y efectos en el momento actual (Anónimo, 1943).

43.

Veamos, por vía de ejemplo, los actos programados en la visita de una delegación de las chicas del Bund Deutscher Mädel (BDM) a Alicante, en mayo de 1941: «Las camaradas alemanas fueron alojadas en la sede de la Sección Femenina, donde fueron cumplimentadas por las autoridades locales, a las que acompañaban los cónsules de Alemania, Knobloch, e Italia, Luigi Corno. Al día siguiente, viajaron hasta Benidorm, donde visitaron un campamento de la Sección Femenina de FET y de las JONS, pasaron luego por Calpe y a su regreso a Alicante fueron agasajadas en el ayuntamiento, terminando la jornada con un festival de bailes típicos y cantos regionales en la plaza del Teniente Luciáñez —pues así se denominaba entonces la plaza de Ramiro—. Al día siguiente, visitaron el Hogar José Antonio y la Casa Prisión, el general gobernador militar de la plaza las obsequió con un vino de honor, asistieron a un concierto de música española en la Diputación y a otro agasajo en el Club de Regatas, finalizando la jornada con un paseo en canoa. El día 20 visitaron Elche y Orihuela, y el 21 las industrias alcoyanas y la Font Roja. Al atardecer de ese día, y antes de salir para Madrid, se las despidió con dulces y una copa de vino español en el Casino» (Moreno, «Von Knobloch y el consulado alemán en Alicante», Archivo de la Democracia, <https://archivodemocracia.ua.es/es/represion-franquista-alicante/documentos/estudios-complementarios/von-knobloch.pdf>.

44.

Artesano lo llama en lugar de obrero. Nos trae a la memoria aquel cura repipi del Opus que sostenía que san José no era un simple carpintero, sino un «ebanista fino».

45.

Opúsculo Por qué el Eje ganará la guerra: polémica y razón de la Europa cristiana, editado sin pie de imprenta ni año, pp. 41-44.

46.

«Destacaba la revista satírica semanal Colección de los 7, que contenía textos cortos y caricaturas, y que […] se repartía fundamentalmente a farmacias y peluquerías. La demanda de esta revista en formato de bolsillo era tan grande que su tirada se había incrementado paulatinamente de los 100.000 ejemplares iniciales a aproximadamente 300.000. Otro folleto clandestino, Crucigramas, ofrecía todo tipo de entretenimientos y acertijos, cuyas soluciones eran siempre de tipo político-propagandístico. En cada número se reseñaban las operaciones militares de la guerra. La distribución de Crucigramas se hacía fundamentalmente en los cafés y bares de toda España, moviéndose la tirada semanal entre 130.000 y 160.000 ejemplares. Existía, además, el Boletín Político de la Embajada, que aparecía tres veces por semana (45.000-60.000 ejemplares de tirada) y una veintena de publicaciones “camufladas”, es decir, autorizadas oficialmente y editadas aparentemente por empresas independientes. Las últimas novedades en este campo las constituían dos revistas, la juvenil Heroísmo y Aventura (40.000 ejemplares de tirada media) e Instantáneas, que ofrecía mensualmente material gráfico de la actualidad bélica» (Schulze Schneider, 1994, p. 372). Sumemos Humor del Bolsillo, estabilizada en una tirada de unos 30.000, y la revista política de crucigramas Quiera Vd. Entretenerse, en unos 175.000 ejemplares (ibidem, p. 383), y la revista Amenidades, dirigida a familias católicas. Uno de los escritores subvencionados por la embajada alemana fue Alberto Martín Fernández, que alcanzó cierta popularidad bajo el pseudónimo Spectator y publicó una serie de libritos, como Paracaidistas (1940), La guerra en Polonia (1940) y Alas germanas sobre Europa (1941), todos en la editorial Blass, propiedad de un nazi español de origen alemán.

47.

La mencionada revista semanal Aspa, la quincenal Signal (v.) y Der Adler.

48.

Garriga, 1977, vol. II, pp. 101-102.

49.

En marzo de 1942 emitían 14 boletines diarios de un cuarto de hora de duración en onda corta, otros cinco boletines de 15 minutos y un programa de una hora en onda media. Por su parte, los italianos también emitieron boletines en onda corta (Pizarroso, 2009, pp. 73-74).

50.

Los americanos tenían su noticiario, Fox Movietone, que solo adquirió cierta importancia a partir de 1944, cuando la suerte bélica se inclinó por su bando.

51.

Entre estos folletos, cabe mencionar los 20.000 ejemplares de la hoja volante Católico Español, Lee y Medita, así como el envío a sacerdotes de 10.000 ejemplares facsímiles de la Encíclica papal contra el bolchevismo (Schulze Schneider, 1994, p. 376). En el mencionado Por qué el Eje ganará la guerra, subtitulado Polémica y razón de la Europa cristiana, leemos, bajo el epígrafe «Explicación de lo inexplicable»: «Alguien dirá: Inglaterra a pesar de su historia cuenta con simpatías […], esto es debido a la inteligencia de Inglaterra con el judaísmo, que influye poderosamente en los bancos y en los medios de publicidad, y con la masonería […]. El judaísmo cuida muy bien de ligar la economía de los países en los que ejerce influencia con la economía inglesa» (p. 30).

52.

Entre estas consignas verbales figura la difusión de los siguientes bulos: «Agentes del mercado negro han introducido en Gibraltar, en coches diplomáticos ingleses, grandes cantidades de aceite, donde se embarcarán hacia Inglaterra, que sufre gran carestía de este producto, debido al bloqueo alemán»; «la harina que la Cruz Roja americana regaló a la española era de tan mala calidad que ha ocasionado serias enfermedades a sus consumidores»; «los pesqueros españoles no pueden hacerse a la mar por escasez de carbón, ya que los buques ingleses detienen a todos los vapores españoles de cabotaje, tanto en alta mar como en aguas jurisdiccionales españolas»; «han sido detenidos marinos ingleses cuando de noche desembarcaban armas en las costas asturianas para los guerrilleros que aún permanecen ocultos en las montañas»; «se anuncia, como causa del empeoramiento de la calidad del pan, el hundimiento por los angloamericanos de dos buques españoles que traían trigo de la Argentina»; «los americanos están considerando realizar la invasión de la península ibérica, desembarcando también tropas rusas» (Schulze Schneider, 1994, pp. 379-380). «En junio de 1943, el reparto de propaganda “boca a boca” contaba con 22 puntos de apoyo fuera de Madrid: Barcelona, Zaragoza, San Sebastián, Valladolid, Bilbao, León, Oviedo, Monforte, La Coruña, Santiago, Pontevedra, Badajoz, Córdoba, Huelva, Sevilla, Cádiz, Málaga, Granada, Jaén, Murcia, Cartagena y Valencia» (ibidem, p. 383).

53.

Ibidem, p. 378.

54.

Las supuestas actas se publicaron por entregas (del 28 de agosto al 6 de septiembre de 1903) en el periódico Znamya, propiedad del ultraderechista racista y antisemita Pavel Krushevan, en San Petersburgo.

55.

Esta novela inspiró también la de Vicente Blasco Ibáñez La araña negra (1892).

56.

En virtud del Tratado de Brest-Litovsk, Rusia cedía a los imperios centrales Finlandia, Polonia, Estonia, Livonia, Curlandia, Lituania, Ucrania y Besarabia. También entregaba al Imperio otomano Ardahan, Kars y Batumi. Un auténtico despojo, porque los bolcheviques recién adueñados de Rusia necesitaban la paz a cualquier precio.

57.

Bulgaria capitularía el 30 de septiembre de 1918; Turquía, el 30 de octubre de 1918.

58.

Por esa desmedida afición a los uniformes, a las condecoraciones y a los tiroteos, hoy Prusia ha desaparecido del mapa europeo después de dos guerras perdidas (la Primera y la Segunda Guerra Mundial) que han repartido su territorio entre rusos y polacos.

59.

Eslava, 2014, pp. 299-302.

60.

Hanfstaengl, 1960, p. 103.

61.

Xammar, 2005a, pp. 188-192.

62.

Hanfstaengl, 1960, p. 102.

63.

Ibidem, p. 103.

64.

Ibidem, p. 104.

65.

Ibidem, p. 107.

66.

Ibidem, p. 109.

67.

Ibidem, p. 114.

68.

Ibidem, p. 115-117.

69.

La prensa internacional (King, 2019) tomó el golpe como «la bufonada de un charlatán» (Vossische Zeitung) y lo consideró un «mero vodevil» (Le Petit Parisien), «aventura carnavalesca» (Le Matin), «ridículo golpe en una bodega de cervezas» (United Press), «ópera bufa bávara», «farsa demencial» y «golpe chapucero» que «liquidaba por completo a Hitler y a sus seguidores nazis» (The New York Times).

70.

El antiguo primer ministro de Baviera, Gustav von Kahr, el general Otto von Lossow, y el coronel y jefe de la Policía, Hans von Seissler.

71.

Imbuido del mismo espíritu entre deportivo y religioso, nuestro Frente de Juventudes organizaba una peregrinación anual a la tumba de Santiago en Compostela, siguiendo el famoso camino, con Manuel García Serrano, un mando segoviano gigantesco, jovial y pelirrojo apodado Nube Roja.

72.

Lo que no concuerda con la pretensión del famoso coleccionista de reliquias nazis Kevin Wheatcroft, que se proclama propietario de los recuerdos hitlerianos de Landsberg: «Supe que iban a rehabilitar el edificio de la cárcel donde estuvo Hitler y no lo pensé dos veces —relata Wheatcroft—. Me fui a Munich, aguardé a que los obreros salieran a almorzar a una taberna cercana, fui y los invité a una ronda de cerveza. Repetí la invitación durante unos cuantos días y al final regresé a casa con la puerta, la reja de la ventana y unas cuantas baldosas del suelo de la celda de Hitler» (Eslava, 2017).

Q

1.

El propio Martin Niemöller explicó su origen en una entrevista con Hannes Karnick y Wolfgang Richter para el documental Martin Niemöller: Was würde Jesus dazu sagen? (Martin Niemöller: ¿qué hubiera dicho Jescristo, 1986): «No fue un poema, no. Una vez prediqué en la congregación de Oeffler y después, en el coloquio con los asistentes, me preguntaron por nuestra actitud tras la Kristallnacht de 1938 [v. Noche de los Cristales Rotos]. Y yo respondí: “Por el amor de Dios, no me pregunten por el año 38, […] cuando encerraron por primera vez a los comunistas, y tal vez nos enteramos de eso de inmediato, no lo recuerdo, no protestamos […] porque vivíamos para la Iglesia y en la Iglesia, y los comunistas no eran amigos de la Iglesia, sino sus enemigos declarados, así que callamos. Y luego vinieron por los sindicatos, y los sindicatos tampoco eran amigos de la Iglesia, y tuvimos poca o ninguna relación con ellos, así que dijimos que ellos se las apañen” […]. No existía transcripción o copia de lo que dije, y bien podría haberlo dicho de manera diferente. Pero la idea era, en cualquier caso: con los comunistas, dejamos que sucediera y no protestamos; con los sindicatos, también lo dejamos pasar; y también con los socialdemócratas. No era de nuestra incumbencia. La Iglesia no tenía nada que ver con la política en ese momento».

2.

Los nuevos inquisidores eran miembros de la NSDStB (v. Asociación de Estudiantes Alemanes Nacionalsocialistas), empeñados en una «acción contra el espíritu antialemán» (Aktion wider den undeutschen Geist). En la convocatoria del acto leemos: «La Asociación de Estudiantes Alemanes planea, en vista de la desvergonzada y horrible incitación al odio de la judería internacional en el extranjero, una acción de cuatro semanas contra el espíritu disolvente judío y a favor de un pensamiento y sentimiento popular implícito en la literatura alemana. La acción comenzará el 12 de abril con la publicación de las 12 tesis contra el espíritu antialemán (Thesen wider den undeutschen Geist) y finalizará el 10 de mayo con una manifestación pública en todas las universidades alemanas».

3.

Véase <https://www.youtube.com/watch?v=kHCmiWaHUCw&list=LLLOJJZpV0LYdEA8rUrtL4HQ&index=8>.

4.

Entre los literarios literatos prohibidos por ser «escoria y suciedad» (Schund und Schmutzliteraten) figuraban Heinrich Heine, Ernest Hemingway, Franz Kafka, Heinrich Mann, Thomas Mann, Stefan Zweig, Bertolt Brecht, Erich Maria Remarque, Elias Canetti o Emil Ludwig; y entre los científicos, los judíos Einstein y Freud. Otros eminentes escritores no tuvieron problema para publicar, especialmente los que se afiliaron al partido nazi. Günter Grass militó en las SS (v.) en 1944, cuando tenía 17 años y Alemania se desplomaba a su alrededor.

5.

En ellas podían leerse razonamientos tan peregrinos como «nuestro adversario más peligroso es el judío y aquel que lo escucha. El judío solo puede pensar en judío. Si escribe en alemán, miente. El alemán que escribe alemán pero piensa de forma no alemana es un traidor. El estudiante que habla y escribe de forma no alemana, además, es un necio y es desleal a su deber. No queremos para los estudiantes lugares de la irreflexión, sino de la disciplina y de la educación política».

R

1.

El lavado de cerebro al que la propaganda nazi sometió a los individuos más obtusos de la comunidad (a los que luego se unirían otros menos torpes, por conveniencia) se manifiesta en situaciones como la que Primo Levi describe en sus memorias de Auschwitz (v.). Llegado al campo de exterminio, lo interroga el Doktor Pannwitz, «alto, delgado, rubio; ojos, pelo y nariz como todos los alemanes deben tenerlos —escribe Levi— y está formidablemente sentado detrás de un elaborado escritorio. Yo, Häftling 174517, permanezco de pie en su estudio limpio y ordenado. Cuando terminó de escribir elevó la mirada racial y me miró. Desde aquel día he pensado en el Doktor Pannwitz a menudo y de muchas maneras. Me pregunto cómo sería el funcionamiento íntimo de ese hombre; cómo llenaría su tiempo fuera de la polimerización y de la conciencia indogermánica; sobre todo cuando he vuelto a ser libre, he deseado encontrarlo otra vez, y no ya por venganza, sino solo por mi curiosidad frente al alma humana. Porque aquella mirada no se cruzó entre dos hombres, y si yo supiese explicar a fondo la naturaleza de aquella mirada, intercambiada como a través de la pared de vidrio de un acuario entre dos seres que viven en medios diferentes, habría explicado también la esencia de la gran locura del Tercer Reich» (Levi, 2018, p. 138).

2.

En el mundo anglosajón y germano-nórdico sigue habiendo un ramalazo, a veces zurriagazo, de racismo que divide a la humanidad, grosso modo, en tres grupos: white (los blancos fetén, o sea ellos, la raza superior); coloured, es decir «coloreados», café con leche, que somos los del entorno mediterráneo, y negros o black, la raza inferior.

3.

Un caso especialmente sensible fue el de Hans-Jürgen Massaquoi. Hijo de una enfermera aria casada con un apuesto y adinerado diplomático negro durante la República de Weimar, había cumplido nueve años cuando las Leyes de Núremberg (v.) lo dejaron en una especie de nota discordante: «Una hermosa mañana estival de 1934 llegué a la escuela. El director, Herr Wriede, ataviado con el pardo uniforme nazi de las grandes ocasiones, había reunido en el patio al alumnado y al cuerpo docente para anunciarnos la inminencia del más esplendoroso momento de nuestras jóvenes vidas, porque el destino nos había escogido para estar entre los agraciados por la fortuna de contemplar a nuestro amado Führer Adolf Hitler con nuestros propios ojos. Era ese un privilegio, nos aseguró, que nuestros hijos aún no nacidos y los hijos de nuestros hijos envidiarían en tiempos venideros. Yo tenía entonces ocho años y no había advertido que, de los casi 600 chicos congregados en aquel patio, era el único a quien Herr Wriede no se dirigía». Al pequeño Hans-Jürgen, como a todo niño, lo fascinaban los uniformes, los desfiles, los campamentos y toda la parafernalia militar, pero las Juventudes Hitlerianas (v.) rechazaron la solicitud de ingreso debido a su condición de mulato. Como no hay mal que por bien no venga, afortunadamente para él tampoco lo admitieron en la Wehrmacht (v.) cuando alistaron a la población masculina en edad militar. Padeció, como sus conciudadanos, los bombardeos de Hamburgo y solo se sintió realmente en peligro cuando, tras un bombardeo, intentaron lincharlo al confundirlo con un aviador americano derribado que intentaba escabullirse vestido de paisano. Al término de la guerra se nacionalizó estadounidense y narró su experiencia en el libro Testigo de raza: un negro en la Alemania nazi (Massaquoi, 2009).

4.

Sus éxitos iniciales en Polonia y Francia dependieron de la superioridad de las tácticas desarrolladas (v. guerra relámpago), no de la calidad de las armas. Alemania producía en 1939 unos 50 carros de combate ligeros Panzer I (Sd Kfz 101) y Panzer II (Sd Kfz 121), y muchos menos Panzer III (Pz Kpfw III), todos inferiores al Matilda británico, al Char B1 bis francés y muy inferiores al T-34 ruso. Los Panzer IV (Pz Kpfw IV) tampoco se producían en cantidad apreciable. Sumemos a ello que, el 1 de mayo de 1940, la Wehrmacht (v.) poseía un 40 % menos de armas y municiones que al principio de la guerra. En la campaña polaca se perdieron cerca de la mitad de los carros y para la campaña de Francia hubo que recurrir a 300 carros checos (mejores que los Panzer I y II).

5.

En 1940, la Wehrmacht aún disponía de unos 100 modelos diferentes de camiones.

6.

También sugeriría la sumisión de un pueblo «apasionado por la disciplina y la obediencia» (Haffner, 2001).

7.

Ludwig Kapeller, Alemania del Sur, 1936, p. 47. Folleto de la colección particular del autor.

8.

A las afueras de la ciudad, integrando el parque dedicado a la memoria del último regente de Baviera, el príncipe Leopoldo (1821-1912), en el que ya existían dos edificios que el proyecto de Speer respetó. El primero era un monumento a los soldados locales muertos en la Gran Guerra (Ehrenhalle o Templos del Honor, 1930), una arcada de nueve vanos, uno por cada 10.000 soldados caídos. El segundo monumento era el Luitpoldhalle, una enorme nave de acero y cristal que en 1906 albergó la Exposición Jubileo, Estado, Industria, Comercio y Arte de Baviera. Speer integró estos dos monumentos en su proyecto del Reichsparteitagsgelände, aunque modificó ligeramente sus funciones y en algún caso su aspecto. El Ehrenhalle amplió su memoria para abarcar la de los mártires del Putsch (v.) de la cervecería de Múnich (8-9 de noviembre de 1923) y el Luitpoldhalle se transformó en una sala de conferencias y conciertos con capacidad para 20.000 personas, dadas sus considerables proporciones (165 m de longitud, 45 m de ancho y 15 m de altura). Para evitar que su fachada art nouveau desentonara del severo neoclasicismo hitleriano del resto de los edificios, Speer le construyó una nueva fachada de líneas más severas, revestida de piedra caliza, con largas banderas en los intercolumnios. El Ehrenhalle se conserva en el restaurado parque Luitpold, pero el Luitpoldhalle resultó destruido por las bombas el 29 de agosto de 1942. En él perecieron el mayor órgano del mundo, con 4.000 tubos y las 16.000 sillas, que también pasaban por ser las más incómodas del mundo. Véase «Luitpoldhalle», Nürnberg Now & Then, <https://www.youtube.com/watch?v=fUaIdJZRiJU>.

9.

Con este fin se había pavimentado con 60.000 grandes losas de granito, de estupenda resonancia para el paso de la oca (v.) y provisto de gradas laterales para los espectadores. ¿Es coincidencia que sean aproximadamente las dimensiones de los Campos Elíseos de París? Véase «Zeppelinfield», Nürnberg Now & Then, <https://www.youtube.com/watch?v=4qmT1cyr1JY>.

10.

Véase «Luitpoldarena», Nürnberg Now & Then, <https://www.youtube.com/watch?v=LHOOIFThXrg>.

11.

Sudjic, 2007, p. 46.

12.

La parte del edificio terminada se dedica hoy a múltiples usos, entre los que cabe destacar las instalaciones de la orquesta sinfónica de Núremberg y un centro de interpretación del Área de los Congresos del Partido (el Dokumentationszentrum Reichsparteitagsgelände). «El arquitecto del nuevo museo, el austriaco Günther Domenig, se propuso deliberadamente enfrentarse a la arquitectura del pasado. Los añadidos de Domenig al edificio original se ven claramente como una estaca clavada en su corazón», lo que confirma ese espíritu masoquista con el que algunos alemanes confrontan los pecados de sus padres (ibidem, p. 46). Véase «Kongresshalle», Nürnberg Now & Then <https://www.youtube.com/watch?v=PtynU-8L_2A>.

13.

Véase Top 20 Biggest Stadiums in Germany 2017, <https://www.youtube.com/watch?v=2v0ZVoEaADM>. Los cálculos de ingeniería del estadio se trasladaron con el debido secreto entre 1936 y 1939 a un bosque cercano del pueblo bávaro de Achtel, a unos 40 km de Núremberg. Aprovechando que el gradiente natural del terreno coincidía con el proyectado para el estadio, levantaron un segmento de graderío de tamaño natural para ver el efecto cuando lo trasladara al Área de los Congresos de Núremberg. Aún hoy sobreviven, en medio de la espesura del bosque, los pilones de hormigón que sostendrían el graderío. La piedra fundacional del estadio, un paralelepípedo rectangular de granito blanco junto al que Hitler posó en actitud cesárea, se rescató del subsuelo en 2007 y hoy se expone in situ con un cartel explicativo.

14.

La electricidad que alimentaba a los reflectores de la catedral de luz se suministraba desde un transformador (Umspannwerk) detrás de la tribuna. Hoy es un restaurante Burger King, ¡snif! Véase «Zeppelinfield: Night», Nürnberg Now & Then, <https://www.youtube.com/watch?v=y7p_OqKjI4k>, y «Zeppelinfield: Facilities», Nürnberg Now & Then, <https://www.youtube.com/watch?v=D5hEueQlwxM>.

15.

Un edificio helenístico del siglo I a. C. descubierto por el arquitecto alemán Carl Humann en 1871 y adquirido por Alemania en 1886. Los rusos arramblaron con él, como botín de guerra, en 1945, pero lo devolvieron en 1958. Actualmente se encuentra en la Isla de los Museos de Berlín.

16.

Lo que resta hoy es la parte central de la tribuna, de apariencia un poco mocha sin la enorme esvástica de piedra que la presidía (es famosa su voladura el 25 de abril de 1945 por tropas americanas) y sin las alas de intercolumnios que la flanqueaban (las demolieron en 1967, porque amenazaban ruina). La explanada, parcialmente cortada por un velódromo, sirve ahora para conciertos de rock tan multitudinarios como las famosas concentraciones del nazismo. Véase «Zeppelinfield: The Area», Nürnberg Now & Then, <https://www.youtube.com/watch?v=eKph0YBPyr8>.

17.

Al final solo se construyeron 11 de las 24 torres programadas. En 1966, ante la necesidad de habilitar terrenos para construir viviendas en el barrio de Langwasswe, se dinamitaron estas torres y otros restos del Märzfeld.

18.

Para sufragar las obras del magno complejo, se fundó el 29 de marzo de 1934 la sociedad Zweckverband Reichsparteitag Nürnberg (ZRN), con participación del partido nazi, el Reich, el estado de Baviera y la ciudad de Núremberg.

19.

La razón, que tiende a distinguir individualidades, interesaba poco a los nazis. Rudolf Höss (v.), comandante de Auschwitz, dijo: «Supongo que ustedes no pueden comprender nuestro mundo».

20.

Citado por Clark, 1997, p. 52.

21.

El congreso de partido del año 1933 tuvo por lema precisamente una cita de Die Meistersinger: Wach’ auf! («¡Despierta!»), que luego repetirían los estandartes regionales con el Deutschland, erwache! («¡Alemania, despierta!»).

22.

En enconada competencia con el wotanismo y las runas de Armanen, propugnadas por Guido von List, que Willigut desacreditaba como pura invención. Lo típico de dos cuentistas que se desacreditan mutuamente o, si lo prefieren, dos bomberos tan enconados en sus desafectos que se pisan las mangueras.

23.

Ryback, 2010, p. 159.

24.

Sala Rose, 2003, p. 203.

25.

Vallejo-Nájera, 1987, p. 218.

26.

«Pétain resultó ser en todos los aspectos mucho más representativo de Francia que De Gaulle, qué le vamos a hacer, lo que convierte al papel jugado por este país durante la posguerra en una de las operaciones propagandísticas más sorprendentes y eficaces jamás vistas» (Bilbao, 2012).

27.

El libro de Paxton, 1973, calcula que los franceses que resistieron la ocupación alemana fueron apenas un 1,5 %.

28.

Léanmelo en voz alta y con la engolada entonación del general: Paris! Paris outragé! Paris brisé! Paris martyrisé! Mais Paris libéré! Libéré par lui-même, libéré par son peuple avec le concours des armées de la France, avec l’appui et le concours de la France tout entière, de la France qui se bat, de la seule France, de la vraie France, de la France éternelle.

29.

«De repente, montones de supuestos resistentes salían de todas partes […], no eran más que sinvergüenzas —dice Claude—. Reinaba el oportunismo. La gente se peleaba por obtener el carné de combatientes voluntarios de la resistencia. Se distribuyeron entre 220.000 y 300.000, que a veces no recompensaban tanto un compromiso con peligro para la vida como el talento de hacerse pasar por lo que nunca se había sido. Se invocó la idea vaga de “servicios prestados a la resistencia” para garantizar la impunidad a unos colaboracionistas que habían cambiado de chaqueta en el último minuto» (Schwarz, 2019, p. 178). La costumbre del rapado infamante se remonta a los tiempos inquisitoriales y su uso político está testimoniado en la España bonapartista: «De la ciudad de Ronda, en la que varios policías, al registrar a María la Tinajera para buscar cartas y papeles destinados a patriotas, la sometieron a ultrajes, la desnudaron, la encarcelaron en unión de otras 15 mujeres acusadas de espionaje, la sacaron de la celda, la raparon con una escoda de soldado e incluso quisieron emplumarla como a una prostituta o una adúltera. A continuación, los policías la pasearon por la ciudad acompañados por varios afrancesados (destacó José Llanes de Vargas), e incitaban a sus conciudadanos a insultar a la rapada» (Lara, 2016, p. 254).

30.

Incluso las honradas putas sufrieron esta clase de abusos por haber alquilado su género al invasor. El mando alemán en París creó una red de maisons closes, como llamaban a los burdeles autorizados para evitar que los soldados acudiesen a las profesionales de la calle. En París eran solo 20 los autorizados, pero el número de este tipo de locales alcanzaba los 300 en la capital francesa y 1.400 en todo el país. El burdel más selecto, reservado a los oficiales de la Wehrmacht (v.) y a los gerifaltes del partido era Le Chabanais, donde se rumoreaba que el cliente vip Herman Göring (v.) había pernoctado en alguna visita a París.

31.

Ana Macías, natural de Los Corrales (Sevilla), contó su experiencia a un periodista: «Yo tenía 17 años, llegaron los falangistas al pueblo y cogieron a un esquilaor gitano que nos peló con una maquinilla de pelar borricos y nos dejaba un moñito. Después nos purgaron dos veces con aceite de ricino y nos pasearon por el pueblo. Nos decían: “¡Venga las pelonas! ¿Por qué no cantáis ahora esas coplas de soldados que sabéis?”» (Cabra, 2010).

32.

Swett, 2011, p. 250.

33.

Su biógrafo Fest cree que, si hubiera muerto en 1938 (el año precisamente en que fue nombrado «hombre del año» por la revista americana Time), hubiese pasado a la historia como el mayor estadista del siglo, «el general que ganaba batallas sin pegar un tiro», como decían (Fest, 2006).

34.

Un ejemplo: en 1941, solo en Hamburgo (principal puerto de salida para Inglaterra y América), se subastaron entre 300 y 400 enormes contenedores de muebles y ropa procedentes de judíos que habían emigrado. De este modo, gran parte del pueblo alemán participaba también y era cómplice del expolio de los judíos (Lebor, 2002, p. 22).

35.

Goldensohn, 2004, p. 544.

36.

El diplomático español Francisco Agramante confiesa: «Yo atribuí siempre a una causa nimia que Von Ribbentrop fuera embajador en Londres y ministro de Asuntos Extranjeros: que era bien educado y hablaba lenguas. Ambas cosas impresionaban, a mi juicio, al Führer. Y se acabó» (Agramonte, 1955, pp. 313-314 y 410).

37.

Garriga, 1976, I, p. 398.

38.

Serrano Suñer, 1947, p. 169.

39.

Shirer, 2013, I, pp. 423 y 610. Las opiniones sobre Ribbentrop son casi unánimes. Ciano, ministro de Exteriores de Italia y yerno de Mussolini, lo consideraba «vanidoso, frívolo y charlatán […]». El Duce decía que bastaba mirar su cabeza «para constatar que anda escaso de cerebro». En otro pasaje escribe: «Göring lo define como “el más tonto de Alemania” […] y el conde Otto von Bismarck (nieto del famoso destacado en la embajada de Roma) apostilla: “Es tan imbécil que resulta un milagro de la naturaleza”» (Ciano, 1946, p. 398.). Goebbels lo define con su mala leche característica: «Es un hombre extraordinario: cuando era niño ya sabía de relaciones internacionales tanto como ahora». A Ridruejo le parecía «más arrogante que sutil». A Antonio Tovar le parecía «un sastre caro» (Ridruejo, 1976, p. 218).

40.

Riefenstahl, 1991, p. 110.

41.

Ibidem, pp. 111-112.

42.

Trevor-Roper, 2004, conversación del 26 de enero de 1942, p. 200.

43.

Se considera la mejor película de propaganda jamás filmada. En su tiempo acaparó todos los premios, incluidos el del mejor documental extranjero en el Festival de Cine de Venecia, 1935, y el Gran Premio en la Exposición Internacional de París, 1937.

44.

En el diario de Goebbels leemos: «La señorita Riefenstahl está histérica. No se puede trabajar con estas mujeres indómitas. Pretende que apruebe millón y medio más, lo que sumaría dos millones. Como se lo negué, se echó a llorar, el último recurso de las mujeres, pero conmigo no funciona» (anotación del 6 de noviembre de 1936). En las Memorias de Leni leemos: «Goebbels se comportaba como un estudiante enamorado […]. En una de sus visitas a mi casa me dijo: “¡Tiene usted que ser mi amante! ¡La necesito; sin usted mi vida es un tormento! ¡Hace ya mucho tiempo que la amo!”. Se arrodilló ante mí y se puso a sollozar. Una pura locura. Sin saber qué hacer, me quedé mirando a Goebbels, arrodillado. Pero, cuando me rodeó con las manos los tobillos, fue demasiado. Me aparté y le exigí que abandonase mi casa. Palideció como la ceniza y al verlo titubear grité: “¿Qué clase de persona es usted? Con una esposa tan maravillosa y un hijo tan encantador… Su comportamiento es indignante”. Me dijo: “Amo a mi mujer y a mi hijo, ¿no lo comprende? Pero también la amo a usted y haría por usted cualquier sacrificio imaginable”. Le grité: “¡Váyase, doctor, váyase, está usted loco!”. Abrí la puerta de la vivienda y llamé al ascensor. Cabizbajo se fue, sin mirarme siquiera. Esta humillación no me la perdonó jamás el que después sería ministro de Propaganda» (Riefenstahl, 1991, p. 134).

45.

Película completa en <https://www.youtube.com/watch?v=7TSpwJrOxD4>.

46.

«Había café, plátanos, naranjas, chocolate, sencillamente todo lo que podía desear […]. Enormes anuncios luminosos alumbraban las calles nocturnas de Madrid. Como ya me había sucedido diez años atrás, me quedé impresionada por las gentes, el país, las costumbres, el arte, la manera de vivir de los españoles. Esta impresión se vio reforzada por los sentimientos germanófilos de la población. Nuestra primera búsqueda de escenarios nos llevó a Sepúlveda, luego a Segovia y Ávila. Desde entonces figuraron para mí entre las ciudades españolas más interesantes, como también Salamanca, con sus magníficos patios interiores. Luego fuimos al sur. La Alhambra de Granada me dejó sin respiración. Esta obra maravillosa no parecía construida en piedra, sino hecha de encaje. Cerca de Sevilla presenciamos auténticas danzas gitanas, tan cautivadoras que nos pasamos la noche entera contemplándolas […]. Günther Rahn, mi amigo de la infancia, que vivía en Madrid desde hacía casi diez años, me presentó a toreros famosos, como Belmonte, Bienvenida y Manolete […]. El regreso a Berlín fue desolador. Todo eran ruinas» (Riefenstahl, 1991, pp. 273-274).

47.

En 1940, para el rodaje en los Alpes, recibió 50 gitanos del campo Maxglan-Leopoldskron (cerca de Salzburgo); en 1942, proseguía el rodaje en Babelsberg, en los estudios de la UFA en Berlín, donde empleó a 66 gitanos del campo de Marzahn. Cuando en 1945 la interrogaron los aliados, Leni aseguró que, como tantos otros alemanes, no sabía que existieran campos de concentración. Días después metió la pata cuando aseguró que si colaboraba algo con el régimen era por miedo a que la enviaran a un campo de concentración. «Fraulein Riefenstahl, a ver si se aclara —le dijo el oficial que hacía las preguntas—, ¿no decía usted que ignoraba que hubiera campos de concentración?» Hoy sabemos que fue más nazi de lo que daba a entender, que suprimió de los créditos de La luz azul el nombre de su codirector, el judío húngaro Béla Balázs, y que no movió un dedo para salvar de la cámara de gas a los gitanos de Marzahn.

48.

Fruto de este trabajo es el documental Impressionen unter Wasser (Impresiones bajo el agua, 2002) y los volúmenes de las fotografías submarinas Jardín de corales (1978) y Maravillas submarinas (1990).

49.

Rosenberg, 2015, p. 171-172.

50.

En 1937 publicaría un libro que se convertiría en un clásico de tácticas militares, La infantería al ataque, basado en sus experiencias durante la Gran Guerra.

51.

Se hace retratar con esas gafas contra el polvo del desierto, que luce siempre en la gorra, y que le dan un toque personal del que carece el resto de los generales. El fotógrafo lo capta en primera línea, templando y mandando y, cuando es necesario, arrimando el hombro junto con sus soldados para sacar un vehículo atascado en la arena. Aparte de ese divismo, «tenía rasgos jactanciosos impropios de un oficial alemán, como cuando aseguró, en una conferencia: “Cuando pongo el pie en un sitio, ya no lo retiro”» (Abeytúa, 1945, p. 144).

52.

El instituto venía funcionando oficiosamente desde 1934, aunque se inauguró oficialmente en 1941. En 1939 aparecía como Antisemitische Aktion, y en 1942 como Antijüdische Aktion.

53.

Unmoral im Talmud (Inmoralidad en el Talmud, 1920), Die Spur des Juden im Wandel der Zeiten (El rastro del judío a través de los siglos, 1920), Die Verbrechen der Freimaurerei: Judentum, Jesuitismus, Deutsches Christentum (Los crímenes de la masonería: judaísmo, jesuitismo, cristianismo alemán, 1921); Pest in Russland! Der Bolschewismus, seine Häupter, Handlanger und Opfer (¡Plaga en Rusia! El bolchevismo, sus jefes, seguidores y víctimas, 1922); Der staatsfeindliche Zionismus auf Grund jüdischer Quellen erläutert (El sionismo subversivo explicado con sus fuentes judías, 1922); Die Protokolle der Weisen von Zion und die jüdische Weltpolitik (Los protocolos de los sabios de Sion y la política judía mundial, 1922).

54.

Este puesto lo comprometió directamente con el reagrupamiento de millones de judíos, con su explotación y con su exterminio. A la conferencia de Wannsee (v.) asistieron dos representantes de su ministerio: Alfred Meyer, secretario de Estado, y Georg Leibbrandt, del Departamento Político del Ministerio del Reich para los Territorios Ocupados del Este.

55.

La también denominada Oficina Rosenberg abarcaba diversos servicios:

  1. Aussenpolitisches Amt der NSDAP (Oficina de Asuntos Exteriores), con su sección de la Nordische Gesellschaft (Sociedad Nórdica), para la amistad con los hermanos de sangre nórdicos y la difusión del racismo.
  2. Kampfbund für Deutsche Kultur (KfdK, Liga Militante para la Cultura Alemana, 1928), para la divulgación de la ideología nazi en la sociedad alemana. En 1934 se llamó Nationalsozialistische Kulturgemeinde y se fusionó con la Oficina Rosenberg para acabar simplificada en Amt Rosenberg.
  3. NS-Kulturgemeinde (Comunidad Cultural Nacionalsocialista), organismo orientador en materia de arte en general y plástica en particular. Se hizo cargo de la revista de teatro y danza Deutsche Bühne.
  4. Hohe Schule der NSDAP, universidad de élite del partido nazi, especializada en estudios sobre judíos masones, comunistas y demócratas en general.
56.

En virtud de un decreto del Führer del 2 de abril de 1941, que autorizaba la ampliación de la «biblioteca especializada en la cuestión judía» local, establecida «no solo para Europa, sino para el mundo». De robar libros y archivos fueron ampliando sus competencias para robar obras de arte relacionadas con el judaísmo y, de eso, por la rampa de la conveniencia, pasaron a robar toda clase de obras de arte y arramblar con todo lo que les apetecía pro domo sua, llegando incluso a beberse la leche que encontraban en las neveras, si me permiten la exageración. O sea, un apartado más o una nota a pie de página del amplio capítulo del saqueo de Europa (v.). Se estima que entre abril de 1941 y julio de 1944, el ERR almacenó en el castillo de Neuschwanstein, en Hungen, en Hesse y en otros puntos de redistribución el contenido de más de 1.500 vagones de tren, producto del sistemático saqueo de la Europa ocupada. Tras la derrota de Alemania, muchas obras regresaron a sus propietarios, pero a otras se les perdió la pista y no se han recuperado.

57.

Sumemos a ello el prejuicio de Hitler hacia los bálticos: «Hay en ellos algo negativo […]. Creen realmente que lo saben todo. […] Como dirigen desde hace siglos a unos pueblos inferiores, tienden a conducirse como si la humanidad entera estuviera compuesta de letones» (Trevor-Roper, 2004, p. 520).

58.

L’Observatore Romano, 7 de febrero de 1934.

59.

Rosenberg cita en su diario el caso de una monja alemana que estaba a disgusto en Roma y gracias a su libro perdió la fe y recuperó la libertad: «Ha llegado una carta de Roma que me ha emocionado mucho —escribe en su diario—. Procede de una alemana desplazada católica a la que habían metido a monja en un convento de élite. Pero ella albergaba reservas, por lo que la metieron en una celda prácticamente sin luz. Cayó enferma, familiares suyos le habían llevado un ejemplar de mi libro. Su lectura consiguió hacerla despertar […]. Ha dejado de ser monja y se ha librado de sus votos. Ahora me da las gracias por haberla liberado interiormente» (Rosenberg, 2015, p. 397).

60.

La colonia de vacaciones alemana inspiró una obra similar a la española Educación y Descanso. En 1959 se inauguró la Ciudad Residencial de Educación y Descanso de Tarragona, que con el advenimiento de las autonomías mutó en Ciutat de Repòs i Vacances de Tarragona, regentada por la Generalidad catalana, que la clausuró en 2011. En sus 200 apartamentos coquetamente situados en medio de un pinar que llegaba a la orilla del mar, veraneaban 15 días escogidos «productores» afiliados a la Obra Sindical que estuvieran al día en el pago de las cuotas. En 1962 se rodó en ella la película propagandística del Régimen La gran familia, protagonizada por Alberto Closas.

61.

Una selección de 24 de estas caricaturas aparecieron en forma de libro: Juden stellen sich vor: vierundzwanzig Zeichnungen vom Stürmerzeichner Fips, Núremberg, 1934. (Fips, su nombre familiar con el que firmaba sus creaciones).

62.

Entre estos artistas privilegiados cabe destacar al director de orquesta Herbert von Karajan y al actor Curd Jürgens.

63.

Internado en el campo de concentración del VII Ejército en Ludwigsburg, entre mayo y diciembre de 1945 realizó una serie de apuntes sobre la vida en el campo: Fips Sketches Camp Ludwigsburg, 1945.

64.

Quizá por el mardito parné, se atreve uno a sospechar, teniendo en cuenta que el Vaticano también financió a los nazis con donativos de turbia procedencia. En el archivo de Otto Skorzeny (el jefe del comando de Hitler que liberó a Mussolini) se conserva una reveladora carta que en febrero de 1952 dirige el padre Conrado de Hamburgo (en el siglo, Konrad Simonsen Armus) a monseñor Montini, secretario del Estado vaticano (y futuro Pablo VI). Simonsen se presenta como «encargado de su excelencia, el nuncio pontificio en Madrid, para la distribución del donativo papal para los refugiados alemanes en España en el año 1949», una manera suave de denominar a los nazis acogidos a la tutela del Caudillo. Simonsen, hijo de alemán e irlandesa, había sido capuchino en España hasta que milicianos rojos disolvieron la comunidad. Él pudo escapar a la España nacional y se puso a las órdenes de Franco. Fue sucesivamente capellán de la Legión Cóndor (v.) y de la División Azul (v.), lo que le concedió sobradas credenciales para moverse ágilmente en las esferas gubernativas españolas. En la carta que mencionamos, transmite a Pío XII el agradecimiento de los fugitivos por la contribución de la Santa Sede a «la generosa y cálida acogida que estas personas han encontrado en la España católica de Franco».

65.

Goñi, 2017.

S

1.

La palabra Sturm (literalmente, «tormenta») recordaba a Sturmtruppen, los comandos que tantas acciones brillantes desempeñaron al final de la Gran Guerra. Tras la prohibición del NSDAP que siguió al fallido Putsch (v.) de Múnich, las SA tuvieron que disimularse bajo el nombre de Frontbann y cambiaron la camisa parda por la gris, hasta que el NSDAP fue nuevamente legal (27 de febrero de 1925).

2.

De hecho, entre 1922 y mayo de 1932, las Hitlerjugen (v. Juventudes Hitlerianas) dependieron de las SA, con el nombre de Jugendbund (Asociación Juvenil).

3.

José Antonio Primo de Rivera (v.) no era en principio partidario de la violencia, a pesar de que en el histórico mitin fundacional del Teatro de la Comedia dijera: «Cuando se ofende a la justicia o a la patria, no hay más dialéctica que la de los puños y las pistolas». Luego solo instituyó un grupo armado, la Falange de la Sangre, capitaneado por José Antonio Ansaldo, que ya venía entrenado de Renovación Española (Payne, 1987, pp. 75-77).

4.

Goldhagen, 1997, p. 132.

5.

Abeytúa, 1945, pp. 28, 196 y 197.

6.

Swett, 2011, p. 239.

7.

Por aquel entonces no existía la cortesía que ahora vemos entre los líderes políticos que, aunque se agredan oralmente de cara a la galería, fuera de las cámaras conviven pacíficamente sabiéndose cómplices necesarios para el mantenimiento y disfrute de la poltrona. En aquellos tiempos estas finezas no se daban: los adversarios políticos eran enemigos que se hacían la guerra con sus respectivas milicias.

8.

La crónica del corresponsal Augusto Assía en Berlín ilustra el clima de terror impuesto por las SA (Assía, 1933, p. 5):

El asalto a cervecerías y locales frecuentados por los enemigos políticos del nacionalsocialismo constituye un espectáculo diario. La noche del último domingo, dos miembros de estas tropas hitlerianas han asaltado la vivienda del diputado socialista Loewenstein, abriendo la puerta a tiros y demoliendo después todo cuanto existía en el cuarto. El señor Loewenstein tuvo que encerrarse con su familia en un cuarto y desde allí pedir auxilio a la policía. En Breslau las Tropas de Asalto [SA] se han apoderado a mano armada de la casa del partido socialista y la mantienen ocupada desde hace dos días.

Hitler y Goehring [sic] han publicado apremiantes notas oficiosas llamando a sus partidarios a la disciplina y al orden, pero las tropas están obsesionadas por la fraseología con que desde hace dos años se les viene anunciando el momento de la conquista del poder. Su mismo nombre, Tropas de Asalto, evoca en los pobres obreros parados que componen las guardias nacionalsocialistas la lucha, la violencia y la agresividad.

9.

La cervecería Hofbraühaus de Múnich y las Salas Pharus de Berlín fueron las más características. Cualquier parecido con las herrikotabernas es mera coincidencia.

10.

En 1930 y 1931 las SA berlinesas capitaneadas por Stennes se sublevaron contra el Gauleiter (v.) de la ciudad (Goebbels). Hitler tuvo que intervenir para apaciguarlas. La deriva izquierdista de las SA se manifestaba en un chiste. ¿En qué se parece un SA a un bistec? Respuesta: en que el bistec es Beefsteak-Stürme, pardo por fuera y rojo por dentro. Evidentemente es un chiste surgido de las clases acomodadas, porque las clases bajas de la época solo habían visto el bistec en las películas en blanco y negro.

11.

«La revolución que hemos hecho no es una revolución nacional —predicaba en 1934—, sino una revolución nacionalsocialista; incluso podemos subrayar la palabra socialista» (Kershaw, 2002, p. 37).

12.

Resultaba sospechoso que las SA juraran lealtad a sus jefes locales cuando el juramento más extendido era solo a Hitler.

13.

No es por establecer comparaciones odiosas, pero en nuestra Filmoteca Valenciana se veneran, perfectamente restauradas, unas interesantes películas sicalípticas: El confesor, El ministro y Consultorio de señoras, rodadas entre 1922 y 1926 por los hermanos Ramón y Ricardo Baños por encargo del conde de Romanones. Los interesantes filmes eran un capricho del pornófilo Alfonso XIII, que las exhibiría a sus acompañantes en las sobrecenas de las monterías. El depurado gusto del monarca imponía que las actrices fuesen gordas y que los actores fueran tan escuchimizados como el egregio cliente.

14.

Kunkel, que ha escrito una novela sobre el tema (Endstufe, Eichborn, 2004), cita títulos tan sugerentes como Der Fallersteller (El trampero); Frühlings Erwachen (El despertar de la primavera) o Waldeslust (El bosque del placer), esta última en color, rodada en un lago de los Alpes bávaros con extras de la asociación naturista Bund für Leibeszucht (Asociación para el Cultivo del Cuerpo).

15.

En sus memorias, Schellenberg explica que las habitaciones estaban provistas de dobles tabiques detrás de los cuales se ocultaban los micrófonos, el cableado y otros detalles técnicos.

16.

Kersten, 1961, pp. 103-104.

17.

A partir de 1943, se sustituyeron los incómodos discos de cera por las recientemente perfeccionadas cintas magnetofónicas.

18.

«Piel de magnolia», dice el soriano, que en su vida se había visto en otra. Un poco cursi, camarada Dionisio.

19.

Ridruejo, 1976, p. 222. También mencionan este salón, con sobrada autoridad, Ramón Garriga, 1983, p. 53, y Penella de Silva, 1945, p. 245.

20.

Es fácil imaginarse el enfado de Himmler ante el informe de un día de ocupación completa con resultado nulo: «Se acabó. Cerramos el salón. En adelante el que quiera puta que se la pague de su bolsillo. Ya está bien de abusar de la buena voluntad del Reich sin soltar nada a cambio».

21.

Norden, 1976.

22.

Curiosamente, Hitler saludaba de manera distinta: si estaba en movimiento hacía el gesto de espantarse una mosca cerca de la oreja, y si estaba parado extendía el brazo, pero solo a la altura de los ojos. A veces se ufanaba de su resistencia con el brazo extendido, incansable, en los desfiles, y cuando lo replegaba lo hacía elegantemente llevándolo hacia el pecho en un gesto estudiado, como todos los suyos.

23.

Orden del 24 de julio de 1944, cuatro días después del atentado de Rastenburg.

24.

Decreto de la Presidencia del Consejo de Ministros, que derogaba la obligatoriedad del saludo brazo en alto, de fecha 11 de septiembre de 1945, publicado en el BOE, n.º 257, con fecha 14 de septiembre de 1945.

25.

La última vez que Franco, ya anciano, gritó las voces de ritual desde el balcón de la plaza de Oriente, con la vocecilla vacilante que le había quedado, le salió un espurio ¡Espiña!, que la censura suprimió superponiéndole ruido de helicóptero para su difusión por la tele y en el No-Do.

26.

Las calles alemanas estaban llenas de carteles en los que se advertía: «¡Los alemanes utilizan el saludo alemán!». El pastor protestante Paul Schneider se negó a hacerlo en un acto por el cumpleaños del Führer y este fue el desencadenante de su detención e ingreso en el campo de concentración de Buchenwald, donde murió tras recibir una paliza (18 de julio de 1939).

27.

El saludo se hizo obligatorio dentro del partido nazi en 1926. El 13 de julio de 1933, el ministro del Interior del Reich, Wilhelm Frick, extendió su obligatoriedad a todos los empleados públicos y poco después al resto de la población civil. A finales de 1934, se crearon tribunales especiales para castigar a los que omitían el nuevo saludo patriótico. Para el personal militar fue opcional. Hoy está prohibido en Alemania, y al infractor pueden caerle hasta seis meses de prisión.

28.

En el estupendo ensayo Larson, 2012.

29.

En Italia, por el artículo 293 bis del Código Penal (ley del 20 de junio de 1952 contra «la simbología y gestualidad del partido fascista y del partido nacionalsocialista alemán y sus relativas ideologías»; en Alemania, por el artículo 86 del Código Penal, que también castiga la exhibición de esvásticas, lo que ha determinado que la que aparecía en el timón de cola de los aviones del Reich se haya suprimido en los ejemplares de los museos, aunque últimamente empiezan a reponerla, como exige la fidelidad histórica.

30.

Más de un turista gracioso ha terminado en comisaría por reproducirlas. El visitante español tenga cuidado de no llamar a un taxi alemán levantando el brazo; es más seguro abordarlo en una parada autorizada.

31.

«Kersten descubrió que todos los SS (v.) de la reunión compartían el entusiasmo de su jefe. La simple mención de la tierra hacía que dieran su aprobación al momento. Les brillaban los ojos y decían frases casi idénticas —la vuelta a la tierra, posee tu propia tierra como un hombre libre—. Kersten se preguntaba si la sensación de confinamiento de los alemanes que vivían en apartamentos minúsculos de las ciudades, junto con el romanticismo germánico, había producido este apasionado anhelo por la vida del campo» (Padfield, 2003, p. 394).

32.

Ysart, 1973, p. 58.

33.

También destacaron en el salvamento de judíos los diplomáticos José Rojas y Moreno, embajador en Bucarest; Julio Palencia, en Sofía, y Sebastián Romero Radigales, en Atenas.

34.

11 de agosto de 1942. Trevor-Roper, 2004, p. 500.

35.

Aly, 2006, p. 97. Incluso «la atención odontológica a militares alemanes, incluidas las coronas y puentes de oro, la pagaban los países en los que estuvieran destinados» (p. 98). «Los alemanes no aportaron directamente a los impuestos de guerra ni un céntimo» (p. 70). Como parte de esa explotación sistemática de los recursos de los países ocupados hay que consignar el trabajo de los millones de trabajadores extranjeros esclavizados en Alemania (p. 100). Quizá el único país donde los alemanes no cubrieron sus gastos de ocupación fuera la URSS, cuyas industrias y reservas de oro puso Stalin a salvo detrás de los Urales.

36.

Ibidem, pp. 90-91.

37.

Un marco se cambiaba por 20 francos, lo que significaba un 25 % de mejora con respecto al tipo de cambio anterior a la ocupación (Aly, 2006, p. 175).

38.

Schwarz, 2019, p. 123.

39.

Aly, 2006, p. 366.

40.

Ibidem, p. 104. Este saqueo se realiza de diversas maneras, a menudo pagando en vales de la caja de crédito del Reich, RKK, que solo circulan en la Europa ocupada y que el banco nacional de cada país está obligado a aceptar sin consideración de las consecuencias inflacionistas (p. 105).

41.

Citado por Shirer, 2013, II, p. 409.

42.

Un pasaje revelador de las Memorias de Speer (v.): «Hacia el final de la guerra, nos invitó a Carinhall (v.) y, después de comer, haciendo gala de un humor excelente, nos mostró los tesoros que había acumulado en los sótanos de su mansión. Entre los numerosos objetos de arte se encontraban valiosísimas antigüedades del museo de Nápoles, cogidas antes de la evacuación, a finales de 1943. Con el mismo orgullo de propietario hizo abrir los armarios para dejarnos contemplar su tesoro de jabones y perfumes franceses, suficientes para varios años. El final de esta exposición lo constituyó una exhibición de diamantes y piedras preciosas» (Speer, 1976, pp. 259-160). La colección de arte de Göring incluía 1.375 obras pictóricas, 250 esculturas y 168 tapicerías (entre ellas, 9 tapicerías del Kunsthistorisches de Viena).

43.

Aly, 2006, p. 120. La correspondencia del escritor Heinrich Böll, que fue soldado durante toda la guerra, es reveladora: dondequiera que va, lo domina la pasión de comprar aprovechando el cambio ventajosísimo que el banco del Reich impone a la moneda local. En 1939 envía a la familia café desde Róterdam; en 1940, envía mantequilla, jabón, cosméticos, zapatos y utensilios de manicura desde Francia. Tentados por la codicia, sus padres le remiten dinero oculto en libros y tartas para que lo invierta en adquirir y enviarles más maravillas a bajo precio. En 1943 está destinado en Crimea y envía a casa mantequilla y salchichas. Allí resulta herido y lo hospitalizan en Ucrania, desde donde la familia sigue recibiendo chocolate y jabón. «El calculado enriquecimiento individual en perjuicio de los pueblos ocupados hizo surgir […] el sentimiento de la pequeña felicidad […]. Así surgieron millones de lealtades» (p. 134).

44.

Cuando en abril de 1945 el oficial británico Julius Posener regresó a Alemania, se sorprendió por el aspecto de la gente. «Tenían buen aspecto, buen color, estaban llenos de ánimo y muy bien vestidos. Un sistema económico sostenido hasta el final por millones de brazos extranjeros y el pillaje de todo el continente mostraba aquí sus resultados» (ibidem, p. 367).

45.

Abeytúa, 1945, pp. 77-78.

46.

Aly, 2006, p. 313.

47.

Para las reclamaciones de las 260 colecciones pertenecientes a 269 propietarios judíos que robaron los alemanes entre 1940 y 1944, véase <http://www.errproject.org/jeudepaume/>, en el que figuran las fichas que se hicieron en el Museo Jeu de Paume de París, el depósito de obras robadas por el Einsatzstab Reichsleiter Rosenberg (v. Rosenberg, Alfred), el servicio oficial de confiscación de bienes judíos y francmasones en la Europa ocupada.

48.

22 de abril de 1942. Trevor-Roper, 2004, pp. 343-344.

49.

«¿Qué hubiera pasado si Hitler hubiese seguido confiando en Schacht? La guerra se habría aplazado. Alemania no habría invadido Polonia. La tensión con Francia no habría acabado, pero, seguramente, el Reich se hubiera acercado al Reino Unido. A la larga, hubiese habido guerra entre Alemania y la URSS. Pero esa ya hubiera sido otra guerra, ganable para los alemanes» (entrevista de Luis Alemani a Barbieri, «El economista que reñía al Führer», El Mundo, 17 de noviembre de 2015, <https://www.elmundo.es/cultura/2015/11/17/564a9485e2704ec4288b45fc.html>).

50.

La fiesta del nuevo frente, Berlín, 1929. Da la impresión de que el esfínter se le dilataba en presencia del Führer, si me disculpan la crudeza.

51.

Vallejo-Nájera, 1987.

52.

Schirach, 1956, pp. 218-222; Ryback, 2010, pp. 159-160. Henriette fecha el incidente el Viernes Santo, 23 de abril de 1943, pero por el diario de Goebbels sabemos que ocurrió el 25 de junio de 1943. Diferentes versiones del incidente en Henriette von Schirach clashes with Hitler, <http://ci47.blogspot.com/2018/09/henriette-von-schirach-clashes-with_28.html>.

53.

«Después de declarar al tribunal que Hitler era un millón de veces asesino y mi otra declaración sobre la falacia y la total equivocación que era el antisemitismo, he vuelto a pensar en las ideas que han dirigido los últimos 15 o 20 años de mi vida. […] La política racial es una de las más grandes amenazas contra la humanidad» (Goldensohn, 2004, p. 309).

54.

Speer, 1976, p. 374.

55.

Escribió sus memorias, Ich glaubte an Hitler (Yo creí en Hitler, 1967). Por su parte, Henriette compuso varios libros de recuerdos hitlerianos: Der Preis der Herrlichkeit (El precio de la gloria, 1956) y Frauen um Hitler (Las mujeres que rodeaban a Hitler, 1982).

56.

Muchos prominentes nazis lucieron Schmissen, entre ellos Otto Skorzeny, por lo que los americanos lo denominaron Scarface (Cara Cortada); Rudolf Diels, el primer jefe de la Gestapo (v.); Heinrich Müller, el último jefe de la Gestapo; Hermann Behrends, SS-Gruppenführer; Franz Seldte, ministro de Trabajo; Fritz Dietlof von der Schulenburg, conspirador contra Hitler; Siegfried Handloser, general de Sanidad; Otto Meissner, jefe de la Cancillería con Hitler; Ernst Kaltenbrunner y un largo etc.

57.

Zweig, 2013, pp. 129-131.

58.

Sigmund, 2000, p. 146.

59.

La rutina diaria de sus miembros consistía en saltar de la cama todavía de noche, abrir las ventanas, rezar la plegaria del nuevo día y ejercitarse con una sesión de gimnasia seguida de baño frío antes de bajar a desayunar. Se trataba de lograr «una mujer tan bella y armónica que su cuerpo sea más inspirador que tentador, y un gozo para ella misma y para los demás».

60.

Hubiese quedado irreprochable, de no ser porque los caballos de algunas cuadrigas actuantes se espantaron ante el clamor de la multitud e invadieron la zona de los espectadores, con el consiguiente alboroto.

61.

Sigmund, 2000, p. 147.

62.

Sebottendorf, 2012.

63.

Un pesimismo nacional retratado por el cine expresionista alemán, que se recrea en monstruos o historias monstruosas (por otra parte, geniales desde el punto de vista artístico): El doctor Caligari (1920), El Golem (1920), Nosferatu (1922), Metrópolis (1926), Doctor Mabuse (1929), M., el vampiro de Düsseldorf (1931)…

64.

Gordon, 2006, passim.

65.

Stefan Zweig nos describe un Berlín «convertido en la Babel del mundo. Bares, lugares de placer y tabernas se multiplicaban como hongos después de la lluvia […]. Muchachos maquillados, con cinturas artificiales […], se paseaban a lo largo de la Kurfürstendamm: cada estudiante de instituto quería ganarse algún dinero y, bajo la luz difusa de los bares, se podía ver a altos funcionarios o importantes financieros haciéndoles la corte abiertamente a marineros borrachos. Ni la Roma de Suetonio había conocido orgías semejantes a los bailes de disfraces de Berlín, donde centenares de hombres vestidos de mujer y mujeres vestidas de hombre bailaban bajo la mirada benévola de la policía. En medio del desplome general de los valores, una especie de locura se apoderó precisamente de esa clase media que, hasta entonces, había sido la defensora inquebrantable del orden. Las jovencitas se jactaban con orgullo de su perversión; ser sospechosa de virginidad a los 16 años era considerado como una vergüenza en cualquier escuela de Berlín». Es el ambiente que también nos describe acertadamente la serie televisiva Babylon Berlin (2017).

66.

Fernández Álvarez, 1933.

67.

Gordon, 2006, p. 42.

68.

Swett, 2011, p. 43.

69.

Sus dos compañeras de pensión, Waltraut y Hilde, bailarinas de profesión y liberales, eran «dos animales jóvenes, exuberantes de vigor y de alegría, para quienes la vida parecía no tener complicaciones. Algunas noches colgaban de su puerta un cartelito Nicht Stören (“no molestar”). Así sabíamos que había llegado el Verlobte, el prometido de Hilde o de Waltraut, que enderezaba endechas a su amada mientras la otra se entregaba a las caricias castas de Morfeo. Las dos faisaient l’amour con la desenfadada naturalidad de los gorriones. No constituían estas Mädchen la excepción a la regla: el Grunewald —y hasta el urbano Tiergarten— deparaban asilo entre sus frondas a fogosas parejas que lanzaban estentóreo el grito de la raza» (Abeytúa, 1945, p. 30).

70.

Examinemos las cifras: el millón de trabajadores extranjeros que había en Alemania en mayo de 1939 se incrementó hasta los 4.500.000 en septiembre de 1942 (muchos de ellos, prisioneros de guerra en la plenitud de su masculinidad), para ocupar las vacantes de unos cinco millones de alemanes. Cuenta Ramón Garriga (1983) que las esposas y novias de los aviadores y submarinistas ausentes confraternizaban en los balnearios con los corresponsales de prensa extranjeros, faltas como estaban del cariño de sus hombres, que estaban ganando mundos para la patria sin saber si algún día regresarían. En la película de Henri Verneuil La vache et le prisonnier (La vaca y el prisionero, 1959) asistimos a una de estas liassons entre un apuesto prisionero francés y la vigorosa y necesitada campesina alemana a la que sirve en sustitución del marido movilizado, lejos del hogar y sin saber cuándo podrá regresar a él. Véase <https://ok.ru/video/37698341584>.

71.

Abeytúa, 1945, p. 247.

72.

Chaves Nogales, 2014, p. 87. Un testimonio de la época, el del general Schoenaich, es revelador: «El cuadro no se borrará nunca de mis ojos. Varios centenares de hombres y mujeres de toda edad y de todas las clases, la mayoría maquillados, un cierto número de hombres vestidos de mujer y unas cuantas mujeres vestidas de hombre. Desde el momento que entramos en la sala bien alumbrada, todos se dieron cuenta de que éramos visitantes guiados por la policía. Según parece, el servicio de información funcionaba perfectamente. Pero aparte de bastantes figuras antipáticas, marchitadas por el vicio, vi semblantes de rasgos finos, de expresión espiritualizada. Algunos querían probablemente ganar la benevolencia de mi amigo el policía, pues nos hicieron la descripción brutal y sincera de las cosas más cínicas».

73.

Este artículo del Código Penal fue revisado y ampliado el 28 de junio de 1935. Adicionalmente, Himmler formó un comando especial para la persecución de los homosexuales, la Reichszentrale zur Bekämpfung der Homosexualität und der Abtreibung (Oficina para la Represión de la Homosexualidad y el Aborto) adscrita a la Policía de Seguridad (26 de octubre de 1936). Véase Verbotene Liebe ‒ Homosexualität im NS-Regime, <https://www.youtube.com/watch?v=LdYzyY5h9Z0>.

74.

Una instrucción interna de la Gestapo (4 de abril de 1938) determinaba el encarcelamiento de los homosexuales y su internamiento en campos de concentración. La mortalidad de los homosexuales presos alcanzó un 60 %, cuando la de los presos comunes era solo del 41 % (según Lautmann, 2002).

75.

Los experimentos los realizó el endocrinólogo Carl Vaernet, SS-Sturmbannführer en Buchenwald. Este sujeto había patentado una glándula que, implantada en la ingle del paciente, liberaba hormonas masculinas. Vaernet estaba seguro de que su sistema devolvía al paciente a la recta senda de la heterosexualidad, pero nunca pudo demostrarlo, porque todos los pacientes se le morían en el posoperatorio. Al término de la guerra, Vaernet huyó a Argentina, donde fallecería en 1965. Para sus experimentos, contó con la colaboración del SS-Obergruppenführer Ernst-Robert Grawitz, presidente de la Cruz Roja alemana e impulsor del programa Aktion T4 (v). Grawitz terminó su carrera en el Führerbunker de Berlín. El lector ha asistido a su suicidio en la película El hundimiento (2004): es el que se sienta con la familia en el comedor y hace estallar dos granadas bajo la mesa.

76.

Miller, 2006, passim. Incluso existió una guía de los yacimientos de lesbianas en Berlín, Berlins lesbische Frauen (Las lesbianas de Berlín, 1928), publicado por la lesbiana Ruth Roellig (1878-1969).

77.

Un documento del Ministerio de Justicia señala en 1942 que «las mujeres que se abandonan a las relaciones antinaturales no están perdidas para siempre para la reproducción en el grado en el que lo están los hombres homosexuales, ya que, como muestra la experiencia, a menudo vuelven más tarde a una relación normal». Para que luego digan que el nazi era un régimen machista.

78.

Se publicaron en total 112 números (5.036 páginas). «La interrupción de las comunicaciones terrestres entre España y Alemania (1944) aconsejó editar la revista en España, pero cuando el número estaba a punto de salir, las autoridades lo prohibieron, presionadas por la embajada americana, cuya importancia crecía cada día desde el desembarco de Normandía. En 1979 y 1980, Ediciones El Arquero (de Altea, Alicante) publicó una selección de Signal en dos tomos. Pueden encontrarse artículos de Signal en <http://www.filosofia.org/hem/194/sig/index.htm> y abundante información en <http://fernandez-xesta.es/PRENSA/REVISTAS/REVISTAS%20ALEMANIA/SIGNAL.html>.

79.

La viuda del coronel, Ilse Lüthje, fallecida en 2002 en un centro geriátrico de Tres Cantos (Madrid), dejó en herencia los recuerdos de su marido a un amigo que la había socorrido en su menesterosa vejez. El legado, un baúl que contenía más de 3.000 documentos (cartas, informes de la empresa fundada por Skorzeny, pasaportes falsos, cuentas bancarias, fotos…), fue en parte vendido al mejor postor por una prestigiosa casa de subastas americana.

80.

«Según datos de 1944, el 39,2 % de las exportaciones españolas fueron a Alemania y otro 30 % a los territorios alemanes ocupados» (Barbieri, 2015).

81.

Entre ellas: Minerales de España, Compañía General de Lanas y Transportes Marión y Nova.

82.

Unos 350.000 judíos alemanes se exiliaron, especialmente los que contaban con medios para establecerse en el extranjero o fueron lo suficientemente inteligentes para adivinar que aquellos locos de la camisa parda podrían algún día hacer lo que finalmente hicieron. Heydrich (v.) ofreció las cifras aproximadas en la conferencia de Wannsee: 360.000 de Alemania, 147.000 de Austria (Ostmark) y 30.000 del Protectorado de Bohemia y Moravia, lo que suma 537.000. Llegó un momento en que habían cubierto las cuotas de emigrantes en los países de acogida y ya no admitieron a más. Obviamente, nadie podía imaginar que los exterminarían.

83.

Rees, 2005, p. 97.

84.

El Fall Madagaskar (Plan Madagascar) fue en su origen una ocurrencia de Paul de Lagarde en 1885. Posteriormente lo retomaron Hamilton Beamish y Arnold Leese.

85.

«A principios de 1941 Hitler había ordenado a Heydrich que elaborase un plan para deportar a los judíos a algún lugar de los dominios de Alemania […] en los yermos de la Rusia oriental» (Rees, 2005, p. 97).

86.

Goebbels (v.) presionaba en el mismo sentido alegando que en Berlín había 70.000 judíos, de los que solo 19.000 trabajaban para la industria de la guerra; el resto eran solo bocas improductivas que alimentar: «Podían acarrearse a Rusia […], de hecho, lo mejor sería acabar con ellos» (ibidem, p. 107).

87.

Rosenberg, 2015, p. 31.

88.

La aniquilación del pueblo herero para que los colonos alemanes encontraran su Lebensraum se confió al general Lothar von Trotha, en cuyo diario de campaña leemos: «Difiero de los que piensan que los hereros pueden ser un material productivo necesario para el futuro de la colonia. Creo que la nación herero debe ser aniquilada, o al menos expulsada del territorio por todos los medios […]. Lo más apropiado es que la nación perezca […]. Mi política es ejercer la violencia por todos los medios, incluidos los terroristas, y destruir las tribus africanas mediante una corriente de sangre y dinero. Solo cuando esta limpieza haya concluido podrá surgir algo nuevo y permanecer» (Olmo, 2005, p. 140).

89.

«Hoy seré de nuevo profeta: ¡si los financieros judíos internacionales dentro y fuera de Europa logran una vez más sumir a las naciones en una guerra mundial, entonces el resultado no será la expansión del bolchevismo en la tierra y, por lo tanto, la victoria del judaísmo, sino la aniquilación (Vernichtung) de la raza judía en Europa!» (en los días siguientes se publicó en Völkischer Beobachter). Otros mensajes genocidas se encuentran en el discurso del 1 de septiembre de 1939 ante el Reichstag, con motivo de la invasión de Polonia, el 30 de enero de 1941, el 30 de enero de 1942 y hasta en el mensaje de Año Nuevo de 1943: «Ya he dicho que la esperanza del judaísmo internacional de que destruiría a Alemania y a otros pueblos europeos en una nueva guerra mundial será el peor de los errores cometidos por los judíos en miles de años; porque no van a destruir al pueblo alemán, sino a sí mismos, y acerca de eso no cabe hoy la menor duda».

90.

Los más importantes estaban en Bialystok, Cracovia, Leópolis, Lublin, Radom, Varsovia y Vilna.

91.

En las Conversaciones de sobremesa, noche del 26 al 27 de febrero de 1942, dice: «¡No pueden ustedes figurarse hasta qué punto los tres meses que acaban de pasar han consumido mis fuerzas y han puesto a prueba el temple de mis nervios! Hoy puedo decirlo ya: durante las dos primeras semanas de diciembre (1941) perdimos 1.000 tanques y se averiaron 2.000 locomotoras […]. Les decía a los del frente que salían los trenes, pero las locomotoras se helaban. Les anunciaba que llegaban los tanques pero ¡en qué estado llegaban!» (Trevor-Roper, 2004, p. 267).

92.

Discurso ante el Reichstag del 30 de enero de 1939 (Hitler, 1999, p. 40).

93.

Rees, 2005, pp. 127-128.

94.

Trevor-Roper, 2004, p. 261.

95.

Noakes y Pridham, 2014, pp. 621-622.

96.

Ibidem, pp. 534-535.

97.

Longerich, 2016, p. 95.

98.

Es evidente que para entonces el entorno de Hitler estaba sobradamente al tanto de la decisión de exterminar a los judíos. La mención aparece reiteradamente en los diarios de Goebbels. El 14 de febrero de 1942 anota: «Hitler ha dicho que los judíos se han merecido la catástrofe que sufren hoy […], van a experimentar su aniquilación». El 27 de marzo de 1942 escribe: «Los están eliminando de manera bastante bárbara […], mejor no describirla con detalle […]. Digamos que el 60 % tienen que liquidarse y el restante 40 % puede aprovecharse como masa de trabajo».

99.

Discurso de Himmler del 4 de octubre de 1943 a los mandos SS en Poznan, en Polonia (Kaye, 2008, p. 37, citado también por Olmo Gutiérrez, 2005). Los negacionistas aducen que la palabra usada reiteradamente por Himmler, ausrotten, debe entenderse como «desarraigar» en el sentido de «expulsar», no de exterminar, pero hay un pasaje en el discurso que pronunció dos días después (6 de octubre de 1943) que no admite dudas, cuando dice: Die Männer auszurottensprich also, umzubringen oder umbringen zu lassen («para exterminar a los hombres, en otras palabras, matarlos o hacer que los maten»).

100.

«Si Hitler hubiera tenido amigos, yo habría sido uno de ellos. Le debo tanto los entusiasmos y la gloria de mi juventud como el horror y la culpa que vinieron después» (Sereny, 2017).

101.

Sereny, 2005, p. 285.

102.

Sudjic, 2007, pp. 21 y 28. En realidad, quería ingresar en el prestigioso estudio de Hans Poelzig, pero solo consiguió que lo admitiera el segundo mejor arquitecto, el expresionista Heinrich Tessenow.

103.

Speer cambió el nombre del Reichsministerium für Rüstung und Kriegsproduktion (Ministerio del Reich para Armamento y Producción Bélica, instituido el 17 de marzo de 1940), que a partir del 2 de septiembre de 1943 se llamó Reichsministerium für Bewaffnung und Munition (Ministerio de Armamento y Municiones del Reich), tras asumir todas las responsabilidades de la Organización Todt.

104.

Kitchen, 2017, p. 447. También lo había relevado de su puesto al frente del Ministerio de Armamento, que otorgó a Karl Saur (30 de abril de 1945).

105.

Göring caló perfectamente a Speer. Le dijo a G. M. Gilbert, el psicólogo que trataba a los internos, que «simplemente estaba tratando de salvar el pescuezo para poder mear por delante y cagar por detrás durante más tiempo» (Gilbert, 1947, p. 102).

106.

Kitchen, 2017, p. 484.

107.

Schwarz, 2019, p. 199.

108.

Sereny, 2005, pp. 292-293.

109.

En sus memorias asegura que impartió su conferencia a las nueve de la mañana y después marchó, pero posteriormente se ha sabido que permaneció en Posen y asistió a la conferencia de Himmler a las 17.30, en la que el líder de las SS comunicó a los Gauleiter y altos mandos existentes que estaban exterminando a los judíos.

110.

Véase El mito de Albert Speer, el arquitecto de Hitler, <https://www.youtube.com/watch?v=ACpw3LljWt8>.

111.

Su fama inicial como «ciudad parque» declinó rápidamente cuando fueron ocupados por emigrantes extranjeros algo incivilizados que los degradaron. Desde hace unos años, las medidas sociales emprendidas están recuperando la zona.

112.

Incluso circulaba un chiste insidioso: «Pronto no bastará con levantar un brazo, tendremos que levantar los dos» (la señal de rendición).

113.

Viendo la grabación, se advierte que estos comentarios no siempre transcriben fielmente las intervenciones espontáneas de la sala. Este discurso impreso circuló ampliamente por los países amigos, entre ellos España. Aquí, el que escribe lo tuvo en sus manos cuando servía a la patria en la Biblioteca Militar de la IX Región, Granada, 1969. Ya ha llovido.

114.

Aquí reconoce explícitamente haber infravalorado la potencia rusa. Cuando los generales se oponían a invadir la URSS, Hitler les garantizaba que estaba tan podrida que, con una patada en la puerta, todo el edificio se desplomaría como un castillo de naipes.

115.

Observen que el redrojo maligno ¡atribuye al enemigo sus propias intenciones! La liquidación de las clases dirigentes y de los intelectuales formaba parte precisamente del plan nazi para acondicionar las tierras del este antes de colonizarlas con arios.

116.

En este punto iba a pronunciar la palabra exterminio (Ausrottung), pero se corrigió sobre la marcha y dijo en su lugar erradicación (Ausschaltung), que es también el vocablo que aparece en la versión impresa del discurso. Erradicación dejaba la puerta abierta a una mera expulsión de cara a la galería, pero el exterminio sistemático de judíos europeos —la solución final (v.) al problema judío, Endlösung der Judenfrage— había empezado mucho antes.

117.

Recordemos que también Hitler reconoció haberse equivocado cuando pensó que Rusia era pan comido. Al final perdería la guerra precisamente por el empeño, pero también por la capacidad de los infrahombres (v. Untermenschen).

118.

Ya hacia el final del discurso, Goebbels acude al efectivo recurso de las preguntas al público que tanto usan los payasos con sus auditorios infantiles.

119.

El discurso, sin duda, una obra de arte, tiene un precedente que quizá Goebbels conocía, la alocución de D’Annunzio (v.) desde el balcón de la plaza de Fiume el 15 de diciembre de 1919, tras la votación del Consejo. D’Annunzio «lo leyó en voz alta, haciendo histriónicas pausas después de cada punto para preguntar: “¿Es esto lo que queréis?”». El texto completo se puede consultar en <https://archive.org/stream/LaGuerraTotalDiscursoDeGoebbels.EspaolDeutschEnglishItaliano/LaGuerraTotalDiscursoDeGoebbels.EspaolDeutschEnglishItaliano>.

120.

Seamos precisos: 1,78 m para ingresar en el Leibstandarte-SS Adolf Hitler; 1,74 m para los SS-Standarte Deutschland y Germania; y solo 1,72 m para los restantes cuerpos. Además, no debía haber sido fichado por la policía, ni padecer enfermedades hereditarias. Una comisión racial compuesta por médicos expertos en eugenesia (v.) valoraba la forma de la cabeza, el color de los ojos y la proporción entre las piernas y el tronco. Aprobado el examen físico, se pasaba a otro psicológico.

121.

Lebor, 2002, p. 113.

122.

Con la diferencia de que a Streicher lo condenó el Tribunal Regional de Núremberg a dos meses de prisión por «delito continuado de insulto unido a un delito continuado de difamación» (16 de diciembre de 1925).

123.

Fue el primero en sugerir el exterminio de los judíos, cuando en abril de 1925 declaró: «Los judíos buscan la ruina de nuestro pueblo. […] Durante miles de años, los judíos han destruido las naciones. Cambiemos las tornas y exterminemos a los judíos nosotros».

124.

Este fue el genetista intuitivo que el 1 de diciembre de 1934 denunció la existencia de una «proteína anómala» (artfremdes Eiweiss) que los judíos inoculaban a las mujeres arias a través del semen para infeccionarlas.

125.

También fundó la revista supuestamente médica Deutsche Volksgesundheit aus Blut und Boden (Salud Pública Alemana por la Sangre y la Tierra), que solo se publicó entre los años 1933 y 1935 porque incluso la clase médica nazi se escandalizó cuando sostuvo en ella ideas tan peregrinas como que la vacuna es un invento judío para contaminar la sangre aria con la suya propia.

126.

En 1938 Hermann Göring prohibió la circulación de Der Stürmer en todas las oficinas y aeródromos de su Luftwaffe (v.).

127.

Entre ellas, el corrosivo cuento infantil Der Giftpilz (La seta venenosa, v. literatura infantil antisemita).

128.

Sigmund, 2000, p. 223.

129.

Anotado el 24-I-1946. Goldensohn, 2004, pp. 316 a 327.

130.

Tan solo tuvo un tropiezo en estos años, cuando en 1934 la censura le prohibió un número cuyo titular de portada era: «Revelamos el plan de asesinato judío contra los gentiles», reedición actualizada, con dibujos truculentos y fotos trucadas, de la leyenda medieval de los judíos que celebran misas sacrílegas con la sangre de un niño o una doncella cristiana. Esta vez la jerarquía eclesiástica protestó, no por defender a los judíos, Dios nos libre, sino porque el artículo ofendía las creencias en el sacramento de la comunión (v. iglesias alemanas). Por una vez, Hitler decidió contentar a los obispos.

131.

Angoso, 2009, p. 11.

132.

Sin embargo, contaba con el apoyo de Hitler, al que, como ya se ha comentado, divertían sus exageraciones (confesaba que era la única revista que leía de cabo a rabo). Naturalmente, el servil Himmler (v.) tampoco se la perdía, lo que ofrece alguna pista sobre el nivel intelectual de esta yunta de prohombres. En un número de abril de 1937, el halagado Streicher reproduce la carta de felicitación de Himmler: «Cuando se escriba sobre el despertar de Alemania en el futuro, si las nuevas generaciones son incapaces de entender cómo los alemanes toleraron un día a los judíos, se reconocerá la gran contribución de Julius Streicher y su semanario Der Stürmer al desenmascaramiento del enemigo de la humanidad. Firmado: Reichsführer-SS E. Himmler» (Nizkor, 2020, p. 690).

133.

«El consorcio bancario Harris, Forbes y National City Company facilitó las tres cuartas partes de los préstamos de indemnización utilizados para crear el sistema de cártel alemán, incluyendo el predominio de IG Farben y de Vereinigte Stahlwerke, que juntos produjeron el 95 % de los explosivos de Alemania en la Segunda Guerra Mundial» (Sutton, 1976, p. 94).

134.

Quizá las SA (v.) se relacionen más que las SS con «matones callejeros», pero respetamos el original.

135.

«Los directores de la IG (Farben) estadounidense fueron identificados como notorios empresarios estadounidenses: Walter Teagle, un socio íntimo y patrocinador de Roosevelt, y [miembro] […] de la Administración Nacional de Recuperación; el banquero Paul Warburg (su hermano Max Warburg estuvo en la junta de la IG Farben de Alemania); y Edsel Ford. Farben aportó 400.000 Reichsmarks directamente a Schacht y Hess para utilizar en las elecciones cruciales de 1933 […]. General Electric Alemana (AEG), que tenía cuatro directores y entre un 25 y un 20 % de intereses en poder de la empresa matriz General Electric de EE. UU., efectuó una contribución de 60.000 Reichsmarks a Hitler […]. Tanto AEG como Osram, los otros servicios de la industria eléctrica alemana —ambos con participación y control estadounidense—, financiaron a Hitler. De hecho, casi todos los directores de la General Electric alemana fueron patrocinadores de Hitler, bien directamente a través de AEG o indirectamente a través de otras empresas alemanas» (Sutton, 1976, pp. 94-95).

136.

ITT trabajó para ambos bandos de la Segunda Guerra Mundial a través del barón Kurt von Schröder, del grupo bancario Schröder. ITT tenía también un 28 % de la aeronáutica Focke-Wulf, fabricante del caza alemán […]. El embajador Dodd en Alemania quedó impresionado por la contribución monetaria y técnica que la empresa Vacuum Oil, controlada por Rockefeller, aportó en la construcción de instalaciones militares de gasolina para los nazis. El embajador intentó avisar a Roosevelt. En su aparente ingenuidad acerca de los asuntos mundiales, Dodd creyó que Roosevelt intervendría, pero a Roosevelt lo respaldaban los mismos intereses petroleros, y Walter Teagle, de la Standard Oil de Nueva Jersey y del NRA, estaba en la junta de la Fundación Warm Springs de Roosevelt» (ibidem, pp. 95 y 97).

137.

Sutton, 1976, p. 94.

T

1.

En febrero de 1943, el propio Hitler mostró el cañón Gustav (¿o sería el Dora?) al general español Carlos Martínez de Campos, que negociaba en Regenwald la compra de armamento (Programa Bär). Hitler se extendió en explicaciones técnicas demostrando su conocimiento del monstruo. «Lo necesario para el Peñón de Gibraltar. Y está listo», le dijo al general español (Garriga, 1976, II, p. 79).

2.

Como lo de llevarlo en tren resultaba un engorro, otro ejército de ingenieros se empleó en diseñar un gigantesco vehículo oruga capaz de hacerlo automotriz, al tiempo que cambiaban el tubo por otro de solo 530 mm de calibre y mayor alcance, pero el final de la guerra interrumpió los trabajos.

3.

El segundo prototipo, el Maus II, montaba un cañón de gran calibre KwK 44 L/71 de 128 mm y se movía con un motor de 1.500 caballos.

4.

Fue la más decisiva de la historia de Alemania. Los invasores rusos dejaron sobre el campo unos 50.000 muertos y se tomaron 100.000 prisioneros. En realidad, el topónimo más cercano, que debería dar nombre a la batalla, era Grünfliess, pero los alemanes prefirieron nombrarla batalla de Tannenberg para que pareciera la revancha de la derrota que los polacos y los lituanos (raza eslava) infligieron en ese otro lugar a los caballeros teutónicos (germanos) en 1419.

5.

A ello se podría añadir la riqueza simbólica de aquella fortaleza que remite a la también octogonal capilla palatina de la catedral de Aquisgrán, donde los emperadores se coronaban, y a la cúpula de la Roca de Jerusalén (que el rey Federico II conquistó en la Sexta Cruzada). También tenía la forma, tampoco casual, de la propia corona imperial guardada en Viena.

6.

Posteriormente (25 de agosto de 1929) se añadieron al monumento 55 placas correspondientes a las unidades del ejército que participaron en la batalla.

7.

El 7 de agosto de 1934 se trasladó solemnemente el cadáver de Hindenburg en marchas nocturnas a la luz de las antorchas (lo que años después imitaría la Falange, al trasladar los restos de José Antonio de Alicante a El Escorial). El 2 de octubre de 1935, aniversario del cumpleaños de Hindenburg, los ataúdes de bronce del presidente y de su esposa se trasladaron del enterramiento provisional al definitivo en la cripta recién terminada. Los restos de los 20 soldados desconocidos se recolocaron en las capillas laterales.

8.

Los sarcófagos de bronce de Hindenburg y su esposa se trasladaron a una mina de sal cercana a Berntero (Turingia), donde también se ocultaron los féretros de Guillermo I, emperador de Alemania, y de Federico II el Grande (v.). Descubiertos por tropas americanas, los trasladaron al castillo de Marburgo, y de allí, a la iglesia de Santa Isabel de la misma localidad, donde hoy reposan. El león de Michelangelo Pietrobelli adorna hoy la plaza de la ciudad polaca de Olsztynek (antes Hohenstein).

9.

Vean estos monumentos en <https://megaconstrucciones.net/?construccion=hermannsdenkmal>, <https://www.youtube.com/watch?v=0RMTddGEO9o> y <http://esculturasymonumentos.com/c-alemania/iglesia-memorial-kaiser-wilhelm/>.

10.

El término aparece por vez primera en el libro de Arthur Moeller van den Bruck Das Dritte Reich (1923). El autor, un crítico cultural lector de Spengler, abogaba por la creación de un imperio centroeuropeo moderno y dinámico que englobara a los pueblos germanos y los armonizara ante la historia.

11.

Estos anfiteatros eran de tamaño mucho mayor, con esa tendencia al colosalismo tan propia de los nazis. El de Gelsenkirchen se calculó para un aforo de 200.000 espectadores.

12.

El primer gobierno terminó con el asesinato del presidente, el socialista Kurt Eisner (21 de febrero de 1919), tres meses después de jurar el cargo. Le sucedió el gobierno socialdemócrata de Johannes Hoffmann, que duró un mes y se disolvió en la República Socialista Bávara, de corte «consejista», o sea, soviético (6 de abril de 1919), que al mes de detentar el poder fue derrocada (3 de mayo de 1919) por el ejército y los Freikorps, con el aplauso de las gentes de orden.

13.

La levadura de esos movimientos fueron algunos filósofos como Fichte, que en el capítulo 8 de sus Reden an die deutsche Nation (Discursos a la nación alemana, 1808) se pregunta: «¿Qué es un pueblo en el sentido superior de la palabra y qué es amor a la patria? ¿Qué es amor del individuo a su nación?».

14.

La Sociedad List —seguidores de Guido von List (v.)— y la Alta Orden Armánica, entre otros.

15.

La más destacada era la Asociación del Martillo del Reich (Reichhammerbund), en cuyos estatutos leemos: «Serán rechazados aquellos aspirantes a socios cuya constitución física sea degenerada, con una herencia dudosa y de apariencia desagradable» (Rose, 2010, p. 35). Los candidatos debían someterse a una medición del cráneo con el instrumento denominado plastómetro, desarrollado por el doctor Robert Berger-Villingen, demostrativo de su arianidad. La organización editaba la revista furibundamente antisemita The Hammer: Pages for German Sense (1902-1940), cuyo director, Theodor Fritsch, fue autor de Antisemiten-Katechismus (Catecismo antisemita, 1887) y de Handbuch der Judenfrage (Manual de la cuestión judía, 1907). Editó también el famoso panfleto antisemita Los protocolos de los sabios de Sion (v).

16.

Rose, 2011, p. 56. Los miembros de la sociedad entonaban el coro de los peregrinos del Tannhaüser en sus tenidas, usaban como emblema de solapa la esvástica de brazos curvos sobre dos lanzas cruzadas.

17.

Inscrita en el registro de asociaciones con el número 1483 como Thule-Gesellschaft Studiengruppe für Germanisches Altertum (Sociedad Thule para el Estudio de la Antigüedad Germánica, 21 de marzo de 1919). La Sociedad Thule dejó de funcionar en 1933, pero solo fue eliminada del registro de asociaciones el 5 de abril de 1951.

18.

A título de ejemplo veamos un fragmento de la intervención de Sebottendorff en la tenida del 9 de noviembre de 1919: «Ayer vivimos la liquidación de cuanto era bueno y sagrado para nosotros. En lugar de nuestro pariente de sangre el káiser, ahora reina Judá. Tenemos la obligación de combatir al judío […]. Aquel que no pueda seguirme a pesar de su juramento de lealtad debería marcharse. No me enfadaré si lo hace. Aquel que escoja permanecer a mi lado debe saber que no hay vuelta atrás, sino solo el camino hacia adelante. El que se quede debe recordar su juramento hasta la muerte. Os lo aseguro y os lo juro que os seré leal por el símbolo sagrado del sol victorioso. Creed en mí como habéis creído hasta ahora».

19.

Según Piteas de Massalia, autor del siglo IV a. C., Thule es el país más septentrional conocido y dista seis días al norte de la isla de Gran Bretaña. Hace notar que el sol de pleno verano nunca se pone allí. Procopio de Cesarea sitúa Thule en Escandinavia. En la Edad Media, designó a veces a Islandia. Lo único que se puede afirmar con seguridad es que en esta isla o comarca nórdica reina Sigrid, la novia del capitán Trueno, en paciente espera a ver si su enamorado regresa de correrse aventuras y la lleva al altar, que ya se le está pasando el arroz.

20.

Anton Drexler, primer presidente del Partido Obrero Alemán (DAP); Ernst Röhm (v.), jefe de las SA (v.); Hans Frank (v.), gobernador de Polonia; Rudolf Hess (v.), el lugarteniente de Hitler; Alfred Rosenberg (v.), el ideólogo del nazismo y comisionado de Asuntos del Este; Max Amann, director de la editorial oficial del partido nazi, Eher-Verlag; Dietrich Eckart (v.), el maestro de Hitler y su introductor en la sociedad muniquesa; Gottfried Feder, consejero económico; Karl Harrer, primer presidente del NSDAP; el doctor Heinz Kurz, uno de los líderes de las SS (v.); Friedrich Krohn, el dentista que supuestamente diseñó la esvástica nazi; Julius Streicher (v.), Gauleiter de Franconia.

21.

En agosto de 1999 el Gobierno de Frau Merkel tuvo el detallazo de impulsar un Programa Alemán de Compensación de Trabajos Forzados que liberó unos 4.370 millones de euros a cerca de 1,7 millones de antiguos trabajadores esclavos que todavía vivían (y que cobraron entre 2.500 y 7.500 euros). Como dice el refrán, menos da una piedra, aunque también hay otro refrán que dice: «A burro muerto, la cebada al rabo».

22.

Dos ejemplos extraídos del diario Pueblo: «Cómo protege Alemania la salud de sus obreros» y «Cómo vive el obrero extranjero en Alemania». La ventajosa legislación social del Tercer Reich, «una de las más avanzadas de Europa», prometía vacaciones a lugares de recreo, comida «muy abundante» y «condimentada con sujeción a la cocina española».

23.

Esas cantidades se ingresaban en una cuenta de Berlín que amortizaba la deuda contraída por Franco con Alemania por los suministros bélicos recibidos a lo largo de la guerra. El Instituto Español de Moneda Extranjera libraba las cantidades equivalentes en pesetas a las familias de los trabajadores.

24.

Unas 200 pesetas semanales —más, si se trabajaba a destajo—, cuando en España el salario oscilaba entre siete y nueve pesetas diarias.

25.

A cada productor obrero se le permitía una maleta o un macuto. Inspectores de la embajada alemana examinaban al azar algunos equipajes para cerciorarse de que contenían el ajuar exigido: cuatro pares de calcetines, un par de calzoncillos, otro de camisetas, tres camisas, dos pares de pañuelos, dos toallas, un traje, un pantalón, un jersey de lana, un abrigo grueso, un par de botas de piel, una bufanda, un gorro de lana y útiles de afeitar. Los ropavejeros del Rastro hicieron su agosto. A los que no habían reunido el ajuar, la Oficina Interministerial (CIPETA) les facilitó las prendas necesarias, cuyo importe se descontaría del primer sueldo. Un avispado comercio, El Corte Inglés, recién trasladado a la calle Preciados, donde ocupaba el antiguo local de Almacenes El Águila, ofrecía el ajuar del emigrante en un lote, a un precio especial.

26.

«A los dos meses de nuestra estancia, nuestra alimentación comenzó a flojear —recuerda un trabajador— porque los nabos cocidos sin grasa no suministraban las fuerzas necesarias para el trabajo. Nos pusimos en huelga y nos negamos a bajar a la mina, y a los dos días nos dieron patatas en lugar de nabos, muchas patatas: cocidas, aliñadas, en puré y a veces lentejas, alubias o macarrones, y de postre un trozo de bizcocho. En la cantina podíamos comprar tomates, pimientos y pepinos para hacer picadillo o gazpacho, pero, eso sí, sin aceite, con margarina.»

27.

Abeytúa, 1945, p. 109.

28.

El tren del Führer se llamaba en clave Amerika y, desde el 1 de febrero de 1943, Brandenburg. Construido en 1939, tuvo una breve vida: el 7 de mayo de 1945 estaba estacionado en Mallnitz (Carintia), cuando el general SS Julius Schaub, encargado de destruir los papeles personales de Hitler en sus distintos domicilios, cumplió su último cometido: volar el tren para evitar que cayera en manos del enemigo.

29.

Kersten, 2017, pp. 148-149.

30.

Otros trenes especiales fueron el Asien (de Göring), el Afrika (del Oberkommando der Wehrmacht); el Atlantik (de la Kriegsmarine); el Westfalen (de Ribbentrop); el Enzian (de la inteligencia de la Luftwaffe); el Atlas (de Operaciones de las Fuerzas Armadas) y el Robinson 1 y 2, usados por el Estado Mayor de la Luftwaffe.

U

1.

Esta sumisión se explica: como dijimos, los nazis expulsaron a más del 10 % de los más brillantes profesores universitarios, que eran judíos o izquierdistas, lo que permitió correr el escalafón de los mediocres que venían detrás y les ganó una eterna gratitud. En cuanto a Heidegger, excelso filósofo, repugnante individuo, el lector interesado en verlo de cuerpo entero puede leer el ensayo de Faye, 2018. Karl Löwith también lo retrata en sus memorias (1993, pp. 65-66): «Un hombre pequeño y oscuro que nunca miraba a las personas directamente a los ojos ni mantenía la mirada de su interlocutor, y cuyas artes de persuasión atraían a las personalidades más psicopáticas».

2.

Ibidem, p. 284.

V

1.

Escribo este libro durante la estabulación a la que nos obliga el coronavirus y, como recordarán los supervivientes, lo primero que se agotó en el comercio fue el papel higiénico.

2.

V es la primera letra de Vergeltungswaffe («arma de represalia o de venganza»), porque las bombas volantes pretendían ser la réplica alemana a los bombardeos masivos angloamericanos. Hitler se arrepintió de no haber apoyado desde el principio el desarrollo de estos cohetes: «Solo he tenido que pedir disculpas a dos hombres en toda mi vida —le reconoció a Dornberger—. El primero era el mariscal de campo Brauchitsch. No le presté atención cuando me dijo una y otra vez lo importante que era tu investigación. El segundo eres tú».

3.

Características técnicas: longitud, 8,32 cm; diámetro, 80 cm; peso, 2.180 kg (de los que 850 kg eran del explosivo); alcance, 240 km; velocidad, 600 km/h en las primeras, que luego mejoró hasta 800 km/h; altura de vuelo, entre 650 y 3.000 m. Se fabricaron unas 30.000 unidades, de las que se lanzaron más de 8.000 entre el 12 de junio de 1944 y el 29 de marzo de 1945. De ellas, 2.419 alcanzaron Londres o su barrio de Croydon, matando a unas 6.184 personas e hiriendo a 17.981.

4.

Véase V-1 Flying Bomb – Fieseler Fi 103 (Vergeltungswaffe), <https://www.youtube.com/watch?v=QY308O42Ur4>.

5.

Características técnicas: peso, 12.500 kg; longitud, 14 m; diámetro, 1,65 m; envergadura con las aletas direccionales, 3,56 m (gálibo máximo que permitían los túneles ferroviarios); velocidad, 5.790 km/h; altura operativa, 96 km.

6.

Debido a esta limitación en su alcance, había que lanzarlas a esa distancia máxima del objetivo. Los alemanes construyeron una gran base de lanzamiento en Helfaut, cerca del paso de Calais, a 188 km de Londres, y para ello cubrieron de hormigón armado una colina y luego la excavaron para habilitar la base en su interior. Este inmenso búnker es conocido hoy como Blockhaus d’Éperlecques (de 5 m de grosor, 71 m de diámetro y un peso de 55.000 t), y se halla en el bosque de Éperlecques, cerca de Watten, al norte de Saint-Omer. Descubierto por los aliados antes de que pudiera entrar en servicio, lo destruyeron mediante bombardeo el 27 de agosto de 1943. Véase The Mimoyecques V2 Rocket Site Blockhaus Saint-Omer, France, <https://www.youtube.com/watch?v=DsU2Yr7PXl4>, y La Coupole, V2 Bunker, Wizernes, France, <https://www.youtube.com/watch?v=y8CikwcJqg4>.

7.

Once V-2 se lanzaron contra el puente de Remagen desde Holanda el 17 de marzo de 1945. La más cercana impactó a 300 m del puente.

8.

¡Cuidado! No la escojo como rubia tonta y buenorra. Se da la circunstancia de que pertenece a Mensa, una asociación internacional de personas con alto cociente intelectual. Me refiero a Geena Davis, no a la otra.

9.

Estos son Jörmundgander (la serpiente marina), Fenrir (el lobo monstruoso) y Hela (la diosa del inframundo mitad hermosa, mitad putrefacta, como nuestras petardas de la tele).

10.

King, 2017, p. 46.

11.

Un heroísmo un poco tonto, porque los americanos tenían muchos Liberator, pero los alemanes tenían pocos Me 262. Aparte de que el soldado que huye o se retira en lugar de sacrificarse sirve para otra guerra.

12.

Y haciendo gala de generoso pangermanismo incluyó en él a todo artista, científico o estadista que hablara alemán en cualquiera de sus variados dialectos (lo que le permitió añadir a una miscelánea de personajes notorios, desde Paracelso a Erasmo de Róterdam, Copérnico o Carlos V).

13.

Speer, 2001, p. 106. El tema no era nuevo. Ya lo había advertido un bufón de la corte de Ahmed el Dorado, emir marroquí del siglo XVI, cuando, requerido por su señor para que diera su opinión sobre el Palacio El Bedi el día de su inauguración, dirigió una mirada apreciativa a aquel edificio incomparable, la Alhambra de Marrakech, construido con lujo asiático, mármoles de Italia, mosaicos de Turquía, estucos, ónices, bronces y maderas finas, y se limitó a observar proféticamente: «Cuando lo arrasen va a dejar un buen montón de tierra, ¿eh?».

14.

Cuando redactamos estas líneas, febrero de 2020, uno de los pocos restos presentables que nos legó el Reich, la tribuna del campo Zeppelin en Núremberg, amenaza ruina si no se emprenden obras de restauración urgentes por valor de 70 millones de euros. Al parecer, no la construyeron de sillares escuadrados como prometían, sino de hormigón y ladrillo que luego recubrieron de placas de piedra arenisca. La hispánica chapucilla del «tente mientras cobro», que también comparten los alemanes.

15.

Cedió a Francia la explotación de la cuenca minera del Sarre, pulmón de su industria, y se comprometió al pago de 132.000 millones de marcos oro alemanes en acuciantes plazos anuales, lo que provocó tal inflación que, en 1923, una libra de pan costaba 3.000 millones de marcos, una libra de carne 36.000 millones, una cerveza 4.000 millones. Resultado: los especuladores se pusieron las botas y la arruinada clase media se desengañó del Estado liberal y democrático, y se arrojó en brazos de Hitler. Luego pasó lo que pasó.

16.

Devolvió a Francia las disputadas provincias de Alsacia y Lorena (que en 1905 sumaban 14.522 km² y 1.815.000 habitantes), así como otros territorios a Bélgica, a Dinamarca y a Polonia (que obtuvo 53.800 km²: la mayor parte de la provincia de Posen y Prusia Occidental, parte de Silesia, con 4.224.000 habitantes en 1931, así como la tutela de las ciudades bálticas de Dánzig y Memel). Además, los aliados se repartieron el Imperio colonial alemán: Togo, Camerún, Namibia, Tanganica, Nueva Guinea Alemana, y algunas islas de la Polinesia.

17.

Abusivo y humillante, pero no más del que los alemanes hubieran impuesto a los aliados de haberlos vencido. Lo demuestra el Tratado de Brest-Litovsk (v. espacio vital) que les impusieron a los rusos (3 de marzo de 1918). Rusia tuvo que ceder Finlandia y extensos territorios en el Báltico y en Polonia, lo que ampliaba considerablemente el Imperio alemán por el este. A ello habría que sumar una millonada de compensaciones económicas que los rusos no tuvieron más remedio que aceptar. El mismo trato dispensó Alemania a la derrotada Rumanía, que, por el Tratado de Bucarest (mayo de 1918), tuvo que entregar a Alemania su riqueza nacional, el trigo y el petróleo. El Tratado de Versalles concernía solamente a Alemania. Los otros países perdedores tuvieron sus propios tratados: el de Saint-Germain, con Austria; el de Neuilly, con Bulgaria; el de Trianón, con Hungría; y el de Sèvres, con Turquía.

18.

Un chiste de entonces: un forastero que atraviesa una población ve que están desmontando la veleta de la torre del ayuntamiento y pregunta: «¿Van a poner una nueva?»; «¡No, señor —le responde el trabajador—. La estamos sustituyendo por un funcionario. No hay nada que gire mejor en la dirección del viento.»

19.

Haffner, 2001, pp. 204-205.

20.

Abeytúa, 1945, pp. 32-34.

21.

«Mi madre miraba detrás y a los lados antes de hablar —dice un memorialista berlinés—. Otra rutina callejera era adoptar una actitud reservada ante personas cuyas ideas políticas se desconocían» (Beyme, 1993, p. 3).

22.

Fredborg, 1943, p. 29.

23.

Haffner, 2001, p. 207.

24.

Solo dejó de publicarse en noviembre de 1923, a raíz del fallido Putsch (v.) de Múnich (9 de septiembre de 1923), pero reanudó su publicación tras la refundación del partido nazi (16 de febrero de 1925).

25.

Nacken, de 36 años, natural de Düsseldorf, hablaba inglés fluido porque hasta que la patria lo llamó a las armas se había ganado la vida en EE. UU. como hombre anuncio o en espectáculos circenses y de varietés, con el nombre artístico de Uranus, el Gigante de Renania. Pasó el resto de la guerra en un campo de prisioneros y en 1949 regresó a EE. UU., donde siguió ejerciendo de hombre espectacular hasta que, ya jubilado, regresó al terruño para morir en 1967. El español más alto conocido, Agustín Luengo Capilla (1849-1875), el Gigante Extremeño, solo llegó a medir 2,21 m. Su esqueleto se exhibe en el Museo Antropológico de Madrid.

26.

Reinman, 1973, p. 233.

27.

La guerra impidió llevar a cabo el proyecto de colocar 6.000 altavoces en lo alto de pedestales por todas las ciudades de Alemania, para que nadie se perdiera sus discursos.

28.

La idea se reforzaba con la inserción de una nota en el botón del dial del receptor: «RECUERDA: la escucha de emisoras extranjeras es un delito contra la seguridad nacional de nuestro pueblo. Por orden del Führer será castigada con fuertes penas de cárcel».

29.

Abeytúa, 1945, pp. 187-188.

30.

La idea de vehículo compacto, chasis tubular, suspensión independiente, motor trasero y carrocería aerodinámica la expuso Ganz en la revista Motor-Kritik. Era una idea en la que venía trabajando desde 1923 y que empezó a divulgar en 1927.

31.

Vean Ganz: How I Lost My Beetle, <https://www.youtube.com/watch?v=cNuS4GwU7CU>. Ganz era un ingeniero precoz. En 1910, a la edad de 12 años, patentó un sistema de seguridad para los tranvías eléctricos. Perseguido por los nazis, dejó atrás su renovado diseño del Standard Superior, tipo 1, y huyó a Suiza, donde diseñó una variante de su Volkswagen (v. expulsión de los científicos judíos).

32.

Para que todo el mundo pudiera acceder al cochecito, se idearon unos cupones que uno iba comprando semanalmente (cinco marcos) y pegando en una cartilla. Cuando había rellenado la mitad, podía hacerse cargo del vehículo y disfrutarlo mientras pagaba la otra mitad. Eso sí, había que satisfacer religiosamente las cuotas mensuales. Si fallabas, se rescindía el contrato y perdías el dinero desembolsado: 336.000 alemanes firmaron encantados, los mismos que perderían el dinero cuando llegó la guerra, el coche dejó de fabricarse y el Estado se declaró insolvente.

33.

Uno de los primeros ejemplares se le regaló a Hitler, que lo transfirió a Eva Braun (v.). El periódico New York Times acogió la noticia señalando que el coche parecía un escarabajo (beetle).

W

1.

Richard Wagner, un hombre sobradamente consciente de su genio y de su importancia, había escogido aquella pintoresca ciudad para convertirla en centro cultural y santuario de su memoria, como Weimar lo era de Goethe o Stratford-upon-Avon de Shakespeare. Su generoso y extravagante mecenas, el rey Luis II de Baviera, le construyó allí una mansión, Wahnfried, y un teatro, el famoso Bayreuther Festspielhaus (teatro de los Festivales de Bayreuth), diseñado por el propio músico para escenario de sus óperas.

2.

El antisemitismo del músico se manifiesta en su ensayo Das Judenthum in der Musik (El judaísmo en la música, 1850), en el que propone una asimilación de los judíos, aunque en la revisión de 1869 ha cambiado de idea y prefiere su expulsión. El caso es que ya anciano volvió a pensar que lo mejor era que se convirtieran al cristianismo y se diluyeran en la sociedad alemana.

3.

Interesante personaje este Chamberlain (1855-1927). Después de hurgar con fruición en todas las ciencias para cosechar datos que sustentaran sus teorías (entre ellas, la de que Cristo no era judío, sino ario), había alcanzado cierta fama como filósofo y autor de sesudos libros antisemitas. Su ensayo Los fundamentos del siglo XIX (1899), un indigesto potaje, fruto de lecturas mal digeridas de Kant, Lombroso, Gobineau, Nordau y Darwin, se convirtió en el evangelio de los pangermanistas que abogaban por la recuperación racial del pueblo alemán con exclusión de todo elemento judeocristiano. Chamberlain se esforzaba por ser más alemán que los propios alemanes. La vida le alcanzó para admirar a Hitler y afiliarse al partido nazi, ya en su vejez. Estaba tan fascinado por la esposa de Wagner, Cosima, que se casó con la hija para estar cerca de la suegra. Ya sé que a menudo las mamás están mejor que sus hijas, pero no era este el caso (las fotos lo prueban).

4.

Por medio de una subvención indirecta, en 1934 Goebbels (v.) adquirió más de 11.000 entradas, lo que suponía un tercio del presupuesto total del festival. Primero llevó a los obreros de Fuerza a Través de la Alegría (v.) a que se culturizaran y, comenzada la guerra, a los heridos convalecientes en el Programa Festivales de Guerra (Kriegsfestspiele).

5.

Reinhard Heydrich, comisionado por Heinrich Himmler (v.) y Hermann Göring (v.), en su calidad de jefe de la Gestapo (v.) y la SD; Alfred Meyer, Gauleiter (v.) y representante del ministro para los Territorios Ocupados del Este; doctor Georg Leibbrandt, representante del Ministerio del Reich para los Territorios Ocupados del Este; doctor Wilhelm Stuckart, representante del ministro del Interior del Reich, abogado, coautor de las Leyes de Núremberg (v.); doctor Erich Neumann, jefe de la Oficina de Planificación Cuatrienal; doctor Roland Freisler, juez del Tribunal Popular, como representante del Ministerio de Justicia del Reich; doctor Josef Bühler, por el Gobierno General; doctor Martin Luther, de Relaciones Exteriores; doctor Gerhard Klopfer, representante de la Cancillería del Partido; Ministerialdirektor Friedrich Wilhelm Kritzinger, representante de la Cancillería del Reich; Otto Hofmann, de la Oficina de Raza y Asentamiento; Heinrich Müller, de la Oficina Central de Seguridad del Reich; Adolf Eichmann, de la Gestapo; doctor Karl Eberhard Schongarth, comandante del SD, y doctor Rudolf Lange, comandante del SD en Letonia: nueve doctores de 15, para que se vea el nivelazo que había alcanzado el manicomio nazi.

6.

De hecho, ya había comenzado a aplicarse desde el 6 de diciembre de 1941 en cámaras de gas montadas en camiones, en el campo de exterminio de Chelmno (con judíos procedentes del gueto de Lodz), ante la necesidad de crear alojamientos para los judíos alemanes en tránsito hacia el este.

7.

Para poner las viviendas judías desocupadas a disposición de los alemanes que perdían la suya en los bombardeos aliados e incluso para alojar a los trabajadores rebañados por el Reich en toda Europa (v. arianización).

8.

Heydrich pensaba en la proyectada Durchgangsstrasse IV, que conectaría Alemania con Ucrania, el futuro granero alemán.

9.

Roseman, 2002, pp. 169-181.

10.

La conferencia de Wannsee ha inspirado dos películas: Die Wannseekonferenz (La conferencia de Wannsee, 1984), de Heinz Schirk, y Conspiracy (La solución final, 2001), de Frank Pierson, con Kenneth Branagh en el papel de Reinhard Heydrich, Stanley Tucci en el de Adolf Eichmann y Colin Firth en el del doctor Wilhelm Stuckart. No se la pierdan.

11.

Al final de la guerra intentaron destruir las 30 copias editadas, con tan mala fortuna que la de Luther (número 16) se traspapeló en los archivos incautados en la Cancillería y cayó en manos de Robert Kempner, fiscal de EE. UU. en el Tribunal Militar Internacional de Núremberg (1947; v. Núremberg, juicios de).

12.

Expresión de la filósofa Hannah Arendt.

13.

En homenaje a un historiador que luchó por este museo y en vista de que no conseguía nada y que el Gobierno federal no perseguía a los nazis, se suicidó (1974).

14.

La creación de los Werewolf se decidió en una reunión convocada por Himmler a la que asistieron el jefe de la RSHA Ernst Kaltenbrunner; el jefe de las Juventudes Hitlerianas (HJ-Jugendführer) Artur Axmann; el SS-Obergruppenführer Hans Adolf-Prützmann y el Obersturmbannführer Otto Skorzeny. Prützmann se encargaría del reclutamiento de voluntarios y Otto Skorzeny de su entrenamiento. El destacamento adoptó como símbolo la runa Wolfsangel, inspirada en la antigua trampa para lobos que ya figuraba en la heráldica de algunos regimientos de las SS, así como en los escudos de algunas ciudades medievales.

15.

En el diario de Goebbels leemos: «Actualmente me ocupo de la llamada Operación Werewolf, que tiene como objeto promover la actividad de nuestros guerrilleros en los territorios ocupados. Esta actividad guerrillera no se ha iniciado todavía adecuadamente. Solo se han producido actos aislados, como la muerte del alcalde de Aquisgrán, elegido por los norteamericanos; pero no se aprecia aún una actividad sistemática. Me gustaría hacerme cargo de la guerrilla y eventualmente solicitaré al Führer los necesarios poderes. Asignaré a la Operación Werewolf un periódico y una emisora de radio de gran alcance […]. La operación debe ser, en la actual fase de la guerra, lo que Der Angriff (v.) fue en nuestra época heroica de la lucha por Berlín, el punto de reunión de todos los activistas que no estén de acuerdo con una política de compromiso» (anotación del 30 de marzo de 1945, Goebbels, 1979, p. 304).

16.

Trevor-Roper, 2020, p. 104.

17.

Como hicieron algunos políticos de nuestra joven generación, los que ahora nos representan sin saber hacer la o con un canuto.

18.

Es posible que se trate simplemente de una ocurrencia del diseñador, pero desde que se descubrió, se han dado todo tipo de explicaciones ocultistas acerca de su significado. El nombre procede de la novela Die Schwarze Sonne (1991), de Tashi Lhunpo (pseudónimo de Russell McCloud).

19.

Padfield, 2003, p. 311.

20.

No se sabe cuántos anillos se fabricaron. Lo cierto es que son piezas muy apreciadas por los coleccionistas, aunque casi todos los que circulan son imitaciones.

21.

En un principio, el barco se iba a llamar Adolf Hitler, pero finalmente se decidió consagrarlo a la memoria del mártir (Blutzeuge) de la causa, Wilhelm Gustloff, jefe del partido nazi en Suiza asesinado por el estudiante judío David Frankfurter en 1936. Hitler presenció la botadura en los astilleros Blohm & Voss, profusamente adornados con banderas de la cruz gamada. Hedwig Gustloff, la joven viuda del homenajeado, en traje de luto, sombrerito charlestón a juego, estrelló contra el casco la preceptiva botella de champán, tras lo cual la gigantesca nave se deslizó por el tobogán hacia el mar. Aplausos, flores. La orquesta tocó los acordes de «Deutschland über alles» (v.), 50.000 brazos en saludo nazi. Hitler se alzó un par de veces sobre sus talones satisfecho. Una jornada inolvidable.

22.

Robert Ley Aka Hitler Aboard The Robert Ley (1939), <https://www.youtube.com/watch?v=W6rkC4VfW3Q>. Incluso en la Alemania nazi los buenos propósitos no siempre alcanzaban un nivel de realización razonable. Un informe de agosto de 1939 señala que solo un 11 % de los pasajeros de los cruceros de Fuerza a través de la Alegría presentaban unos ingresos por debajo de la media nacional (Moorhouse, 2018, p. 48). ¿Qué significa esto? Que los beneficiarios eran principalmente funcionarios y no obreros. Otro informe critica que entre los supuestos trabajadores se cuelan demasiados enchufados con el título de huéspedes de honor. Las mujeres de los obreros, rencorosillas, señalaban la presencia de señoras que se cambiaban de vestido hasta seis veces en el mismo día (p. 49).

23.

En Inglaterra residían unos 35.000 alemanes y austriacos, muchos de ellos judíos fugitivos del nazismo. Unos 2.000 aceptaron la invitación al Wilhelm Gustloff. Con ellos a bordo, la nave salió a aguas internacionales y, tras ofrecer un día de fiesta con atracciones de cabaret, música, baile, coros y barra libre generosamente surtida de cerveza y salchichas, se procedió a la votación plebiscitaria, con los estupendos resultados previsibles: solo se registraron diez votos negativos.

24.

Hitler envió a recoger a los expedicionarios de la Legión Cóndor a la flotilla entera de cruceros de la organización Fuerza a través de la Alegría: el Wilhelm Gustloff, el Robert Ley, el Der Deutsche (antes llamado Sierra Morena), el Sierra de Córdoba y el Stuttgart. Las naves entraron en la ría de Vigo el 25 de mayo de 1939 sonando sus sirenas y engalanadas con gallardetes en medio de la expectación general de los vigueses convocados para recibirlos. El Wilhelm Gustloff, demasiado voluminoso para los muelles portuarios, permaneció en el centro de la ría y allí fue recibiendo, mediante lanchas, a los mil y pico soldados que luego trasladaría al puerto de Hamburgo.

25.

En 17 meses fueron 50 cruceros, de los que se beneficiaron 65.000 pasajeros.

26.

De ellas, 8.956 civiles (entre ellos, unos 4.000 niños; 373 mujeres del Cuerpo Femenino Auxiliar de la Kriegsmarine; 918 oficiales, suboficiales y marineros de la II Unterseebootslehrdivision, 173 tripulantes y 162 heridos graves.

27.

Siempre se dice que las víctimas del hundimiento del Wilhelm Gustloff superaron en cuatro veces a las del Titanic (1912), pero se olvida que esa triste plusmarca también la superaron otros naufragios de la Operación Hannibal: en el buque Goya, perecieron 6.200 personas; en el General von Steuben, 4.600; en el Cap Arcona (v.), 4.350, y en el Thielbek, 2.750. Una excelente película de Joseph Vilsmaier, Die Gustloff (2008), narra la tragedia de la nave.

28.

Unas 1.081 embarcaciones (672 mercantes y 409 buques de guerra).

29.

Más de 300.000 personas no pudieron ser evacuadas y cayeron en manos de los rusos: unas 200.000 en Curlandia, unas 60.000 en Hela y unas 40.000 en el delta del río Vístula.

30.

Los principales yacimientos gallegos estaban en Casaio, Fontao (Vila de Cruces), San Fins (Lousame), Barilongo (Santa Comba) y Monte Neme (Carballo), Penouta (Viana do Bolo); en Salamanca, Barruecopardo; en Cáceres, Acebo; en Badajoz, Tornavacas; en menores cantidades se explotó en León, Madrid, Córdoba, Jaén y Málaga.

31.

En 1938 obtuvieron licencia para crear dos expresas mineras: Estudios y Explotaciones Mineras Santa Tecla, para explotar yacimientos en La Coruña, y la sociedad Montes de Galicia, para el yacimiento de Valborraz (en Casaio, Carballeda de Valdeorras, Orense), donde crearon la aldea popularmente denominada Ciudad de los Alemanes, y hasta consiguieron de Franco que estableciera en sus inmediaciones un destacamento penal cuyos presos suministraban parte de la mano de obra necesaria.

32.

El número de explotaciones creció de nueve en 1939 a 250 en 1943.

33.

El Español, 26 de abril de 1943.

34.

Mata, 2008.

35.

El geotécnico Joaquín Ruiz Mora calcula que entre 1939 y 1945 la producción incontrolada de Galicia ascendió a 15.000 toneladas (Carballo, 2014).

36.

«La nueva guerra del wolframio», La vuelta a la mina, especial de El País, <https://elpais.com/especiales/2015/vuelta-a-la-mina/la-nueva-guerra-del-wolframio/>.

37.

«Lo elevado de los precios pagados por la competencia entre los compradores extranjeros aseguraba a España balances favorables en dólares, libras esterlinas y marcos, con los que podía comprar no solo petróleo, trigo, algodón y otros productos vitales del Nuevo Mundo, sino también armas, maquinaria y otros artículos proporcionados por los alemanes» (Hayes, 1946, p. 213).

38.

Para ello, fundaron dos sociedades dedicadas a la adquisición del preciado metal. Los británicos crearon la United Kingdom Commercial Corporation (Compañía Comercial del Reino Unido) y los americanos la United States Commercial Corporation (Compañía de Comercio de EE. UU.).

39.

Los precios oficiales aumentaron de 7.500 pesetas la tonelada en 1939 a 27.397 en 1943. Paralelamente, aumentaba la producción: 225 toneladas en 1939, 15.250 en 1940, 25.740 en 1941, entre 125.000 y 160.000 en 1942, y entre 170.000 y 275.000 en 1943, con una carga impositiva de 100.000 pesetas por tonelada (Thomàs, 2010, p. 94). El wolframio pasó de significar un 0,4 % de las exportaciones españolas en 1940, al 19 % en 1943-1944 (Caruana de las Cagigas, 2011, p. 291).

40.

El americano estuvo la mar de cariñoso: lo llamó repetidamente querido: en el encabezamiento (Dear general Franco) y en la despedida: I am, my dear General, your sincere friend.

41.

Las sospechas eran ciertas, aunque no tuvieran pruebas. No hacía mucho que el buque cisterna de la armada Plutón había trasvasado 4.000 toneladas de petróleo a navíos alemanes (Thomàs, 2010, p. 35). Los americanos tenían en España una serie de agentes, los oil observers, que recorrían el país con permisos oficiales para fiscalizar que, efectivamente, el petróleo desembarcado se gastaba en lugar de pasárselo bajo cuerda a los alemanes. El problema es que muchos de estos agentes lo eran en realidad del espionaje americano, el OSS, y lo de vigilar el consumo de combustible era solo una tapadera.

42.

Ibidem, p. 75.

43.

Hayes visitó a Franco en El Pardo el 29 de julio de 1943. Hoare lo hizo en el Pazo de Meirás el 19 de agosto de 1943 (o sea, ni las vacaciones le respetaron al Caudillo).

44.

La United States Commercial Co. calculaba que en los últimos meses del año España había vendido a los aliados 2.563 toneladas de wolframio; a los alemanes, 1.261: 701 procedentes del mercado libre, 390 de minas estatales y 170 del comercio clandestino (Hayes, 1946, p. 212).

45.

Venía a sustituir al anterior, B. Sumner Welles, quien al parecer tuvo que dejar el cargo porque, tres años antes, habiendo bebido más de la cuenta cuando se trasladaba en tren, intentó contratar los servicios sexuales de varios mozos de equipaje de color (negro, concretamente).

46.

Hayes, 1946, p. 253.

47.

El 29 de abril de 1944 firmará un tratado con los americanos y los ingleses por el que se compromete a reducir a 20 toneladas mensuales el suministro de wolframio a Alemania.

48.

A lo largo de 1943, la prensa comienza a facilitar noticias del bando aliado. Muchos españoles escuchaban los programas que emitía la BBC (La voz de Inglaterra y La voz de América). El 26 de agosto de 1944, la Delegación Nacional de Prensa recomendó a los periódicos que tratasen favorablemente a los americanos en las informaciones relativas a la guerra del Pacífico. Por algo se empieza.

Y

1.

La eficaz película de Liebeneiner está actualmente prohibida en Alemania, pero el tema se ha tratado en distintas producciones posteriores: Danzad, danzad, malditos (1969), de Sydney Pollack; Million Dollar Baby (2004), de Clint Eastwood; la memorable El paciente inglés (1996), de Anthony Minghella; y Mar adentro (2004), de Amenábar, definida por un crítico como «una trivial apología estetizante de la eutanasia».